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Estudios de lógica
universal

Amirouche Mokteh
Editores de Sun-Joo Shin

Razonamien
to visual
con
diagramas
Estudios de lógica
universal

^ Birkhauser
^Birkhauser
Estudios de lógica universal

Editor de series

Jean-Yves Béziau (Universidad Federal de Río de Janeiro y Consejo Brasileño de


Investigaciones,
Rio de Janeiro, Brasil)

Miembros del consejo editorial

Hajnal Andréka (Academia de Ciencias de Hungría, Budapest, Hungría)


Mark Burgin (Universidad de California, Los Ángeles, EE. UU.)
Ra˘ zvan Diaconescu (Academia Rumana, Bucarest, Rumania)
Josep Maria Font (Universidad de Barcelona, Barcelona, España)
Andreas Herzig (Centro Nacional de la Investigación Científica, Toulouse, Francia)
Arnold Koslow (Universidad de la Ciudad de Nueva York, Nueva York, EE. UU.)
Jui-Lin Lee (Universidad Nacional de Formosa, municipio de Huwei, Taiwán)
Larissa Maksimova (Academia de Ciencias de Rusia, Novosibirsk, Rusia)
Grzegorz Malinowski (Universidad de Łódz´, Łódz´, Polonia)
Darko Sarenac (Universidad Estatal de Colorado, Fort Collins, EE. UU.)
Peter Schröder-Heister (Universidad de Tübingen, Tübingen, Alemania)
Vladimir Vasyukov (Academia Rusa de Ciencias, Moscú, Rusia)

Esta serie está dedicada al enfoque universal de la lógica y al desarrollo de una teoría general
de la lógica. Cubre temas como configuraciones globales para teoremas fundamentales de la
lógica y marcos para el estudio de la lógica, en particular matrices lógicas, estructuras de
Kripke, combinación de lógicas, lógica categórica, teoría de la prueba abstracta, operadores de
consecuencias y lógica algebraica. Incluye también libros con discusiones históricas y
filosóficas sobre la naturaleza y alcance de la lógica. En la serie aparecerán tres tipos de
libros: libros de texto de posgrado, monografías de investigación y volúmenes con artículos
aportados.
Amirouche Moktefi • Sun-Joo Shin
Editores

Razonamiento visual con


diagramas

^Birkhauser
Editores Estrasburgo, Francia
Amirouche Moktefi Sun Joo Shin
irista Departamento de Filosofía
Universidad de Universidad de Yale
Estrasburgo New Haven, Connecticut,
EE. UU.

ISBN 978-3-0348-0599-5 ISBN 978-3-0348-0600-8 (libro


DOI 10.1007/978-3-0348-0600-8 electrónico)
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Número de control de la Biblioteca del Congreso: 2013944050

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Prefacio

1. Razonamiento válido y formalización


Todos estaríamos de acuerdo en que la lógica deductiva es el estudio del razonamiento
válido. El razonamiento válido es el proceso de extraer cierta información de
información dada. Los sistemas lógicos se inventan para hacer que este proceso sea casi
mecánico, de modo que podamos adoptarlos para ahorrar tiempo y esfuerzo, así como
para llevar a cabo un razonamiento válido de manera precisa. Al comprender que los
procesos mecánicos van de la mano con la formalización, no debería sorprendernos
encontrar mucho formalismo en la literatura sobre lógica. Al mismo tiempo, uno podría
sentirse intrigado por la siguiente observación: el formalismo estudiado en la literatura
lógica es bastante homogéneo, limitado casi únicamente a sistemas formales simbólicos.
¿Por qué la simbolización domina casi exclusivamente la empresa del formalismo en
lógica? Esta es nuestra pregunta inicial. Ni siquiera pretendemos responder
decisivamente a la pregunta, sino que sólo aspiramos a revelar algunos aspectos
importantes sobre el razonamiento válido en términos de diferentes formas de
representación y resaltar algunas de las principales motivaciones detrás del proyecto del
presente volumen.
Uno podría sentirse desconcertado por la pregunta inicial misma, si se supone que la
formalización es idéntica a la simbolización. Según esta perspectiva, los sistemas
simbólicos son el único tipo de medio para formalizar nuestros procesos de razonamiento
válidos y, por tanto, no hay ningún misterio sobre la homogeneidad de los sistemas
lógicos. Examinemos este punto de vista dividiéndolo en dos pasos: explorar (i) la
relación entre el razonamiento válido y los símbolos/diagramas y (ii) la relación entre la
formalización y los símbolos/diagramas. Después de esbozar las cuestiones teóricas
involucradas en cada paso, ilustraremos nuestras posiciones sobre (i) y (ii) en la segunda
y tercera secciones, respectivamente.
En primer lugar, ¿está el razonamiento válido (que es la misión principal de la lógica)
ligado a un cierto tipo de medio, es decir, la representación simbólica? Por lo tanto, ¿es
cierto que la extracción de información se lleva a cabo únicamente mediante la
manipulación de símbolos? De ser así, no sería sorprendente que la formalización, que
apunta a mecanizar el proceso de razonamiento válido, se limite únicamente a los
sistemas simbólicos. Sin embargo, si el razonamiento válido en sí mismo no dicta una
determinada forma de medio, no habría ninguna razón prima facie para equiparar
formalización y simbolización. Por ahora, nos gustaría simplemente señalar algunos

v
vi Prefacio

ejemplos del proceso de razonamiento de nuestra vida diaria: para llevar a cabo el
razonamiento se utilizan mapas, imágenes, cuadros y diagramas, así como oraciones y
símbolos. Por supuesto, las imágenes pueden ser engañosas. Pero también pueden
hacerlo las oraciones. En la siguiente sección, presentamos ejemplos extensos e
históricos.
para ilustrar el razonamiento visual, es decir, cómo se lleva a cabo el razonamiento
válido mediante el uso de diagramas. Por tanto, nos gustaría concluir que los símbolos
son uno de los principales métodos adoptados para llevar a cabo un razonamiento válido,
pero están lejos de ser el único método. Entonces, ¿por qué los símbolos han sido el
medio casi exclusivo de los sistemas formales?
¿Cuál es la esencia de los sistemas formales? Al no ser un enfoque caso por caso, la
formalización apunta a mecanizar los procesos para que se puedan eliminar errores y al
mismo tiempo se logre efectividad. De hecho, la precisión y la eficiencia son los
objetivos de un sistema formal. Un sistema que no asegure la precisión sería inútil. Por
otro lado, si sólo nos importara la precisión, es decir, pudiéramos tomarnos todo el
tiempo que queramos y pudiéramos confiar en procesos tan elaborados como queramos,
entonces tampoco tendría sentido tener un sistema. Exploramos más a fondo cómo se
obtienen estos dos deseos para poder llegar a la esencia de la formalización. Entonces,
nuestra pregunta inicial sobre el predominio de los sistemas formales simbólicos podría
encontrar alguna respuesta.
Comencemos con el desiderátum de precisión. Decimos que se produce un error en el
caso del razonamiento deductivo cuando inferimos (erróneamente) una información falsa
a partir de información verdadera dada. Para garantizar la precisión, queremos tener un
mecanismo que evite que la información pase de información verdadera a información
falsa. Un obstáculo obvio para esta empresa es que existe un número infinito de casos
para llegar a la falsedad a partir de la verdad. ¿Cómo se nos ocurre una forma de predecir
y prevenir estos casos infinitos y no enumerables? Este es un dilema al que casi todos los
sistemas deben enfrentarse y, al mismo tiempo, es precisamente la razón por la que
deseamos tener un sistema, en lugar de enfoques caso por caso. Otro elemento
desconcertante es cómo abordar los valores semánticos, es decir, la verdad y la falsedad,
en un sistema. En resumen: ¿Cómo podemos gestionar un número infinito de casos de
relaciones semánticas a nivel mecánico?
Una solución inteligente a este desafío es estipular un número finito de
manipulaciones sintácticas permitidas. En un sistema sólo se permiten aquellas
inferencias permisibles y, dado que los pasos permisibles son finitos, un sistema puede
bloquear un error comparando cada movimiento con un conjunto finito de reglas. Cabe
señalar que se trata de transformaciones sintácticas, no semánticas. ¿Cómo sabemos que
un número finito de manipulaciones sintácticas garantiza la precisión que busca un
sistema formal? Primero, nos gustaría determinar cómo un número finito de reglas
conquista un número infinito de casos de razonamiento válidos/no válidos. En segundo
lugar, necesitamos teorizar el tráfico bidireccional entre sintaxis y semántica. El
razonamiento válido se entiende en términos de conceptos semánticos, es decir,
verdadero o falso. Al mismo tiempo, la inferencia permisible se define en términos de
alteración sintáctica permisible.
Estas preguntas exigen un metanivel de justificación: las pruebas de solidez e
integridad de un sistema (semi) resuelven la tensión entre infinito y finitud y al mismo
tiempo defienden un intercambio legítimo entre sintaxis y semántica. Si un sistema es
sólido, cualquier inferencia obtenida mediante sus reglas es válida, y si un sistema es
Prefacio vii

completo, cualquier inferencia válida se puede obtener en términos de inferencia


sintáctica. A pesar de una discrepancia conceptual, en lo que respecta a la extensión, las
inferencias sintácticas y semánticas coinciden. He aquí un triunfo de los sistemas
formales: un número finito de manipulaciones sintácticas mecánicas conquistó los
infinitos casos del territorio semántico.
Detengámonos aquí para relacionar las discusiones anteriores sobre la precisión con
nuestra pregunta: la relación entre formalización y símbolos. Para lograr el desiderátum
de precisión, todo lo que necesitamos es demostrar que cada inferencia sintáctica
permisible es un paso semánticamente válido. No hay ninguna restricción sobre el medio
de un sistema formal, siempre que podamos establecer la sintaxis y la semántica de una
manera no ambigua. ¿Son los símbolos el único tipo de medio para el cual podemos
configurar la sintaxis? Muchos podrían pensar que sí, ya que estamos muy
acostumbrados
a pensar en la sintaxis sólo en términos de oraciones. Por otro lado, dado que hemos
estado utilizando muchas formas diferentes de representación, por ejemplo oraciones,
imágenes y sonidos, para llevar a cabo el razonamiento, obviamente la semántica no se
limita a tipos particulares de medios. Sin embargo, algunos podrían argumentar que, si
bien el razonamiento fragmentado ordinario puede llevarse a cabo en formas
multirrepresentacionales, sólo los sistemas simbólicos permiten una semántica formal
sistemática.
Afirmamos que la sintaxis y la semántica no están ligadas en absoluto a una
determinada forma de representación. Las imágenes, al igual que las oraciones, pueden
tener su propia sintaxis y, siempre que representen algo, también se puede definir la
semántica. La sintaxis debería decirnos cuál es el vocabulario, las unidades bien
formadas y las reglas de transformación. A menudo ocurre que juzgamos si una
representación dada es simbólica o esquemática dependiendo de cuál sea su vocabulario.
En el caso de la representación de Euler, vemos los círculos como su vocabulario y, por
lo tanto, la llamamos diagrama. Asimismo, casi todos los sistemas lógicos en los libros
de texto de lógica adoptan símbolos, por ejemplo, A, B, x, y, z, ∀, ∃, como vocabulario
y, por lo tanto, dichos sistemas se consideran sistemas simbólicos. La buena formación
de una unidad se define de modo que ciertos tipos de disposición, ya sea espacial o
lineal, sean aceptables en un sistema. Se pueden estipular reglas de transformación sobre
qué manipulaciones entre dos unidades bien formadas están permitidas en un sistema. La
semántica, nuevamente, no tiene que estar ligada a una forma u otra para realizar el
trabajo. Por lo tanto, no hay nada intrínseco en los símbolos o diagramas en términos de
la viabilidad de establecer la sintaxis y la semántica. Ahora, nuestra pregunta inicial –la
exclusividad de la formalización simbólica– se ha vuelto aún más misteriosa. La tercera
sección revisita este misterio y al mismo tiempo presenta un movimiento relativamente
reciente de formalización visual. Pero primero, conviene hacer más consideraciones de
razonamiento visual histórico.

2. Razonamientos y diagramas válidos


Una mirada a la literatura histórica muestra que los diagramas parecen haber sido
siempre utilizados por los lógicos. Sin embargo, los usos varían. Por supuesto, los
dispositivos visuales se han utilizado durante mucho tiempo y con frecuencia en
contextos educativos como herramientas heurísticas y mnemotécnicas. Por ejemplo, los
viii Prefacio

estudiantes de lógica han estado familiarizados durante siglos con los cuadrados de
oposición y los árboles lógicos. Estas y otras estructuras similares ofrecen de un vistazo
un panorama de las relaciones entre proposiciones (Fig.1) o ilustrar el funcionamiento de
un proceso lógico como la división dicotómica (Fig.2). Como tales, suelen acompañar
argumentos lógicos desarrollados en palabras o apelando a la notación simbólica. Sin
embargo, el uso generalizado de este tipo de dispositivos no debe hacernos olvidar que
también se han diseñado otros esquemas para realizar razonamientos lógicos de forma
independiente. Estos diagramas, conocidos por John Venn como diagramas analíticos,
fueron particularmente apreciados en los siglos XVIII y XIX, un período que podría
considerarse como la edad de oro de los diagramas lógicos. Curiosamente, este período
también fue testigo de un creciente interés por la notación simbólica.
Tanto los métodos esquemáticos como los simbólicos fueron ampliamente utilizados
durante ese período para resolver problemas lógicos. En términos generales, se entendía
por problema de silogística la comprobación de la validez de una inferencia en la que se
daban premisas y conclusiones. A mediados del siglo XIX, los lógicos simbólicos que
trabajaban bajo la influencia de las prácticas matemáticas tendían más bien a ofrecer un
conjunto de premisas y a buscar qué conclusiones se debían extraer. En ambas
situaciones, los lógicos inventaron herramientas y métodos para resolver esos problemas
con el atractivo de dispositivos simbólicos, esquemáticos o incluso, a veces, mecánicos.
Leonhard Euler utilizó únicamente diagramas, mientras que George Boole utilizó
únicamente símbolos. Charles S. Peirce ideó
Prefacio ix

Figura 1Plaza de la
oposición

Figura 2árbol
lógico

no-y

xy no-xyx no-y no-x no-y

Métodos tanto simbólicos como esquemáticos. Con el mismo propósito, Lewis Carroll
diseñó un tablero y mostradores de colores que se vendían junto con sus libros. Algunos
otros lógicos como William Stanley Jevons y Allan Marquand también inventaron
máquinas lógicas. Se recurre a cualquiera de los métodos dependiendo del problema que
se enfrente y de lo que parezca conveniente. En ocasiones, la combinación de varios
métodos también es muy apreciada cuando se trata de problemas complejos. Finalmente,
recurrir a más de un método, digamos tanto esquemático como simbólico, ha demostrado
ser útil para determinar resultados individuales, realizándose cada método de forma
independiente para comparar esos resultados entre sí.
Este relato no debe entenderse como la historia de un desarrollo feliz y continuo. No
sólo competían diferentes métodos, sino que dentro del propio razonamiento
esquemático competían varios esquemas. Por supuesto, los diagramas debían ser precisos
para poder participar en el concurso. Sin embargo, cabían otros criterios en cuanto a la
eficacia de los diagramas, el tipo de información que podían representar, su naturalidad y
la ayuda visual que proporcionarían. Si consideramos el método de representación, se
pueden distinguir a grandes rasgos dos tipos principales de diagramas. El primer método,
generalmente atribuido a Euler aunque era conocido antes que él, tiene como objetivo
representar la información dada con rigor. Por ejemplo, si nos pidieran que
representáramos la proposición "Todos los x son y", sólo necesitaríamos dibujar un
círculo x dentro de un círculo y (Fig.3). De esta manera representamos lo que realmente
se sabe: la clase x está incluida en la clase y. Sin embargo, se podría observar que
nuestro diagrama representa x como estrictamente incluido en y, mientras que nuestra
proposición también es válida para el caso en el que xey son idénticos. Para representar
esta información potencial, haríamos bien en apelar a otro método de representación
atribuido a Venn. La idea es representar primero todas las relaciones posibles entre
x Prefacio

términos y luego marcar las celdas para indicar su estado. En la proposición anterior,
estaban involucrados dos términos (x e y), lo que significa que hay cuatro
Prefacio xi

Fig. 3diagrama de euler

Figura 4diagrama de Venn

combinaciones posibles: xy, x not-y, not-x y, not-x not-y, como se muestra en la Fig.2.
Estos se pueden representar con dos círculos que se cruzan y que dividen el espacio de la
forma deseada. Entonces, la representación de la proposición “Todos x son y” se obtiene
simplemente sombreando el compartimento x no-y para indicar su vacío (Fig.4).
Ambos diagramas representan la misma proposición "Todos los x son y".
Cifra3Parece más intuitivo, pero la Fig.4es más preciso ya que deja espacio para la
posibilidad de que las clases xey sean idénticas. Hasta ahora sólo hemos representado
información con estos diagramas. Resolver problemas de lógica requiere manipular
información para extraer una conclusión a partir de un conjunto de premisas. No
daremos una explicación detallada aquí ya que tales ejemplos se encontrarán en los
capítulos de este volumen. Sin embargo, explicaremos la idea general para resolver este
tipo de problemas. Primero, tenemos que representar esquemáticamente las
proposiciones dadas como premisas. Luego, quitamos las cifras (aquí círculos) que
corresponden a los términos que no queremos tener en la conclusión. En el caso de un
silogismo, ese sería el término medio. En consecuencia, obtenemos un diagrama que
representa nueva información sobre la relación entre los términos guardados. Ahora, todo
lo que tenemos que hacer es expresar esa relación en forma concreta para decir cuál es la
conclusión del argumento.
En el ejemplo anterior, apelamos a círculos para representar clases. Cabe señalar que
también se podrían haber utilizado otras formas. En realidad, los lógicos también han
utilizado diagramas lineales y se puede demostrar fácilmente que su método de
representación también podría reconocerse como del tipo Euler o Venn. Lo mismo puede
decirse de los diagramas tabulares que fueron elogiados en las últimas décadas del siglo
XIX, gracias a su representación de un universo cerrado y a su uso ventajoso cuando
aumenta el número de términos. Por supuesto, cuando se trata de resolver problemas
lógicos que involucran un gran número de términos, digamos más de seis términos, los
diagramas se vuelven complejos y pierden sustancialmente la ayuda visual que uno
esperaría de tales dispositivos. Sin embargo, este es un inconveniente práctico que no
debería cuestionar la viabilidad teórica de resolver tales problemas de forma
esquemática. También hay que decir aquí que el problema surge de manera similar con
los métodos simbólicos.
xii Prefacio

La variedad y rivalidad de los métodos diagramados que se utilizaron a lo largo del


siglo XIX no debe considerarse como un síntoma de su ambigüedad. En realidad, la
misma situación se puede observar con las notaciones simbólicas, muchas de las cuales
están dirigidas por sus inventores.
para reemplazar simbolismos rivales. Las primeras notaciones utilizadas por Boole y sus
seguidores Venn y Jevons eran ecuacionales. Posteriormente, Peirce, Hugh MacColl y
Ernst Schröder desarrollaron varios sistemas de inclusión. Otros lógicos como Carroll y
Oscar H. Mitchell preferían las notaciones con subíndices. Es interesante observar que
incluso en el caso de la notación simbólica, las propiedades visuales ciertamente
desempeñaron un papel crucial en su concepción, aceptación o rechazo. Por ejemplo, los
símbolos de inclusión de Peirce y Schröder (" " y " " respectivamente) parecen una
combinación de símbolos matemáticos "=" y "<". Como tal, sugieren que una clase está
estrictamente incluida o es idéntica a otra clase de la misma manera que un número es
estrictamente inferior o igual a otro número. Además, esos símbolos eran asimétricos de
la misma manera que lo son las notaciones modernas de implicación. Como tales, eran
más convenientes para representar la inclusión que el símbolo de MacColl (“:”) que era
simétrico. Christine Ladd-Franklin adoptó el símbolo de inclusión de Peirce, pero a
diferencia de él, prefirió inventar nuevos símbolos que fueran simétricos para la
intersección (“v”) y la exclusión (“v”).
Hasta ahora hemos sostenido que los lógicos conocían tanto los métodos diagramados
como los simbólicos y que se utilizaban ampliamente, juntos o por separado, para
resolver problemas lógicos. También señalamos similitudes en su concepción, desarrollo,
uso y estatus en el siglo XIX. En consecuencia, uno se pregunta legítimamente por qué la
lógica moderna resultó ser casi exclusivamente simbólica en el siglo XX. En la siguiente
sección, brindaremos brevemente algunas explicaciones relacionadas con el camino
lógico explorado por Gottlob Frege y posteriormente investigado por Giuseppe Peano y
Bertrand Russell. Sin embargo, nos gustaría terminar la presente sección recordando que
el propio Frege apeló a un sistema de grafos de una manera que no difiere mucho del uso
que hace Peirce de los grafos existenciales. Estos dos sistemas de gráficos muestran que
las representaciones esquemáticas se pueden usar de manera efectiva para sistemas
lógicos avanzados, más allá de la lógica de clases que analizamos a lo largo de esta
sección.

3. Sistemas lógicos y diagramas


Al final de la primera sección, concluimos que un sistema formal en sí mismo no
requiere ningún tipo específico de representación siempre que podamos configurar su
sintaxis y semántica. Parece que en principio los símbolos y los diagramas tienen el
mismo estatus. ¿Tenemos entonces realmente sistemas formales visuales en sentido
estricto? La respuesta es sí." Peirce, fundador de la lógica moderna, inventó sistemas
lógicos tanto simbólicos como gráficos. La red semántica de John Sowa es un excelente
ejemplo de cómo los Gráficos Existenciales de Peirce podrían adoptarse como un
sistema formal de representación del conocimiento. A finales del siglo XX, Barwise y
Etchemendy iniciaron el proyecto de formalización esquemática y bajo su dirección se
ha producido mucho trabajo. Shin presentó una versión modificada de los diagramas de
Venn como un sistema formal equipado con su propia sintaxis y semántica. Al igual que
con los sistemas simbólicos, se demostró la solidez y la integridad de un sistema
Prefacio xiii

diagramado. Posteriormente se formalizaron y utilizaron más diagramas en informática.


De ahí que se hayan materializado nuestras discusiones teóricas sobre la formalización
en la primera sección.
Sin embargo, esto está lejos de ser una respuesta satisfactoria a nuestra pregunta
inicial: ¿por qué la simbolización domina casi exclusivamente la empresa del formalismo
en lógica? Al contrario, uno podría estar más desconcertado. En la segunda sección
hemos mostrado una práctica persistente del razonamiento visual a lo largo de la historia,
en la primera sección hemos defendido una base teórica para los sistemas formales no
simbólicos y hemos presentado diagramas.
sistemas lógicos en lo anterior. Entonces, ¿cómo podríamos explicar el predominio de
los sistemas simbólicos sobre los visuales a lo largo del siglo XX, desde que nació la
lógica formal moderna? Muchos han señalado que ha habido un prejuicio contra los
diagramas. Sin embargo, la existencia de un sesgo no explica el predominio de los
sistemas simbólicos sino que lo reitera. Sería casi como responder “Es sólo porque me
gustan” a la pregunta “¿Por qué te gustan las manzanas?”
Una queja clásica contra los diagramas es que son engañosos. Podemos encontrar
fácilmente ejemplos de diagramas engañosos en demostraciones geométricas. Por
ejemplo, en el caso de demostrar una propiedad de un triángulo en general, el usuario
dibuja un triángulo isósceles y utiliza erróneamente en la prueba la propiedad de que el
triángulo tiene lados iguales. Por lo tanto, muchos adoptan diagramas sólo como
herramienta heurística, pero no como parte de una prueba formal. Esta línea de
pensamiento, sin embargo, pasa por alto por completo el espíritu principal de
formalización. Como se vio en la primera sección, se necesita un sistema formal
precisamente para evitar la ambigüedad y el engaño en nuestros pasos de razonamiento,
al estipular reglas de inferencia permisibles. En un sistema esquemático formal sólido no
habría lugar para el mal uso de los diagramas y, por tanto, los diagramas no podrían
engañarnos. Entonces, ¿por qué hemos visto mucha más formalización simbólica que
formalización esquemática? ¿Existe algún obstáculo para formalizar diagramas? Hemos
allanado el camino para eliminar cualquier obstáculo teórico a la formalización de
cualquier medio: la sintaxis y la semántica formales no tienen por qué pertenecer
únicamente a los símbolos. Entonces, ¿es una elección práctica de formalización
simbólica frente a formalización esquemática? Reconociendo que se trata de una
investigación extremadamente importante, nos gustaría animar a los investigadores a
trabajar en sistemas diagramados específicos para que podamos encontrar diferencias
más detalladas entre los distintos tipos de sistemas de representación. Afortunadamente,
se ha trabajado mucho y los artículos del presente volumen son excelentes ilustraciones
del trabajo en esta dirección. Aplaudimos el valioso y creativo proyecto de cada autor
presentado aquí en el volumen.
Al presenciar el aumento del interés por la formalización visual, uno no puede evitar
plantear la siguiente pregunta: ¿Cuál es la fuente del nuevo movimiento por la
formalización visual? Sospechamos que esta pregunta es la otra cara de nuestro enigma
inicial sobre la práctica preferida desde hace mucho tiempo de los sistemas simbólicos.
El predominio de los símbolos y el nuevo resurgimiento de los diagramas están
directamente relacionados con los dos objetivos principales de un sistema formal
mencionados en la primera sección: precisión y eficiencia. En el mundo de las
matemáticas y la lógica, el cambio de siglo trajo muchas sorpresas, algunas de las cuales
fueron alarmantes y bastante devastadoras. Al descubrir inconsistencias, contradicciones
y límites de los sistemas matemáticos, los científicos hicieron de la precisión la máxima
xiv Prefacio

prioridad de la formalización e hicieron todo lo posible para evitar cualquier error. En


este contexto, los diagramas con su reputación de desviar las inferencias no podían atraer
ninguna atención seria, y no se consideraba que los diagramas fueran algo que
pudiéramos formalizar. Es decir, una excesiva atención a la precisión junto con un
concepto de formalización ligeramente mal entendido produjo una ecuación errónea
entre formalización y simbolización.
Si podemos explicar por qué la precisión se convirtió casi en el único desiderátum de
nuestras disciplinas formales cuando nos enfrentamos a la paradoja de Russell, la
inconsistencia de la teoría de conjuntos, las diferentes geometrías, los teoremas de
incompletitud, etc., también podemos explicar por qué el otro objetivo de un sistema
formal, es decir, La eficiencia ha atraído recientemente nueva atención en nuestros
esfuerzos de formalización, en términos de lo que se ha perseguido recientemente en los
sistemas formales. No sorprende que la edad de la computadora pueda decirnos
fácilmente por qué se ha destacado la eficiencia en la investigación sobre la
formalización. Dado más de un sistema lógicamente equivalente, es natural que
comparemos sus eficiencias y elijamos el sistema más eficiente. A diferencia de con
precisión, no es fácil definir qué es la eficiencia y cómo puede variar según el contexto.
Nos gustaría dejar esta apasionante tarea para futuros trabajos y debates.

4. Descripción general del volumen


Este volumen contiene 10 ensayos sobre razonamiento visual con diagramas. Estos
ensayos originales provienen de tres fuentes principales. En primer lugar, se presentaron
algunos ensayos en el taller “Diagramas lógicos” que tuvo lugar en Lisboa (Portugal),
durante el tercer Congreso de Lógica Universal, del 22 al 25 de abril de 2010. En
segundo lugar, ocurrió que el evento coincidió con las famosas erupciones del
Eyjafjallajökull en Islandia, que perturbó sustancialmente los sistemas de transporte en
Europa occidental. Esto impidió que otros contribuyentes asistieran al taller.
Afortunadamente, algunas de esas contribuciones se incluyen ahora en este volumen.
Finalmente, se recopilaron más ensayos gracias a una convocatoria de artículos que se
difundió en el verano de 2010. Los artículos de estas tres categorías fueron revisados,
seleccionados y revisados entre 2011 y 2012, antes de ofrecerse aquí al lector.
El ensayo inicial de Catherine Legg analiza la compleja cuestión de definir qué es un
diagrama lógico. Este es un problema clásico al que se han enfrentado todos los usuarios
y estudiosos de diagramas, ya sea en el dominio de la lógica o no. En la mayoría de los
casos, puede parecer intuitivo ponerse de acuerdo sobre si una determinada “inscripción”
en una página es un diagrama o no. Sin embargo, no siempre se llega a un consenso. E
incluso cuando se obtiene un acuerdo, no está necesariamente claro qué nos hace
considerar que tal representación es esquemática o no. Una cosa es segura: el signo por sí
solo no basta para decir cuál es su naturaleza. Si considera, por ejemplo, el signo “=" en
una página, podría verse legítimamente como un diagrama con dos segmentos paralelos.
Sin embargo, si sumas dos letras en ambos lados para obtener: x = x, entonces es
probable que el signo “=" se entienda como un símbolo de igualdad. En este ensayo,
Legg desarrolla una visión expresivista de los diagramas lógicos y se basa en el concepto
de icónicoidad de Peirce. Los diagramas, como signos, son así inspeccionados en su
relación con los objetos que representan y en el uso que hacemos de ellos, no sólo como
“imágenes en la página”.
Prefacio xv

El segundo y tercer ensayo de este volumen introducen nuevos sistemas esquemáticos


para el cálculo silogístico. Tradicionalmente, resolver silogismos ha sido una prueba
necesaria (pero no suficiente) para los nuevos esquemas que se ofrecían a consideración.
De hecho, los silogismos a menudo se consideran las piezas más simples de
razonamiento formal. Como tal, se espera que cualquier sistema diagramado sea capaz
de resolver tales problemas, antes de realizar más afirmaciones. Regularmente aparecen
nuevos sistemas esquemáticos en la literatura lógica. Aquí se presentan dos de estos
sistemas y son de especial interés. El primer sistema, conocido como diagramas de
Sophie, es desarrollado por Richard Bosley, quien sostiene que un silogismo
demostrativo depende de su figura. Como tal, sus diagramas representan figuras
silogísticas más que silogismos específicos propiamente dichos. En consecuencia, el
manejo esquemático de la segunda y tercera figura de los silogismos impide su
conversión en la primera figura, como se hace habitualmente. El segundo sistema, ideado
por Ruggero Pagnan, parece combinar elementos simbólicos y esquemáticos, y según su
autor incorpora “una apariencia gráfica y una naturaleza algebraica”. Pagnan utiliza aquí
diagramas lineales para apoyar un tratamiento sistemático del cálculo silogístico y los
extiende para manejar silogismos de n términos y silogismos con términos completos.
Los ensayos cuarto y quinto exploran caminos similares al discutir el uso de
diagramas lógicos para problemas que van más allá de la silogística tradicional. En el
cuarto ensayo, Amirouche Moktefi analiza una solución esquemática a un problema de 4
términos proporcionada por
Lewis Carroll. Este ejemplo ilustra las dificultades que surgen al resolver problemas más
complejos que los silogismos, y también arroja algo de luz sobre lo que se consideraba
un problema lógico para los primeros lógicos simbólicos. Finalmente, el quinto ensayo
de Ferdinando Cavaliere introduce un nuevo esquema esquemático de su invención,
conocido como segmento numérico. Como se puede adivinar por su nombre, el propósito
es tener en cuenta consideraciones cuantitativas como las que se encuentran en la lógica
no clásica.
Los siguientes ensayos, sexto y séptimo, proporcionan dos ejemplos de un sistema
diagramativo formal, en el estilo que se ha seguido durante aproximadamente dos
décadas. De hecho, los estudios de diagramas han experimentado un resurgimiento en los
últimos años, como se explicó en la sección anterior. Se han elaborado varios sistemas
esquemáticos, con reglas sintácticas, semánticas y de manipulación definidas
formalmente, y se ha demostrado que son sólidos y completos. El sexto ensayo de Jørgen
Fischer Nilsson proporciona un ejemplo de un sistema esquemático que presta cuidadosa
atención a las necesidades informáticas, en particular para el razonamiento asistido por
ordenador. Nilsson desarrolla un lenguaje de razonamiento y visualización esquemático,
considerando diversas relaciones lógicas entre clases. Para ello utiliza diagramas que son
transformaciones de diagramas de Euler, ampliados con higrafos. El sistema esquemático
que se presenta en el siguiente ensayo, el séptimo, también hace uso de diagramas
extendidos, conocidos como diagramas de araña. Este ensayo, escrito en coautoría por
Gem Stapleton, John Howse, Simon Thompson, John Taylor y Peter Chapman,
proporciona una ilustración del tipo de trabajo realizado dentro del Visual Modeling
Group (Universidad de Brighton, Reino Unido). En este ensayo, los diagramas de araña
publicados anteriormente se complementan con constantes para marcar individuos. Se
demuestra entonces que el nuevo sistema es sólido, completo y decidible.
Los últimos tres ensayos de este volumen podrían estar relacionados con lo que
recientemente se ha conocido como la filosofía de la práctica matemática. Esta nueva
xvi Prefacio

tendencia apunta a prestar más atención a las prácticas reales de los matemáticos y
lógicos, en lugar de quedarse con los problemas clásicos en cuanto a los fundamentos de
las matemáticas y la lógica únicamente. En el octavo ensayo, Valeria Giardino sostiene
que la ambigüedad es una característica inherente a los diagramas. Esta ambigüedad no
debe ser domesticada porque hace que el razonamiento esquemático sea productivo al
abrir el camino a la interpretación y la imaginación. Como tal, son las prácticas de
manipulación compartidas por la comunidad las que fijan el significado de los diagramas
en cada ocasión.
Los dos ensayos siguientes continúan considerando el papel de los diagramas en
matemáticas desde el punto de vista de la práctica, proporcionando ejemplos concretos
de diferentes disciplinas matemáticas. En el noveno artículo, Zach Weber se basa en la
teoría de categorías para buscar una respuesta matemática a la cuestión filosófica que
está investigando. Allí utiliza la idea de transformación natural para describir lo que debe
considerarse una buena representación matemática, ya sea una fórmula o una figura.
Finalmente, en el último artículo de este volumen, Mitsuko Wate-Mizuno analiza el
desarrollo de los diagramas utilizados en la teoría de grafos. Examina las
representaciones de Dénes König en Theorie der endlichen und unendlichen Graphen
(1936) y las compara con sus predecesores para dar cuenta de cómo evolucionaron y
tomaron forma esos diagramas.
Esperamos que los ensayos de este volumen convenzan al lector de la riqueza y
energía de la investigación actual en estudios de diagramas. Las contribuciones a este
volumen provienen de académicos de diversas disciplinas: filosofía, matemáticas, lógica,
historia, etc. Como tales, demuestran la necesidad y el interés de fomentar el trabajo
interdisciplinario. Esto sólo podría lograrse mediante mayores intercambios y
colaboraciones entre académicos de diferentes disciplinas y países, como es el caso ahora
en varias reuniones internacionales como los congresos Diagrams y Universal Logic.
Ofrecemos este volumen como un paso más en esa dirección.AgradecimientosNos
gustaría expresar nuestro agradecimiento a todos aquellos que nos ayudaron durante la
preparación de este volumen, en particular a los autores que contribuyeron a este
volumen y a los árbitros que aceptaron revisar los artículos. Queremos agradecer
especialmente a Jean-Yves Béziau por su apoyo tanto a la organización del taller
“Diagrama lógico” en 2010 como a la publicación de este volumen en la serie de
Estudios de lógica universal que está editando. Finalmente, nos gustaría agradecer al
equipo de Birkhäuser, en particular a Barbara Hellriegel y Sonja Gasser, por su ayuda y
paciencia durante la preparación de este volumen.
Estrasburgo, Francia Amirouche Moktefi
New Haven, Connecticut, EE. UU. Sun Joo Shin
Contenido

¿Qué es un diagrama lógico?..........................................................................................1


Catherine Legg
La geometría de los diagramas y la lógica de los silogismos.....................................19
Richard Bosley
Un cálculo esquemático de silogismos.........................................................................33
Ruggero Pagnan
Más allá de los silogismos: diagrama cuadriliteral (marcado) de Carroll...............55
Amirouche Moktefi
Un puente esquemático entre la lógica estándar y la no estándar: el segmento
numérico.........................................................................................................73
Fernando Cavaliere
Razonamiento esquemático con clases y relaciones...................................................83
Jørgen Fischer Nilsson
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes.........101
Gem Stapleton, John Howse, Simon Thompson, John Taylor y
Peter Chapman
Un enfoque de diagramas basado en la práctica......................................................135
valeria giardino
Figuras, fórmulas y functores....................................................................................153
Zach Weber
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos................................171
Mitsuko Wate-Mizuno

x
vi
i
¿Qué es un diagrama lógico?

Catherine Legg

AbstractoEl expresivismo de Robert Brandom sostiene que no todo el contenido


semántico puede hacerse completamente explícito. Este punto de vista se conecta de
manera interesante con movimientos recientes en filosofía de las matemáticas y la lógica
(por ejemplo, Brown, Shin, Giaquinto) para tomar en serio los diagramas, como algo más
que una mera "ayuda heurística" para la prueba, sino como pruebas en sí mismas o como
componentes irreductibles de tales. . Sin embargo, ¿qué es exactamente un diagrama en
lógica? ¿Constituye esto un tipo semiótico claramente definible? El artículo argumentará
que tal tipo existe en la concepción de signos icónicos de Charles Peirce, pero que los
diagramas lógicos plenamente entendidos implican una serie estructurada de prácticas de
razonamiento normativo, así como simplemente una "imagen en una página".

Palabras claveLógica · Matemáticas · Diagrama · Prueba · Icono · Gráficos


existenciales · Expresionismo · Pragmatismo · Peirce · Brandom · Ayer

Clasificación de materias de matemáticasPrimario 00A66; Secundaria 03A05

1 Introducción: El “impacto pictórico” del siglo XIX


La filosofía analítica dominante del siglo XX descuidó casi por completo los diagramas
en su teorización sobre el contenido semántico y la prueba. Vale la pena comprender los
antecedentes históricos de este estado posiblemente contingente de los asuntos
filosóficos.
La tendencia comenzó en las matemáticas. En el siglo XIX, este campo fue
revolucionado por un movimiento de aritmetización, y algunos de los desarrollos clave
pusieron en primer plano las formas en que nuestras “expectativas visuales en
matemáticas”I podría dar una respuesta incorrecta sobre un hecho matemático. Un
ejemplo famoso es la afirmación de que una función que es continua en todas partes debe
ser diferenciable, lo cual de hecho es falso. Al intentar evaluar esto utilizando la
imaginación visual, uno puede imaginar que si una función es continua entonces no
contiene "huecos" ni "interrupciones", y entonces uno parece "ver" que en algún nivel
suficientemente detallado debe presentar una transición suave. superficie, que tendría un
gradiente y, por tanto, una derivada. Sin embargo, para sorpresa de muchos, Weierstrass
y Bolzano demostraron que ciertas funciones son infinitamente irregulares, pero aún así
están libres de espacios de una manera que se ajusta a la definición formal de
continuidad.II Otro ejemplo es si una línea unidimensional podría llenar una línea

IEsta frase está tomada de Marcus Giaquinto [17, pag. 3].


IIEste ejemplo se analiza muy bien en [17, págs. 3–4] y [22, págs. 3–4].
bidimensional.

A. Moktefi, S.-J. Shin (eds.), Razonamiento visual con diagramas, Estudios de Lógica Universal,1
DOI 10.1007/978-3-0348-0600-8_1, © Springer Basilea 2013
2 C. Legg

región. Cualquier intento de imaginarse mentalmente algo parecido a un hilo


infinitamente delgado desenrollándose en un área finita y, por lo tanto, "llenándolo"
parece mostrar que la afirmación es falsa, pero Peano demostró que era cierta. III Estos
ejemplos llevaron a algunos de los matemáticos más influyentes del siglo XIX a formular
fuertes moralejas sobre el potencial de error en el razonamiento esquemático. Como
escribe Marcus Giaquinto:
Tales casos parecían mostrar no sólo que somos propensos a cometer errores cuando pensamos
visualmente... sino también que la comprensión visual en realidad entra en conflicto con las verdades
del análisis.17, págs. 4-5].

Hilbert escribió: “un teorema sólo se prueba cuando la prueba es completamente


independiente del diagrama” [17, pag. 8], basándose en un comentario casi idéntico de
Moritz Pasch en sus influyentes Lectures in Modern Geometry (1882). Así que,
sorprendentemente, incluso el campo de la geometría, como se vio, necesitaba ser
purgado de diagramas.IV El resultado final fue una “concepción predominante de la
prueba matemática” que John Mumma describe como “puramente sentencial”, de la
siguiente manera:
Una prueba... es una secuencia de oraciones. Cada oración es una suposición de la prueba o se deriva
mediante reglas de inferencia sólidas de las oraciones que la preceden. La frase que aparece al final
de la secuencia es lo probado [22, pag. 1].

Esta sospecha de "expectativas visuales" fluyó luego hacia el trabajo de Frege sobre
los fundamentos de las matemáticas. Consciente de los errores que sus colegas
matemáticos habían aprendido a eludir, Frege intentó eliminar por completo la
"intuición" de la lógica con la que se propuso dar a las matemáticas una base enteramente
nueva y más rigurosa. Es famoso lo que comentó sobre su propio guión conceptual:
Para que nada intuitivo pudiera pasar desapercibido, todo tenía que depender de que la cadena de
inferencia estuviera libre de lagunas.dieciséis, pag. 48].

Frege argumentó contra el empirismo de John Stuart Mill de que los números no eran
propiedades abstraídas del mundo físico, sino definibles de forma puramente analítica.
Frege, a su vez, tuvo una enorme influencia en el positivismo lógico (Carnap estudió
con él, por ejemplo), lo que a su vez preparó el escenario para los objetivos y
metodologías de la filosofía analítica dominante en muchas formas que todavía se están
desarrollando hoy. El enfoque estricto inicial del movimiento en la clarificación del
significado se debió en gran medida a la visión de Frege de un lenguaje ideal, todos
cuyos pasos inferenciales se establecen explícitamente y utilizan un conjunto de reglas
especificadas de antemano.V Así, AJ Ayer estableció una definición estricta de
"significado literal" que se limita a afirmaciones que tienen "contenido fáctico" en virtud
de ofrecer "hipótesis empíricas" [1, pag. 2]. Así, para ilustrar con un ejemplo sencillo,
“El gato está sobre la alfombra” es literalmente significativo porque hay una experiencia
del tipo de gato-estando sobre la alfombra que podría tenerse (o no) en las situaciones
relevantes. .

IIIDiscutido en [17, págs. 4-5].


IV“A finales del siglo XIX surgió un conjunto de trabajos que fundamentaron la geometría elemental en
teorías axiomáticas abstractas... Este desarrollo se considera ahora universalmente como un avance
metodológico. Las relaciones geométricas que antes eran lógicamente flotantes, porque se entendían a
través de diagramas, recibieron una base firme con primitivas y axiomas definidos con precisión” [ 22,
pag. 6]. Las geometrías no euclidianas son otro ejemplo clave, y agradezco a un árbitro anónimo que lo
haya señalado.
VAunque transpuesto a un marco rígidamente empirista, la verdad es que no encaja con el pensamiento
de Frege y podría decirse que ha causado problemas significativos en la filosofía de las matemáticas.
¿Qué es un diagrama lógico? 3

Las afirmaciones que carecen de “significado literal” se dividen en dos campos. O


pueden ser “literalmente falsos”, pero de alguna manera “la creación de una obra de arte”
que se considera valiosa, aunque Ayer es algo vago acerca de cómo. O, peor aún, las
afirmaciones podrían ser “pseudoproposiciones”, es decir, tonterías disfrazadas.
Cualquier afirmación que carezca de significado literal no es competencia de la filosofía
[1, pag. 2]. Es difícil ver cómo un diagrama podría ofrecer una hipótesis empírica y, por
tanto, tener un significado literal en el sentido de Ayer. Y descarta enérgicamente la idea
de que un filósofo pueda estar “dotado de una facultad de intuición intelectual que le
permitiera conocer hechos que no podrían conocerse a través de la experiencia sensorial”
[1, pag. 1]. Asimismo, los primeros Carnap [10] afirmó que los enunciados eran
significativos si estaban sintácticamente bien formados y sus términos no lógicos eran
reducibles a términos observacionales en las ciencias naturales.
Es bien sabido que fue mucho más difícil encontrar criterios claros para determinar lo
que constituye una hipótesis empírica genuina de lo que Ayer imaginó. Carnap pasó de
exigir verificabilidad a exigir “comprobabilidad parcial” [11], y la confirmación se
convirtió en un asunto cada vez más holístico, hasta que finalmente Quine reconoció que
lo que se enfrenta al tribunal de la experiencia es, en un sentido importante, toda la
ciencia. A modo de consuelo por dar así la sentencia de muerte al verificacionismo,
Quine ofreció un nuevo criterio de lo que podría llamarse "factualidad": si pudiéramos
imaginar nuestra ciencia cotejada y regularizada en una sola teoría expresada en lógica
de primer orden, sus variables ligadas serían tener valores. En una pseudociencia como la
brujería no [33]. Ahora podemos decir que “El gato está en la alfombra” es un hecho
porque en la fórmula lógica 2x (Cx & Oxm) adecuadamente interpretada, la variable x se
une a George.VI
Podría decirse que el destierro de los diagramas por parte de los filósofos de la
semántica y las teorías de la inferencia alcanzó su punto máximo en la década de 1970
con la publicación de Languages of Art, del colega de Quine, Nelson Goodman. Aquí
Goodman planteó un influyente argumento de que la semejanza no desempeña ningún
papel interesante o importante en la significación. Más bien, afirmó que la denotación
“es el núcleo de la representación y es independiente de la semejanza” [18, pag. 5]. Su
razonamiento fue que, si bien la relación de semejanza es simétrica (si X se parece a Y,
entonces Y se parece a X), la relación de representación no lo es. VII
Sin embargo, un profundo desafío a este abandono de los diagramas durante más de
un siglo está "en el aire". Busca reconcebir los diagramas como algo más que una mera
"ayuda heurística" para la demostración en matemáticas y lógica. Más bien, se puede
entender que los diagramas pueden servir como pruebas en sí mismos o como
componentes irreductibles de las mismas. Así, James R. Brown escribe:
...la actitud predominante es que las imágenes en realidad no son más que dispositivos heurísticos...
Quiero oponerme a esta visión y defender que las imágenes tienen un papel legítimo que desempeñar
como evidencia y justificación, un papel que va mucho más allá de la heurística. En resumen, las
imágenes pueden demostrar teoremas [9, pag. 96].

John Momma escribe:


En los últimos 15 años ha surgido una considerable literatura que se opone conscientemente a [la
actitud de que las imágenes no prueban nada en matemáticas]. El trabajo abarca desde presentaciones
técnicas de sistemas de prueba esquemáticos formales... hasta argumentos filosóficos a favor de la
legitimidad matemática de las imágenes... [22, pag. 8].

VI(Un gato.)
VIIRandall Dipert ha argumentado en contra de esto que no se sigue que la semejanza sea
"completamente independiente de" la representación porque la primera relación es simétrica y la segunda
no lo es, como tampoco que la relación hermano sea "completamente independiente" de la relación tío
como lo es la primera. simétrico y el último no es [15].
4 C. Legg

Mientras tanto Marcus Giaquinto escribe:


...Una visión tradicional, que aún prevalece, es que la utilidad del pensamiento visual en matemáticas
es sólo psicológica, no epistemológica... El objetivo principal de este trabajo es poner esa visión a
prueba [17, pag. 1].

Otros autores han regresado a los textos matemáticos griegos antiguos para argumentar
que no se pueden entender completamente sin tomar más en serio sus diagramas.13].VIII
Mientras tanto, en lógica, Sun-Joo Shin sostiene que, aunque “durante más de un
siglo, los sistemas de representación simbólica han sido tema exclusivo de la lógica
formal” [36, pag. 1], esto debería ampliarse para considerar también los “sistemas
heterogéneos”, que “emplean elementos tanto simbólicos como esquemáticos” [36, pag.
1]. “Sistemas heterogéneos” es un término influyente que deriva de Jon Barwise [2].
Shin sostiene que los sistemas de razonamiento simbólico y heterogéneo tienen
diferentes fortalezas y debilidades, y deberíamos hacer un estudio exhaustivo para sacar
lo mejor de ambos, teniendo en cuenta que las diferentes disciplinas que podrían recurrir
a dichos sistemas (como la lógica, la inteligencia artificial y la filosofía) mental) pueden
tener necesidades diferentes.
Este artículo busca unirse a estos autores y al mismo tiempo ubicar este objetivo en
un contexto más amplio, es decir, un movimiento que también apunta a desmantelar la
simple imagen de “significado literal” que ha sido tan influyente en el siglo XX: el
expresivismo.

2 Expresivismo: decir, hacer y representar

El expresivismo tiene una encarnación metaética, como una visión que “... afirma cierta
falta de analogía interesante entre... evaluaciones y descripciones del mundo” [12, pag.
1]. Por el contrario, Robert Brandom ha propuesto un expresivismo semántico cuyo
punto principal es que no todo el contenido semántico puede hacerse completamente
explícito. Esta visión contrasta con una visión generalizada que a menudo se considera
intuitivamente obvia y posiblemente un espectro posterior a la noción de significado
literal de Ayer. Lo llamaré semántica realista metafísica. La yuxtaposición aquí es
deliberadamente algo controvertida, dado que muchos realistas metafísicos se esfuerzan
mucho en hacer una separación clara entre cuestiones metafísicas y semánticas, y en
afirmar que su punto de vista se encuentra firmemente en el lado metafísico. Más
adelante en este artículo se argumentará que esta autoevaluación es problemática.
Una semántica realista metafísica sostiene que el propósito del lenguaje es enunciar
“hechos” que, si las proposiciones que los expresan son verdaderas, forman parte de una
realidad independiente del lenguaje. Así, volviendo a nuestro ejemplo anterior, se cree
que “El gato está en la alfombra” (adecuadamente desambiguado en cuanto a gatos y
alfombras) presenta un 'contenido' cuyo significado es suficiente para comprender
completamente el significado de las palabras de la afirmación. Brandom llama a esta
visión representacionalismo. Por el contrario, sostiene que el propósito principal del
lenguaje es transformar lo que hacemos en algo que podamos decir:
Por expresivismo me refiero a la idea de que la práctica discursiva nos hace especiales al permitirnos
hacer explícito, en la forma de algo que podemos decir o pensar, lo que de otro modo queda implícito
en lo que hacemos.30, pag. 7].

VIIIVéase también, desde una perspectiva más filológica, la obra de Reviel Netz, por ejemplo [23].
¿Qué es un diagrama lógico? 5

Fundamentalmente, esto hace que la declaración explícita sea semánticamente parasitaria


de la práctica implícita, en el sentido de que no se puede entender completamente la
declaración sin comprender previamente la práctica que “expresa”. Así Brandom
escribe:
...No necesitamos ceder a la tentación... de pensar que lo que se expresa y la expresión de ello son
individualmente inteligibles independientemente de la consideración de las relaciones entre ellos... Y
lo explícito puede no ser especificable sin considerar lo que se hace explícito. [8, págs. 8–9].
Consideremos, por ejemplo, la invención de la notación musical. Esto liberó a los
músicos de tener que aprender música copiando directamente las acciones de un músico
en vivo. En cambio, una partitura musical sustituye los puntos en una página por punteos
de cuerdas, golpes de teclas y todas las demás acciones que podrían producir una nota.
De esta manera, una partitura musical puede decir lo que hacen los músicos (con ventajas
adicionales, como que la partitura puede copiarse indefinidamente, sobrevivir más
tiempo que cualquier músico vivo y compararse y contrastarse fácilmente con otras
partituras). Sin embargo, no es posible comprender completamente una partitura musical
sin tener una comprensión previa de las prácticas musicales que expresa. Por ejemplo, si
los extraterrestres tropezaran con la partitura de la quinta sinfonía de Beethoven, es muy
poco probable que pudieran interpretarla sin alguna observación de la interpretación
musical humana.
Este compromiso con un parasitismo de la declaración explícita sobre la práctica
implícita convierte al expresivismo en una forma de pragmatismo. Afirma que ciertas
prácticas no están completamente explicadas en el lenguaje, sino que éste las presupone.-
7]. El pragmatismo es frecuentemente visto como una forma de antirrealismo, mero
realismo interno,IX no cognitivismo,X no factualismo,XI o como algunos dirían “cuasi-
realismo”.XII Pero la conclusión de este artículo considerará otros puntos de vista al
respecto.
Tal expresivismo puede tener sentido para la notación musical, pero ¿podría
generalizarse? Brandom desea que sea una visión global, que abarque todos los
lenguajes. En particular, ¿podría aplicarse el expresivismo para hablar de lógica?
¿Seguramente las cuestiones de preservación de la verdad y validez son un paradigma de
hecho independiente de la práctica? No es así, según Brandom. Afirma que la lógica
también debe verse como una forma de decir lo que estamos haciendo cuando en realidad
hacemos inferencias, de manera que pueda guiar nuestro razonamiento de manera
sistemática y útil. De hecho, conscientemente destaca la práctica de la filosofía misma
como una transformación particularmente sofisticada de prácticas implícitas
inconscientes en declaraciones explícitas que podrían ser evaluadas críticamente.8, págs.
56–57].
El expresivismo de Brandom puede vincularse de maneras interesantes con la Teoría
del Significado de las Imágenes de Wittgenstein. XIII En el Tractatus Wittgenstein trazó
una famosa distinción entre lo que se dice (es decir, hechos atómicos y combinaciones de
ellos con función de verdad) y lo que se muestra (las leyes de la lógica, los límites del
mundo y, curiosamente en el contexto expresivista, la ética). . Siguiendo el espíritu de
Brandom, podríamos describir el primero como “explícito” y el segundo como
“implícito”. Sin embargo, tras haber establecido esta distinción entre decir y mostrar,

IX[5,32].
XPrice sugiere que Rorty aborda un no cognitivismo global en [29].
XIEste término deriva de [6].
XIIEl término fue acuñado por Simon Blackburn, véase en particular [4]. Sus vínculos con el
pragmatismo se exploran en [28], aunque [21] sostiene que los dos puntos de vista comparten
importantes similitudes y diferencias.
XIIIHe argumentado esto anteriormente en otro lugar: [19,20].
6 C. Legg

Wittgenstein afirmó además que lo que se muestra no se puede decir. XIV Los primeros
Wittgenstein y Brandom se destacan entre la semántica dominante por su audaz
afirmación de que no

XIVAsí, por ejemplo, el Tractatus 6.42 afirma: “...no puede haber proposiciones éticas...” [37].
¿Qué es un diagrama lógico? 7

Figura 1Un diagrama paradigmático

todo lo verdadero puede hacerse explícito o afirmarse. Sin embargo, también se


diferencian en dos aspectos. En primer lugar, mientras que Wittgenstein sugirió que “lo
dicho” y “lo mostrado” consisten en dos 'campos' de contenido irrevocablemente
separados, Brandom permite que cualquier práctica implícita se haga explícita; un
ejemplo sería notar un patrón en el propio razonamiento y llamarlo Modus. Ponen.
Simplemente señala que esto sólo puede suceder en un contexto de prácticas implícitas
adicionales (en el ejemplo que acabamos de citar: categorización de argumentos). En
segundo lugar, aunque existe un "parasitismo semántico" en ambas visiones,
aparentemente viaja en direcciones opuestas. Porque mientras vimos que para Brandom
lo explícito es parásito de lo implícito, para el primer Wittgenstein parece que lo que se
muestra es parásito de lo que se dice.
Ahora desarrollaré una visión expresivista de los diagramas lógicos.

3 Definición del diagrama


¿Qué es exactamente un diagrama en lógica? ¿Podemos dar una definición que cubra
todos los casos que quisiéramos llamar diagramas lógicos y no cubra los casos que no
quisiéramos? Comencemos intentando definir un diagrama de manera más general.
Cifra1Parecería ser un caso paradigmático; entonces, ¿qué tiene de "diagramático"?
En primer lugar, parece capaz de transmitir algún tipo de significado, ya que está tan
estructurado. Sin embargo, cualquiera que sea el significado que tenga, ciertamente
parece diferente al que transmitiría una pieza de prosa. ¿Pero cómo exactamente? Ahora
analizaré una serie de posibles definiciones de "diagrama" que intentan capturar esto.
Aunque algunas de estas definiciones pueden parecer ingenuas o pocas, el orden en el
que están dispuestas pretende incorporar un proceso de aprendizaje útil para el lector.
Podríamos comenzar intentando la siguiente definición:
(i) "X es un diagrama si no hay palabras en la página".
Sin embargo la Fig.2no cumple este criterio. Y, sin embargo, se puede decir que es un
diagrama. Se podría argumentar que la "parte de la izquierda" de la Fig.2es la parte
verdaderamente esquemática, mientras que la 'parte de la derecha' es sólo una etiqueta.
Pero no se puede decir que la parte de la derecha no sea parte de la Fig.2.Apunta
directamente hacia él y tenemos convenciones para interpretar dichas flechas. De este
modo
8 C. Legg

Figura 2Un desafío a la definición (i)

TRIÁNGU
LO

tener una 'parte verdaderamente esquemática' parece ser suficiente para ser un diagrama,
al menos en este caso. Entonces quizás podamos capturar esto en una nueva definición:
(ii) "X es un diagrama si hay imágenes en la página".
Pero ¿qué es una imagen? ¿Podemos dar una definición que cubra todos los casos que
quisiéramos llamar imágenes y no cubra los casos que no quisiéramos? ¿Quizás
podríamos decir que un cuadro, a diferencia de una prosa, está hecho de líneas unidas?
Esto produce otra posible definición:
(iii) "X es un diagrama si hay líneas unidas en la página".
Sin embargo la Fig. 3no tiene líneas unidas, sólo letras. Sin embargo, también se puede
decir que es un diagrama. Aunque está compuesto únicamente de palabras, éstas están
dispuestas en una estructura, y esto parece convertirlo en un diagrama. Entonces tal vez
podríamos capturar esto con una definición similar a:
(iv) X es un diagrama si hay algún 'componente que no es una palabra' en la página.
Sin embargo, esto parece terriblemente vago y, aun así, probablemente no sea un criterio
suficiente. (¿Puntuación? ¿Números de página?)
Uno podría preguntarse en este punto si estamos intentando definir algo demasiado
básico y fundamental para expresarlo con palabras. ¿O quizás estamos intentando definir
algo demasiado heterogéneo? ¿Quizás el concepto de diagrama no es un tipo semiótico
claramente demarcable? Sin embargo, esto sería rendirse demasiado fácilmente. Ofreceré
ahora una definición que se basa en el concepto de signo icónico de Charles Peirce. De
hecho, nuestro problema clave hasta ahora ha sido intentar elaborar nuestra definición
simplemente inspeccionando el signo mismo. Peirce creía que el criterio clave es la
relación del signo con su objeto.

4 El icono de Peirce: el signo que se parece


La "filosofía del lenguaje" de Peirce se encuadra dentro de una teoría mucho más amplia
de los signos, o semiótica.25,26]. Incluir imágenes y diagramas es parte del objetivo de
esta disciplina disciplinaria más amplia.

TRI
TRIÁNGULO
TRI A Nd TRIÁNGULO TRIÁNGULO TRI TRIÁNGULO

TRIÁNGULO TRIÁNGULO TRIÁNGULO


Fig. 3Un desafío a la definición (iii)
competencia. Peirce definió un signo de manera muy amplia como cualquier relación
irreductiblemente triádica entre una representación, un objeto y una interpretación.
¿Qué es un diagrama lógico? 9

Además de atribuir una estructura triádica al signo en sí, taxonomizó los signos
utilizando una serie de distinciones de tres vías. El icono forma parte de una tríada
compuesta por icono, índice y símbolo, correspondiente a las tres formas diferentes en
que Peirce creía que un signo podía asociarse con un objeto.
Símbolossimbolizan lo que hacen a través de algún hábito o convención arbitraria que
debe aprenderse. Así debemos aprender que la palabra “banana”, en inglés, significa
plátanos. Todas las palabras son simbólicas hasta cierto punto, ya que pertenecen a un
lenguaje público compartido. Sin embargo, como Perry [27], y otros demostraron, el
lenguaje también incluye signos que seleccionan un objeto no por hábito o convención
arbitraria, sino a través de alguna relación directa de 'indicación' o 'señalación' (por
ejemplo, “aquí”, “ahora”). Peirce llamó a estos signos índices. Finalmente los iconos son
signos que se parecen a lo que significan [24, 2.304]. Esta categoría se diferencia de los
símbolos, ya que las semejanzas no necesitan establecerse por convención, sino que
pueden percibirse de nuevo (por ejemplo, "Esa nube parece una rana"). Los ejemplos
incluyen mapas, pinturas y, sobre todo, diagramas matemáticos que funcionan imitando
las estructuras que representan.
Esta definición del icono inmediatamente suscita preocupaciones escépticas en la
mente de muchos. “El parecido es barato”, se piensa. Se puede argumentar que cualquier
cosa se parece a otra cosa en algún aspecto. Por ejemplo, se podría pensar que una
fotografía de Richard Nixon se parece a otros objetos en cuanto masculino (por ejemplo,
Brad Pitt), en cuanto moreno (por ejemplo, Elizabeth Taylor), en cuanto cabeza ovalada
(por ejemplo, un huevo) o en muchos otros aspectos más recónditos (por ejemplo, “Algo
en sus ojos me recuerda al Monte Everest...”). Para colmo, en este punto a menudo se
invoca vagamente el teorema de Löwenheim-Skolem, siguiendo a Putnam [31], para
sugerir que todos los puntos de un objeto pueden ser mapeados sobre todos los puntos de
cualquier otro objeto para producir un 'isomorfismo', de modo que de alguna manera
matemático-lógica adecuadamente impresionante, un triángulo podría ser 'como' un
cuadrado, un La vaca podría ser "como" una bandada de pájaros y en ese punto todo el
asunto de la semejanza se disuelve en la arbitrariedad.
¿Cómo puede una teoría seria del lenguaje, por no hablar del razonamiento, apoyarse
en un pilar aparentemente tan subjetivo? Parece haber una intuición no articulada pero
profunda en la filosofía analítica contemporánea de que es por eso que la semántica debe
basarse directamente en la referencia, ya que dejar espacio a las contingencias de la
capacidad de la mente para notar creativamente semejanzas introduciría un caos teórico.
La preocupación es muy comprensible, y abordarla adecuadamente requeriría excavar
y resolver una serie de cuestiones muy profundas. Mencionaré tres. (i) Será necesario
defender un realismo sobre las estructuras que posiblemente esté subestimado desde la
ecuación quineana del compromiso ontológico con la variable ligada mencionada
anteriormente.XV Peirce afirma que las partes de un icono guardan entre sí la misma
relación que las partes del objeto que representa el icono.24, 3.363]. Esta definición
parece ser una buena manera de explicar la estructura, y vale la pena resaltar que los
íconos son los signos estructurales por excelencia, en términos de sus medios de
significación. Porque aunque los índices pueden ser palabras y en ese grado poseen
complejidad interna (en las letras individuales), su función significativa es la de servir
como un puro indicador. La palabra "aquí" indica una ubicación en el espacio; no "dice"
nada más. Y aunque la convención mediante la cual el símbolo simboliza lo que hace
puede tener estructura, esa estructura no es interna al signo mismo. Por ejemplo, la
palabra "dólar" representa lo que hace en la sociedad de Nueva Zelanda mediante un
conjunto complejo de
convenciones que involucran billetes de diferentes colores, números en una pantalla en la

XVSeguir el ritmo del reciente movimiento estructuralista en filosofía de la ciencia.


10 C. Legg

banca por Internet, etc., pero ninguna de estas "partes de convenciones" están
relacionadas de la misma manera que las partes de la palabra "dólar" en sí (una vez más:
sus letras). Sin embargo, en un mapa de la Isla Norte de Nueva Zelanda descubrimos que
Hamilton está al oeste de Napier al observar las relaciones espaciales relevantes en el
propio mapa.
(ii) La segunda cuestión se refiere a comprender adecuadamente el papel del icono,
que no es el de generar compromisos ontológicos en la forma simple y denotativa que
muchos en la tradición quineana conciben. La denotación es la función del índice, pero
sólo puede realizar esta función cuando está adecuadamente respaldada por los otros dos
tipos de signos. De hecho, Peirce creía que los íconos, índices y símbolos desempeñan
tres roles funcionales diferentes cuya copresencia y coordinación es vital para que el
lenguaje funcione como lo hace. Vale la pena explicar estos roles. En primer lugar, la
naturaleza convencional del símbolo significa que significa propiedades generales,
porque las convenciones son "reglas generales" [24, 3.360] que se puede aplicar
cualquier número de veces en situaciones que muestren las características (generales)
apropiadas. En segundo lugar, debido a su pura función de señalar, los índices designan
una existencia particular: Peirce escribe: “[u]na palabra indexada... tiene fuerza para
atraer la atención del oyente hacia alguna hecceidad común a la experiencia del hablante
y del oyente”. [24, 3.460]. Finalmente, los iconos no designan ni hechos generales ni
existencias particulares. Más bien significan hipótesis, situaciones posibles.24, 3.362].
En relación con esto, es importante señalar que estos tres tipos de signos no son
mutuamente excluyentes en el sentido de que un solo signo puede servir como icono,
índice y símbolo en diferentes aspectos al mismo tiempo.XVI
(iii) En cuanto a la reintroducción de las idiosincrasias creativas de la mente en la
semántica y la teoría de la inferencia (la cuestión aquí es aceptarla, por desconcertante
que pueda ser), hace tiempo que debería haberse hecho. Existe una larga tradición de
debate en filosofía sobre si la mente pensante es esencialmente activa o pasiva; los
racionalistas generalmente prefieren el primer campo y los empiristas el segundo. Es una
diferencia importante en el pensamiento de Kant y Hume. (Aunque hay que reconocer
que Hume destacó la imaginación, aparentemente una facultad activa, en un grado
incomparable con otros empiristas británicos, explicó esta facultad dentro de una
perspectiva naturalista con fuertes implicaciones deterministas, y cuando discutió el
problema del libre albedrío (posiblemente ofreció una “evasión” compatibilista). En
cualquier caso, lograr esta reintroducción requerirá plantear algunos desafíos profundos
sobre para qué sirve una semántica o teoría de la inferencia. Podría decirse que los
campos se han desviado de dar cuenta de los fenómenos en cuestión, demasiado hacia
una necesidad sentida de proporcionar un algoritmo para predecirlos.XVII
A falta de tiempo para continuar adecuadamente con estas tres grandes
investigaciones, presentaré un argumento fenomenológico preliminar sobre el valor del
ícono en el campo de la lógica, fuertemente independiente de la mente, demostrando la
lógica icónica de Peirce en uso (posiblemente no sea una estrategia terrible para un
pragmático). ).
XVIUn ejemplo es un reloj en la sombra, que es icónico en la medida en que representa la estructura de
24 horas de nuestro día, indicial en el sentido de que se basa en que el sol proyecta físicamente una
sombra para indicar la hora, y simbólico en la medida en que los números del reloj. La cara tiene
significados que deben aprenderse.
XVIIEsto podría tener algo que ver con el hecho de que investigadores clave en semántica y lógica en
los años 1960 y 1970 también trabajaron en inteligencia artificial.
¿Qué es un diagrama lógico? 11

Figura 4Conectivos en los grafos alfa


de Peirce

5 Los gráficos existenciales de Peirce


Más adelante en su carrera, Peirce desarrolló una lógica esquemática a la que llamó
Gráficos Existenciales (en adelante: EG), afirmando que “todo razonamiento necesario
sin excepción es esquemático”. Su siguiente comentario sobre cómo se deben utilizar
estos diagramas es interesante: escribe: "... construimos un icono de nuestro hipotético
estado de cosas y procedemos a observarlo" [24, 5.162]. Demostraré este sistema en su
forma más simple, Alpha Graph, que es demostrablemente equivalente a la lógica
proposicional moderna [34]. Pero primero, aquí hay una prueba tradicional (deducción
natural) para fines de comparación:

Prueba I, “Lógica Simbólica”: F (PV~P)


1 -(PvP) h
2 PAG h
3 PvP Iv2
4 -(PvP) eso 1
5 -pag 1-2,3,4
6 -pag h
7 vicepresidente yo v 6
8 -(P VP) eso 1
9 --pag 1-6,7,8
10 pag E-9
11 — (P VP) 1-1,5,10
12 vicepresidente Ana

Esta prueba parece ser puramente sentencial en los términos de Mumma. ¡Observe la
longitud necesaria para establecer la tautología más simple!
Por el contrario, el GE no utiliza conectivos entre las letras de las oraciones. Más bien
representa conjunción al colocar dos letras de oración en la misma “hoja de afirmación”,
y negación al trazar una línea o 'corte' alrededor de la proposición ('gráfico') en cuestión
(ver Fig.4). Un beneficio que se ha reclamado para los diagramas lógicos son los
llamados viajes gratis [3]. Se pueden "ver" inmediatamente ciertas equivalencias
lógicas.XVIII Así, la Fig.5Se puede observar que representa elegantemente: ~(A & ~C),
(AV ~C) y (ADC) simultáneamente. Esta es una percepción inmediata. ¿Qué tal una
prueba? Primero necesitamos algunas reglas.
Las siguientes cinco reglas de Alpha Graph consisten cada una simplemente en un
permiso para escribir o borrar un gráfico en la hoja de afirmación.

XVIIIShin también llama a esto el “principio de talla múltiple” [35, pag. 77].
12 C. Legg

figura 5Equivalencia lógica perceptible

Reglas de prueba para gráficos alfaLos diagramas son de Zeman [38, 39].
1. Inserción en impar:En un área extrañamente cerrada se puede escribir cualquier
fórmula.

2. Borrado en par:En un área uniformemente cerrada, se puede borrar


cualquier fórmula.

3. Iteración:Cualquier fórmula se puede escribir


nuevamente:
a) en la misma zona:

b) mediante «cortes cruzados» hacia el


interior:

4. Deiteración:Cualquier fórmula derivable mediante iteración puede


(a) en la misma zona: eliminarse:

<p
(b) 'cortes cruzados':
¿Qué es un diagrama lógico? 13

5. Biclociero:Siempre se puede añadir o quitar una doble negación.

Ahora realizaré dos demostraciones, comenzando con la tautología simple demostrada


anteriormente:

Prueba II, EG: F (PV ~P) Primero, la regla 5 permite agregar una doble negación
(frecuentemente un primer paso en estas demostraciones):

La regla 1 permite agregar cualquier gráfico en un área extrañamente cerrada. No es


sorprendente que elegimos P:

La regla (3b) (Iteración “Cortes cruzados”) permite volver a escribir P en el espacio


uniformemente cerrado dentro de:
14 C. Legg

Nuestra tautología ahora es más fácil de probar.

Prueba III, por ejemplo: (PDQ), (QDR) F (PDR) (Silogismo hipotético) Comenzamos
escribiendo las premisas en la hoja de afirmación:

A continuación, iteramos la parte derecha del diagrama dentro de la parte izquierda,


usando Cortes cruzados de iteración (3b):

Ahora deliteramos la otra Q en el lado izquierdo, usando Borrado en Par (2):

Ahora podemos eliminar la doble negación (“biclosura”) alrededor de R en el lado


izquierdo (5):
¿Qué es un diagrama lógico? 15

Y el resultado final se logra usando (2) para borrar el lado derecho (funcionalmente
equivalente a la eliminación de conjunciones):

Ahora piense en cómo podría funcionar este procedimiento si intentáramos probar lo


inválido: (P □ Q), (Q □ R) H (RDP). La prueba no es posible ya que necesitaríamos
producir lo siguiente:

Sin embargo, nuestra prueba coloca a P en el recinto más externo (impar), y no hay
manera consistente con las reglas de que pueda eliminarse. Los gráficos en recintos
impares pueden iterarse hacia adentro, pero nunca eliminarse. Sin embargo, sería
necesario eliminarlo para llegar a la conclusión que se muestra arriba.

6 Forzamiento diagramatico logico


Ahora podemos ver que un “diagrama lógico” incluye sus reglas de uso, no sólo
imágenes en la página. No es casualidad que las reglas GE se presentaran antes de que se
construyera el diagrama para proporcionar la prueba. Estas reglas son, por supuesto,
representaciones explícitas de prácticas de razonamiento implícitas. XIX para usar la
terminología de Brandom [7]. No entendemos las reglas sin entender las acciones
(literalmente agregar y quitar gráficos del diagrama) que representan. Una vez que
comprendamos las reglas y, lo más importante, usemos

XIXEsto no quiere decir que los razonadores ordinarios necesariamente los reconocerían como tales.
Esta es lógica teórica, no aplicada (lo que Peirce llamó logica docens, oponiéndola a logica utens, una
distinción que hicieron los lógicos medievales).
16 C. Legg

ellos, experimentamos directamente la imposibilidad de presentar una proposición


contradictoria o un argumento inválido en un GE. XX Nos vemos obligados a reconocer
que una parte de lo que intentamos realizar "tiene que ceder". De este modo "vemos" (en
algún sentido posiblemente metafórico, pero poderoso, que significa algo así como
"percibimos estructuralmente") la necesidad lógica. Ésta es la “facultad de la intuición
intelectual” que Ayer tan fácilmente descarta. Es crucial señalar que esta intuición no se
produce al tener contacto epistémico con ningún "objeto necesario" adicional (cualquiera
que sea), sino simplemente al comprender plenamente las relaciones entre las diferentes
partes del diagrama, ya presentes en la página.
Al mismo tiempo, es importante señalar que no todos los aspectos de los diagramas
lógicos de Peirce son forzados por su estructura y, por tanto, icónicos. Algunos aspectos
son simbólicos; por ejemplo, uno debe aprender la convención de que las letras
corresponden a proposiciones y no, digamos, a letras de predicados aplicadas a un objeto
representado por el círculo más grande. Algunos aspectos de los gráficos también son
indexados. Por ejemplo, las letras de las oraciones sirven para indicar proposiciones
particulares (que se indican en una forma algo vestigial, ya que la lógica proposicional se
caracteriza por abstraerse del contenido proposicional atómico, pero siguen siendo
marcadores de posición cruciales). Así es como funciona la semiótica de Peirce: los tres
tipos de signos deben estar presentes y trabajar juntos para crear significado.
Acabamos de ver que la llamada "lógica icónica" no es puramente icónica. Al mismo
tiempo, la llamada "lógica simbólica" no es puramente simbólica. La deducción natural,
utilizada en la Prueba I anterior, también tiene reglas, fuerza ciertos resultados y prohíbe
otros, y es icónica hasta ese punto. Por tanto, no tenemos lógica simbólica ni lógica
icónica, estrictamente hablando. Disponemos de sistemas lógicos cuya icónicoidad es
más o menos evidente. Si tenemos en cuenta nuestra definición inicial del icono, que sus
partes están relacionadas de la misma manera que los objetos representados por esas
partes están relacionados, la claridad consiste en que tantas relaciones en el diagrama
como sea posible representen lógicas, en lugar de opuestas. a relaciones arbitrarias.
Peirce creía que su sistema era más claro que la lógica "algebraica" en la que había
trabajado antes de desarrollar el GE. XXI y que sería útil, no para demostrar resultados que
el otro no podría, sino para estudiar la forma lógica de forma más clara y minuciosa.

7 Conclusión
Este artículo ha presentado una visión expresivista de los diagramas lógicos. Así, Brown
se ve reivindicado en su afirmación de que “las imágenes tienen un papel legítimo que
desempeñar como evidencia y justificación”. De hecho, ahora vemos que toda lógica
formal es esencialmente esquemática, aunque hemos visto que los diagramas pueden ser
más o menos claros. También podemos ver que la definición de Mumma de la 'prueba
puramente oracional' que desea argumentar ("[una] prueba... es una secuencia de
oraciones. Cada oración es una suposición de la prueba o se deriva mediante una

XXAunque esto sea contrario a la intuición para algunos, el hecho de que la experiencia sólo sea posible
una vez que uno haya comprendido la interpretación adecuada de las reglas del GE no socava su carácter
directo una vez que se han comprendido esas reglas.
XXIVale la pena señalar que esta lógica articuló la primera versión de la notación Russell-Peano para
cuantificadores que es estándar en la actualidad. Gracias a un árbitro anónimo por sugerir esto.
¿Qué es un diagrama lógico? 17

inferencia sólida). reglas de oraciones que le preceden”) lleva la incoherencia en la


manga. Porque una vez que uno agrega "reglas de inferencia sólidas" a la mezcla, tiene
más que solo
una secuencia de oraciones. Las reglas de inferencia sólidas transmiten la forma lógica y
las acciones que la respetan y reflejan.
Uno podría preguntarse: ¿Pero qué pasa con los errores derivados de las expectativas
visuales que los matemáticos del siglo XIX aprendieron a evitar? Si adoptamos el
razonamiento esquemático, ¿cómo sabemos que no caeremos en errores en este campo?
Esta es una buena pregunta. La respuesta corta es: obtenga mejores diagramas ("mejores"
aquí significa más perspicuos). Determinar la respuesta larga, que implicaría formular
una explicación basada en principios de qué características estructurales de cualquier
diagrama dado representan verdades necesarias y cuáles no, requerirá mucho más
trabajo.
A través de diagramas como el GE de Peirce, la necesidad lógica se presenta a la
mente humana de tal manera que puede ser comprendida y aprendida. ¿Y qué más
podríamos pedir para decir que un sistema de signos representa algo o tiene un contenido
genuino? Pero al mismo tiempo los diagramas no expresan una necesidad lógica en
ningún sentido parecido al significado literal de Ayer. Los gráficos no plantean una
hipótesis empírica.XXII Proporcionan los medios para que ejercitemos nuestra intuición
racional. Es más, si volvemos una vez más al criterio de Quine para el compromiso
ontológico, la base de la semántica realista metafísica omnipresente hoy en día, podemos
ver que los gráficos tampoco se ajustan a este modelo. No obtienen su contenido
denotando otros objetos de la misma manera que “El gato está en la alfombra” denota un
gato y una alfombra. Más bien, como iconos, todo lo necesario para la intuición lógica ya
está dentro de ellos como signos; basta con prestar atención a su estructura.
Podríamos hacer una pausa al concluir y preguntar: ¿Cuáles son las implicaciones de
este expresivismo para el realismo de la lógica? Por ejemplo, ¿muestra que el discurso de
la lógica no "habla de cosas reales independientes de la mente"? Mi respuesta es: No,
pero nuestra noción de "cosas reales independientes de la mente" requiere cierta cirugía.
Se observó que gran parte de la metafísica reciente está impulsada por la
semántica,XXIII aunque los realistas metafísicos a veces expresan con razón cierta
incomodidad al respecto, ya que parecería que su propio realismo debería llevarlos a
tratar de mantener separadas la semántica y la metafísica. Yo diría que, en realidad, está
bien derivar la propia metafísica de la propia semántica; ¡sólo, por favor, obtenga una
semántica menos simplista! Podemos entender el criterio de compromiso ontológico de
Quine en términos semióticos peirceanos como un intento de colocar toda la carga de
representar la realidad en los signos indexicales. Esto lleva a los filósofos con simpatías
realistas a sentir que necesitan plantear una serie de preguntas del tipo: “¿El término X
[por ejemplo, predicados éticos o estéticos, términos numéricos...] denota un objeto

XXIISe podría objetar que esto es incorrecto, ya que se puede entender que un diagrama como un mapa
postula la forma de un país del mundo real. Sin embargo, considerado puramente como diagrama, un
mapa aún no tiene esa función semiótica. Interpretarlo como si dijera algo sobre un país es: (i) vincularlo
a un objeto del mundo real (convirtiéndolo así también en un índice), (ii) afirmar algo general sobre la
forma de ese objeto (convirtiéndolo también en un símbolo). Éstas son otras señales.
XXIIIAsí, por ejemplo, Chrisman resume gran parte de la metaética reciente escribiendo: “El debate
sobre el realismo se ha desarrollado (principalmente) investigando la explicación semántica apropiada de
los enunciados éticos” [14, pag. 334].
18 C. Legg

real?” Si recordamos que los signos indexales seleccionan detalles independientes del
signo, a menudo parece difícil responder "sí" a esta pregunta para términos clave en
discursos humanos manifiestamente importantes (como predicados éticos o estéticos,
términos numéricos...). Por otro lado, aquellos que están insatisfechos con la
problematización de tales áreas por parte del realismo metafísico, y aquellos que desean
reconocer un aporte social manifiesto a los juegos de lenguaje humanos, a menudo se
oponen al realismo metafísico con alguna forma de convencionalismo que sostiene que
el término X no denota un objeto real
pero tiene alguna otra función socialmente sancionada y enseñada. Podemos entender tal
convencionalismo en términos peirceanos como un intento de entender toda significación
realizada con signos simbólicos.
Se supone ampliamente que el realismo metafísico y el convencionalismo son polos
opuestos. Tantas dialécticas en tantos artículos en tantas áreas de la filosofía giran en
torno a esto, de modo que la mayoría de las veces se asume sin lugar a dudas que un
argumento contra el realismo metafísico es un argumento a favor del convencionalismo,
y un argumento contra el convencionalismo como un argumento a favor de la metafísica.
realismo. Pero ésta es una falsa dicotomía. Existe un tercer tipo de significación que no
consiste en una denotación bruta o en una convención arbitraria, sino que presenta la
estructura directamente al ojo de la mente. Hoy en día apenas se vislumbra en la
semántica formal. Y, sin embargo, es este tipo de signo el que representa la forma lógica,
una parte difícilmente trivial de nuestro esquema conceptual. Si tan sólo pudiéramos
reconocer que el símbolo, el índice y el icono desempeñan un papel semántico único e
irreductible y que, en consecuencia, la realidad está compuesta de hábitos reales, detalles
reales y estructuras intrínsecas reales, daríamos un salto inesperado hacia la
comprensión. ese concepto tan controvertido.

Referencias
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¿Qué es un diagrama lógico? 19

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(2002). Consultado el 21 de febrero de 2011.

C. Legg (B)
Programa de Filosofía, Universidad de Waikato, Private Bag 3105, Hamilton, 3240, Nueva
Zelanda
correo electrónico:clegg@waikato.ac.nz
La geometría de los diagramas y la lógica de los
silogismos

Richard Bosley

AbstractoAristóteles da cuenta de tres figuras sobre las cuales se forman los silogismos.
En la primera figura es posible demostrar la integridad de todos los silogismos posibles.
Pero en la segunda y en la tercera figura no es posible completarla; por lo tanto, las
premisas basadas en la segunda o tercera cifra se convierten de tal manera que cuenten
como premisas de la primera cifra. El procedimiento de Aristóteles conduce a
dificultades que se analizan y corrigen a lo largo de este artículo.

Palabras claveTrazos cortos y largos · Figura · Intervalos · Términos · Silogismos ·


Demostración · Reducción

Clasificación de materias de matemáticasPrimaria 03A10; Secundaria 03B10

El objetivo de este artículo es argumentar la dependencia de un silogismo demostrativo


de su figura. Lo que es un silogismo se puede explicar brevemente: un silogismo se
forma a partir de tres partes lingüísticas: una premisa mayor que afirma o niega una
oración compuesta por un sujeto y un predicado y una marca de afirmación o negación
según las líneas sugeridas por el comentarista Juan Filópono; vea su comentario sobre
los Análisis previos de Aristóteles [3, 66,27– 67,14].
El texto de Aristóteles difiere del comentario de Alejandro y Filopono en este
sentido: habiendo expuesto la estructura de una figura y sus intervalos, Aristóteles
comenta sobre una base que es o no adecuada para la formación de un silogismo. Pero
los comentaristas inmediatamente se dedican a escribir un esbozo de una combinación de
premisas que son o no adecuadas para una conclusión. En consecuencia, los
comentaristas dejan de lado el trabajo que debería realizarse mediante diagramas. Günter
Patzig [2], por otra parte, expresa un gran respeto por el comentario de Juan Filópono.
WD Ross [4], en su comentario a los Análisis Prioritarios, promueve la idea de
diagramas dibujados por Aristóteles pero no conservados.
Dado que se argumenta que un silogismo demostrativo depende de su figura,
volvamos primero a la forma de la figura definiendo los tres tipos de diagramas que
guían la formación de los silogismos dependiendo de las figuras presentadas por los
diagramas. Los llamo diagramas de Sophie, distingiéndolos de los diagramas de Venn;
La distinción entre los dos tipos quedará clara.
A. Moktefi, S.-J. Shin (eds.), Razonamiento visual con diagramas, Estudios de lógica universal, 19 DOI
10.1007/978-3-0348-0600-8_2, © Springer Basilea 2013
20 R.Bosley

1 Afirmación, negación y resolución de la negación


Primero intentaré aclarar cómo se debe dibujar un diagrama. Se forma marcando puntos
y trazando líneas. Por ejemplo, un diagrama de la primera figura se dibuja de la siguiente
manera: primero, marque un punto y deje que el punto indique un término; Aristóteles
asigna a tal término, por ejemplo, la letra A. Entonces podemos trazar una línea desde el
punto A al punto B. La línea indica un intervalo terminado por dos términos o límites.
Todo silogismo que muestra una pertenencia simple o una pertenencia necesaria tiene
dos intervalos indicados por las premisas del silogismo o, si el silogismo demuestra
contingencia, hay tres intervalos.
Hasta ahora he supuesto que las premisas que dependen de términos e intervalos son
afirmativas. Pero la afirmación misma no está registrada en el diagrama. Pues un
diagrama se forma a partir de puntos y rectas; Por supuesto, se dice que las premisas de
un silogismo proyectado son afirmativas o negativas. Ahora bien, puesto que la
afirmación y la negación son actos de inteligencia, pero no son puntos ni líneas marcadas
o dibujadas en un diagrama que en sí mismo existe no como un particular espacial sino
más bien temporal.
Por supuesto, es posible resolver la negación implícita en una premisa: la negación no
se resuelve en un diagrama sino más bien dentro de la mente del razonador: se resuelve a
favor de corregir la deficiencia o de corregir el exceso. La corrección por deficiencia se
muestra dibujando otra línea en el diagrama (en breve tendremos un ejemplo de esto); La
corrección del exceso, por otra parte, se muestra añadiendo otro punto opuesto al punto
A ya registrado (asumiendo que la premisa mayor es negativa). La fuerza de corregir el
exceso es la siguiente: hay alternativas y, por lo tanto, se hace una elección, pensando
"Dejemos que D pertenezca a la totalidad del límite B". Pero la elección no es unir
términos sino trazar una línea de un punto a otro. La facultad de la razón, por ejemplo,
trazará una línea desde el punto D hasta el punto B. Este dibujo ayuda a completar un
diagrama.
ANUNCIO

C*
El diagrama anterior está dibujado en la primera figura que muestra el intervalo final
AC compuesto de letras que representan términos o límites, uno de los cuales pertenece
al extremo superior de un intervalo que se extiende hasta un límite medio; el intervalo
está indicado en el diagrama mediante una línea recta que va desde un punto superior, es
decir, 'A', hasta un punto inferior, es decir, 'C'; el segundo intervalo va desde el punto
medio, es decir, 'B' hasta el punto extremo inferior, es decir, 'C'. El intervalo final AC
está marcado con un asterisco que indica que su intervalo largo completa esta instancia
de la primera figura. El dibujo de la línea larga no pretende sugerir que el intervalo largo
no sigue a los dos intervalos cortos AB y BC.
En el curso de la antigua tradición de enseñar la silogística, el comentarista Alejandro
de Afrodisias [1] tiende a combinar un intervalo y una premisa, aunque el propio
Aristóteles deja claro que son distintos y separados. Si los diagramas de Aristóteles
hubieran sobrevivido, sin duda no se habría desarrollado la tendencia a fusionar un
silogismo y su figura.
El texto de Aristóteles difiere del comentario de Alejandro y Filopono en este
sentido: habiendo expuesto la estructura de una figura y sus intervalos, Aristóteles
comenta sobre una base que es o no adecuada para la formación de un silogismo. Pero
21 R.Bosley

los comentaristas
La geometría de los diagramas y la lógica de los silogismos 22

Pasamos inmediatamente a escribir un esbozo de una combinación de premisas que son


o no adecuadas para una conclusión. En consecuencia, los comentaristas dejan de lado el
trabajo que debería realizarse mediante diagramas.
ANUNCIO
\/

C*
El propio Aristóteles no hace distinción entre la conclusión de un silogismo y el largo
intervalo trazado desde la letra "A" hasta la letra "C". Este intervalo es necesario para
completar una segunda figura.
Es característico de toda figura completa que exista un término medio mediante el
cual se puede representar el largo intervalo desde la parte superior hasta la parte inferior
del diagrama. Mostrar el intervalo largo en la primera figura es el objetivo de una prueba
en la primera figura. Por supuesto, la opinión de Aristóteles es que las otras dos figuras
no admiten una prueba de sus largos intervalos. Porque los intervalos largos están
establecidos por edicto con respecto a las dos segundas figuras, es decir, en la segunda
figura: “Sea que el término A pertenezca al conjunto del límite extremo C y que el
término A pertenezca al conjunto del término medio B”. (La discusión de las dos
segundas figuras agregará una salvedad crucial a la descripción inicial de las dos
segundas figuras.)
Era la opinión de Aristóteles (como queda claro en las primeras secciones de los
Análisis posteriores [4]) que no es posible probar un intervalo inmediato, es decir, “El
límite superior A pertenece a la totalidad del límite medio B”. Al huir de la dificultad de
demostrar la existencia de un intervalo corto, se enfrenta a otra: ¿Cómo es posible
remodelar un diagrama de tal manera que un intervalo largo que une dos términos se
convierta en un intervalo corto que une dos términos?
Hay un aspecto importante en el que un silogismo difiere de un diagrama: un
diagrama está dibujado y no es un objeto inmediato de afirmación o negación. No es
parte de un diagrama tener una parte que indique negación. La negación, después de
todo, es un acto y no un objeto: afirmar y negar, por otra parte, son acciones contrarias y
no objetos contrastantes. Por esta razón ninguna marca en un diagrama indica ni afirmar
ni negar; en consecuencia, un intervalo trazado entre dos puntos no es ni una afirmación
ni una negación. Por tanto, al dibujar un diagrama completo es necesario resolver la
negación implícita en las premisas destinadas a formar partes de un silogismo.
Supongamos que tenemos las dos premisas de la primera figura: "el límite A
pertenece al todo del límite B" y "el límite B no pertenece a ninguna parte del límite C".
Dado que una premisa negativa no corresponde a un intervalo que se extiende entre dos
límites, es útil resolver la negación. El principio de resolución de la negación anticipa
una de dos formas posibles en las que se puede resolver la negación: en la primera,
corregimos el término incorrecto dibujando un término contrario en el diagrama.
Supongamos que trazamos una línea desde la letra superior 'A' hasta la letra media 'B';
Para resolver la negación de la segunda premisa “el límite B no pertenece a ninguno de
los límites extremos inferiores C” debemos dibujar el siguiente diagrama en la primera
figura:
ANUNCIO
C
La geometría de los diagramas y la lógica de los silogismos 23

SER

C
24 R.Bosley

Es evidente que el diagrama no muestra una línea larga y continua de A a C. Por lo


tanto, el diagrama no es adecuado para mostrar un intervalo largo necesario para una
figura y suficiente para la formación de un silogismo. No se trata de demostrar con
contraejemplos que no hay conclusión; la cuestión es más bien que es posible corregir la
deficiencia del diagrama añadiendo un intervalo entre A y E; porque es completamente
posible que dos especies pertenezcan al mismo género A. Ahora se puede ampliar el
diagrama y obtener:
ANUNCIO

En consecuencia, existe un intervalo largo AEC en el que el término medio E media


el intervalo largo. El silogismo formado sobre la figura no necesita escribir una premisa
que describa el intervalo AB.
La figura del medio es particularmente interesante porque ejemplifica la teoría binaria
de la silogística en cuanto a su estructura longitudinal; Por supuesto, la figura también es
triádica con respecto a un término medio en el que está mediado un largo intervalo. Una
consideración de la figura del medio también brinda la oportunidad de discutir una
dificultad que Aristóteles debe afrontar al tratar con la segunda figura, dificultad a la que
me referiré en breve.
En el centro de mi estudio de los diagramas y de cómo proporcionan planes para la
formación de silogismos está su teoría de la resolución de la negación, discutida
brevemente anteriormente. Esta teoría permite dar una explicación coherente de los
diagramas, por un lado, y, por el otro, mostrar cómo se puede eliminar la necesidad de
Aristóteles de una reducción a la primera figura; en lugar de tal reducción hay un
procedimiento para demostrar tres clases de silogismos: una clase depende de la primera,
otra de la segunda y la tercera clase se establece en la tercera figura. La demostración de
la igualdad de las tres figuras de manera relevante también proporciona una justificación
para sostener que sólo hay tres figuras distintas y separadas.
La incoherencia en la ejecución por parte de Aristóteles de su programa silogístico se
debe a varias demandas que no pueden satisfacerse juntas de manera coherente. Para
aclarar el conflicto, comencemos con la visión de la prueba que el filósofo
evidentemente respalda: toda prueba se ejecuta mediante la hipótesis de un término
medio. Imaginemos, pues, tres términos dispuestos de manera que el término extremo
superior A pertenezca al conjunto del término medio B y que el término medio
pertenezca al conjunto del término extremo inferior C. Si el intervalo entre los límites A
y B y el intervalo entre los límites B y C son inmediatos, Aristóteles supone que no se
puede probar la existencia de tales intervalos inmediatos (cada uno limitado por un par
de términos). El largo intervalo entre A y C se puede demostrar mediante un término
medio que une los dos intervalos AB y BC. Por esta razón Aristóteles sostiene que los
silogismos demostrados en la primera figura son completos; pero las premisas basadas en
la segunda y tercera figuras no pueden ser la fuente de un silogismo completo cuyo par
de premisas se haya formado sobre la base de la segunda o de la tercera figura. Como la
madera, preparada para convertirse en las partes de una silla formada por un molino,
pero que debe ser llevada a otro molino para convertirse en una silla real y completa, las
premisas que se originan en la segunda o en la tercera figura deben transformarse en
oraciones. que reflejan la primera figura convirtiéndose así en las premisas de un
silogismo que a su vez depende inmediatamente de la primera figura.
La geometría de los diagramas y la lógica de los silogismos 25
Pero, ¿qué supones que sucede con la frase que transcurre desde la segunda figura
hasta la primera? Cuando se formó por primera vez sobre la segunda figura, digamos,
tenía una tarea, a saber, describir un intervalo corto o largo entre dos términos: tal vez
describía un intervalo corto desde el límite A hasta el límite B; quizá, por otra parte,
describía un largo intervalo de A a C. Y, sin embargo, es precisamente esta
responsabilidad (la de tener un uso específico suficiente para la representación) la que se
abandona. Porque al convertirse falsifica su propia declaración previa del intervalo que
debía ser representado. La vergüenza de la pérdida y el engaño de las pretensiones de
Aristóteles se alivian al suponer que nunca hubo una figura o un diagrama que presente
los términos, sus intervalos y sus modalidades; nunca hubo una figura, estaba a punto de
escribir, cuya representación fuera confiado en manos de la premisa o sentencia saliente.
La función de una figura o un diagrama es presentar los términos y sus intervalos tal
como son, como esperaríamos de un plano o de un mapa de un vecindario. (Una premisa,
por otra parte, no es un dibujo de términos e intervalos.) La estabilidad de un diagrama
es particularmente importante para su presentación de las modalidades de necesidad y
contingencia; porque si A es necesario para B, no se sigue que B sea necesario para A. Si
C depende de B, no se sigue que B dependa de C.
Considere los siguientes dos diagramas, definiendo la segunda figura ([4], I.5; 26b34–
38), y reducción a la primera figura ([4], I.5; 26b36–39):
LUN

MNP

XX

Supongamos que un diagrama de la segunda figura muestra una línea larga que
conecta las letras 'M' y 'X', como muestra el diagrama de arriba, y también muestra una
línea corta que conecta 'M' y 'N'. Pero la información proporcionada por el diagrama se
destruye al convertir la línea larga 'M-X' en una línea corta 'M-X' que se muestra arriba
en el segundo diagrama. Al tratar de mostrar que hay una línea corta y final de 'M' a 'X',
la conversión convierte la línea larga inicial 'M-X' en una línea corta 'M-X'; este
movimiento destruye la larga línea que debía representar un largo intervalo entre M y X.
Así, la solución de Aristóteles al problema de formar silogismos en la segunda y tercera
figuras es, en efecto, socavar el punto de la segunda y tercera figuras. y socavar los usos
de oraciones que originalmente tienen usos mediante los cuales se puede indicar una
cuadrícula de términos y relaciones. En consecuencia, deberíamos esperar que el mal
manejo por parte de Aristóteles de la segunda y tercera figuras tuviera el efecto de hacer
de la silogística una cuestión en gran medida lingüística que se interpretaría más o menos
como la interpretaron Alejandro y Juan Filopono. Además, tal interpretación desdibuja la
imagen y el diagrama de la estructura general de lo silogístico: primero viene la
formación de silogismos demostrativos ([4], I.4ff) sobre la base de una figura
diagramada para mostrar una cuadrícula de términos y relaciones y luego, habiendo
completado el proyecto de formación de silogismos, Aristóteles gira ([4], I.32ff) hasta la
disolución de un silogismo hasta su figura propia.
Pero volvamos a mi historia del mercado negro que ha florecido en la oscuridad de lo
que sucede cuando oraciones formadas como premisas ya sea en la segunda o en la
tercera figura son transportadas a la primera figura ahora preñada de un silogismo,
ilegítimo en la primera. cifra, pero ya no me siento cómodo con la segunda o la tercera
cifra.
26 R.Bosley
A continuación se muestra un ejemplo de la segunda figura y su diagrama:
ANUNCIO

C*
Las dos líneas DB y AEC indican dos intervalos, uno largo y otro corto. (Este
ejemplo de la teoría binaria es el resultado de la resolución de la negación implícita en lo
que Alexander llamaría una premisa mayor, universal y privativa.) Es obvio que el breve
y concluyente intervalo no se extiende entre los términos B y C; porque en ese caso el
extremo inferior caería bajo géneros contrarios, lo cual es imposible. Por lo tanto, existe
un intervalo corto y concluyente entre los términos E y C que forman el intervalo final
necesario para completar tanto la figura como el silogismo formado sobre la base de ella.
La línea larga AC representa el intervalo largo AC que en verdad está mediado por el
término E. El intervalo largo mediado por el límite medio E no se muestra
necesariamente en el diagrama dibujado justo arriba; ni tampoco se menciona el hecho
en el silogismo formado sobre la base de la segunda figura. Si tuviéramos que dibujar el
intervalo largo primero de A a E y luego de E a C, tendríamos una versión diferente de la
prueba de mediación (es decir, en el estilo de la segunda figura y no en el de la primera
figura). Surge la pregunta de qué diferencia hay entre la prueba que depende de una
figura propia y la prueba que depende de la contraposición y el retorno a la primera
figura como base del silogismo. Se puede formar un silogismo sobre la segunda figura de
la siguiente manera:
1. Todos los B son D (o, restauración de la negación): “Ningún B es A”
2. Todas las C son A
3. Entonces, ningún C es B
Es evidente, sobre la base del diagrama, que si algo de C fuera B, alguna parte de B
caería bajo un término superior contrario, lo cual es imposible. Por tanto, no es necesario
convertir ni contraponer los nombres de los términos para llegar a la conclusión.
Pero consideremos más a fondo el texto de Aristóteles, un texto que deja claro de qué
manera el filósofo juega injustamente con la formación de la tercera figura y, por tanto,
con el silogismo que debe formarse sobre su base. Nuevamente necesitamos dos
diagramas: el primero es el boceto inicial de la tercera figura; el segundo muestra el
resultado de la conversión para falsificar una copia de la primera figura. Según las
sugerencias de Aristóteles para dibujar las dos figuras, aquí nuevamente hay una
posibilidad:
pqp

estrategia en tiempo real

SR(D)
Definiendo la tercera figura ([4], I.6; 28a10–22) Reducción a la primera cifra ([4], I.6; 28a10-17)

Al definir la tercera figura, Aristóteles identifica las posibilidades de que el mismo


límite S sea el término común al que pertenecen tanto el término superior como el
término medio, como
La geometría de los diagramas y la lógica de los silogismos 27
indicado en la tercera figura. Aristóteles observa al comienzo de I.6 que llama medio a
aquello de lo que se predican ambos límites predicados. El límite extremo y mayor P está
más lejos del límite medio S; el límite más cercano a P es menor. El límite medio está
fuera de los límites extremos y ocupa el último lugar por posición. Por tanto, no surge un
silogismo completo ni un silogismo completo que dependa de esta figura. Pero un
silogismo será posible tanto cuando los términos en relación con el límite medio sean
completos como no completos.
Para corregir la deficiencia de la posición del límite S convertimos el intervalo menor
y así volvemos a la primera figura manteniendo ahora que P pertenece al conjunto de S y
que S pertenece a algún R, como se muestra en el segundo diagrama. justo encima de los
espectáculos. En consecuencia, se demuestra en la primera figura que el límite P
pertenece a parte del límite inferior R.
Cuando se ha identificado una figura y se ha dibujado un intervalo en un diagrama
según el cual el límite B no pertenece a ninguna parte del límite inferior C, se puede
presentar un argumento similar al expuesto anteriormente respecto de la segunda figura.
La negación se refiere al límite medio B, por supuesto, pero no indica ese término medio
mediante el cual se puede identificar un intervalo largo mediante el cual el intervalo
largo es mediado. Por lo tanto, ignoramos cómo se transmite la fuerza del término
superior al término inferior.
Los dos errores atribuidos al manejo de la segunda figura por parte de Aristóteles
tienen contrapartes en su manejo de la tercera figura: en lugar de convertir el intervalo
superior, ahora convierte el intervalo inferior RS formando el intervalo corto SR. Las dos
conversiones ilícitas difieren algo: la primera perturba el intervalo de arriba hacia abajo;
el segundo perturba el intervalo desde el medio hacia abajo.
Lo que resulta especialmente inquietante son los distintos papeles de las dos formas
de modalidad: el término superior puede ser necesario para el término medio, pero el
término superior no determina el término medio; el término medio está más bien
determinado por el término inferior. Así, la solución de Aristóteles al problema de
formar silogismos en la segunda y tercera figuras es, en efecto, socavar el significado de
la segunda y tercera figuras y socavar los usos de oraciones que originalmente tienen
usos mediante los cuales se puede formar una red de términos y relaciones. ser indicado.
Una solución a la dificultad es posible en dos pasos: el primero es un diagrama
adecuado mediante el cual se da una representación adecuada a la teoría binaria que
representa dos términos separados en la parte superior del diagrama; la teoría binaria
también requiere anotar dos términos medios; el nivel inferior requiere sólo una
indicación de un término generalmente considerado por los comentaristas como una
clase de detalles (algo que el propio Aristóteles sugiere en los Análisis Prior [4, I.27]).
Pasemos ahora a la lógica de los silogismos que emplean las modalidades de
necesidad y contingencia. Los silogismos que postulan la necesidad han suscitado menos
desconcierto que aquellos que postulan la contingencia. Pero aun así, presumiblemente
estalló un cierto desacuerdo durante la vida de Aristóteles sobre la lógica de los
silogismos necesarios y, en particular, sobre la conclusión que se sigue de premisas de
las cuales una indica pura pertenencia y la otra necesidad.
Los diagramas pueden ayudar a eliminar confusiones irrelevantes. Considere el
siguiente ejemplo.
Are n
28 R.Bosley
Bnorte-mi

C*
Tal como está el diagrama, podemos interpretar la figura que presenta de la siguiente
manera: el límite superior A es necesario para la totalidad del límite B; el límite B, a su
vez, pertenece simplemente a la totalidad del límite extremo C. La parte del diagrama
dibujada como 'n-' no indica la necesidad del término A para la totalidad del término
extremo inferior C; más bien indica la modalidad del AC final y de intervalo largo, es
decir, según sea necesario para completar la figura. Por el contrario, la marca 'n' adjunta
a la línea corta AB (que presenta el intervalo superior corto AB) indica la modalidad del
término superior A para todo el término medio B. De ello se deduce que el diagrama no
presenta el término superior como necesario para el término extremo C. Pero los
comentaristas que suponen que el término medio B está contenido dentro del término
superior A y que el término inferior C está contenido dentro del término medio B, están
obligados a confundir los dos usos de las modalidades.
Se puede repetir una observación sobre el diagrama de la segunda figura: la línea
larga indica el intervalo largo AC pero sin mostrar el curso del intervalo largo y por lo
tanto dejar claro cuál es el término mediador (ni esta información se mostraría mediante
un silogismo que depende de la figura); Tampoco se nos dice cómo el término medio
puede recibir un intervalo de un término superior necesario y mediar en el intervalo largo
de tal manera que el intervalo BC sea de pura pertenencia. Sin embargo, el intervalo es
necesario para la coherencia de la figura y para el silogismo formado sobre la figura.
Un silogismo formado sobre la tercera figura se puede escribir de la siguiente manera:
1. Todos los C son B.
2. Todas las C son A.
3. Entonces todos los B son A.
Nuevamente es evidente, sobre la base del diagrama, que si algunos B no son A,
entonces alguna parte de C sería A y no A. Es igualmente obvio que el intervalo largo
está mediado por el límite medio B. Esta característica de la figura no se hace evidente
mediante un silogismo basado en ella.
Insecto. I.14 de los Análisis Previos [4] Aristóteles continúa su estudio de los
silogismos modales y sus figuras abordando la contingencia. Así como algunos términos
son necesarios para otros, algunos términos son contingentes para otros. A diferencia del
postulado de necesidad, el postulado de contingencia requiere un postulado
correlacionado de dos términos a partir de los cuales dos intervalos se conectan con un
solo término para el cual hay contingencia. Por ejemplo, tanto sentarse como caminar
son contingentes para los humanos y estar despiertos y dormidos son contingentes para
los animales. Un diagrama que presente tales términos y la modalidad de contingencia
requiere dos términos superiores y un único término inferior en el que convergen los dos
intervalos. No es posible dibujar un diagrama de este tipo de modalidad sin que un par
coordinado de intervalos converja en un término inferior.
Fue un error de Aristóteles intentar expandir la silogística tanto a la modalidad de
necesidad como a la modalidad de contingencia manteniendo al mismo tiempo una sola
columna de términos. De hecho, fue un error extraño que cometiera el filósofo, ya que
conocía y trabajaba dentro de una teoría binaria en varios aspectos. Aristóteles sigue un
camino modal
lo cual es particularmente pedregoso cuando algunos intervalos son necesarios, algunos
La geometría de los diagramas y la lógica de los silogismos 29
contingentes y otros mezclados tanto con las modalidades como también con la simple
pertenencia. Aristóteles ha logrado desconcertar a sus comentaristas; deja a algunos
comentaristas modernos perplejos y consternados. La aplicación de una teoría binaria es
la menor ayuda que existe junto con la resolución de la negación. Entonces es posible
esbozar diagramas que den sentido consistente al proyecto del filósofo.
Comencemos con la contingencia definida de tal manera que se ajuste a los siguientes
diagramas. El texto en cuestión comienza con el art. I.14 de la primera parte de los
Análisis Previos [4]. Aristóteles escribe:
Entonces cuando el límite A es contingente para el conjunto del límite B y el límite B para el
conjunto del límite C, habrá un silogismo completo [mostrando] que el límite A es contingente por
pertenecer al conjunto del límite C Esto se desprende claramente de la definición; porque así
hablábamos de que el ser contingente para pertenecer al todo es así. [4, I.14; 32b38–33a1]
El siguiente diagrama presenta la figura descrita anteriormente:
una computadora c

B n- n- mi

*C*
Es necesario escribir cuatro premisas para formar un silogismo que dependa de la
totalidad de la figura representada por el diagrama anterior. La primera premisa
representa el corto intervalo contingente AB; la premisa de contraparte representa el
segundo intervalo contingente corto DB; la premisa inferior representa el intervalo
contingente corto BC, y la segunda premisa inferior representa el intervalo contingente
corto EC. Hay dos largos intervalos finales, ambos necesarios para completar la figura y
también para completar el silogismo formado sobre la base de la figura. El curso del
primer intervalo largo es evidente, es decir, mediado por el término medio B. Pero,
¿cómo está mediado el segundo intervalo largo? La teoría binaria aplicada a este caso de
figura sugiere la mediación por el término medio E.
Antes de pasar a los contraejemplos empleados por Aristóteles para demostrar que no
hay más silogismos además de los ya demostrados, cabe preguntarse si una distinción
entre lo óntico y lo modal debería ser parte de la lógica de los silogismos. Si
comenzamos con la realidad —como parece hacer Aristóteles al establecer paradigmas
de figuras— podemos suponer que Aristóteles no supone que una posición de realidad
implique la presencia de necesidad; por otra parte, supone que una posición de necesidad
implica una posición de actualidad; hace una suposición análoga respecto de la
contingencia y la actualidad. Y, sin embargo, está claro que una postura de actualidad no
es coherente con una postura de contingencia. Es posible sostener que tanto encanecer
como mantener el color del cabello son contingentes a pertenecer a Fred. La actualidad
simultánea de ambas contingencias no es posible. Por lo tanto, es posible que exista la
contingencia de A por B y también es posible que exista la contingencia de D por B.
Surge una pregunta paralela con respecto a la necesidad, a saber, si es posible
sostener que el límite A es necesario para B aunque no esté implícito que A realmente
pertenezca a B. Ejemplos plausibles respaldan la sugerencia. La nueva casa de mi vecino
depende de los cimientos necesarios para ella, aunque aún no se haya construido una
casa.
Quedan dos cuestiones por discutir para concluir este documento. El primero trata
sobre contraejemplos y el segundo y último, sobre la reducción a lo imposible.
Respecto al primero, Juan Filópono se queja de que Aristóteles a veces no hace un buen
trabajo al exponer los términos y sus relaciones al mostrar que un silogismo no es
posible. La pregunta apropiada para este artículo es si Aristóteles habría utilizado un
30 R.Bosley
diagrama al exponer su argumento o habría preferido formar premisas que dejen claro
que no se puede formar ningún silogismo por medio de tales premisas. Los primeros
ejemplos aparecen en I.4 de [4] después de que Aristóteles haya demostrado cómo los
términos e intervalos de la primera figura hacen posibles los silogismos; en I.4; 26a2ff
establece términos e intervalos para mostrar cuándo no hay una cifra suficiente para la
formación de un silogismo. El escribe:
Pero si el primer intervalo sigue al término medio pero si el límite medio no pertenece a ninguno de
los límites extremos, no habrá silogismo de los términos extremos; porque nada necesario resulta en
virtud de estos límites e intervalos; porque es posible que el primer límite pertenezca tanto al todo
como a ninguno; pero cuando de ellos no surge nada necesario, no habrá silogismo. [4, 26a2–8]

Es evidente que, al mismo tiempo que Aristóteles expone su argumento, no está


formando un silogismo; más bien debe estar dibujando un diagrama para mostrar por qué
no puede haber un silogismo. Para hacer obvio su punto, probablemente mencione
términos en un diagrama esbozado con indicaciones de límites e intervalos. ¿Cómo se ve
entonces un diagrama de este tipo cuando en él se indican términos ejemplares? Es
probable que dibuje dos intervalos; el primero se trazaría de A a B; tal vez podamos
adivinar cómo se vería el segundo basándose en su ejemplo.
Escribe, “términos de pertenencia al todo: animal-humano-caballo; de no pertenecer a
nadie: animal-humano-piedra”. Dado que Aristóteles defiende el principio de que los
silogismos se forman sobre la base de una figura que consta de tres términos y dos
intervalos, no tiene medios adecuados para producir un diagrama mediante el cual quede
claro que no se forma ninguna figura que sea suficiente para un silogismo.
Aunque para Filopono está claro (ver su comentario [3, 76.1–76.24]) que Aristóteles
está tratando con términos y no con premisas, el comentarista no diagnostica el fracaso
de Aristóteles a la hora de trazar una figura mediante un diagrama lo suficientemente
claro como para persuadirnos de que existe un diagrama deficiente o excesivo para
diagramar. una figura, una figura que en sí misma sería adecuada para la formación de un
silogismo.
El último tema que se abordará en este artículo es la explicación de Aristóteles sobre
la reducción a lo imposible. El Libro II de los Análisis Previos aborda temas que parecen
implicar que no existe una correspondencia perfecta entre un silogismo y su estructura
subyacente de términos y sus relaciones. La explicación que hace Aristóteles de un
silogismo con premisas falsas y una conclusión verdadera implica la ausencia de una
correspondencia perfecta; Por lo tanto, tal silogismo no es un silogismo demostrativo,
sino que debería llamarse hipotético.
Hay varias preguntas y dificultades que surgen al emprender un examen de la
explicación de Aristóteles sobre la reducción a lo imposible. La primera pregunta (1) es
exactamente qué es un silogismo por lo imposible; una segunda pregunta (2) es cuál es el
papel de la reducción a lo imposible para completar el proyecto silogístico; una tercera
cuestión (3) es cómo es posible presentar lo imposible dentro del proyecto general de la
silogística. La cuarta pregunta (4), finalmente, es si existen dos formas de resolver la
imposibilidad mostrada en un diagrama de reducción.
Aristóteles abre su discusión sobre un silogismo por o a través de lo imposible de la
siguiente manera:
Entonces queda claro qué es la conversión y cómo [se efectúa], dependiendo de cada figura, y qué
silogismo llega a ser. [4, II.11; 61a17-18]
(Comentario. Un par de premisas depende, por ejemplo, de la segunda figura; se requiere
la aplicación de la conversión para transformar un par de premisas de la segunda figura
en las premisas de un silogismo completo formado en la primera figura. En algunas
partes de este artículo se ha demostrado cómo pueden existir silogismos algunos de los
cuales dependen totalmente de la segunda figura y otros de la tercera, aún no está claro
La geometría de los diagramas y la lógica de los silogismos 31
cómo debemos entender la reducción a lo imposible si el procedimiento implica que
existen silogismos. que dependen totalmente de la segunda y tercera figuras. Aristóteles
escribe :)
Entonces, qué es la conversión y cómo en cada figura y qué silogismo llega a ser, está claro. [ 4,II.
61a17-25]

(Comentario. El comentario resumido de Aristóteles deja sin respuesta la pregunta de


cuándo y cómo se forma un silogismo en la segunda o en la tercera figura. Cuando
dejamos el primer libro, no teníamos ninguna razón sobre cómo se habían formado los
silogismos completos en la segunda). y las terceras figuras. Pero sobre un silogismo de lo
imposible escribe Aristóteles:)
Ahora bien, el silogismo por lo imposible se demuestra cuando se ha expuesto lo contradictorio de su
conclusión y se toma además otra premisa; [tales silogismos llegan a depender, respectivamente, de]
todas las figuras: porque [el procedimiento] es como la conversión, aunque difiere en la medida en
que [la conclusión] del silogismo que ha llegado a ser y de ambos premisas que se han asumido, se
reduce a lo imposible no en virtud del hecho de que antes se haya acordado lo contrario, sino más
bien porque es evidente que es verdad. Y los términos están dispuestos de manera similar en ambas
[figuras]. Por ejemplo, si el límite A pertenece a la totalidad del límite B, y el límite C es el medio y
si el límite A se establece que no pertenece a la totalidad o a ninguna parte del límite B sino a la
totalidad del límite C. [4, II.11; 61a17-25]

La primera pregunta planteada anteriormente se responde de esta manera: un


silogismo por lo imposible es un silogismo que se demuestra con la ayuda de un segundo
silogismo, cuya premisa es contraria o contradictoria de la conclusión del primer
silogismo; una premisa del primer silogismo se copia en el marco del segundo silogismo.
Surge una conclusión que está aparentemente en conflicto con una de las premisas del
silogismo original. Algún polemista en la discusión, que sostiene esa premisa, puede
encontrar intolerable la conclusión de un silogismo de reducción y, por lo tanto, respalda
la conclusión del silogismo original.
Aristóteles contrasta dos procedimientos para generar un segundo silogismo: así
como la conversión de una premisa (parte de un par de premisas en la segunda o en la
tercera figura) da como resultado un silogismo construido sobre la primera figura, la
reducción a lo imposible da como resultado un segundo silogismo que se basa en la
primera figura (como señala Aristóteles en I.7), cuya premisa es inconsistente con la
conclusión del segundo silogismo.
Pero los dos procedimientos difieren en este sentido: la conversión comienza con un
silogismo ya acordado; La reducción a lo imposible es diferente. Porque no se acuerda la
conclusión del primer silogismo; el segundo silogismo se construye a partir de la
negación de la conclusión del primer silogismo. Porque, al construir el segundo
silogismo, se supone que la conclusión del primer silogismo no ha sido probada (o no es
evidente para quienes discuten entre sí). Además, una premisa adicional para el segundo
silogismo se copia de una premisa del primer silogismo. La conclusión del segundo
silogismo entra en conflicto con una premisa que ayuda a componer el primer silogismo,
una premisa que quienes discuten consideran verdadera, como se acaba de sugerir.
Insecto. 12 Aristóteles observa que todas las proyecciones de la primera figura se
prueban mediante lo imposible; toda la proyección afirmativa basada en la primera cifra
no es
32 R.Bosley
probado por lo imposible [4, II.12; 62a20–22]. Si dibujamos un diagrama adecuado, es
posible sugerir una razón por la cual Aristóteles piensa que la reducción a lo imposible
no es posible con respecto a la primera figura. Considere el siguiente par de diagramas:

Un diagrama de una primera figura que falta prueba Un diagrama de una reducción a lo imposible

De los diagramas anteriores se desprende claramente que el diagrama de reducción


plantea la negación del largo intervalo final trazado en el primer diagrama: esa negación
se lee desde el largo intervalo desde D hasta parte del límite C. Este primer paso no es
problemático para Aristóteles. . Luego copiamos el intervalo indicado por la premisa
menor en el diagrama de reducción. El intervalo y sus términos arrojan una conclusión
según la cual el límite D pertenece a alguna parte del término medio B. Se supone
comúnmente que si se niega el intervalo mayor AB, y si asumimos que la negación no
está implícita en el intervalo pero en la premisa “AB”, se sigue que el enunciado de la
negación produce: “Entonces D pertenece a algún B”. Pero esto no puede ser así, puesto
que ningún término superior pertenece a una parte del término medio, cuando en
absoluto pertenece. Por otro lado, si negáramos una premisa mayor debido a la
cuantificación universal, consideraríamos que la premisa mayor resultante sería
"Entonces D pertenece a algún B". Pero el término medio no está cuantificado ni
universalizado. Por lo tanto, los diagramas deben emparejarse de la siguiente manera:
ADAD

SER B*mi

c*C(1)
Un diagrama de una primera figura que falta prueba Un diagrama de la tercera figura

El segundo diagrama no es parte del proceso de reducción a lo imposible, un proceso


al servicio de probar la validez del diagrama de la izquierda y, por tanto, de probar la
validez de un silogismo formado sobre la base de la figura. El error de Aristóteles tal vez
sea evidente: si queremos mostrar la necesidad del largo intervalo AC para completar
tanto la figura como el silogismo formado sobre la base de la figura, debemos postular lo
contrario del largo intervalo final AC. Cuando lo hacemos, formamos los siguientes
pares de diagramas:
ADAD

bebe

C*C(1)
Un diagrama de una primera figura que falta prueba Un diagrama que muestra lo imposible

La cuestión no es continuar la formación silogística como para completar una


demostración de imposibilidad. Un silogismo en sí no está definido para esa tarea; la
tarea recae más bien en

dibujo de esquemas que, al mismo tiempo, no pretenden presentar lo imposible enterrado


La geometría de los diagramas y la lógica de los silogismos 33
en su figura. Lo que necesitamos es lo que nos ofrece el segundo diagrama justo arriba,
despojado de cualquier presunción de revelar la situación real dentro de una figura
silogística. Ninguna parte del término inferior puede caer bajo las dos indicaciones
superiores de los términos superiores.
La última pregunta que tenemos ante nosotros es si hay dos maneras de resolver la
imposibilidad. Con la resolución del prefijo negativo 'im' respondo afirmativamente y de
la siguiente manera. Cuando la imposibilidad se hace evidente sobre la base de un
diagrama, la facultad del intelecto puede regresar a sí misma con una aparente necesidad
de resolver la imposibilidad ya sea por deficiencia o por exceso. La resolución de lo
imposible se abre por dos caminos: corregir las deficiencias toma un camino y plantea la
posibilidad; corregir el exceso toma el otro y plantea la necesidad del silogismo. La
necesidad es una necesidad hipotética con su sujeto como figura en discusión. Pero lo
que se demuestra con una necesidad hipotética no es la necesidad relativa de un intervalo
final con respecto a los demás intervalos descritos por el diagrama; ni se prueba la
necesidad relativa de la conclusión en relación con sus premisas.
Es tentador pensar que la elección entre dos cursos de resolución depende de la
estructura de los dos tipos de diagramas: el primero traza un intervalo largo como
conclusión y los dos segundos trazan intervalos cortos como conclusiones. Si un
diagrama de reducción muestra la imposibilidad con respecto al esbozo de un silogismo,
la resolución de lo imposible se abre por dos caminos, como se sugirió anteriormente: la
corrección de la deficiencia tiene lugar en un camino y escribe "posibilidad" debajo del
silogismo proyectado; corregir el exceso toma el otro y plantea la necesidad del
silogismo. La modalidad es la necesidad y su tema es el silogismo en cuestión. Si un
diagrama de reducción muestra más bien la posibilidad de esbozar un silogismo, el
diagrama en cuestión es en sí mismo posible pero no suficiente para la construcción de
un silogismo.
Al comienzo del artículo sostuve que la formación de un silogismo demostrativo no
debería depender de la conversión o la contraposición de las premisas de un silogismo
futuro. El artículo ha demostrado cómo se pueden completar los silogismos sin invocar
conversión ni contraposición. El refuerzo se proporciona mediante diagramas. Espero
que haya quedado claro en qué se diferencian los diagramas de Sophie y los diagramas
de Venn: en virtud de la superposición, un diagrama de Venn niega el papel de los
intervalos que mantienen separada la representación de los términos. Un diagrama de
Sophie, por otro lado, deja espacio para todas las partes.

Referencias
1. Alejandro de Afrodisias: comentario sobre los análisis previos de Aristóteles. Wallies, M. (ed.).
Berlín (1883) (CAG II.1)
2. Patzig, G.: Die Aristotelische Syllogistik. Vandenhoeck y Ruprecht, Goettingen (1963)
3. Philoponus, J.: Comentario sobre los análisis previos de Aristóteles. Wallies, M. (ed.). Berlín (1905)
(CAG XIII.2)
4. Ross, WD: Análisis previo y posterior de Aristóteles, texto revisado con introducción y comentario.
Clarendon, Oxford (1949)
R. Bosley (B)
Profesor Emérito, Departamento de Filosofía, Universidad de Alberta, 2-40 Assiniboia Hall,
Edmonton, AB T6G 2E7, Canadá
correo electrónico:rbosley@ualberta.ca
Un cálculo esquemático de silogismos

Ruggero Pagnan

AbstractoSe introduce y discute un cálculo esquemático de silogismos, de modo que un


silogismo es válido si y sólo si su conclusión se sigue de sus premisas mediante el
cálculo. El cálculo en cuestión permite recuperar fácilmente las reglas tradicionales del
silogismo y las leyes del cuadrado de oposición. Además, se extiende a silogismos de n
términos y a silogismos con términos complementados. En este sentido, se trata una
comparación con la notación especicular de De Morgan.

Palabras claveSilogismo · Diagrama silogístico · Inferencia silogística

Clasificación de materias de matemáticas03B65

1 Introducción

En este artículo pretendemos la descripción ampliada de un formalismo esquemático que


sustenta un cálculo para el razonamiento silogístico. Más precisamente, introducimos
representaciones lineales esquemáticas adecuadas de las proposiciones categóricas
aristotélicas fundamentales y mostramos que están cerradas bajo el canon silogístico de
inferencia que es la eliminación del término medio, tan peculiarmente implementado
para permitir que el formalismo incorpore simultáneamente una apariencia gráfica y una
naturaleza algebraica. Demostramos que un silogismo es válido si y sólo si su conclusión
se sigue de sus premisas mediante cálculo. Una característica del cálculo en cuestión es
que es ingenuamente algorítmico, lo que significa que no se necesita ningún
conocimiento específico o habilidad particular para comprenderlo y utilizarlo. También
apoya un criterio para el rechazo de los silogismos inválidos sobre cuya base es posible
recuperar fácilmente las reglas tradicionales del silogismo. Además, también permite
recuperar las leyes del cuadrado de oposición. Todos estos hechos se muestran en la
Sección.3. En Sectas.4 y5mostramos que el cálculo se extiende a silogismos de n
términos y a silogismos con términos complementados, respectivamente. Insecto.4 Se
vuelve a obtener el conocido resultado de que el número de silogismos válidos de n
términos es 3n2 - n, ver [9]. Insecto.5una comparación con la notación especicular de De
Morgan, ver [2], es tratado.
Señalamos que existen otros formalismos esquemáticos lineales para el razonamiento
silogístico, en particular [12] y [3] pero mira [7]. 3
3
34 R. Pagan
A. Moktefi, S.-J. Shin (eds.), Razonamiento visual con diagramas, Estudios de lógica universal, DOI
10.1007/978-3-0348-0600-8_3, © Springer Basilea 2013

2 Preliminares sobre silogística

Recordamos aquí algunos hechos bien conocidos sobre la silogística en su forma


tradicional. Al hacer esto, introduciremos parte de la terminología y notaciones que
resultarán útiles en la continuación del artículo. Para más detalles sobre el tema, el lector
puede consultar [8], Por ejemplo.
Desde Aristóteles, la silogística se basa en las siguientes proposiciones categóricas:

AXY:AllX es Y (universal afirmativo)


miXY:NoX es Y (negativo universal)
IXY: Alguna X es Y (particularmente afirmativa)
ohXY: Alguna X no es Y (particularmente negativa)

en el cual, las letras X e Y denotan expresiones significativas del lenguaje natural, es


decir, términos, y se denominarán términos-variables. Específicamente, el término
variable X es el sujeto mientras que el término variable Y es el predicado de la
proposición considerada. Un silogismo es una forma de argumento que involucra tres
proposiciones categóricas que se distinguen al referirse a ellas como primera premisa,
segunda premisa y conclusión. Más precisamente, un silogismo involucra exactamente
tres términos-variables S, P y M de la siguiente manera: M ocurre en ambas premisas y
no ocurre en la conclusión, mientras que P ocurre en la primera premisa y S ocurre en la
segunda premisa. Los términos variables S y P aparecen como sujeto y predicado de la
conclusión, respectivamente, y también se denominan término menor y término mayor
del silogismo, mientras que M también se denomina término medio.

Observación 2.1A lo que nos referimos como silogismos son silogismos tradicionales en
la terminología de [8], donde se puede encontrar una discusión detallada de la diferencia
entre esta noción y la de silogismo aristotélico. Tal diferencia no afectará el presente
tratamiento. Sólo mencionamos que según [8], un silogismo aristotélico es una
proposición del tipo “Si A y B, entonces C”, mientras que un silogismo tradicional es
una forma argumentativa con dos premisas y una conclusión como “A, B luego C”, que
en su totalidad no formar una proposición compuesta. Así, mientras que un silogismo
aristotélico puede ser verdadero o falso, un silogismo tradicional puede ser válido o no.
Sin embargo, hay que decir que algunos autores cuestionan la consideración de un
silogismo como una proposición, ver [1] por ejemplo, y que en general la noción de
silogismo aún merece ser debatida. Se invita al lector interesado a consultar [11].

El modo de un silogismo es la secuencia de los tipos de proposiciones categóricas por


las que está formado. La figura de un silogismo es la posición de las variables de término
S, P y M en él. Hay cuatro figuras posibles como se muestra en la tabla.1y un silogismo
está completamente determinado por su modo y por su figura juntos.

Observación 2.2Sin duda las tres primeras cifras del cuadro1fueron introducidos por
Aristóteles. Respecto a la polémica sobre quién introdujo el cuarto, mencionamos que
según [8] Aristóteles era completamente consciente de su existencia y de todos los
35 R. Pagan
modos silogísticos válidos para él, ver Tablas2 y3abajo.

tabla 1Figuras de los Figur


Figura 1 Figura 2 Fig. 3
silogismos a4
primera premisa diputado PM diputado PM
segunda premisa SM SM EM EM
conclusión SP SP SP SP

Escribimos silogismos para que su modo y figura puedan recuperarse rápidamente,


dejando también que el símbolo |= separe las premisas de la conclusión, como en
ADIPUTADO,ASM= áspid
por ejemplo, donde se puede reconocer de izquierda a derecha la primera premisa, la
segunda premisa y la conclusión, el modo que es AAA y la figura que es la primera.
Mesas2 y3Enumere los silogismos que se sabe que son válidos desde Aristóteles. Son 24
en total, divididos en 15 más 9, siendo estos últimos aquellos silogismos que también se
dicen fortalecidos, es decir válidos bajo importación existencial, que es el supuesto
explícito de existencia de algún S, M o P, como se indicó.

3 El calculo
En esta sección presentamos un cálculo esquemático en base al cual, los silogismos
válidos enumerados en las Tablas2y3resultarán ser exactamente aquellos cuya
conclusión se sigue mediante cálculo.
A cada proposición categórica asociamos las representaciones esquemáticas

xaXY^YX^XY^Y ----------------------

X^'•--------------YYX ^---------------• OXI- • ^-------Y


para ser leído correspondientemente. De ahora en adelante nos referiremos
colectivamente a ellos como diagramas silogísticos. Pensamos en cada diagrama
silogístico como en una cópula abstracta, es decir
[...] un modo formal de unir dos términos que no tiene significado y no obedece a ninguna ley
excepto la que es apenas necesaria para que se sigan las formas de inferencia.

citando de [2].
Se pueden concatenar y reducir dos o más diagramas silogísticos, si es posible,
componiendo formalmente dos o más símbolos de flecha consecutivos y orientados en
consecuencia.

Tabla 2Los silogismos válidos


Figura 1 Figura 2 Fig. 3 Figura 4

Adiputado,ASM = ASP mi
PM,ASM = mi
SP Idiputado,AEM = ISP APM,miEM = mi
SP

= = = =
= = = =
mi
diputado,ASM mi
SP APM,miSM mi
SP Adiputado,IEM ISP IPM,AEM ISP

= = =
Adiputado,ISM ISP mi
PM,ISM 0
SP 0
diputado,AEM 0
SP mi
PM,IEM 0
SP
mi
diputado,ISM 0
SP APM,0SM 0
SP mi
diputado,IEM 0
SP
36 R. Pagan

Tabla 3Los silogismos reforzados válidos

Figura 1 Figura 2 Fig. 3 Figura 4 Suposición


existe algún S
Adiputado,ASM =ISP APM,miSM |= ohSP APM,miEM = ohSP existe algún S

midiputado,ASM = oh miPM,ASM |= ohSP Adiputado,AEM = ISP


=
existe algún M
existe algún M
=
miPM,AEM ohSP
SP

=
midiputado,AEM ohS existe algún P
P existe algún P
APM,AEM ISP

separados por un único término-variable, eliminándolo así. A esta reducción la


llamaremos en adelante inferencia silogística. Mediante inferencias silogísticas, los
diagramas silogísticos pueden utilizarse para verificar la validez de los silogismos. Esto
se obtiene utilizando tres diagramas silogísticos, como primera premisa, segunda premisa
y conclusión del silogismo, que involucran tres términos-variables distinguidos,
denotados S, M y P, de tal manera que M ocurre tanto en el silogismo como en el
silogismo. diagramas en las premisas y no en la conclusión, mientras que S y P ocurren
tanto en la conclusión como en las premisas. Siguiendo la tradición, P aparecerá en la
primera premisa mientras que S en la segunda. Demostraremos que un silogismo es
válido si y sólo si existe una inferencia silogística a partir de la concatenación de los
diagramas silogísticos en las premisas hasta el diagrama silogístico que es la conclusión.
Las inferencias silogísticas se representarán mediante diagramas planos rellenados con el
símbolo |= al revés, para subrayar explícitamente el hecho de que la noción de inferencia
silogística es dirigida. Así, por ejemplo, la inferencia silogística asociada al silogismo

______>miS9METRO^________METRO<UnPM
S
I
S miSP

válido A pm, Esm = Esp es


P (1)
A
G
mientras que el silogismo Opm, Ems = Isp no es válido ya que su conclusión no puede
obtenerse mediante inferencia silogística, como se muestra en el diagrama.
miE METRO
S M P (2)
------------>, .2^ ._---------------
A
S G
ISP
en el que no se puede calcular ninguna composición formal para eliminar el término
medio M.

Observación 3.1Verificar la validez de los silogismos mediante inferencias silogísticas es


un procedimiento algorítmico ingenuo como mencionamos en la Sección. 1. Esto se
diferencia del empleo informal de los diagramas de Venn para el mismo propósito,
debido a la habilidad necesaria que se requiere del usuario para leer el diagrama y sacar
la conclusión de los diagramas de las premisas. El paso crucial consiste en comprender si
el primero está “contenido” en el segundo o no. El razonamiento formal con diagramas
de Venn se trata en [5] y [10].
El diagrama silogístico que es la conclusión de una inferencia silogística contiene
tantos símbolos de viñetas como diagramas silogísticos de las premisas. Este hecho
resulta útil para demostrar que un silogismo no es válido. Entonces, sin dibujar el
Un cálculo esquemático de silogismos 37
diagrama (2), el
38 R. Pagan

Tabla 3Los silogismos reforzados válidos


Se puede decir inmediatamente que el silogismo en consideración no es válido ya que un
solo símbolo de viñeta aparece en la conclusión, mientras que tres de ellos aparecen en
las premisas. Sin embargo, este criterio no siempre se aplica. Basta considerar la
inferencia silogística
MEDE Idiputado
S •* METRO-s • P
t A
S » • * „• G
OPS

en el que aparecen tantos símbolos de viñeta en las premisas como en la conclusión y no


corresponde a ningún silogismo válido, coherentemente con (3) en Observación 3.5a
continuación, ya que en el diagrama de conclusión los roles de S y P se han
intercambiado ilícitamente. De todos modos, mediante la aplicación de reglas de
reducción adecuadas, ya conocidas por Aristóteles, concretamente mediante el
intercambio del orden de las premisas y por simple conversión de las mismas, véase el
final de la Secc.4, para dejar que P se convierta ahora en el término menor y S en el
término mayor, la inferencia silogística anterior se puede transformar en la del silogismo
válido de primera figura Ems, I pm |= OPS.
Los silogismos inválidos pueden rechazarse con los diagramas lineales en [3] también,
pero por el hecho de que hay que recorrerlos todos, como se explica allí.

El siguiente lema enumera las concatenaciones de pares de diagramas silogísticos que


producen un diagrama silogístico a través de una inferencia silogística.

Lema 3.2Una inferencia silogística aplicada a una concatenación de dos diagramas


silogísticos produce un diagrama silogístico exactamente en los siguientes casos:
(i) S^ M ^ P
(ii) S^ • ^ M ^ P
(iii) S^ M ^ • ^ P
(iv) S<- M ^ • ^ P
(v) S^ • ^ M ^ P
(vi) S^•^M ^•^P
(vii) S<-M ^•^•^ PAG
(viii) S^•^•^ METRO <- PAG

PruebaClaramente, la inferencia silogística se aplica a cada uno de los diagramas


enumerados en el enunciado y, al hacer desaparecer M, se obtiene un diagrama
silogístico que involucra sólo a S y P, como conclusión. Por el contrario, teniendo en
cuenta también Observación 3.1, procedemos por casos:
(a) la única manera de obtener S ^ P como conclusión de una inferencia silogística es
mediante (i), ya que no se permite que aparezca ningún símbolo de viñeta en la
conclusión.
(b) la única manera de obtener S ^ • ^ P como conclusión de una inferencia silogística es
mediante (ii) o (iii), ya que en la conclusión debe aparecer exactamente un símbolo de
viñeta con dos símbolos de flecha convergiendo hacia él.
(c) de manera similar, la única manera de obtener S ^ • ^ P como conclusión de una
inferencia silogística es mediante (iv) o (v), ya que debe aparecer exactamente un
símbolo de viñeta en la conclusión con dos símbolos de flecha divergiendo de él.
(d) la única manera de obtener S ^•^•^ Pcomo conclusión de una inferencia silogística es
por (vi), (vii) o (viii), ya que en la conclusión deben aparecer exactamente dos
Un cálculo esquemático de silogismos 39
símbolos de viñeta, junto con tres símbolos de flecha alternos. □
R. Pagan
Notación 3.3De ahora en adelante, la concatenación de diagramas silogísticos se
denotará por ^ y las inferencias silogísticas también se escribirán en línea, de modo que
por ejemplo la inferencia silogística representada por el diagrama (1) también se escribirá

(APM) ^miSM)1=(miSP)

El siguiente teorema muestra que los silogismos de la tabla2son exactamente aquellos


que son válidos por el método de inferencia silogística.

Teorema 3.4Un silogismo es válido si y sólo si existe unainferencia silogística


(necesariamente única) desde sus premisas hasta su conclusión.

PruebaPor un lado, basta con construir explícitamente una inferencia silogística para
cada uno de los silogismos de la tabla2, como sigue:
Figura 1:

(
ADIPUTADO)^ASM}= (A sp) (E mp)^ a sm) = (Esp)
( AMP)^ I sm) = (1 I sp) ( Emp)^ I sm) = (Osp)
Figura 2:

(miPM) ^ASM)= (Esp) (Apm)^ Esm) = (Esp) (E pm)0( I


sm) = (Osp) (A pmM Osm) = (Osp)
Figura 3:

(IMp)i(AEM)= (Yo sp)


(
Aparlamentario)$(IEM)= (Yo sp)
(ohDIPUTADO)A(AEM)= (Osp)
(miP.F.) ^IEM)= (Osp)
Figura 4:

(A.M.)^miEM)= (Esp)
(IPM)0(AEM)= (Yo sp)
(miPM)^IEM)= (Osp)
Por otro lado, basta con construir inferencias silogísticas para una conclusión posible
dada.
- Por Lema 3.2 (i), la única forma de obtener Asp como conclusión está representada por
la
diagrama
S------MPP---
IITII
S-----------------PÁGINAS
Un cálculo esquemático de silogismos
que corresponde exactamente a la inferencia silogística
(ADIPUTADO)B(ASM)1= (Áspide)
validando el estado de ánimo AAA en la primera figura.
- Por Lema 3.2 (ii) y (iii), las únicas formas de obtener Esp como conclusión, están
representadas por los dos diagramas
S• • <MPS----------------------------------- P
-------MILÍMETRO-----------• • A
II t IIII t G
S------•----------------------PD------------------------•
El extremo izquierdo se puede leer como la inferencia silogística (A pm)0( Esm) =
(Esp)
o
(APM) ^miEM)= (Esp)
los cuales validan el estado de ánimo AEE en la segunda y cuarta figura,
respectivamente. El extremo derecho puede leerse como la inferencia silogística
(miDIPUTADO)0(ASM)= (Esp)
o
(miPM) ^ASM)= (Esp)
los cuales validan el estado de ánimo EAE en la primera y segunda figura,
respectivamente.
- Por Lema 3.2 (iv) y (v), las únicas formas de obtener Isp como conclusión están
representadas por los dos diagramas
S ^—M^-------- PD^ • MPP
I t II-II t II
I PD•PAG
S
El extremo izquierdo se puede leer como la inferencia silogística (I mp)))( A ms) = (I
sp)
o
(
IPM) ^AEM)= (Yo sp)
los cuales validan el estado de ánimo IAI en la tercera y cuarta figura,
respectivamente. El extremo derecho puede leerse como la inferencia silogística
(ADIPUTADOMETROISM)= (Yo sp)
o
(AP.F.) ^IEM)= (Yo sp)
que validan el estado de ánimo AII en la primera y tercera cifra, respectivamente.
- Por Lema 3.2 (vi), (vii) y (viii), las únicas formas de obtener Osp como conclusión
están representadas por los tres diagramas
S <----•-------MILÍMETRO P
A
G
R. Pagan
II I
S <----•--------------
Un cálculo esquemático de silogismos
SM ^-------------•>^- - ------------PAG
IIIII
S ^----------------•>•*- ------------PAG
S-------•>• *- ------------M^P-----
III
S ^- - - -•^* ^- ----------------------PAG
La primera puede leerse como cualquiera de las inferencias silogísticas.
(
miDIPUTADO)^(ISM)1= (Osp) (E pm)$( I sm) = (Osp)
(E mp)$( I ms) = (Osp) (Epm)^ I ms) = (Osp)
que validan el estado de ánimo EIO en todas las figuras. La segunda puede leerse
como la inferencia silogística.
(ohDIPUTADO)PSAEM)= (Osp)
que valida el estado de ánimo OAO en la tercera figura. La tercera puede leerse como
la inferencia silogística.
(APM)^ohSM)= (Osp)
validando el estado de ánimo AOOen la segunda figura. □

Observación 3.5Después del teorema 3.4, es un ejercicio fácil leer las conocidas reglas
del silogismo de la lista del Lema3.2.
(1) De dos premisas negativas no se puede inferir nada.
(2) De dos premisas particulares no se puede inferir nada.
(3) Si la primera premisa de un silogismo es particular, mientras que la segunda premisa
es negativa, entonces no se puede inferir nada.
(4) Si una premisa es particular, entonces la conclusión es particular.
(5) La conclusión de un silogismo es negativa si y sólo si lo es una de sus premisas.

Para cada término-variable X, ejemplos particularmente interesantes de diagramas


silogísticos son los siguientes:
mi
XA- -XX XX X

X
1X
X-X X•- -----°X• X
que debe leerse correspondientemente como
AXX: Todo X es X
miXX: Ningún X es X Ixx : Algunos X son X OXX:
Algunos X no son X
Los diagramas A xx y I xx representan las leyes de identidad. El diagrama I xx en
particular representa la importancia existencial, mientras que el diagrama EXX afirma el
vacío de X. Nosotros miramos a
diagrama Oxx como expresión de contradicción, por razones que serán ilustradas más
claramente por la Proposición3.8.
Teorema3.4se extiende para comprender los silogismos de la tabla3, teniendo en
cuenta las importaciones existenciales de las formas Iss , I mm , I pp . El primer paso en
esa dirección es el Lema.3.6abajo.
R. Pagan
Lema 3.6Una inferencia silogística aplicada a una concatenación de dos diagramas
silogísticos y una importación existencial produce un diagrama silogístico exactamente
en los siguientes casos:
(i) S^•^ S^M^P
(ii) S^ M ^•^ M ^ P
(iii) S^ M ^ P ^•^ P
(iv) S^•^ S^ M ^•^ P
(v) S^•^ S ^•^M <- PAG
(vi) S<- M ^•^ M ^•^ P

PruebaPor un lado, está claro que la inferencia silogística se aplica a los diagramas
enumerados en el enunciado y, al hacer desaparecer M, se obtiene un diagrama
silogístico que involucra sólo a S y P como conclusión. Por otro lado, teniendo también
en cuenta Observación 3.1, procedemos por casos:
(a) No hay forma de obtener S ^ P como conclusión de una inferencia silogística bajo
cualquier importación existencial de la forma I ss, I mm o I pp, debido a la presencia
de un símbolo de viñeta indeleble en cualquiera de ellas.
(b) No hay forma de obtener S ^ • ^ P como conclusión de una inferencia silogística bajo
cualquier importación existencial de la forma I ss , I mm o I pp, debido a la presencia
de un símbolo de viñeta indeleble en cualquiera de estos, junto con dos morfismos
que divergen de él.
(c) Las únicas formas de obtener S ^ • ^ P como conclusión de una inferencia silogística,
bajo cualquier importación existencial de la forma I ss, I mm o I pp, es mediante (i),
(ii) o (iii), ya que En la conclusión debe aparecer exactamente un símbolo de viñeta
junto con dos morfismos que divergen de él.
(d) No hay manera de obtener S ^•^•^ P como conclusión de una inferencia silogística
bajo la importación existencial Ipp, ya que tal suposición necesariamente produce
una conclusión como S • • • • ^ P que de ninguna manera puede ser S ^ •^•^ P. Las
únicas formas de obtener S ^•^•^ P como conclusión de una inferencia silogística,
bajo cualquier importación existencial de las formas I ss o I mm, es por (iv), (v) o
(vi), ya que deben aparecer exactamente dos símbolos de viñeta en la conclusión,
junto con tres morfismos alternos. □

(e) orema 3.7Un silogismo con significado existencial es válido si y sólo si hay una
inferencia silogística desde sus premisas hasta su conclusión..

PruebaPor un lado, basta con construir explícitamente una inferencia silogística


adecuada para cada uno de los silogismos de la tabla3, como sigue:
Figure 1:
(
Un diputado)^(ASMWISS)1= (ISp)
(
miMP)S(ASM)i(ISS)= (OSp)
Figure 2:

(AAPM)^(miM)^ISS)1= (0 velocidades)
(
miPM)^ASMMETROISS)= (0 sp)
Figure 3:

(ADIPUTADO)^(IMM)^AEM)= (Yo sp)


Un cálculo esquemático de silogismos

(miDIPUTADO)B(IMILÍMETROS)^AEM)= (0 sp)
Figure 4:
(A
PMMETROmiEM)PSISS)= (0 sp)
(miPM)^IMILÍMETROS)^AEM)= (0 sp)
(IPÁGINAS)^(APMMETROAEM)= (Yo sp)
Por otro lado, basta con construir una inferencia silogística para una posible conclusión
dada, teniendo en cuenta las importaciones existenciales.
Debido a los puntos (a) y (b) en la prueba del Lema3.6, no hay manera de obtener los
diagramas silogísticos Asp y Esp como conclusión de una inferencia silogística bajo
ninguna importación existencial.
- Por Lema3.6(i), (ii), (iii), las únicas formas de obtener la conclusión Isp bajo la
importación existencial I ss, I mm o I pp están representadas por los tres diagramas
S^ ---• -^S II ^ M— -^
II PAG
S ^ --- II
S^ —M^ - -• -^M— PAG
II t II
S^ — - -• — -*
S^ —M^- - PAG- - - -• — PAG
PAG
II t II
S^ — - - -• — -^
que de arriba a abajo pueden leerse como las inferencias silogísticas
Mp)i(A SMMETROISS)=
(A
(Yo sp)
(AMp)i(IMILÍMETROS)0(AEM)= (Yo sp)
(
IPP)^(A PM)MAEM)= (Yo sp)
respectivamente, validando el estado de ánimo AAI en la primera, tercera y cuarta
figura.
- Por Lema3.6(iv), (v), (vi), las únicas formas de obtener la conclusión 0sp es bajo la
importación existencial I ss o I mm , como se representa en los tres diagramas.
S ^-----•-------SS-----MILÍMETRO------•• ^P
II t II
S <-----•» • *----------------------------------PAG
S•--------------SS•• M^P--------------------
II t II
S <-----•* • <---------------------------------PAG
R. Pagan
SI M M P
I
S E E A
T T G
el primero de los cuales puede
R leerse como la inferencia
R II
silogística P
(O O A
midiputado^iiASM)^(ISS)1=
G
(ohSP)
o
miPM)#(ASMMETROISS)=
(

(Osp)
que validan el estado de ánimo EAO en la primera y segunda figura, respectivamente.
El segundo diagrama puede leerse como la inferencia silogística
(
APM)^miSMMETROISS)=
(Osp)
o
APMMETROmiEM)^(ISS)=
(

(Osp)
que validan el estado de ánimo OEA en la segunda y cuarta cifra, respectivamente. El
tercer diagrama puede leerse como la inferencia silogística
(
midiputado)^IMM)i(AEM)= (Osp)

o
(miPMMETROIMM)^AEM)=
(Osp) □
que validan el estado de ánimo EAO en la tercera y cuarta cifra,
respectivamente.
Terminamos la sección discutiendo brevemente las conexiones existentes entre el
cálculo de silogismos descrito hasta ahora y las leyes del cuadrado de oposición.
variedad
AX,Y miX,
Y

subalternación subalternación

subcontrarieda
d
en el
cual
- AXYy Oxy, así como Exy e Ixy, son contradictorios porque no pueden ser ambos
verdaderos, ni ambos falsos. En cada par, una proposición es verdadera si y sólo si la
otra es falsa.
- Bajo la importación existencial en X, Axy e Ixy, así como Exy y Oxy, son subalternos
porque Ixy es verdadera si Axy es verdadera, y Oxy es verdadera si Exy es verdadera,
pero no al revés, en ambos casos.
- Según la importación existencial en X, Axy y Exy son contrarios porque no pueden
ser ambos verdaderos, pero ambos pueden ser falsos. Cada uno de ellos implica la
negación del otro, pero no a la inversa.
Un cálculo esquemático de silogismos

– Bajo la importación existencial de X, IXY y OXY son subcontrarios porque no pueden


ser ambos falsos, pero ambos pueden ser verdaderos. La negación de cada uno de ellos
implica el otro, pero no a la inversa.
Proposición 3.8Las leyes del cuadrado de oposición se pueden obtener mediante
inferencia silogística..

PruebaLas relaciones contradictorias se calculan mediante las inferencias silogísticas.


(AXY)^(ohXY)|^ (OXX)
(miXY)^(IXY)|^ (OXX)
y esta es la razón por la que consideramos que OXX expresa contradicción, como se
insinuó anteriormente. Las leyes restantes se calculan mediante inferencias silogísticas.
(AXY)^(IXX)|^ (IXY)
(miXY)^(IXX)|^(OXI)
De hecho, proporcionan inmediatamente las leyes de subalternación. Proporcionan
evidencia de las leyes de contrariedad porque IXY es la negación de EXY y OXY es la
negación de AXY. Proporcionan evidencia de las leyes de subcontrariedad ya que AXY
es la negación de OXY y EXY es la negación de IXY. Además, ambas inferencias
silogísticas no se pueden revertir ya que un símbolo de viñeta aparece en IXY y no
aparece ningún símbolo de viñeta en AXY, dos símbolos de viñeta aparecen en Oxy y un
símbolo de viñeta aparece en Exy, ver Observación 3.1. □

4 Ampliando el cálculo:norte-Término Silogismos


Mientras que los silogismos, ya sea con importancia existencial o no, involucran
exactamente 3 variables de términos, los silogismos de n términos involucran
exactamente n variables de términos A1,..., An, n ≥ 1, unidas por n proposiciones
categóricas, dos de las cuales cualesquiera contiguas tienen exactamente una. término en
común. El número total de silogismos válidos de n términos es 3n2 - n, ver [9], donde
dicha fórmula se obtuvo rechazando los modos no válidos sobre la base de las reglas
tradicionales del silogismo. La misma fórmula se ha vuelto a obtener en [12] y [4]. El
objetivo de la presente sección es el de generalizar teoremas. 3.4y 3.7al caso de los
silogismos de n términos y al de recalcular la fórmula citada anteriormente mediante el
empleo de inferencias silogísticas.

Lema 4.1Por cada número natural positivo n, una inferencia silogística produce un
diagrama silogístico como conclusión exactamente en los siguientes casos:
(i) A1 → A2 → ···→ Ai →Ai+1 → ···→ An-1 → An.
(ii) A1 → A2 → ···→ Ai →•←Ai+1 ← ···← An-1 ← An, con1≤ i≤norte -1.
(iii) A1 ← A2 ← ···← Ai ←•→ Ai+1 → ···→ An-1 → An, con1≤ i≤norte -1.
(iv) A1 ← A2 ← ···←Ai ←•→Ai→ ···→ An-1 → An, con1≤ i≤norte.
(v) A1 ← A2 ← ···← Ai ←•→•←Ai+1 ← ···← An-1 ← An , con 1 ≤ i ≤ n - 1.
(vi) A1 ← ···← Ai ←•→ Ai+1 → ···→ Aj -1 →•←Aj ← ···← An , con 1 ≤ i<j≤ n.
(vii) A1 ← ···←Ai ←•→Ai → ···→ Aj-1 →•←Aj ← ··· ← An, con 1 ≤ i< j ≤n.
R. Pagan
PruebaEstá claro que se aplica una inferencia silogística a cada uno de los diagramas
enumerados en el enunciado que produce un diagrama silogístico que involucra los
términos A1 y An únicamente. Por el contrario, procedemos por casos:
(a) la única forma de obtener A1 → An como conclusión de una inferencia silogística es
mediante (i), ya que no se permite que aparezca ningún símbolo de viñeta en la
conclusión.
(b) la única manera de obtener A1 →•←An como conclusión de una inferencia
silogística es mediante (ii), ya que en la conclusión debe aparecer exactamente un
símbolo de viñeta con dos morfismos convergiendo a él.
(c) la única manera de obtener A1 ←•→ An como conclusión de una inferencia
silogística es mediante (iii) o (iv), ya que en la conclusión debe aparecer exactamente
un símbolo de viñeta con dos morfismos divergiendo de él.
(d) la única manera de obtener A1 ←•→•←Ancomo conclusión de una inferencia
silogística es por (v), (vi) o (vii), ya que en la conclusión deben aparecer exactamente
dos símbolos de viñeta, con tres morfismos alternos. □

Lema 4.2Por cada número natural positivo n, sean ϕ(n) y ψ(n) el número de diagramas
como los de los puntos (vi) y (vii) del lema.4.1, respectivamente. Los siguientes hechos
se sostienen
(i) ϕ(n)= (norte-1)2(n-2).
(ii) ψ(n)= norte(n2-1).

Prueba(i) Para todo número natural positivo n, ϕ(n + 1)= ϕ(n)+ (n - 1). Porque pasar de n
a n + 1 es cuestión de insertar un símbolo de flecha más → o ←, a la izquierda, a la
derecha o en el medio de los diagramas construidos en n, para extenderlos con un
término-variable más . Hay exactamente n - 1 posibilidades de hacer esto. Finalmente,
por inducción sobre el número de variables de términos, la tesis se logra fácilmente.
(11) El argumento es completamente similar al anterior excepto por el hecho de que
para cada número natural positivo n, ^(n + 1) = ^(n) + n. □

Teorema 4.3Por cada número natural positivo n, un silogismo de n términos es válido si


y sólo si hay una inferencia silogística desde sus premisas hasta su conclusión. Además,
el número de silogismos válidos de n términos es 3n2 - n.

PruebaLemas4.1y4.2, permiten concluir que los silogismos de n términos en la tabla4son


todos válidos. Además son 3n2 - n. Por el contrario, utilizamos lemas.4.1y4.2, para
construir una inferencia silogística a una posible conclusión dada:
– Por Lema4.1(i), el diagrama
A1 A2 ··· Ai Ai+1 ··· Un-1 Un
IIT||
A1 Un
representa la única manera de producir evidencia para la inferencia silogística
(AUn Un)^···
-1 ^(AA1A2) |^ (AA1An
49 R. Pagan

Tabla 4Los silogismos válidos de n


términos
Silogismo Cantidad
AAnorte—
1Anorte,"
AAnorteAnorte— . ,AA1A2 = AA1Un
1
norte
1,'■
AAnorteAnorte—
. ,miAiAi.......................A A1A2
= —
norte
=
mi
.,miAi+1 Ai,...,AA1A2
1,■■
AAnorte— .,IAiAi............................A A2A1k IA1Anorte

norte 1
mi

,..

1Anorte
AAnorte—
.,IAi+1 Ai,...,AA2A1k
IA1Anorte norte 1
AAnorte,..—

1Anorte 1
AAnorte,..Anorte— .,
1Anorte
= IA1Anorte norte
norte 1
=
AiAAi,---,
. ,1oh iAi+1A,...,
A2AA1A2A1
1,..


AAnorteAnorte—
1,..
AAnorteAnorte—
.,miAj—1Aj,...,1A,A,+1 ,...,Aoh
A2AA11Ano
= (norte— 1)(norte—2)2
1
=
0
.,miAj—1Aj,...,1Ai+1A, ,...,AA2A1 A1Anorte (norte— 1)(norte—2)2
1,..
AAnorteAnorte—

=
0
.,miAjAj—....................1 AiAi+1 ,...,AA2A1 A1Anorte (norte—1)(norte—2)2
1,..
AAnorteAnorte— .,miAjAj—1,...,1Ai+1Ai
=
0
,...,AA2A1 A1Anorte (norte—1)(norte—2)2
1,-
A

=
AnorteAnorte— 0
. ,miAj Aj,...,1AiAi, A1Anorte norte(norte)—1)2
1,..
—1
A
AnorteAnorte— . ,miAjAj ,...,1AiAi, norte(norte)—1)2

=
—1
..,AA2A1 ohA1Anorte
1,..
..,AA2A1 ohA1Anorte

validando el silogismo de n términos


AAnorte-1Anorte,..., AA1A2 1=AA1Anorte
- Por Lema4.1(ii), los n - 1 diagramas
A1------------> UN2* • • •-------------------------Ai------------5-·^------------------------Ai+ 1 • • • -6----------Un— 1 ^
Un
-------------------------------------
IIT||
A1 ^ • *----------------------------------------------------------------------Un
representan la única manera de producir evidencia para la inferencia silogística
(AAnAn — 1W ■■■ ^(miAiAi+1W ••• ^(AA1A2 ) = (miA1Anorte)

así como para la inferencia silogística


(Un AnAn—1W ••• ^( EAi+1 Ai) ••• AC AA 1 A 2 ) = ( EA 1 An)
validando los n - 1 silogismos
AAnorteAnorte—1,...,miAiAi+1,...,AA1A2 =miA1Anorte
y los n - 1 silogismos
AAnorteAnorte—1,...,miAi+1Ai,..., AA1A2 =miA1Anorte
respectivamente. Por tanto, en total hay 2(n — 1) silogismos válidos de n términos con
conclusión EA1 An.
- Por Lema4.1(iii), los n - 1 diagramas
A1 ^----------A2t-----------------Ai-6•3------------------------Ai+ 13-------------------Un— 1------------------Un
IITII
A1 *•-------------------------------------------------------------------------*■ Un
representan la única manera de producir evidencia para las n — 1 inferencias
silogísticas
(
AAnorte ।AnorteW ••• #( I AiAi+1W ••• A( AA 2 A 1) = (IA 1 An)

50 R. Pagan
así como para las n — 1 inferencias silogísticas
(AAnorte-1Anorte) ■■■ A(IAi+ ■■■ ^( AA 2 A1 ) 1= (II A1 An)
1ai)i

que validan los n - 1 silogismos de n términos


AAnorte— 1Anorte,---, yo AiAi+ 1 ,...,AA2A1 =IA1Anorte

y los n - 1 silogismos de n términos


AAnorte— 1Anorte,..., yo ai+ 1Ai,..., AA2A1 =IA1Anorte
respectivamente.
Por Lema4.1(iv), los n diagramas
A1 <-----A2 ^----------Ai -"----------•-----^ Ai-----------^ UNnorte—1 > Un
IITII
A1 *•--------------------------------------------------------------------*■ Un
representan la única manera de producir evidencia para las n inferencias silogísticas
(
AAnorte—1Anorte)■■■ A( IAiA) ••• MA A 2 A1) = (I A1 An)
que validan los n silogismos de n términos
AAnorte— 1Anorte,..., Yo AiAi,..., AA2A1 =IA1Anorte
de modo que en total hay 2 (n — 1) + n silogismos válidos de n términos con
conclusión I a 1 An ■ - Por Lema4.1(v), los n - 1 diagramas
A1^A2 ^-----------Ai-s • >• -6 Ai+ 1 • • • ^-----------Un— 1 ^ Un
II T||
A1 -*• —^ • -*------------------------------------------------------Un
representan la única manera de producir evidencia para las n — 1 inferencias
silogísticas
(
AAnorteAnorte— 1 W ••• METROohAiAi+ 1 W ••• #(AA2A1 ) = (ohA1Un)

que validan los n - 1 silogismos de n términos


AAnorteAnorte—1,...,ohAiAi+ 1 ,...,AA2A1 =ohA1Anorte .
Por Lema4.1(vi) y Lema4.2 (i), los diagramas In—h)—2)
Adieciséis-Ai-6 • Aj+i+ 1 • • •--------- -aj— 1 •• ^ Aj • • • < An
IITII
A1 ^•>- • <--------------------------------------------------------------------Un
representan la única manera de producir evidencia para las 4 • (n 1 ) 2) inferencias
silogísticas
(
AAnorteAnorte—1 W • • • MmiAj— 1Aj)^ • • • M1 AiAi+1 W • • • B( AA 2 A1) =
(OA1 An)
(
AAnorteAnorte—1 W • • • #(miAj— 1Aj)^ • • • (1 Ai+1 A) • • • MA A 2 A1) = ( OA1
An)
(
AAnorteUn W • • • #( EAjAj—1W • • • W 1 AiAi+1 W • • • B( AA 2 A 1) =
—1

(OA 1 An)
Un cálculo esquemático de silogismos 51
(
AAnorteAnorte—1 W • • • MmiAjAj—1W • • • W
1
Ai+1A)• • • AC AA 2 A1) = (OA1 An)
que validan los 4 • (n—1 )n—2) silogismos de n términos

AAnorteAnorte-yo ,-■-,miAj-iAj ,...,IAiAi i,...,AA2A1


+ 1=ohA1AnorteAAnorteAnorte—

1,...,miAj—1Aj ,...,IAi+1Ai,..., AA2A1 =


0
A1AnorteAAnAn—1,...,miAjAj- 1,...,IAiAi+1,...,AA2A1

=
0
A1AnorteAAnorteAnorte-1,...,miAjAj-1,...,IAi+1Ai,...,
AA2A1 =ohA1Anorterespectivamente.
Por Lema4.1(vii) y lema4.2 (ii), los diagramas n(n—1)
A1 -s------Ai^—•—AAI-------------^-•aj-1—•• ^—Aj• • • t—Un
IIT||
A1 ■*•*■ • -*------------------------------------------------------------Un
representan la única manera de producir evidencia para las inferencias silogísticas 2 •
nn-Al
(
AAnorteAnorte-1W • • • tt(miAj-1Aj )^• • • W IAiAi1 • • • AC AA 2 A1) = ( OA1
An) (A AnAn-1 )tt • • • B( E AjAj-1 W • • • WI AiAi1 • • • AC AA 2 A 11 = ( OA 1
An) que validan los 2 • n(n2~1) silogismos de n términos
AAnorteAnorte-1,...,miAj-1Aj,..., Yo AiAi,..., AA2A1 =ohA1Anorte
AAnorteAnorte-1,...,miAjAj-1,...,IAiAi,...,AA2A1 =ohA1Anorterespectivamente.
Así, en total hay n - 1 + 4 • (n-1)—2) + 2 • n(n~1) silogismos válidos de n términos
con conclusión Oa 1 An ■
En total, los silogismos válidos de n términos están en número de
(n -1 )(norte - 2)
1 + 2 (n - 1) + 2 (n - 1) + n + (n - 1)+ 4 • 2------------------- -
+M norte-O = 3n2_n D

2
La inferencia silogística existente que proporciona evidencia de la validez de un
silogismo de n términos no está determinada de manera única, en general. Para ver esto,
considere el silogismo válido de 5 términos A A55 a 4, EA 3 A 4, IA 3 A 2, AA 2 A 1 =
OA 1 A55, por ejemplo. Se puede obtener como combinación de inferencias silogísticas
posteriores de dos maneras diferentes, como lo muestran los diagramas.
Automó I A3A2 mi Automó
— • —^ Un3 A3 un 4 -
A1 vil club - A2*— — —^ • -^— A4 vil club
II británic
II Automó A5
británic

A1
t II vil club II
—•— - A3 —^ • ^—
A4 Automó -
británic
1
II A1A ÉL miA3A4 11 vil club
II
A1
II
3
• AA 1 4
A t • A4 británic -
A5
A1 —•—

OA1 A5 —^ • ■<— Un
Automó
AA2A1 I A3A2
mi
A3 un 4 vil club

A1 - A2 *— —•— —^ Un3 —^ • ■<— A4 británic Un
II Automó 11
II Automó II
A1 vil club II vil club
—•— —>■ • ■<— A4 ■
II - A2^-II OA2A4
Un
t
A1I Automó - A2^- —•—

I 0 2
t A A5.'
vil club Un
52 R. Pagan
A1 —•— OA1A5 —> • <—
-
Figura 1 Figura 2

premisa A1A2 A 1A 2
conclusión A1A2 A 2A 1
Tabla 5Figuras de los
silogismos de 2
términos
que es también la razón por la cual, a diferencia del teorema 3.4, en teorema 3.7Se ha
abandonado la condición de unicidad sobre la existencia de una inferencia silogística
para la validez de un silogismo con importancia existencial.
Terminamos con la descripción explícita de los silogismos de n términos válidos para
n = 1 y n = 2, respectivamente. En el primer caso, sólo hay una figura, es decir A1A1 y
sólo dos modos válidos para ella, es decir A e I, de modo que, como se observa en [8] y
[9], los únicos silogismos de 1 término válidos son A a 1 a 1 |= A a 1 a 1 e IA 1 A 1 1=
IA 1 A 1, es decir, las leyes de identidad que insinuamos en la sección anterior. En el
segundo caso hay dos figuras, como se muestra en la Tabla5, y diez silogismos válidos de
2 términos, seis en la primera figura y cuatro en la segunda, de la siguiente manera:
Figura 1: A a 1 a 2 = AA 1 A 2, EA 1 A 2 = EA 1 A 2, IA 1 A 2 = IA 1 A 2, OA 1 A 2 =
OA 1 A 2, más las leyes de subalternación A a 1 a 2, IA 1 A 1 = IA 1 A 2, EA 1 A 2,
IA 1 A 1 = OA 1 A 2.
Figura 2: Ea 2 a 1 = EA 1 A 2, IA 2 A 1 = IA 1 A 2 que son las leyes de conversión
simple, y IA 2 A 2, AA 2 A 1 = IA 1 A 2, EA 2 A 1 , IA 1 A 1 = OA 1 A 2 que son
las leyes de conversión por accidentes.

5 silogismos con términos complementados


La investigación de la posibilidad de un cálculo algebraico de silogismos fue llevada a
cabo en particular por Augustus De Morgan en el siglo XIX. En [2], introdujo la llamada
notación especicular para gestionar el razonamiento silogístico en términos puramente
simbólicos. Tal notación surge de un análisis detallado del significado de las
proposiciones categóricas. De Morgan argumentó que un formalismo simbólico para su
representación debería transmitir simultáneamente información sobre su carácter
universal o particular, afirmativo o negativo, salvando la posibilidad de señalar estas
características por separado, o en sus palabras:
Un símbolo fundamental no debe tener un significado compuesto: es decir, no debe significar
expresamente más de una cosa.

Así, De Morgan permite que un término-variable X esté encerrado entre un paréntesis,


como en X) o (X, para expresar la cuantificación universal, es decir, “todas las X”,
mientras que deja que un término-variable quede excluido por un paréntesis, como en )X
o X (, para significar una cuantificación particular, es decir, “algunas X”. Además,
permite que un número par de puntos, o ninguno en absoluto, entre paréntesis, exprese
afirmación o acuerdo de términos, mientras que permite un número impar de los puntos
expresan negación o desacuerdo de términos. Las siguientes son las proposiciones
categóricas fundamentales tal como aparecen en la notación especicular:
AXY: X )) Sí miXY: X ) • ( Y
Un cálculo esquemático de silogismos 53
IXY: X () Y ohXY: X ( • ( Y

que en consecuencia ahora debe leerse


AXY: Todas las X son algunas Y

miXY:Todos los X no son todos Y

IXY: Algunas X son algunas Y

ohXY: Algunas X no son todas Y

La posibilidad de hacer inferencias formales mediante el empleo de la notación


especicular se basa en la regla de borrado, es decir, la eliminación del término medio
junto con el par de símbolos que lo rodean. Por ejemplo, la verificación de la validez del
silogismo A pm, Osm |= O sp aparece como S ( • (M ((P |= S ( • (P, mientras que la
verificación de la validez del silogismo Amp, I sm = I sp aparece como S () M)) P = S ()
P.
Con la notación especicular interviene otra regla, que es la regla de transformación,
estrictamente relacionada con la introducción de complementos de términos. El
complemento de un término X es el término que significa no-X, que De Morgan utilizó
para denotar x. Por supuesto que X es el complemento de x y la regla de transformación
para la notación especicular permite sustituir un término por su complemento,
reescribiéndolo con la correspondiente letra minúscula/mayúscula, cambiando
simultáneamente la curvatura de su paréntesis y añadiendo o quitando una negación.
punto. Por ejemplo, con la posibilidad de mencionar complementos de términos, la
lectura alternativa de X)) Y podría ser “Todos los X no son todos no Y”, lo cual puede
obtenerse simbólicamente aplicando la regla de transformación que se acaba de describir,
de modo que para recuperar X) • (y.
La posibilidad de hacer una distinción entre un término que se cuantifica universal o
particularmente, así como entre modos de predicación afirmativo y negativo, está
respaldada por el formalismo esquemático que discutimos en las secciones anteriores,
junto con la posibilidad de manejar complementos de términos. De hecho, podemos
considerar los símbolos •, ^ y — como fundamentales. En un diagrama construido como
una combinación de tales símbolos fundamentales, un término-variable X se cuantifica
universalmente si ingresa en él como X ^ o - X, mientras que se cuantifica
particularmente si ingresa como X - o ^ X. El complemento de X se representa como X ^
• o • — X, los cuales pueden abreviarse como x. En nuestra opinión, dar una codificación
explícita de complementos de términos a través de los símbolos fundamentales •, ^ y —,
es una ventaja. del formalismo esquemático respecto de la notación especicular. El
término X se afirma si entra en un diagrama como • ^ X o X — •.
Mediante el empleo de complementos, De Morgan pudo introducir cuatro
proposiciones categóricas más y también dejar que los modos afirmativos particulares y
universales de predicación fueran los fundamentales. Mesa6es esencialmente el
contenido en [2]. Enumera las formas de predicación ahora disponibles, con las
correspondientes representaciones especiculares y esquemáticas. Suponemos que un par
de flechas orientadas en consecuencia separadas por una viñeta nunca se componen, es
decir, ^ • ^, por ejemplo, no se reduce a ^. La doble negación de un término X se
representa mediante un diagrama como
54 R. Pagan
•—X ^^

y siempre que sea el caso, al realizar una inferencia silogística nos referiremos a la
sustitución por doble negación en cuanto a la operación de sustituir ese diagrama con el
único
Un cálculo esquemático de silogismos 55
Tabla 6Las formas de predicación de De Morgan
Picante. notación Diag. notación Lenguaje natural

AXY X))Y
X ^ Y
TodoXesY

^.^• ^
Axy X))yoX((Y TodoYesX

• ^•^
Axy X Y NoXesY

• ^»^
AxY X))yoX( (Y X Y Todo esXoY
IXY X ))Y
X() AlgunoXesY
^.^
YoX( )Y X Y

^.^.^.^
Ixy X()yoX)(Y X Y Algunas cosas no lo sonXniY

• ^.^. ^
Ixy X Y AlgunoXno esY
IxY AlgunoYno esX
• ^»^*^
X()yoX( (Y X Y
X()YoX) )Y X Y

Tabla 7Los silogismos 12345678


válidos de De Morgan
S ****
s ****
METRO ****
metro ****
PAG ****
símbolo X. Por ejemplo, la inferencia silogística para la validez del silogismo reforzado
Ams Amp
S M • erio
E
S
S
S
Amp, AmS |= ISp es
P
A
una EM METROE Mp >^ G
MM--------------------------- 1MM------------P MAMÁ----> mi
METRO%--------
t A
G
en el que el primer y segundo paso consisten en una doble sustitución de negación y en la
inserción de la importación existencial IMM, respectivamente, mientras que el tercero es
la inferencia silogística honesta.
De la mesa6, De Morgan recuperó treinta y dos silogismos válidos con
complementos. Ocho silogismos universales cuyo esquema de inferencia es )) )) = )).
Dieciséis silogismos con una premisa particular, precisamente ocho cuyo esquema de
inferencia es (( () = () y otros ocho cuyo esquema de inferencia es () )) = (). Finalmente,
ocho silogismos fortalecidos cuyo esquema de inferencia es (( )) = (). Los enumeramos
56 R. Pagan
como se indica en la tabla.7que tomamos de [6], con notación personal, y donde cada
columna corresponde a un silogismo en uno de los esquemas de inferencia descritos
anteriormente.

Teorema 5.1Cada silogismo con complementos en la Tabla. 7se valida mediante una
inferencia silogística y viceversa.
PruebaPor un lado, procedemos fijando uno de los cuatro esquemas de inferencia
descritos anteriormente y recorriendo las columnas de la Tabla7, indicado por los
números en los elementos siguientes, que muestran que existe una inferencia silogística
que proporciona evidencia de la validez del silogismo correspondiente con
complementos. Las inferencias silogísticas que contienen una sustitución de doble
negación son exactamente aquellas de un silogismo en el que el término medio se
complementa tanto en la primera como en la segunda premisa. Se indica explícitamente
la importancia existencial de los silogismos reforzados.
(i) Para el esquema )) )) = ))
(i.(1) ADIPUTADO,ASM1= Asp produce (Amp)^(Asm') 1= (Asp)
(i.(2) AMP,ASM= ASp produce (AMp)^(Asm) = (ASp)
(i.(3) AMP,Asm= Rendimientos ASP (AmpMASm) = (ASP)
(i.(4) Adiputado,Asm= ASp produce (Amp)^(ASm) = (ASp)
(i.(5) ADIPUTADO,Am= AsP produce (Amp)B(asm) = (Asp)
(i.(6) AMP,Am= Asp produce (AMp)i(Asm) = (Asp)
(i.(7) AMP,Asm= AsP produce (Amp)i(Asm) = (AsP)
(i.(8) Adiputado,Asm= Asp produce (Amp)^(Asm) = (Asp)
(ii) Para el esquema (( () = ()
(ii.(1)
IDIPUTADO,AEM= I SP produce (I mp)B( a ms) = (I sp)
(ii.(2)
IMP,AEM= I Sp produce (I Mp)i( A ms) = (I Sp)
(ii.(3)
IMP,AEM= I SP produce (I mPM A ms) = (I Sp)
(ii.(4)
Idiputado,AEM= I Sp produce (ImpMA mS) = (I Sp)
(ii.(5)
IDIPUTADO,AEM= IsP produce (I mpM a Ms) = (I sp)
(ii.(6)
IMP,AEM= I sp produce (IMp)^A Ms) = (I sp)
(ii.(7)
IMP,AEM= Isp produce (Imp)^(Ams) = (IsP^
(ii.(8)
Idiputado,AEM= I sp produce (I mp)^ A ms) = (I sp)
(iii) Para el esquema () )) = ()
(iii.(1) ADIPUTADO,ISM= Isp produce (Amp)^(Ism) = (Isp)
(iii.(2) AMP,ISM= ISp produce (AMpW(Ism) = (ISp)
(iii.(3) AMP,Ism= ISP produce (AmP)^(ISm) = (Isp)
(iii.(4) Adiputado,Ism= ISp produce (Amp)^ISm) = (ISp)
(iii.(5) Adiputado,Im= IsP rinde (AMP)^ IsM) = (IsP)
(iii.(6) AMP,Im= Isp produce (AMp)^(Ism) = (Isp)
(iii.(7) AMP,Ism= Isp produce (Amp)^(Ism) = (IsP)
(iii.(8) Adiputado,Ism= Isp produce (Amp)^Ism) = (Isp)
(iv) Para el esquema (( )) = ()
(iv
-l) A MP, A MS = I SP produce(Amp)^ Imm)^ a ms) = (I sp)
(iv.2) A Mp, A ms = I Sp produce (AMpWtI mm)^ a ms) = (I Sp)
(iv.3) AmP, A mS = I SP produce (A mP)i( A ms) = (A MP)^( IMmMa Ms) = (I
Sp) (iv.4) A mp, A mS = I Sp produce (A mp)i( A ms) = (AMpWtIMM)^ a Ms) = (I
Sp) (iv.5) A mp, a Ms = IsP produce (Amp)^ Imm)^ a Ms) = (I sp )
(i
v.6) AMp, A Ms = I sp produce (AMp)^(IMM)^(a Ms) = (I sp)
(iv.7) AmP, A ms = IsP produce (AmpMA ms) = (AmpM Imm)0(a Ms) = (IsP)
Un cálculo esquemático de silogismos 57
(iv.8) A mp, A ms = I sp produce (A mp)^( A ms) = (A Mp)^( I MM)^( a Ms) = (I
sp)
Por el contrario, dejamos que el lector se convenza de que es suficiente proceder como ya
se hizo en Teoremas. 3.4 y3.7, es decir, construyendo inferencias silogísticas adecuadas
para una posible conclusión fija teniendo en cuenta tanto las sustituciones de doble
negación como las importaciones existenciales en las premisas. No basta con hacer esto
exclusivamente para Asp, Asp, Isp
e Isp, ya que por ejemplo Asp ahora se puede obtener como posible conclusión mediante
la inferencia silogística (Amp)^(Asm) 1= (Asp) así como mediante la inferencia
silogística (AmpW(ASm) = (Asp), en la que se produce una sustitución de doble
negación. □

Referencias
1. Corcoran, J.: Completitud de una lógica antigua. J. Symb. Registro. 37, 696–702 (1972)
2. De Morgan, A.: Sobre los símbolos de la lógica, la teoría del silogismo, y en particular de la cópula,
y la aplicación de la teoría de las probabilidades, a algunas cuestiones de evidencia. Trans. Camb.
Filos. Soc. 9, 79-127 (1851)
3. Englebretsen, G.: Diagramas lineales para silogismos (con relacionales). Notre Dame J. Formulario.
Registro. 33(1), 37–69 (1992)
4. Glazowska, K.: La estructura de silogismos válidos de n términos. Semental. Registro. 8, 249-257
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Formulario. Registro. 39(4), 573–580 (1998)
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Clarendon, Oxford (1951)
9. Meredith, CA: Las figuras y estados de ánimo del silogismo aristotélico de n términos. Dominio.
Estudios 6, 4247 (1953)
10. Shin, S.-J.: Explicación teórica de la situación del razonamiento válido con diagramas de Venn. En:
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la Universidad de Oxford, Nueva York (1996)
11. Smiley, TJ: ¿Qué es un silogismo? J. Filos. Registro. 2, 136-154 (1973)
12. Smyth, MB: Un tratamiento esquemático de la silogística. Notre Dame J. Formulario. Registro.
12(4), 483–488 (1971)

R. Pagnan (B)
DISI, Universidad de Génova, Génova, Italia
correo electrónico:ruggero.pagnan@disi.unige.it
Más allá de los silogismos: Carroll (marcado)
Diagrama cuadriliteral

Amirouche Moktefi

AbstractoEl lógico Lewis Carroll (1832–1898) inventó un esquema esquemático para


silogismos y describió cómo podría usarse para problemas de lógica que involucraran
más de tres términos. Curiosamente, nunca proporcionó por escrito ninguna solución
esquemática para un problema tan complejo. El objetivo de este artículo es dar sentido a
un manuscrito donde Carroll intenta resolver un sorito usando su diagrama cuadriliteral.
En este problema se ofrecen tres proposiciones como premisas. El propósito es buscar
qué información se puede recopilar sobre la relación entre dos términos dados
involucrados en el argumento. Este estudio de caso proporciona algunas ideas sobre el
uso de diagramas para resolver problemas de eliminación que fueron muy considerados
por los primeros lógicos simbolistas.

Palabras claveSilogismo · Sorita · Diagrama lógico · Problema de lógica ·


Razonamiento visual · Eliminación · Premisa · Conclusión · Lewis Carroll · Lógica
simbólica · Diagrama de Carroll · Diagrama de Venn

Clasificación de materias de matemáticas00A66 · 01A55 · 97E30

1 Introducción
Es bien sabido que el lógico Lewis Carroll inventó en la década de 1880 un esquema
esquemático original para resolver problemas silogísticos.6]. También se sabe que más
tarde describió una serie de diagramas lógicos que podrían usarse para resolver
problemas lógicos que involucran más de 3 términos [12, págs. 176-179]. Carroll publicó
muchos de estos problemas complejos conocidos como sorites. Curiosamente, sin
embargo, nunca imprimió ninguna solución esquemática de ellos. Una explicación
sencilla sería que podría haber tenido la intención de hacerlo en la segunda parte de su
Lógica simbólica, que nunca completó. Desafortunadamente, los fragmentos
supervivientes recopilados y publicados por William W. Bartley III en 1977 no
contienen ninguna solución esquemática a problemas lógicos de más de 3 términos,
mientras que contienen numerosos ejemplos resueltos simbólicamente o utilizando el
método de los árboles [4].
Sin embargo, una colección reciente de folletos de lógica de Carroll editada por
Francine Abeles, reprodujo un manuscrito donde Carroll resuelve un problema lógico
complejo que involucra cuatro términos con la ayuda de su método esquemático [3, pag.
59]. Ese manuscrito se reproduce como Fig. 1. Forma parte de 4 hojas de notas lógicas
que se conservan en la Colección Houghton (Biblioteca Pierpont Morgan, Nueva York),
una de las cuales contiene un texto fechado el 13 de septiembre de 1892 [10]. Este
manuscrito muestra un problema lógico en la parte superior derecha, un diagrama lógico5
de 4 términos en la parte superior izquierda y varios diagramas y fórmulas pequeños en5
56 A. Moktefi

la parte superior.

A. Moktefi, S.-J. Shin (eds.), Razonamiento visual con diagramas, Estudios de lógica universal, DOI
10.1007/978-3-0348-0600-8_4, © Springer Basilea 2013

Figura 1Diagrama cuadriliteral de Charles L. Dodgson. Reimpreso con autorización de © The Pierpont
Morgan Library, Nueva York. AAH 545, 2013

abajo. Carroll aborda aquí el problema de una manera inusual, incluso para quienes están
familiarizados con su método de diagramas. El objetivo de este artículo es darle sentido a
este manuscrito y explicar cómo Carroll resolvió este problema de 4 términos con sus
diagramas. Como tal, este estudio de caso podría proporcionar algunas luces sobre el uso
de diagramas para resolver soritas.

2 La lógica visual de Carroll


2.1 Diagramas biliterales y triliterales
Los diagramas de Carroll, inventados en 1884 y publicados por primera vez en 1886, son
diagramas de tipo Venn donde el universo se representa con un cuadrado. Sin embargo,
no está claro si Carroll trabajó sus diagramas de forma independiente o como una
modificación de los de John Venn. Aun así, el esquema de Carroll parece un método
“maduro” que resume varias mejoras introducidas por sus predecesores y
contemporáneos [2, 14]. Para 2 términos x e y, Carroll divide el cuadrado en 4
compartimentos y obtiene el llamado diagrama biliteral, como se muestra en la
figura.2(donde x' significa no - x e y' significa no - y). Para 3 términos x, y y m, Carroll
suma un cuadrado más pequeño para obtener 8 compartimentos y obtener el diagrama
triliteral, como se muestra en la Fig. 3(donde m' significa no - m).
Para representar proposiciones, hay que añadir marcas. Un compartimento se marca
con un '0' si está vacío y con una 'I' si está ocupado. Por ejemplo, para representar la
proposición “Todos los x son y”, hay que poner un '0' en el compartimento x no-y y una
'I' en el compartimento xy, de acuerdo con la interpretación de Carroll de las
proposiciones A. , como se muestra en la Fig.4. Finalmente, supongamos que se quiere
Más allá de los silogismos: diagrama cuadriliteral (marcado) de Carroll 57

representar la proposición “Algunos x son m” en un diagrama triliteral. Esto significa


que xym o xy'm están ocupados (“o” se entiende aquí de manera inclusiva). Para
representar esta incertidumbre, Carroll
58 A. Moktefi

Figur
a2
xy xy'

x'y x'y'

Fig. 3
xymf xy soy'

xym xy soy

x'ym x'y'm

x'ym' x'y' metro'

Figur
a4
I 0

figura 5

coloca el símbolo 'I' (de ocupación) en el límite entre esos dos compartimentos, como se
muestra en la Fig. 5[12, pag. 26].
Para encontrar la conclusión de un silogismo, Carroll primero representa los datos
expresados por las dos premisas en un diagrama triliteral. Sean las premisas: "Ningún m
es y" y "Algunas x son m". Su representación se muestra en la Fig.6. Al contrario de
Venn, que extrae la conclusión directamente de su diagrama de 3 términos, Carroll
transfiere los datos mostrados por el diagrama triliteral a un diagrama biliteral,
involucrando sólo los 2 términos que deberían aparecer en la conclusión (aquí x e y) y,
en consecuencia, eliminando los término medio (aquí m).
Más allá de los silogismos: diagrama cuadriliteral (marcado) de Carroll 59

– Regla A: Si el cuarto del diagrama triliteral contiene una 'I' en cualquiera de las celdas,
entonces ciertamente está ocupado, y se puede marcar el cuarto correspondiente del
diagrama biliteral con una 'I' para indicar que está ocupado.
– Regla B: Si el cuarto del diagrama triliteral contiene dos '0', uno en cada celda,
entonces ciertamente está vacío, y se puede marcar el cuarto correspondiente del
diagrama biliteral con un '0' para indicar que está vacío.
La aplicación de estas reglas aquí da la Fig.7, que sostiene la conclusión: “Algunos x no
son-y”, que se extrae del par de premisas dado. No debe subestimarse la importancia del
método de transferencia de Carroll, desconocido para Venn. Por sí solo muestra cómo
extraer la conclusión de las premisas de un silogismo.dieciséis, págs. 641–644].

2.2 El problema de la eliminación

En el ejemplo anterior, nos apartamos de los problemas silogísticos tradicionales en los


que se dan tanto las premisas como su conclusión y se pide que se compruebe la validez
del trío. En nuestro ejemplo, más bien nos dieron un par de premisas y luego nos
preguntaron qué conclusiones se debían sacar. Este nuevo enfoque refleja cómo Carroll y
la mayoría de los lógicos simbolistas de su tiempo manejaron el problema de los
silogismos. Este movimiento ya fue realizado por George Boole, quien trabajó en un
método general para encontrar la conclusión que se puede extraer de cualquier número
de proposiciones dadas como premisas que contienen cualquier número de términos.5,
pag. 8]. Para ello, hay que eliminar los términos no deseados para conseguir la relación
entre los términos que se quiere mantener en la conclusión. Este problema, conocido
como problema de eliminación, ocupó la mente de los lógicos del siglo XIX que
desarrollaron dispositivos simbólicos, visuales y, a veces, mecánicos para resolverlo.
Carroll no fue la excepción y su obra debe entenderse dentro de este marco histórico.
60 A. Moktefi
Figura 8

contexto. Naturalmente, cuando a uno se le ofrece un problema de lógica que involucra


tres términos, con dos proposiciones de dos términos dadas como premisas, el problema
de eliminación que uno enfrenta es simplemente un silogismo tradicional. En ese caso,
las premisas expresan la relación de los términos mayor y menor con el término medio,
de modo que la única información que falta es la relación entre los términos mayor y
menor. Esto significa que necesariamente hay que eliminar el término medio.
Ahora supongamos que nos dieron dos proposiciones de tres términos, como
“Algunos xy son m” y “Ningún xm no es-y” y no nos dijeron qué término debía
eliminarse. La representación de esas premisas en el diagrama triliteral se muestra en la
Fig.8. Si nos preguntaran qué conclusión (en forma de una proposición de dos términos)
debemos sacar, todo dependerá de los términos que nos interesen.
Hay tres casos posibles, según eliminemos m, y o x:
– Eliminar m requiere transferir información al diagrama biliteral estándar al que
estamos acostumbrados, como se muestra en la Fig.9lo que da la conclusión "Algunas
x son y".
– Eliminar y significa que tenemos que trasladar información a un nuevo diagrama de 2
términos, que se obtiene quitando, del diagrama triliteral, la línea vertical que divide
el universo en subdivisiones y y no-y. Obtenemos así la Fig. 10lo que dice que
"Algunas x son m".
– Finalmente, procedemos de manera similar para eliminar x, mediante la transferencia
de información a la Fig. 11 lo que da la conclusión: “Algunos y son m”.
Leer las conclusiones de estos nuevos diagramas puede requerir algo de práctica. Una
solución para hacerlo más fácil es transferir nuevamente la información de estas nuevas
cifras a un diagrama biliteral estándar, como veremos más adelante. La cuestión es que,
al contrario del ejemplo del apartado anterior, aquí hemos eliminado un término en cada
caso para comprobar cuál es la relación entre los dos términos restantes. Por supuesto,
también habría sido posible buscar relaciones entre términos compuestos. Por ejemplo,
también se podría concluir de la Fig.8que “Todos los xm son y”. Sin embargo, para los
fines de este artículo, nos limitaremos a las relaciones uno a uno.
En sus trabajos publicados, Carroll utilizó simplemente diagramas de la forma que se
muestra en la Fig.9. La razón es que cuando se aplica la técnica esquemática de Carroll a
los silogismos tradicionales, ya se sabe qué término es el término medio. Sin embargo,
un manuscrito carrolliano de la biblioteca de la Universidad de Princeton muestra dos
diagramas similares a la Fig. 10y la figura. 11, en el reverso de una circular fechada en
1890, aunque se desconoce la fecha de los diagramas en sí [9]. El hecho de que Carroll
numerara esos dos diagramas como casos (2) y (3) muestra que los usó de la misma
manera que lo hicimos en el ejemplo anterior. Allí, el caso faltante (1) debe haber sido el
diagrama biliteral estándar de Carroll.
Más allá de los silogismos: diagrama cuadriliteral (marcado) de Carroll 61

Figur
a9 I

Figura 10

Figura 11

2.3 El diagrama cuadriliteral

Hasta ahora, discutimos la resolución esquemática de problemas que involucran 3


términos. Sin embargo, nada impide abordar problemas más complejos. Al contrario de
la antigua silogística, donde estos diagramas apenas eran deseados, la nueva lógica
booleana hizo que los lógicos se preocuparan por diseñar esquemas diagramados para
más de 3 términos. Una dificultad particular fue mantener las curvas continuas y aun así
hacer que los diagramas proporcionaran la ayuda visual que uno esperaría de tales
dispositivos [15]. Venn, cuyo diagrama de tres círculos encaja perfectamente con los
silogismos, abandonó los círculos en favor de las elipses para representar cuatro
términos, como se muestra en la figura.12. En este diagrama, todas las clases son
continuas y fáciles de localizar [18, pag. 116]. Por ejemplo, la estrella indica el
compartimento no-x yz w. Durante más de 4 mandatos, Venn desafortunadamente hizo
uso de una clase no continua, privilegiando así la regularidad en esa etapa. Allan
Marquand introdujo nuevos diagramas rectilíneos en los que no intentó mantener sus
figuras continuas en absoluto [13]. Incluso para solo 4 términos, su diagrama representa
las clases C, no C, D, no D con regiones desconectadas como se muestra en la Fig. 13,
donde a representa no-A, b significa no-B, etc. Carroll, aunque usó diagramas tabulares
como Marquand, compartió la preocupación de Venn sobre la continuidad de las figuras
hasta 4 términos, y de manera similar no logró proporcionar un diagrama satisfactorio
para 5 términos [12, pag. 177].
Para 4 términos, Carroll simplemente cambió el pequeño cuadrado que estaba dentro
del diagrama triliteral a un rectángulo, luego agregó otro rectángulo que se cruza con el
62 A. Moktefi

primero en el
Más allá de los silogismos: diagrama cuadriliteral (marcado) de Carroll 63
Figura 12Tomado del libro de Venn de 1894 [18]

Figura 13Tomado de Marquand (1881, [13])

Figura 14

manera deseada, de modo que para obtener el diagrama


cuadriliteral mostrado en la Fig. 14. Así lo describe Carroll en su Lógica Simbólica:
Para cuatro letras (que llamo a, b, c, d) utilizo este diagrama; asignando la mitad norte a a (y por
supuesto el resto del diagrama a a'), la mitad oeste a b, el oblongo horizontal a c y el oblongo vertical
a d. Ahora tenemos 16 celdas. [12, pag. 177]

Resolver esquemáticamente un problema de lógica que involucra más de tres términos


requiere las mismas reglas que para los silogismos: primero se representa la información
contenida en las premisas en el diagrama apropiado (dependiendo del número de
términos), luego hay que transferir la información a un diagrama más pequeño. diagrama
que muestra la relación (o relaciones) específica entre el término (o términos) que
podrían interesarle, simplemente eliminando los términos no deseados. Por ejemplo,
trabajemos en el siguiente conjunto de proposiciones ofrecidas como premisas [12, pag.
113]:
Ninguna c es d,
No, no-d es un,
No, no-c es b.
64 A. Moktefi
Figura 15

Figura 16

Al representar estas premisas en un diagrama cuadriliteral se obtiene la Fig.15. Los


términos cyd aparecen dos veces (una afirmada y otra negada), mientras que a y b
aparecen solo una vez. Entonces, uno espera que los primeros (c y d) sean eliminados, y
que los segundos (ayb) aparezcan en la conclusión. Al transferir información a un
diagrama biliteral, cuyos términos son a y b, se obtiene la Fig. dieciséislo que
proporciona la conclusión "No a es b". Esta es la misma conclusión a la que llegó Carroll
simbólicamente [12, pag. 158].
Supongamos ahora que no teníamos ninguna expectativa específica sobre qué
términos deberían aparecer en la conclusión y, por lo tanto, nos vimos obligados a
discutir todas las relaciones posibles entre dos términos cualesquiera. Por ejemplo, en el
ejemplo anterior, podríamos querer investigar qué dicen las premisas sobre la relación
entre los términos a y c, o entre b y d, ninguno de los cuales se establece en ninguna de
las premisas consideradas por separado. Por supuesto, los datos podrían no decir nada en
cuanto a la relación entre esos términos, pero eso en sí mismo sería información nueva
que no se conocería hasta que se hayan discutido todas las relaciones posibles entre
términos uno a uno. Para ello, debemos proceder de la misma manera que lo hicimos con
los problemas de 3 términos en la Sección. 2.2. Eso es precisamente lo que dice el
manuscrito de Carroll (Fig. 1) se trata, como veremos en las próximas secciones.

3 Cómo entender el diagrama cuadriliteral (marcado)

3.1 Leyendo los datos

Hasta ahora, expusimos el esquema esquemático de Carroll y discutimos cómo hizo (y


podría haber hecho) uso de él para resolver silogismos y soritos. Volvamos ahora a
nuestro manuscrito y examinemos qué información se puede recopilar allí. La parte
superior izquierda del manuscrito muestra un diagrama cuadriliteral marcado que ya
representa las premisas del problema lógico. El diccionario y las fórmulas simbólicas en
la parte superior derecha del manuscrito permiten saber cuáles eran las premisas del
problema lógico, incluso si no se dan proposiciones concretas. Finalmente, la parte
inferior del manuscrito contiene seis columnas de
Más allá de los silogismos: diagrama cuadriliteral (marcado) de Carroll 65

fórmulas. Cuatro columnas están encabezadas por diagramas de dos términos, algunos de
los cuales ya se han analizado en la sección.2.2. A continuación, reconstruyamos el
problema original en el que estaba trabajando Carroll, comprobemos la exactitud de la
representación esquemática que proporcionó y, finalmente, extraigamos las conclusiones
que deberían extraerse de esas premisas.
El diagrama principal es cuadriliteral, lo que significa que tenemos un problema de 4
términos. Estos términos aparecen listados como a, b, cyd en la parte superior derecha
del manuscrito. También se nos dice que a se refiere a "patos", b a "valses", c a "oficial"
y d a "mis aves de corral". En el diccionario, aparecen tres proposiciones de dos términos
en forma de subíndice:
1. ab0
2. C1b'0
3. dia0
Estas proposiciones, dadas como premisas, pueden ser interpretadas fácilmente por
cualquier lector familiarizado con la notación lógica de Carroll. La introducción del
simbolismo en la lógica a partir del siglo XVIII hizo que varias notaciones compitieran [-
17]. Las primeras notaciones eran en su mayoría ecuacionales, como se puede ver en los
escritos de Boole y sus seguidores inmediatos William S. Jevons y Venn. Otros, como
Charles S. Peirce, Ernst Schröder y Hugh MacColl, apelaron más bien a notaciones
inclusivas o implicativas. Carroll exploró un camino diferente al introducir subíndices
para indicar el estado de una clase: "0" para el vacío y "1" para la existencia [1, 14].
Por ejemplo, la proposición “Ningún x es y” indica que la clase xy está vacía.
Entonces, simplemente se representa como: “xy0”. De manera similar, la proposición
“Algunas x son y” se representa como “xy1”. Proposiciones como “Todos los x son y”
son más complejas porque Carroll consideraba que afirmaban tanto la existencia de x
como el vacío de xy' (donde y' significa no - y). En consecuencia, los representó como “
x 1 y 0 ”, con los subíndices teniendo efecto desde el principio de la fórmula [12, pag.
72]. Gracias a estas convenciones, uno puede transformar fácilmente el trío de premisas
dadas en el manuscrito en las siguientes formas abstractas:
1. ninguna a es b
2. Todos los c son b
3. Todos los d son un
De nuevo, si reemplazamos las letras a, b, c y d como indica el diccionario, obtenemos el
problema original tal y como debía ser en forma concreta:
1. Ningún pato es un vals
2. Todos los oficiales son valses.
3. Todas mis aves son patos.

3.2 Representación de locales

Sorprendentemente, la representación de las premisas la obtuvimos en un diagrama


cuadriliteral, como lo describimos en la Sección.2.3, no daría lugar a una figura similar a
la dibujada por Carroll en su manuscrito. La explicación es bastante sencilla: en el art.
2.3, citamos el único pasaje donde Carroll describió su diagrama cuadriliteral. Eso fue en
la primera parte de su Lógica simbólica, publicada por primera vez en 1896, con una
cuarta edición en 1897. Allí, explicó que el rectángulo horizontal en el cuadrado era para
la clase c mientras que la vertical representa d. En el
66 A. Moktefi

Figura
17 1 2 3 4

5 6 7 S

9 10 11 12

13 14 15 dieciséi
s

Sin embargo, en el manuscrito, probablemente fechado en 1892, el rectángulo horizontal


corresponde a la clase d, mientras que el vertical representa la clase c. Esto queda claro
en los pequeños diagramas en la parte superior de las columnas 2 y 3, correspondientes a
las combinaciones ac y ad respectivamente. No sabemos si Carroll se apartó aquí
excepcionalmente de su uso habitual o si cambió los rectángulos c y d en su diagrama
cuadriliteral entre 1892 y 1896.
La cuestión es que una vez que ponemos la clase c verticalmente y la d
horizontalmente, tal como lo hizo Carroll en el manuscrito, la representación de las tres
premisas da el mismo diagrama marcado proporcionado por Carroll, como veremos más
adelante. Carroll dividió su cuadrado como se muestra en la figura.17:
La clase a cubre los compartimentos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8.
La clase a' comprende los compartimentos 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15 y 16.
La clase b cubre los compartimentos 1, 2, 5, 6, 9, 10, 13 y 14.
La clase b' comprende los compartimentos 3, 4, 7, 8, 11, 12, 15 y 16.
La clase c cubre los compartimentos 2, 3, 6, 7, 10, 11, 14 y 15.
La clase c' comprende los compartimentos 1, 4, 5, 8, 9, 12, 13 y 16.
La clase d cubre los compartimentos 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 12.
La clase d' cubre los compartimentos 1, 2, 3, 4, 13, 14, 15 y 16.
La representación de las tres premisas en este diagrama cuadriliteral requiere las mismas
reglas utilizadas para los diagramas biliteral y triliteral. La marca 'I' indica la ocupación
de un compartimento mientras que el '0' indica su vacío. Se puede poner una marca en el
borde entre dos compartimentos cuando no está claro a cuál pertenece. Resulta que:
I. La primera premisa “No a es b” dice que los compartimentos 1, 2, 5 y 6 están
vacíos.
II. La segunda premisa “Todos c son b” dice que:
– Los compartimentos 3, 7, 11 y 15 están vacíos.
– Al menos uno de los compartimentos 2, 6, 10 y 14 está ocupado. Pero sabemos
que 2 y 6 están vacíos (ver entrada I arriba). Entonces, inferimos que el
compartimento 10 o el 14 (o ambos) están ocupados.
III. La tercera premisa “Todos d son a” dice que:
– Los compartimentos 9, 10, 11 y 12 están vacíos. Pero sabemos que el
compartimento 10 o el 14 están ocupados (ver entrada II arriba). Entonces,
inferimos que el compartimento 14 está ocupado.
– Al menos uno de los compartimentos 5, 6, 7 y 8 está ocupado. Pero sabemos que
los compartimentos 5, 6 y 7 están vacíos (ver entradas I y II arriba). Entonces,
inferimos que el compartimento 8 está ocupado.
Más allá de los silogismos: diagrama cuadriliteral (marcado) de Carroll 67

Figura
18 0 0 0

0 0 0 1

0 0 0 0

1 0

Introduciendo las marcas oportunas en el diagrama de acuerdo con lo expuesto


anteriormente se obtiene el diagrama cuadriliteral completo (Fig.18), que es exactamente
el mismo que Carroll produjo en su manuscrito.

3.3 Sacar conclusiones

Encontrar la conclusión que se puede sacar de las premisas depende de los términos que
se quieran tener en la conclusión. Carroll intenta discutir todos los casos posibles: ab, ac,
ad, bc, bd y cd, siempre que se trate de proposiciones de dos términos. Estas son las 6
columnas que se pueden ver al final del manuscrito. Para llegar a las conclusiones,
Carroll procede del mismo modo que lo hizo con los silogismos. Para cada caso,
transfiere información a un nuevo diagrama de 2 términos donde se guardan solo los 2
términos que aparecen en la conclusión. Esos diagramas de dos términos se obtienen
simplemente eliminando las otras clases del diagrama cuadriliteral, como se muestra en
la figura. 19. Tenga en cuenta que Carroll no representó en su manuscrito los diagramas
de 2 términos en las columnas cuarta y quinta, correspondientes a los casos bc y bd
respectivamente.
La transferencia de información del diagrama cuatriliteral a cada uno de estos
diagramas de 2 términos se realiza de acuerdo con las mismas reglas que describimos
anteriormente en el funcionamiento de los silogismos. La idea es que un compartimento
está vacío sólo si se sabe que todas sus subdivisiones están vacías, y está ocupado si se
sabe que al menos una de sus subdivisiones está ocupada. Una vez que la información se
transfiere al diagrama de 2 términos apropiado, uno simplemente tiene que "leerla" allí.
Este último paso, por más simple que parezca, aún podría resultar bastante difícil para el
principiante que aún no está familiarizado con esos diagramas. No sólo los distintos
diagramas de dos términos tienen diferentes formas, sino que también un solo diagrama
puede contener más de una conclusión. Una solución que se podría seguir, aunque no
tenemos evidencia de que Carroll la haya usado alguna vez, es transferir nuevamente
información de cada

1- ab II-C.A III-anuncio YV- serV-bdVI-cd


Figura 19
68 A. Moktefi

diagrama de 2 términos en el diagrama biliteral estándar (más atractivo) como lo


describimos en la Sección. 2.1.
A continuación, analizaremos los seis casos en el mismo orden en que lo hizo Carroll.
Para cada caso, indicaremos primero qué términos se mantienen en la conclusión (es
decir, los retinendos) y cuáles se han eliminado (es decir, los eliminandos).
Representaremos la conclusión en el diagrama de 2 términos apropiado (en el lado
izquierdo), luego transferiremos la información a un diagrama biliteral estándar (en el
lado derecho). Finalmente, reproduciremos las conclusiones de Carroll en forma de
subíndice y resumen, tal como las enumeró en su manuscrito, y las completaremos
cuando sea necesario.

Carroll pasa por alto la tercera conclusión: ab0 (es decir, “Ningún a es b”), que en
combinación con las anteriores dan conclusiones finales: a1b0 (es decir, “Todos a son
no-b”) y b1a0 (es decir, “Todos b no son-b”). a ").

Carroll pasa por alto las conclusiones finales (combinadas): a1 c0 (es decir, “Todos a son
no-c”) y c1a0 (es decir, “Todos c no son-a”).

3er casoRetinendos: a , d ; Eliminandos: b, c .


Más allá de los silogismos: diagrama cuadriliteral (marcado) de Carroll 69

Conclusiones de Carroll: ad 1 (es decir, “Algunos a son d ”) y a' d[ (es decir,


“Algunos no - a no son-d”).
Carroll pasa por alto la tercera conclusión: a' d0 (es decir, “No, no - a es d ”), que en
combinación con las anteriores da conclusiones finales: a[d0 (es decir, “Todos no - a no
son - d ”) y d 1 a0 (es decir, “Todos d son a”).

inclusiones: c 1 bq (es decir, “Todos c son b ”) y b [ c 0 (es decir,


“Todos los que no son - b no son - c ”).

inclusiones: b1d0 (es decir, “Todos los b no son-d”) y d1b0 (es decir,
“Todos los d no son-b”).
6to CasoRetinendos: c, d ; Eliminandos: a , b .

0 I

0 0 I

Conclusiones de Carroll: cd0 (es decir, “ningún c es d”), cd[ (es decir, “algunos c no
son - d”) y c' d 1 (es decir, “algunos no-c son d”).
Carroll señaló que la combinación de las dos primeras conclusiones da c1d0 (es decir,
"Todos los c no son-d"). Sin embargo, pasa por alto el hecho de que la combinación de la
primera y la tercera conclusión también da d1c0 (es decir, “Todos los d no son-c”).
3.4 Variaciones simbólicas

Ahora que hemos dado una solución completa al problema lógico que estamos
considerando, observamos que Carroll no llegó tan lejos y que muchas de sus
70 A. Moktefi

conclusiones estaban incompletas. Además, una mirada al manuscrito muestra que


Carroll tachó el problema en la parte superior derecha y añadió la frase “no debe usarse”
en el centro. Todos estos indicios sugieren que Carroll nunca completó la solución de su
problema lógico y debió haberlo abandonado en esta etapa.
La frase “no debe usarse” sigue siendo enigmática. Un primer pensamiento sería que
Carroll diseñó ese problema lógico en esta ocasión y que, al no estar satisfecho con él,
decidió no usarlo más. Sin embargo, sabemos que lo usó antes y después de trabajar en él
en este manuscrito. De hecho, ese problema ya aparece en el Quinto artículo sobre lógica
de Carroll ([7], [3, pag. 208]), una colección de problemas que imprimió de forma
privada en mayo de 1887, probablemente para utilizarlos en su enseñanza lógica. El
primer problema en ese artículo fue:
1. Vals sin patos
2. Todos los oficiales vals
3. Todas mis aves son patos.
Este es exactamente el problema que discutimos extensamente anteriormente. Por
supuesto, la fecha de nuestro manuscrito es incierta y bien podría ser anterior a 1892,
como supusimos. Sin embargo, sabemos por los diarios privados de Carroll que fue el 24
de noviembre de 1888 cuando inventó su diagrama cuadriliteral, al menos en la forma
que tiene en el manuscrito [19, pag. 434]. Así, el problema lógico en estudio, ya
conocido en 1887, debió haber sido diseñado por Carroll antes de su uso en este
manuscrito, cualquiera que sea su fecha. Esta cuestión es importante porque sugiere que
Carroll primero pidió a sus alumnos que resolvieran este problema sin su método
diagramado. Como tal, habrían apelado a uno de los métodos simbólicos que Carroll
diseñó para los sorites. Sin embargo, en el Quinto Documento sobre Lógica no se
ofrecieron soluciones.
Curiosamente, Carroll también incluyó este problema de lógica, con algunas
variaciones que mencionaremos más adelante, unos años más tarde en la primera parte
de su Lógica Simbólica [12, pag. 112]. Allí, también proporcionó una solución utilizando
el método simbólico de subrayado [12, pag. 158]. No pretendemos discutir ese método
aquí. Para nuestro propósito basta con explicar que la idea principal es eliminar los
términos que aparecen con signos diferentes en las premisas dadas en forma de
subíndice. Por ejemplo, en nuestro manuscrito, el término b se afirma en la primera
premisa y se niega en la segunda. De manera similar, el término a se afirma en la primera
premisa y se niega en la tercera. La eliminación de a y b significa que sólo hay que
discutir el sexto caso anterior donde cyd aparecen en la conclusión. Como se ha
mostrado en el apartado anterior, en ese caso se combinan dos conclusiones:
(1) “Todos los c son no-d” (“Todos los oficiales no son mis aves de corral”);
(2) “Todos los d son no-c” (Todas mis aves de corral no son oficiales”).
Sorprendentemente, una mirada a la solución simbólica de Carroll en Symbolic Logic
muestra que no llegó a estas conclusiones. De hecho, la solución dice: “Mis aves de
corral no son oficiales”, lo cual es simplemente nuestra conclusión (2). Curiosamente,
Carroll llega aquí a la conclusión que no incluyó en el manuscrito y omite la que sí
incluyó sola en el manuscrito.
La razón por la que nuestra conclusión (1) desaparece de la solución de Carroll es que
cambió ligeramente la expresión de la segunda premisa “Todos los oficiales bailan el
vals” (como aparece en el
Quinto documento sobre lógicay en el manuscrito) en “Ningún oficial se niega jamás a
bailar el vals”. Este cambio puede parecer trivial, pero en realidad no lo es. De hecho,
aunque ambas proposiciones son universales, la segunda por sí sola es negativa. Como
Más allá de los silogismos: diagrama cuadriliteral (marcado) de Carroll 71

tal, de acuerdo con la teoría de la importación existencial de Carroll, esta nueva premisa
ya no afirma la existencia de “funcionarios” (es decir, el término c). Por tanto, ninguna
de las premisas afirma la existencia de c, mientras que la conclusión (1) sí lo hace. De
ello se deduce que la conclusión (1) no es válida. Eliminar la importación existencial de
la conclusión (1) la convertiría en:
(3) “No c es d” (“Ningún oficial es mi ave de corral”).
Sin embargo, enumerar la conclusión (3) es superfluo porque su información ya está
contenida en la conclusión (2).
En realidad, hay una segunda modificación menor que Carroll hizo en la expresión
del problema tal como aparece en Symbolic Logic. De hecho, cambió las letras b y d en
su diccionario, haciendo que b signifique "mis aves de corral" y d "dispuesto a bailar el
vals". Este cambio no parece implicar ninguna consecuencia en la solución simbólica del
problema. Por supuesto, Carroll llegó a una conclusión que contenía las letras b y c, en
lugar de c y d como lo hicimos nosotros. Pero esto es puramente anecdótico porque una
vez que se aplica el diccionario, obtenemos términos concretos similares.
Sin embargo, es digno de mención que este cambio entre las letras b y d tiene una
consecuencia práctica cuando se trata de resolución de diagramas. De hecho, la selección
del diagrama de dos términos a utilizar depende de qué términos vamos a mantener en la
conclusión. Por lo tanto, buscar la relación entre b y c, en lugar de c y d, impide utilizar
el diagrama de la sexta columna, que resultó ser la única que no tiene clases continuas.
De hecho, a diferencia de los otros diagramas de 2 términos que dividen el universo en
cuatro subdivisiones cada uno, el sexto diagrama tiene 6 subdivisiones. La razón es que
los compartimentos c no-d y d no-c están formados por dos áreas discontinuas cada uno,
lo que hace que ese diagrama sea más difícil de utilizar.

(4) Conclusión
En este artículo, intentamos darle sentido a un manuscrito en el que Carroll resolvió un
problema de lógica con su diagrama cuadriliteral. Otra lectura posible, aunque
improbable, del manuscrito sugeriría que Carroll en realidad no resolvió ese problema de
forma esquemática. De hecho, no representó los dos diagramas de dos términos que
deberían haberse dibujado encima de las columnas 4 y 5. Esta objeción no se sostiene
porque Carroll no proporcionó ninguna conclusión para esos casos, ni esquemática ni
simbólica. Por lo tanto, es probable que abandonara el problema allí. Una objeción más
fuerte a nuestra lectura es que Carroll no transfirió ninguna información del diagrama
cuatriliteral a los diagramas de 2 términos en las columnas 1, 2, 3 y 6. Entonces, las
conclusiones no se representan esquemáticamente en ninguna parte, mientras que se
expresan explícitamente simbólicamente. en cada columna. Por lo tanto, es posible que
Carroll haya utilizado esos diagramas sólo como herramientas heurísticas en algún
momento antes de proceder simbólicamente, en lugar de llevar a cabo un razonamiento
esquemático propiamente dicho. En realidad, el cuaderno de lógica de Carroll en la
Colección Parrish (Biblioteca de la Universidad de Princeton), que aparentemente usó
alrededor de 1890, contiene de hecho algunos diagramas cuadriliterales marcados que
parecen acompañar simplemente soluciones que eran bastante simbólicas en sí mismas [-
8]. Sin embargo, a diferencia de ese cuaderno, nuestro manuscrito no muestra ningún
método simbólico. Entonces, ¿cómo procedió Carroll en la práctica para llegar a esas
conclusiones?
Una posibilidad obvia es que utilizó otras hojas (faltantes) para hacer cálculos. Sin
embargo, esto es válido tanto para los métodos diagramados como para los simbólicos, y
72 A. Moktefi

aquí no hay forma de privilegiar un método sobre el otro. Otra posibilidad es que Carroll
representara las premisas en el diagrama cuadriliteral, enumerara los seis casos, dibujara
para cada caso el diagrama de 2 términos correspondiente para visualizar qué áreas
debían considerarse y luego extrajera las conclusiones mentalmente. Esto puede parecer
incómodo para el lector que no esté familiarizado con esos diagramas. Sin embargo,
Carroll estaba acostumbrado a resolver problemas lógicos con sus diagramas y, además,
también estaba capacitado para resolver mentalmente problemas complejos, ya que
publicó un conjunto completo de problemas de este tipo para pensar durante las “noches
de insomnio” [11]. Si Carroll resolvió este problema de la manera que acabamos de
describir, nada nos impide considerarlo todavía como un razonamiento esquemático,
incluso si esos diagramas fueran sólo imágenes mentales y no tinta sobre papel. Estas
especulaciones sobre el verdadero estatus esquemático de la solución de nuestro
manuscrito no deberían hacernos olvidar que Carroll ciertamente sabía cómo proceder, y
muy probablemente procedió, de la forma en que lo hicimos nosotros en nuestra
discusión. Esto se evidencia en los dos diagramas de una circular de 1890 a la que
aludimos en la sección.2.2.
Ahora, una mirada a la solución de Carroll a nuestro problema en su Lógica simbólica
muestra que sólo necesita una línea para resolverse simbólicamente, mientras que la
solución esquemática del manuscrito requiere mucho más tiempo, espacio y trabajo. Ya
explicamos en nuestra discusión de este manuscrito que Carroll debió abandonar su
trabajo en algún momento y nunca terminar su solución esquemática. Además,
observamos que Carroll proporcionó más tarde una solución simbólica a este problema
en su Lógica Simbólica, mientras que nunca publicó ninguna solución esquemática a
ningún problema que involucrara más de 3 términos. Un atajo fácil podría llevarnos a
pensar que esto ilustraría la superioridad de los métodos simbólicos sobre los diagramas.
Esto sería engañoso porque Carroll nunca abandonó los métodos diagramados para
problemas complejos. En el apéndice de la primera parte de Lógica simbólica, describió
varios diagramas para problemas que involucran hasta 10 términos [12, pag. 179]. Como
explicamos anteriormente, Carroll nunca logró terminar y publicar la segunda parte, por
lo que no sabemos si allí las habría aprovechado o no. Es cierto que cuando aumenta el
número de términos, los diagramas se vuelven más complejos y difíciles de entender. Por
lo tanto, es comprensible que los lógicos, incluido Carroll, prefieran otros métodos para
problemas que involucran más de, digamos, 6 o 7 términos. Sin embargo, nuestro
manuscrito no trata sobre este tema porque el problema que analiza tiene solo 4
términos, lo cual aún es viable en forma de diagrama.
Hicimos las observaciones preliminares anteriores para disipar algunas ideas erróneas
que podrían desviarnos en esta conclusión de lo que creemos que es el tema principal
aquí. Además del uso de un método esquemático para resolver el problema en el
manuscrito, el punto interesante es precisamente la idea de Carroll de lo que es un
problema lógico. De hecho, Carroll busca allí todas las conclusiones posibles en cuanto a
la relación entre dos términos cualesquiera involucrados en el argumento. Hasta donde
sabemos, Carroll nunca reelaboró de esta manera su Lógica Simbólica, ni siquiera con
sus métodos simbólicos. En la solución del subíndice que describimos brevemente en la
Sección.3.4, Carroll discutió sólo un caso (el sexto), mientras que exploró seis casos en
el manuscrito. Por lo tanto, no tiene sentido comparar los dos métodos, porque Carroll
estaba siguiendo dos caminos diferentes. Si tuviéramos que discutir simplemente un
caso, después de determinar qué términos deberían estar en la conclusión como se hizo
en el ejemplo de la Sección.2.3, el método esquemático sería perfectamente apropiado,
fácil, eficaz y fiable.
AgradecimientosEste trabajo se benefició enormemente de las conversaciones con muchas personas, en
particular Francine Abeles, Anthony Edwards, Mark Richards y Edward Wakeling, a quienes expreso mi
Más allá de los silogismos: diagrama cuadriliteral (marcado) de Carroll 73
gratitud. Este artículo se basa en un trabajo financiado por una beca de investigación de The Friends of
the University.
de la biblioteca de Princeton. Finalmente, expreso mi agradecimiento a los archiveros que me ayudaron
a consultar el material utilizado en la Biblioteca Pierpont Morgan (Nueva York) y la Biblioteca de la
Universidad de Princeton.

Referencias
1. Abeles, FF: La lógica formal de Lewis Carroll. Historia. Filos. Lógica 26 (1), 33–46 (2005)
2. Abeles, FF: La lógica visual de Lewis Carroll. Historia. Filos. Lógica 28 (1), 1-17 (2007)
3. Abeles, FF (ed.): Los folletos de lógica de Charles Lutwidge Dodgson y piezas relacionadas.
Sociedad Lewis Carroll de América del Norte, Nueva York (2010)
4. Bartley, WW III (ed.): Lógica simbólica de Lewis Carroll. Clarkson N. Potter, Nueva York (1977)
5. Boole, G.: Una investigación de las leyes del pensamiento. Walton y Maberly, Londres (1854)
6. Carroll, L.: El juego de la lógica. Macmillan, Londres (1887)
7. Carroll, L.: Quinto artículo sobre lógica. Colección Parrish, Biblioteca de la Universidad de
Princeton, Dodgson 431 (1887)
8. Carroll, L.: Geometría algebraica. Computadora portátil. The Parrish Collection, Biblioteca de la
Universidad de Princeton, caja 1, carpeta 1 (¿1890?)
9. Carroll, L.: Dos diagramas. Colección Parrish, Biblioteca de la Universidad de Princeton, Dodgson
224 y 225 (¿1890?)
10. Carroll, L.: Notas y cálculos sobre problemas de lógica simbólica. Colección Houghton, Biblioteca
Pierpont Morgan, Nueva York, AAH545 (¿1892?)
11. Carroll, L.: Problemas de almohadas. Macmillan, Londres (1893)
12. Carroll, L.: Lógica simbólica—Parte I, 4ª ed. Macmillan, Londres (1897)
13. Marquand, A.: Diagramas lógicos para n términos. Filos. revista 12, 266–270 (1881)
14. Moktefi, A.: La lógica de Lewis Carroll. En: Gabbay, DM, Woods, J. (eds.) La lógica británica en el
siglo XIX, págs. Holanda Septentrional, Ámsterdam (2008)
15. Moktefi, A., Edwards, AWF: Una clase más: Martin Gardner y los diagramas lógicos. En: Burstein,
M. (ed.) Un ramo para el jardinero: Martin Gardner recordado, págs. Sociedad Lewis Carroll de
América del Norte, Nueva York (2011)
16. Moktefi, A., Shin, S.-J.: Historia de los diagramas lógicos. En: Gabbay, DM, Pelletier, FJ, Woods,
J. (eds.) Lógica: una historia de sus conceptos centrales, págs. Holanda Septentrional, Ámsterdam
(2012)
17. Venn, J.: Sobre las diversas notaciones adoptadas para expresar las proposiciones comunes de la
lógica. Proc. Camb. Filos. Soc. 4, 36–47 (1880)
18. Venn, J.: Lógica simbólica, 2ª ed. Macmillan, Londres (1894)
19. Wakeling, E. (ed.): Diarios de Lewis Carroll, vol. 8. Sociedad Lewis Carroll, Clifford (2004)

A. Moktefi (B)
IRIST, Université de Strasbourg, 7 Rue de l'Université, 67000 Estrasburgo, Francia
correo electrónico:moktefi@unistra.fr
Un puente esquemático entre la lógica estándar y la
no estándar: el segmento numérico

Fernando Cavaliere

AbstractoEl sistema de cálculo de predicados 'distintivos' (DPC) utilizado aquí es parte


de una empresa más general para acercar la lógica al lenguaje natural y a las intuiciones
naturales. Este sistema trabaja sobre el concepto central de “medio” o “intermedio” y
encuentra una síntesis en el diagrama del 'Segmento Numérico' (NS). Pretendemos
mostrar cómo esta herramienta esquemática y su lógica pueden usarse teóricamente
como un vínculo interesante con lógicas no estándar (difusa, polivalente,
paraconsistente) y aplicarse a nuevas formas de razonamiento esquemático.

Palabras claveCuantificadores · Lenguajes naturales · Lógica distintiva · Diagrama


lógico · Silogismos numéricos · Lógica no estándar

Clasificación de materias de matemáticas (2010)03B20 · 03B52 · 03B65 · 03B60 ·


03B52 · 05C99

1 Segmento distintivo desde la lógica clásica hasta los sistemas


numéricos
El sistema de cálculo de predicados 'distintivos' (DPC) utilizado aquí es parte de una
empresa más general para acercar la lógica al lenguaje natural y a las intuiciones
naturales. Este sistema trabaja sobre el concepto central de predicado “medio” o
“intermedio”. Los predicados categóricos se pueden interpretar como puntos o
subsegmentos de un 'Segmento distintivo' (DS). En el 'Segmento Numérico Distintivo'
(NS) cada punto representa una predicación numérica precisa: se establece una
representación esquemática de un cálculo numérico distintivo.

1.1 El concepto de "medio"

En la lógica clásica los contrarios son siempre dos: vienen en pares, ya sea de términos
(predicados) o de predicaciones universales. Por definición, es imposible que los
contrarios subsistan juntos, pero son posibles "intermedios" o "medios" entre dos
contrarios. Por tanto, el gris puede considerarse un intermedio entre el blanco y el negro.
Puede haber más de un intermedio, como pálido, entre el blanco y el negro. Tales
intermediarios siempre representan una privación parcial de las propiedades extremas, en
el sentido de que los dos contrarios correspondientes representan la diferencia máxima
(perfecta o completa). Así, al utilizar una metáfora, los extremos de un segmento de recta
son los dos puntos máximamente distantes entre sí.
A. Moktefi, S.-J. Shin (eds.), Razonamiento visual con diagramas, Estudios de Lógica Universal,73
DOI 10.1007/978-3-0348-0600-8_5, © Springer Basilea 2013
74 F. Cavaliere

Yba
Figura 1El segmento distintivo

Para algunos pares de contrarios no hay intermediario: son predicados no calificables.


Los ejemplos son pares e impares (para números) y también verdadero y falso. Toda
predicación es verdadera o falsa, y de la verdad de una se deriva la falsedad de su
negación, y viceversa. Esto define una lógica bivalente. En la lógica clásica, las
categóricas existenciales afirmativas y negativas se definen sin ninguna referencia a los
intermedios. Entre los contradictorios se excluyen los intermedios, pero como investiga
R. Blanché [5, págs. 36-39], por un lado, Aristóteles describe el categórico existencial
Algunos b es a (tradicionalmente simbolizado por Iba) como 'parcial' ('una parte pero no
todo'), excluyendo todo; por otro lado, al desarrollar su lógica de predicados y su
silogística, la misma forma existencial es interpretada como "al menos uno y
posiblemente todos".XXIV El término que ha sido aceptado en la tradición (desde
Apuleyo) para Algún b es a o Algún b no es-a (este último tradicionalmente simbolizado
por Oba) es "particulares".
Según la interpretación de Blanché, podemos suponer que los dos universales, al ser
contrarios, representan los extremos de la oposición entre Todo b es a (en símbolos: Aba)
y No b es a (en símbolos: Eba), que por tanto puede admitir intermedios. Si Todo
hombre es blanco y Ningún hombre es blanco son contrarios, ¿qué tipo de situación
intermedia podemos imaginar?

1.2 El segmento distintivo (DS)

Como podemos deducir de Blanché [4, 5], es la conjunción (aquí simbolizada por “*”)
de los dos particulares la que forma el intermedio entre los dos universales contrarios. Lo
"parcial", basado en el cuantificador "sólo algunos" (o "existencial exclusivo"
simbolizado por Y), es el intermedio natural entre los universales contrarios. Sin
embargo, la silogística aristotélica, y con ella la silogística clásica estándar del mundo
occidental, tomaría un rumbo diferente. De hecho, el predicado "parcial" no se tomará en
consideración hasta el siglo XVIII, con Ploucquet o von Holland.XXV
En la Fig.1, junto a las fórmulas se encuentran los siete diagramas de Venn
correspondientes para todas las relaciones posibles entre pares de conjuntos (definidos
contextualmente) que forman el conjunto asociado

XXIVBlanché cuenta la historia de un “combate a muerte” entre lo parcial y lo particular en la evolución


del pensamiento de Aristóteles [5, pag. 39, nota 27]. Un precursor de Blanché fue Sesmat [21].
XXVVéase Lenzen [dieciséis]. JH Lambert escribe: “...tenemos estos tres casos: 1. Cada b es a, 2. Sólo
alguna b es a, 3. Ninguna b es a. De las tres proposiciones sólo una puede ser verdadera en un momento
dado” [15, págs. 76–77] (traducción al inglés del autor). La falsedad de uno no permite concluir sobre la
verdad de ninguno de los otros.
Un puente esquemático entre lógicas estándar y no estándar 75
XXVI
fórmula verdadera. Ybarepresenta precisamente los casos intermedios entre Aba y
Eba. Se podría decir que Y está "repartido" sobre el segmento que va de A a E, con
exclusión de los dos extremos.
A este “cuadrado de oposición simplificado” lo denominamos “Segmento Distintivo”
de oposición o DS. En este sencillo diagrama el morado representa un color medio entre
el azul y el rojo de los puntos extremos, por analogía con los predicados
correspondientes.XXVII La predicación Sólo algunos b es a, es afirmativa sólo en el sentido
gramatical, pero distinguimos en la clase de sujeto ba un subconjunto de elementos de
los que se puede predicar a, además de un subconjunto de elementos de los que a no se
puede predicar, de modo que a' ( = no a) es predicable de ellos. Por este motivo
llamamos al segmento “distintivo”.XXVIII Así, una metáfora geométrica se transforma en
una estructura lógica.

1.3 El segmento distintivo numérico (NS)

Tras los primeros intentos de Lambert, los silogismos numéricos se desarrollaron en un


contexto algebraico, a partir de De Morgan, Peirce y Keynes [9, págs. 38, 42, 135], hasta
los epígonos del siglo pasado como Hacker y Parry [10], Carnes y Peterson [6] o
Murphree [18, 19] (ver Pfeiffer [20]).
Una característica restrictiva del sistema basado en un DS tripartito es el hecho de que
captura todas las situaciones intermedias en una única predicación indiferenciada, a
saber, la parcial (o particular). La principal ventaja de DS es que permite refinar la
cuantificación numérica. El modelo DS se subdivide en tantos intervalos como sean
necesarios, en función del número de elementos de que se trate. No sólo los vértices, sino
también cada punto del Segmento Distintivo Numérico o Segmento Numérico (NS)
representa una predicación numérica precisa, y viceversa. Esta es la razón por la cual
nuestro esquema esquemático no utiliza círculos u otras figuras que no tengan 2
extremos y un orden unidimensional (rectilíneo) para todos sus puntos.

XXVITodos los conjuntos en cuestión son distintos del universo de objetos u y del conjunto nulo [3,
págs. 53–55]. En los casos 5 y 7, u coincide con la unión de los dos conjuntos b y a, siendo la diferencia
que, en el caso 7, b es el complemento de a en u. En los otros cinco casos, u está representado por el
marco rectangular. Se observa que tal distribución mutuamente excluyente entre los tipos de
proposiciones no es posible en el clásico cuadrado de oposición. Los 7 tipos de proposiciones ya se
pueden encontrar en De Morgan [8, págs. 65-67] que las llamó proposiciones complejas y simbolizadas
por D - D, - D' - P - C' - C, - C (respectivamente para nuestros casos del 1 al 7). En la misma obra, De
Morgan hace uso de segmentos (o letras dispuestas en filas) para ilustrar proposiciones [8, págs. 61, 79,
81–82, etc.]. Después de De Morgan, Keynes y otros lógicos identificaron los 7 casos. Ninguno de ellos
(incluido De Morgan) utilizó el cuantificador “parcial”.
XXVIILo mismo ocurre con las siguientes Figs.2y3, mientras que en las Figs.4,5y6, los colores tienen la
función de subrayar.
XXVIIISobre esta base hemos construido los cálculos distintivos triangulares y hexagonales [7, págs.
242-246]. Las leyes conocidas de inferencia inmediata ahora se han ampliado con la equivalencia de los
dos anversos Y: Yba = Yba' (donde a' representa el complemento de a en u). El lógico ruso NA Vasil'ev
desarrolló una lógica verdaderamente tripartita como la que acabamos de esbozar. En 1910 la llamó
Lógica de las nociones. Además de los tipos de proposiciones que llamó "generales" (es decir, nuestro
"universal"), postuló el tipo "accidental", y los "juicios" podían ser no sólo afirmativos o (internamente)
negativos, sino también indiferentes. Ver Seuren [22] y Suchon [23] sobre esquemas triangulares,
Blanché [4] y Béziau [2] para desarrollos de esquemas hexagonales.
76 F. Cavaliere
Figura 2NS de un predicado singular Ibla IbOa
máximo=A U®]= E = min = Ibla'
=
= lb Oa'

Fig. 3NS para un tema con 2 elementos

En NS la predicación se especifica según la cardinalidad del término sujeto referente:


“Cuatro de nueve perros escaparon” o “9d4e”. En la silogística tradicional, predicaciones
como Sócrates es un político o Sócrates no es un político (o Sócrates no es un político) se
denominan, respectivamente, singulares afirmativos y negativos. En lógica moderna se
les conoce como descripciones definidas (singulares). Cuando se utilizan cuantificadores
numéricos, el primer caso se convierte en “1s1p”: “precisamente un s es p”, mientras que
el segundo se convierte en “1s0p”: “precisamente ninguno [cero] de s es p” o
“exactamente un s no es p” ”. Para representar las dos predicaciones mediante un modelo
análogo a NS debemos recurrir a dos puntos adyacentes distintos, sin intermediarios
(Fig.2).
El número mínimo de elementos del tema que pueden dar lugar a un “parcial” es 2,
como se muestra en la Fig.3. De esta figura deducimos que el universal afirmativo
coincide con el cuantificador numérico máximo (“dos de dos b son a”); el universal
negativo ninguno con el cuantificador numérico nulo (“de 2 b 0 es a”), mientras que el
particular distintivo sólo algunos pasa a ser “de dos b uno es a”.
Con un tema de 4 elementos (Fig.4)XXIX el particular distintivo sólo algunos se
convierte en la disyunción de todos los cuantificadores numéricos intermedios: “de 4 b
[3v2v1]área”.
Los cuantificadores tradicionales y los conocidos en la literatura como “intermedios”
[9], o “cuasi numérico”, se traducen a numéricos mediante símbolos adjuntos. Así, >
representa más, < representa menos, ≥ representa (más o igual) o al menos, ≤ representa
(menos o igual) o como máximo. Estos símbolos son abreviaturas de disyunciones de
cuantificadores numéricos, como se muestra en la figura. 5, donde la clase de materia
tiene cardinalidad 6.
Debajo se sitúan los extremos de NS de forma escalar, y las expresiones de
intervalos/cuantificadores precedidas por la expresión “al menos” o “como máximo”,
que son consideradas primitivas por quienes hasta ahora han analizado los silogismos
numéricos. Por el contrario, consideramos más intuitivas las expresiones precedidas de
“exactamente”, considerándose las otras como derivadas. Lo mismo ocurre con los
cuantificadores intermedios.
Cada expresión de los laterales izquierdo o derecho implica los que están debajo de
él. Cifra5muestra cómo el posible cuadrado opuesto tiene en los laterales izquierdo o
derecho las proyecciones de los intervalos progresivos trazables a NS. Podemos asociar a
estos laterales no sólo los números de los autores recién mencionados, sino también las
expresiones lingüísticas escalares o graduales estudiadas por L. Horn [13, págs. 236-
238]. La obversión de una predicación numérica viene

XXIXEl acrónimo “alo” está tomado de una charla de J.-Y. Béziau (en el Congreso “La lógica ahora y
entonces”, Bruselas, 5 al 7 de noviembre de 2008).
Un puente esquemático entre lógicas estándar y no estándar 77
al menos uno (unja)
=> mín.=43 2 1|0
(4 o 3 o 2 o 1)>1

exactamente2 - 1/2 - mitad4 3|2| 1 0

como mucho
todoexceptouno(amalleo)
4 |3 2 1~= < máx.=0
p o 2 o 1 o 0)<3

Figura 4NS con 4 elementos


máximo o mínimo (4 o sobre cuándo se intercambian cuantificadores
0)
simétricos con respecto al punto central de NS.XXX
Al igual que los sistemas distintivos anteriores, la obversión de una predicación

figura 5NS con expresiones de lenguaje natural.


numérica se obtiene intercambiando los cuantificadores que son simétricos con respecto
al eje vertical. Por ejemplo, “De 6 b, exactamente 2 son a = De 6 b, exactamente 4 son
no-a”. Aquí queda claro que los intermedios son una mezcla de contrarios, inversamente
proporcionales entre sí.

XXXEl cuadrado no agota las combinaciones posibles. Por ejemplo, no contiene aquellos con
cuantificadores/intervalos discontinuos, o aquellos que carecen de extremos, como los que tienen varios
cuantificadores intermedios entre ellos.
78 F. Cavaliere
Figura 6Doble NS

1.4 El doble segmento y las inferencias mediatas

Con la ayuda de los cuantificadores numéricos podemos cuantificar intervalos, no sólo


del sujeto sino también del predicado; realizando así el sueño de una silogística buscada
en vano por W. Hamilton [11], CE Stanhope (ver Harley [12]) y otros defensores de esta
idea. Por ejemplo, una fórmula como “(6 S) > 3 < 5 (P > 7)” se puede leer como “Entre
las S, que son exactamente 6, del 3 al 5 están las P, que son al menos 7 en número”.
número".
Si queremos una representación esquemática completa de todo el universo, debemos
añadir un segundo NS al primero para el complemento del sujeto (o de los dos términos).
De esa manera podemos representar categóricos compuestos [7, pag. 253]. Por ejemplo:
“4b 3a4 b'6 = (4b3a & 6b'4a)” (ver Fig.6).
Este diagrama está inspirado en esquemas similares (sin atributos numéricos) de
Leibniz, Lambert, De Morgan, Stanhope, Macfarlane y otros lógicos. La densidad de
información en este diagrama, en lo que respecta a todas las relaciones entre las clases
involucradas (incluida la u), y su forma geométrica, lo hace adecuado para la inferencia
mediata numérica [9, págs. 38, 42]. Sólo necesitamos dibujar un segundo segmento
doble, paralelo al primero, en el que aparece una nueva variable. El tercer segmento
doble, a modo de conclusión, se eleva por confrontación entre los dos anteriores. Este
método sería más simple que las operaciones equivalentes basadas en reglas para
predicados numéricos complejos, pero aún se encuentra en una etapa experimental [7,
págs. 252-253].

2 Segmento numérico y lógicas no estándar


La herramienta esquemática de NS se puede aplicar a nuevas formas de razonamiento
esquemático, con n niveles de segmentos numéricos, que trascienden la antinomia teórica
entre lógicas de no contradicción y lógicas no estándar.

2.1 Segmento difuso (FS) e 'interbivalencia' del lenguaje natural

La estructura subyacente de la Lógica Distintiva revela un isomorfismo respecto de una


lógica natural que llamamos “interbivalente” y en la que definimos, además de los
valores verdadero y falso, también los valores parcialmente verdaderos y parcialmente
falsos. El NS se vuelve “borroso” (en el sentido de Zadeh [24] o Kosko [14]) cuando los
segmentos discretos se reemplazan por segmentos continuos, es decir, por segmentos que
son infinitamente subdivisibles.
Podríamos dejar que los puntos de NS representen los elementos de la clase sujeta,
mientras los ordenamos desde el punto con el valor más alto en la escala difusa hasta el
predicado asignado (función de membresía) al que tiene el valor más bajo. La
gradabilidad o escalaridad pasa así de discreta a continua o variada, para generar un
segmento "difuso" (FS) (ver Fig.7).
Un puente esquemático entre lógicas estándar y no estándar 79
figura 7El segmento 3º (incorrecto,
difuso tontería)
a II arennr ars
rojotodos los rojo rojo
0% osos son 50% 100%
Figura 8NS para predicados entre
Todos los osos están
significado y sinsentido (tercer valor) muy enojados.
Todos los osos
están enojados.
Aba Yba Eba

2.2 NS y trivalencia

NS se puede posicionar en un espacio n-dimensional. Los sistemas difusos que


generalmente se denominan polivalentes deberían denominarse interbivalentes, en el
sentido de que el valor de una proposición es verdadero o falso o una mezcla calibrada
de estos dos. En nuestra clasificación, una auténtica trivalencia requiere un tercer valor
heterogéneo entre lo verdadero y lo falso, como por ejemplo “desprovisto de sentido”,
como en Todos los osos son yyygggrrraaaa, que no está bien formado. También aquí es
posible especificar situaciones intermedias entre dos valores cualesquiera del sistema.
Como ejemplo, podríamos citar una oración como Todos los osos están enojados (que
está casi bien formada) u otras oraciones de esa naturaleza (Fig.8, donde los valores
numéricos no son explícitos, pero sí comprensibles de forma analógica).

2.3 NS y lógicas paraconsistentes

La fórmula aristotélica: “una misma propiedad no puede pertenecer y no pertenecer al


mismo tiempo a la misma entidad desde el mismo punto de vista” [1, págs. 142-143]XXXI
es, por supuesto, muy conocido. Entonces nos preguntamos: ¿y si cambiamos el punto de
vista? ¿O el nivel de análisis? En este último caso podremos utilizar dos o más DS en
paralelo, uno para cada nivel o subnivel. Por ejemplo (cuando sea útil = no peligroso y
viceversa):
(Todos) los cuchillos son útiles (subnivel 1A): si se usan correctamente;
(Todos) los cuchillos son peligrosos (subnivel 1B): si se usan de manera inexperta;
(Todos) los cuchillos son útiles y peligrosos (nivel 2): sin tener en cuenta su uso
(sintéticos).
Aquí tenemos predicaciones paraconsistentes o dialécticas [17, págs. 163-175]. Podemos
manejar situaciones paraconsistentes utilizando la siguiente técnica. Construir una tabla
de verdades paralelas, mostrando para cada punto de vista el intervalo que lo satisface en
el NS pertinente.
Esto produce, como se muestra en el lado izquierdo, todos los NS posibles para el
caso que nos ocupa.XXXII Ahora decide qué tipo de lógica deseas adoptar en el segundo
nivel (el lado derecho de

XXXITraducción al inglés del autor.


XXXIIN/M es un cuantificador numérico intermedio.
80 F. Cavaliere
NIVEL1
Punto de vista

Figura 9Razonamiento esquemático con los puntos de


vista.a,b],C

Higo.9). Si considera solo el resultado mínimo de entre los resultados dados, el NS final
será el primero. Aunque solo sea el máximo, será el segundo. Si eliges un resultado
intermedio (media), será el tercero. Finalmente, puedes decidir tomar un punto de vista
específico como el único relevante, eliminando cualquier otro punto de vista (el NS
inferior).

3 Conclusión
La NS es un diagrama simple, una transposición gráfica de algunos conceptos de la
Lógica Distintiva elaborados por el autor. Es una estructura que puede representar
muchos tipos de predicados naturales: categóricos, singulares, numéricos, difusos y
paraconsistentes. Su iconicidad simplifica el análisis de muchas proposiciones
compuestas y abre el camino a métodos visuales adicionales para el razonamiento
estándar o no estándar.

Referencias
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Milán (2004)
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París (1966)
5. Blanché, R.: La logica e la sua storia da Aristotele a Russell (traducción italiana de A. Menzio).
Astrolabio-Ubaldini, Roma (1973)
6. Carnes, RD, Peterson, PL: Cuantificadores intermedios vs porcentajes. Notre Dame J. Formulario.
Registro. 32(2), 294–306 (1991)
7. Cavaliere, F.: Silogismos difusos, cuadrado numérico, triángulo de contrarios, interbivalencia. En:
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Basilea (2012)
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9. Gardner, M.: Máquinas lógicas y diagramas, 2ª ed. Prensa de la Universidad de Chicago, Chicago
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10. Hacker, EA, Parry, WT: Silogismos booleanos numéricos puros. Notre Dame J. Formulario.
Registro. 8(4), 321–324 (1967)
11. Hamilton, W.: Conferencias sobre metafísica y lógica, vol. 4. Blackwood, Edimburgo (1866)
Un puente esquemático entre lógicas estándar y no estándar 81
12. Harley, R.: El demostrador Stanhope. Mente 4, 192–210 (1879)
13. Horn, LR: Una historia natural de la negación. Prensa de la Universidad de Chicago, Chicago
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43–58 (2008)
17. Moretti, A.: La geometría de la oposición lógica. Tesis doctoral, Universidad de Neuchatel, Suiza
(2009)
18. Murphree, WA: Numéricamente excepcional: una reducción del silogismo clásico. Peter Lang,
Nueva York (1991)
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G., Dorn, G. (eds.) Argumentación en Theorie und Praxis: Philosophie und Didaktik des
Argumentierens, págs. LIT, Viena (2006)
21. Sesmat, A.: Lógica. Hermann, París (1951)
22. Seuren, PAM: La lógica del lenguaje. Lenguaje desde dentro, vol. 2. Prensa de la Universidad de
Oxford, Oxford (2010)
23. Suchon, W.: Vasil'iev: ¿qué hizo exactamente? Registro. Registro. Filos. 7, 131-141 (1999)
24. Zadeh, LA: Un enfoque computacional para cuantificadores difusos en lenguajes naturales.
Computadora. Matemáticas. Aplica. 9(1), 149–184 (1983)

F. Cavaliere (B)
V. della Libertà 5, 47042 Cesenatico (FC), Italia
correo electrónico:cavaliere.ferdinando@gmail.com
Razonamiento esquemático con clases y relaciones

Jørgen Fischer Nilsson

AbstractoPresentamos y discutimos un lenguaje de razonamiento y visualización


esquemática que surge al aumentar los diagramas de Euler con higrafos. Los diagramas
sirven para la clasificación (tanto jerárquica como transjerárquica) y especificación de
diversas relaciones lógicas entre clases. Los diagramas se basan en una lógica de relación
de clases subyacente bien definida, llamada CRL, que es un fragmento de la lógica de
predicados. Las reglas de inferencia a nivel de diagramas toman la forma de reglas
esquemáticas simples ipso facto. Los diagramas están destinados a la informatización
ofreciendo funciones de navegación y zoom como se conoce en los mapas de carreteras.
Como tales, pueden facilitar la ingeniería ontológica, que a menudo implica mayores
cantidades de datos. El proceso de inferencia subyacente se puede expresar en cláusulas
definidas libres de funciones, registro de datos. También discutimos la relación con
propuestas lógicas y de diagramas similares.

Palabras claveDiagramas lógicos · Razonamiento esquemático · Relaciones entre clases


· Principios y herramientas de visualización lógica

Clasificación de materias de matemáticas (2010)Primaria 03B80; Secundario 68U35

1 Introducción
La visualización y el razonamiento esquemáticos son cada vez más importantes debido al
aumento de aplicaciones que requieren ontologías y especificaciones a gran escala. La
visualización esquemática también se ve impulsada por la disponibilidad de dinámicas de
pantalla de computadora.
Consideramos la visualización esquemática y el razonamiento para una lógica de
relación de clases, CRL, que se logra visualmente al extender los diagramas de Euler con
higrafos [18], una tradición examinada en [19]. Los diagramas ofrecen principios de
inferencia atractivos e intuitivos inherentes al formalismo visual. Los diagramas están
destinados a facilitar el razonamiento asistido por ordenador, en particular también para
la ingeniería ontológica a gran escala.
La principal motivación pragmática y desiderata son los siguientes:
• La ingeniería ontológica formal y el modelado de dominios requieren fragmentos de
lógica de predicados adecuadamente adaptados.
• Es preferible que las especificaciones se presenten en forma de diagramas, como
alternativa a las oraciones. Las capacidades de razonamiento deductivo que las
acompañan deben reflejarse en los diagramas de forma intuitiva.
• Las posibilidades que ofrece la pantalla del ordenador para una visualización flexible
y dinámica deberían aprovecharse para la gestión de especificaciones de gran
tamaño.
A. Moktefi, S.-J. Shin (eds.), Razonamiento visual con diagramas, Estudios de Lógica Universal,83
DOI 10.1007/978-3-0348-0600-8_6, © Springer Basilea 2013
84 J. Fischer Nilsson

• Las capacidades de visualización dinámica deben integrarse con las capacidades de


inferencia visual para fines de consulta y navegación.

La columna vertebral de las ontologías formales está formada por relaciones de


inclusión de clases (subsunción de clases). A menudo, las ontologías se complementan
con la adscripción de propiedades a las clases especificadas. Las ontologías formales
tradicionalmente se representan como diagramas de Hasse, es decir, gráficos acíclicos
dirigidos que representan las relaciones de inclusión entre clases. Resulta tentador
sustituir los diagramas de Hasse por diagramas de Euler. Sin embargo, para este fin, los
diagramas de Euler deberían ampliarse preferiblemente con facilidades para expresar
relaciones arbitrarias entre clases, además de relaciones de inclusión. Esta es una
cuestión clave en el presente documento. Para garantizar el rigor, aplicamos la lógica de
predicados como base en nuestra especificación. Sin embargo, la intención es que la
propuesta del diagrama pueda aplicarse sin conocimiento del fundamento lógico del
predicado.
El documento está organizado de la siguiente manera: Sección2 presenta las ideas
clave del dialecto lógico de relación de clases CRL. Sección 3introduce el razonamiento
del diagrama CRL, mientras que la Sección.4 Explica la comprensión del lenguaje
informal de los diagramas. Sección5explica los diagramas de manera más formal,
seguido de una aclaración formal de los principios de inferencia lógica en la sección.6.
Sección7analiza algunas estructuras clave en los diagramas, y la Sección. 8Introduce
la noción de relaciones analíticas. Finalmente, se compara CRL con propuestas lógicas
similares en la Sección.9, seguido de una sección de conclusiones.

2 Lógica de relación de clases de un vistazo

Lógica de relación de clases, CRL [9], se ocupa de las clases c,d,... de una colección
finita de clases C y de las relaciones binarias entre clases r,... de una colección finita R.
Las clases se tratan de manera intensional, pero pueden entenderse de manera extensiva
como conjuntos con nombre de personas que se encuentran, entre otras cosas, en
relaciones de inclusión de clase.
La forma de relación lógica principal de CRL es la llamada forma ∀∃, explicada en
lógica de predicados como
Vx(c(x) a 2y (r(x, y) A d(y)))

Esta forma de oración lógica es de interés fundamental en el modelado de dominios y,


en particular, en las ontologías formales por dos razones:

• Abarca como caso distinguido e importante la relación de inclusión de clase


extensional.

Vx(c(x) ad(x)

que se produce al dejar que r sea la identidad “=" en la forma V2.


• Admite la atribución de propiedades de clase a clases en el sentido de que la forma
atribuye la clase d mediante atribución con r a la clase c. Esta propiedad atribuida se
hereda a las subclases de c por vinculación lógica.
Razonamiento esquemático con clases y relaciones 85
Figura 1Relación clase-clase

^x(c(.r) ^ 3y(r(x,y)Un d(y)))

Figura 2Relación clase-clase con


subclase

Fig. 3Relación clase-clase con


superposición de clases

2.1 Formas de
diagramas CRL para el∀∃-Relación

Las diversas oraciones de relación CRL tienen formas de diagrama adjuntas.


Consideremos primero la forma ∀∃, para la cual aplicamos el diagrama de la Fig. 1.
La flecha indica la dirección de la relación y no implica funcionalidad. El diagrama es
para visualizar que todos los elementos en c están relacionados con algunos elementos en
d. Esta convención para la interpretación tiene como objetivo reflejar las inferencias
lógicas admitidas con las oraciones CRL que se tienen en cuenta en la Sección. 6.
Cifra2muestra un diagrama CRL de muestra (incompleto), que indica que los dueños
de perros son dueños de mascotas, que todos los dueños de mascotas poseen una mascota
y que los gatos y los perros son clases separadas de mascotas, que a su vez son separadas
de la clase de dueños de mascotas.
Cifra3profundiza en este ejemplo. Introduce una clase “dueño de perro-gato” en la
superposición entre dueño de gato y dueño de perro, que intuitivamente hereda las
relaciones de sus superclases mediante reglas de inferencia visuales y lógicas. También
existe la llamada relación ∀∀, cf. Higo. 5, entre perros y gatos, expresando que todos los
perros persiguen a todos los gatos.

3 Razonamiento esquemático ipso facto


Argumentamos que aquellas consecuencias lógicas de las especificaciones CRL que a su
vez toman forma de oraciones CRL están implícitamente presentes en el diagrama CRL
mediante simples consideraciones esquemáticas. En este sentido, los diagramas CRL
ofrecen un razonamiento ipso facto, cf. también la elaborada discusión de las lógicas
icónicas en [24].
86 J. Fischer Nilsson
Figura 4Principio de inferencia esquemática

3.1 Principio de inferencia para∀∃ Relaciones

Las propiedades de orden parcial de la relación de inclusión de clases se reflejan


directamente en las propiedades topológicas de la inclusión esquemática.
El principio de inclusión topológica euleriana para la inclusión de clases se amplía
con reglas relativas a las relaciones. Los principios de inferencia esquemática para
relaciones se ilustran para una relación V2 con r para las clases cyd en la Fig.4. La figura
muestra que la relación r mostrada también es válida para las subclases de la clase
izquierda c, así como para las superclases de la clase derecha d.
Los vértices de los arcos de relación están situados en el borde de un cuadro o en el
interior de un cuadro. El primer caso se llama punto final ∀, porque la relación pertinente
se aplica a todo el interior de la caja. El último caso se llama punto final ∃ porque se
aplica a alguna parte del interior de la caja.
La forma de oración V2 Vx(c(x) ^ 2y(r(x, y) A d(y))) puede abstraerse como el
término combinador
V2 (c,r,d)
donde ∀∃ se concibe entonces como el nombre de un combinador ternario. Nos referimos
a esta forma de oración lógica como la forma de Peirce ya que es la contraparte lógica
predicativa del producto de Peirce en los módulos booleanos, cf. [4].

3.2 Inventario de formas de relaciones lógicas

Actualmente consideramos 4 formas diferentes de relación CRL


VV) Vx(c(x) ^Vy(d(y) ^ r(x,y)))
V2) Vx(c(x) ^2y(d(y) A r(x,y)))
2V) 2 x (c(x) AVy (d(y) ^ r(x,y) ))
22) 2x(c(x) A 2y(d(y) A r(x,y)))
Estas formas de oraciones se pueden resumir como las 4 formas combinadas.
q1 Q 2 (c,r,d)
donde Qi e {V, 2}. La forma de oración V2 Vx(c(x) ^ 2y(r(x, y) A d(y))) puede así
abstraerse como el término combinador V2 (c,r,d).
Estas formas recuerdan los esquemas de proposiciones categoriales de De Morgan, cf.
[23] . Para el caso especial Vx(c(x) ^ d(x)) utilizamos la forma combinadadora isa(c, d).
Razonamiento esquemático con clases y relaciones 87
figura 5diagramas para
el W) ^x(c(x) ^Vy(d(y) ^ r(x^^^^
4 relaciones atómicas
q1q2(c,r,d)
Vr(c(.r) -2 3y(d(y) A r(xy)))
V
3 3x(c(x) /Wy^y)-Ar(x,y)))

V
3 3x(c(x)A 3y(d^y) K r(xxy)))

3.3 Formularios de diagrama para las cuatro relaciones CRL básicas

Cifra5muestra los diagramas de las 4 relaciones atómicas disponibles Q1Q2 (c,r,d).


Para una relación arco r de c a d, en resumen Q1Q2 (c,r,d), c se llama cuadro inicial y
d cuadro final. Los bordes que comienzan en una caja c se llaman salidas. De manera
análoga, los arcos que terminan en un recuadro c se denominan entradas.
Un punto de 2 puntos tiene una entrada y ninguna salida para Q12 (c,r,d) o una salida
y ninguna entrada para 3 Q2 (c,r,d) como se confirma en los diagramas de la Fig.5.
Un arco llamado r es único para dos clases cyd dadas (no necesariamente distintas) y
un tipo y dirección lógicos determinados; pero los arcos etiquetados con r pueden
conectar otros pares de clases.

3.4 Razonamiento con relaciones

Se supone que las clases en C no están vacías. Por tanto, no existe la noción de clase
vacía en la forma actual de CRL. Insistencia en que las clases no estén vacías, como en la
lógica aristotélica, es decir, adopción de una importancia existencial, cf. p.ej [28],
simplifica el sistema de inferencia.
Además, la suposición de clases no vacías permite especificar la intersección
(superposición) de dos clases c y d simplemente postulando la presencia de una clase
(por lo tanto, no vacía) incluida en c y d. Complementariamente, la desunión (exclusión)
de dos clases cyd se expresa por la ausencia de una clase de inclusión común junto con la
apelación al supuesto de mundo cerrado.
En nuestra configuración lógica, el supuesto del mundo cerrado puede explotarse
computacionalmente en el nivel metalógico mediante una apelación no monótona a la
falta de demostración. En total, de esta manera la forma de inclusión de la relación ∀∃, es
decir
Vx(c(x) ^ d(x))
permite expresar las tres relaciones clase-clase ontológicamente fundamentales, a saber.
inclusión, superposición y exclusión de clases como se conoce en los diagramas de
Euler.
Los principios de razonamiento a nivel esquemático se plasman en las siguientes
reglas para las relaciones clase-clase:
• Herencia: Un punto final ∀ se extiende como punto final ∀ hasta las cajas interiores.
Esto se aplica de forma recursiva a las cajas anidadas.
• Generalización: Un punto final ∃ de una caja actúa también como punto final ∃ para
88 J. Fischer Nilsson

todas las cajas incluidas.


• Debilitamientode ∀ a ∃: Un punto final ∀ se puede extender hacia adentro para
convertirse en un punto final interno, es decir, ∃.
Insecto.6 Enunciamos las reglas de inferencia explícitamente en su forma lógica
subyacente.
Las formas combinadas V2(c,r,d), etc. se utilizan directamente en la metalógica de
apoyo, donde V2 se reconcibe como un predicado simple de primer orden tomando tres
argumentos con c, r y d cosificados como individuos de primer orden. Lógica de
predicados aplicada como metalógica para CRL. Sin embargo, aún así funcionan como
clases y relaciones en el nivel lógico de CRL. En consecuencia, como se desarrolla en la
Sección.6, el razonamiento computarizado con relaciones CRL tiene lugar a nivel
metalógico.

4 Lectura de diagramas en lenguaje natural

Las formas de oraciones lógicas introducidas son fundamentales en el modelado de


dominios ontológicos, como lo demuestra su cobertura de oraciones de la forma
lingüística principal:

(todo| algunos) sustantivo común verbo (todos | algunos) sustantivo común

En particular, la relación versátil ∀∃ se lee como “Todo verbo de sustantivo común


algún sustantivo común”, como en las oraciones de ejemplo (con determinantes
implícitos)

dueños de perros propio perro(para todos los dueños de perros tienen


algún perro)
gato es una mascota
perro es una mascota

donde estos últimos se entienden como derivados de inclusión de clase de ∀∃. De ello se
deduce implícitamente que los gatos y los perros están separados por la ausencia de una
subclase común. Por el contrario, presumiblemente habría una subclase conjunta para los
dueños de gatos y perros, cf. Higo. 3.
Se considera que los conjuntos de extensión de clases reales no tienen importancia
ontológica. Sin embargo, los individuos distinguidos pueden ser elevados para
convertirse en clases únicas adicionales.
En una ontología biomédica uno podría tener relaciones de muestra ∀∃

La célula beta produce insulina.


páncreas tiene parte de células beta
célula beta es una célula

A pesar de su aparente complejidad cuantificacional en la lógica de predicados, las


cuatro formas de relación CRL consideradas poseen formas de lenguaje estilizadas
Razonamiento esquemático con clases y relaciones 89

naturales simples como se indica en la Fig.6. Los determinantes que pueden omitirse sin
que surja ambigüedad aparecen entre paréntesis.
Estas formas estilizadas complementan los diagramas CRL para usuarios que no están
familiarizados con la explicación lógica de predicados subyacente.
90 J. Fischer Nilsson
Figura 6Las cuatro
formas del lenguaje [cada] cr cada d

[cada] cr [algunos] d

algo de cr cada d

algunos cr [algunos]
d

figura 7Relación entre


conj {r|c(r)} C {x\3y{r(x,y) \d(y}')}
unt

5 Diagramas de relaciones de clases


Esta sección presenta los diagramas CRL como un sistema formal. Un diagrama CRL
comprende un número finito de cuadros, B (contornos), que representan clases, y un
número finito de arcos (bordes dirigidos que conectan cuadros), A, que representan
relaciones clase-clase.
Cifra7muestra la justificación del diagrama CRL en la Fig.1mediante una
representación topológica orientada a conjuntos con formación de imágenes inversa.
Cifra7no es en sí mismo un diagrama CRL.
Debe observarse que la presencia de oraciones CRL adicionales puede relacionar
elementos en c también con elementos fuera de d. Por lo tanto, la presente oración
actuaría como una restricción a este respecto sólo apelando al supuesto del mundo
cerrado, a diferencia del caso de los diagramas de restricciones [14], ver más sección.9.

5.1 Cajas

Las cajas están etiquetadas de forma única con el nombre de su clase. El nombre puede
omitirse en la interpretación si es irrelevante en el diagrama considerado.
Fundamentalmente, la inclusión topológica del cuadro c en el cuadro d en un
diagrama expresa la relación de subclase (inclusión de clase) correspondiente a la
proposición Vx(c(x) ^2y(x = y A d(y))), es decir Vx(c (x) ^ d(x)). Así, las cajas se
parecen a los contornos de los diagramas de Euler. En consecuencia, cualquier par de
cajas posee las propiedades topológicas de estar disjuntas, parcialmente superpuestas o
una incluida en la otra.
Sin embargo, una superposición topológica/geométrica entre dos cuadros, a diferencia
de los contornos de los diagramas de Euler, no es un cuadro (clase) en sí mismo en CRL.
Por lo tanto, se supone que dicha superposición abarca una o más casillas para clases que
pertenecen a la superposición de clases. Dualmente, la unión de las cajas no forma por sí
misma una caja. Esto está de acuerdo con el principio ontológico de que las categorías
cruzadas son aceptables, a diferencia de los posibles universales formados por
disyunción o complementación, cf. [2], como se analiza también en [7]. Como tal, el uso
del diagrama difiere del uso común de los diagramas de Euler-Venn; para este último
Razonamiento esquemático con clases y relaciones 91

ver, por ejemplo, [19].


92 J. Fischer Nilsson
Figura 8inclusión de
clase
isa(c,d)para Vx(c(x} ^ d(xy)

Figura 9Subclases anidadas

Figura 10Superposición parcial de clases

5.2 El caso de la inclusión de clase

El caso de inclusión de clase (correspondiente a que r sea identidad en V3(c,r,d), escrito


isa(c, d)) se obtiene como en los diagramas de Euler, cf. Higo.8.
Como se indicó, por convención predeterminada, las clases están separadas a menos
que tengan una subclase con nombre común, todas las clases no están vacías.

5.3 CRL-Diagramas para jerarquías y transjerarquías

Por convención, los cuadros se representan en “estilo de menú” (con submenús), como
aparece en la Fig.9.
La relación de inclusión subyacente, isa, es un orden parcial. Sin embargo, no es una
red ya que la unión y la intersección (correspondientes a la red supremum e infimum) no
son clases CRL en general. Para clases que se cruzan debe haber al menos una subclase
común con nombre en cualquier superposición, cf. Higo. 10, ya que por convención,
como se mencionó, se asume la desunión a menos que exista una subclase conjunta.

5.4 Arcos de relación

Los arcos de relación son bordes dirigidos (arcos) que se extienden de cajas a cajas o
puntos ∃. Están etiquetados (no necesariamente de forma única) con la relación
pertinente, de modo que una relación
Razonamiento esquemático con clases y relaciones 93
Figura 11Zoom

rPuede etiquetar cualquier número de arcos. Un arco etiquetado como r desde un cuadro
o 2 puntos hasta un cuadro o 2 puntos representa una relación clase-clase de una de las 4
formas básicas. Puede haber cualquier número de arcos entre un par de cajas. El tipo
lógico de una relación está determinado por las convenciones de dibujo de la Fig.5. Estas
convenciones sirven para facilitar el razonamiento de diagramas.
Un punto ∃ toma el nombre de su caja circundante. Sólo sirve en relaciones con
cuantificadores ∃. Como tal, representa algún (uno o más) miembro(s) no especificado(s)
de su clase. El tipo de cuantificador de un arco de relación sigue las convenciones de la
Fig.5, donde un cuantificador existencial se indica mediante un punto final ∃ dentro de
un cuadro.

5.5 CRL-Diagrama Plasticidad y Dinámica

Los diagramas CRL pueden resultar más útiles para ontologías a gran escala con muchas
clases proporcionando dinámicas de visualización de diagramas. Esto se logra
considerando metafóricamente los diagramas CRL como contrapartes lógicas de los
mapas de carreteras, que se extienden fuera de la pantalla. En consecuencia, el punto
focal se puede mover hacia la izquierda y hacia la derecha y hacia arriba y hacia abajo
para visualizar partes relevantes del diagrama, complementado con acercamientos y
alejamientos.
La función de zoom implica que todos los cuadros de un diagrama se hacen
simultáneamente expandibles/contraíbles para fines de navegación, cf. Higo.11. Se puede
abrir/ampliar una caja para revelar cajas internas con arcos concomitantes. Por el
contrario, una caja puede reducirse a sólo su nombre, o a nada. Los arcos de relación
desaparecen según las convenciones apropiadas cuando las cajas disminuyen (cf. el
principio de la hoja de ruta). La dinámica debe cumplir con los principios de inferencia
esquemática, que a su vez reflejan las inferencias lógicas admisibles.

6 Razonamiento lógico formal con diagramas CRL

Los diagramas tienen contrapartes lógicas que toman la forma de una colección finita de
oraciones fácticas básicas lógicas predicadas denominadas formas metalógicas isa(, ) y
Q1Q 2 (, , ). En esta sección describimos cómo razonar con las 4 oraciones básicas de
relación de clases que comprenden 2 Los cuantificadores se pueden realizar en lógica de
predicados utilizando estas formas metalógicas. Este enfoque metalógico está inspirado
en nuestra propuesta de programación lógica combinatoria en [dieciséis] perseguido en
[7, 10]. Esta sección sirve para especificar lógicamente las reglas de razonamiento
esquemático introducidas en la Sección. 3.
Se supone que todas las clases no están vacías: 2xc(x) para todos ce C. Esta
suposición de que no están vacías sirve para simplificar las reglas de razonamiento y
prever la superposición de clases mediante la introducción de una subclase común. No
94 J. Fischer Nilsson

tiene otra relación dentro de la CRL ya que las clases se conciben intencionalmente en
sus relaciones con otras clases, de modo que su extensión es irrelevante en la perspectiva
ontológica.

6.1 Formalizando el razonamiento esquemático ipso facto

Como se explica informalmente en la Sección. 3, Higo.4dice que la relación r mostrada


es válida también para las subclases de la clase izquierda c, así como para las superclases
de la clase derecha d. Esto se ajusta a una regla de inferencia de nivel metalógico.
isa(c',c)V2(c,r,d) isa(d, d')
V2 (c',r,d')
reflejando una regla a nivel de objeto
Vx(c'(x) ^ c(x)) Vx(c(x) ^ 2y(d(y) A r(x, y))) Vx(d(x) ^ d'(x))
Vx(c'(x) ^ 2y(d'(y) A r(x, y)))
El diagrama apoya esta inferencia en que un arco fijado en el contorno de una caja
por convención puede extenderse a los contornos de todas las cajas interiores. Además,
se puede extender a nuevos 2 puntos de cajas interiores de acuerdo con una regla de
inferencia de debilitamiento.
V2 (c,r,d)
22 (c,r,d)
Un arco de relación hacia o desde un punto de 2 por la naturaleza misma del diagrama
también funciona como punto de 2 para abrazar cajas.
Las reglas esquemáticas para las relaciones restantes siguen los mismos principios
que para las relaciones V2:
- Los puntos de los extremos en V (entradas y salidas) se extienden hasta las cajas
interiores (2 puntos).
- Los dos puntos finales (entradas y salidas) aparecen como tales también en todas las
cajas circundantes.

6.2 Razonamiento esquemático en el nivel metalógico

Las reglas de inferencia necesarias para la CRL están formalizadas en la lógica de


predicados. En consecuencia, hay dos niveles de lógica: el nivel CRL y un nivel
metalógico de reglas de inferencia. Las reglas de inferencia se expresan aquí en el
subconjunto sintáctico de cláusula definida de la lógica de predicados libres de funciones
conocido como registro de datos, ver, por ejemplo, [15]. En consecuencia, los registros
de datos son cláusulas definidas sin términos compuestos.
PAG0 (t 01 ,...,t 0 norte0 ) Ap1 (t 11 ,...,t 1 norte1) A ■■■ A pm(tm1'•••imnmetro)
donde los términos del argumento predicado tij son constantes o variables. Todas las
variables están implícitamente cuantificadas en V con cuantificadores prefijados.
En algunos casos se puede recurrir a un registro de datos extendido con una negación
no monótona como falta de prueba, DATALOG^, cf. [15], por ejemplo, para confirmar
la ausencia de una subclase común de dos clases.
Razonamiento esquemático con clases y relaciones 95

6.3 Reglas de inferencia establecidas en el nivel metalógico

En la metalógica, una relación V2(c,r,d) se concibe como una fórmula atómica con un
símbolo predicado V2. Lo mismo ocurre con las otras relaciones. Las reglas de
inferencia correspondientes
a CRL en la metalógica se reforman como cláusulas definidas. Las mayúsculas indican
variables cuantificadas universalmente.
Para la relación de inclusión entre clases estipulamos además reflexividad y
transitividad.
isa(X, X)
isa(X, Z)— isa(X, Y) A isa(Y, Z)
La inclusión en ambos sentidos de un par de clases se descarta en los diagramas por
razones topológicas. En consecuencia, la relación isa forma un orden parcial, siendo
reflexiva, antisimétrica y transitiva.
Las siguientes reglas de herencia, generalización y debilitamiento de la
Sección.3expresa el principio de que las clases pueden especializarse en subclases para V
y generalizarse a clases superiores para 2.
herencia de relación
V2(C',R,D) — V2(C,R,D) A isa(C',C) 2V(C, R, D') —
2V(C,R,D) A isa(D', D) VV(C',R,D) — VV(C,R,D) A isa(C',C)
VV(C, R, Dz) — VV(C,R,D) A isa(D' ,D)
Generalización de relaciones:
V2(C,R,D') — V2(C,R,D) A isa(D,D') 22(C',R,D) — 22(C,R,D)
A isa(C, CQ 22(C, R, D') — 22(C,R,D) A isa(D, D') 2V(C',R,D)
— 2V(C,R,D) A isa(C, CQ
Las reglas de debilitamiento ideadas expresan además que V se puede debilitar a 2,
siendo las clases no vacías.
Debilitamiento del cuantificador:
V2 (X,R,Y) — VV (X,R,Y)
2V (X,R,Y) — VV (X,R,Y)
22 (X,R,Y) — V2 (X,R,Y)
22 (X,R,Y) —2V (X,R,Y)
Notamos de paso que los patrones de inferencia anteriores reflejan la noción de
monotonicidad en la lógica natural discutida en [28].
Para casos de relaciones inversas introducidas explícitamente, introducidas, digamos,
por inv(r, r'), postulamos:
VV(D, R',C) — VV(C,R,D) A inv(R, RQ 22( D, R' ,C) — 22
(C,R,D) A inv(R, Rz) V2 ( D, R' ,C) — 2V (C,R,D) A inv (R, R')
Estas reglas para inversas no se reflejan naturalmente en las reglas de los diagramas
CRL, pero requieren convenciones de diagramas ad hoc para agregar arcos adicionales
para las inversas introducidas.
96 J. Fischer Nilsson
Figura 12Ejemplo de bioontología

Superposición de clases:
superposición (Y, Z)<- isa(X, Y) A isa(X, Z)
Por el contrario, la falta de unión de clases en los diagramas CRL se expresa por la
ausencia de una subclase común. Lógicamente esto se consigue apelando al principio del
mundo cerrado
disjunto(Y, Z)— Superposición Z (Y, Z)
donde Z representa la negación como falta de prueba. La formulación dentro de
DATALOG^ ofrece la ventaja de que el cálculo con las reglas de inferencia se puede
emular como una consulta de una base de datos relacional donde se almacenan las
representaciones metalógicas de CRL como hechos atómicos fundamentales, cf. [9].
El fragmento de registro de datos de la lógica de predicados cae dentro de la subclase
Bernays-Schönfinkel y, por tanto, es efectivamente proposicional y, por tanto, decidible.
La forma proposicional se puede lograr instanciando sistemáticamente las variables en
las cláusulas definidas con el conjunto finito de constantes disponible en C ∪ R, y luego
reconcebir las fórmulas atómicas fundamentales resultantes como símbolos
proposicionales.

6.4 Ejemplo: herencia de propiedades adscritas

El pequeño ejemplo (Fig.12) de una bioontología se representa en la lógica subyacente


como

isa(páncreas, endogland)
isa (insulina, hormona)
V2 (endogland, secretos, hormona)
V2 (páncreas, secreciones, insulina)
Como muestra de deducibles hay
V2 (páncreas, secreciones, hormonas)
obtenido de las reglas de inferencia anteriores ya sea por herencia de propiedad o por
generalización de propiedad, y
22 (endogland, secreciones, insulina)
obtenido por debilitamiento de un cuantificador universal.
Razonamiento esquemático con clases y relaciones 97

contra Todo ratón teme a algún gato.

Figura 13Diagrama de muestra de voz


activa
SV Todos los ratones temen a algún gato

Figura 14Diagrama para muestra de voz


pasiva.
Figura 15Una relación estrecha

7 Relaciones inversas y relaciones recíprocas


Esta sección analiza algunos patrones de diagramas CRL comunes.
Una relación binaria r sobre individuos lógicamente conlleva una relación inversa r -
1. Por el contrario, las relaciones de clases inversas, llamadas recíprocas, pueden estar
presentes o no.
Como ejemplo, compare la oración en forma de voz activa con la forma de oración en
voz pasiva correspondiente en el par de diagramas que se muestran en las Figs. 13y 14.
Es fácil verificar mediante la verificación de modelos que estas oraciones no son
equivalentes lógicamente. Además, la skolemización produce diferentes oraciones
lógicas.

7.1 Relaciones recíprocas y estrechas

Como se mencionó, las relaciones de clases inversas (recíprocas) generalmente están


ausentes. El caso de copresencia de VS(c,r,d) y VS(d, r-1,c) para r produce el diagrama
de la Fig. 15. A esta configuración la denominamos relación estrecha.
Como ejemplo se puede plantear la Fig.dieciséis. Pero no la recíproca Fig. 17.
Sin embargo, la configuración recíproca se obtiene en la Fig. 18.
Los recíprocos juegan un papel especial para las relaciones partonómicas donde un
par de relaciones, digamos, parte por y tiene parte que surgen de una relación binaria
parte y su inversa, pueden formar una relación partonómica estrecha, cf. [26].

8Relaciones analíticas versus empíricas


Para una clase c dada en un diagrama de ontología CRL, las relaciones de salida VS
(c,r,d) (ya sea que se den explícitamente o sean deducibles) para los distintos r y d
constituyen las propiedades atribuidas de c, cf. [7, 8]. Se dice que una adscripción de
propiedad de clase c VS(c,r,d) constituye una especialización de VS(c,r,d') cuando esa(d,
d').
98 J. Fischer Nilsson

(AU) los castores


construyen represas

Figura 16Diagrama de muestra para voz


activa

(Todas) las represas son construidas por castores

Figura 17El recíproco de la Fig.dieciséisno se


sostiene
Figura 18Estrecha relación por
subclase agregada

Considere una clase c' que posee todas las propiedades atribuidas de una clase c,
aunque posiblemente en forma especializada. Esto no implica lógicamente per se que c'
sea una subclase de c, isa(c',c). Sin embargo, si se toma como definición (si y sólo si) el
conjunto completo de propiedades atribuidas a una clase c en forma de relaciones de
salida, entonces c' seguramente será una subclase de c en lo que podría denominarse
inclusión intensional. . Lo que está en juego aquí es la distinción entre proposiciones
analíticas (definicionales) y sintéticas (es decir, empíricas, observacionales), una
distinción que se produce aquí mediante una definición adicional si con el conjunto de
propiedades atribuidas como premisa.
Lógicamente, este principio de analiticidad, si se desea, podría lograrse con una regla
de inferencia de analiticidad establecida con una clase c como pivote y c' como subclase
candidata.
Como ejemplo, supongamos que "dueño de una mascota" es un concepto analítico
definido como los seres humanos que poseen un animal de compañía, y de manera
similar para "dueño de un perro". Dado que los perros son mascotas, entonces “dueño de
perro” tendría que ser una subclase de “dueño de mascota”, como se muestra en el
diagrama de la figura.2.
A diferencia de las otras reglas de inferencia, tal regla de analiticidad no es (al menos
no prima facie) expresable como una regla de cláusula definida. Además, esta regla
contribuye a las relaciones de subsunción de clases isa, introduciendo así una
dependencia de la regla de inferencia cíclica entre isa y las otras relaciones, iniciando
potencialmente una regresión inferencial. Por lo tanto, sugerimos que una regla de
analiticidad solo se ponga a disposición como una opción para imponerse en diagramas
CRL para relaciones que están etiquetadas como contribuyentes a la definición
intensional de una clase.
Razonamiento esquemático con clases y relaciones 99

9 Propuestas de diagramas y lógicas similares


Se han presentado numerosas propuestas para representaciones esquemáticas del
conocimiento y el razonamiento. Varios de ellos se analizan y comparan en [27]. En la
historia de la lógica ya los gráficos existenciales de Peirce, ver [24] para una exposición
integral y contemporánea, introduzca medios de cuantificación como en la lógica de
predicados.
9.1 Propuestas que aplican diagramas de Euler

Muchas propuestas de diagramas utilizan como base los diagramas de Euler; consulte,
por ejemplo, [19,20], que proporciona medios esquemáticos para representar
topológicamente la inclusión, intersección y exclusión de conjuntos de una manera
intuitiva. Los diagramas de Euler corresponden lógicamente a las álgebras booleanas
finitas: dados dos conjuntos como regiones, a sus derivadas en forma de unión de
conjuntos, intersección y complemento relativo también se les concede existencia
(aunque posiblemente como conjuntos vacíos), al menos en principio. Esta visión de la
teoría de conjuntos (que se extiende a una visión de la teoría de modelos en lógica) se
conoce como "booleanismo" en [25]. La visión booleana tiende a introducir una multitud
de conjuntos que son irrelevantes desde un punto de vista ontológico. Por lo tanto, la
visión booleana de la teoría de conjuntos es comúnmente rechazada en el contexto de las
ontologías formales en favor de una visión orientada a la red o, aún más escasa, una
ordenación parcial con la relación de inclusión. Los diagramas preferidos son entonces
los diagramas de Hasse conocidos por la teoría de redes. El descarte de la formación de
unión y complemento está ligado a la controvertida cuestión de las propiedades
negativas en las ontologías, ver más adelante [2], y [21] para una discusión
contemporánea.
En [13] los llamados espacios conceptuales están abarcados por dimensiones de
calidad que producen una forma de diagramas de Venn de n dimensiones. Se argumenta
que los tipos naturales corresponden a regiones contiguas o incluso convexas en dichos
espacios. En [6].

9.2 Diagramas de Euler ampliados con relaciones

Centrémonos ahora en algunas propuestas de diagramas relacionados con los diagramas


CRL discutidos aquí.
Hammer ha estudiado lógicas similares a CRL con formas de diagramas de soporte
en [17] y por Barwise y Hammer en [3]. Sin embargo, [17] estudia Vx(c(x) ^ Vy(d(y) ^
r(x, y))) (correspondiente a nuestro VV) en lugar de la forma V2 ontológicamente
predominante, y [3] considera 2x(c(x) A Vy(d(y) ^ r(x, y))) (correspondiente a nuestro
2V).
Hammer propone reglas de razonamiento esquemáticas para las relaciones ∀∀
consideradas. Hammer acepta configuraciones donde una región (curva) está incluida en
el conjunto unión, únicamente, de dos regiones. Esto no es posible en los diagramas
CRL, ya que transmiten inclusión, únicamente, para clases determinadas. Como tales,
los diagramas CRL corresponden a un ordenamiento parcial de clases dadas, como los
diagramas de Hasse.
En CRL, los diagramas de Euler pueden considerarse utilizados simplemente para
100 J. Fischer Nilsson

presentar ciertas oraciones lógicas de predicados de una manera conveniente en lugar de


representar conjuntos topológicamente. Así, una oración lógica Vx(c(x) ^ d(x)) se
representa en CRL mediante la inclusión del cuadro denominado c en d. Sin embargo, la
superposición de las casillas a y b no representa una oración 2x(a(x) A b(x)), ya que los
elementos del conjunto no se reconocen como tales en CRL. Esto se ajusta a una
concepción intensional de las clases, donde las clases se caracterizan por las propiedades
que poseen conjuntamente los individuos miembros, más que por la enumeración de los
individuos. Por lo tanto, la superposición de clases se explica en un diagrama por la
presencia de una subclase común, es decir, por la presencia de un cuadro incluido en
ambos cuadros, junto con la suposición omnipresente de que las clases no están vacías.
Se considera que la ausencia de cualquier subclase común (testigo del cuadro común
incluido) significa que las dos clases están separadas, apelando al principio de
suposición de mundo cerrado (CWA). La ausencia de oraciones explícitas o implicadas
que expresen negaciones significa que CRL no tiene medios para expresar o generar
inconsistencia, a diferencia de los diagramas de restricciones.

9.3 Diagramas de araña y de restricciones

Diagramas de araña, [5], son diagramas de Venn ampliados con funciones esquemáticas
para presentar individuos nombrados o anónimos. Los diagramas permiten expresar la
presencia de un determinado individuo con nombre en las distintas regiones mediante las
llamadas arañas. Por ejemplo, es posible expresar la presencia de una determinada
constante dentro de uno o más de los conjuntos descritos por el diagrama de Venn.
Diagramas de restricciones, [11, 14, 22], amplía los diagramas de araña introduciendo
relaciones (muchos-muchos) entre los conjuntos en un diagrama de araña. Las relaciones
se representan como flechas con puntos finales en los contornos.
Diagramas de restricciones como se presentan en [14,22] también apelan a los
diagramas de Euler extendidos con arcos de relación. En diagramas de restricciones
como se presenta en [14,22] una relación f de un contorno A a un contorno B, escrita
como Af = B, se entiende de la siguiente manera
Vx(A(x) ^ 3y (f(x, y) AB(y)))
Vx(A(x) ^ -3y (f(x, y) A -B(y)))
La primera oración corresponde a una relación CRL V3 de A a B. La última oración
estipula que ningún individuo x en el conjunto A está relacionado con algo fuera del
conjunto B. Como tal, expresa una restricción, que podría violarse en una restricción.
diagrama, con la consiguiente inconsistencia lógica. Esto contrasta con la CRL, donde
sólo se expresa la frase anterior, sin medios para lograr la inconsistencia.
Además, Af = B requiere que
Vy (B(y) ^ 3x(f(x, y) AA(x)))
correspondiente a un arco CRL inverso.
Los diagramas de restricciones se parecen a los diagramas CRL cuando se utilizan
para la especificación de ontologías. Sin embargo, los diagramas CRL difieren en el
repertorio disponible de formas lógicas de relación de clases, así como en los principios
de inferencia diagramamática disponibles en CRL. Fundamentalmente, los diagramas de
restricciones sirven para expresar restricciones a través del potencial de inconsistencia
lógica, mientras que la lógica y los diagramas CRL expresan sólo conocimiento positivo
(ontológico), excluyendo así per se el riesgo o la posibilidad de inconsistencia.
Razonamiento esquemático con clases y relaciones 101

9.4 Relación con la lógica de descripción

La forma V3 V3(c,r,d) tiene la oración contraparte c C 3r.d en lógica de descripción


(DL), cf. p.ej [4, 15] para explicaciones lógico-algebraicas y lógicas de predicados de
DL.
De manera más general, DL ofrece un fragmento de FOL que comprende la negación
clásica respaldada por funciones de verificación de coherencia (satisfacibilidad). DL
comprende operadores para formar nuevas clases correspondientes a los operadores
booleanos en FOL. Se puede notar que la relación CRL VV(c,r,d) es diferente de la
oración DL c C Vr.d, siendo esta última Vx(c(x) ^ Vy(r(x, y) ^ d(y) )).
DL está sesgado hacia una comprensión extensiva y teórica de conjuntos de las clases
respaldada por las operaciones de conjuntos habituales en clases como conjuntos. Por el
contrario, CRL apoya una concepción gráfica de las relaciones de clases en la línea de
las redes semánticas. Como tal, CRL está sesgado hacia
una comprensión intencional de las clases como objetos que poseen y heredan
propiedades a través de relaciones clase-clase. Además, el nivel metalógico CRL
respalda clases y relaciones como ciudadanos de primera clase que pueden cuantificarse
tal como aparecen en las reglas de inferencia ideadas.

10 Limitaciones y extensiones de CRL


En su forma actual, CRL no ofrece facilidades para formar nuevas clases mediante
composición algebraica a partir de las dadas. CRL tampoco ofrece facilidades para
componer relaciones para formar cadenas entre clases. Sin embargo, se podría
proporcionar visualmente una cadena de relaciones en el diagrama para resaltar los
caminos relacionales de conexión (más cortos) entre clases. Esto puede pertenecer a
caminos relacionalmente homogéneos, digamos con relaciones transitivas como
“causas” y “afectos”. Esto se logra en principio con la siguiente regla (especializada en 2
caminos de longitud homogénea con relación R)
V3(C,R,R,D2) • V:(C,R,C 1) AV3(C1 ,R,D2)
y más generalmente para caminos homogéneos de longitud n:
V3 (C, R,...,R,Dn) . V: (C,R,C 1) A-AV3 (Cn-i,R,Dn)
norte

siendo directamente generalizable a caminos relacionales heterogéneos. Cabe señalar


que la inferencia de trayectoria se basaría implícitamente en las reglas de inferencia
relacional que involucran la relación de inclusión de clases. Este cálculo de caminos más
cortos entre las clases cyd dadas requiere la aplicación de algoritmos de búsqueda
estándar.

11 Resumen final
Hemos ideado una propuesta de visualización esquemática y razonamiento para un
fragmento de lógica de predicados que comprende varias formas de relaciones lógicas
102 J. Fischer Nilsson

entre clases. Este sublenguaje está dirigido al modelado de dominios ontológicos donde
las taxonomías se enriquecen con relaciones ad hoc entre clases, como relaciones
partonómicas y causales. La propuesta se distingue además por su apelación dinámica a
la metáfora de la hoja de ruta combinada con principios de razonamiento visual intuitivo,
incluido el mencionado camino lógico. Se ha desarrollado un prototipo de sistema con
uso dinámico de zoom de pantalla para evaluar si CRL ofrece un compromiso factible
entre, por un lado, la expresividad del diagrama lógico y, por otro, la decidibilidad y la
manejabilidad computacional.

AgradecimientosMuchas gracias a Sun-Joo Shin y Bartlomiej Szymczak, y a los revisores anónimos


por sus útiles comentarios y sugerencias.

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J. Fischer Nilsson (B)


DTU Informática, Universidad Técnica de Dinamarca, Edificio 322, 2800 Lyngby, Dinamarca
Correo electrónico:jfn@imm.dtu.dk
Sobre la integridad de los diagramas de araña
aumentados con constantes

Gem Stapleton, John Howse, Simon Thompson, John Taylor y Peter Chapman

AbstractoEl razonamiento esquemático puede describirse formalmente mediante una


serie de lógicas esquemáticas; Los diagramas de araña son uno de ellos y se utilizan para
expresar declaraciones lógicas sobre la pertenencia y contención de conjuntos. Aquí, el
trabajo existente sobre diagramas de araña se amplía para incluir arañas constantes que
representan individuos específicos. Damos una sintaxis formal y una semántica para el
lenguaje de diagramas extendido antes de introducir una colección de reglas de
razonamiento que encapsulan la equivalencia lógica y las consecuencias lógicas.
Demostramos que la lógica resultante es sólida, completa y decidible.

Palabras claveDiagramas de araña · Constantes · Solidez · Exhaustividad · Lógica


monádica de primer orden · Razonamiento diagramamático

Clasificación de materias de matemáticas (2010)Primaria 68R02; Secundaria 03B02

1 Introducción
Los diagramas se han utilizado durante siglos para visualizar conceptos matemáticos y
para ayudar en la exploración y formalización de ideas. Este no es el lugar para examinar
esa historia; sin embargo, ahora damos una breve descripción general de los antecedentes
del desarrollo de los diagramas de araña.
Una de las notaciones visuales de mayor éxito es el diagrama de Venn para conjuntos
y sus relaciones; de hecho, en muchos países se enseña en el plan de estudios de la
escuela primaria. Mientras que los diagramas de Venn contienen todas las regiones de
intersección posibles entre los conjuntos, los diagramas de Euler [4] permiten representar
visualmente la intersección, la desunión y la contención establecidas. El diagrama de
Euler d1 en la Fig.1afirma que A y B son disjuntos y C es un subconjunto de A. La
ubicación relativa de las curvas da, gratis, que C es disjunto de B. Este 'viaje gratuito' es
una de las áreas donde se cree que los diagramas son superiores a lenguajes simbólicos
[20]. Este ejemplo también ilustra el concepto de "buena coincidencia" [8] ya que la
representación visual de las afirmaciones refleja las del nivel semántico: por ejemplo, la
contención de una curva por otra refleja la interpretación de que la curva encerrada, C,
representa un subconjunto del conjunto representado por la curva encerrada, A. Además,
esto tiene el beneficio adicional de que la relación de subconjunto se refleja en la
propiedad transitiva de la contención sintáctica.
Se han propuesto varias extensiones a los diagramas de Euler, como incluir sintaxis
para representar individuos nombrados.27], o afirmar la existencia de números finitos
arbitrarios de elementos [12]. El diagrama de Euler d2 en la Fig.1se aumenta con
sombreado, lo que afirma 10
4
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 105
A. Moktefi, S.-J. Shin (eds.), Razonamiento visual con diagramas, Estudios de lógica universal, DOI
10.1007/978-3-0348-0600-8_7, © Springer Basilea 2013
106 G. Stapleton y col.

Figura 1Diagramas de Euler


extendidos
Figura 2Sistemas de archivos no jerárquicos

el vacío del conjunto A - C y el diagrama de Euler/Venn d3 nos dice, además, que fred
está en el conjunto C y bob no está en el conjunto A.
Diagramas de araña [12] también se basan en diagramas de Euler. El diagrama de
araña d4 en la Fig.1afirma la existencia de dos elementos en el conjunto C y al menos un
elemento fuera del conjunto A; Esto se logra mediante el uso de arañas existenciales. Una
araña es un árbol que denota un único elemento que puede ocupar una de las posiciones
dadas por los nodos del árbol. El sombreado en d4 se utiliza para colocar un límite
superior a la cardinalidad de A, limitándola a dos: en un conjunto representado por una
región sombreada, todos los elementos deben indicarse mediante arañas. Utilizando un
argumento teórico de modelos, se ha demostrado que los diagramas de araña son
equivalentes a la lógica monádica de primer orden con igualdad [23].
Arañas constantes [21,25], correspondiente a las arañas dadas en [11], se introdujeron
para proporcionar a los usuarios de diagramas de araña una forma explícita de escribir
restricciones que involucran a individuos nombrados. Hay una serie de ejemplos de
diagramas de araña que se utilizan en la práctica, como ayudar con la tarea de identificar
fallas de componentes en diseños de hardware críticos para la seguridad [2]. Se han
utilizado notaciones equivalentes para representar sistemas de archivos informáticos no
jerárquicos [3], en un entorno de edición visual de web semántica [dieciséis,28] y para
ver grupos que contienen conceptos de múltiples ontologías [9]. Cada una de estas
aplicaciones utiliza constantes para representar objetos específicos, lo que motiva la
utilidad de aumentar los diagramas de araña con constantes. Para tomar un ejemplo
particular, el sistema VennFS [3], se utiliza para representar sistemas de archivos
visualmente no jerárquicos. El ejemplo de la Fig.2proporciona información sobre la
ubicación de la carpeta de ciertos archivos almacenados en una computadora: los puntos
etiquetados son archivos (o arañas constantes) y las curvas representan carpetas.
En [25], se estableció que las constantes en los diagramas de araña se podían simular
mediante un contorno sombreado que contuviera una única araña (no constante). Esta
traducción dio un diagrama que era expresivamente equivalente al original, en el sentido
de que tenía el mismo modelo establecido que el diagrama de araña con una constante.
Como ocurre con muchas notaciones (tanto simbólicas como esquemáticas), vale la pena
añadir una notación aunque pueda descartarse como mero "azúcar sintáctico". La
notación adicional deja clara la intención del usuario, y
permite que esa intención se preserve en el razonamiento, por ejemplo. En una notación
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 107

visual, hace que sea mucho más fácil preservar las propiedades de "viaje libre" y
"adaptación adecuada"; En el caso particular de las constantes, se trata de una
denominación directa de una constante, en lugar de una denominación indirecta, por
ejemplo a través del nombre del contorno representado. Se pueden encontrar más debates
y motivaciones en [21,25].
Trabajos anteriores formalizaron la sintaxis y la semántica de los diagramas de araña
y especificaron una lógica para los diagramas que demostró ser sólida, completa y
decidible; En este artículo hacemos lo mismo para los diagramas de araña con constantes.
En concreto, en la sec. 2, damos la sintaxis de los diagramas de araña ampliada para
incluir arañas constantes y, en la Sección. 3, presentan semántica formal. Insecto.4,
proporcionamos una colección de reglas de razonamiento para diagramas de araña con
constantes y, en la Sección. 5, presentamos esbozos de resultados de solidez, integridad y
decidibilidad.

2 Sintaxis
En los sistemas esquemáticos podemos distinguir dos niveles de sintaxis: sintaxis
concreta (o simbólica) y sintaxis abstracta (o tipo).10]. La sintaxis concreta captura la
representación física de un diagrama. La sintaxis abstracta es independiente de las
relaciones espaciales semánticamente sin importancia entre elementos sintácticos en un
diagrama concreto. No incluimos la sintaxis concreta en esta discusión ya que aquí
trabajamos en el nivel abstracto.
Las curvas cerradas en un diagrama de araña se llaman contornos y cada contorno se
identifica mediante una etiqueta elegida de un conjunto infinito contable, CL. una
zonaXXXIII se define como un par (dentro, fuera) de subconjuntos finitos disjuntos de CL.
El conjunto in contiene las etiquetas de los contornos que incluyen la zona (in, out)
mientras que out es el conjunto de etiquetas de los contornos que no incluyen (in, out).
Entonces, en un diagrama unitario, dentro y fuera forman una partición del conjunto de
etiquetas de contorno. En el diagrama d 1 de la Fig.3la zona que está dentro del contorno
A pero fuera de B y C tiene representación abstracta ({A}, {B, C}). Una región es un
conjunto de zonas. Definimos Z y R = PZ como los conjuntos de todas las zonas y
regiones respectivamente. Como se señaló anteriormente, en un diagrama de Venn, d,
cada zona posible (es decir, cada elemento de PL para el conjunto L de etiquetas de
contorno en d) se representa en d. Este no es el caso del diagrama de araña, y se dice que
falta una zona si no es miembro de la posible zona establecida para el diagrama.
Una araña sin etiqueta se llama araña existencial. Una araña con una etiqueta se llama
araña constante. Una araña toca una zona si esa zona está en su hábitat, y se dice que
habita la región en la que se encuentra, lo que se denomina su hábitat. Para describir las
arañas existenciales en un diagrama particular, basta con decir cuántas arañas
existenciales hay en cada región. Usaremos una bolsa de regiones, llamada descriptores
de arañas existenciales, y el número de apariciones de cada región en la bolsa dará la
cantidad de arañas existenciales en la región. Por ejemplo, la región
{({A, C}, {B}), (0, {A, B, C}), ({B}, {A, C}), ({B, C}, {A})}

en el diagrama d2 de la Fig.3Contiene dos arañas existenciales. También debemos


especificar qué etiquetas de araña constantes aparecen y, para cada etiqueta de araña, el
hábitat de la araña con esa

XXXIIIDado que todas las construcciones discutidas aquí son abstractas, usaremos la terminología
"zona" en lugar de "zona abstracta" en todo momento.
108 G. Stapleton y col.

d] ¿
Fig. 3Ejemplos de diagramas de araña unitarios d

etiqueta. A nivel abstracto, un diagrama unitario contendrá un conjunto finito de


etiquetas de araña constantes junto con una función de hábitat, asignando cada etiqueta
de araña constante a una región del diagrama. El hábitat de la araña constante etiquetada
como s en el diagrama d2 de la Fig.3es {({A}, {B, C}), ({C}, {A, B})}.
Supondremos que todas las etiquetas de araña constantes provienen de un conjunto
finito CS. Una opción alternativa sería tener un conjunto infinitamente numerable de
etiquetas de araña constantes. Con esta elección alternativa, el trabajo siguiente sobre
reglas de razonamiento, solidez e integridad sigue siendo idéntico. Sin embargo, el
enfoque adoptado en [23] para demostrar que aumentar el lenguaje del diagrama de araña
con constantes no aumenta la expresividad sería necesario modificarlo.
Dadas dos arañas constantes distintas, cada una con un hábitat que comparte alguna
zona z, se puede colocar un empate, representado por un signo "igual", entre ellas en z.
La telaraña de un par de arañas constantes es el conjunto de zonas que contienen un
vínculo entre esas dos arañas. El diagrama d3 de la Fig.3contiene dos arañas constantes,
etiquetadas como s y t, conectadas por dos lazos. La red de s y t es la región formada por
la zona dentro del contorno A pero fuera de B y C y la zona dentro de C pero fuera de A
y B.
Los diagramas de araña generales son una combinación lógica de diagramas; un
diagrama único se llama unitario. La definición formal de un diagrama de araña unitario
abstracto con constantes extiende la dada en [12] para diagramas de araña unitarios sin
constantes. Suponemos que los conjuntos CS, CL, Z y R son todos disjuntos por pares.

Definición 2.1Un diagrama de araña unitario abstracto con constantes, d (con etiquetas
de contorno en CL y etiquetas de araña constantes en CS), es una tupla de 7
(L,Z,Z*, ESD,CS,O,rn}

cuyos componentes se definen de la siguiente manera.


1. l= L(d) C CL es un conjunto finito de etiquetas de contorno.
2. z= Z(d) C {(in,L — in) : en CL} es un conjunto de zonas tales que
(i) para cada etiqueta le L hay una zona (in,L — in) e Z(d) tal que le in y
(ii) la zona (0,L) está en Z(d).
Definimos R(d) = PZ — {0} como el conjunto de regiones en d. Además definimos
MZ(d) = {(in,L — in): in CL} — Z(d) como las zonas faltantes de d.
3. z* = Z* (d) CZ es un conjunto de zonas sombreadas y definimos R* (d) = PZ* (d) es el conjunto de
regiones sombreadas en d . Una región, re R(d) — R * (d), está completamente no sombreada si y sólo
si rn Z*(d) = 0.
4. ESD= ESD(d) C Z+ x R(d) es un conjunto finito de descriptores de araña
existenciales tales que

V(n 1 ,r 1), (n2,r2) y ESD (r 1 = r2 ^ n 1 = n2).


Si (n,r) e ESD decimos que hay n arañas existenciales con hábitat r.
5. CS= CS(d) C CS es un conjunto finito de etiquetas de araña constantes.
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 109

6. 0= Od : CS ^ R(d), es una función que asigna cada etiqueta de araña constante a una
región en d. Si Od(si) = r decimos que si tiene un hábitat r en d.
7. a= to : CS(d) x CS(d) ^ PZ es una función que devuelve la red de cada par de arañas
constantes donde zew(si,sj) significa que hay un empate entre si y sj en la zona z.
Además, ω debe garantizar que lo siguiente se cumpla para todos los si, sj, sk en
CS(d):
(a) dadas dos arañas constantes sólo puede haber vínculos en zonas comunes a su
hábitat: w(si,sj) C 6d(si) n Od(sj),
(b) cada araña constante está unida a sí misma por vínculos (esto simplifica la
formalización de la semántica siguiente): w(si,si) = Od(si),
(c) si hay un empate entre las arañas constantes si y sj en la zona z, entonces hay un
empate entre sj y si en z: w(si,sj) = w(sj,si), y
(d) dada cualquier zona z, si si y sj están unidos por un empate en z y también lo
están sj y sk, entonces si y sk están unidos por un empate en z: ze to(si,sj) n
to(sj,sk) ^ ze a(si,sk).

Conviene hacer algunas observaciones sobre la definición anterior antes de ilustrarla


con un ejemplo.
• Cada contorno en un diagrama concreto contiene al menos una zona capturada por la
condición2 (i).
• En cualquier diagrama concreto, la zona dentro del rectángulo límite pero fuera de
todos los contornos está presente y esto se captura mediante la condición2 (ii).
• Estar unidos por un lazo se interpreta transitivamente. De hecho, los vínculos dan
lugar a una relación de equivalencia entre las arañas de cada zona, tal como lo
especifican las condiciones.7(b), (c) y (d).
• Por lo tanto, en una zona z, tomando las arañas constantes en z como un conjunto de
vértices y los lazos en esa zona como un conjunto de aristas, tendríamos un gráfico
cuyos componentes formaran gráficos completos con bucles en cada vértice. Sin
embargo, en nuestra sintaxis concreta sólo dibujaremos un bosque extenso en cada
zona para evitar desorden innecesario en los diagramas.
• Observamos que los lazos también podrían usarse para conectar arañas existenciales.
De hecho, también podrían usarse para conectar arañas existenciales con arañas
constantes.XXXIV

EjemploEl diagrama d1 de la Fig.4tiene la siguiente descripción abstracta.


1. Conjunto de etiquetas de contorno L(d 1) = {A, B}.
2. Conjunto de zona
Z(d)1) ={(0, {A, B}), ({A}, {B}), ({B}, {A}), ({A, B}, 0)}.

3. Conjunto de zonas sombreadas Z*(d 1) = {({B}, {A})}.


4. El conjunto de descriptores existenciales de arañas.
ESD(d1) ={(1, {({B}, {A})}), (1, {({A}, {B}), ({B}, {A})})}.

5. Conjunto de etiquetas de araña constante CS(d 1) = {s, t}.

XXXIVSin embargo, para cualquier diagrama que incorpore tales vínculos es posible definir un
diagrama semánticamente equivalente que no contenga dichos vínculos. Este no es el caso de los
vínculos entre arañas constantes. Es sencillo ampliar el trabajo de este artículo al caso en el que se
permitan estos tipos adicionales de ataduras.
110 G. Stapleton y col.

Figura 4Dos diagramas de araña con


constantes.
6. La función 0d 1 : {s,t} ^ R(d 1) donde 0d 1 (s) = {({A}, {B})} y 0d 1 (t) = {({A,B}, 0
)}.
7. La función Md 1 : CS(d 1) x CS(d 1) ^ PZ(d 1) donde Md 1 (s, s) = 0d 1 (s), Md 1 (t,
t) = 0d 1 (t) y Md 1 (s, t) = Md 1 (t, s) = 0.

Ahora introducimos algo de terminología y notación además de los conceptos


formalizados en la definición. Un descriptor de araña existencial (n, r) pretende significar
que hay precisamente n arañas existenciales ubicadas en las zonas de la región r, y
podemos pensar que están numeradas del 1 al n. Una araña típica de este tipo será la
araña i, que denotamos por ei (r), para evitar confusión con la notación (i, r) utilizada
para los descriptores existenciales de araña. El conjunto de arañas existenciales en un
diagrama unitario d viene dado por
ES(d)= {ei (r) : 3(n, r) e ESD(d) A 1 < i < n}.

También definimos S(d) = ES(d) U CS(d) como el conjunto de arañas en d. Suponemos


que los conjuntos ES(d) y CS U CL UZUR son disjuntos. También definimos una
función.
norte: ES(d) ^ R(d)
que devuelve el hábitat de cada araña existencial, de modo que n(ei (r)) = r ■
Las arañas representan la existencia de elementos y las regiones representan
conjuntos; por lo tanto, necesitamos saber cuántos elementos están representados en cada
región. Tenga en cuenta aquí que, en un diagrama unitario, una araña constante y una
araña existencial representan la existencia de elementos distintos. Por ejemplo, en la
Fig.4, el diagrama d2 afirma que el conjunto representado por la zona ({A}, {B})
contiene al menos tres elementos, incluido el individuo representado por s. El conjunto
de arañas existenciales contenidas en la región r en d se denota por ES(r, d). Más
formalmente,
ES(r,d)= {ee ES(d): n(e) C r}.
De manera similar, el conjunto de arañas constantes contenidas en la región r en d es
CS(r, d)= {se CS(d) : 0d(s) cr}

y también definimos
S(r, d)= ES(r, d) U CS(r, d).
Entonces, cualquier araña en d cuyo hábitat sea un subconjunto de r está en el conjunto
S(r, d). El conjunto de arañas existenciales que tocan r en d se denota por ET (r, d). Más
formalmente,
TE(r, d)= {se ES(d): n(s) nr = 0}.
Además, en una región sombreada existe un límite superior de la cardinalidad del
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 111

conjunto representado. Por ejemplo, d 1 en la Fig.4nos dice que hay como máximo dos
elementos en B — A, porque exactamente dos arañas tocan B — A. El conjunto de
arañas constantes que tocan una región, CT(r, d), y el conjunto de arañas que tocan una
región, T( r,d), se definen de manera similar. En d1, Fig.4,
|S({({B}, {A})},d1)| = 1

y
|T({({B}, {A})},d1)|= 2.

En d2,
|S({({A}, {B})},d2)|=|t({({A}, {B})},d2)|= 3.

Los diagramas unitarios forman los componentes básicos de los diagramas compuestos,
formados mediante el uso de conectivos lógicos.

Definición 2.2Un diagrama de araña abstracto con constantes se define de la siguiente


manera.

1. Cualquier diagrama unitario con constantes es un diagrama de araña con constantes.


2. Si D1 y D2 son diagramas de araña con constantes, entonces (D1 V D2) y (D1 A D2)
son diagramas de araña con constantes.

Nuestra convención será denotar los diagramas unitarios con d y los diagramas
arbitrarios con D. Algunos diagramas compuestos no son satisfactorios (se definen más
adelante). Más adelante, por conveniencia, introducimos el símbolo ±, definido como un
diagrama unitario que no es satisfactorio.

3. Semántica
Ahora esbozamos, informalmente, la semántica de los diagramas de araña unitarios. Las
regiones representan conjuntos. Las zonas faltantes representan el conjunto vacío. Por
ejemplo, en el diagrama d1 de la Fig.3, faltan las zonas ({A, C}, {B}) y ({A}, {B, C}) y,
por lo tanto, representan el conjunto vacío; de esto podemos deducir que los conjuntos
representados por A y B son disjuntos.
Ahora, por simplicidad, supongamos que un diagrama unitario d no contiene ningún
vínculo. Si la región r está habitada por n arañas en d, entonces d expresa que el conjunto
representado por r contiene al menos n elementos. Si r está sombreado y tocado por m
arañas en d, entonces d expresa que el conjunto representado por r contiene como
máximo m elementos. Por lo tanto, si d tiene una región sombreada e intacta, r, entonces
d expresa que r representa el conjunto vacío. Por ejemplo, en el diagrama d1 de la Fig.3,
la región sombreada {({A}, {B, C}), ({A, C}, {B})} no es tocada por ninguna araña y,
por lo tanto, representa el conjunto vacío. En el diagrama d2 de la Fig.3, la misma región
está sombreada y tocada por dos arañas y por lo tanto el conjunto que representa contiene
como máximo dos elementos.
Cada araña constante afirma que el individuo que representa está en el conjunto
representado por su hábitat. Además, los individuos representados por arañas constantes
son distintos de los representados por arañas existenciales. Por tanto, si una región
contiene una araña existencial y una araña constante, s, podemos deducir que hay al
menos dos elementos en esa región, incluido el representado por s. Dentro de un
diagrama unitario, no hay dos arañas constantes que representen al mismo individuo a
112 G. Stapleton y col.

menos que estén unidas por un vínculo. Arañas constantes unidas por
Los vínculos representan al mismo individuo si y sólo si existe una zona, z, en su red y
ambos representan individuos en el conjunto representado por z. Entonces, la presencia
de un vínculo entre dos arañas constantes tiene el efecto de reducir potencialmente las
restricciones de cardinalidad superior e inferior impuestas al conjunto representado por la
unión de sus hábitats. En el diagrama d3 de la Fig.3, las arañas constantes s y t
representan individuos diferentes a menos que ambos individuos que representan estén en
el conjunto representado por la zona ({A}, {B, C}) o ambos estén en el conjunto
representado por ({C}, {A , B}), en cuyo caso deberán representar a la misma persona
física.
Para formalizar la semántica de los diagramas de araña con constantes, asignaremos
etiquetas de araña constantes, etiquetas de contorno, zonas y regiones a subconjuntos de
algún conjunto universal. Deseamos que las etiquetas de araña constantes actúen como
constantes en la lógica de predicados de primer orden, por lo que se asignarán a
subconjuntos de un solo elemento del conjunto universal, a menos que el conjunto
universal sea el conjunto vacío. De manera equivalente, podríamos optar por asignar
arañas constantes a elementos del conjunto universal. Sin embargo, el predicado
semántico (definido a continuación) es más elegante cuando asignamos arañas constantes
a conjuntos, como lo son los detalles de algunas de las pruebas a continuación. Nuestra
formalización de la semántica amplía la dada para los diagramas de araña sin constantes
en [12].

Definición 3.1Una interpretación de etiquetas de araña constantes, etiquetas de contorno,


zonas y regiones, o simplemente una interpretación, es un par (U,#) donde U es un
conjunto y ^ : CL UZURU CS ^ PU es una función que mapea etiquetas de araña
constantes, etiquetas de contorno , zonas y regiones a subconjuntos de U de modo que las
imágenes de las zonas y regiones estén completamente determinadas por las imágenes de
las etiquetas de contorno de la siguiente manera:
1. para cada zona (a, b), #(a, b) = Qiga #(l) n Qigb #(l) donde #(l) = U — #(l) y
definimos Qig0 # (l) = U = Qig0#(l) y
2. para cada región r, #(r) = Uzgr #(z) y definimos #(0) = Uzg0 #(z) = 0
y el conjunto universal es el conjunto vacío o las arañas constantes se asignan a
subconjuntos únicos de U. Más formalmente
Ud.= 0 v Vsi g CS |#(si)| = 1.
Escribiremos # : RU CS ^ PU cuando en sentido estricto nos referimos a # : CL UZURU
CS ^ PU.

Introducimos un predicado semántico que identifica si un diagrama expresa una


afirmación verdadera con respecto a una interpretación.

Definición 3.2Sea D un diagrama de araña con constantes y sea m = (U,#) una


interpretación. Definimos el predicado semántico de D, denotado PD(m). Si D =1
entonces PD(m) es 1. Si D (=1) es un diagrama unitario entonces PD(m) es la conjunción
de las siguientes condiciones.
1. Condición de mosaico del plano.La unión de los conjuntos representados por las
zonas en D es el conjunto universal: UzgZ(D) # (z) = U■
2. Existe una extensión de # : RU CS ^ PU a # : RU CS U ES(D) ^ PU tal que se
cumplan las siguientes condiciones.
(a) Condición de las arañas.Cada araña representa la existencia de un elemento
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 113

(estrictamente, un conjunto de elementos únicos) en el conjunto representado por


su hábitat y las arañas existenciales no representan los mismos elementos que las
arañas constantes:
V sg ES(D) (|#(s)| = 1 A #(s) C # (n(s)))
y
Vs e CS(D) (I^(s)| = 1 A &(s) c &(0d(s)))

y
Ve e ES(D) Vsi e CS(D) &(e) = ^(si).
(b) Condición existencial de las arañas.No hay dos arañas existenciales que
representen la existencia del mismo elemento:
Ve 1 ,e2 e ES(D) (& (e 1) = &(e2) ^ e 1 = e2).

Es decir, la función Ψ es inyectiva cuando el dominio está restringido a ES(d).


(c) Condición constante de arañas.Dos arañas constantes representan al mismo
individuo si y sólo si ambas representan un individuo en el conjunto indicado por
alguna zona de su red:
Vsi,sj e CS(D) (^(si) = ^(sf)
^3z e mD(si,sj) ^(si) UW(sj) c ^(z)).

(d) Condición de sombreado.Cada zona sombreada, z, representa un subconjunto


del conjunto de elementos representados por las arañas que tocan z:
Vz y Z* (D)^(z)C U^(s).
smiT({z},D)

Si & : RU ES(D) ^ PU garantiza que PD (m) sea verdadero, entonces & es una extensión
válida de las arañas existenciales para D. Si D = D1 VD 2 entonces PD(m) = Pd 1 (m) V
Pd 2 ( metro). Si D = D1 AD 2 entonces PD(m) = Pd 1 (m) A Pd2 (m). Decimos que m
satisface D, o m es un modelo para D, denotado m = D, si y sólo si Pd (m) es verdadero.
Si todos los modelos para D1 son modelos para D2, entonces D1 implica semánticamente
a D2, denotado D 1 1 = D 2. Si D 1 1 = D2 y D2 1 = D 1, entonces D 1 y D2 son
semánticamente equivalentes, denotado D 1 =^D2.

Como ejemplo, la interpretación m = ({1, 2, 3, 4},&) definida parcialmente por & (s


1) = {1}, & (s2) = {2}, & (L1) = {1 , 2} y & (L2) = {2, 3, 4} es un modelo para d 1 en la
Fig.4pero no para d2.

Teorema 3.3Sea d (= ±) ser un diagrama de araña unitario con constantes. Entonces d es


satisfacible.

La estrategia de prueba es construir una interpretación que llamamos modelo estándar


para d, siguiendo un enfoque similar al de los diagramas de araña sin constantes en [ 12].
Esencialmente, esto contiene sólo los elementos que se ven obligados a existir por la
presencia de arañas en el diagrama: para cada araña en el diagrama elegimos una de las
zonas de su hábitat y colocamos un elemento allí; Al extender esta construcción a
constantes sólo tenemos que asegurarnos de que estos elementos estén identificados
cuando los vínculos así lo requieran. Es sencillo demostrar que cualquier modelo
estándar para d satisface d . Este modelo estándar también se utiliza en la prueba de
integridad. Más formalmente, un modelo estándar se define de la siguiente manera:
114 G. Stapleton y col.

Definición 3.4Sea d un diagrama de araña unitario con constantes. Sea f : S(d) ^ Z(d) una
función tal que para cada araña s , f(s)está en el hábitat de s . Para cada araña constante,
si , definimos
51] ] = {sj e CS(d): f(sj) = f(si) A f(si) G ad(si,sj)}

(estos conjuntos [si ] dan lugar a una relación de equivalencia y, por tanto, forman una
partición de CS(d)). Definir
Ud.= ES(d) U {[ si ]: si e CS(d)}.

Para cada etiqueta de contorno, L,ind define


6] (L)= {ee ES(d) : f(e) = (entrada, salida) AL e entrada}
U {[si] : si e CS(d) A f(si) = (entrada, salida) AL e entrada}

y cada araña constante, sk, ind, se asigna al conjunto


&(sk)= {[sk]}.

Entonces (U, Ψ) es un modelo estándar para d.

4 reglas de razonamiento
Ahora desarrollaremos un conjunto de reglas de razonamiento sólidas y completas para
diagramas de araña con constantes. Todas las reglas de razonamiento dadas para
diagramas de araña sin constantes en [12] se puede extender, a veces de forma no trivial,
a diagramas de araña con constantes; omitimos la mayoría de las definiciones formales
de las reglas extendidas.

4.1 Reglas de razonamiento unitario a unitario

En esta sección presentamos una colección de reglas de razonamiento que se aplican y


dan como resultado un diagrama unitario.

Regla 1(Introducción de una zona sombreada) Sea d1 un diagrama unitario al que le falta
una zona. Si d2 es igual que d1 excepto que d2 contiene una zona nueva, sombreada y
"intacta", entonces d1 es lógicamente equivalente a d2.

En la Fig.5, Regla 1(introducción de una zona sombreada) se aplica a d1 para dar d2.
La aplicación de la introducción de una regla de zona sombreada da como resultado un
diagrama semánticamente equivalente. Las siguientes dos reglas no preservan la
información.

Regla 2(Borrado de sombreado) Sea d1 un diagrama unitario con una región sombreada
r. Sea d2 idéntico a d1 excepto que r no está completamente sombreado en d2. Entonces
d1 implica lógicamente d2.
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 115

figura 5Una aplicación de la regla 1(introducción de una zona


sombreada)

Figura 6Aplicaciones de la regla2 (borrado de sombreado) y Regla 3(borrado de

En la Fig. 6, Regla 2 (borrado de sombreado) se aplica a d1 para dar d2.

Regla 3(Borrado de una araña) Sea d1 un diagrama unitario que contiene una araña s con
un hábitat completamente sin sombra. Sea d2 igual que d1 excepto que d2 no contiene s
ni ningún vínculo que esté conectado a s. Entonces d1 implica lógicamente d2.

En la Fig. 6, Regla 3(borrado de una araña) se aplica a d2 para dar d3.

4.2 Reglas de razonamiento unitario a compuesto

Ahora especificamos cinco reglas más, cada una de las cuales es reversible, que permiten
reemplazar un diagrama unitario por un diagrama compuesto. La primera de estas reglas
nos permite introducir un contorno. En la lógica de los diagramas de araña sin constantes,
la introducción de una regla de contorno se aplica y da como resultado un diagrama
unitario [12].
Antes de formular la introducción de una regla de contorno, veamos un ejemplo. En la
Fig.7, examinamos cómo introducir el contorno con etiqueta C en d1, que contiene
arañas constantes. Cuando lo hagamos, cada zona debe dividirse en dos nuevas zonas,
garantizando así que se preserve la información. Los hábitats de las arañas existenciales
también se ven alterados. Sin embargo, hay que tener más cuidado con las constantes
arañas debido a la presencia de ataduras. Considere, por ejemplo, las constantes arañas s
y t. El individuo representado tanto por s como por t debe estar en C — (AUB) o en U —
(AUBUC). La araña constante u representa un individuo que está en A — (BUC) o
(AAC) — B. Esto da lugar a cuatro posibilidades, que se muestran en d2, d3, d4 y d5. A
estos cuatro diagramas los llamamos extensiones C de d 1. El diagrama d 1 es
semánticamente equivalente a d2 V d3 V d4 V d5. Podríamos reemplazar d 1 con la
disyunción de solo dos diagramas unitarios, cada uno de los cuales u tiene un hábitat de
dos zonas: ({A}, {B, C}) y ({A, C}, {B}). Sin embargo, no es cierto que el diagrama
unitario único d6 de la Fig. 8es semánticamente equivalente a d1 . Las arañas constantes
s y t deben representar
116 G. Stapleton y col.

figura 7Un diagrama con suC-extensiones

Figura 8Introducir un contorno: una aplicación incorrecta

el mismo individuo en d1 pero este no es el caso en d6, ya que la semántica de los


vínculos se basa en zonas.
Para definir formalmente esta regla, primero definimos las partes componentes de la
disyunción resultante. A estos componentes los llamamos Li -extensiones, donde Li es la
etiqueta de contorno introducida.

Definición 4.1Sea d1 un diagrama unitario tal que cada araña constante en d1 tenga un
hábitat de zona única. Sea Li una etiqueta de contorno que no está en d 1, es decir Li e
CL — L(d 1). Sea d2 un diagrama unitario tal que cada araña constante en d2 tenga un
hábitat de zona única. Si se cumplen las siguientes condiciones, entonces d2 es una
extensión de Li de d1.
1. Las etiquetas de contorno de d2 son las de d 1, junto con Li: L(d2) = L(d 1) U {Li}.
2. Las etiquetas de araña constantes coinciden: CS(d 1) = CS(d2).
3. Existe una sobreyección, h : Z(d2) ^ Z(d 1) definida por h(a, b) = (a — {Li},b —
{Li}) tal que
(a) cada zona en d1 está asignada por dos zonas distintas en d2,
(b) cada zona está sombreada en d2 si y solo si se asigna a una zona sombreada,
(c) las arañas existenciales coinciden y sus hábitats se preservan bajo h: existe una
biyección, a : ES(d 1) ^ ES(d2) que satisface
Ve e ES(d 1) n(a(e)) = {ze Z(d2) : h(z) en(e)},

y
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 117

Figura 9Una aplicación de la regla5, arañas divididas

(d) el hábitat de cada araña constante, c, en d2 satisface h(0d2 (c)) = 0d 1 (c).


4. Se conservan las telas de araña. Dado que las arañas constantes tienen un hábitat de
zona única, podemos formalizar esto de la siguiente manera:
Vc 1 ,c2 e CS(d2) (Md 1 (c 1 ,c2) = 0 ^ Md2 (c 1 ,c2) = 0).

Definimos EXT(Li,d1) como el conjunto de todas las extensiones Li de d1.

Regla 4(Introducción de una etiqueta de contorno) Sea d 1 (= 1) un diagrama unitario tal


que cada araña constante tenga un hábitat de zona única. Sea Li e CL — L(d 1). Entonces
d 1 es lógicamente equivalente al diagrama
V d2.
d2miEXT(li,d1)

Regla 5(Arañas divididas) Sea un diagrama unitario con una araña tocando cada zona de
dos regiones disjuntas r1 y r2. Sean d1 y d2 diagramas unitarios idénticos a d excepto que
ninguno contiene s, sino que cada uno contiene una araña adicional, s1 y s2
respectivamente, cuyos hábitats son las regiones r1 en d1 y r2 en d2. Si s es una araña
constante, entonces
1. s1 y s2 tienen la misma etiqueta que s y
2. cualquier vínculo unido a s en d se une a la instancia apropiada de s en d1 y d2.
Entonces d es lógicamente equivalente al diagrama d 1 V d2.

Cifra9ilustra una aplicación de la regla de las arañas divididas. La araña s en d se


divide en dos arañas, una en d1 y la otra en d2. Intuitivamente, el individuo representado
por s está en el conjunto U — (AUB) o en el conjunto AU B.

Regla 6(Medio excluido) Sea d un diagrama unitario con una región r completamente no
sombreada. Sean d1 y d2 diagramas unitarios iguales a d excepto que d1 contiene una
araña existencial adicional cuyo hábitat es r y en d2 la región r está sombreada. Entonces
d es lógicamente equivalente al diagrama d1 V d2.

Por ejemplo, el diagrama d en la Fig.10puede ser reemplazado por d 1 V d2 aplicando


la regla del medio excluido.
Antes de presentar la siguiente regla, miramos un ejemplo y luego hacemos una
definición que es clave para formular la regla en sí. Dado un diagrama unitario, d, que
tiene sólo modelos no vacíos (en cuyo caso d contiene al menos una araña), podemos
deducir que el
118 G. Stapleton y col.

Figura 10Una aplicación de la regla6, medio


excluido

Figura 11Un diagrama unitario con sut-extensiones

El individuo representado por una etiqueta de araña constante, t, pertenece a uno de los
conjuntos indicados por las zonas en d. Además, este individuo debe ser igual o diferente
de los elementos ya representados en d.
Como ejemplo, considere d en la Fig. 11que solo tiene modelos no vacíos. Por lo
tanto, en cualquier modelo para d, la araña constante (etiqueta) t se asigna a algún
individuo (técnicamente, conjunto de elementos únicos). Entonces t está en A — B, B —
A o U — (AUB). Si t está en A — B entonces debe ser igual a s, ya que la región dentro
de A está completamente sombreada, como se muestra en d 1. Si t está en el conjunto B -
A entonces puede ser igual o diferente del elemento representado por la araña existencial
en B en el diagrama d; estos casos están representados por d2 y d3 respectivamente.
Finalmente, si t no está en A — B o B — A entonces, como AAB = 0, t debe estar en U
— (AUB), representado por d4. Los diagramas d1, d2, d3 y d4 se denominan extensiones
t de d. Un diagrama en el que todas las arañas tienen un hábitat de zona única se llama
diagrama α.

Definición 4.2Sea d 1 un diagrama a unitario tal que S(d 1) = 0 y existe si e CS — CS(d


1). Sea d2 un diagrama a unitario. Si se satisfacen las siguientes condiciones, entonces d2
es una extensión si de d1.
1. Las zonas coinciden: Z(d 1) = Z(d2).
2. Las zonas sombreadas coinciden: Z* (d 1) = Z* (d2).
3. Las arañas constantes coinciden excepto que si está en d2: CS(d 1) U {si} = CS(d2).
4. Se preservan los hábitats de las arañas constantes existentes: &d 1 = &d21 cs(d 1) ■
5. Se conservan las webs existentes: Md 1 = Md21cs(d 1)xcs(d 1).
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 119

Figura 12Combinando
diagramas
6. Si si tiene un hábitat sombreado, z, en d2 entonces el número de arañas existenciales
que habitan z es uno menos que el número en d1 o si está unido a otra araña
(constante) mediante un empate: si θd2 (si )⊆ Z∗ (d2) entonces
(a) ∀sj ∈ CS(d1)ωd2(si,sj)=∅∧∃e ∈ ES(θd2(si),d1)ES(d2)= ES(d1)
- {e} o
(b) ∃sj ∈ CS(d1)ωd2(si,sj)= ∅ ∧ ES(d1) = ES(d2).
7. Si si tiene un hábitat sin sombra en d2, entonces el número de arañas existenciales que
habitan en z es el mismo, o uno menos que el número en d1, o si está unido a otra
araña (constante) mediante un vínculo y el número de arañas existenciales arañas es lo
mismo: si θd2(si)∩Z∗(d2)=∅entonces
(a) ∀sj ∈ CS(d1)ωd2(si,sj)=∅∧(ES(d1)= ES(d2) ∨ ∃e ∈
ES(θd2(si),d1) ES(d2)= ES(d1) - { mi}) o
(b) ∃sj ∈ CS(d1)ωd2(si,sj)= ∅ ∧ ES(d1) = ES(d3).
Definimos EXT(si,d1) como el conjunto de todas las extensiones si de d1.

Regla 7(Introducción de una araña constante) Sea d1 un diagrama α unitario tal que S(d1
)= ∅ y exista si ∈ CS - CS(d1 ). Entonces d1 es lógicamente equivalente al diagrama
V d2.
d2∈EXT(si,d1)

Introduciendo la araña constante t ad en la Fig. 11, da como resultado d1 ∨ d2 ∨ d3 ∨


d4.
La regla final de esta sección, llamada combinación, reemplaza dos diagramas α
unitarios, con los mismos conjuntos de zonas y conjuntos de etiquetas de araña
constantes, tomados en conjunto en un solo diagrama unitario, ilustrado en la Fig.12.
Combinamos d1 ∧ d2 para dar d∗. Cualquier sombreado en d1 o d2 ocurre en d ∗.
Además, el número de arañas en cualquier zona en d ∗ es el mismo que el número
máximo que se produce en esa zona en d1 o d2. El diagrama d1 ∧ d2 es semánticamente
equivalente a d∗.
Ahora daremos un ejemplo más en un avance hacia la definición de la regla de
combinación.
En la Fig.13, d1 y d2 contienen información contradictoria. Observamos lo siguiente.
1. La zona z1 = ({A}, {B, C}) está sombreada en d1 y contiene más arañas en d2.
Además, z1 representa el conjunto vacío en cualquier modelo para d1. En cualquier
modelo para d2, z1 no representa el conjunto vacío.
2. La araña constante u tiene diferentes hábitats en los dos diagramas. En cualquier
modelo para d1, u representa un individuo que no está en el conjunto A ∪ C. En
cualquier modelo para d2, u representa un individuo en el conjunto C.
120 G. Stapleton y col.

Figura 13Un diagrama insatisfactorio

3. Las arañas constantes s y t están unidas por un empate en d1 pero no en d2. En


cualquier modelo para d1, s y t representan al mismo individuo, pero en cualquier
modelo para d2 representan individuos distintos.
De cualquiera de estas tres observaciones podemos deducir que d 1 A d2 es
insatisfactorio.

Definición 4.3Sean d0 y d1 diagramas α unitarios. Entonces d0 y d1 son comparables si


se cumple una de las tres condiciones siguientes.
1. Z(d)0) = Z(d 1) y CS(d0) = CS(d 1).
2. Z(d)0) = Z(d 1).
3. para uno de los di s donde, es decir, {0, 1}, Z* (di) = Z(di) y S(di) = 0.
4. d0 = i o d 1 = i.

Recuerde que S({z},d) = {se S(d): n(s) = {z}}.

Definición 4.4Sean d0 y d1 diagramas α unitarios comparables. Entonces d0 y d1 están


en contradicción si se cumple una de las cuatro condiciones siguientes.
(i) O d0 = i o d 1 = i.
(ii) Hay una zona que está sombreada en un diagrama y contiene más arañas en el otro.
Más formalmente, existe ze Z(di) para algún i = 0, 1 tal que ze Z*(dj) y |S({z},di) |
> |S({z},dj)| donde j = 1 - yo.
(iii) Hay una araña constante con diferentes hábitats en d0 y d1. Más formalmente, &d0
= &d 1.
(iv) Hay dos arañas constantes que están unidas por un lazo en un diagrama pero no en
el otro. Más formalmente, od0 = od 1.

Puede resultar útil tener en cuenta que si d0 y d1 son comparables y no están en


contradicción, entonces impar0) = impar 1).

Lema 4.5sea d0 y d1 sean diagramas α unitarios comparables. Entonces d0 y d1 están en contradicción si y sólo si
d0 A d 1 es insatisfactorio.

Definición 4.6Sean d0 y d1 diagramas α unitarios comparables. Entonces su


combinación, denotada d* = d0 * d 1, es un diagrama a unitario definido de la siguiente
manera.
1. Si d0 y d 1 están en contradicción, entonces d0 * d 1 = i.

2. De lo contrario, d∗ = d0 ∗ d1 es un diagrama α unitario tal que se cumple lo


siguiente.
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 121

(a) El conjunto de zonas del diagrama combinado es el mismo que el conjunto de


zonas de los diagramas originales: Z(d∗ )= Z(d0 ).
(b) Las zonas sombreadas en d∗ = d0 ∗ d1 son aquellas que están sombreadas en al
menos uno de los diagramas originales: Z∗(d∗) = Z∗(d0) ∪ Z∗(d1).
(c) El número de arañas existenciales en cualquier zona del diagrama combinado es
el número máximo de arañas existenciales que habitan esa zona en los diagramas
originales:
Vz e Z(d*) ES({z},d*) = ES({z},d0) U ES({z},d 1).

De manera equivalente, ES(d∗) = ES(d0)∪ ES(d1).


(d) Las arañas constantes en el diagrama combinado son las mismas que las de los
diagramas originales: CS(d∗) = CS(d0).
(e) Los hábitats de las arañas constantes en el diagrama combinado son los mismos
que en los diagramas originales: θd∗ = θd0.
(f) Las telarañas de las arañas constantes en el diagrama combinado son las mismas
que en los diagramas originales: ω(d∗ )= ω(d0 ).

Regla 8(Combinando) Sean d0 y d1 diagramas α unitarios comparables. Entonces d0 ∧


d1 es lógicamente equivalente a d0 ∗ d1.

4.3 Reglas de razonamiento lógico

Introducimos ahora una colección de reglas, todas las cuales tienen analogías (obvias) en
la lógica simbólica. La siguiente regla es análoga a P ^ P ∨ Q, para cualquier proposición
P,Q.

Regla 9(Conectando un diagrama) Sean D1 y D2 diagramas de araña. Entonces D1


implica lógicamente D1 ∨ D2.

Regla 10(Inconsistencia) El diagrama ⊥ implica lógicamente cualquier diagrama.

Regla 11(∨-Idempotencia) Cualquier diagrama de araña D es lógicamente equivalente a


D ∨ D.

Regla 12(∧-Idempotencia) Cualquier diagrama de araña D es lógicamente equivalente a


D ∧ D.

Regla 13(∨-Conmutatividad) Sean D1 y D2 diagramas de araña. Entonces D1 ∨ D2 es


lógicamente equivalente a D2 ∨ D1.

Regla 14(∧-Conmutatividad) Sean D1 y D2 diagramas de araña. Entonces D1 ∧ D2 es


lógicamente equivalente a D2 ∧ D1.

Regla 15(∨-Asociatividad) Sean D1, D2 y D3 diagramas de araña. Entonces D1 ∨ (D2


∨ D3 es lógicamente equivalente a (D1 ∨ D2 )∨ D3.

Regla 16(∧-Asociatividad) Sean D1, D2 y D3 diagramas de araña. Entonces D1 ∧ (D2


∧ D3 es lógicamente equivalente a (D1 ∧ D2 )∧ D3.

Regla 17(v-Distributividad) Sean D1, D2 y D3 diagramas de araña. Entonces D1 V (D2


122 G. Stapleton y col.

A D3) es lógicamente equivalente a (D1 V D2) A (D1 V D3).

Regla 18(A-Distributividad) Sean D1, D2 y D3 diagramas de araña. Entonces D1 A (D2


V D3) es lógicamente equivalente a (D1 A D2) V (D1 A D3).

Regla 19(Simplificación V) Sean D1, D2 y D3 diagramas de araña. Si el diagrama D2 se


puede transformar en el diagrama D3 mediante una de las reglas de razonamiento,
entonces D1 V D2 implica lógicamente D1 V D3.

Regla 20(A-Simplificación) Sean D1, D2 y D3 diagramas de araña. Si el diagrama D2 se


puede transformar en el diagrama D3 mediante una de las reglas de razonamiento,
entonces D1 A D2 implica lógicamente D1 A D3.

4.4 Obtenibilidad

Para concluir esta sección sobre reglas de razonamiento definimos la obtenibilidad.

Definición 4.7Sean D1 y D2 dos diagramas de araña con constantes. El diagrama D2 se


puede obtener a partir de D1, denominado D1 F D2, si y sólo si existe una secuencia de
diagramas (D1,D2,...,Dm) tal que se pueda obtener D1 = D 1, Dm = D2 y Dk+1. de Dk
(donde 1 < k < m) aplicando una regla de razonamiento. Si D1 F D2 y D2 F D2,
escribimos D1 =f D2.

5 solidez
En esta sección mostramos la solidez de la lógica de los diagramas de araña con
constantes introducidas en la Sección.4.
Para demostrar que el sistema es sólido, la estrategia es comenzar demostrando que
cada una de las reglas de razonamiento es sólida. Mostramos que la introducción de una
regla de araña constante es una buena ilustración, pero omitimos las pruebas restantes. El
teorema de solidez sigue luego un argumento de inducción simple.

Lema 5.1Regla 7(introducción de una araña constante) es buena. Sea d1 un diagrama α


unitario tal que S(d 1) = 0 y exista si € CS — CS(d 1). Entonces

d1 =^y d2.
d2e EXT(si,d1)

PruebaSea m = (U, V) una interpretación. Supongamos que m = d 1. Demostraremos que


m = d2, para algunos d2 € EXT(si,d 1). Sea V1: RU CS U ES(d 1) una PU una extensión
válida de las arañas existenciales para d1. Usando d1 y Ψ1, definimos un diagrama, d2,
de la siguiente manera.
1. Las zonas coinciden: Z(d 1) = Z(d2).

2. Las zonas sombreadas coinciden: Z* (d 1) = Z* (d2).


3. Las arañas constantes en d 1 están en d2 y, adicionalmente, d2 contiene si: CS(d 1) U
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 123

{si} = CS(d2).
4. Los hábitats de las arañas constantes coinciden y el hábitat de si en d2 está
determinado por Ψ1:
oh
d1= impar2Yo CS(d1)
y
Sobredosis2 (Si)= {z}
donde z es la zona única en Z(d 1) tal que ^(si) C &(z). Tal zona existe porque la
condición de mosaico plano se cumple para d1.
5. Las almas existentes en d 1 se conservan en d2: Md 1 = Md21cs(d 1)xcs(d 1)•
6. Ahora consideramos tres casos para definir las arañas existenciales (y sus hábitats) y
las redes restantes de d2.
(a) Hay una araña existencial, s, en d.1 tal que & 1 (s) = &(si). En este caso, elegimos en({n(s)}),
donde (n, n(s)) € ESD(d 1), y definimos ES(d2) = ES(d 1) — {en(n (s))}• Para las webs restantes, definimos,
para todos los sj€ CS(d1), Md2(si,sj) = 0. Observamos, por la condición de las arañas para d 1, Od2(si) =
n(s)•
(b) Hay una araña constante, c, en d1 tal que &(c) = & (si). En este caso, ES(d 1) = ES(d2), y, para el
resto de redes, comenzamos definiendo Md2(si,c) = Od 1c); desde d1 es un diagrama α, θd1 (c) es una zona
única. De ello se deduce que si también está unido por un vínculo a todas las arañas constantes que están
unidas a c en d1 y, por (5) anterior y la transitividad de los vínculos, no está unido por un vínculo a ninguna
otra araña constante. Observamos, por la condición de las arañas para d 1, Od2(si) = Od1c).
(c) Sin araña, s, en S(d1) satisface & 1 (s) = &(si). En este caso, tenemos ES(d 1) = ES(d2) y para todo c
€ CS(d 1), Md2(s)yo,c)= 0.

Es sencillo verificar que d2 es una extensión si de d1.


Ahora demostramos que m = d2. Claramente, la condición de mosaico plano se
cumple para d2, ya que Z(d 1) = Z(d2). Si se cumple el caso 6(a), entonces suponemos,
sin pérdida de generalidad, que s = en(n(s)). Si se cumple cualquiera de los casos 6(b) o
6(c), entonces no es necesaria ninguna suposición. Definimos una extensión de & para
las arañas existenciales en d2 por &2 = & 11RUcsUES(d2). La función &2 es una
extensión válida de & para arañas existenciales para d2. Por tanto m = d2, y se sigue que
d1 1= \Jd 2.
d2€EXT (si,d1)

Por el contrario, se puede demostrar que cada d2 € EXT (si,d 1) satisface d2 = d 1.


Suponiendo que m = d2, la estrategia de prueba es tomar una extensión válida de & para
arañas existenciales para d2 y usar esta para construir una extensión válida de Ψ a arañas
existenciales para d1. De este modo,

V d2= re1.
d2€ EXT (si,d1)

Por eso
d1 =1=\/ d2,
d2e EXT (si ,di)

es decir, regla7(introducción de una araña constante) es buena. □

Teorema 5.2(Solidez) Sean Di y D2 diagramas de araña. Si D1 F D2 entonces D1 1=


D2.
124 G. Stapleton y col.

PruebaLa prueba es por inducción sobre la longitud, n, de una secuencia que establece
D1 F D2, ya que se puede demostrar que cada paso individual es sólido según las líneas
de la prueba del Lema5.1arriba. □

6 Integridad y Decidibilidad
En esta sección mostramos la integridad y capacidad de decisión de la lógica de los
diagramas de araña con constantes introducidas en la Sección.4. Comenzamos con una
descripción general informal, antes de dar detalles de las distintas etapas de la prueba.

6.1 Descripción general

La estrategia de prueba de integridad para diagramas de araña sin constantes dada en [12]
se extiende al caso más general aquí. La estrategia extendida, descrita en la Fig.14, es
como sigue. Supongamos que D1 = D2. El objetivo es transformar D1 y D2 en
disyunciones de diagramas α unitarios usando reglas reversibles (es decir, aquellas que
son equivalencias lógicas) donde, en términos generales, cada parte unitaria tiene un
conjunto de etiquetas de contorno específico y un conjunto de etiquetas de araña
constante.
En primer lugar, dividimos las arañas constantes en D1 y D2 hasta que, en cada parte
unitaria, todas las arañas constantes tienen un hábitat de zona única, dando D1S y D2S
respectivamente. Esto nos permite agregar contornos a las partes unitarias tanto en D1S
como en D2S usando la regla reversible.4 (introducción de una etiqueta de contorno),
hasta que cada parte unitaria (no falsa) tenga el mismo conjunto de etiquetas de contorno,
L. Esto da D1L y D2L respectivamente. Para el siguiente paso, se introducen zonas en
cada parte unitaria hasta que todas las partes unitarias (no falsas) tengan el mismo
conjunto de zonas, Z. Esto se hace usando la regla reversible 1(introducción de una zona
sombreada) y produce D1Z y D2Z respectivamente. Ahora obtenemos α -diagramas
usando la regla reversible 5 (arañas divididas), produciendo D1α y D2α respectivamente.
La formalización de los diagramas DiL, DiZ y Diα generaliza fácilmente los dados en
[12] para diagramas de araña sin constantes.
Deseamos introducir arañas constantes a cada lado hasta que cada parte unitaria tenga
el mismo conjunto de etiquetas de araña constante. Sin embargo, sólo podemos introducir
arañas constantes cuando nuestros diagramas contienen al menos una araña (asegurando
modelos no vacíos). Por lo tanto, el siguiente paso que damos es aplicar la regla del
medio excluido a ambos lados hasta que todas las partes unitarias (no falsas) estén
completamente sombreadas o contengan al menos una araña. La regla reversible7Luego
se aplica (introducción de una araña constante), introduciendo arañas constantes en todas
las partes unitarias que contienen una araña, hasta que todas esas partes unitarias tengan
algún conjunto de etiquetas de araña constante específico, C. Esto da D1C y D2C
respectivamente.
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 125

Figura 14La estrategia de ^1


prueba de integridad
I dividir constante T
arañas*
¿D^D?
^añadir contornos^
dpdp

agregar zonas
dpdp

Tsplit existencialT
*arañas*
^yo D2

I
^
aplique la f media excluida
y agregue arañas constantes

PD DP
\ combinar T

A
Agregue arañas
existenciales y sombree
según sea necesario, luego
elimine lo que no sea
necesario. ;

Ahora aplicamos la regla. 8(combinando) para eliminar todas las conjunciones, dando
dos disyunciones de diagramas a unitarios, D1 y D*. Llamamos D* (D2;) al diagrama
disjuntado asociado a D1 (D2) dado D2 (D1). Todas las partes unitarias de D* y D* son

1. ±,
2. tener la zona establecida Z y estar completamente sombreada y no contener arañas, o
3. tener zona configurada Z y etiqueta de araña constante configurada C.

Tenga en cuenta que D 1 =y D* y D2 =y D*, ya que todas las reglas aplicadas hasta
ahora son reversibles. El diagrama D* es una forma normal que refleja claramente la
semántica de Di. Ahora aplicamos la regla del medio excluido a D* hasta que haya
suficientes arañas existenciales y haya suficiente sombreado para asegurar que cada parte
unitaria en el lado izquierdo implique sintácticamente una parte unitaria de D2.
Los detalles de la prueba se dan en las siguientes secciones. Las principales
diferencias entre la estrategia de prueba de completitud aquí y la de los diagramas de
araña sin constantes son la adición del primer paso (dividir las arañas constantes), con
cambios en los detalles de los otros pasos, y la inserción de una etapa adicional entre la
división. arañas existenciales y diagramas combinatorios. Además, observamos que los
detalles de las pruebas son más complejos.
126 G. Stapleton y col.

Figura 15Completitud
para unitario.α-diagramas

Figura 16Completitud para unitario.α-diagramas

6.2 Integridad para Unitaryα-Diagramas

Mostramos que si d 1 1 = d2, donde d 1 y d2 son diagramas a unitarios con algún


conjunto de zonas fijas y un conjunto de etiquetas de araña constante, entonces podemos
borrar las arañas existenciales y el sombreado de d1 para dar d2.

EjemploLos diagramas d1 y d2 de la Fig.15satisfacer lo siguiente.


(a) Cada zona sombreada en d2 está sombreada en d1 y contiene la misma cantidad de
arañas existenciales en ambos diagramas.
(b) Cada zona en d2 contiene el mismo número o menos de arañas existenciales que en
d1.
(c) Los hábitats constantes de las arañas coinciden, al igual que sus telas.
En estas condiciones, el diagrama d2 se puede obtener a partir de d1 aplicando la regla2
(borrado de sombreado) y Regla 3(borrado de una araña existencial) luego se puede usar
para dar d3. Las propiedades (a), (b) y (c) anteriores se relacionan con las propiedades
3(a), 3(b) y 3(c) del teorema.6.1.

EjemploEl diagrama d2 de la Fig. dieciséis no se puede obtener de d1 por tres razones.


(a) La zona ({A}, {B, C}) está sombreada en d2 pero no sombreada en d 1. Hay un
modelo para d 1 que hará que la condición de sombreado para d2 falle siempre que
se cumpla la condición de araña para d2.
(b) La zona ({C}, {A, B}) contiene dos arañas existenciales en d2 pero solo una araña
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 127

existencial en d1. Nuevamente podemos deducir que existe un modelo para d1 que
no satisface d2. Por ejemplo, al menos un modelo, m = (U, &) para d 1 garantiza que
|&({C}, {A, B})| = 1. En la interpretación m, no puede ser que tanto la condición de
las arañas como la condición de las arañas existenciales sean válidas para d2.
(c) Las arañas constantes t y u tienen el mismo hábitat en ambos diagramas, pero telas
diferentes. En cualquier modelo para d1, t y u representan al mismo individuo, pero
en cualquier modelo para d2 representan individuos distintos.
De cualquiera de las observaciones anteriores podemos deducir que d 1 = d2.

El siguiente teorema proporciona condiciones sintácticas en α -diagramas unitarios


equivalentes a la implicación semántica y sintáctica. El teorema forma el corazón de la
prueba de completitud y se modifica a partir del resultado correspondiente en [12] para
tener en cuenta el hecho de que nuestros diagramas de araña ahora incluyen arañas
constantes.

Teorema 6.1sea d1 (= ±) y d2 (= ±) sean dos diagramas a unitarios. Si Z(d 1) = Z(d2) y CS(d 1) = CS(d2)
entonces las tres afirmaciones siguientes son equivalentes:

1. d1F d2.
2. d1 1 = d2.
3. (a) cada zona sombreada en d2 está sombreada en d1 y contiene el mismo número de
arañas existenciales en ambos diagramas:
z* (d2) CZ * (d 1) AVz e Z * (d2) ES({z} ,d2) = ES ({z} ,d1),

(b) cada zona en d2 contiene como máximo el mismo número de arañas existenciales que en d1:
Vz e Z(d2) ES({z},d2) c ES({z},d 1),

y
(c) las arañas constantes tienen los mismos hábitats y las mismas redes en ambos
diagramas: &d 1 = &d2 y ^d 1 = ^d2 •

PruebaPor solidez, d 1 F d2 ^ d 1 = d2.


Ahora mostramos que 2 (es decir, d 1 = d2) implica 3. Supongamos que d 1 = d2 y sea
m = (U, W) un modelo estándar para d 1. Definimos, para cada araña existencial, e 1, en
d 1, W1 (e) = {e} y el mapeo W1 produce una extensión válida a las arañas existenciales
para d 1. Dado que d 1 = d2, m es un modelo para d2. Sea W2 : RU CS U ES(d2) ^ PU
una extensión válida de las arañas existenciales para d2. Demostraremos que W2 induce
un mapa inyectivo que preserva el hábitat a: ES(d2) ^ ES(d 1). Ahora, W2 asegura que la
condición de las arañas se cumpla para d2. Por lo tanto, para cada araña existencial, e2,
en d2, existe una araña existencial, e1, en d1 tal que W2(e2) = {e 1} (cada araña
constante, si, en d2 se asigna a [si]). Definir un por

una(e)2 ) mi W2 (mi 2 ).

Por la condición de las arañas para d1,


{a(e)2)} = W1(un(e)2)) c W(n(a(e)2)))

y, por la condición de las arañas para d2,


128 G. Stapleton y col.

{a(e)2)} = W2 (e2) c W(y(e2)).

Deducimos que, dado que zonas distintas en d1 representan conjuntos disjuntos,

n(a(e)2 )) = n(mi 2 ).

Por lo tanto, se trata de preservar el hábitat. Ahora demostramos que a es inyectiva.


Supongamos que a(e2) = a(e3) para algún e3 e ES(d2). Entonces &2(e2) = &2(e3), lo
que implica, por la condición existencial de las arañas para d2, e2 = e3. Por tanto a es
inyectivo. Deducimos que se cumple 3(b). También se puede demostrar que, para todo ze
Z* (d2),
ES({z} ,d2) = ES ({z} ,d1).

Además, es obvio que d 1 1= d2 implica Z* (d2) CZ*(d 1). Por tanto, se cumple el punto
3(a).
Consideremos ahora 3(c). La condición de las arañas para los estados d1, en parte,
Vsi e CS(d 1 )&(si) C &(3d 1 (si)).

Como CS(d 1) = CS(d2), deducimos que


Vsi e CS(d2)&(si) c &(3d 1 (si)). (1)

La condición de las arañas para los estados d2, en parte,


Vsi e CS(d2)&(si) C &(3d2(si)). (2)

Dado que las zonas distintas en d1 representan conjuntos disjuntos, se deduce de (1) y (2)
eso

Vsi e CS(d2)3d 1 (si) = 3d2(si).

Por tanto 3d 1 = 3d2. Supongamos que las arañas constantes si y sj están unidas por un
empate en d 1. Es decir,

Maryland1 (syo, sj)= 3d 1 (si).

Entonces &(si) = &(sj), por la condición de arañas constantes para d 1. Por la condición
de arañas constantes para d2,
3z e Md2(si,sj) &(si) = &(sj).
Por lo tanto, si y sj están unidos por un empate en d2. Eso es,

Maryland2(si,sj) = 3d2 (si) = 3d 1 (si).

Alternativamente, supongamos que las arañas si y sj no están unidas por un vínculo en


d1. Eso es,

Maryland1 (syo, sj)= 0.

Entonces & (si) = & (sj) por lo que no puede ser que si y sj estén unidos por un empate
en d2. Eso es,

Maryland2 (syo, sj)= 0.


Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 129

Por tanto, Md 1 = Md2. Por tanto, se cumple 3(c).


130 G. Stapleton y col.

Figura 17Una-diagrama y
un diagrama extendido

Finalmente, para demostrar que 3 implica 1, se puede demostrar que las arañas
sombreadas y existenciales se pueden eliminar de d 1, usando Reglas2 y
3respectivamente, para dar d2. Por tanto, las tres afirmaciones son equivalentes. □

6.3 Diagramas extendidos

EjemploEn la Fig.17, el diagrama D es una consecuencia semántica de d pero ningún


componente unitario de D está implicado semánticamente por d; es decir, dhd 1, dh d2 y
dh d3. El diagrama text(d, D) se puede obtener de d (y viceversa) aplicando las
Reglas6(medio excluido) y 19(v-simplificación). Las arañas y el sombreado introducidos
en d para obtener text(d, D) están determinados por D. Por ejemplo, considere la zona
exterior (0, {A}). En d3, esta zona está sombreada y contiene dos arañas existenciales y
ningún otro componente unitario de D contiene más de dos arañas existenciales en esta
zona. En text(d, D), esta zona contiene una, dos o tres arañas existenciales en cualquier
componente unitario. El proceso de construcción de text(d, D) se describirá en
Definiciones. 6.2 y6.3abajo.
Tenga en cuenta que tenemos

d(h di,d 1d2,d ^ h db d1 hhizo 1hd2, y d1d2


123456
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 131

entonces, para cada componente unitaria di de text(d, D), existe una componente unitaria
dj de D tal que di 1= dj. De hecho,

división div di F d! y div div v di F d2.


134256

Por lo tanto
texto(d,D)= div div div div div div di F div d2.
134256

Por regla9(conectando un diagrama) d 1 v d2 FD y por transitividad text(d, D) F D. Por


lo tanto d FD, ya que d =f text(d, D).

En general, el diagrama text(d, D) se construirá tomando copias de d y agregando


sombreado y arañas existenciales, como se especifica a continuación. Los componentes
unitarios de text(d, D se denominan componentes unitarios extendidos asociados con d,
que ahora definimos. En primer lugar, definimos comp(D) como el conjunto de todas las
partes unitarias de D.

Definición 6.2Sea d (= 1) un diagrama a unitario y D sea un diagrama a. Entonces, dada


D, un diagrama α unitario ed es un componente unitario extendido asociado con d,
denotado d CD ed, si y solo si se cumplen las siguientes siete condiciones.
1. Los diagramas d y ed tienen las mismas zonas: Z(d) = Z(ed).
2. Todo el sombreado en d ocurre en ed: Z* (d) CZ * (ed).
3. Todas las arañas existenciales en d aparecen en ed: ES(d) C ES(ed).
4. Si la zona z está sombreada en d entonces las arañas existenciales coinciden en d y ed:
Vz e Z* (d) ES( {z} ,d) = ES( {z} ,ed).
5. Si la zona z no está sombreada en d sino en algún componente unitario de D y el
número, digamos m, de arañas existenciales que z contiene en d es como máximo el
número que z contiene en cualquier componente unitario de D en el que z está
sombreado entonces
(a) si z está sombreado en ed entonces z contiene como máximo m arañas en ed; y
(b) si z no está sombreado en ed entonces z contiene m + 1 arañas en ed.
Más formalmente:
Vz e Z(d) - Z * (d)
Ud. ES({z} ,di
diecomp(D) diecomp(D)zeZ* (di)
^( (ze Z*(mid) un ES({z},mid) Cj ES({z},di
diecomp(D)
zeZ*(di)

v zz e Z (ed) - Z *(ed) a | ES ({z}, ed) | =


diecomp(D)
zeZ* (di)

6. Si una zona no sombreada z en d no está sombreada en ningún componente unitario


de D o z contiene más arañas en d que cualquier aparición sombreada de z en D,
entonces z no está sombreada en ed y
zcontiene la misma cantidad de arañas en ed que en d. Más formalmente:

Vz e Z(d) - Z*(d)
132 G. Stapleton y col.

(z/ j z*(di)VES({z} ,d)Dj ES({z} ,di


v
dimicomp(D)d iecomp(D)
ze Z* (hacer
^ (ze Z(ed) - Z*(ed) A ES({z}, ed) = S({z},d)).

7. Las arañas constantes y sus telas coinciden: CS(d 1) = CS(d2), 0d 1 = 0d2 y ^d 1 =


^d2.
Si d = 1 entonces el componente unitario extendido asociado con d es 1.

Definición 6.3Sea d un diagrama α unitario y sea D una disyunción de diagramas α


unitarios tal que d sea comparable a cada di e comp(D). Dado D, sea Dd el conjunto de
todos los componentes unitarios extendidos asociados con d
Dd= {d'e D0 : d cf d'}.

Entonces el diagrama
texto(d,D)= V d'd 'eDd
es el diagrama extendido asociado con d en el contexto de D.

EjemploEn la Fig.17, cada d' (i = 1,..., 6) es un componente unitario extendido asociado


con d,dadoD. De hecho, todos esos componentes extendidos ed están presentes, por lo
que text(d, D)es el diagrama extendido asociado con d en el contexto de D .

Teorema 6.4Sea d un diagrama α unitario y sea D una disyunción de diagramas α


unitarios tales que d sea comparable a cada diy comp(D). Entonces d es sintácticamente
equivalente a text(d, D), el diagrama extendido asociado con d en el contexto de D:

d=^ text(d,D).

Bosquejo de pruebaSigue por la aplicación repetida de las Reglas. 6 (medio excluido) y


19 (v-simplificación) a d en el caso de que d =1. Cuando d = 1 el resultado sigue
inmediatamente. □

6.4 El teorema de la completitud

El siguiente resultado es el prerrequisito final para nuestra prueba de integridad.

Teorema 6.5Sea d (=1) sea un diagrama a unitario tal que S(d) = 0. Sea D una
disyunción de diagramas a unitarios tal que d sea comparable a cada di e comp(D). Dado
D,

deja que ed€ dd. Si ed h D entonces existe un componente unitario de D, digamos di, tal
que ed h di:
edhD ^3 dimi comp(D) ed h di.

PruebaLa prueba es por contradiccion. Supongamos ed h D pero no existe ningún die e


comp(D) para el cual ed h di. Demostraremos que un modelo estándar, m = (U, &), para
ed no satisface D, dando la contradicción que buscamos. La interpretación m no satisface
D si y sólo si m no satisface ninguna parte unitaria, di ,ofD. Hay tres tipos de di a
considerar.
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 133

1. di=1. Claramente m no satisface 1.


2. Z(d)= Z(di) y Z* (di) = Z(di) y S(di) = 0. Dado que d contiene al menos una araña,
también ed. Por lo tanto U = 0. Pero di tiene sólo un modelo: el modelo vacío (es
decir, U = 0). Por tanto m no satisface di.
3. Z(d)= Z(di) y CS(di) = CS(d) y S(di) = 0. En primer lugar, supongamos que m
satisface di y llegaremos a una contradicción, completando así la prueba de que m no
satisface ninguna parte unitaria de D. Dado que m satisface di, debe ser que m = ed A
di, por lo que ed y di no están en contradicción. Inmediatamente deducimos, por
Lema4.5, que las siguientes condiciones no se cumplen.
(a1) Hay una zona que está sombreada en un diagrama y contiene más arañas en el
otro diagrama. Más formalmente, tampoco
3 zy Z*(mid) |S({z} ,di)|>|S({z} ,mid)|

o
4 ze Z* (di)|S({z} ,ed)| > | S({z},di)|.

(b1) Hay dos arañas constantes que están unidas por un lazo en un diagrama pero no
en el otro. Más formalmente, od. = Med.
Como (b1 ) no se cumple, deducimos que

Mdi= Med. (3)

Como (a1) no se cumple, deducimos que


V ze Z * (di) |S ({z} ,ed)| <|S ({z} ,di)|.

Dado que m = di, y el hecho de que di es un diagrama a, para todo ze Z* (di),


| ^(z)| =|ES({z} ,di)| +|ConS(z,di)|. (4)

Además, si z no está sombreado en ed, entonces, según la construcción de text(d, D),


z contiene más arañas existenciales en ed que en di:
|ES({z},ed)| >|ES({z},di)|.

Entonces,
|^(z)| > |ES({z},mid)| + |ConS(z,mid)|
= |ES({z},ed)| + |ConS(z, di)| ya que Md 1 = Med
>|ES({z} ,di) | + | ConS(z,di)|.
Esto contradice (4). Por lo tanto, debe ser que z esté sombreado en ed. Además, se
puede demostrar que |ES({z}, ed)| = |ES({z},di)|. Por eso
V ze Z * (di) ze Z *( ed) a ES ({z} ,di) = ES ({z}, ed). (5)

Dado que ed = di, por teorema6.1se cumple una de las siguientes tres condiciones.
(a2) az e Z * (di) z / Z * (ed) v ES( {z} ,di) = ES( {z}, ed).
(b2) az e Z(di) ES({z}, ed)c ES({z},di).
(c2) asi,sj e CS(d 1) Wd 1 (si,sj) = Md2(si,sj).
Consideremos ahora cada una de estas tres posibilidades (a2), (b2) y (c2) por turno.
En primer lugar, (a2) contradice (5) arriba, por lo que no se cumple. En segundo
lugar, (c2) contradice (3) arriba, por lo que no se cumple. Finalmente consideramos
(b2). En el modelo m para ed tenemos,
|^(z)|= | ES ({z} ,ed)| + | ConS (z,ed)|.
134 G. Stapleton y col.

Ahora, como m es un modelo para di tenemos


|^(z)| >|ES({z},di)|+|ConS(z,di)|

de lo cual deducimos que


| ES ({z} ,ed)| + |ConS (z,ed)| > | ES ({z} ,di)| +|ConS(z,di)|.

Por lo tanto, dado que Mdi = Mié,


| ES ({z} ,mid)|>|ES ({z} ,di)|.

De este modo
Vz e Z(di) ES({z},di) c ES({z}, ed),
lo que contradice (b2). Así, en cualquiera de los tres casos, m no satisface di.
De ello se deduce que la interpretación, m, no satisface ninguna parte unitaria de D. Por
lo tanto, m no satisface D dando una contradicción. Por lo tanto, si ed 1 = D entonces
existe un componente unitario de D, digamos di, tal que ed = di:
mi
d=D ^a dimi comp(D) ed = di. □

Teorema 6.6(Completitud) Sean D1 y D2 diagramas de araña con constantes. Entonces


D 1 = D2 implica D 1 F D2.

PruebaSupongamos que D1 = D2. Sea D* el diagrama disjuntado asociado con D1 dado


D2. Sea D2 el diagrama disjuntado asociado con D2 dado D1. En resumen, los diagramas
D* y D2 tienen las siguientes propiedades:
1. son disyunciones de α -diagramas unitarios, y
2. existe un conjunto de zonas Z y un conjunto de etiquetas de araña constantes C tales
que cada parte unitaria no satisface
(a) di= 1,
(b) Z(di) = Zy Z* (di) = Z(di) y S(di) = 0, o
(c) Z(di) = Zy C(di) = C y S(di) = 0.
Para cada parte unitaria, d 1 de D* obtenga el diagrama text(d 1 ,D*). Dado que D1
=^ D*, D2 =^ D2 y D1 1= D2 se deduce que d 1 1= D2. Por lo tanto, text(d 1 ,D*) 1=
D2. Así, cada parte unitaria, ed 1 de text(d 1 ,D*) satisface ed 1 = D2. Por teorema 6.5, ed
1 = d2, para algunos d2 e comp(D*). Ahora consideramos tres posibilidades para d 1.
1. d1 = 1. En este caso, d 1 = ed y es trivial que d 1 F d2.
2. Z(d)1)=Zy Z*(d 1) = Z(d 1) y S(d 1) = 0. En este caso, d 1 = ed. Dado que ed = D2,
debe darse el caso de que alguna parte unitaria, digamos d2, de D2 tenga un modelo
vacío. En cuyo caso, d2 no contiene arañas y, por lo tanto, según la construcción de
D2, está completamente sombreado. Por tanto, d2 = ed y es trivial que ed F d2.
3. Z(d)1)=Zy C(d 1) = C y S(d 1) = 0. En este caso, ed F d2 por el teorema6.1.
En cada caso, hemos demostrado que ed F d2 y deducimos que ed F D2, por la regla 9
(conectando un diagrama). De ello se deduce que text(d 1 ,D*) F D2. Por transitividad, d
1 F D2. Usando la regla 19 (v-simplificación), D* F D2. Así D* F D2. Por transitividad,
D1 F D2. Por tanto el sistema está completo. □
Sobre la integridad de los diagramas de araña aumentados con constantes 135

6.5 Decidibilidad

La prueba de completitud proporciona un método algorítmico para construir una prueba


de que D1 F D2 siempre que D1 = D2. Es sencillo adaptar este algoritmo para
determinar, para cualquier D1 y D 2, si D1 F D2.

Teorema 6.7(Decidibilidad) Existe un algoritmo que determina si, para cualquier


diagrama de araña D1 y D2, D1 F D2.

7 Implementación
Hemos visto que la igualdad entre diagramas de araña, incluidas las constantes, es
decidible, por lo que es posible crear herramientas informáticas que puedan comprobar la
decidibilidad, pero también que puedan construir pruebas de igualdad cuando existan, ya
sea automáticamente o con la guía del usuario. En esta breve sección analizamos el
estado del arte en la implementación de herramientas para este y otros propósitos.
El desarrollo de herramientas para respaldar el razonamiento esquemático está en
marcha y los avances recientes proporcionan una base para el soporte automatizado de
diagramas de araña con constantes. Estas herramientas requieren una funcionalidad
variada y los desafíos de la investigación pueden considerarse más amplios que los de las
lógicas simbólicas. Hay al menos dos diferencias principales: primero, es más difícil
analizar un diagrama 2D que una oración simbólica 1D; Más importante aún, al generar
pruebas automáticamente, los diagramas deben disponerse para que el usuario pueda leer
las pruebas. Con respecto a la segunda diferencia, posiblemente el aspecto más difícil del
diseño del diagrama de araña esté en la generación inicial del diagrama de Euler
subyacente. Allí tienen
Ha habido muchos esfuerzos recientes en este sentido, incluyendo [1,5, 15, 19,26]. Las
arañas se pueden agregar automáticamente más adelante, como se demuestra en [17].
En términos de razonamiento automatizado, esto se ha investigado para diagramas
unitarios de Euler [24] y, hasta cierto punto, para diagramas de araña, por ejemplo [7].
Los enfoques utilizados se basan en una búsqueda heurística, guiada por una función que
proporciona un límite inferior a la longitud de la prueba. En términos generales, cuanto
mejor sea este límite inferior, más eficientemente el demostrador del teorema encontrará
pruebas. Ha sido posible producir mejores técnicas de búsqueda de pruebas para el
razonamiento con diagramas de araña unitarios [7] que para diagramas compuestos [6].
Como se demostró en [25], la traducción de un diagrama de araña unitario con constantes
da como resultado (excepto en casos triviales) un diagrama compuesto. Por lo tanto, es
muy probable que sea beneficioso, desde una perspectiva de razonamiento automatizado,
desarrollar demostradores de teoremas para diagramas de araña con constantes utilizando
las reglas presentadas en este artículo en lugar de utilizar traducciones y posteriormente
emplear demostradores de teoremas para diagramas de araña. Un demostrador del
teorema del diagrama de Euler, llamado EDITH, está disponible gratuitamente para
descargar desdehttp://www. cmis.brighton.ac.uk/research/vmg/autoreas.htm. Observamos
que los principales objetivos del razonamiento automatizado en sistemas diagramados no
necesitan incluir superar a los demostradores de teoremas simbólicos en términos de
velocidad; De suma importancia es la producción de pruebas que sean accesibles para el
lector y es posible que esta restricción de legibilidad tenga un gran impacto en el tiempo
necesario para encontrar una prueba.
136 G. Stapleton y col.

8 Conclusión
Hemos proporcionado sintaxis y semántica formal para el lenguaje de diagramas de araña
con constantes y presentado un conjunto de reglas de razonamiento para este lenguaje.
Hemos demostrado que el sistema resultante es sólido, completo y decidible. Aunque la
inclusión de arañas constantes no aumenta el poder expresivo, creemos que si uno desea
hacer declaraciones sobre individuos específicos, entonces es natural hacerlo usando
constantes explícitamente. Por lo tanto, aumentar con constantes, aunque no aporta
beneficios de expresividad, es probable que aumente la usabilidad de la notación. Con las
reglas de razonamiento desarrolladas en este artículo, los usuarios pueden razonar con el
lenguaje cuando se incluyen constantes. Estos sistemas de razonamiento proporcionan
una base esencial para permitir el uso de diagramas para la formalización y el
razonamiento matemático.
En el futuro, planeamos investigar el uso de constantes en notaciones que amplían los
diagramas de araña. Estos incluyen diagramas de restricciones [14] y sus
generalizaciones [22]. Investigaciones recientes han comenzado a desarrollar una
variación de diagramas de restricciones que es adecuada para especificar y razonar sobre
ontologías.13, 18].

ReconocimientoEste trabajo cuenta con el apoyo de la subvención EPSRC del Reino Unido “Definición
de lenguajes regulares con diagramas” [EP/H012311/1].

Referencias
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G. Stapleton (B)·J. Howse·J. Taylor·P.Chapman


Grupo de Modelado Visual, Universidad de Brighton, Brighton, Reino Unido
correo electrónico:gestapleton@brighton.ac.uk
J. Howse
correo electrónico:john.howse@brighton.ac.uk
J. Taylor
correo electrónico:john.taylor@brighton.ac.uk
P.Chapman
correo electrónico:pbchapman@brighton.ac.uk

S.Thompson
138 G. Stapleton y col.
Escuela de Computación, Universidad de Kent, Canterbury, Reino Unido
correo electrónico: sjthompson@kent.ac.uk
Un enfoque de diagramas basado en la práctica

valeria giardino

AbstractoEn este artículo, propongo un marco operativo para diagramas. Según este
marco, los diagramas no funcionan como oraciones, porque no aplicamos un conjunto de
reglas lingüísticas explícitas para usarlos. Más bien, somos capaces de manipular
diagramas de manera significativa una vez que nos familiarizamos con alguna práctica
específica y, por lo tanto, nos involucramos en una forma de razonamiento que es estable
porque es compartida. Este razonamiento constituye al mismo tiempo descubrimiento y
justificación de este descubrimiento. Haré tres afirmaciones, basadas en la consideración
de diagramas en la práctica de la lógica y las matemáticas. En primer lugar, afirmaré que
los diagramas son herramientas, siguiendo algunas de las sugerencias de Peirce. En
segundo lugar, daré razones para abandonar una clara distinción entre visión y lenguaje y
considerar, por contraste, cómo ambos se integran en una práctica de manipulación
específica, mediante una especie de imaginación manipuladora. En tercer lugar,
defenderé la idea de que una característica inherente a los diagramas, dada por su
naturaleza de imágenes, es su ambigüedad: cuando los diagramas son "domesticados"
mediante la referencia a algún sistema de reglas explícitas que fijan su significado y
hacen que su mensaje sea unívoco, terminan siendo menos poderosos.

Palabras claveRazonamiento diagramamático · Filosofía de las matemáticas basada en


la práctica · Diagramas de Peirce · Imaginación manipuladora · Ambigüedad productiva

Clasificación de materias de matemáticas (2010)Primario 00A66; Secundaria 03A05 ·


97C30

1 Introducción: razonamiento esquemático en lógica y matemáticas

La afirmación de que el razonamiento diagramado tiene un papel en el trabajo de un


lógico o un matemático, tanto en la educación como en la investigación, no es
controvertida. Incluso un estudioso que defienda una concepción de la lógica o las
matemáticas como meros juegos de símbolos no negaría que objetos como los círculos o
las figuras son útiles como herramientas heurísticas para dirigir el razonamiento. Un
dicho común es que en la resolución de problemas, si dibujamos el diagrama "correcto",
entonces estamos a mitad del camino para encontrar su solución. Los diagramas parecen
guiar el pensamiento: su poder heurístico es evidente, tanto en el aula (donde los
conceptos y teoremas a menudo se enseñan haciendo referencia a objetos como dibujos
en la pizarra) como en la investigación (cuando los lógicos y los matemáticos interactúan
y se comunican sosteniendo una mano). bolígrafo en sus manos, dibujando, cambiando 13y
5
136 V. Giardino

eliminando columnas de fórmulas o formas.

A. Moktefi, S.-J. Shin (eds.), Razonamiento visual con diagramas, Estudios de lógica universal, DOI
10.1007/978-3-0348-0600-8_8, © Springer Basilea 2013
Un enfoque de diagramas basado en la práctica 137

Figura 1Una figura que muestra el teorema del


cero intermedio.

Consideremos, por ejemplo, el caso del teorema del cero intermedio. XXXV Según este
teorema, si una función f es continua en el intervalo [a, b] y f cambia de signo de
negativo a positivo (o viceversa), entonces hay ac entre a y b tal que f(c) = 0. La figura
que muestra dicha función se muestra en la Fig.1.
Al observar la figura, nos inclinamos a creer que el teorema se cumple, porque
podemos "verlo" claramente. La línea del argumento sería la siguiente: el eje horizontal
divide el espacio del lado derecho del eje vertical en dos regiones; en la región por
encima del eje horizontal, el signo de la función es positivo, mientras que en la región
por debajo del eje horizontal, el signo de la función es negativo. La función f entonces se
describiría como si realizara la acción de moverse de f(a) a f(b): si la función cambia de
signo de negativo a positivo (o viceversa), entonces tiene que ir desde debajo del eje
horizontal hasta encima (o viceversa). La cifra es sencilla: tenemos la impresión de que
nuestro razonamiento corresponde a lo que "vemos".
Sin embargo, una cierta concepción de la lógica y las matemáticas, al suscribir la
antigua distinción entre un contexto de justificación y un contexto de descubrimiento, ha
relegado nuestra disposición natural a utilizar figuras para mostrar el contenido de
nuestras afirmaciones al contexto psicológico del descubrimiento. Esta concepción ha
descartado figuras y diagramas por no ser rigurosos. Llamaré a esta visión la visión
sospechosa, porque niega que el razonamiento esquemático desempeñe un papel en el
contexto de la justificación y porque quiero poner en duda este enfoque. Menciono aquí
que uso deliberadamente el término "sospechoso" de manera ambigua; Como mostraré
más adelante en el artículo, la ambigüedad será importante en relación con los
diagramas.
Según la visión sospechosa, los diagramas, a pesar de ser buenas herramientas
heurísticas para el descubrimiento y la explicación, no son suficientes a la hora de
demostrarlo. Esta visión no niega directamente las ventajas cognitivas y computacionales
del uso de diagramas, sino que más bien propone una imagen de la lógica y las
matemáticas fuertemente dominada por la prueba. Las pruebas, a su vez, se conciben
como objetos sintácticos particulares, es decir, derivaciones y, por tanto, entidades
verbales/simbólicas. Si las demostraciones formales son el núcleo de las matemáticas,
entonces los diagramas no pueden ser parte de ellas, a menos que sean "domesticados"
mediante la definición de algunas reglas sintácticas que controlen su uso. En tal marco, la
justificación se define por la prueba y el rigor, y sólo ellos conducen a la verdad: el
conocimiento matemático ocurre sólo cuando somos verdaderamente
justificadoen nuestra creencia, es decir, cuando tenemos una prueba formal, y no cuando
simplemente estamos justificados para creer que un enunciado es verdadero, como en el
caso de la Fig.1para el teorema del cero intermedio. Como explica Fallis,
XXXVEl teorema se menciona, entre otros, en [4].
138 V. Giardino
Aunque hay muchas maneras en que un matemático podría estar justificado al creer que un
enunciado matemático es verdadero, sólo hay una manera en la que un matemático se siente
verdaderamente justificado. Específicamente, el matemático tiene que conocer una prueba del
enunciado matemático ([10], pag. 46).

Polya, famoso por dedicar la mayor parte de su trabajo a la investigación de los


procesos de resolución de problemas, afirma que lo que se pierde en rigor se recupera en
comprensión.22]. La percepción, la comprensión y la explicación, que son parte
integrante del trabajo del lógico o del matemático, no están necesariamente incluidas en
una demostración rigurosa.
Si las matemáticas están dominadas de tal manera por pruebas formales "no visuales"
que preservan la verdad, todas las llamadas pruebas "visuales" se descartan por no ser
rigurosas. Los diagramas no son fiables: pueden engañarnos y no aportan pruebas. Según
la definición estándar y logocéntrica, las pruebas son
objetos sintácticos que consisten únicamente en oraciones dispuestas de una manera finita e
inspeccionable y, por lo tanto, los diagramas solo pueden ser herramientas heurísticas para provocar
ciertos trenes de inferencia ([2], pag. 3).XXXVI

Contra esta suposición, Barwise y Etchemendy intentaron expandir la lógica formal


liberándola de tener un solo modo de representación, es decir, el lenguaje, y acercándola
al razonamiento, que en su opinión es una empresa heterogénea. Como resume Shin,
todos participamos y utilizamos razonamientos válidos, y en el proceso de razonamiento los seres
humanos obtienen información a través de muchos tipos diferentes de medios, incluidos diagramas,
mapas, olores, sonidos, así como declaraciones escritas o habladas ([26], pag. 92).

Sin embargo, Barwise y Etchemendy, así como más tarde Shin, no renunciaron a la
idea de que las pruebas son el núcleo de la lógica y las matemáticas y que las pruebas son
derivaciones. Por lo tanto, su estrategia fue forzar y "domesticar" el razonamiento
diagramado definiendo reglas sintácticas para llevar a cabo manipulaciones
diagramamáticas: en su opinión, sólo los diagramas "domados", es decir, los diagramas
sobre los que tenemos control, pueden convertirse en elementos "rigurosos" de las
pruebas formales. .
Por el contrario, supongamos que es posible una imagen alternativa de la lógica y las
matemáticas. Esta imagen no tiene en su núcleo pruebas formales, sino más bien las
prácticas que son compartidas por una comunidad de académicos que en su trabajo
ordinario consideran pruebas informales, como pruebas basadas en inducción o
herramientas visuales, como suficientes para estar justificado en creer que alguna
afirmación es válida. Como sugiere Brown, debemos suponer
una actitud algo más humilde hacia nuestra comprensión del razonamiento verbal/simbólico. La
lógica de primer orden puede entenderse bien, pero lo que pasa por una prueba aceptable en
matemáticas incluye mucho más que eso ([4], pag. 164).

Además, como lo discute Mancosu, hay conexiones en matemáticas que cuentan


como necesarias y preservadoras de la verdad, y otras que no se consideran tales pero
que, sin embargo, pueden contar como razones.17]. El rigor puede preservar la verdad,
pero la perspicacia, la comprensión y la explicación insinúan razones. Además, hay
pruebas que explican (que podrían denominarse pruebas causales) y pruebas que
convencen pero no explican (que pueden
denominarse pruebas no causales [3]. Si observamos la práctica de las matemáticas, nos
damos cuenta de que la verificación es una prueba, pero la verificación puede no
proporcionar razones: los matemáticos no están satisfechos con demostrar conjeturas, ya

XXXVIBarwise y Etchemendy citan este pasaje de un artículo de Tennant (ver [28]). Creen que expresa
el "dogma" del logocentrismo que quieren desafiar.
Un enfoque de diagramas basado en la práctica 139

que lo que quieren son razones para estas conjeturas.23].


Puntos de vista como el sospechoso, que se centra en pruebas formales rigurosas, se
alejan de la consideración de la práctica matemática real, tanto en las matemáticas
contemporáneas como en la historia de las matemáticas. Según Corfield, aplican lo que él
llama el 'filtro fundamental'; Debido a este filtro, las únicas preguntas interesantes en
filosofía de las matemáticas son sobre la posible reducción de las matemáticas a algún
sistema fundamental.7]. Corfield cree que el filtro fundacional es una “idea
desafortunada”, porque no sólo no logra detectar el pulso de las matemáticas
contemporáneas sino que también “nos oculta el pasado como algo que aún no se ha
logrado” ([7], pag. 8). La matemática es una actividad humana y, en consecuencia, está
situada en el tiempo. Las preguntas sobre la práctica matemática “deben abordarse
mediante una comprensión del conocimiento matemático como algo históricamente
situado y no atemporal” ([7], pag. 15). La sugerencia es liberarse de la apelación a una
lógica o matemática eterna que ha inspirado los supuestos detrás de la visión sospechosa.
Una investigación interdisciplinaria puede ser útil
en el proceso se demuestra que los filósofos, historiadores y sociólogos que trabajan en las
matemáticas anteriores a 1900 están contribuyendo a nuestra comprensión del pensamiento
matemático, en lugar de actuar como cronistas de las matemáticas proto-rigurosas ([7], pag. 8).

La visión suspicaz descarta como "psicológicos" y, por tanto, filosóficamente carentes


de interés, no sólo el razonamiento esquemático sino también muchas otras actividades
de la comunidad de lógicos y matemáticos en activo.
En este artículo, no daré ningún criterio normativo para definir lo que debería ser una
prueba. De manera más modesta, simplemente afirmaré que la búsqueda de las razones
por las que los diagramas son aparentemente tan eficaces en la explicación y el
descubrimiento es una cuestión filosófica. Propondré un marco operativo, dentro del cual
mostraré que los diagramas no funcionan como oraciones: de hecho, no necesariamente
aplicamos un conjunto de reglas lingüísticas explícitas para usarlos. Más bien, una vez
que estamos familiarizados con alguna práctica específica, manipulamos los diagramas
de manera significativa, involucrándonos en una forma de razonamiento que es estable
porque es compartido por la comunidad y, por lo tanto, constituye al mismo tiempo un
descubrimiento y una justificación para ese descubrimiento. Si este tipo de marco
operativo funciona para diagramas, entonces una cuestión adicional será preguntarse si el
mismo marco operativo puede aplicarse a otros tipos de actividades y, por lo tanto,
generalizarse a un enfoque basado en la práctica de la lógica y las matemáticas en
general. Este es un tema para futuras investigaciones.
En las siguientes secciones haré tres afirmaciones basadas en la consideración de
diagramas en la práctica de la lógica y las matemáticas. En primer lugar, afirmaré que los
diagramas son herramientas y definiré lo que entiendo por "diagrama" y por
"herramienta", siguiendo algunas de las sugerencias de Peirce. En segundo lugar, daré
razones para abandonar la oposición entre visión y lenguaje y consideraré, por contraste,
cómo ambos se integran en una práctica de manipulación específica mediante una
especie de imaginación manipuladora. En tercer lugar, defenderé la idea de que una
característica inherente a los diagramas, dada por su naturaleza de imágenes, es su
ambigüedad. Además, la ambigüedad promueve una variedad más amplia de
interpretación y comprensión: cuando los diagramas se "domestican" haciendo referencia
a algún sistema de reglas explícitas que fijan su significado y hacen que su mensaje sea
unívoco, terminan siendo menos poderosos.
140 V. Giardino

2 Diagramas en la práctica

2.1 Los diagramas no son imágenes de objetos abstractos

Propongo una explicación del razonamiento en y a partir de diagramas basada en la


concepción de los diagramas como herramientas utilizadas dentro de una práctica
específica. En primer lugar, afirmaré que si los diagramas se consideran herramientas,
entonces los viejos problemas que se esconden detrás de la visión sospechosa pierden su
fuerza. En segundo lugar, aclararé qué entiendo por "diagrama" y por "herramienta".
Tradicionalmente, se han planteado dos problemas para concluir que las cifras no son
suficientes para justificar los enunciados matemáticos. Definiré estos problemas (i) el
problema de generalidad y (ii) el problema de idoneidad. Los problemas establecen que:
(i) No es posible llegar a una conclusión general mirando un diagrama en particular, por
la razón de que ese diagrama en particular tiene propiedades y características
específicas que no dependen directamente de la afirmación que se va a probar:
verificar la verdad de del enunciado, un único diagrama debería ser capaz de
representar todas las posibles formas concretas en que la situación descrita por el
enunciado puede ser cierta, lo cual es imposible;
(ii) Los diagramas son la mayoría de las veces inapropiados para probar la afirmación en
cuestión porque nunca son lo suficientemente precisos: estas imprecisiones pueden
ocurrir en nuestro razonamiento y, por lo tanto, llevarnos a conclusiones falsas y
malas interpretaciones.
Por ejemplo, en el caso del teorema del cero intermedio, (i) no podemos estar seguros
de que la función f se comportaría en cualquier caso como se muestra en la figura.1y (ii)
no podemos estar seguros de haber dibujado correctamente la figura.
Sin embargo, la suposición detrás de la afirmación de que los diagramas nunca son lo
suficientemente generales y nunca lo suficientemente apropiados es que los diagramas
son representaciones (aunque parciales e imprecisas) de objetos abstractos. Quiero
defender esta afirmación y proponer que los diagramas no son imágenes de objetos
abstractos sino herramientas para razonar sobre relaciones abstractas. Antes de hacerlo,
presentaré la visión de Brown de los diagramas como herramientas y explicaré por qué es
diferente de la visión que propongo.
La estrategia de Brown para refutar los problemas (i) y (ii) es suscribir una visión
platónica de los objetos abstractos. Según él, las figuras no son ni pueden ser
representaciones en el sentido de imágenes. Su argumento es que si fueran tales
representaciones, entonces habría una especie de similitud estructural capturada por el
concepto de isomorfismo entre ellas y los objetos abstractos que representan. Sin
embargo, a pesar de que en una amplia variedad de casos un buen diagrama es isomorfo
a la situación que representa, no siempre es así.
Tomemos, por ejemplo, el siguiente resultado de la teoría de números sobre la suma
de números naturales hasta n:
norte2 norte
1 + 2 + 3 + ••• = — +
22
Consideremos ahora una de las posibles figuras que se pueden utilizar para
representar este resultado (Fig.2).
El área de la figura de la Fig.2está compuesto por 1 cuadrado más 2 cuadrados más 3
cuadrados más... n cuadrados. Gracias a la disposición de los cuadrados, el área también
es igual a nxn cuadrados divididos por 2 (el área del triángulo isósceles blanco con base
y altura
Un enfoque de diagramas basado en la práctica 141

Figura 2Una figura que muestra la suma de n números naturales.

igual a n) más la mitad de n (el área de los triángulos negros). Por lo tanto, la figura
muestra que la ecuación se cumple: el mismo diagrama que representa el lado derecho de
la ecuación también representa su lado izquierdo.
Sin embargo, afirma Brown, la figura de la Fig.2es estrictamente hablando sólo una
'imagen', una ilustración del caso n = 6, y como consecuencia
podemos afirmar que existe un isomorfismo en alguna estructura numérica con esa cardinalidad. Sin
embargo, ciertamente no es isomorfo a todos los números. Es cierto que es homomórfico a la
estructura de los números enteros. Pero tenga en cuenta que un homomorfismo de una estructura más
grande es (al menos en el caso que nos ocupa) un isomorfismo de una parte ([4], pag. 173).

Por tanto, el diagrama de la Fig.2nos dice algo sobre la parte de la estructura a la que
es isomorfa, pero nada sobre el resto de la misma estructura. La propuesta de Brown es
entonces negar que cifras como la de la Fig.2son imágenes en absoluto, y suponemos
que, en sus palabras, “algunas 'imágenes' no son realmente imágenes, sino más bien
ventanas al cielo de Platón”: las figuras son herramientas en el mismo sentido en que los
telescopios son herramientas para el ojo humano. Por esta razón, los problemas (i) y (ii)
no se aplican, ya que los diagramas no representan ninguna situación posible y, hasta
cierto punto, siempre son inapropiados. En pocas palabras, en opinión de Brown, es
posible ser realista acerca de los objetos abstractos sin serlo acerca de las imágenes.5].
La solución de Brown se basa, pues, en el realismo de los objetos abstractos. Mi
objeción a su punto de vista es que explica lo que ya es misterioso (nuestra forma común
de referirnos a las figuras en nuestro razonamiento) por medio de entidades aún más
misteriosas: objetos abstractos en un cielo platónico. Además, como afirma Folina,
Los telescopios no son en sí mismos.justificativo: no es el telescopio el que se cita como justificación
principal para una afirmación astronómica. Lo mismo ocurre con Windows: más bien, es
simplemente una herramienta que nos permite "ver" la evidencia o la "imagen" abstracta ([
......................................................................................................11], pag. 426).

Según Folina, Brown respalda el platonismo para afirmar que las cifras pueden probar
legítimamente la verdad de los enunciados matemáticos, pero esto no tiene sentido. De
hecho, bien podemos aceptar el supuesto de que los diagramas no pueden formar parte de
pruebas formales; la cuestión es más bien afirmar que las pruebas formales son sólo un
subconjunto adecuado de una variedad de justificaciones en matemáticas. Como en la
crítica al programa de Barwise y Etchemendy, el verdadero desafío no es hacer de los
diagramas componentes legítimos de las pruebas formales, sino más bien dar cuenta de
cómo pertenecen a otros tipos de justificaciones de la variedad. En este sentido, la
opinión de Brown no es útil.
Me pondré del lado de Brown y estaré de acuerdo con él en que los diagramas no son
imágenes de objetos abstractos sino instrumentos y, por lo tanto, los problemas (i) y (ii)
no se aplican. Sin embargo, no diré que sean telescopios que apuntan a un cielo
platónico, porque no estamos
seguro de la existencia de tal cielo. En la siguiente sección, discutiré lo que pretendo al
142 V. Giardino

decir que los diagramas son herramientas.

2.2 Diagramas como herramientas

A los efectos de este artículo, utilizo la etiqueta "diagrama" como un término muy
general para referirme a pantallas bidimensionales. XXXVII Me muevo dentro de una
perspectiva peirceana y considero los diagramas como instrumentos para pensar en las
siguientes líneas.
En primer lugar, para que sean eficaces, los diagramas siempre deben interpretarse
dentro de un determinado contexto de uso. En segundo lugar, la referencia a ellos
contribuye a la definición misma de este contexto y estructura el problema a resolver. En
tercer lugar, los diagramas pertenecen al género de "representación" como "aquel
carácter de una cosa en virtud del cual, para la predicación de un cierto efecto mental,
puede sustituir a otra cosa" ([13], vol. 1, párr. 564; escrito en 1893). Sin embargo, esto no
debe tomarse literalmente, ya que los diagramas no representan "directamente" algún
objeto abstracto cuya existencia se presupone; más bien, encarnan una selección de
relaciones relevantes. Finalmente, los diagramas se dan con una intención, como lo son
todas las herramientas, entre ellas las cognitivas y epistémicas: se conciben para lograr
algún objetivo particular, y la intención detrás de su creación debe reconocerse para
poder interpretarlos y utilizarlos adecuadamente. .
Por lo tanto, algunas de las características físicas de un diagrama se refieren a
elementos abstractos que no están directamente presentes en el diagrama. Al manipular
estas características físicas, el usuario (el "intérprete") aprende o descubre genuinamente
algo nuevo sobre las relaciones que encarna el diagrama. Como bien señaló Peirce, este
aspecto dinámico de los diagramas desencadena “un estado de actividad” en el intérprete
que conduce a la experimentación.XXXVIII El razonamiento esquemático acercaría entonces
la lógica y las matemáticas a las ciencias naturales: los lógicos y los matemáticos
experimentan con las mismas representaciones que constituyen sus instrumentos. Peirce
va aún más lejos al decir que “todo razonamiento necesario, sin excepción, es
esquemático” ([13], vol. 5, párr. 162; escrito en 1903). Una vez más, no adoptaré
ninguna postura en el debate sobre lo que se considera razonamiento necesario. Mi
sugerencia más modesta es que para afirmar que los diagramas son lo suficientemente
estables como para proporcionar una justificación, debemos considerar la práctica
compartida por la comunidad de actores que experimentan con ellos. Los diagramas son
representaciones utilizadas con la intención de encarnar relaciones; además, promueven
la inferencia porque pueden interpretarse y manipularse de diversas maneras según la
práctica compartida.
Una ventaja importante de este enfoque operativo es que descarta la oposición entre
razonamiento visual y conocimiento lingüístico. De hecho, la dicotomía entre visión y
lenguaje, que ha llevado a la antítesis entre visiones visuocéntricas y logocéntricas, es
perniciosa.
En las próximas secciones, discutiré primero los riesgos de ponerse del lado de o en

XXXVIINo niego aquí la posibilidad de que existan diagramas tridimensionales. Sólo quiero excluir esta
posibilidad por el momento, porque me inclino a pensar que implica consideraciones adicionales.
XXXVIII“Sin embargo, no es el icono del diagrama estático el que muestra esto directamente; pero el
ícono del Diagrama se construyó con una Intención [...]. Ahora veamos cómo el Diagrama arrastra su
consecuencia. El Diagrama participa suficientemente de la percusión de una Percepción para determinar,
como su Interpretante Dinámico o Medio, un estado [de] actividad en el Intérprete, mezclado con
curiosidad. Como siempre, esta mezcla conduce a la Experimentación”. En [21].
Un enfoque de diagramas basado en la práctica 143

contra de la visión o el lenguaje sin considerar su interacción continua; En segundo lugar,


discutiré dos características del razonamiento esquemático que emergen en este marco
operativo: el papel de la acción y la imaginación manipuladora, y la importancia de la
ambigüedad y la multidimensionalidad del significado.

3 Más allá de las visiones visocéntricas y logocéntricas

3.1 No es sólo una cuestión de propiedades visuales

Consideremos un primer riesgo al respaldar la dicotomía entre visión y lenguaje.


Supongamos que queremos refutar el logocentrismo y defender una visión
diametralmente opuesta a él, una especie de "visuocentrismo" u "optocentrismo". Según
este enfoque, basta mirar una figura para llegar a su contenido y al mensaje que
transmite; El significado de un diagrama, comparado con el significado de una oración,
sería más fácil de captar porque se "ve directamente" y, por lo tanto, se extrae "gratis".
Sin embargo, esta visión está mal planteada, porque en el razonamiento esquemático
no sólo está en juego la percepción visual. De hecho, el usuario del diagrama (su
intérprete) no está interesado en muchas de las propiedades visuales del diagrama; ella
sólo atiende a una selección de ellos. Por este motivo, hablar de pensamiento visual es
engañoso; el usuario más bien considera posibles configuraciones espaciales y nuevas
construcciones en el diagrama.
Permítanme analizar un intento de mejorar las características visuales de un diagrama
con el objetivo de hacer que su significado sea más fácil de comprender. Consideremos
la edición de Byrne de los Elementos de Euclides publicada en 1847 [ 6]. Esta edición
cubre los primeros 6 libros de Euclides y los presenta en forma de imágenes en color,
utilizando la menor cantidad de texto posible, la mayoría de las veces en forma de
etiquetas: el intento de Byrne fue hacer los Elementos "más visuales" agregándoles
colores. Sin embargo, este intento resulta infructuoso si el objetivo es hacer que los
Elementos sean más fáciles de comprender. De hecho, los colores se introducen como un
nuevo código que hay que aprender en su uso simbólico. Como consecuencia, las figuras,
en lugar de volverse más sencillas, acaban volviéndose más complejas: el alumno debe
aprender a interpretar los colores, y por tanto tiene que familiarizarse con un lenguaje
completamente nuevo, el lenguaje del código de colores, aumentando así el conocimiento
cognitivo. carga de la tarea en lugar de reducirla (ver Fig.3). Además, se le priva de las
instrucciones dadas en el texto para construir los diagramas y, por tanto, se le impide
aprender la práctica de la geometría euclidiana.
Para que los diagramas de Euclides sean más fáciles de entender, la atención debe
centrarse en las construcciones y manipulaciones en lugar de en posibles características
visuales nuevas. Este ejemplo muestra que los diagramas no se "ven" simplemente sino
que se deben "leer", es decir, interpretar. Su adecuada interpretación conduce a la
definición de sus construcciones y manipulaciones. Por lo tanto, el supuesto de una clara
distinción entre visión y lenguaje junto con la afirmación de que la visión importa no
ofrece una buena descripción de lo que sucede en el razonamiento esquemático.
144 V. Giardino
Fig. 3Una fotografía tomada de la edición de Byrne de los
Elementos de Euclides.

3.2 No es sólo una cuestión de expresividad

En la sección anterior sostuve que los diagramas son ventajosos no simplemente porque
sean más "visuales" que las oraciones. De la misma manera, si se supone la oposición
entre visión versus lenguaje, ni siquiera un enfoque en las posibles traducciones
verbales/simbólicas del mensaje transmitido por el diagrama producirá una buena
descripción de lo que sucede en el razonamiento diagramado.
Consideremos un estudio de caso desde la lógica, que muestra el contraste entre el
impulso de rigor y el beneficio cognitivo de la representación esquemática. XXXIX En el
siglo XVIII, el matemático Euler introdujo sus círculos (D1) para el estudio de los
silogismos. Como explican Shin y Lemon, la representación en los diagramas de Euler se
rige por la convención según la cual a cada objeto x en el dominio se le asigna una
ubicación única en el plano, digamos l(x), tal que l(x) esté en la región R si y sólo si x es
miembro del conjunto que representa la región [27]. Nótese que, a pesar de su aparente
naturalidad, este movimiento ya es convencional ya que la elección de los círculos es
arbitraria. Otros lógicos introdujeron sistemas que utilizaban puntos para objetos y líneas
para conjuntos.8,15]. Por otra parte, esta convención explota mejor que otras la
configuración perceptiva que Lakoff y Núñez han definido como esquema de contención:
los círculos y, en general, las figuras cerradas son más eficaces que las líneas a la hora de
ser interpretados como "que contienen" a los miembros de un conjunto en un conjunto. la
región espacial que identifican [14].
A pesar de su sencillez, los círculos de Euler tienen limitaciones expresivas y
conservan algunas ambigüedades cruciales, por ejemplo cuando representan enunciados
existenciales, el conjunto vacío o la congruencia entre conjuntos. Para solucionar algunas
de estas ambigüedades o límites, en 1881 Venn introdujo su propio sistema de diagramas
(D2) basado en 'diagramas primarios'. Los diagramas primarios no contienen ninguna
información particular en sí mismos; Para que tengan significado, deben complementarse
con etiquetas y matices. A pesar de su mayor generalidad, los diagramas de Venn
presentan nuevas limitaciones expresivas, y por ello Pierce, en el siglo XX, los modificó
introduciendo tres nuevos símbolos (0, x, –), proporcionando así un nuevo sistema (D3)
mediante el cual los enunciados existenciales , se podría representar información
disyuntiva, probabilidades y relaciones (ver Fig.4).

XXXIXPara una discusión detallada de este estudio de caso, ver [27].


Un enfoque de diagramas basado en la práctica 145

D1: Todos los A son B

D2: Todos los A son BD3: Todos los A son B o Algunos A son B
Figura 4Tres ejemplos de círculos para silogismo: Euler (D1), Venn (D2) y Peirce (D3)

Al pasar de D1 a D3, los nuevos sistemas se vuelven cada vez más expresivos. En los
años 90, Shin continuó por este camino y propuso un sistema formal que mejoró los
diagramas de Peirce haciéndolos aún más poderosos expresivamente [25].
Sin embargo, como comentan Shin y Lemon, la introducción de nuevas convenciones
por parte de Peirce (así como de Shin) aumentó el poder expresivo de los diagramas
individuales a expensas de la claridad visual de la que disfruta el sistema original de
Euler. Las nuevas convenciones son más arbitrarias y las nuevas representaciones más
confusas. Esto es cierto, a pesar de que la elección que hace Peirce del símbolo '0' para el
conjunto vacío no es del todo arbitraria. Según los autores, cuando se completó la
revisión de Peirce, la mayoría de las ideas originales de Euler sobre la visualización se
perdieron, excepto la elección de un objeto geométrico, el círculo, que todavía se utiliza
para representar conjuntos (posiblemente vacíos). Modificaría ligeramente su afirmación
y diría que lo que se retuvo en D3 fue la mera apariencia de los círculos del sistema
esquemático original, pero no su función de explotar el esquema de contención. Como
afirmó el propio Euler, "podemos emplear, entonces, espacios formados a voluntad para
representar cada noción general, y marcar el tema de un enunciado mediante un espacio
que contenga A, y el atributo mediante otro que contenga B". XL Estos son los "espacios"
que importaban para él y su sistema, y no la figura particular que tenían. Los círculos
podrían haberse transformado en cuadrados, por ejemplo, sin cambiar su función de
"contención" y, por tanto, sin cambiar el poder expresivo del sistema. Con la
introducción de diagramas primarios, esta función de "contención" pierde su centralidad
y se introducen nuevos elementos como sombras y etiquetas para que el sistema tenga
significado. La estrategia de aumentar la expresividad de los diagramas fijando su
significado mediante la introducción de estas convenciones arbitrarias proporciona una
interesante extensión "diagramática" de la lógica oracional, pero al mismo tiempo priva a
las herramientas espaciales de su efectividad y sencillez, y deja atrás nuestras
capacidades perceptivas y capacidades imaginativas.
Consideremos ahora la fascinante colección de "pruebas visuales" que Nelsen ofrece
en sus dos libros, titulados Pruebas sin palabras (I, II)[18,19]. Si se examinan más de
cerca, estas pruebas son
no simplemente "sin palabras", ya que el uso de un diagrama no es sólo una cuestión de
visión. Como en el caso del teorema del cero intermedio, tenemos que conocer el
enunciado matemático en cuestión para encontrarlo "en" o "representado por" el
XLCarta 103, Del silogismo y sus diferentes formas, cuando la primera proposición es universal. Ver
[9].
146 V. Giardino

diagrama de la figura.1. Sin conocer el enunciado, razonar con un diagrama equivaldría a


un acertijo como 'A partir de esta figura, encuentra el enunciado que hay en ella' o '¿Qué
enunciado está representado por la figura?'. Siempre necesitamos alguna explicación o
justificación lingüística para nuestro uso de algún diagrama específico.
De manera más general, en la práctica es muy difícil distinguir los sistemas
puramente gráficos de los puramente oracionales [24]. En la mayoría de los casos, los
diagramas y el texto están tan fuertemente interconectados que no pueden considerarse
aislados uno del otro; además, gracias a esta dialéctica se definen interpretaciones y
procedimientos operativos adecuados.
Permítanme señalar dos ejemplos en los que la invención de la imprenta ha desafiado
el diálogo entre imágenes y texto. En primer lugar, consideremos la Encyclopédie de
Diderot y D'Alambert, publicada en Francia entre 1751 y 1772. Las imágenes y el texto
que contiene fueron concebidos como interconectados y refiriéndose continuamente entre
sí; sin embargo, debido a las limitaciones de las técnicas de impresión disponibles en la
época, era imposible mostrar en una misma página las imágenes etiquetadas y el texto
correspondiente. En muchos casos, el texto estaba muy alejado de las imágenes a las que
hacía referencia. Por ello, el lector debía pasar de las imágenes al texto sin tener ambos
juntos; Esto fue muy incómodo y contribuyó a la clara distinción entre imágenes y texto,
que no refleja la forma en que ambos fueron concebidos al principio como fuertemente
interconectados.
Algo similar ocurrió con las primeras ediciones impresas de los Elementos de
Euclides, donde era aún más crucial mostrar imágenes y texto en la misma página [1]. En
los Elementos de Euclides nunca encontramos un proceso simple de dos pasos desde el
momento verbal al visual que sea una mera ilustración del primero. Por el contrario, el
texto y la figura que lo acompaña mantienen cada vez una relación fructífera y racional:
el texto da instrucciones para delinear la figura que está a su lado y sacar la conclusión de
ella. Las instrucciones verbales no asumen la figura completa al principio, sino que guían
a los lectores a través de su construcción y, por lo tanto, los lectores van y vienen
continuamente entre lo verbal y lo visual. Al seguir estas instrucciones, se imaginan
activamente dibujando líneas.
En lugar de aceptar la inútil oposición entre percepción visual y conocimiento
lingüístico, propongo centrarnos en este tipo de imaginación "manipuladora" que está en
juego cuando se razona con diagramas. Esto se analiza más detalladamente en las
siguientes dos secciones.

4 Un marco operativo para diagramas

4.1 Observando cómo 'actuamos' sobre los diagramas

Los diagramas siempre se consideran desde dentro de una práctica y un contexto


específicos. Imagina el diagrama de un círculo. Ha sido utilizado en lógica, por ejemplo,
por Euler, en geometría euclidiana y en geometría cartesiana. ¿Fue "el mismo" círculo en
todos estos casos? ¿Jugó el mismo papel? Por supuesto que no fue así. De hecho, no hay
nada como un conjunto específico de reglas que puedan fijarse de una vez por todas para
todos los círculos o para algún tipo específico de diagrama en general. Mi propuesta es
que en el razonamiento esquemático lo que cuenta no es la apariencia de un diagrama y
una lista de reglas explícitas que se le pueden aplicar, sino más bien un conjunto de
procedimientos:
cuando uno aprende a utilizar un determinado sistema esquemático para realizar algunas
Un enfoque de diagramas basado en la práctica 147

inferencias, aprende una práctica de manipulación. El diagrama se convierte en el lugar


de trabajo del matemático, donde se realizan operaciones, planes y experimentos para
encontrar soluciones y razones para estas soluciones. Si bien las reglas sintácticas son
fragmentarias, los procedimientos son holísticos.
Desde esta perspectiva, al dibujar un diagrama, el usuario nunca lo reproduce
mecánicamente. Volviendo al teorema del cero intermedio, para dibujar el diagrama de la
Fig.1no sólo necesita "verlo", sino también interpretarlo apropiadamente, comprender lo
que significa en ese contexto y, finalmente, aprender su construcción. Este aspecto
operativo del trabajo con diagramas ha sido descuidado debido a la visión sospechosa,
fomentando así una rectificación de la oposición entre visión y procesos lingüísticos; esta
oposición ha dejado de lado la consideración de la interacción continua entre los dos
formatos en el razonamiento.
En el marco que propongo, lo que se debe tener en cuenta es el aspecto operativo de
trabajar con diagramas, es decir, lo que se hace con ellos, y no sus características visuales
ni la información oracional que posiblemente puedan contener. Los usuarios de
diagramas comparten algo así como la experiencia de ver en un diagrama lo que tienen
que ver, centrando su visión en una selección de características relevantes, lo que les
permitirá, como agentes racionales, comprender y reproducir las características
relevantes de los diagramas de una manera no mecánica. manera y sin 'daños'. El antídoto
contra la visión sospechosa no consiste, pues, en asumir una visión visuocéntrica ni en
fijar un conjunto de reglas sintácticas, sino en considerar cómo se manipulan los
diagramas, en interacción continua con el lenguaje y dentro de una práctica específica,
para inferir algo nuevo. conclusión.
Mi visión pasa de un enfoque puramente sintáctico a un enfoque semántico y, de
hecho, pragmático para la resolución de problemas. Como afirma Grosholz con respecto
a la epistemología de las matemáticas, hay razones para seguir este enfoque e incluso
considerar el uso del lenguaje en términos de su papel representacional en un contexto
histórico.12]. Los diagramas y las figuras son inherentemente ambiguos: las operaciones
sobre ellos son las que fijan su significado.
Por ejemplo, considere a alguien que esté dentro de la práctica de la geometría
euclidiana. Sin aprender de antemano ninguna regla explícita, sabe perfectamente que
una vez construida la figura, puede rotarla o trasladarla, pero no puede, por ejemplo,
estirarla de manera diferente a lo que puede suceder en otras prácticas. Este marco
basado en la práctica para el razonamiento esquemático presupone la centralidad de una
forma de imaginación manipuladora a la que nos referimos en nuestras prácticas de
manipulación en lógica y matemáticas. Esta imaginación es particularmente eficaz
porque ya la conocemos, ya que deriva de nuestra experiencia perceptiva y reproduce
procedimientos que son hasta cierto punto similares a la manipulación de objetos
concretos. Sin embargo, la práctica no permite todas las manipulaciones posibles: entre
todos los movimientos posibles, sólo se aceptan algunos de ellos.
Los diagramas son cognitivamente ventajosos porque su uso activa esta forma
manipuladora de imaginación, como en el caso del esquema de contención para los
círculos de Euler, que por supuesto también está informado por el contexto. Las
manipulaciones que se imaginan activamente sobre el diagrama están controladas por la
interpretación y por la práctica compartida: los diagramas no ofrecen un único mensaje,
sino que pueden ser interpretados de manera diferente y, en función de la interpretación,
se pueden realizar sobre ellos diferentes acciones para descubrir. nuevas relaciones. Por
esta razón, un aspecto de los diagramas que adquiere importancia es su ambigüedad
inherente: pueden ser "leídos" -o interpretados- de diferentes maneras, y la práctica de su
manipulación y los procedimientos que se les aplican fijan su significado. Por tanto, la
ambigüedad no es en principio una desventaja, sino uno de los puntos fuertes del
148 V. Giardino

razonamiento esquemático: su multidimensionalidad.


Un enfoque de diagramas basado en la práctica 149

figura 5Ejemplos de imágenes del isotipo de Neurath


(tomada de [20])

de significado y las interpretaciones no únicas pueden promover la inferencia. En la


siguiente sección me centraré en esta cuestión.

4.2 Los diagramas son (con suerte) ambiguos

Primero presentaré un ejemplo para mostrar que los diagramas son ambiguos como lo
son todas las imágenes. En segundo lugar, discutiré cómo esta ambigüedad puede ser de
ayuda en matemáticas al promover la inferencia.
Los diagramas no hablan directamente a los ojos ni transmiten un solo mensaje ya
que, al igual que otras imágenes, son inherentemente ambiguos. Quiero mencionar aquí
un caso particularmente sencillo que muestra la naturaleza ambigua de las imágenes.
En la década de 1930, el filósofo austriaco Neurath introdujo el Isotipo (Sistema
Internacional de Educación Tipográfica de Imágenes) con el objetivo de ofrecer una
herramienta que, en su opinión, podría haber solucionado los problemas de comunicación
causados por los diferentes niveles de educación entre las personas, permitiendo así la
libre discusiones sobre problemas comunes y la difusión de hechos simples pero
importantes [20]. Isotype pretendía ser una nueva forma de transmitir información que
fuera al mismo tiempo fácil de enseñar y aprender, y que fuera completa y exacta. Incluía
un diccionario especial y una gramática visual especial que, según Neurath, creaba un
nuevo mundo visual análogo al mundo de las palabras. Como explica Neurath,
El primer paso en Isotipo es el desarrollo de símbolos fáciles de comprender y recordar.
El siguiente paso es combinar estos elementos simbólicos.

En su opinión, iconos como los que se muestran en la Fig.5son muy fácilmente


reconocibles, sin importar el nivel de educación, y al mismo tiempo expresan situaciones
muy complejas.
Sin embargo, existen varios problemas al intentar proporcionar un sistema puramente
icónico. En primer lugar, un sistema puramente icónico no puede transmitir fácilmente
cambios de situaciones o transmitir algo que contradiga alguna representación icónica
previa. Supongamos, por ejemplo, que en algún momento alguien en nuestra comunidad
decide que llevar a su hijo a controles médicos no es necesario para su salud (al contrario
de lo que dicen los iconos de la Fig.5prescribe) y lo muestra en Isotipo dibujando la
figura de la Fig.6.
150 V. Giardino
Figura 6Un ejemplo de una imagen nueva (e ineficaz) en Isotipo,
reelaborada a partir de la Fig.5

figura 7La construcción de un triángulo equilátero a partir de una


recta finita dada.

Esta vez, los iconos evidentemente no son tan


efectivos como en el caso anterior (es decir, como en la
Fig.5). De hecho, es imposible que ellos muestren la ausencia del médico o de cualquier
otra persona o cosa en absoluto. Este punto expresa la dificultad en general de
representar la negación sin utilizar un símbolo específico para ello. Tenga en cuenta que
esta imposibilidad no está muy lejos de lo que hemos visto en la incapacidad de los
círculos de Euler de representar conjuntos vacíos.
El isotipo de Neurath se basa en la mala presuposición de que en realidad existe una
distinción entre una gramática visual, por un lado, y una gramática lingüística, por el
otro. Por el contrario, los iconos no son directamente visuales: cada uno de ellos debe
interpretarse, hasta cierto punto, por convención. Para comprender Isotipo, el lector
necesita algunos conocimientos previos y, al final, educación. Se puede formular la
misma crítica a cualquier forma de "pictionary" que pretenda ser un diccionario
universal.XLI Aquí tenemos un caso similar a la geometría euclidiana "coloreada"
considerada anteriormente: hacerla "más visual" no significa hacerla más sencilla. Por el
contrario, se introducen convenciones arbitrarias.
El ejemplo anterior muestra que los diagramas, al igual que otras imágenes, son
inherentemente ambiguos ya que no transmiten un mensaje singular que pueda traducirse
al lenguaje, sino que necesitan interpretación para ser comprendidos. Sin embargo, en la
mayoría de los casos, esto no es una desventaja sino una fortaleza.
Tomemos nuevamente el ejemplo de Euclides, en la reconstrucción de Macbeth.
Considere el Libro I, Proposición 1:
Sobre una recta finita dada construir un triángulo equilátero.

Como explica Macbeth, el problema que plantea esta proposición es un problema de


construcción. Para llegar a la solución es necesario razonar en el diagrama representado
en la Fig.7[dieciséis].
Partimos de la recta finita dada. Luego, gracias a la construcción de los dos círculos,
obtenemos una nueva figura. Para llegar a la solución del problema, el intérprete debe

XLITodavía hoy existen intentos de seguir este camino, como el pictórico 'Point it: Traveler's Language
Kit', de Dieter Graf.
Un enfoque de diagramas basado en la práctica 151

razonar en diferentes etapas. En un momento, debe considerar las líneas del diagrama
como los radios de los dos círculos: a partir de esta configuración, concluye que las tres
líneas tienen la misma longitud. En una segunda etapa, debe considerar las mismas líneas
como los lados de un triángulo: de esta nueva configuración, concluye que la figura
construida es el triángulo equilátero deseado. Por lo tanto, el diagrama es de alguna
manera ambiguo, porque se puede considerar que atiende a diferentes configuraciones.
Lo interesante es que todas estas configuraciones posibles son compatibles, y su
compatibilidad viene dada por el hecho de que todas las configuraciones pertenecen al
mismo diagrama.
Como explica Macbeth, “las mismas líneas ahora se consideran partes de un círculo y
más tarde partes de un triángulo” ([dieciséis], cursiva mía). En este caso, hay tres niveles
discernibles de articulación: (i) partes primitivas (puntos, líneas, ángulos y áreas); (ii)
figuras geométricas (círculos, triángulos y cuadrados); y finalmente, (iii) el diagrama
completo. Para encontrar la solución al problema planteado por Euclides, hay que
considerar estos tres niveles juntos, precisamente explotando la multidimensionalidad del
significado del diagrama. La generalidad del diagrama viene dada por el hecho de que
está construido siguiendo las instrucciones del texto y es manipulado por la imaginación;
el diagrama es confiable porque su uso se considera dentro de una práctica específica, la
geometría euclidiana, y su interpretación se entrelaza con el resto del sistema compartido
de conocimientos y procedimientos que pertenecen a la geometría euclidiana y sirve
como garantía de la corrección del razonamiento. El diagrama, por tanto, no es una
imagen, sino un instrumento que favorece la inferencia gracias a sus posibles
manipulaciones. Además, no es necesario dibujar correctamente el diagrama, siempre
que el usuario conozca las prescripciones contenidas en las instrucciones para su
construcción y sea consciente de su significado previsto.
Hemos visto en la Fig.2algo parecido al caso descrito por Macbeth. Para utilizar el
diagrama para la suma de números naturales hasta n, debemos considerarlo ahora como
una colección de cuadrados que van de 1 a n, correspondientes a números de 1 a n, y más
tarde como un collage de triángulos, los Triángulo isósceles con n lados cortos y n
semicuadrados. Las dos configuraciones que pertenecen al diagrama completo nos
llevaron a nuestra conclusión. Además, considere la Fig.1y el caso del teorema del cero
intermedio. En nuestra descripción lingüística normalmente decimos que la función va
desde debajo del eje horizontal hasta encima de él; lo hacemos porque reproducimos
metafóricamente su construcción en nuestra imaginación.
Mi hipótesis es que, dentro de una práctica específica, el espacio del diagrama
percibido se combina con las acciones realmente realizadas o imaginadas sobre él, en
continua interacción con el conocimiento lingüístico. Todos estos elementos juntos
contribuyen a la creación de significado matemático: la imaginación manipuladora está
en acción para proporcionar evidencia a favor de alguna línea de pensamiento particular.

5 Conclusiones
En este artículo, intenté dar argumentos a favor de un marco operativo para el
razonamiento esquemático basado en la práctica de la lógica y las matemáticas. En
primer lugar, presenté lo que definí como la visión sospechosa, según la cual los
diagramas no son lo suficientemente fiables para
152 V. Giardino

contar como evidencia para una conclusión. Sostuve que este punto de vista se basa en
gran medida en una concepción de las pruebas como objetos y derivaciones sintácticos, y
defendí la idea de que la justificación en la práctica es mucho más que sólo una prueba.
Además, desde una perspectiva peirceana, sostuve que los diagramas son un tipo de
representación muy especial, que es dinámica y necesita un intérprete. Según el marco
que propongo, para dar cuenta del razonamiento esquemático es necesario centrarse en la
práctica compartida por la comunidad y en las acciones realizadas en el diagrama
considerando dos aspectos principales: (i) la imaginación manipuladora; (ii) el papel de
la ambigüedad en el desencadenamiento de esta imaginación.
La dicotomía entre el pensamiento visual, por un lado, y los procesos lingüísticos, por
el otro, ha oscurecido el hecho de que lo que cuenta en el razonamiento esquemático es la
práctica de manipulación, basada en procedimientos holísticos y no en la definición de
reglas lingüísticas explícitas. Según este marco basado en la práctica, es la práctica la que
fija el significado de los diagramas en cada ocasión; de lo contrario, son tan ambiguos
como lo son otras imágenes, y es una especie de imaginación manipuladora la que opera
sobre ellos. Cada práctica está definida por procedimientos de manipulaciones y hechos
interconectados. Todos estos elementos tomados en conjunto definen a su vez el sistema
de conocimiento compartido por la comunidad; este sistema engloba diagramas,
enunciados, notaciones particulares y acciones prescritas o permitidas en ellos.

AgradecimientosQuiero agradecer a Mario Piazza, Achille Varzi, Roberto Casati y dos árbitros
anónimos que me dieron sugerencias muy útiles para mejorar este artículo. Muchas gracias a Christopher
Whalin por haber revisado la versión final. Un agradecimiento especial a los editores, Amirouche
Moktefi y Sun-Joo Shin, por su cuidadoso trabajo.

Referencias
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Un enfoque de diagramas basado en la práctica 153

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V. Giardino (B)
Instituto Jean Nicod (CNRS-EHESS-ENS), Pavillon Jardin, Escuela Normal Superior,
29. rue d'Ulm, 75005 París, Francia
correo electrónico:valeria.giardino@ens.fr
Figuras, fórmulas y functores

Zach Weber

AbstractoEste artículo sugiere una forma novedosa de avanzar en un debate actual en la


filosofía de las matemáticas. El debate se refiere al papel de los diagramas y el
razonamiento visual en las pruebas, que considero relacionados con los criterios de
representación legítima del pensamiento matemático. Basándome en el llamado enfoque
"inconformista" de la filosofía de las matemáticas, recurro a la práctica matemática
misma para pronunciarme en este debate, y en particular a la teoría de categorías, porque
(a) los diagramas obviamente juegan un papel importante, y (b) La propia teoría de
categorías aborda cuestiones de representación y preservación de la información sobre las
asignaciones. Obtenemos una respuesta matemática a una pregunta filosófica: una buena
representación matemática puede caracterizarse como una transformación natural teórica
de categorías. Suponiendo que esto no sea una reductio contra el enfoque inconformista
de estas cuestiones, esto a su vez pone de relieve algunos de los desacuerdos en el debate
filosófico y proporciona mejores preguntas con las que continuar.

Palabras clavePruebas con imágenes · Práctica matemática · Representación · Teoría de


categorías

Clasificación de materias de matemáticas00A30 · 00A66 · 18A15

1 ¿Hacia una matemática de la filosofía real?


Un debate actual en la filosofía de las matemáticas gira en torno al papel del
razonamiento visual.6, 14]. Otro es la importancia de involucrarse con las matemáticas
reales tal como se practican [8, 23]; Esto ha desencadenado un enfoque denominado
"inconformista" de la filosofía de las matemáticas (ver Sección.2.4). Las dos cuestiones
ya están relacionadas, a fuerza de enfatizar lo empírico, pero al reunirlas pretendo lograr
algo específico: adentrarme en la práctica matemática, observando una serie de ejemplos
reales, en busca de una respuesta apropiada para el tema. a una pregunta filosófica. De
esta manera podemos probar la viabilidad del enfoque inconformista y obtener más
información sobre el papel de las figuras y diagramas en la práctica matemática.
La cuestión filosófica, sobre los criterios para la representación legítima, es externa:
algo acerca de las matemáticas o "sobre ellas". La respuesta metodológica es interna, una
respuesta desde o dentro de las matemáticas. Un puente muy plausible entre estos dos
puntos de vista es la teoría de categorías, porque son las matemáticas (a) en las que el
razonamiento visual se vuelve, al menos prima facie, indispensable, y (b) en parte
diseñadas para abordar cuestiones filosóficas, pero en el caso de un matemático, no. a la
manera de un filósofo. Es decir, la teoría de categorías parece perfectamente adecuada
para unir estos dos problemas y ofrecer cualquier tipo de solución adecuada.
15
3
154 Z. Weber

A. Moktefi, S.-J. Shin (eds.), Razonamiento visual con diagramas, Estudios de lógica universal, DOI
10.1007/978-3-0348-0600-8_9, © Springer Basilea 2013

Al debatir el estatus de las imágenes y el razonamiento visual (¿puede una imagen ser
una prueba?) la noción de representación es crucial. Hay dos sentidos de representación a
considerar. Se puede hablar de representar un objeto o estructura matemática con otro,
por ejemplo, dando una representación concreta de un grupo abstracto o usando una serie
de potencias formal para representar una función en un dominio particular. También se
puede hablar del uso de artefactos físicos, como diagramas o expresiones, para
representar objetos y afirmaciones matemáticas. Aunque prima facie se trata de dos
sentidos muy diferentes de la palabra "representación", veremos cómo ambos se
confunden, hasta el punto de volverse confusos. Por ejemplo, ¿qué tipo de representación
es una ecuación, como f(x) = x2, de un objeto geométrico, como una curva cerrada?
Estoy abierto, e incluso bienvenido, a la posibilidad de una respuesta matemática
(representación del primer tipo) a preguntas filosóficas (sobre representaciones del
segundo tipo).
De manera similar, y aún más básicamente, si bien existe una diferencia aparente
entre figuras y fórmulas (imaginación pictórica versus sintáctica), esa distinción también
se vuelve complicada; Se dan ejemplos en la sección. 3y en todas partes. Este artículo
plantea el problema de comprender las representaciones del segundo tipo, diagramas y
fórmulas, y luego pasa a considerar las representaciones del primer tipo, representaciones
internas de las matemáticas. Insto a que dentro de la teoría de categorías, el primer tipo
de representación, al menos en la medida en que sea pertinente a las matemáticas, pueda
ser total y satisfactoriamente subsumido por el segundo, en la medida en que aceptemos
la metodología inconformista y busquemos una respuesta que sea auténticamente
matemática. . El esquema de la teoría de categorías al que llegamos en la sección. 6 es
una explicación matemática de la representación esquemática en matemáticas. XLII

2 Imágenes, pruebas y Mavericks

En gran parte de las matemáticas y su filosofía, las figuras y las fórmulas se conciben
como oposicionistas. en modernoXLIII En Alemania, Weierstrass lideró una clara
migración desde la visualización geométrica hacia la sintáctica, con entusiasmo por la
aritmetización de casi todo. Hoy, por el contrario, hay un movimiento entre un grupo
poco unido de 'inconformistas' para devolver nuestra atención a las fotografías. Esta
sección proporciona un resumen muy superficial de esta literatura. Las posiciones se

XLIIUna preocupación inicial sobre todo este enfoque se puede expresar de la siguiente manera (y
gracias a un árbitro por hacerlo). Si una respuesta es matemática, eso significa que la pregunta también lo
es; ¿no sería muy sorprendente que las preguntas de metafísica o epistemología tuvieran respuestas
matemáticas? El objetivo de este artículo y de proyectos con motivaciones similares es mostrar cómo la
filosofía matemática puede ser fructífera, señalando por ahora que la idea ha existido al menos desde
Descartes y Leibniz. Como programa de investigación, el enfoque matemático sería interesante e
informativo incluso si finalmente fracasa.
XLIIIEsto es usar 'moderno' en el sentido técnico de Jeremy Grey: “El modernismo se define como un
cuerpo autónomo de ideas, que tiene poca o ninguna referencia exterior, que pone un énfasis
considerable en los aspectos formales de la obra y mantiene una actitud complicada (de hecho, ansiosa)”.
—en lugar de una relación ingenua con el mundo cotidiano, que es la visión de facto de un grupo
coherente de personas, como un grupo profesional o disciplinario que tiene un alto sentido de la seriedad
y el valor de lo que es. tratando de lograr” [17, pag. 1].
Figuras, fórmulas y functores 155

presentan con distintos grados de urgencia, que ahora esbozamos por turno.

2.1 Fotos prohibidas


Comenzamos con afirmaciones antiguas y familiares. Las imágenes siempre deben
eliminarse del razonamiento válido. Un par de citas pueden representar todo:
Un teorema sólo se demuestra cuando la demostración es completamente independiente del
diagrama. (Hilbert 1894) Si para comprender una prueba la figura correspondiente es indispensable
entonces la prueba no satisface los requisitos que le impusimos. En cualquier prueba completa la
figura es prescindible. (Pascua 1882)........
La segunda afirmación es en realidad más fuerte, ya que se refiere a nuestra comprensión
de una prueba. La justificación es simplemente la vieja observación (a la que
volveremos) de que los diagramas pueden ocultar supuestos (por ejemplo, la propiedad
de la curva de Jordan), eludir pasos de prueba e incluso sugerir falsedades absolutas (por
ejemplo, que todas las funciones son continuas). Ejemplos familiares del fracaso de la
intuición espacial son el polvo de Cantor o la curva de llenado del espacio de Peano, pero
también espacios no Hausdorff que contienen puntos p, q tales que cada vecindad abierta
de p intersecta alguna vecindad abierta de q, pero p = q. Debido a que nos llevan por mal
camino, las imágenes siempre deben poder eliminarse de un razonamiento claro y válido.

2.2 Imágenes en pruebas


¿Puede una imagen ser parte de un razonamiento válido? Impulsados por antecedentes
bastante tradicionales de teoría de la prueba, Barwise y Etchemendy, y por separado
Shin, defienden una respuesta positiva. Si bien una sola imagen puede no ser suficiente
para contar como prueba, algunos pasos de una prueba pueden incluir elementos
esquemáticos sin disculpas.
Afirmamos que las formas visuales de representación pueden ser importantes, no sólo como
herramientas heurísticas y pedagógicas, sino como elementos legítimos en demostraciones
matemáticas. No todo razonamiento válido tiene (o puede formularse) en forma de una secuencia de
oraciones de algún lenguaje...................................................4, pag. 3].
Para exponer su punto, Barwise y Etchemendy han desarrollado sistemas de
razonamiento formal utilizando diagramas. Shin ha desarrollado una explicación
sofisticada del razonamiento esquemático [26]. Más recientemente, Avigad et al. han
formalizado el razonamiento esquemático euclidiano [1].
La afirmación más fuerte es que las imágenes pueden ser pruebas. El principal
proponente aquí es James Brown:
...la actitud predominante es que las imágenes no son en realidad más que recursos heurísticos; son
psicológicamente importantes, pero no prueban nada. Quiero oponerme a esta visión y defender que
las imágenes tienen un papel legítimo que desempeñar como evidencia y justificación, un papel que
va mucho más allá de la heurística. En resumen, las imágenes pueden demostrar teoremas [ 6, pag.
26].
La afirmación inusualmente audaz de Brown se hace en apoyo de su platonismo, para
resolver el problema de Benacaraff sobre nuestro acceso epistémico a los objetos
abstractos. Brown afirma que las imágenes son un instrumento, como un telescopio, para
conocer la verdad matemática. “Algunas imágenes no son realmente representaciones,
sino más bien ventanas al cielo de Platón” [6, pag. 44].
156 Z. Weber

2.3 Imágenes en la práctica


Un pensamiento moderado entre estas dos visiones bastante polarizadas de "derecha" e
"izquierda" (de nuevo, que sólo he presentado en forma de caricatura): la visualización es
esencial en algunos aspectos.
de la práctica matemática. Las opiniones de derecha e izquierda se refieren casi
exclusivamente a pruebas; la visión centrista observa que demostrar es sólo una parte de
lo que hacen los matemáticos. Esta visión equilibrada, asociada con Paolo Mancosu y
Marcus Giaquinto, surge del estudio de “la interacción entre percepción, imágenes
visuales, conceptos y formación de creencias” [24, pag. 23]. Esta postura no implica que
las visualizaciones cuenten como pruebas en el sentido tradicional. El enfoque aquí –
especialmente para Giaquinto– tiende a lo psicológico, a cómo aprendemos
(“descubrimiento”) y llegamos a formar creencias. Mancosu considera que el punto
principal es
La atención exclusiva al objetivo de la justificación es inaceptable. Hay muchos otros objetivos
epistémicos importantes, como el descubrimiento, la explicación, la comprensión, la génesis de
conceptos, etc., que la filosofía de las matemáticas debería tener en cuenta.24, pag. 26].

Esta posición no necesariamente cuestiona la crítica del razonamiento esquemático como


peligroso. Más bien, proporciona una nueva justificación para la crítica y, por tanto, un
nuevo camino a seguir:
Las razones por las que tales herramientas son problemáticas no se deben necesariamente a alguna
característica intrínseca del medio visual. Más bien, siempre hay que comprobar que el medio visual
no introduce limitaciones propias en la representación del área objetivo.24, pag. 26].

Creo que Giaquinto tiene razón en esto y que la tarea importante y difícil es precisar la
idea de "comprobar" la idoneidad de los medios visuales.
Como ya he indicado, el término clave a investigar es representación (ver
Sección.4.3). Parece muy plausible pensar que las buenas matemáticas representan su
tema de una manera que arroje más luz, pero sin distorsiones. (Las malas
representaciones, a su vez, sustituyen obscurum por obscurius.) Traducimos y
abstraemos, sin perder información esencial. En los ejemplos siguientes, revisaremos el
tema de que las buenas matemáticas y, por tanto, la buena representación matemática
captan lo suficiente, pero no demasiado. Encontraremos términos rigurosos para
caracterizar esto.

2.4 Filósofos de las matemáticas 'reales'

Recientemente ha surgido una corriente de filosofía de las matemáticas que ha recibido la


etiqueta de "inconformista". Mancosu caracteriza el movimiento inconformista por tres
principios principales: antifundacionalismo, antilogicismo y atención a la práctica
matemática actual.23, pag. 5]. Debajo de este banner tenemos [8, 11, 15, 18], y quizá [3].
En muchos sentidos, los inconformistas son descendientes intelectuales de filósofos
como Lakatos y también de Pólya. El nombre parece originarse en Aspray y Kitcher en
1988, quienes usan el epíteto para quienes hacen preguntas como:
¿Cómo crece el conocimiento matemático? ¿Qué es el progreso matemático? ¿Qué hace que algunas
ideas (o teorías) matemáticas sean mejores que otras? ¿Qué es la explicación matemática? [8, en pág.
18]
Figuras, fórmulas y functores 157

El movimiento inconformista tiene tanto que ver con la metodología como con el tema.
Pero un punto de detalle está claro: considera las preguntas estándar en filosofía de las
matemáticas (platonismo versus formalismo versus intuicionismo versus estructuralismo,
y los problemas de Benacerraf (¿qué son los números? ¿Cómo lo sabemos?)) como
programas de investigación viejos y agotados. "Las matemáticas han sido y siguen siendo
un excelente recurso para los filósofos", escribe Corfield. “No lo desperdiciemos” [8,
pag. 270].
Creo que en el enfoque inconformista hay implícita una hipótesis: algunas preguntas
filosóficas pueden tener respuestas matemáticas. Esto es bastante más fuerte que muchas
afirmaciones bastante contundentes; más a menudo la idea de Corfield et al. es que las
matemáticas mismas deberían generar las preguntas a las que se dirigen los filósofos.
Entonces la idea es hacer algo que se acerque a un estudio antropológico de las
matemáticas, donde todas las preguntas estén guiadas por los comportamientos dados.
Pero las preguntas que Aspray y Kitcher atribuyen a los inconformistas, y que Corfield
atribuye, son cuestiones inherentemente filosóficas. Se refieren a la epistemología y la
metafísica (realismo y antirrealismo). No es exagerado seguir el cambio inconformista
planteando preguntas filosóficas directamente a los datos matemáticos. Preguntamos a la
práctica matemática: ¿Cuáles son los roles de las figuras y fórmulas, sus relaciones y
representaciones? La validez de dicho método es la hipótesis de trabajo de este artículo.
Habiendo dado una visión general de algunos debates filosóficos, pasamos a la
supuesta distinción entre aspectos visuales y no visuales de la práctica matemática, a
través de algunos ejemplos.

3 Figuras y Fórmulas

Aquí hay un círculo con radio r,

y aquí hay un círculo con radio r:

X2+ y 2 = r 2

Estas son dos formas de ver un objeto matemático, geométrica y algebraica. Para
expresar un aparente tópico, apreciar el objeto de diferentes maneras puede llevar a ideas
158 Z. Weber

diferentes. Por ejemplo, mirar el primer círculo, y tal vez jugar con un compás, puede
conducir al porismo de Steiner: dados dos círculos no concéntricos, uno dentro del otro,
supongamos que se dibujan círculos tocándolos sucesivamente y entre sí. Si el último
círculo de la cadena toca al primero, entonces el último siempre tocará al primero,
independientemente de la posición del primer círculo de la cadena.

Observe el 'si'. No todos los pares de círculos así inscritos permiten la generación de una
cadena de Steiner. Pero los que lo hacen, siempre lo hacen.9, pag. 87].
Esto parece una observación puramente geométrica. Algunas reflexiones sobre los
círculos, por el contrario, tienen un carácter menos concreto. Pensando más en r, algo de
tiempo e imaginación podrían llevarnos a pensar que una línea recta es la circunferencia
de un círculo con radio infinito. Este es un pensamiento fundamentalmente abstracto,
aunque todavía se basa en un experimento mental de visualización. (Imagínese que el
radio se hace más largo.XLIV)
Otras propiedades emergen sólo en el nivel de divorcio total de la imagen real como
incrustada en el espacio. Sólo con la imagen no parece que valga la pena señalar que el
círculo divide el espacio en el que se encuentra en dos partes, es decir, que una curva
cerrada divide un espacio en un interior y un exterior. Este, el teorema de la curva de
Jordan, resulta no sólo ser una propiedad topológica profunda, sino también muy difícil
de demostrar. Su afirmación sólo surge en el punto en el que una curva cerrada ya no es
un objeto visual en el espacio X, sino más bien una aplicación algebraica f : [0, 1] —> X.
Los conocimientos geométricos conducen a poderosas expresiones algebraicas; El
álgebra, a su vez, conduce a desarrollos que exigen una interpretación geométrica. XLV
Aquí hay círculos y triángulos; aquí están las funciones cuadráticas y trigonométricas. A
continuación se presentan soluciones a ecuaciones de la forma x = V—T; Aquí hay una
interpretación de estos números como rotaciones en el plano complejo [28, pag. 188].
Los dos modos de razonamiento matemático se refuerzan mutuamente, si no son
mutuamente dependientes.17].
Los dos modos de práctica no se armonizan simplemente; hay tensión. Quizás la
mejor manera de expresar la incomodidad sea directamente en un texto de matemáticas:
el encantador libro de Geometría de Hartshorne [19]. Sean A, B, P, Q puntos distintos en
el plano cartesiano. Su relación cruzada es un elemento del campo definido como
AP BQ (AB, PQ)= BP
Hartshorne luego dice:

idénticamente 0 cuandorva al infinito [21, pag. 3].


=
XLIV3La definición de curvatura intrínseca de Gauss repite este resultado, ya que la curvatura k(t) 1 del círculo osculador es

XLVStillwell (no sin problemas históricos) observa que “los griegos usaban curvas para estudiar álgebra
y no al revés” [28, pag. 64].
Figuras, fórmulas y functores 159

Puedo escuchar a alguien preguntando: "¿Cuál es el significado geométrico de la relación cruzada?"


A pesar de
Me encontré con la razón cruzada por primera vez cuando estaba en el último año de la escuela
secundaria y, desde entonces, he tratado con ella muchas veces. Debo decir francamente que no
puedo visualizar una razón cruzada geométricamente. Si quieres, es

magia. He aquí una cantidad algebraica cuyo significado es imposible de entender y, sin embargo,
resulta muy útil. Funciona. Se podría decir que fue un triunfo del álgebra inventar esta cantidad que
resulta ser tan valiosa y que no se puede imaginar geométricamente. O si eres un geómetra de
corazón, podrías decir que es un invento del diablo y odiarlo toda tu vida.19, pag. 341].

Los canales de comunicación, entonces, entre el álgebra y la geometría no siempre están


completamente claros. Pero la cooperación entre la geometría y el álgebra es más
fructífera que complicada. Los problemas que desafían la solución, de hecho, los
conceptos que desafían la expresión, se solucionan mecánicamente cuando se expresan
en el lenguaje de fórmulas y reglas. El álgebra presenta entonces nuevos problemas que
sólo pueden abordarse geométricamente. Por ejemplo, he aquí una noción difícil de
entender:

La realidad física tiene más de tres dimensiones.

Y he aquí una noción fácil de entender.


Rnorte= {(x 0 ,...,Xn) : x 0 ,...,Xn eR}

Comprender el significado geométrico de Rn parece imposible. Comprender la sintaxis


de n-tuplas es fácil. Pero entonces, es sólo a través del lenguaje geométrico de la
topología y las variedades diferenciables, el cálculo tensorial (Sección.4), y boceto tras
boceto de anillos retorcidos, se puede razonar sobre dichos espacios y sugerir nuevas
direcciones.XLVI La inspiración y la percepción de la geometría pasan a la exactitud y la
inevitabilidad algorítmica del álgebra, y viceversa.XLVII
En términos más generales, existen elementos visuales cruciales incluso para la
manipulación pura de fórmulas. La ley de cancelación aparentemente sintáctica

X+ y = x + z
^y=z

tiene un aspecto visual sorprendente [14, pag. 242]. También tiene una explicación: la
existencia de elementos inversos y unitarios. Suponiendo x + y = x + z, entonces

— x + (x + y) = — x + (x + z)
^ (—x + x) + y = (—x + x) + z
^0 + y= 0 + z
^y=z

Esto no tiene la sensación de aprender, digamos, a conjugar verbos en el lenguaje natural,


o de declinar sustantivos para adaptarlos a sus modos. No parece ser un artefacto
lingüístico. Ésta no es una serie de reglas para expresar las matemáticas; esto es
matematica.
XLVIPara conocer los métodos de dibujo de objetos topológicos, consulte [12]. Para obtener un texto de
física abstracto que hace un uso extensivo de diagramas, consulte [13].
XLVIIMientras el Álgebra y la Geometría estuvieron separadas, su progreso fue lento y su uso limitado;
pero una vez unidas estas ciencias, se apoyaron mutuamente y avanzaron juntas rápidamente hacia la
perfección. (Lagrange 1795)
160 Z. Weber

De paso cabe hacer dos observaciones. En primer lugar, las tendencias visuales y
sintácticas conducen a las matemáticas hacia uno de sus fines más generales: la
unificación. Esto significa encontrar conexiones cada vez más profundas entre campos
aparentemente dispares, campos abiertos por figuras y fórmulas respectivamente, y
mostrar cómo las herramientas desarrolladas para su uso en un área pueden utilizarse de
manera muy fecunda en otra. Es bien sabido que la teoría de categorías está dirigida
hacia fines unificacionistas.22]. En segundo lugar, el medio para alcanzar esta
unificación es a través de la representación. Creo que comprender las representaciones es
la clave para comprender la interacción entre figuras y fórmulas, porque una
representación puede potencialmente valer entre cualquier cosa: entre diferentes tipos de
fórmulas, entre tipos de imágenes y entre figuras y fórmulas.
Como caso paradigmático de cómo juegan aquí las representaciones, citamos el
leitmotiv de los magníficos Anillos de funciones continuas [dieciséis]. Sea X un espacio
topológico y considere el conjunto de todas las funciones continuas desde X hasta los
reales R. Este conjunto, C(X), forma un anillo bajo algunas operaciones obvias sobre las
funciones; entonces C(X) tiene una estructura algebraica clara. Luego aprendemos que,
dados dos espacios X, Y, si X es homomórfico a Y, entonces sus anillos correspondientes
C(X), C(Y) son isomorfos. La estructura del espacio subyacente determina
completamente la estructura anular. Esto es bastante sorprendente. La mayor parte de
Rings, sin embargo, aborda la cuestión de qué condiciones en las estructuras algebraicas
determinarán la topología de los espacios.dieciséis, pag. 12]. Dado que C(X) es
algebraicamente equivalente a C(Y), ¿qué más necesitamos saber para concluir que X e
Y son topológicamente equivalentes? La respuesta constituye un volumen de
matemáticas fértiles que abarca topología, álgebra y teoría de conjuntos. Al encontrar
representaciones adecuadas del espacio X en el anillo C(X), se arroja luz.
La pregunta para nosotros es qué hace que una representación sea más o menos fiel,
más o menos útil. En parte, la respuesta a esta pregunta dependerá de las particularidades
de cada caso dado, del tipo de matemáticas que uno esté haciendo. Sin embargo, aún se
puede ganar algo planteando la pregunta en un nivel muy alto de generalidad. Buscamos
un esquema abstracto que exprese cómo se cumple una representación entre estructuras.
Ésta es la relación que vamos a examinar ahora, a través de ejemplos aplicados.

4 Ejemplos

Para tener una idea básica de cómo funcionan las características visuales en el
razonamiento formal, consideremos algunas ideas basadas en fórmulas. El primer
ejemplo es del álgebra abstracta; el segundo es el cálculo tensorial. Cada uno revela
cómo la sintaxis misma puede, en cierto modo, convertirse en un objeto matemático. El
tercer ejemplo, la teoría de Galois, muestra cómo funciona la representación interna de
las matemáticas.

4.1 Módulos gratuitos

Un módulo es una generalización de un espacio vectorial. Sea X un subconjunto de un


módulo F . Digamos que F es libre en X si hay una aplicación h : X —> F tal que, para
Figuras, fórmulas y functores 161

cualquier f : X —> M de X a un módulo M hay un homomorfismo único g : F —> M tal


que f = ir h. Poner esta notación en dos dimensiones forma una figura; y aunque la
definición formal
162 Z. Weber

requiere algo de tiempo para asimilarlo, la imagen muestra exacta e inmediatamente lo


que significa que F sea libre [7, pag. 38]: F es libre en X cuando el diagrama
conmuta:XLVIII
h
X F

METRO
Resulta que cualquier X tiene un módulo libre. Esto es extremadamente importante y se
denomina propiedad de mapeo universal (UMP); Volveremos a ello y discutiremos la
teoría de categorías en la sección. 5.
Pero ahora observemos lo que el diagrama no nos dice: necesitaríamos saberlo para
demostrar que para cualquier conjunto X hay un módulo R libre en X. La definición
como oración cuantificada del inglés matemático dice esto: Un módulo F es gratis en X
si y así
2h (h : X —> F y V f (si f : X —> M entonces 2g : F —> M tal que: g es un
homomorfismo y f = goh,
y Vg' (si g' es un homomorfismo y f = g' oh, entonces g = gQ))

La forma de la oración muestra que la propiedad de mapeo universal se cumple o no,


dependiendo de la existencia de una h con la propiedad requerida. El diagrama no puede
contener el aspecto existencial ni puede expresar la unicidad de g. No capta las
relaciones lógicas de condicionalidad, ni tampoco que éstas sean las propiedades más
destacadas. En el diagrama parece que ya está todo ahí.
En su reciente libro de texto, Awodey explica que, de hecho, son los aspectos de
existencia y unicidad los que hacen que la definición sea útil [2, pag. 17]. Su
terminología iluminará toda la discusión venidera. Para asegurarnos de que no haya
"basura" en el módulo, queremos que cada miembro del módulo libre sea expresable
como un producto de elementos de X, para alguna operación definida en términos de F.
La condición de unicidad significa que no hay basura. Además, no debería haber
“ruido”, lo que significa que cualquier relación que se mantenga entre elementos debe
cumplirse según los axiomas. La parte de existencia de la definición controla el ruido.
No se puede demostrar que existan relaciones triviales entre elementos. Estos son los
datos más importantes sobre los módulos gratuitos, que se repetirán con frecuencia en las
páginas siguientes. Y se requiere una fórmula para conocerlos.

4.2 Cálculo tensorial

El cálculo tensorial es un sistema de notación, ideado por Ricci y su alumno Levi-Civita


a principios del siglo XX, para expresar ideas de la mecánica y la geometría diferencial.
El cálculo tensorial agiliza la manipulación de una gran cantidad de información,
mediante reglas sintácticas y abreviaturas. Al principio se la llamó "geometría diferencial

XLVIII7Un diagrama como este conmuta cuandogramo oh =


h F, es decir, g(h(x)) = f (x).
Figuras, fórmulas y functores 163

absoluta", para enfatizar la libertad del cálculo respecto de los sistemas de coordenadas.
Einstein formuló su teoría.
164 Z. Weber

de la relatividad en el formalismo de Ricci. XLIX Sin embargo, como ilustro, el sistema no


es simplemente notación, sino que es en sí mismo una nueva pieza de matemáticas. El
punto de esta sección es que, entre otras cosas, el formalismo puede ser figurativo. En el
caso del cálculo tensorial, la estructura de su sintaxis es la sintaxis de la estructura que
describe.
Un tema principal en el cálculo de tensores es el uso juicioso de los índices. El
cálculo “guía al usuario a través de cálculos explícitos, prácticamente un cálculo legible
por máquina... El cálculo piensa por el usuario” [20, págs. 31, 42]. Esto se logra
mediante la confluencia de un sistema de coordenadas de fondo con un formalismo de
primer plano.L Otra es comprimir información, tanto porque hay mucha información
como porque, si bien las coordenadas pueden no ser fáciles de mostrar en dimensiones
superiores a 2, su contraparte sintáctica, las variables indexadas, a saber. gμν...ρ , es
eminentemente flexible.
Aquí hay un ejemplo del tamaño de un bocado. La convención de suma de Einstein es
que, cuando los índices usan la misma variable, se implica una suma sobre ese índice, lo
que significa que se debe entender que gμνν dice ^1=og^v. Ahora defina el delta de
Kronecker,
1 si ^ = v
^=
µ

0 si ^ = v
Consideremos un espacio N -dimensional. Usando la convención de suma de Einstein,
obtenemos
8^= norteμ
En otras palabras, la dimensión de un espacio puede recuperarse a partir de la notación,
pero por lo demás puede seguir siendo una parte no esencial del fondo.
La disposición visual de las marcas sintácticas en la página sirve, de manera
estructuralmente significativa, para expresar y caracterizar información geométrica. Las
páginas de la Relatividad General de Dirac [10] están presentados de una manera sobria
y árida, llenos de espacios en blanco vacíos, que a su vez contribuyen a la comunicación
de ideas. Dirac muestra que la curvatura del espacio se puede expresar con una concisión
y perspicacia que supera la mera representación notacional. El tensor de Ricci se
define,LI y la ley de gravitación de Einstein se puede expresar en un instante: en el
espacio vacío,

XLIXEinstein le escribió a Levi-Civita: “Admiro la elegancia de su método de cálculo; Debe ser


agradable cabalgar por estos campos sobre el caballo de las verdaderas matemáticas mientras nosotros
tenemos que recorrer laboriosamente nuestro camino a pie”. Citado en Goodstein, JR: Los matemáticos
italianos de la relatividad. Centauro 26(3), 241–261 (2007).
LDirac: “Con una red de coordenadas curvilíneas las gμν, dadas en función de las coordenadas, fijan
todos los elementos de distancia; entonces arreglan la métrica. Determinan tanto el sistema de
coordenadas como la curvatura del espacio” [10, pag. 9].
LISi la velocidad de la luz se toma como unidad, la métrica en el espacio de Minkowski es

(dx0)2— (dx1)2 — (dx 2)2 — (dx 3)2


A través de algunas convenciones de notación para mover índices hacia arriba y hacia abajo, esto se
reduce a dxμdxμ, comprendiendo la convención de suma de Einstein. Se introduce un sistema de
coordenadas con coeficientes gμν. La distancia invariante entre un punto x^ y un punto cercano x^ + dx^
es
gramoµνdxμdxν
Figuras, fórmulas y functores 165

R^v= 0
Toda esta sintaxis pura no es sólo contabilidad. Es un método para capturar
estructura, en formas comprimidas y manipulables. Un tensor es un objeto geométrico, o
incluso un objeto físico: una generalización de una "cantidad dirigida", un vector. Sin
embargo, un vector es sólo un habitante de un espacio vectorial; y un espacio vectorial, a
su vez, es cualquier estructura que satisfaga una lista de axiomas algebraicos. (Ver
Sección.4.3.) La estructura de la sintaxis, en otras palabras, dicta cualquier sintaxis
adicional de la estructura; cf. la ley de cancelación de grupos (Art. 3).

4.3 Teoría de Galois

Habiendo considerado cómo el formalismo puede ser figurativo en sí mismo,


enfatizamos más abiertamente la apremiante cuestión de la representación. El ejemplo de
la teoría de Galois muestra cómo las matemáticas unifican conectando ramas dispares, y
cómo las representaciones fieles entre objetos matemáticos (en este caso, construcciones
algorítmicas y estructuras algebraicas) hacen posible esta unidad. LII
Galois encontró una manera de responder preguntas sobre polinomios comprobando
las propiedades de los grupos. Este es un ejemplo particularmente claro de una estrategia
matemática venerable: dado un problema sobre algún objeto X intratable, encontrar un
objeto [X] que sea tratable y demostrar que [•] es un medio fiel de representar X para
todos los propósitos relevantes. En la teoría de Galois, asociaba a cada polinomio el
conjunto de sus simetrías. Estos forman un grupo. Galois demostró que, si un polinomio
es soluble, su grupo de Galois tendrá una determinada propiedad; Este es, pues, un
recurso para demostrar que ciertos polinomios son insolubles.
El logro de Galois es encontrar objetos algebraicos cada vez más sofisticados a través
de los cuales podemos estudiar fenómenos objetivo. Considere la pregunta: ¿Se puede
duplicar un cubo usando solo una regla y un compás? Sea F un campo y K, L subcampos
de F. Una extensión de campo es una función i : K —> L que conserva la estructura:
yo(x+ y) = yo(x) + yo(y)
Ahora, si L : K es una extensión de campo, entonces, sólo porque K y L son subcampos
y KCL, las operaciones

tu+ v : L x L —> L
Xu: K x L —> L

LIInuevamente con resúmenes entendidos. Si definimos un símbolo de Christoffel

Γμνσ := 1 /2 (g^v,a + g^a,v gramova, ^)

entonces podemos definir el tensor de curvatura de Riemann-Christoffel


βββαβαβ
νρσνσ,ρνρ,σ νσ αρνρ ασ

Reduciendo sufijos, el tensor Rμνρσ tiene 256 componentes. Se puede demostrar que el espacio es plano
si y sólo si
rpvpadesaparece. El tensor de Ricci se define: RvPP = Rvp.
11
Para una presentación rigurosa pero accesible, consulte [27].
166 Z. Weber

defina en L la estructura de un espacio vectorial sobre K. Este es un ejemplo de la


propiedad de mapeo universal de la Sección.4.1.
Defina el grado de extensión de un campo L : K como el número de sus vectores base
del espacio vectorial en L sobre K.LIII El simple hecho de conocer el grado de extensión
de un campo proporciona suficiente para responder preguntas de solubilidad. Cualquier
punto (x, y) en el espacio-2 que sea construible con compás y regla a partir de un
subcampo K tendrá grados asociados que son potencias de 2. Pero la duplicación de un
cubo, o la trisección de un ángulo, con compás y regla generaría un punto (a, b) en el
plano racional con grado 3. Desafortunadamente, 3 no es una potencia de 2.
El teorema fundamental de la teoría de Galois establece una correspondencia uno a
uno entre una extensión de campo y los automorfismos que contiene: el grupo de Galois.
El álgebra captura el tipo correcto de información sobre construcciones y ecuaciones
geométricas, es decir, tamaño (número de vectores base) y forma (estructura de grupo).
Las construcciones de regla y compás son algoritmos para derivar un conjunto de puntos
de otro; aprendemos sobre ellos a través de mediciones de espacios vectoriales. Las
representaciones son apropiadas de manera exacta. No hay imágenes involucradas
(aunque el trabajo con regla y compás es geometría paradigmática), pero tenemos un
ejemplo claro de transmisión de información de alta fidelidad. Este fue el comienzo del
álgebra abstracta; Veamos ahora si podemos generalizar sobre los procesos que hemos
visto aquí y con las propiedades de mapeo universales, recurriendo al álgebra abstracta.

4.4 El argumento hasta ahora

El formalismo puede ser en sí mismo figurativo. Desde los diagramas conmutativos


hasta el aspecto visual de la sintaxis en el cálculo tensorial, vemos cómo la notación
misma captura, comprime y expresa información matemática. Un ejemplo muy simple es
la condición de cadena ascendente en los anillos noetherianos [7, Cap. 3], que para
algunos n de una cadena,

C0 C C1 C ••• C Cn = Cn+1

Es fácil ver la condición en el simbolismo, incluso si la razón es tan simple como la


similitud del signo C con una cadena de sujetapapeles. Estos ejemplos, y la teoría de
Galois, muestran cómo la representación dentro de las matemáticas (una construcción
geométrica representada como un punto en una extensión de campo, por ejemplo) no es
significativamente diferente de las representaciones de las matemáticas mediante figuras
o diagramas. De modo que las distinciones prácticas de este artículo (pruebas versus
imágenes, y fórmulas versus figuras) se están volviendo borrosas. Y esto es como
esperábamos; pero ahora necesitamos una explicación de cómo se media la frontera
vaga. Queremos una teoría de cómo la "misma" información matemática puede
presentarse de maneras tan diferentes y con efectos tan diferentes.
Como punto de partida, la relación parecía expresarse precisamente por la existencia
y unicidad de ciertas asignaciones, como se ve en los módulos gratuitos de UMP, y
nuevamente cuando definimos la estructura de un espacio vectorial sobre una extensión
LIIIUn espacio vectorial puede tener muchas bases diferentes, pero siempre hay el mismo número de
vectores base en cada una; un espacio vectorial está determinado únicamente por su dimensión, hasta el
isomorfismo.
Figuras, fórmulas y functores 167

de campo. El módulo libre F en X debe factorizarse únicamente en miembros de X: esto


corresponde a la condición de que, para cualquier M tal que X se asigne a M, la
estructura única que preserva el mapeo

gramo: F —> M

existe. Todas las relaciones entre miembros del módulo están determinadas por la
estructura algebraica: esto corresponde a la condición de que el mapa
h: X —* F
existe. Pasamos, entonces, a una generalización de lo que ya hemos visto sobre los
módulos libres y los diagramas conmutativos: a algunas "tonterías abstractas" que aún
pueden dar sentido a todo esto.

5 Teoría de categorías
La teoría de categorías se refiere a los objetos X, Y,. . . y flechas entre objetos. Las
flechas forman conjuntos,
hom(XY)= {f : f es una flecha de X a Y}
A menudo existe un isomorfismo φ entre conjuntos hom(XY ), hom(UV ), sobre el cual
se acostumbra abusar de la notación y escribir
0: hom(XY) = hom(UV)
El conjunto hom(X, Y) es una pequeña imagen de la vida matemática de los objetos de
una categoría, a un nivel extremadamente general. Este es el nivel en el que ahora
podemos hacer dos cosas.
Primero, tenemos una disciplina matemática donde las cifras y las fórmulas se
entremezclan hasta el punto de ser casi indistinguibles. Así que podemos validar nuestra
hipótesis de que la simple distinción sí/no para las imágenes no es útil. En segundo lugar,
la disciplina es en sí misma un estudio de qué información matemática se conserva
cuando las cifras y las fórmulas se vuelven indistinguibles; Por eso intentaremos
apropiarnos de algunas nociones de la teoría de categorías para responder a nuestra
pregunta original sobre qué constituye una buena representación.
Insecto.4.1arriba consideramos módulos libres y observamos que el hecho de que F
sea libre en X sería expresado por los teóricos de categorías como una propiedad de
mapeo universal. Ahora esbozamos una de las instancias más profundas de un UMP.
Un funtor adjunto es una noción teórica de categorías de enorme alcance. En lógica,
el cuantificador existencial es un adjunto. En topología, la imagen de una función
continua es un adjunto. No hay ninguna razón prima facie para ver alguna conexión entre
estos dos, pero desde un punto de vista categórico, resultan ser esencialmente la misma
cosa.2, Cap. 9]. En la teoría de Galois, es impresionante que los grupos y las soluciones
de las ecuaciones estén relacionados, pero no es precisamente desconcertante. Para
empezar, ambos son algebraicos. En el caso de los functores adjuntos, estamos en la
cima de la abstracción estructural. Nuestro esquema de complementos sigue [5, Cap.
XV].
Sean F, G functores entre las categorías C, D. Una transformación natural n : F —* G
es una función que asigna a cada X e C una flecha nx : F(X) —* G(X) de D de tal
168 Z. Weber

manera que toda flecha f : X —* Y de C produce un diagrama conmutativo


F(f)
F(X)F(Y)
ηX ηY

G(f)
G(X)G(Y)
Esta elegante figura es la clave de toda la historia.
Tengamos dos categorías C, D y dos functores F, G, tales que
C

novia

D
Conserva la estructura del mapa. Ampliando nuevamente el uso de la notación, la
relación se puede escribir

F: C - > D : GRAMO

Para X e C e Y e D, comparamos todas las flechas hom(F(X), Y) en D con todas las


flechas en C desde X a G(Y), el conjunto hom(X, G(Y)) . La unión del funtor F al funtor
G es una biyección natural
0: homD(F(X),Y) = inicio(X, G(Y))

En este caso decimos que F, G son adjuntos.13


Devolviendo esta terminología a la Sección.4.1, si escribimos el conjunto subyacente
del módulo M como U(M) y el módulo libre F como F = V (X), la condición para una
adjunción entonces es que cada elemento de hom(X, U(M)) corresponda a exactamente
un elemento de hom(V(X), M), y cada homomorfismo monoide se restringe a una
función en X. Es decir, para cada conjunto X y monoide M hay un isomorfismo 0 de
conjuntos

0: hom(V(X), M) = hom(X, U(M)

Entonces vemos que el módulo libre es adjunto al conjunto subyacente. Se apela a este
resultado en la siguiente sección.
Generalizando las condiciones básicas de fidelidad de existencia y unicidad: "sin
basura, sin ruido"; suficiente, pero no demasiado: para la austeridad de los adjuntos,
ahora hemos formalizado una noción omnipresente en matemáticas. LIV Pero creo que lo
más interesante es que hemos formalizado una práctica omnipresente en las matemáticas.
Quizás éste sea el rasgo más distintivo de la teoría de categorías, y lo que la hace
sorprendente desde un punto de vista filosófico. No sólo las imágenes y las inscripciones
LIVUna unión entre dos categorías también puede ser una relación de equivalencia. Una equivalencia de
functores F : C —> D, G : D —> C es tal que

hom(Z, X) = hom(F(Z), F(X))


Esto es “isomorfismo hasta isomorfismo” [2, pag. 148]. Escribiendo Z = G(Y), se deduce, usando
algunos isomorfismos naturales, que hom(G(Y), X) = hom(F(G(Y)), F(X)) = hom(Y, F(X) ). Por tanto,
cualquier equivalencia es una adjunción [2, pag. 181].
Figuras, fórmulas y functores 169

se vuelven bastante indistinguibles en los diagramas conmutativos; De esto, de manera


muy indistinguible, es exactamente de lo que tratan los diagramas y, por tanto, la teoría
de categorías. En comparación, en la famosa visión de la geometría de Erlangen de
Klein, una geometría se caracteriza por el hecho de que las propiedades se conservan
bajo transformaciones. La visión de Erlangen

La teoría de categorías para este artículo, entonces, sería identificar qué propiedades de
las flechas se conservan bajo la transformación de fórmula a diagrama y viceversa. La
teoría trata sobre el tipo de estructura de los mapas que se respeta en la presentación
esquemática de información. Y lo más agradable es esto: en el caso de los adjuntos, la
estructura conservada es información sobre qué tipo de estructura se conserva.
Queda por aplicar explícitamente estos conceptos a los debates filosóficos discutidos
al principio.

6 Una respuesta matemática a una pregunta filosófica


El programa de Giaquinto, la visión "centrista" sobre el razonamiento visual discutida en
la sección. 2.3, es encontrar criterios de representación. De la conclusión de su reciente
libro, Giaquinto recomienda:
La distinción simbólico-diagramática (o la distinción algebraico-geométrica) es demasiado burda
para avanzar en nuestra comprensión del pensamiento visual en matemáticas, por no hablar de las
matemáticas en general: necesitamos taxones de grano más fino. Aunque se puede establecer un
contraste entre el pensamiento simbólico y el pensamiento esquemático, se trata de vagos
opuestos....no es más apropiado que pensar que todo ser humano es sabio o tonto [14, pag. 253].

A través de los diversos ejemplos que consideramos, comenzamos a tener algunos


criterios para la taxonomía más detallada que sugiere Giaquinto. Habiendo visto cómo
funcionan las representaciones dentro de las matemáticas, obtenemos una respuesta que
es razonablemente simple, pero por lo tanto mucho más difícil de extraer: las
representaciones, pictóricas o de otro tipo, deben ser fieles, limpias y efectivas. Las
nociones tomadas de la teoría de categorías nos ofrecerán una forma esquemática
apropiada de esta observación básica.

6.1 El funtor de figuras y fórmulas

La interacción de figuras y fórmulas ocurre en situaciones en las que las figuras X e Y


mantienen algún tipo de relación visual si sus representaciones como fórmulas
mantienen una relación sintáctica análoga. Esquemáticamente, dada una representación
adecuada, [•], y la relación f, podríamos decir que X e Y son congruentes módulo [•', y
hacer este dibujo:

'•' .
[X' > '----- - - ------Y'

Este es un esquema relacional de dos lugares. Para el estudio de objetos individuales, X


170 Z. Weber

y su representación [X', el punto de partida sería preguntar qué aplicaciones de X a [X'


son esclarecedoras, es decir, acerca de hom(X, [X'). La incrustación [•' es un funtor, un
homomorfismo generalizado con las siguientes propiedades:

[(F: X -^ Y)] = [f' : [X' -^ [Y'

Si f ◦ g J = Si f J ◦ Ig J, V g : Y —> X
[1XJ = 1[ x ]

donde 1X es el elemento unitario de X. Una buena representación es una especie de


funtor.LV
El diagrama captura un tema recurrente en los ejemplos considerados: la
especificación de las condiciones de existencia y unicidad. Estas condiciones
corresponden con el criterio de que una teoría matemática interesante debe tener
suficiente estructura, pero no demasiada. El cálculo tensorial comprime la información
hasta el punto de que un usuario (bien capacitado) puede manejarla fácilmente, al mismo
tiempo que cuenta con datos de fondo, como dimensiones, recuperables de la notación si
es necesario. Los módulos libres, que vimos en aplicación en la teoría de Galois y luego
generalizados poderosamente como complementos, capturan estas condiciones básicas
de la adecuación y la práctica matemáticas.
Por supuesto, en el nivel actual de abstracción, no tenemos indicación de qué criterios
deben cumplir las asignaciones para convertir cifras en fórmulas o viceversa de alguna
manera interesante. El funtor propuesto es más bien una etiqueta para lo que se quiere.
Todo el trabajo real se realizará según los detalles de qué módulos, funciones, etc.
existen y son únicos; todo el trabajo real tendría que hacerse poco a poco, analizando
cada caso y explicando lo que se entiende por la palabra "interesante". Aunque nuestros
ejemplos anteriores dan alguna indicación ostensiva de lo que se considera interesante,
no pretendo que los bocetos con flechas resuelvan todos los problemas filosóficos que
tenemos entre manos. Y hay que subrayar que siguen existiendo problemas claros con
las imágenes, en particular con las condiciones de existencia y de unicidad (como se
señaló en la sección 2).4.1). Las cifras que hemos considerado no ayudan mucho a
disipar las preocupaciones en ese sentido. Queda por ver la recompensa filosófica de
buscar la analogía, entre algo que preocupa a los filósofos y algún trabajo que realizan
los matemáticos, tal vez a través de algunos ejemplos de cómo el esquema puede
aplicarse de una manera filosóficamente esclarecedora. Por lo tanto, las adjunciones y
similares no son por sí solas una panacea.
Por el momento, sin embargo, es un progreso decir que el lenguaje de las
conjunciones y las transformaciones naturales nos proporciona un esquema para
describir ejemplos exitosos de representaciones, y lo hace de una manera extraída de la
práctica matemática misma.

LVEl functor de figuras y fórmulas no es el esquema más general para el tipo de representaciones que
pretendemos capturar, ya que requiere la existencia de un elemento unitario 1X para cualquier X. Parece
claro que puede haber casos interesantes de X sin tal elemento. Por lo tanto, este esquema puede tomarse
como un resultado parcial que se aplica a dominios con una cantidad suficiente de estructura. De manera
similar, no todos los objetos matemáticos son un grupo o un anillo, pero aun así la teoría de grupos y
anillos es bastante ubicua y tiene mucho que decirnos.
Figuras, fórmulas y functores 171

6.2 Observaciones finales

Las cifras y las fórmulas, cuando se usan bien, se representan entre sí. Para que esta
relación se mantenga, no pueden ser simplemente iguales; no tiene sentido considerar la
representación de X por el propio X. Entonces los dos están a cierta distancia; pero
pueden serlo sin conflicto. El lenguaje y las imágenes de la teoría de categorías nos han
proporcionado una manera de expresar esta relación abstracta. Bien vistas, las
matemáticas nos están proporcionando un medio para comprenderse a sí mismas. Esto
no es una idea nueva; Hilbert propuso las metamatemáticas como una rama de las
matemáticas,
y ese programa nos ha brindado conocimientos más confiables y profundos sobre la
naturaleza de la prueba y la verdad que los dos milenios anteriores.
Ahora, sin embargo, un siglo después de Hilbert, queremos conocer también otras
características, más allá de la prueba y la verdad. ¿Cómo se expresan los problemas?
¿Cómo se solucionan? En torno a estas cuestiones, se discuten algunos viejos debates
filosóficos; en cambio, encontramos una respuesta interna a las matemáticas. Al describir
algunas de las primeras matemáticas esquemáticas, Netz escribe:
El diagrama [matemático] no es una representación de otra cosa; es la cosa misma. No es la
representación de un edificio; es como un edificio, sobre el que se actúa y construye [25, pag. 60].

Hemos dado con una representación de representaciones, lo cual es a la vez una


limitación hermenéutica y una idea muy bienvenida: explicaciones más rigurosas de la
estructura siempre son sólo más estructura. Y así continúa la interacción de cifras y
fórmulas.LVI

Referencias
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Registro. 2(4), 700–768 (2010)
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11. Ferreirós, J., Grey, JJ (eds.): La arquitectura de las matemáticas modernas. Prensa de la Universidad
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13. Frankel, T.: La geometría de la física: una introducción, 2ª ed. Prensa de la Universidad de
Cambridge, Cambridge (2004)

LVIGracias a: Philip Catton, Cathy Legg, Clemency Montelle, Peter Smith y Koji Tanaka.
172 Z. Weber

14. Giaquinto, M.: Pensamiento visual en matemáticas. Prensa de la Universidad de Oxford, Oxford
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15. Gilles, D. (ed.): Revoluciones en matemáticas. Clarendon, Oxford (1992)
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Nueva York (2008)
24. Mancosu, P., Jorgensen, KF, Pedersen, SA (eds.): Estilos de visualización, explicación y
razonamiento en matemáticas. Biblioteca de síntesis, vol. 327. Springer, Dordrecht (2005)
25. Netz, R.: La configuración de la deducción en las matemáticas griegas. Prensa de la Universidad de
Cambridge, Cambridge (1999)
26. Shin, S.-J.: El estado lógico de los diagramas. Prensa de la Universidad de Cambridge, Cambridge
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27. Stewart, I.: Teoría de Galois, 3ª ed. Chapman y Hall, Londres (2004)
28. Stillwell, J.: Las matemáticas y su historia. Springer, Nueva York (2002)

Z. Weber (B)
Universidad de Otago, Dunedin, Nueva Zelanda
correo electrónico:zach.weber@otago.ac.nz
Representación de gráficas en diagramas de teoría
de grafos

Mitsuko Wate-Mizuno

AbstractoEl tratado de Dénes Ko˝ nig Theorie der endlichen und unendlichen Graphen
(1936) incluye muchos diagramas. El estilo de los diagramas es típico de los textos
actuales de teoría de grafos. En este tratado se tratan muchos problemas de recreación
matemática. Algunos de los problemas ya fueron tratados por matemáticos precedentes.
En algunas de estas primeras obras se daban los diagramas, pero los estilos no eran los
mismos que los de Ko˝ig. Además, la forma de utilizar los diagramas en las primeras
obras es diferente a la de Ko˝ig.
Al examinar los diagramas, encontraremos que cierto tipo de diagramas se volvieron
gradualmente influyentes. Este aspecto histórico puede estar relacionado con la
formación de conceptos de grafo, pero no se discutirá aquí.
Argumentaremos que la charla de Tarry “Géométrie de situation: nombre de manières
distintivos de parcourir en une seule course toutes les allées d'un labyrinthe rentrant, en
ne passant qu'une seule fois par chacune des allées” (1886) jugó un papel importante en
la forma de utilizar los diagramas.

Palabras claveKo˝ nig · Tarry · Recreaciones · Gráfico

Clasificación de materias de matemáticas (2010)00A08 · 01A55 · 01A60 · 01A70 ·


97A20

1 Introducción

Dénes Ko˝ nig (1884-1944), matemático húngaro, es reconocido como el “padre de la


teoría de grafos” con su tratado Theorie der endlichen und unendlichen Graphen escrito
en 1936 [29]. En este tratado se seleccionan algunos problemas a partir de recreaciones
matemáticas y juegan un papel importante. Este hecho se corresponde con el hecho de
que Ko˝ig, cuando aún era estudiante, publicó dos libros sobre recreaciones matemáticas.
De hecho, el tratado de König de 1936 y uno de sus libros sobre recreaciones
matemáticas están estrechamente relacionados entre sí. LVII
Analizaré cómo, en el contexto de las recreaciones matemáticas, tomaron forma
algunos rasgos de los diagramas de la teoría de grafos. Además, estableceré que Ko˝ nig
heredó las características de los diagramas de algunas publicaciones sobre recreaciones
matemáticas.

LVIIExaminé esta relación en mi tesis [51], Cap. 6.

A. Moktefi, S.-J. Shin (eds.), Razonamiento visual con diagramas, Estudios de lógica universal, DOI 17
10.1007/978-3-0348-0600-8_10, © Springer Basilea 2013 3
174 M. Wate-Mizuno

En el tratado de 1936, se utilizan muchos diagramas para representar gráficos. En su


mayoría son de un solo tipo de diagrama, que consiste en líneas rectas o curvas que
representan

aristas y pequeños círculos que representan vértices. Esta representación de gráficas en


diagramas de teoría de grafos continúa utilizándose en los textos de teoría de grafos en la
actualidad.
Me centro en la cuestión de cómo tomó forma esta representación de gráficas en
diagramas de la teoría de grafos.
Para abordar esta cuestión, parece que es necesario examinar algunos problemas de
recreaciones matemáticas que en el tratado de 1936, Konig trató sobre la base de la forma
en que los matemáticos anteriores a él los habían tratado. Cuatro problemas parecen
haber jugado un papel clave en este proceso: un problema de los puentes de Königsberg,
un problema de descripción de polígonos, un problema de configuración de fichas de
dominó y un problema de circulación en laberintos. Esta selección de problemas nos
permitirá implementar un enfoque histórico de los diagramas e identificar cómo algunas
de las características clave de los diagramas de la teoría de grafos tomaron forma en
diferentes contextos.
En los escritos anteriores, se utilizaron diferentes tipos de diagramas para diferentes
temas. Entre estos tipos de diagramas, un cierto tipo se volvió gradualmente influyente.
Este aspecto histórico puede estar relacionado con la formación de conceptos de
grafo. En el tratado de König de 1936, los mismos conceptos de grafo se adjuntan a la
noción de grafo en los diferentes problemas. En otros términos, los conceptos de gráfico
permitieron ver problemas que, cuando aparecían, parecían no relacionados, como si
dependieran de los mismos conceptos adjuntos a una única noción de gráfico y, por lo
tanto, como relacionados. De hecho, al examinar la solución cambiante dada a estos
problemas a lo largo del siglo XIX y principios del XX, se puede identificar un proceso
de integración progresiva de los problemas a lo largo de las diversas publicaciones de
recreaciones matemáticas en las que fueron tratados. En estas publicaciones, los
matemáticos introdujeron conceptos que permitieron unificar problemas
progresivamente, y que entraron en la configuración de los conceptos adjuntos a una
misma noción, es decir, la noción de grafo en el tratado de König de 1936. En el presente
artículo, sin embargo , no discutiremos más la relación entre los conceptos y los
diagramas.

2 La forma en que Konig utiliza los diagramas

2.1 ¿Por qué Konig utilizó los diagramas en 1936?

El tratado Theorie der endlichen und unendlichen Graphen en 1936 [29] hace explícita la
razón por la cual Dénes Ko˝ nig utilizó diagramas en él. Dado que esto nos da
información sobre cómo veía Ko˝ig los diagramas que estaba usando, examinemos
primero lo que dijo el autor sobre ellos.
Ko˝ nig trató varios problemas recreativos y los analizó como teoría de grafos en este
tratado.
En el prefacio, explicó que la teoría de grafos se puede entender desde dos puntos de
vista: un punto de vista considera el tema como la primera parte de la topología general,
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 175

mientras que el otro lo entiende como una rama de la combinatoria y la teoría abstracta
de conjuntos.
Si este tratado hubiera adoptado el primer punto de vista, el de la topología general,
podríamos esperar que se utilizaran diagramas para representar conceptos topológicos.
Sin embargo, Ko˝ig en realidad adoptó el último punto de vista, el de la combinatoria
y la teoría abstracta de conjuntos. Explicó el motivo de esta decisión de la siguiente
manera:

Ko˝ nig:TheoriederendlichenundunendlichenGraphenen 1936[29],Prefacio. (Mi traducción del


alemán).
En este libro adoptamos este segundo punto de vista, principalmente porque atribuimos a los
elementos de los grafos (puntos y aristas) ningún contenido geométrico en absoluto: los puntos
(vértices) son elementos distinguibles arbitrariamente, y una arista no es más que una unificación de
sus dos puntos finales. Este punto de vista abstracto, que Sylvester (1873) ya destacó LVIII—se
mantendrán estrictamente en nuestra representación, con excepción de algunos ejemplos y
aplicaciones.

A pesar de la decisión de Ko˝ nig de adoptar el punto de vista de la combinatoria y la


teoría abstracta de conjuntos, utilizó en su tratado una forma geométrica para representar
los elementos de un gráfico (puntos y aristas). Además, introdujo diagramas que no
presuponían ningún punto de vista geométrico ni ningún axioma geométrico.
Naturalmente, planteamos una pregunta muy simple: ¿por qué Ko˝ig, en este tratado,
utilizó una forma geométrica de representar partes en un gráfico y diagramas, aunque no
se atribuye ningún contenido geométrico a los elementos de los gráficos?
El propio Ko˝ig respondió la mitad de la pregunta. Dejó en claro que utilizó una
forma geométrica de representar elementos de un gráfico porque le daba una
terminología muy cómoda.
La pregunta sigue siendo: ¿cómo leer los diagramas si no fueran geométricos?
Supongo que Ko˝ nig utilizó diagramas para representar la notación geométrica
utilizada en este tratado, aunque no se presuponía ningún “punto de vista geométrico” ni
ningún “axioma geométrico”.
Para indagar más sobre esta suposición, examinaré en la Sección.2.2 algunos de los
diagramas mostrados en este tratado.
El libro Teoría de grafos, 1736–1936 (Norman L. Biggs, E. Keith Lloyd y Robin J.
Wilson, 1976 [dieciséis]) contiene la mayor parte del material fuente que abordaremos
más adelante. Sin embargo, interpretan los problemas iniciales utilizando los diagramas
de la teoría de grafos moderna. Por lo tanto, pasan por alto la cuestión de la aparición de
estos diagramas. Ésta es la pregunta con la que reconsideraré este material fuente y otros
documentos.

LVIIIKo˝ nig hizo aquí referencia al artículo de Sylvester titulado “Sobre los recientes descubrimientos
en la conversión mecánica del movimiento” de 1873 [47]. Este artículo trata un modo de producir
movimiento en línea recta mediante un sistema de enlace puro sin la ayuda de ranuras o ruedas, o
cualquier otro medio de restricción que el debido a centros fijos y juntas para unir o conectar rígidos.
barras. Quizás aquí Ko˝ig tenía en mente la siguiente parte del artículo de Sylvester: “La teoría de la
ramificación es una teoría de pura coligación, porque no tiene en cuenta la magnitud o la posición; Se
utilizan líneas geométricas, pero no tienen más relación real con el asunto que las empleadas en las tablas
genealógicas para explicar las leyes de la procreación. [Nuevo párrafo] La esfera dentro de la cual
funciona cualquier teoría de la coligación no es espacial sino lógica; tal teoría se ocupa exclusivamente
de las leyes necesarias de antecedencia y consecuencia, o en una palabra de conexión en abstracto, o en
otras palabras es un desarrollo de la doctrina del paréntesis compuesto”. (Los artículos matemáticos
recopilados de James Joseph Sylvester, vol. 3, págs. 23 y 24).
176 M. Wate-Mizuno

2.2 Diagramas en el Tratado de Ko˝ nig de 1936

Consideremos aquí cómo Konig utilizó diagramas en Theorie der endlichen und
unendlichen Graphen en 1936. El punto será comparar estos diagramas con los que él
mismo publicó antes de 1936, y con los de las publicaciones de otros matemáticos. Como
escribí
insecto. 1Seleccionaré sólo los diagramas utilizados en los problemas de puentes,
polígonos, dominó y laberintos, ya que estos problemas también fueron tratados en
muchas publicaciones antes de su tratado de 1936, y por lo tanto tenemos suficiente
material para comparar con el tratado de Ko˝nig de 1936. .
Estos problemas se encuentran en los libros sobre recreaciones matemáticas escritos
por algunos matemáticos. En estos libros se recogían ciertos problemas matemáticos bajo
el concepto de “recreación”, “placer”, “deleite”, “ocio”, “diversión”, “juego” o
“curiosidad”.LIX
Ko˝ nig también publicó dos libros sobre recreaciones matemáticas en 1902 y 1905
[27,28].LX El libro de 1905 incluye el problema de los puentes que discutiremos en la
sección.2.3. Esto nos proporciona las publicaciones a las que tuvo acceso en su juventud
y nos permite analizar la evolución de su abordaje de algunos problemas entre 1905 y
1936.
Los trabajos de Édouard Lucas (1842-1891) sobre recreaciones matemáticas fueron
tema de investigación por parte de algunos historiadores. Según Anne-Marie Décaillot,
Lucas se sentía atraído por la “geometría de situación” y, a partir de los problemas que
había considerado como “geometría de situación”, dibujaba recreaciones, pero sin ningún
análisis ([19], pag. 5). La “geometría de la situación” aún no estaba bien estructurada en
aquel momento (Pont: La topologie algébrique des origines à Poincaré [39], Epple:
“Topología, materia y espacio I: nociones topológicas en la filosofía natural del siglo
XIX” [21]).LXI
LIXAlgunas de las colecciones de este género fueron citadas por Ko˝ nig en sus libros sobre recreaciones
matemáticas en 1902 y 1905 [27,28], y algunos de ellos fueron citados incluso en su tratado de 1936
[29]: Problèmes plaisans et délectables qui se font par les nombres de Claude-Gaspar Bachet de Méziriac
[5–8] a principios del siglo XVII; Récreations mathématiques et physiques de Jacques Ozanam [36,37]
en el siglo 17; Récreations mathématiques (4 volúmenes) y L'Arithmétique amusante de Édouard Lucas
[31–35] y Mathématiques et mathématiciens: pensées et curiosités de Alphonse Rebière [40,41] en el
siglo 19; Recreaciones Matemáticas y problemas de tiempos pasados y presentes (Recreaciones
Matemáticas y ensayos para la 4ª ed. y posteriores) de Walter William Rouse Ball [ 9–15] (y muchas
ediciones posteriores), Mathematische Mußestunden de Hermann Schubert [43–45] y Récréations
arithmétiques y Curiosités géométriques de Émile Fourrey [24,25] alrededor de 1900; Mathematische
Unterhaltungen und Spiele y Mathematische Spiele de Wilhelm Ahrens [1–4] a principios del siglo XX.
También en el período cercano a la publicación del tratado de Ko˝ nig de 1936, se publicó en Bélgica un
libro de este género: La mathématique des jeux ou récréations mathématiques de Maurice Kraitchik [ 30],
lo que podría sugerir el interés de los matemáticos de la época por las recreaciones matemáticas.
Anne-Marie Décaillot realizó investigaciones históricas sobre las obras de Lucas [18–20].
David Singmaster hizo un examen preciso de todas las ediciones del libro de Ball [46].
Albrecht Heeffer [26] trabajó en un movimiento hacia la creación de este género en el siglo XVII.
En el Reino Unido y los Estados Unidos, en los siglos XIX y XX, los matemáticos aficionados o los
escritores científicos (Samuel Loyd, Henry Ernst Dudeney, Martin Gardner, etc.) también publicaron en
este dominio. Algunos problemas de sus colecciones se tomaron de las colecciones enumeradas
anteriormente. Este hecho es interesante desde el punto de vista de la popularización de las matemáticas,
pero, a los efectos de este artículo, no es necesario examinar precisamente estos trabajos.
LXTraduje estos libros húngaros al inglés en mi tesis [51].
LXIComo dice Décaillot, “entre los juegos y recreaciones matemáticas de Euler, las huellas de cuerdas
en el tablero de ajedrez de Vandermonde en el siglo XVIII, las 'matemáticas superiores' de Riemann y el
Análisis situs de Poincaré, la geometría de situación tiene un contenido fluctuante. que se estructura
lentamente durante el siglo XIX” ([19], pag. 129, mi traducción del francés).
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 177

A través del examen de los diagramas utilizados en los cuatro problemas


mencionados anteriormente, aclararemos cómo se estructuró una parte de la “geometría
de situación” y qué diagramas estuvieron involucrados en este proceso.
Figura 1Tomado de la Secta.
2.2 del libro de Ko˝ nig de
1936 [29]

2.3 Aparición de un diagrama tipo gráfico para el problema de los siete


puentes de Königsberg

En el capítulo titulado “Eulersche und Hamiltonsche Linien (líneas euleriana y


hamiltoniana)” del libro de 1936, Ko˝nig abordó los problemas de los llamados circuitos
eulerianos y hamiltonianos. Un circuito euleriano es un camino cerrado que pasa por
cada borde de un gráfico una vez y sólo una vez; Un circuito hamiltoniano es un camino
cerrado que pasa por cada vértice de un gráfico una y sólo una vez.
König dio algunos teoremas sobre los circuitos eulerianos en la primera sección de
este capítulo. Uno de los teoremas es el siguiente:
“Uno puede atravesar todos los bordes de un gráfico en un camino cerrado si y sólo si el gráfico es
un gráfico de Euler conexo” (Teorema 2, mi traducción del alemán).

Los términos que aparecen en este teorema (arista, gráfico, camino cerrado, conexión,
etc.) se definieron en el capítulo. 1 utilizando los conceptos de la teoría de conjuntos. Fue
probado por contradicción. En la prueba no se utilizó ningún diagrama.
En este contexto, en la segunda sección titulada “Das Brücken- und Dominoproblem
(El problema de los puentes y el problema de las fichas de dominó)”, König mencionó el
problema de los siete puentes de Königsberg como ejemplo de aplicación de los
teoremas.
Este problema fue considerado y publicado matemáticamente por primera vez por
Leonhard Euler (1707-1783). El problema es el siguiente: en Königsberg había un río
que corría de este a oeste; Al otro lado del río, había siete puentes como se muestra en la
figura.1; ¿Existe una ruta para cruzar cada puente una vez y sólo una vez o, de manera
más general, existe una ruta para cualquier otro tipo de ríos y puentes?
Ko˝nig introdujo este problema usando un mapa simplificado como el de la Fig.1, y
luego dio un diagrama como b de la Fig.1, que consta de pequeños círculos que
representan vértices correspondientes a áreas terrestres y líneas rectas o curvas que
representan aristas correspondientes a puentes. De esta manera, el diagrama mostrado en
b de la Fig.1Representa elementos geométricos que corresponden a un gráfico. A este
diagrama lo llamaré “diagrama tipo gráfico”.
En el diagrama de la Fig.1.b,Ko˝nig mostró sólo los elementos necesarios para
resolver el problema. En este diagrama, vemos que cada vértice está conectado a un
número impar de aristas. Ko˝ig concluyó, utilizando el teorema de la teoría de grafos
mencionado anteriormente, que no existe tal manera de cruzar cada puente una sola vez.
Por tanto, este diagrama es útil para resolver el problema utilizando conceptos
geométricos que representan una gráfica.
178 M. Wate-Mizuno

Figura 2Tomado del artículo de Euler en 1736 [22]

Fig. 3Tomado del artículo de Euler en 1736 [22]

Originalmente, ¿cómo abordó Euler el problema en su artículo “Solutio problematis


ad geometriam situs pertinentis (solución de un problema relacionado con la geometría
de la situación)” en 1736 [22]?
El artículo de Euler consta de veintiuna secciones, cada una de las cuales no tiene
título.
§ 1: Objeto de este artículo.Este artículo ofrece un espécimen de Geometriam situs.
§ 2: Introducción del problema.Siete puentes conectan cuatro áreas terrestres como se
muestra en la Fig.2.
¿Existe una ruta para cruzar cada puente una vez y sólo una vez? En términos más
generales, ¿existe tal ruta para otras formas de ríos y puentes?
§ 3: Elección de la forma de resolver el problema.Se puede resolver el problema
comprobando todos los rumbos posibles, pero Euler elige un método más sencillo, con
el que se podrá saber si dicha ruta existe o no.
§§ 4–5: Simbolización de los objetos del problema.Euler asigna los símbolos A,B,C,D
a las áreas terrestres y a,b,...,g a los puentes. Cada ruta se describe mediante una
secuencia de símbolos de áreas terrestres en el orden de paso. Por ejemplo, ABD es
una ruta que sale de A pasando por B hasta D, sin importar qué puentes se crucen.
Para describir una ruta para cruzar siete puentes se necesitan ocho símbolos.
§§ 6 a 9: Solución del problema de los siete puentes de Königsberg.Debido a que hay
dos puentes entre A y B, la secuencia de símbolos de la ruta requerida debe incluir dos
conjuntos de A y B adyacentes. La misma consideración se aplica a los otros puentes.
Euler intenta encontrar una ley para juzgar si tal secuencia de ocho símbolos existe o
no. Supongamos que un viajero cruza el puente a de la figura. 3. En la secuencia de la
ruta, A aparece una vez sin importar si el viajero sale de A o llega a A. De manera
similar, si A
tiene tres puentes y el viajero los cruza, A aparece dos veces en la secuencia del
recorrido. Generalmente, si A tiene un número impar de 2n + 1 de puentes, A aparece
n + 1 veces en la secuencia de la ruta. En el caso de Königsberg, A tiene cinco
puentes y cada uno de B, C y D tiene tres puentes. Por lo tanto, A aparece tres veces y
cada uno de B, C y D aparece dos veces en la secuencia de ruta. Pero tal secuencia no
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 179

puede realizarse con sólo ocho símbolos. Esto significa que no existe una ruta para
cruzar todos los puentes de Königsberg una sola vez.
§§ 10-13: Generalización del problema.Euler generaliza el problema a todas las formas
de puentes y superficies terrestres. Euler dice que, si la suma del número de símbolos
que aparecen en la secuencia es mayor que “(el número de puentes) + 1”, es imposible
encontrar una ruta que cruce cada puente una vez y sólo una vez. Euler dice también
que es posible si la suma del número de símbolos que aparecen en la secuencia es
igual a “(el número de puentes) + 1”, pero no está demostrado.
En el caso de que A tenga un número par de puentes, debemos considerar si el viajero
parte de A o no. Si el viajero no parte de A que tiene 2n puentes, A aparece n veces en
la secuencia de símbolos de la ruta. Si el viajero parte de A que tiene 2n puentes, A
aparece n + 1 veces en la secuencia de símbolos de la ruta. Si se deja de considerar el
punto de partida, entonces aparece un símbolo de un área terrestre n + 1 veces si el
área terrestre tiene un número impar 2n + 1 de puentes, y n veces si el área terrestre
tiene un número par 2n de puentes en la secuencia. de símbolos de la ruta. Si la suma
de los símbolos que aparecerán en la secuencia es igual a “el número de puentes + 1”,
existe una ruta para cruzar cada puente una y sólo una vez, donde el punto de partida
no puede ser ningún terreno que tenga un número par. de puentes. Si la suma de los
símbolos que aparecerán en la secuencia es igual a “el número de puentes”, existe una
ruta para cruzar cada puente una y sólo una vez, donde el punto de partida debe ser un
terreno que tenga un número par de puentes. , para aumentar en 1 el número de
símbolos que aparecerán en la secuencia. Pero Euler no da pruebas del caso en que
exista tal ruta.
Artículo 14: Invención de un algoritmo según los artículos 10 a 13.Euler ofrece un
algoritmo que, según él, se puede utilizar para saber si uno puede cruzar cada puente
una vez y sólo una vez en cualquier forma de ríos y puentes. Pero en realidad, es más
bien un algoritmo para saber si dicha ruta es imposible o no, porque Euler no da
pruebas de que exista dicha ruta.
1. Etiquetar el área del terreno con símbolos.A B C,
2. Anota “el número de puentes + 1”.
3. Haz una tabla con una columna que consta de A, B, C,..., y con la siguiente
columna que consta del número de puentes conectados a cada área de terreno.
4. Asterisco los símbolos de áreas terrestres que tienen un número par de puentes.
5. Haz otra columna que consta de:
• nortesi el área terrestre tiene un número par 2n de puentes,
• norte +1 si la superficie del terreno tiene algún número impar 2n + 1 de puentes.
6. Resume los números de la última columna. Si la suma es igual al número escrito
en el paso2, o si la suma es menor en 1, es posible una ruta para cruzar cada puente
una vez y sólo una vez, donde en el primer caso el punto de partida debe ser una de
las áreas de terreno sin asterisco; en este último caso, el punto de partida debe ser
una de las zonas de terreno marcadas con un asterisco.
Euler elabora una tabla de este tipo para el problema de Königsberg y concluye que
esa ruta es imposible.
180 M. Wate-Mizuno

Figura 4Tomado del artículo de Euler en 1736 [22]

4 15: Ejemplo diferente de los siete puentes de Königsberg.Euler da un ejemplo en el


que existe una ruta para cruzar cada puente una vez y sólo una vez (Fig.4), le aplica el
algoritmo mencionado anteriormente y proporciona dicha ruta. Pero aun así debemos
señalar que no proporciona ninguna prueba para el caso en que exista tal ruta.
8 § 16-17: Prueba del lema del apretón de manos.Para obtener una forma más sencilla
de juzgar si existe o no una ruta para cruzar cada puente una vez y sólo una vez, Euler
demuestra que el número de áreas de tierra que tienen un número impar de puentes es
un número par. Esto se llama el lema del apretón de manos en nuestros tiempos.
Prueba:Contar los puentes que tiene cada superficie terrestre. La suma de estos
números es apenas el doble que el número de todos los puentes, porque cada puente
conecta solo dos áreas terrestres y se cuenta el doble. Por tanto la suma del número de
puentes que tiene cada superficie de terreno es un número par. Si el número de áreas
de terreno que tienen un número impar de puentes es un número impar, la suma de los
números de puentes que tiene cada área de terreno no puede ser un número par.
Entonces, el número de áreas de tierra que tienen un número impar de puentes es un
número par.
9 Artículos 18 y 19: Simplificación del algoritmo del artículo 14.Debido a que la
suma del número de puentes que tiene cada área de terreno es el doble del número de
todos los puentes,

(La suma del número de puentes que tiene cada terreno) + 2


2
es solo el número escrito en el paso2del § 14. Si cada superficie terrestre tiene un
número par de puentes, la suma en el paso6 del § 14 es menor en 1 que el número
escrito en el paso2, con lo que Euler quiere decir que es posible una ruta para cruzar
cada puente una vez y sólo una vez. Debido a que cada área terrestre tiene un número
par de puentes, cualquiera de ellos puede ser el punto de partida.
Si solo 2 áreas de tierra tienen un número impar de puentes y las otras áreas tienen un
número par de puentes, la suma en el paso 6 del § 14 es igual al número escrito en el
paso2, con lo que Euler quiere decir que es posible una ruta para cruzar cada puente
una vez y sólo una vez. En este caso, el punto de partida debería ser una de las zonas
de terreno que tengan un número par de puentes.
Pero aun así debemos señalar que no da ninguna prueba de ello.
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 181
figura 5Tomado del cap. 6 de la segunda ed. de
Ball. en 1892 [9]

Si las áreas de terreno que tienen un número impar de puentes son 4, 6, 8 o más, la
suma en el paso6 del § 14 es mayor en 1, 2, 3 o más que el número escrito en el paso
2. Entonces no existe una ruta para cruzar cada puente una vez y sólo una vez.
4 20: Resumen de los artículos 18 y 19.Si más de dos áreas terrestres tienen un número
impar de puentes, es imposible cruzar cada puente una vez y sólo una vez.
Si sólo dos áreas de tierra tienen un número impar de puentes, y si el viajero elige una
de esas áreas de tierra como punto de partida, es posible cruzar cada puente una vez y
sólo una vez.
Si cada área de tierra tiene un número par de puentes, sin importar qué área de tierra
se elija como punto de partida, es posible cruzar cada puente una vez y solo una vez.
Pero aun así debemos señalar que Euler no da pruebas de las dos últimas
proposiciones.
5 21: Método para simplificar la forma de encontrar la ruta.Elimine los pares de
puentes que conectan dos áreas terrestres comunes y será más fácil encontrar una ruta
para cruzar cada puente una vez y solo una vez. Después de encontrar la ruta, vuelva a
colocar los puentes eliminados como estaban y será fácil modificar la ruta para
incluirlos.
Estas son todas las secciones que dio Euler.
Euler presentó un mapa que ilustra la situación. En el mapa, Euler mostró símbolos
para su prueba. La prueba de Euler solo necesitaba los símbolos de las áreas terrestres y
el número de puentes conectados a cada área terrestre. Para él los nombres de los puentes
no eran necesarios. Sin embargo, vemos que Euler mantuvo esta información en el mapa
(Fig.2). Además, la prueba no hace ninguna referencia a un diagrama. De hecho, más
precisamente, Euler no proporcionó ningún diagrama gráfico para este problema.
La información que no fuera necesaria para la solución del problema debía ser
eliminada de los diagramas incluidos en los textos de los matemáticos posteriores que
abordaron el problema. De hecho, el problema será abordado en varias publicaciones
dedicadas a las recreaciones matemáticas.
Considerémoslos ya que este análisis nos permitirá determinar quién introdujo por
primera vez un diagrama tipo gráfico en este contexto y cómo influyó en Ko˝ig para esta
característica de los diagramas.
En 1851, Émile Coupy tradujo al francés este artículo de Euler [17]; en 1882,
Édouard Lucas lo tradujo nuevamente al francés en el capítulo sobre el problema de los
puentes del vol. 1 de su serie sobre recreaciones matemáticas [31]. Sin embargo, ni
Coupy ni Lucas hicieron ninguna modificación significativa a las cifras de Euler. LXII
En 1892, Walter William Rouse Ball (1850-1925) abordó el problema dentro de un
contexto más general, ya que lo mencionó en el capítulo sobre “problemas unicursales”
en

LXIIExaminé la diferencia de las traducciones de Coupy y Lucas en el cap. 3 de mi tesis [51].


182 M. Wate-Mizuno

Figura 6Tomado de la Secta. 17.1 del libro de Ahrens de 1901 [1]

su libro dedicado a las recreaciones matemáticas [9]. En este nuevo contexto, Ball
presentó un nuevo tipo de diagrama (Fig.5) para el problema. En este diagrama, Ball
representó los puentes con líneas, algunas curvas y otras rectas, indicadas con letras
minúsculas, y las áreas terrestres con puntos indicados con letras mayúsculas. Ball
mencionó la correspondencia de la notación introducida para los puentes con el mapa de
Euler, pero no la utilizó en su consideración del problema y, de hecho, no es necesaria
para resolver el problema. Sin embargo, es notable que las líneas en este diagrama
representen elementos geométricos que corresponden a un gráfico. Como diagrama dado
al problema de los siete puentes de Königsberg, este es quizás el primer diagrama en
forma de gráfico.
En 1901, Wilhelm Ahrens (1872-1927) también, en su libro sobre recreaciones
matemáticas [1], trató el problema de los puentes. Sin embargo, para él el problema
aparecía en el capítulo sobre “Brücken und Labyrinthe (puentes y laberintos)”, es decir,
dentro de una clasificación de problemas realizada en función de su temática. Aún así,
dio aquí diagramas bastante similares al diagrama tipo gráfico de Ball (Fig.6).
El diagrama a de la Fig.6No tiene marcas para las líneas que representan los puentes,
sino que solo asocia letras a puntos que representan las áreas terrestres. Así pues, aquí
sólo encontramos la información necesaria para resolver el problema. Vemos que el
diagrama está dibujado para el problema y no como una representación de un objeto
matemático general. El diagrama b de la Fig.6representa el caso de ocho puentes, donde
se puede pasar por todos los puentes una vez y sólo una vez. El diagrama b tiene dígitos
unidos a líneas, pero su significado es diferente de las letras minúsculas que se muestran
en el diagrama de Ball: Ahrens dejó que estos números representaran el orden de paso
por los puentes, por lo tanto, estos números son información necesaria para representar
una solución al problema.
En 1905, el propio König también, en uno de los libros que en su juventud dedicó a
las recreaciones matemáticas en 1905 —mucho antes de la publicación de su tratado de
1936— trató el problema de los puentes en el capítulo sobre “A Königsbergi hidak ( los
puentes de Königsberg)” [28]. En relación a este problema, el libro de 1905 cita a Euler
[22], lucas [31], Pelota [11], Schubert [45], Ahrens [1]. Sin embargo, en cuanto al
diagrama dado para este problema, lo tomó del libro de Ahrens (Fig.7). Higo.7Es casi lo
mismo que el diagrama tipo gráfico de Ahrens. LXIII Supongo que el diagrama de Konig
para el problema de los puentes en 1905 fue tomado del diagrama de Ahrens en 1901.

LXIIIUna parte de la línea entre A y B del diagrama de König no está conectada, pero es sólo un error de
impresión. Debe ser continuo para mantener la coherencia del texto.
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 183
figura 7Tomado del cap. 4 del libro de Ko˝ nig de
1905 [28]

Es interesante que este diagrama de Ko˝ nig en 1905 todavía era diferente de su
diagrama en su tratado de 1936 donde, en lugar de los puntos indicados con letras
mayúsculas, se usaban pequeños círculos, que representaban los vértices de un gráfico.
Veremos que la representación de los vértices de un grafo con pequeños círculos y la
notación completa de los elementos de un grafo en 1936 delatan una influencia distinta al
problema de los puentes.

2.4 Polígonos, dominó y la introducción de las cuerdas flexibles

En la misma sección titulada “Das Brücken- und Dominoproblem (El problema de los
puentes y el problema de las fichas de dominó)” del tratado de König de 1936, trató otros
dos problemas provenientes de recreaciones matemáticas: uno relacionado con polígonos
y otro con fichas de dominó. . Los trató como otros ejemplos de su teorema sobre los
circuitos eulerianos. Un examen de la historia del tratamiento de estos problemas y de su
relación entre sí mostrará cómo tomó forma en este contexto otra característica de los
diagramas para gráficos.
El problema de los polígonos se formula de la siguiente manera: dado un polígono,
¿podemos recorrer cada arista y cada diagonal una sola vez con un solo trazo?
En cuanto al problema del dominó, se formula de la siguiente manera: un juego de
dominó consta de veintiocho piezas; en cada pieza se muestra un par de números enteros
del 0 al 6; aquí dejamos de lado las piezas doblemente numeradas con (0, 0), (1, 1), etc.
porque no desempeñan ningún papel en la cuestión considerada; la cuestión es ordenar
las veintiún piezas restantes de modo que los números adyacentes sean iguales entre sí.
Ko˝ig relacionó los tres tipos de problemas entre sí, lo que se puede hacer cuando uno
los reformula en términos de problemas relacionados con gráficas. Anteriormente, no se
discutían precisamente juntos en el mismo contexto. Como veremos pronto, Konig no
fue el primero en percibir su vínculo, pero sí el primer matemático en tratarlos
explícitamente como problemas relacionados, y lo hizo sobre la base de diagramas de la
teoría de grafos. Además, en el contexto en el que se entendía que los problemas estaban
conectados entre sí, tomó forma otra característica del diagrama: la naturaleza de las
líneas que representan los bordes eran “cuerdas flexibles”. Expliquemos qué queremos
decir con estas afirmaciones.
Para el caso de un heptágono, Ko˝ nig representó el problema de los polígonos
mediante el diagrama que se muestra en la figura.8. Podemos trazar cada borde y cada
diagonal de este diagrama una sola vez con un solo trazo.
En este caso, se utilizó el diagrama para resolver el problema.
184 M. Wate-Mizuno
Figura 8Tomado de la Secta.
2.2 del libro de Ko˝ nig de
1936 [29]

Figura 9Piezas de dominó


que dispuse de manera que
correspondieran al diagrama
de Konig mostrado en la Fig.8

Además, fue también utilizando el mismo diagrama de un heptágono como Ko˝ig


resolvió el problema de las fichas de dominó, mostrando así el vínculo entre ambas. Dejó
que cada vértice de un heptágono correspondiera a un número de una pieza de dominó, y
que cada borde del mismo correspondiera a una pieza de dominó. Mediante esta
representación, la solución al problema del dominó correspondía exactamente a la
solución al problema del heptágono. Ko˝ nig no dio ningún diagrama específico para el
dominó, pero entendemos fácilmente la relación de las soluciones a estos dos problemas
diferentes en la figura. 9.
Lo importante es que el problema de los polígonos y el problema del dominó no
fueron tratados como iguales en ninguno de los textos matemáticos anteriores en los que
ambos aparecieron.
En 1809, Louis Poinsot (1777-1859) abordó el problema de los polígonos en su
conferencia sobre “les polygones et les polyèdres (los polígonos y los poliedros)”. Esta
conferencia se publicó como memoria en 1810 [38]. El problema que consideramos fue
descrito en la Sección. 18 de estas memorias.
Poinsot describió el problema de la siguiente manera:
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 185
Poinsot (1809/1810)[38],Secta. 18, págs. 28-29, mi traducción del francés .

[ ] El problema es, entre puntos


...

colocados en el espacio que se


quiera, llevar una misma cuerda
flexible [fil flexible] que una los
puntos de dos en dos de todas
las maneras posibles, de modo
que los dos extremos de la
cuerda se vuelvan a unir al final,
y que la longitud total
todas las distancias mutuas.
LXIV
debe ser igual a la suma de

Poinsot explicó por qué la solución sólo es posible para un número impar de puntos.
Lo hizo utilizando el concepto de “cuerda flexible”: cuando los puntos son pares, todavía
se puede conducir una cuerda que conecte los puntos de dos en dos de todas las maneras
posibles, pero esta cuerda debe pasar dos veces desde cualquiera de los puntos a
cualquier otro, antes de que se vuelvan a unir los dos extremos y, estando cerrada la
cuerda, la longitud total será igual al doble de todas las distancias mutuas de los puntos
propuestos.
Poinsot trató este problema con puntos en un espacio, lo que significa que los puntos
y la cuerda flexible no necesariamente forman un polígono. Sin embargo, en las
secciones siguientes de sus memorias, analizó este problema en el caso de que los puntos
se proyecten sobre un plano. Por proyección de los puntos sobre un plano, consideramos
este problema como el de los polígonos. De hecho, en la Sección. 23, Poinsot relacionó
este problema en el caso de cuatro puntos con un cuadrilátero con dos diagonales; y
finalmente en Sectas. 24 y 25, aplicó este problema a polígonos arbitrarios.
En su publicación, Poinsot no utilizó ningún diagrama para discutir este problema.
Sin embargo, es notable que haya utilizado el concepto de “cuerda flexible” para
describir el camino y resolver el problema.
De hecho, la idea de cuerdas flexibles se remonta a un artículo de Alexandre-
Théophile Vandermonde (1735-1796), que Poinsot mencionó al comienzo de sus
memorias. El escribio:
Poinsot (1809/1810)[38],págs. 16-17, mi traducción del francés.

[ ] Vandermonde dio, en las


...

Memorias de la Academia de
Ciencias de 1771, una solución
más sencilla, LXV
lo cual se dedujo de una notación particular que inventó
para este tipo de problemas, y que aplicó también a la representación de un tejido o red formada con
los sucesivos nudos de varias cuerdas. [...]
LXIVA pesar de que Poinsot habla de una cuerda flexible, utiliza la longitud. Esto significa que se pierde
la “geometría de la situación”.
LXVPoinsot mencionó a Vandermonde [50] en el contexto del problema del movimiento del caballo
sobre un tablero de ajedrez, como uno de los problemas relacionados con la “geometría de la situación”.
Quería decir que la solución de Vandermonde era más simple que la de Euler [23].
186 M. Wate-Mizuno

Suponemos, por tanto, que Poinsot obtuvo el concepto de cuerdas flexibles del artículo
de Vandermonde “Remarques sur des problèmes de position (comentarios sobre los
problemas de situación)” en 1771 [50].
Sin embargo, Vandermonde no trató los polígonos en su artículo de 1771. Por lo
tanto, Poinsot tomó su idea de cuerdas flexibles y la utilizó en un contexto
completamente diferente. Además, como vimos en las memorias de Poinsot de 1810 (ver
pág.183), Poinsot no sólo usó lo que usó Vandermonde, sino que agregó medidas de
longitud, es decir, la “geometría de la situación” se perdió en las memorias de Poinsot.
Por otro lado, la preocupación de Vandermonde era la notación que debían utilizar los
trabajadores que hacían una trenza, una red o nudos. Estos trabajadores no conciben estas
situaciones espaciales
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 187

en términos de tamaño, sino en términos relacionados con la situación de las cuerdas


entre sí. Lo que ven los trabajadores es el orden en que se entrelazan las cuerdas.
Vandermonde intentó crear un sistema de notación que se ajustara más al proceso de
la mente del trabajador. Esta notación fue la base sobre la cual encontraría una solución
al problema. Para ello necesitaba una notación que representara sólo la idea formada a
partir de su trabajo, que pudiera ser suficiente para volver a hacer algo similar en
cualquier momento.
El objetivo del artículo de Vandermonde de 1771 era sólo dar una idea de la
posibilidad de este tipo de notación y su uso en cuestiones relacionadas con textiles
compuestos de cuerdas.
Para ello, Vandermonde describió cada punto de una cuerda con su posición espacial.
Para representar la posición espacial, se divide un espacio tridimensional en
paralelepípedos. Cada paralelepípedo está indicado con un triple de números –
Vandermonde lo llamó “trois nombres assemblés, ainsi cab (tres números reunidos, de
modo que cab)”–, cada término de los cuales corresponde a una posición del
paralelepípedo en cada eje del espacio. Al poner los tripletes en el orden de los
paralelepípedos por donde pasa una cuerda, se obtiene una secuencia de tripletes, que
denota una forma de la cuerda.
A partir de tal secuencia de tripletas, se puede reproducir el tejido o los nudos
haciendo pasar una cuerda por los paralelepípedos indicados por las tripletas en orden.
Vandermonde aplicó esta notación a un espacio bidimensional para resolver el
problema del movimiento del caballo en un tablero de ajedrez:
Vandermonde (1771)[50],pag. 568, mi traducción del francés.
Dejar que el caballo recorra todas las casillas de un tablero de ajedrez sin visitar dos veces la misma
casilla, como resultado se determina una determinada huella del caballo en el tablero de ajedrez; o
bien, suponiendo un alfiler fijado en el centro de cada cuadrado, determinar el curso de una cuerda
pasada una vez alrededor de cada alfiler, según una ley a partir de la cual buscaremos la expresión.

Vandermonde hizo que la traza de un caballero correspondiera a una cuerda, cada


cuadrado a un alfiler.
Para trazar un caballo en un tablero de ajedrez, se aplica la notación mencionada
anteriormente. Debido a que la traza está en un plano, la secuencia correspondiente a la
traza es una secuencia de pares de
números, cada número de los cuales consta de cualquiera de los
cama y desayuno±1
números 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8. o bb±2
El movimiento de un caballo sobre un tableroAutomóvil club de ajedrez se denota
como
Para simplificar la solución, utilizamos la simetría de la traza del caballo: si creamos una
secuencia del movimiento de un caballo e intercambiamos los números de las parejas: 8 a
1, 7 a 2, 6 a 3, 5 a 4 y viceversa. . Luego obtendremos una nueva secuencia que denota
un rastro de simetría de caballero con respecto a la original.
Por lo tanto, para obtener la traza de un caballo visitando todas las casillas de un
tablero de ajedrez una vez y sólo una vez, primero necesitamos crear sólo una traza
dentro de las casillas denotadas con una secuencia de pares con los números 1, 2, 3 y 4, y
luego obtenemos otra secuencia intercambiando los números de un eje, otra secuencia
más intercambiando los números del otro eje, y la otra secuencia intercambiando los
números de ambos ejes.
Obtenemos así cuatro secuencias que denotan cuatro trazas separadas que, en su
conjunto, visitan todas las casillas de un tablero de ajedrez una vez y sólo una vez.
Estas cuatro secuencias se pueden conectar, sin interrumpir el movimiento del
caballo, uniendo dos secuencias o insertando una secuencia entre dos pares de otra
secuencia.
188 M. Wate-Mizuno

Cabe señalar que, para resolver el problema, Vandermonde no utilizó los conceptos
de “cadenas” y “alfileres”, sino secuencias de números que denotan cadenas.
A pesar de no utilizar la formulación en términos de cuerda y alfileres para resolver el
problema, Vandermonde dio un diagrama correspondiente a estos conceptos para
representar su resultado.
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 189
Figura 10Tomado del artículo de Vandermonde en
1771 [50].

sobre “la forme de la trace du cavalier sur l'échiquier, déterminée par cette suite (la forma
de la traza del caballo en el tablero de ajedrez, determinada por esta secuencia)”.
Comparar la figura.10. Vemos en este diagrama que Vandermonde usó pequeños círculos
que representaban alfileres fijados en un tablero de ajedrez. Estas características de su
diagrama evocan la forma de diagrama utilizada en el tratado de Ko˝ig de 1936, así como
en los textos sobre teoría de grafos de la actualidad.
Supongo que Poinsot, inspirado en el artículo de Vandermonde de 1771, tenía en
mente no sólo el concepto de “cuerda flexible” sino también el concepto de “alfileres”.
De hecho, Poinsot condujo una cuerda flexible entre los “puntos colocados en el espacio
como quieras”, al igual que Vandermonde dejó que una cuerda pasara por cada “alfiler
fijado en el centro de cada cuadrado” de un tablero de ajedrez. La forma de utilizar los
puntos de Poinsot es la misma que la forma de utilizar los pines de Vandermonde. En
otras palabras, los “puntos” de Poinsot desempeñaron el papel de “alfileres” en la
representación geométrica de Vandermonde.
En los términos utilizados en el tratado de König de 1936, Poinsot aplicó estos
conceptos a un problema relacionado con circuitos eulerianos, mientras que
Vandermonde los aplicó a un problema relacionado con circuitos hamiltonianos. De
hecho, en 1936, Ko˝ig consideró ambos problemas como ejemplos de problemas más
generales: el problema de los polígonos se trató como un problema de circuitos
eulerianos, mientras que el problema de los movimientos de un caballo se trató como un
problema de circuitos hamiltonianos.
Sin embargo, Poinsot, consciente o no, relacionó estos dos problemas con los
conceptos de cuerda flexible y alfileres.

2.5 Otra vez polígonos y dominó: un solo diagrama y una sola


Forma de utilizarlo para dos problemas distintos

Más tarde, Ko˝ig fue más allá: no sólo describió los problemas recreativos sobre la base
de los conceptos comunes de la teoría de grafos, sino que también formuló los problemas
generales relacionados con el objeto general de los grafos para los cuales eran casos
particulares.
La conferencia de Poinsot de 1809 no mencionó ninguna relación entre el problema
de los polígonos y el problema del dominó. En 1849 [49], Orly Terquem (1782-1862)
publicó el comentario a las obras de Poinsot sobre los polígonos. En este comentario,
aludió a la relación entre el problema de los polígonos y el problema del dominó
190 M. Wate-Mizuno

mencionando la cuestión

Figura 11Tomado del cap. 2 del vol. de Lucas. 1 en 1882 [31]

de dominó justo después de la descripción del problema de los polígonos de Poinsot que
examinamos en la sección. 2.4. Al final del comentario, Terquem describió lo siguiente:
Terquem (1849)[49],pag. 74, mi traducción del francés.

[ ] La determinación del número


...

de soluciones posibles para un


número impar de puntos es un
problema cuya solución se
desea. Se lo propuse a algunos
geómetras distinguidos, pero no
obtuve nada. El juego de
dominó plantea una pregunta de
este tipo: ¿de cuántas maneras
se pueden colocar todas las
fichas de dominó en una sola
línea obedeciendo la ley del
juego? Se pueden dejar de lado
las piezas con doble número.
Claramente, Terquem no dio ninguna descripción precisa de la relación ni ningún
diagrama que represente esta idea. Sin embargo, ésta parece ser la primera mención de
una relación entre el problema de los polígonos y el problema del dominó.
Del mismo modo, en cuanto a la relación entre el problema de los polígonos y el
problema del dominó, ya en 1883 Lucas era consciente de la relación entre el problema
del heptágono y el problema del dominó, porque lo mencionó en su nota al capítulo sobre
“Le jeu de dominos (los juegos de dominó)” puesto al final del vol. 2 de su serie de
recreaciones matemáticas [32]. Pero en aquel momento no dio ninguna descripción
precisa sobre esta relación.
Finalmente en 1894, en el capítulo sobre “La Géométrie des réseaux et le problème
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 191

des dominos (la geometría de las redes y el problema del dominó)” en el vol. 4 de su
serie de recreaciones matemáticas [34], Lucas declaró que la idea de relacionar un
heptágono con el problema del dominó mencionado en el vol. 2 fue dado por Laisant.LXVI
Si volvemos ahora a la historia de la relación entre el problema de los puentes y el de
los polígonos, observamos que en 1882 Lucas trató el problema de los polígonos con los
diagramas que se muestran en la Fig.11. Además, incluyó el problema en el vol. 1 de su
serie sobre recreaciones matemáticas, en el capítulo dedicado al problema de los puentes
[31].
En este caso, no es haciendo uso de términos comunes para formular diferentes
problemas que Lucas indicó algo común entre ellos. Lucas lo hizo clasificándolos en el
mismo capítulo de su libro. Este hecho indica que Lucas reconoció que ambos problemas
podían tratarse de la misma manera.
Además, Lucas describió en este capítulo las relaciones entre un conjunto más amplio
de problemas, ya que destacó las relaciones entre cuatro temas diferentes de recreaciones
matemáticas: puentes, laberintos, polígonos y dominó.

Figura 12Tomado de la Secta. 3.1 del libro de Ko˝nig de 1936 [29]

Sin embargo, Lucas no discutió estos cuatro temas explícitamente sobre la misma
base, mientras que Ko˝ig lo hizo sobre la base de diagramas de la teoría de grafos.
Los vínculos que Lucas pudo establecer entre estos temas dependieron de ideas que
Tarry había presentado en una conferencia en 1886 [48], que discutiremos más
completamente en la Sección. 3.
Consideremos primero la historia del tratamiento del cuarto tipo de problema que
Lucas vinculó a los tres primeros considerados anteriormente.

2.6 Laberintos cuyos cruces se volvieron importantes

El tratado de König de 1936 también incluía un capítulo titulado “Das


Labyrinthenproblem (El problema de los laberintos)”. En él, abordó el siguiente
problema: ¿cómo puedo llegar a un lugar determinado (un punto de bifurcación o un
bucle) caminando por un laberinto sin un mapa? Dio tres diagramas diferentes para el
mismo ejemplo: en el diagrama a de la Fig. 12, las líneas son las paredes de un laberinto,
y un viajero del laberinto atraviesa el espacio entre las líneas; en el diagrama b de la Fig.

LXVICharles-Ange Laisant (1841-1920) fue matemático y director de algunas revistas de matemáticas.


192 M. Wate-Mizuno

12, las rectas y los pequeños círculos son caminos y cruces de un laberinto, el cual se
representa mediante las aristas y vértices de un gráfico; el diagrama c en la Fig. 12es una
transformación del diagrama b. Con el diagrama c, Ko˝ nig demostró que la posición
absoluta de los vértices y las aristas se ignora en la teoría de grafos, y que sólo la relación
entre los vértices y las aristas es importante para resolver el problema.
Una solución a este problema fue publicada por primera vez en 1882 por Lucas en el
capítulo sobre “Laberintos” en el vol. 1 de su serie sobre recreaciones matemáticas [31].
Lucas dice al respecto que esta solución la había dado Trémaux, un telegrafista y antiguo
alumno de la escuela politécnica. Lucas incluyó una prueba de la exactitud de la
solución. Sin embargo, en el tratado de König de 1936, señaló que “Dieser Lucassche
Beweis ist nicht vollständig (esta prueba de Lucas no está completa)”.
Concentrémonos en los diagramas utilizados por Lucas. En la prueba de la solución,
Lucas usó diagramas que representan una parte de un laberinto. Uno de los diagramas de
Lucas se muestra en la Fig.13.
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 193
Figura 13Tomado del cap. 3 del vol. de Lucas. 1 en 1882
[31].

En los diagramas de Lucas, las líneas representan “chemins (caminos)” y los puntos
donde las líneas se cruzan representan “carrefours (cruces)”.
Vemos en este diagrama otras características: las flechas indican las direcciones del
paseo; las marcas que cruzan las líneas indican los caminos por los que ya se ha
caminado. En otras palabras, tenemos aquí un diagrama tipo gráfico con más marcas.
Lucas usó líneas que representaban los caminos de un laberinto en 1882, tal como lo
hizo Ko˝ig en su tratado de 1936, usando para este problema líneas que representaban los
bordes de un gráfico. Ko˝ig utilizó así un tipo general de diagrama para representar el
problema del laberinto, mientras que Lucas dibujó un diagrama específico para el
problema considerado. Sin embargo, ambos diagramas se parecen. Además, Lucas no
utilizó pequeños círculos en sus diagramas para el problema de los laberintos. Esto está
relacionado con el hecho de que Lucas no consideró los vértices del gráfico como
elementos relevantes para la solución. Por otro lado, en los diagramas de König de 1936,
los pequeños círculos representaban vértices, correspondientes a los cruces de un
laberinto, y esta representación se utilizó también para todos los demás problemas de
puentes, polígonos y dominó. Lo veremos en la Sección. 3cómo esta forma común de
diagrama llegó a utilizarse en todos los problemas de la teoría de grafos, y cómo este
detalle da testimonio del proceso histórico mediante el cual König adoptó estas
representaciones.
Para resumir nuestras conclusiones hasta ahora, vimos en esta sección que Ko˝ig, en
su tratado de 1936, discutió diferentes problemas de recreaciones matemáticas (puentes,
polígonos, dominós y laberintos) usando los mismos conceptos generales asociados a la
gráfica con los mismos términos. tipo de diagrama; por otra parte, los trabajos anteriores
no trataron estos temas de la misma manera.
Veremos en la siguiente sección que la charla de Tarry jugó un papel importante en la
transformación de la forma de utilizar los diagramas.

3 El significado de la charla de Tarry


Examiné textos escritos por Ko˝ig y otros matemáticos antes de 1936, y descubrí que la
charla de Tarry en una conferencia en 1886 jugó un papel importante en relación con mi
pregunta: es decir, cómo tomó forma la representación de gráficas en diagramas de teoría
de grafos.
Ahora estableceré que el papel desempeñado por la charla de Tarry se relaciona con
su forma de utilizar los diagramas.
Primero digamos algunas palabras sobre la persona. Gaston Tarry (1843-1893) fue un
funcionario público que trabajaba para la administración financiera francesa en Argel y
un aficionado.
194 M. Wate-Mizuno

matemático. Dio una charla en la 15ª sesión de la Association française pour


l'avancement des sciences en Nancy en 1886 [48]. Su título era: “Géométrie de situación:
nombre de manières distintivos de parcourir en une seule course toutes les allées d'un
labyrinthe rentrant, en ne passant qu'une seule fois par chacune des allées (Geometría de
situación: número de modos distintos de caminar en un solo recorrido a lo largo de todos
los callejones de un laberinto recurrente, al pasar por cada uno de los callejones solo una
vez)”. Aquí, por “labyrinthe rentrant (laberinto recurrente)” se refería a un laberinto en el
que el número de callejones que conducen a cada cruce es siempre un número par.
Este problema es diferente de nuestro problema de laberintos. El tema de este
problema es, en términos modernos, el número de todos los circuitos eulerianos del
laberinto leídos en forma gráfica. Es decir, Tarry abordó algo relacionado con el
problema de los puentes utilizando los conceptos asociados a los laberintos, por ejemplo
“caminar”, “callejones”, “cruces”, etc.
Las actas de esta sesión constan de dos volúmenes: el volumen 1 presenta los
resúmenes de las charlas preparadas por la secretaría de la Asociación, y el vol. 2
contiene los artículos escritos por los ponentes. Los diagramas correspondientes a los
artículos se encuentran al final del vol. 2.
El resumen de la charla de Tarry fue escrito por otra persona,LXVII y dice lo siguiente:
Editor: secretaría de la Asociación (1887)[48],pag. 81 de la Parte 1, mi traducción del francés .
Sr. TARRY, en Argel.
Sobre un problema de geometría de situación.. — El Sr. Tarry demuestra dos teoremas sobre las
figuras.LXVIII que se puede dibujar con un solo trazo continuo, sin interrupción ni repetición. Estos dos
teoremas permiten encontrar el número de soluciones. LXIX en un gran número de casos; aplica su
procedimiento al problema de Reiss,LXX sobre el juego de dominó, y obtuvo nuevamente los
resultados del Doctor Reiss en dos páginas, mientras que la solución mucho más larga de Reiss
ocupa 60 páginas en el número 4 de los Annali di Matematica.
Discusión. — El presidente de la sección LXXI destaca la extrema elegancia y la gran sencillez de este
nuevo método.

Aunque en este resumen se menciona el dominó, no se menciona en el texto de Tarry.


Los detalles del problema del dominó tal vez sólo se dieron a la audiencia de su charla.
La cuestión que debemos abordar entonces es comprender los medios por los cuales
los conceptos y diagramas se hicieron posibles.
En el texto del procedimiento, Tarry demostró dos teoremas y un corolario. Primero
demostró el “Théorème des impasses (Teorema de los callejones sin salida)”. Un callejón
cuyos dos extremos conducen a un cruce idéntico se llama “impasse (callejón sin
salida)”. En la terminología actual de la teoría de grafos, el “impasse (callejón sin

LXVIINo está claro quiénes fueron los autores de los resúmenes, pero alguien en la oficina de la sección
que contenía la charla de Tarry pudo haber sido el autor: Président d'honneur: M. le Géneral FROLOW,
major général du génie russe (mayor general ruso de ingeniería); Presidente: M. Ed. LUCAS, Prof. de
matemáticas. spéciale au Lycée Saint-Louis (Profesor de matemáticas superiores en el Instituto Saint-
Louis); Vicepresidente: M. Laisant, Député de la Seine, Anc. Él. de l'Éc. Polit. (Diputado del Sena,
antiguo alumno de la Escuela Politécnica); Secretario: M. HEITZ, Él. de l'Éc. centro des Arts et
Manufact. (Estudiante de la escuela central de Artes y Manufactura).
LXVIIITarry habló de figuras de laberintos según su artículo del vol. 2 del proceso.
LXIXEl problema tratado por Tarry era, por tanto, diferente del problema tratado por Poinsot, quien
describió la posibilidad de trazar todos los bordes y diagonales de un polígono una vez y sólo una vez
con un trazo.
LXXMichel Reiss (1805-1869) fue un matemático de Frankfurt que trabajó principalmente en la teoría
de los determinantes. Publicó un artículo sobre dominó “Evaluación del nombre de combinaisons
desquelles les 28 dés d'un jeu du domino sont susceptibles d'après la règle de ce jeu” (1871) de 58
páginas [42].
LXXIEs decir, Édouard Lucas.
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 195

salida)” corresponde a un bucle en un vértice. El teorema es el siguiente:

Teorema de los callejones sin salidaEn un laberinto recurrente, si se elimina un


callejón sin salida, entonces se reduce el número de recorridos distintos del laberinto y
luego se multiplica el número de recorridos distintos del laberinto reducido por el
número de callejones que conducen al cruce situado en el callejón sin salida eliminado.
es igual al número de recorridos distintos del laberinto primitivo. Cada uno de los otros
callejones sin salida en el cruce también se cuentan como dos callejones.

Sea N el número de recorridos distintos del laberinto reducido. Sea 2n el número de


sus callejones que conducen al cruce que estaba situado en los callejones sin salida
eliminados. El teorema se escribe con N y 2n: el número de recorridos distintos del
laberinto primitivo es igual a N x 2n. La prueba es la siguiente: consideremos cualquiera
de los N distintos recorridos del laberinto reducido; en este curso, pasarás n veces por el
cruce situado en el callejón sin salida eliminado; para caminar en el laberinto primitivo,
en cualquiera de estos n pasajes, se interrumpe la caminata cuando se llega al cruce del
callejón sin salida, se recorre todo este callejón sin salida, que se debe hacer en dos
direcciones diferentes, y, después Volviendo al cruce, completa tu paseo por el laberinto;
como resultado, cada uno de los N recorridos distintos del laberinto reducido
suministrará 2n recorridos distintos del laberinto primitivo; los N distintos recorridos del
laberinto reducido suministrarán por tanto N x 2n recorridos del laberinto primitivo;
evidentemente, estos N x 2n recorridos del laberinto primitivo son todos distintos, y no
hay otra manera de recorrer el laberinto primitivo en un solo recorrido; El teorema queda
así demostrado.
Y luego Tarry dio el siguiente corolario:

CorolarioSi2 (n + k) callejones conducen a un cruce, y 2k de ellos pertenecen a k


callejones sin salida, entonces el número de recorridos distintos del laberinto dado es
igual al producto de n (n + 1) (n + 2). .(n + k — 1) 2k y el número de recorridos distintos
del laberinto reducido obtenidos después de eliminar k callejones sin salida del laberinto
dado.

De hecho, si se añaden sucesivamente cada uno de estos k callejones sin salida al


laberinto reducido, entonces este procedimiento da el número de recorridos distintos
multiplicados sucesivamente por 2n, 2(n + 1), 2(n + 2),... 2(norte + k—1).
Para calcular el número de recorridos distintos, utilizando el teorema de los callejones
sin salida, eliminamos los callejones sin salida del laberinto dado y simplificamos el
cálculo al caso del laberinto sin callejones sin salida.
Tarry luego demostró el siguiente teorema:

Teorema(para reducir los cruces) Se proporciona un laberinto recurrente que consta de k


cruces sin callejones sin salida; N es uno de los cruces del laberinto recurrente; sea 2n el
número de callejones que conducen a N; el número de recorridos distintos del laberinto
dado es igual a la suma de los números de recorridos distintos de 1 x 3 x 5 x 7 ... (2 n - 1)
laberintos recurrentes que constan de no más de k - 1 uniones. Estos 1 x 3 x 5 x 7... (2 n
— 1) nuevos laberintos se obtienen mediante el siguiente procedimiento:

1. agrupar el2n callejones que conducen al cruce N en n pares de callejones en todas las
formas posibles;
196 M. Wate-Mizuno

2. y luego, en cada uno de los grupos,


(a) reemplazar cada par de callejones con un nuevo callejón que une el2 cruces a los
que conducen los puntos finales del par de callejones, o,
(b) en el caso de que el2 callejones del par conducen a un cruce idéntico, reemplace
el par de callejones con un callejón sin salida en este cruce.

Tarry demostró este teorema de la siguiente manera: agrupa los 2n callejones que
conducen al cruce N en pares de callejones de todas las formas posibles; obtendremos (2
n — 1)(2 n — 3)... x 5 x 3 x 1 grupos diferentes; a cada uno de estos grupos,
relacionamos todos los recorridos del laberinto dado; en estos cursos, en cada paso por el
cruce N, el callejón que conduce a él y el callejón que se aleja de él pertenecen a un par
del grupo considerado; vemos fácilmente que el número de cursos a encontrar será igual
a la suma de los números de cursos distintos correspondientes a cada grupo, de la forma
mostrada anteriormente; considere los cursos de uno de estos grupos y examine los n
pares de callejones que componen el grupo; en cada uno de estos n pares de callejones,
los dos callejones, que se consideran salidas del cruce N, conducen a dos cruces
diferentes A, B o a un cruce idéntico C; en el primer caso, se sustituyen los 2 callejones
NA, NB por un nuevo callejón AB que une los cruces A y B sin cambiar el número de
recorridos, porque este cambio supone sustituir la vía ANB o BNA por las vías
equivalentes AB o BA; en este último caso, los dos callejones que unen los cruces N y C
se sustituyen por un callejón sin salida que pasa por el cruce C; El teorema queda así
demostrado.
Después de demostrar estos teoremas, Tarry dio un procedimiento para calcular el
número de recorridos distintos de cualquier laberinto recurrente:
1. Aplique el “teorema de los callejones sin salida” y el “teorema de la reducción de
uniones” a un laberinto recurrente determinado. Según los teoremas, el número de
uniones del laberinto se reducirá y obtendremos una ecuación entre el número de
recorridos distintos del laberinto reducido y el del laberinto antes de que se redujera.
2. Repita el proceso 1 para que finalmente obtengamos laberintos que contengan solo
dos cruces sin callejones sin salida.
3. Cuente el número de laberintos que contienen sólo dos cruces sin callejones sin
salida: dos cruces de dicho laberinto están conectados con 2n callejones, por lo tanto,
el número de recorridos distintos es igual a 2 (2 n — 1)(2 n — 2). .4 x 3 x 2 x 1 si se
cuenta cada dirección de la caminata.
4. Sustituya la variable de la última ecuación por el número de recorridos distintos del
último laberinto, es decir, el laberinto que contiene sólo dos cruces sin callejones sin
salida. Obtendremos así el valor de la variable de la ecuación anterior.
5. Repetimos las sustituciones y obtendremos finalmente el número de recorridos
distintos del laberinto primitivo.
Para dar una aplicación de este procedimiento, Tarry seleccionó un laberinto
recurrente donde los callejones forman los bordes y las diagonales de un heptágono.
Reconocemos aquí que esta aplicación proporciona el número de soluciones posibles al
problema de los polígonos de Poinsot.
Tarry utilizó un nuevo tipo de diagrama como se muestra en las Figs. 14, 15, dieciséis
y 17.
En estos diagramas utilizó varios signos como círculos y triángulos equiláteros unidos
a un círculo.
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 197

Figura 14Diagramas de Tarry, la mitad izquierda de la primera hoja [48]

Tarry dio notas explicativas para leer sus diagramas. Las oraciones entre “[” y “]” a
continuación son mis comentarios.
CírculoCruce del laberinto.
[Reconocemos aquí que los elementos que se convertirían en los vértices del gráfico
están explícitamente señalados.]
Línea recta que conecta dos círculos.Callejón del laberinto que conecta dos cruces.
198 M. Wate-Mizuno

Figura 15Diagramas de Tarry, la mitad derecha de la primera hoja [48]

[Una línea recta representa cualquier tipo de callejón y se usa desde el punto de vista
que se describe, como fue el caso de los polígonos anteriores.]
Triángulo equilátero que tiene una esquina en un círculo.Callejón sin salida (callejón,
ambos extremos conducen al mismo cruce correspondiente al círculo).
Letra al lado de cada figuraLa letra indica cada cifra, y a su vez en la ecuación,
representa el número de cursos correspondientes a dicha cifra. [Vea el detalle a
continuación.]
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 199

Figura 16Diagramas de Tarry, la mitad izquierda de la segunda hoja [48]

En los primeros diagramas de la Fig. 14, vemos la ecuación X = 15H. X representa el


número de recorridos distintos del laberinto heptagonal que queremos obtener. H
representa el número de recorridos distintos del laberinto hexagonal, que es un laberinto
reducido del laberinto heptagonal. Obtenemos el número “15” del número de callejones
que conducen a uno de los cruces del laberinto heptagonal “6”: cuando agrupamos los
seis callejones que conducen al cruce en pares de callejones de todas las formas posibles,
obtenemos 5 x 3 x 1 grupos diferentes, es decir, 15. Aplicando el teorema de reducción
de uniones, obtenemos la ecuación X = 15H. Cuando
200 M. Wate-Mizuno

Figura 17Diagramas de Tarry, la mitad derecha de la segunda hoja [48]

Eliminamos el cruce del laberinto heptagonal X, los seis callejones se reducen a tres
callejones, que forman líneas dobles en la figura del laberinto hexagonal H.
En las siguientes figuras, el laberinto hexagonal H se reduce a los laberintos
pentagonales P1,P2,P3,P4. Estos cuatro laberintos pentagonales se dibujan de manera
diferente porque las líneas múltiples están conectadas de manera diferente dependiendo
de las formas de agrupar los seis callejones que conducen a una de las uniones del
laberinto hexagonal en tres pares de callejones: para P1, contamos
los grupos trayendo cinco callejones dobles; para P2, contamos los grupos que traen tres
callejones dobles y un callejón triple; para P3, contamos los grupos que traen cuatro
callejones dobles; para P4, contamos los grupos que traen dos callejones triples. Además,
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 201

cada uno de P3 y P4 tiene un callejón sin salida, por lo que les aplicamos el corolario con
k = 1, n = 2. Multiplicamos así el recuento de grupos por (2 + 1 — 1)21 = 4 para obtener
el número de cursos distintos. Luego obtenemos la ecuación H = 8P 1 + 4P2 + 4 x 2P3 +
4 x P4.
Siguiendo el procedimiento de manera similar, obtenemos sucesivamente las
siguientes ecuaciones:

X= 15H
h= 8 P1 + 4 P2 + 8 P3 + 4 P4

PAG1 = 6 Q1 + 4 Q 2 + 16 Q 3 + 16 Q 4
PAG2 = 8 Q1 + 16 Q 3 + 2 Q 5 + 16 Q 6
PAG3 = 2 Q1 + Q2
PAG4 = 2 Q1 + Q5
q1 = 6 T1 + 24 T2 + 48 T3
q2 = 8 T1 + 24 T2 + 64 T4
q3 = 2 T1 + 4 T2
q4 = 2 T2 + 4 T3
q5 = 48 T2 + 24 T5
q6 = 2 T2 + 2 T5
t1 = 6 re 1 + 144 re 2
t2 = 2 re 1 + 16 re 2
t3 = 12D2
t4 = 2D 2 + 4D 3
t5 = D1
D1 = 240
D2 = 12
D3 = 2
De estas ecuaciones obtenemos finalmente el número de recorridos distintos del
laberinto heptagonal X = 129976320.
Tarry no mencionó el problema del dominó en el texto de las actas, pero vemos en las
hojas de diagramas la leyenda “TARRY—PROBLÈME DES DOMINOS (Tarry—
problema del dominó)”. Este título respalda la descripción del resumen de que Tarry
aplicó sus teoremas al problema del dominó. Además, reconocemos que los diagramas
dados para el cálculo del número de recorridos distintos de un laberinto heptagonal
fueron utilizados, en su charla, para el problema del dominó. Reconocemos, por tanto,
que Tarry relacionó el problema de los polígonos con el problema del dominó.
En los diagramas de Tarry encontramos una representación clara de los cruces de un
laberinto, que corresponde a los vértices de un gráfico en términos modernos, mientras
que tal representación no se encontró en el diagrama de Lucas utilizado para resolver el
problema del laberinto (Fig.13), ni en el de polígonos
(Higo.11). La representación de Tarry sugiere la importancia de las uniones, que
corresponden a los vértices de un gráfico, lo cual sigue siendo importante en el tratado de
Konig de 1936.
Es notable que Tarry relacionara el problema de los puentes con los conceptos de
202 M. Wate-Mizuno

laberintos, aunque en esta charla no trató el mismo problema de laberintos que


discutimos en la sección. 2.6. Además, aplicó su resultado al problema del dominó
utilizando diagramas de polígonos.

4. Conclusión
Discutimos cómo surgió la representación de gráficas mediante los diagramas de la teoría
de grafos.
Examinamos algunos problemas que König trató en su tratado de 1936 y analizamos
los diagramas adjuntos a ellos en los textos anteriores a 1936. Antes, estos diagramas no
siempre tenían la forma actual y las formas no eran uniformes. Las características de los
diagramas en los primeros tiempos eran diferentes entre sí, dependiendo del problema en
el que se usaba el diagrama, mientras que las características de los diagramas en la
actualidad son uniformes en diferentes temas.
La charla de Tarry en 1886 [48] jugó un papel importante en la forma de utilizar los
diagramas.
Con respecto a los diagramas, la importancia de la charla de Tarry fue que utilizó un
tipo uniforme de diagrama en diferentes temas, y que para resolver el problema del
dominó en su charla, conectó este problema con otros problemas para los cuales se
habían introducido diagramas similares y los cuales habían sido reformulados como
problemas relacionados con este tipo de diagramas.
De hecho, identificamos otra representación gráfica y otra concepción del objeto de
estudio utilizada a principios del siglo XIX para conectar un conjunto más pequeño de
problemas distintos ahora entendidos como relacionados con los gráficos: una forma de
diagrama con líneas y pequeños círculos que ya apareció en un artículo de Vandermonde
en 1771 [50]. Sin embargo, su estatus era diferente en ese momento: Vandermonde usó
el diagrama no para plantear y luego resolver un problema, sino para representar su
solución al problema. La notable contribución de Vandermonde (1771) a la teoría de
grafos es que utilizó los conceptos de “épingle (pin)” y “fil (cuerda)” para un problema
del movimiento del caballo en un tablero de ajedrez, introduciendo así en particular la
línea independientemente de su forma y distinguiendo sólo algunos puntos para
representar una situación. Además, dio un diagrama que representaba su resultado
utilizando estos conceptos. En el tratado de Konig de 1936, el problema del movimiento
del caballo sobre un tablero de ajedrez se consideraba, en el contexto de la teoría de
grafos, un problema de circuito hamiltoniano. Pero el tratado de König de 1936 no es el
primer texto en el que se utilizan los mismos conceptos como base para definir
problemas referentes a cuestiones relacionadas con circuitos, estando los circuitos
representados por medio de los mismos elementos. Poinsot, en su conferencia de 1809 [-
38], aplicó los conceptos de Vandermonde al problema de los polígonos. En otras
palabras, Poinsot reconoció que los mismos conceptos pueden usarse para formular dos
problemas aparentemente diferentes, uno sobre un circuito hamiltoniano y otro, que en el
tratado de Konig de 1936 se menciona como un problema de circuitos eulerianos.
También es destacable que Poinsot utilizó estos conceptos para resolver el problema, no
sólo representando la solución, aunque no se encuentra ningún diagrama que represente
los conceptos. Fue Ko˝ nig quien, por primera vez, relacionó explícitamente estos dos
problemas en el mismo capítulo y los consideró utilizando la misma base teórica de
grafos.
Tarry también relacionó el problema de los puentes con el concepto de laberintos.
Además, aplicó su resultado al problema del dominó utilizando diagramas de polígonos.
Sin embargo, Tarry no integró explícitamente los cuatro problemas de puentes,
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 203

polígonos, dominó y laberintos, mientras que Ko˝ig sí lo hizo en su tratado de 1936.

Referencias
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des horloges élémentaires est traduit de l'italian de Domenico Martinelli)
37. Ozanam, J.: Récreations mathématiques et physiques, vols. 1–4. Virguin, París (1778) (Nouvelle
édition, totalement refondue & considérablement augmentée par M. de CGF)
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susceptibles de después de la regla de este juego. Ana. Estera. Pura aplicación. 5, 63–120 (1871–
1873)
43. Schubert, H.: Mathematische Mußestunden. Göschen'sche Verlagshandlung, Hamburgo (1897)
(traducción al inglés [44])
44. Schubert, H.: Ensayos y recreaciones matemáticas. Open Court Publishing, Chicago (1898)
(Traducido del alemán por Thomas J. McCormack)
45. Schubert, H.: Mathematische Mußestunden, vols. I-III. Göschen, Leipzig (1900) (Apareció también
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46. Singmaster, D.: Walter William Rouse Ball, Recreaciones y problemas matemáticos del pasado y
del presente, primera edición (1892). En: Grattan-Guinness, I. (ed.) Escritos emblemáticos en
matemáticas occidentales, 1640–1940, págs. Elsevier, Ámsterdam (2005) (Capítulo 50)
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1904–1912)
48. Tarry, G.: Geometría de situación: nombre de maneras distintas de recorrer en un solo curso todos
los allées de un laberinto alquilado, en ne passant qu'une seule fois par chacune des allées. En:
Association française pour l'avancement des sciences, Compte rendu de la 15e session, Nancy,
1886, vols. 1–2, págs. 49–53 de la 2e partie. París (1887) (Secretariat de l'association, Georges
Masson. Le résumé: p. 81 de la 1er partie; 2 feuilles de figure à la fin de la 2e partie)
49. Terquem, O.: Sur les polygones et les polyèdres étoilés, polygones funiculaires. Nuevo. Ana.
Matemáticas. 8, 68–74 (1849) (D'après M. Poinsot, Secciones 1–10)
50. Vandermonde, A.-T.: Observaciones sobre los problemas de situación. En: Histoire de l'académie
royale des sciences. Année MDCCLXXI. Avec les Mémoires de Mathématique & de Physique, pour
la même Année, Tirés des Registres de cette Académie, págs. 566–574. L'Imprimerie Royale, París
(1771) (Impreso en 1774; traducción al inglés en el libro [dieciséis])
51. Wate-Mizuno, M.: Los trabajos de Ko˝nig Dénes (1884-1944) en el dominio de las recreaciones
matemáticas y su tratamiento de problemas recreativos en sus trabajos de teoría de grafos. Doctor.
tesis, Universidad Denis Diderot-Paris 7 (2010)

M. Wate-Mizuno (B)
Representación de gráficas en diagramas de teoría de grafos 205
Equipe REHSEIS, Laboratoire SPHERE, Université Paris 7, 5 rue Thomas Mann, Case 7093,
75205 Paris Cedex 13, Francia
correo electrónico:fotonoakvokampo@gmail.com
13
Existe una noción teórica de representación de categorías relacionadas. Una representación es un
homomorfismo natural (en el sentido técnico de natural, arriba) entre S y un objeto teórico de conjuntos.
Se puede demostrar que un funtor G : D —> C tiene un adjunto izquierdo si y solo si cada hom(X, G—)
es representable, para cada X e C.

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