Comprensión de Lectura: Morales Domínguez, J. F. (2007). Psicología social (3a. ed.)..

McGraw-Hill España. (Cap. 10. Percepción de personas y de sus acciones. Pp. 267-
294)

El texto trata sobre los estereotipos de género y cómo influyen en la percepción de las
personas y sus acciones. Estos estereotipos se refieren a las creencias compartidas sobre
las características, roles, ocupaciones y rasgos físicos que se asocian tradicionalmente a
hombres y mujeres. La lectura señala que estos estereotipos son complejos y están
arraigados en la sociedad. Los estereotipos de género pueden influir en las expectativas y
conductas de las personas en función de su género.

Conceptos principales:

Estereotipos de Género: Los estereotipos de género son creencias y expectativas

generalizadas sobre cómo se espera que se comporten, piensen y sientan las personas en
función de su género. Estos estereotipos suelen dividir a hombres y mujeres en categorías
rígidas y atribuirles características específicas. Por ejemplo, los estereotipos de género
pueden incluir la idea de que las mujeres son más emocionales y cuidadoras, mientras que
los hombres son más fuertes y agresivos.

Funciones Diferenciadas (Descriptivas y Prescriptivas): Los estereotipos de género a

menudo se dividen en dos componentes: descriptivo y prescriptivo. El componente
descriptivo se refiere a cómo se percibe que son realmente hombres y mujeres en la
sociedad. El componente prescriptivo se refiere a cómo se espera que se comporten y se
ajusten a los roles tradicionales de género. Por ejemplo, el componente descriptivo puede
decir que las mujeres son más emocionales, mientras que el componente prescriptivo
puede decir que las mujeres deben ser emocionales.

Patriarcado: El patriarcado se refiere a una estructura social en la que los hombres tienen
un poder y estatus significativamente mayores que las mujeres. Esto se ha atribuido a la
historia de la guerra, la agricultura y la acumulación de poder y estatus, que a menudo se
alejaban de las tareas domésticas tradicionalmente asignadas a las mujeres.

Subtipos Estereotípicos: Los subtipos estereotípicos son categorías específicas dentro de

los estereotipos de género que representan diferentes roles o identidades de género. Por
ejemplo, los subtipos de mujeres pueden incluir amas de casa, mujeres de carrera, sex-
symbols, feministas, etc. Los subtipos pueden llevar a expectativas y estereotipos
adicionales.

Techo de Cristal: El "techo de cristal" es una metáfora que se utiliza para describir una
barrera invisible que dificulta que las mujeres asciendan en la jerarquía laboral y alcancen
puestos de liderazgo en organizaciones. A pesar de las cualificaciones y habilidades, las
mujeres a menudo enfrentan obstáculos para acceder a roles directivos debido a
estereotipos de género que asocian la dirección con cualidades masculinas.
Sexismo Hostil: El sexismo hostil se refiere a actitudes y creencias negativas y perjudiciales
hacia las mujeres basadas en la idea de que las mujeres son inferiores a los hombres. Este
tipo de sexismo se manifiesta a través de prejuicios negativos, estereotipos dañinos y
actitudes de dominio hacia las mujeres. En su forma más extrema, el sexismo hostil puede
dar lugar a la violencia de género, la discriminación en el lugar de trabajo y la exclusión
social de las mujeres. El sexismo hostil es más evidente y fácil de identificar, ya que se basa
en la misoginia y en la desvalorización de las mujeres como grupo.

Sexismo Benevolente: A diferencia del sexismo hostil, el sexismo benevolente se presenta

de una manera más sutil y aparentemente positiva. Se caracteriza por actitudes que
pueden parecer benevolentes o protectoras hacia las mujeres, pero que en realidad se
basan en la percepción de las mujeres como seres frágiles o necesitados de cuidado y
protección por parte de los hombres. En otras palabras, el sexismo benevolente implica la
creencia de que las mujeres deben ser "cuidadas" y "protegidas" por los hombres. Esto
puede llevar a la sobreprotección de las mujeres y a la restricción de sus oportunidades y
autonomía. Aunque las actitudes de sexismo benevolente pueden no parecer tan dañinas
como el sexismo hostil, siguen contribuyendo a la discriminación y la desigualdad de
género al limitar las elecciones y la independencia de las mujeres.

Teoría Biosocial: La teoría biosocial sostiene que las diferencias de género se originan en la
evolución y la selección sexual. Argumenta que los hombres y las mujeres se enfrentan a
diferentes desafíos adaptativos debido a la competencia por la reproducción y la inversión
parental. Esto ha llevado a la evolución de diferencias físicas y psicológicas entre los
géneros.

Selección Sexual: La selección sexual se refiere a la lucha de los sexos por maximizar su
éxito reproductivo. Los hombres a menudo compiten por el acceso a múltiples parejas,
mientras que las mujeres son más selectivas en su elección de pareja debido a la inversión
de tiempo y recursos en la crianza de los hijos.

Personalmente, me relaciono con esta temática porque he sido testigo de cómo los
estereotipos de género pueden tener un impacto negativo en la vida de las mujeres en mi
entorno. He visto a mujeres cercanas que han sufrido a causa de estas expectativas y han
tenido que luchar contra la discriminación de género. También reconozco la importancia
de cuestionar y desafiar estos estereotipos para promover la igualdad de género y la
justicia en la sociedad en la que vivo.

El tema del texto contribuye al desarrollo del rol como psicólogo social y la comprensión
de los fenómenos sociales en Pasto, Colombia, al resaltar cómo los estereotipos de género
influyen en la discriminación de género en el ámbito laboral y en la sociedad en general.
Esto es relevante para comprender y abordar la desigualdad de género y trabajar en la
promoción de la igualdad en la comunidad de Pasto.
El texto se relaciona con las experiencias personales y sociales en el lugar donde vivo,
donde muchas mujeres son vistas como responsables de cuidar a los hijos y a menudo
aceptan el engaño y el maltrato de sus parejas debido a los estereotipos de género
arraigados.