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HIPOACUSIA TRANSMISIVA

Definición

Hipoacusia transmisiva=conductiva (dificultad de transmisión de ondas


sonoras desde el exterior hasta el oído interno)

Causas etiológicas

Cualquier alteración que bloquee el conducto auditivo externo o que


impida la vibración de la membrana y el movimiento osicular normal.

1) Bloqueo del CAE:

 Tapón de cera
 Cuerpo extraño grande
 Otitis externa aguda o nicótica (edema de piel + retención
de secreciones)
 Colesteatoma del CAE (mucho menos frecuente que el
colesteatoma de oído medio)
 Queratosis obturans (acumulación de descamación epitelial
en conducto que se puede confundir con un colesteatoma)
 Agenesia del CAE (microtias)
 Otras (coágulo secundario a herida, acumulación de
secreciones procedentes de oído medio, tumor grande en CAE-
infrecuente…)

2) Alteraciones de vibración de la membrana timpánica:

 Perforación traumática de membrana timpánica


 Perforación crónica (otitis media crónica)
 Derrame en caja causado por otitis media aguda
 Derrame en caja por otitis media secretoria
 Otras ocupaciones en caja: de líquido cefalorraquídeo (por
fractura de peñasco, meningoceles), de sangre (barotrauma, fractura de
peñasco), tumores de oído medio (glomus timpánico, otras histologías)
3) Alteraciones de vibración de la cadena osicular:

 Derrame en caja (otitis media aguda/otitis media secretoria)


 Destrucción parcial (más frecuente) o total de la cadena
osicular (otitis media crónica simple o colesteatomatosa)
 Malformaciones congénitas (en distintos grados:
agenesia de ventana oval, de cadena osicular, o de todo el oído medio
(asociado a microtias graves)
 Fijación de cadena osicular por timpano esclerosis (otitis
media crónica) o por atelectasia de la membrana (otitis media adhesiva)
 Disrupción de cadena osicular (desconexión entre los
huesecillos en traumatismo directo, barotrauma o fractura de peñasco)
 Otoesclerosis (fijación del estribo)
HIPOACUSIA NEUROSENSORIAL

Definición

Hipoacusia neurosensorial=hipoacusia perceptiva

Causas

Generalmente por lesión de la cóclea y/o del VIII par, y en ocasiones


por lesión de otros puntos de la vía auditiva central

 Displasias de oído interno (p. ej. displasia de Mondini, la


malformación más frecuente diagnosticada por radiología)
 Sordera genética que puede manifestarse en el nacimiento
o después, tanto sindrómica (p. ej. síndrome de Pendred) como no
sindrómica (p. ej. mutaciones de la conexina 26)
 Infección viral (ej. parotiditis viral, síndrome de
Ramsay Hunt, rubeola congénita)
 Infección bacteriana: laberintitis serosa (secundaria a paso
de toxinas bacterianas procedentes de una OMA-potencialmente
reversible). Laberintitis supurada (secundaria al paso de bacterias
(procedentes de OMA o de meningitis, normalmente destructiva e
irreversible).
 Sordera súbita idiopática (hipoacusia neurosensorial
instaurada en menos de 3 días y que afecta al menos a 3 frecuencias
consecutivas en la audiometría tonal). Distintas teorías: enfermedad
autoinmune- local o sistémica como el síndrome de Cogan o el lupus-,
isquemia, infección viral selectiva del órgano auditivo.
 Alteraciones de fluidos laberínticos como fístulas
perilinfáticas (postquirúrgicas o traumáticas) y enfermedad de Meniere.
 Traumatismos: contusión laberíntica (daño sensorial sin
fractura ósea) y fracturas de peñasco que afecten a la cápsula ótica (en
la clasificación tradicional, la fractura transversal).
 Ototóxicos (en el periodo neonatal puede considerarse así
a la bilirrubina en las hiperbilirrubinemias. También aminoglucósidos,
cisplatino y ciertos diuréticos como la furosemida)
 Trauma acústico agudo (p. ej. explosiones como en los
atentados del 11-M) y crónico (usuarios de armas, trabajadores de
talleres, fábricas…)
 Neoplasias: infrecuentes, de ellas lo más común los
tumores de ángulo pontocerebeloso, por orden de frecuencia:
schwanoma del VIII (neurinoma del acústico), meningioma y neurinoma
del facial (muy raras son las infiltraciones carcinomatosas o leucémicas
del VIII par, cóclea, etc.)
 Presbiacusia=degeneración auditiva asociada a la edad.
Más precoz e intensa en ciertos problemas metabólicos como la
diabetes.
 Enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple
(sólo un 4-10% tienen síntomas auditivos, pero un 50% tienen algún
síntoma auditivo de estos síntomas a lo largo de su evolución.

Hipoacusias.

Hay que tener en cuenta que la gravedad de una sordera viene dada
no solo por su intensidad, también por su localización, el que sea uní o bilateral
y el momento de aparición de la misma. Una sordera coclear, bilateral,
profunda y prelocutiva es una urgencia médica y rehabilitadora, ya que sin una
actuación inmediata podemos llegar a la sordomudez.
Una sordera de transmisión, leve, unilateral y postlocutiva puede pasar
desapercibida incluso para el propio paciente y raramente producirá secuelas.

HIPOACUSIA DE TRANSMISIÓN O CONDUCTIVA.-


Como vimos antes está provocada por una alteración en el oído
externo o el oído medio. Es decir, recordando la función que ellos desempeñan,
la amplificación sonora necesaria para que se recupere la perdida de presión
por el paso de un medio aéreo a un medio líquido no se produce y con ello la
intensidad sonora llega al oído interno unos 30 dB por debajo de los emitidos
por la fuente sonora.
Si consideramos un aparato de radio, la hipoacusia de transmisión
sería semejante a la siguiente situación, el aparato radiofónico está muy lejos
de nuestro oído y además el volumen lo tenemos bajo. Basta acercarlo y elevar
el volumen para poder escuchar con toda nitidez al locutor.
Aunque parece una sordera sin importancia no podemos olvidarnos de
ella por una circunstancia que ya apuntamos anteriormente. Las otitis serosas
son muy frecuentes en los niños, sobre todo en invierno y en edades
tempranas. Más del 50% de los niños de 4 y 5 años de un aula con baja clase
social y en los meses de invierno, están afectados de otitis serosa y con ello
tiene una hipoacusia leve en las frecuencias graves. Estos niños no han
adquirido el lenguaje y muchos de ellos están alejados de la fuente sonora, que
en este caso es su maestra. Muchas palabras que ésta pronuncie no serán
bien oídas por estos niños y con ello su aprendizaje del idioma se verá
dificultado. Afortunadamente, lo mimo que hay que insistir en la frecuencia de
este tipo de patología, en la mayoría de los casos, es unilateral y pasajera y
pocos días después de un proceso de otitis serosa el niño está completamente
curado. Pero no hay que despreciarla y cuando un niño parece estar más
distraído de lo normal debe tenerse en cuenta esta posibilidad. Acercándolo al
profesor se soluciona el problema sin necesidad de ninguna otra medida.

Este tipo de sordera es curable médica o quirúrgicamente y si no se


quisiera adoptar medidas intervencionistas, una prótesis auditiva que amplíe el
sonido adecuadamente solucionará el problema sin dificultad

HIPOACUSIA NEUROSENSORIAL COCLEAR.-

El órgano de CORTI está dañado. Generalmente son las células


ciliadas externas las primeras en lesionarse y también generalmente en los
primeros tramos de la cóclea que corresponden a las frecuencias agudas. Tres
características están presentes en este tipo de sordera:

Afectación de la inteligibilidad.- Hemos visto en la fisiología de la


cóclea que las células ciliadas y la membrana tectoria hacen un estudio fino de
las ondas sonoras que les estimulan. Este estudio permite que se inerven las
fibras adecuadas del nervio auditivo sin necesidad de aumentar el nivel sonoro
que provocaría la inervación de fibras correspondientes a tonos próximos. Si no
existen células ciliadas externas que amplifiquen o reduzcan esta intensidad
sonora y se produce la estimulación de fibras adyacentes, va a existir una falta
de discriminación por faltar el estudio fino de la onda sonora. Sonidos emitidos
en una frecuencia llegan al territorio cerebral perteneciente a otra frecuencia lo
que provoca la confusión de los fonemas.

Existencia de reclutamiento positivo.- Las personas con lesión


coclear empiezan a oír después de las normales, pero como no tienen el
mecanismo de defensa de las células ciliadas, su umbral de molestia se
produce antes que las personas normales. Es decir, ruidos fuertes pueden
producirle molestia a una intensidad inferior a la de las personas normales.
Este dato es importante de tener en cuenta sobre todo a la hora de equipar a
las personas sordas con una prótesis auditiva, sobre todo si estas personas
son niños pequeños que no tienen respuestas fiables en las audiometrías
convencionales.

Mayor alteración en las frecuencias agudas.- En general las


hipoacusias cocleares se inician o están afectando más a las frecuencias
agudas que a las graves, posiblemente por su situación dentro de la cóclea,
más próximas a la ventana oval y por tanto más cerca de sufrir cualquier tipo
de agresión. Pero además, la resonancia, es decir la facilidad de transmisión,
de las frecuencias agudas es mayor en el oído que las frecuencias graves y por
ello las hipoacusias ocasionadas por traumas sonoros, van a asentar siempre
en las frecuencias agudas y de allí se irán extendiendo hacía las graves.

En el ejemplo del aparato radiofónico, en este caso el volumen está


bajo, el aparato lejos, pero además la emisora está mal sintonizada. Cuando
elevamos el volumen, en este caso, llega un momento en que no solo no oímos
más, sino que entendemos peor.
Volvemos a los niños. Sin lenguaje aún y con sordera coclear que no
aparece a la exploración otoscópica, como ocurre con la otitis serosa o el tapón
de las de transmisión. Es decir, no sabemos que es sordo, que no oye bien, y
encima si chillamos le molestan los sonidos. Desgraciadamente algunos niños
están en esa situación en la escuela. Al menos un 1%, o más. Son niños que
hablan, pero que en algunos casos pasan por tontos, revoltosos, distraídos. El
niño alejado de la maestra oye que hablan y recalco la palabra oye, pero no
entienden lo que dicen y mucho menos si es un concepto nuevo dentro de su
vocabulario.

Sordera profunda bilateral prelocutiva.- La sordomudez es un estado


patológico bilateral del órgano auditivo, de diversa etiología, heredado o
adquirido, que produce sordera en la primera infancia y que impide la
adquisición o hace olvidar el lenguaje ya adquirido. Numerosos autores se han
levantado contra el nombre de sordomudez, que según ellos debe llamarse
sordera prelocutiva, sordera congénita o sordera prefásica. La sordomudez es
solo un síndrome, no una enfermedad ya que puede estar ocasionada por
diferentes enfermedades. En realidad la mudez no es producida directamente
por la enfermedad causal y la palabra puede ser recuperada por diversos
procedimientos.

De todas formas, quiérase o no y llámense como se llamen, estos


niños forman una clase aparte. La dificultad para comunicarse hace de ellos un
grupo social comparable al de otras minorías lingüísticas o raciales que viven
en el seno de la sociedad, pero que no forman parte íntegramente de ella. La
sordera es una incapacidad terrible y afecta a muchas facultades del niño en
pleno desarrollo. La ceguera separa de las cosas, la sordera separa de las
personas.

Estos niños generalmente han sido identificados sobre los 3 años de


edad, cuando los padres o algún profesional aconsejan un estudio audiológico
ante la falta de lenguaje del niño. En la escuela son fácilmente identificados
porque no pueden disimular su sordera, que se ve además reflejada en las
prótesis que portan. La importancia de un diagnóstico precoz en estos niños
actualmente nadie la discute, ya que su rehabilitación temprana puede permitir
una buena recuperación, imposible de producirse si no existe estímulo sonoro
antes de los 3 años de edad y si no hay adquisición del lenguaje antes de los 7
años.



• LISTA DE OTOTOXICOS

• Antibioticos:
• Aminoglucósidos
• Amikacina, Gentamicina, Kanamicina,
Neomicina, Netilmicina, Estreptomicina,
Tobramicina.
• Ampicilina, Capreomicina, Cloramfenicol,
Colistina (polimixina E), Eritromicina,
Minociclina, . Polimixina B, Rifampicina,
Vancomicina, Teraciclinas.

• Antinflamatorios
• Fenoprofeno, Ibuprofeno, Indometacina,
Naproxeno, Fenilbutazoria, Salicicatos
(aspirina, couldina, etc).

• Antimaláricos
• C1oroquina, Quinina

• Agentes antitumorales
• Actinomicina, Bleomicina, Cisplatino,
Mostazas nitrogenadas (ej. mustina),
Misonidazol, Vincristina, Vinblastina.

• Anticonceptivos
• Medroxiprogesterona.

• Beta-bloqueantes
• Propanolol.

• Diuréticos del ASA
• Bumetanida, Ácido etacrínico, Furosemida.

• Antisepticos Desinfectantes
• Cloruro de Benzalconio,
Cloruro de Benzetonio, Clorhexidina
y compuestos yodados.
• Antisepticos de aplicación tópica en el oído
• Solución Bonain (Cocaína, Fenal y Timol),
Formaldehído de Gelatín (Gelatina absorbible en esponja),
Lidocaína.

• Antidepresivos tricídicos
• Imipramina, Nortripitilina.

• Miscelánea
• Alcohol
• Nicotina
Agentes ototóxicos con posible presencia en entornos
industriales

Afección
compuesto Agente
sobre:

Tolueno
Córtex y
Disolvente Xileno
cóclea
s orgánicos Estireno
Nervio A.
Tricloroetileno

Mercurio
Manganeso
Nervio
Metales Plomo
auditivo
Arsénico
Monóxido
de carbono Nervio
Gases
Cianuro de auditivo
hidrógeno
Sales Cianuros Córtex

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