Neoclasicismo

El neoclasicismo fue un
movimiento artístico y
literario que surgió a
mediados del siglo XVIII y
abarcó hasta el siglo XIX.
 El XVIII fue conocido como “Siglo de las
luces” ya que en este siglo el hombre
rechazaba todo aquello impuesto y sólo
admite lo que llega a través de la luz de la
razón, este movimiento influyó a que los
actores procuraran apartarse de los valores
medievales.
Se originó en Francia. Desde allí
se extendió hacia el resto de
Europa y América, de la mano de
la expansión del Iluminismo o
Ilustración, clave filosófica del
movimiento neoclásico en todas
sus manifestaciones.
A finales del siglo XVII y la primera mitad del
siglo XVIII, en Europa dominaba el arte
barroco; pronto surgieron detractores de tales
estilos, pues los consideraban excesivos,
confusos y recargados, y los relacionaban al
fanatismo religioso y a la corrupción
aristocrática respectivamente.
En este contexto nació el neoclasicismo, un
movimiento artístico confesional, es decir,
con programa propio, que reaccionaba
contra la tradición artística anterior,
proclamando una "revolución" estética y
filosófica.
Aunque en apariencia el arte neoclásico transmite cierta
frialdad, en realidad pretendía ser un arte
verdaderamente revolucionario en su intención —al
menos en su primera etapa.
Tenía como base la renovación de los valores filosóficos
y estéticos de la Antigüedad Clásica y el culto a la razón,
interpretados como modelos para la construcción de la
modernidad.
 Los artistas genuinamente deseaban
participar en el nacimiento de una cultura
basada en la razón, la moral y el
progreso.

La función de la literatura y el arte era

eminentemente didáctica y moral,
partiendo de una actitud crítica, se quería
enseñar al hombre a vivir de una manera
racional.

Su estilo conciso buscaba la simplificación

y la discreción, a diferencia del barroco.
Hay un rescate de los valores y estética de los autores y obras grecolatinas.

Surge como una respuesta en contra del estilo barroco que imperaba para la
época.

Predomina un fuerte rechazo hacia lo imaginativo y lo fantástico.

Sus elementos esenciales eran los límites, la moderación, la estructura y la

razón.

El mensaje debe ser más importante que la forma en la que esté presentado.

Características
Dentro de los actores neoclásicos
existía una notable variedad en cuanto
a los géneros literarios que cultivaron,
además de un esfuerzo notable por
lograr un estilo propio y diferenciado.
Voltaire
Molière
Juan Meléndez Valdés
Jean Racine