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Índice
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Objetivos generales y específicos
General
Porque el propósito del neoclasicismo era la educación y la moralización de la sociedad con miras a la
construcción del proyecto moderno. Los artistas y escritores creían que a través de sus obras ayudaban a
difundir los valores necesarios para construir una sociedad racional, moral, culta y progresista.
Específico
Los neoclásicos querían anteponer la razón y el conocimiento humano a la hora de realizar sus obras
artísticas. A diferencia del Barroco, el Neoclasicismo apostaba por un arte consciente, objetivo y realista
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Introducción
El Neoclasicismo aparece hacía el fin del siglo XVIII y perdura hasta los años 1830. Aun que se desarrolle sobre
Expresa una reacción de la burguesía contra el rococó, -la reacción de la virtud contra la decadencia- y pretende
simplificar.
Adopta y promueve algunas de las ideas básicas de la revolución francesa: glorifica las grandes virtudes de la
El neoclasicismo no adopta solamente los ideales antiguos. Debido al desarrollo de la arqueología, intenta
también reproducir las formas griegas y romanas con una precisión que los artistas del renacimiento no habían
buscado.
El resultado consiste en obras de arquitectura, escultura, literatura y pintura de una perfección tal que a veces
parecen frías.
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Justificación
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Literatura del Neoclasicismo
El Neoclasicismo se desarrolla desde mediados del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX, coincidiendo en
El barroco y el rococó son fuertemente criticados y reemplazados por un estilo basado en el redescubrimiento de
la antigüedad clásica. Su lenguaje formal se opone a la funcionalidad y al excesivo decorativismo del Barroco
(rechaza su grandilocuencia y su apego a la Iglesia) y del Rococó (rechaza su intimismo, su falta de severidad y su
carácter cortesano-burgués). El neoclasicismo se presenta como un arte nuevo, sereno y equilibrado ante el
agotamiento de las formas del Rococó, con su lenguaje vacío y reiterativo. Sus postulados son pureza, exactitud,
luminosidad, exactitud, equilibrio y fidelidad a las artes del pasado, es decir, al Clasicismo.
El modelo del Neoclasicismo será Grecia. En su arte clásico, que admiran e imitan, creen ver que se imponen las
líneas rectas a las curvas y cierta independencia respecto al poder y la religión. También incidieron en el
El Neoclasicismo es el primer arte no cristiano: sustituye a Dios por el culto a la razón, suponiendo la vertiente
artística de la secularización de la cultura promovida por la Ilustración. La nueva estética neoclásica adquiere su
máxima expresión en Francia, principalmente por ser asumida por la burguesía en su lucha por tomar el poder, y
después en Roma, a donde llegarán jóvenes artistas, expertos y coleccionistas para formar su gusto. Se crean
academias que abogan por la uniformidad estilística, lograda a través del aprendizaje del buen dibujo, la copia de
modelos clásicos y el dibujo al natural. La conexión entre los autores del mundo clásico y los de la “nueva
antigüedad” se llevará a cabo a través del rigor del trazo y la línea y de la veracidad de la representación. El
Neoclasicismo quiere para el artista una formación de rigor intelectual y de fidelidad a las artes del pasado.
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Literatura neoclásica
La literatura neoclásica o Neoclasicismo fue una corriente literaria del siglo XVIII que tomó los modelos
Eso nos hace pensar en el Renacimiento, etapa en la que la cultura grecorromana también cobró protagonismo.
Ciertamente, hay una similitud entre ambas corrientes. No obstante, existe una diferencia sencilla pero
importante:
Para los renacentistas, la literatura antigua y sus elementos eran un mundo llamativo del que podían tomar
Para los neoclásicos, la literatura grecolatina era el punto de partida obligatorio. Debían seguir las reglas
de composición de los griegos y los romanos, o, de lo contrario, no estaban haciendo arte realmente.
Para entenderlo mejor debemos dividir el término “Neoclasicismo”. El prefijo “neo” significa ‘nuevo’. Por su
Considerando el sentido de las dos partes por separado, el resultado sería ‘nuevo clasicismo’. Este significado es
Como ya señalamos en la definición, la literatura neoclásica se desarrolló a lo largo del siglo XVIII. A este se le
suele llamar “Siglo de las Luces” o “Ilustración”, debido a la corriente de pensamiento de ese entonces, que
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Ya para entonces el Renacimiento llevaba tiempo establecido como el movimiento artístico predominante en toda
Europa. Por lo tanto, el uso de elementos de las culturas griega y romana en el arte era ya algo común.
Ese gusto se vio reforzado por dos hechos, ambos relacionados con los descubrimientos de unas ruinas. El
Ambas ciudades se vieron sepultadas a causa de la erupción del Vesubio en el 79 d. C. Por suerte, el
descubrimiento de las dos permitió rescatar poco a poco una serie de manifestaciones artísticas que se
El hallazgo impulsó aún más el interés de los artistas por reconstruir el mundo grecorromano en su propia época.
A esto se le sumó la ideología ilustrada de la época, la cual consideraba que la cultura clásica era fina y elegante.
Todo eso fue llevando la imitación de lo grecolatino hasta el extremo, con lo cual se convirtió en la fuente de la
que todos los escritores y artistas partían para elaborar sus obras.
La literatura neoclásica presenta una serie de características que se desprenden de los textos grecolatinos, por un
lado, y del pensamiento filosófico que estaba en auge dentro de Europa, por el otro.
Predominio de la razón
La razón tuvo un papel predominante en la literatura neoclásica. Esto se desprende directamente de la Ilustración,
que intentaba darle el rol que se merecía tras muchos siglos de creencias y supersticiones.
En consecuencia, la creatividad de los artistas debía verse sujeta a lo que su razón le indicara. A la vez, era
necesario que desecharan cualquier idea asociada a la divinidad y a la religión, puesto que ambas eran un
obstáculo para el desarrollo del intelecto humano y, por extensión, de las capacidades artísticas de una persona.
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Curiosamente, la defensa de la razón acabó convirtiéndose casi en una especie de culto para los autores. No es
para menos, ya que los ilustrados (los exponentes de la Ilustración) la consideraban una diosa —más de forma
La literatura neoclásica, tal como la clásica, tenía un propósito didáctico. Recordemos que en la Antigüedad los
autores buscaban realzar los valores de su sociedad y fijar la cultura en los lectores o espectadores.
Esa finalidad no llegaba al límite de ser un adoctrinamiento en ningún punto. Era tan solo un medio que tenían los
escritores para mantener lo más culta posible a la población los neoclásicos retomaron también ese concepto. Por
consiguiente, sus textos dejaban de lado la simple idea de entretener, para intentar transmitir una enseñanza a
quien los leyera. De este factor dependería el valor de la obra en sí misma la enseñanza en cuestión podía ser de
tipo moral, histórico, etc. Muchas veces se relacionaba con la ética correcta que debía tener todo buen ciudadano.
Exigencia de disciplina
Este rasgo va unido al predominio de la razón. A través de esta, los autores debían ser capaces de tener una
No estamos hablando de horarios ni de nada parecido. Más bien, se trataba de que cada escritor controlara su
imaginación y sus sentimientos, a fin de que ninguno de los dos le impidiese componer una obra clara, serena y
racional.
En ese sentido, la inspiración no era tan libre como en otras corrientes literarias. Cualquier idea fugaz que se le
ocurriera al autor tenía que ser procesada por los lineamientos de la razón, para saber si era digna de ser llevada al
papel.
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Separación de los géneros literarios
Los géneros literarios en la literatura neoclásica estaban plenamente divididos. Es decir, cada uno tenía sus reglas
Ese lineamiento garantizaba la pureza de los géneros, la misma que había tenido durante la Antigüedad. El teatro
estaba destinado a la escenificación; la narrativa, a contar historias y tramas; y la poesía, a exaltar los sentimientos
del autor.
Cualquier intento de ir en contra de esa normativa era rechazado. No se permitían las experimentaciones de
Para los neoclásicos, el lenguaje debía reflejar la máxima plenitud de sus capacidades expresivas. Eso implicaba
respetar tanto las normas que reglamentaban su construcción como el léxico formal.
Con lo de “léxico formal” nos referimos a las expresiones y palabras que no pertenecían al dialecto popular. Un
término vulgar o una expresión de ese tipo no podía tener lugar dentro de la literatura, dado que afectaba la
Como consecuencia de eso, los personajes en los textos neoclásicos nunca se expresan de manera coloquial.
Incluso si pertenecían a la clase baja, el escritor tenía que añadirle un vocabulario apto.
Regulación académica
Durante esta etapa ocurrió igualmente que se desarrolló una regulación académica sobre la producción literaria.
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La construcción correcta de cada género, desde la estructura que debía seguir hasta los elementos que tenían
que aparecer para considerarse como tal. Lógicamente, para esto se basaban en los modelos grecolatinos.
Lo que era correcto y lo que no. O sea, emitían juicios acerca de qué textos podían ser considerados de buen
gusto y adecuados para la lectura. (Esto es un antecesor directo de lo que ahora llamamos “reseña literaria”).
Todos los autores procuraban apegarse a lo que establecieron esas academias, porque, si no lo hacían, se
La literatura neoclásica no tuvo tanta variedad de temas como algunas corrientes anteriores. En líneas generales,
Considerando que la literatura neoclásica está unida al mundo grecorromano, es evidente que tanto su historia
como su mitología son una de las temáticas más recurrentes entre los autores.
La mitología ya había sido retomada por los renacentistas, pero los eventos históricos de Roma y la Antigua
Grecia no habían recibido tanta atención como para ser el centro de una obra. Por el contrario, preferían retratar la
historia contemporánea de su país o de Europa. Ahora bien, la fidelidad histórica podía no ser absoluta. Después
de todo, lo importante era que el escritor respeta la formalidad exigida por la corriente.
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El conocimiento racional
El conocimiento racional es aquel que se adquiere mediante la razón y la investigación y no mediante doctrinas
religiosas. Como cabe esperar, se fue volviendo un tema para los neoclásicos debido a la influencia de la
Ilustración.
El enfoque podía variar según el autor, aunque lo más común era hacer una crítica de las ideas asumidas por la
tradición cristiana. Para ello se dejaba en claro, casi siempre de un modo ridículo, que no eran válidas;
posteriormente eran contrastadas con principios científicos y racionales. Así, la idea quedaba opacada frente a lo
Desde luego, una temática tan atrevida generó un rechazo por parte de la Iglesia. Sin embargo, había libertad
suficiente como para que los autores pudiesen desarrollarla sin temor a ser encarcelados o censurados.
El republicanismo
Aunque fue un tema menor, el republicanismo (lo referente a las repúblicas) está presente en algunas obras de esta
corriente como asunto central o como una idea que el autor busca explorar. La incorporación de esta temática se
Durante las últimas décadas del siglo XVIII, empezó una búsqueda de cambio del poder en la sociedad. Hasta
entonces el control había estado en manos de la monarquía, pero una serie de eventos fueron restándole prestigio
y validez.
En consecuencia, se desarrollaron varias manifestaciones y levantamientos en contra de los reyes que fueron
dando paso a la creación de países republicanos. El ejemplo más famoso y representativo de esto es la Revolución
francesa. Toda esa agitación era para algunos autores un material de composición perfecto. En cuanto al
enfoque, este era negativo o positivo de acuerdo con la postura del escritor respecto a las Revoluciones.
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Autores y obras del Neoclasicismo
En este punto queremos centrarnos en los autores y en sus obras más representativas. Es necesario señalar que el
listado es bastante amplio, aunque hemos seleccionado a los que tuvieron mayor éxito.
Asimismo, hemos incluido algunos que no vivieron en el siglo XVIII, sino en el 17. Pero, dado que cumplieron
con todos los lineamientos del Neoclasicismo, podemos considerarlos como precursores de la corriente y autores
Jean Racine
Fue uno de los dramaturgos más importantes de Francia, y ya lo era en su tiempo. Vivió entre 1639 y 1699, así
que no llegó a ver la Ilustración. Aun así, cumple todos los estándares del Neoclasicismo.
A pesar de que quedó huérfano a temprana edad, Racine fue acogido por sus abuelos, quienes le garantizaron una
buena educación. En un principio esperaban que se dedicara al mundo eclesiástico. Lo hizo, aunque solo por un
La manera de crear obras que tenía este escritor es muy curiosa. Primero escribía el texto en prosa; luego se
dedicaba a armarlo en versos con una rima y una musicalidad perfectas. El resultado final reflejaba siempre un
Muchas de ellas desarrollan tramas relacionadas con la historia romana o con la mitología griega. En ambos
casos, el autor lograba crear personajes con una psicología muy realista, manteniendo a la vez los lineamientos
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El catálogo de Racine es bastante reducido si lo comparamos con el de otros dramaturgos de su época. Se estima
que llegó a escribir más de diez tragedias y una comedia. Entre ellas las obras más conocidas son las siguientes:
Fedra: esta tragedia retoma el mito de Fedra, que ya había sido tratado por muchos autores. Ella es esposa del
héroe Teseo y está enamorada del hijo de él, Hipólito, pero este la rechaza. Más adelante entre Fedra y su
sirvienta hacen creer a Teseo que es Hipólito quien ha querido seducir a su madrastra, y esto desencadena un fin
Andrómaca: en este texto el argumento tiene como protagonista a Andrómaca, la esposa de Héctor. Luego de que
Troya cayera, ella es entregada al hijo de Aquiles, Pirro. A partir de ello se desarrolla una larga cadena de amores
Berenice: aquí nos topamos con una tragedia que parte de un tema histórico de Roma, que es el amor del
emperador Tito por Berenice. Aunque es correspondido, pronto Tito entiende que no puede casarse con ella,
porque no es romana. La resolución de la obra es que ambos se separan para siempre, cada uno en un reino
distinto.
Los Litigantes: esta comedia —la única de Racine— explora la costumbre de algunas personas de alargar los
pleitos más allá de lo necesario. En la trama aparecen muchos personajes, pero se puede considerar que el
protagonista es Dandin, un juez obsesionado con la idea de resolver los problemas. Desde una perspectiva
Voltaire
François-Marie Arouet (1694 — 1778), alias Voltaire, fue una figura clave tanto del Neoclasicismo como de la
Ilustración. Se le tiene, además, como uno de los filósofos principales de Europa y de Occidente en general.
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Voltaire tuvo una educación privilegiada. Igualmente, con menos de veinte años llegó a ser secretario de una
embajada, un cargo importante para la época. No obstante, su carácter y su inclinación a entrar en conflictos lo
El contenido de las obras de este autor se vio influenciado por su forma de pensar. Era un claro enemigo de la
religión y de la Iglesia, contra las cuales dirigió muchos ataques. Al mismo tiempo, creía fervientemente en la
justicia y en la necesidad de establecer un pacto entre ciudadanos para llegar a una sociedad ideal.
A nivel de estilo, se destacó por utilizar un lenguaje simple y elegante ajustado a las normas de su idioma, el
francés. Era un maestro de la ironía, recurso que usaba constantemente cuando quería hacer una crítica de algo o
alguien.
La producción literaria de Voltaire incluye muchas obras filosóficas. E incluso los textos que podemos catalogar
como literatura pura contienen en sí un toque filosófico. Sea como sea, forman parte de lo mejor del
Neoclasicismo:
Cándido, o El optimismo: este relato es la obra capital de Voltaire. Su protagonista, Cándido, es un personaje con
un carácter muy ingenuo al que le van sucediendo varias desgracias, pero él se mantiene optimista. La obra
parodia la idea de que el mundo que conocemos los humanos es el mejor de todos los mundos posibles, defendida
Edipo: esta tragedia es posiblemente la que inició a Voltaire en el teatro. Se basa en el mito del rey Edipo, que sin
saberlo mató a su padre y se casó con su madre. En el enfoque que toma el autor se destaca al amor de Edipo
hacia Yocasta, su madre y esposa. Si bien a nivel argumental la obra se mantiene muy parecida a sus antecesoras,
su construcción refleja una sencillez y una armonía que fue ejemplo para otros dramaturgos.
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El fanatismo, o Mahoma: es otra de las tragedias famosas de Voltaire. Se trata de una crítica directa y muy fuerte
aparentemente dirigida a la religión musulmana. El escritor toma a Mahoma como protagonista y a través este el
fanatismo del islam y de sus seguidores. Pero un análisis más profundo permite descubrir que el ataque parece ir
Micromegas: pese a que no muchos conocen este relato, algunos críticos lo señalan como un antecedente de la
ciencia ficción. La trama está protagonizada por Micromegas, un ser que viene de otro planeta y que decide visitar
la tierra junto a un compañero. Entre otras cosas, se puede evidencia una vez más la crítica hacia la religión
cristiana.
Molière
Molière, cuyo nombre real era Jean–Baptiste Poquelin, es otro máximo exponente del teatro francés. Vivió entre
1622 y 1673, de modo que compartió la época con Racine, con quien tuvo siempre bastante rivalidad.
Nacido en una familia acomodada, pudo recibir una educación formal desde muy pequeño. Su madre falleció
cuando él tenía diez años, aunque este hecho no le impidió seguir formándose académicamente. Fue así como
Además de escritor, Molière fue un actor de comedias. De hecho, puede decirse que se dedicó primero a la
actuación. Incluso fundó su propia compañía de teatro, pero no tuvo éxito, por lo cual debió buscar trabajo en
otras.
La carrera literaria de este dramaturgo comenzó a partir de 1658. Ese año estrenó su primer drama, que fue bien
recibido. A dicha la obra la seguirían unas cuantas tragedias y comedias; estas últimas obtuvieron más éxito. Una
de ellas, Sganarelle, tiene como protagonista a un personaje del mismo nombre y que siempre fue interpretado por
el propio autor.
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Los textos de Molière son conocidos por la infinidad de recursos que manejan: desde la ironía hasta un lenguaje
que puede usar el verso o la prosa según sea conveniente para el desarrollo de la trama. Asimismo, se valen de
Se puede decir que la mayoría de las obras de Molière son comedias. Su éxito fue tan masivo en su tiempo y
luego de su muerte que se le considera el responsable de llevar dicho subgénero a su máximo esplendor. Como
Don Juan: en esta comedia el argumento retoma el mito de don Juan, desarrollado un siglo antes por Tirso de
Molina. Este protagonista es un mujeriego que sostiene relaciones con una mujer tras otra sin preocuparse de las
consecuencias, hasta que al final una estatua se lo lleva al más allá. Al margen de la trama, la obra contiene ciertas
El enfermo imaginario: se estima que fue la última comedia que escribió este autor francés. Es una burla hacia
las personas que creen estar enfermas todo el tiempo y a los médicos que usaban un lenguaje complejo para
aparentar ser cultos y sabios. En contraste, se resalta el papel de la naturaleza como la única medicina real y
posible.
El médico a palos: aquí Molière vuelve a atacar a los médicos. Esta vez plantea una historia en la que la esposa
de Bartolo (Sganarelle en la versión original), el protagonista, lo hace pasar como un doctor que acepta su
profesión tan solo si es golpeado. Semejante acción no es más que una venganza por parte de ella luego de que él
la maltratara. Efectivamente, Bartolo es tomado por médico y se ve obligado a solucionar el enredo en que ha
caído.
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El avaro: para esta comedia Molière tomó inspiración en la obra La comedia de la olla, del romano Plauto. El
personaje principal es Harpagón, un hombre que cuenta con una gran fortuna y que se niega a gastar un centavo
de ella. La trama se va desarrollando a través de él y de los matrimonios que busca para sus dos hijos, mientras se
Tartufo: es una comedia centrada en Orgón, un parisino que cuenta con una buena posición económica y que es
engañado por el personaje de Tartufo. Este es un farsante que finge ser un devoto con la intención de quedarse
con la fortuna de Orgón. La obra es claramente un ataque hacia los sacerdotes falsos, y por esa razón fue
condenada por la Iglesia, lo cual obligó a Molière a hacer ciertos cambios en el texto original.
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