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MUrCiÉLAGOS De VIDRIO
Murciélagos de vidrio 5
© Emma J. Rodríguez Feliciano, 2011
© Letras Salvajes Editores, 2011
Murciélagos de vidrio 7
La poeta Emma Jeannette Rodríguez nos presenta sus
Murciélagos de Vidrio. Ya aquí encontramos el brillante intento
de una definición, concepción, alquimia, de lo que es la
poesía. Imágenes nuevas, ágiles tránsitos entre metáforas, y
el surrealismo que puede despertar el “vidrio” del murciélago,
hacen de este poemario una sorpresa a los sentidos, un reto
a la lectura que deleita, seduce, y llena el deseo de buscar los
signos. La portada del poemario, suprema de ingenio y textura,
plasmada por el artista Neftalí Cruz Luciano atestigua el clima
nuevo de una dimensión descubierta, paladea una sensibilidad
sin el escrúpulo de conquistar, sino de liberar.
Ya en su signario, Murciélagos de Vidrio revela lenguaje
personal, contrario a los ecos tradicionales -transgresores o
píos- este poemario desnuda la verdad de la imaginación, sabe
decir la poesía como necesidad, búsqueda, ruptura, instaura el
piélago de las emociones, denomina, espera, atraca, canta…y
deja enigmas. Estamos frente a una poeta de puntos cardinales
firmes y creídos en su viaje, en su interiorización del poema,
como enunciado de expresión. Decide, arcana y abrasadora
entrar sin límite a lo que su sensibilidad pondera como acto
creador, de ahí la hermosura de su audacia al hacer del poema,
su clave de novedades.
La versificación, puede destacarse en su disimetría a
diálogo con el impulso de la imagen dimensionando a gusto
los conceptos palpables, terrenales, o los desbocados en el
paso de lo abstracto y dejar a su vez la continuidad, como
imaginación de escape. Andamio arduo de desplegarse, desde
luego. Los poemas no llevarán destinatario fijo, sino colectivo,
todos podemos tener un rostro develado, a todos lo sensorial,
otra pieza del poemario, nos sublimiza, nos abandona, y nos
vuelve a sorprender. Por eso cada verso, ya con rima libre,
ya como exquisito epigrama conmueve, desoye lo conocido
e invita a acercarse a una voz ya en rumbo a la originalidad.
Emma Jeannette como poeta empieza su diálogo en nosotros,
para nosotros…en vidrio, en vuelo a contraluz, ella es poeta
8 Emma Jeannette Rodríguez
de matices atrevidos, y muchísimo menos altisonantes, por el
contrario deja cauce abierto a una voz que ya de regreso de largas
conversaciones con los poetas capitales de Hispanoamérica,
pretende hacer su camino y robustecer nuestra literatura.
Y se hace presente, sin ensimismarse, o convertirse en icono,
sólo una voz, natural, espontánea, culta, legible a contemplarse,
y me parece que este poemario en sus dos partes, ya hemisferios
fundados y con destino tendrá mucho que decir.
Es el primer acto de escribirse. Hablé de la situación estética
de los poemas, dejo al lector identificar los poemas y reunirlos
en su bitácora de lectura, en su viaje propuesto a la intimidad:
sentidos y letras. Acaso, ¿es el resplandor explicable? Éste,
como un segundo libro, hace su contenido en una sola premisa:
la poesía como revelación.
Hemos usado como epígrafe el Acta Zoológica 1998 de J.
Galindo González en donde expone las virtudes del Chiroptera
como mamífero en su habitat y su relación con el entorno
vivo. Señala Galindo González el rol vital del murciélago con
la ecología especialmente en la dispersión de las semillas, y
la dependencia de las plantas tropicales de su presencia. Bajo
esa analogía y si, el murciélago se funde en vidrio en el signo
de nuestra poeta, se halla entonces un significado legítimo
de entendernos en su universo poético. Las semillas albean
antes de abrirse en todo surco; abren camino, fondo, sustento,
continuación, …y de ahí la vida en pleno.
Eso es lo que hace de la poesía un milagro, no importa la
procedencia del símbolo, no importa materia de interpretación,
la poesía ocurre, prístina y cautivadora como el milagro mismo,
más allá de todo fin o principio. Enhorabuena, poeta.
De eso se trata Murciélagos de Vidrio.
-Marioantonio Rosa
13 de noviembre 2010
Murciélagos de vidrio 9
10 Emma Jeannette Rodríguez
a mis lectores
a los que insisten en pasear conmigo
un espejo roto a lo largo de mi camino
Murciélagos de vidrio 11
El silencio se hace en tus dominios
mientras te precipitas vertiginosamente
hacia el nostálgico limbo donde habitan
a la orilla del tiempo, tus criaturas.
Álvaro Mutis
Mudas tiesas
confinadas
esperando la batalla
conciencias negras rotas
se esconden
con una traición de piedra
con sus pies
con la vida
con la conciencia maldita
del látigo desbocado
sobre los siglos
ellas
a veces olvidan
ser mujer
y ser alma
El gato miraba
las velas encendidas
los nudos de la noche
se hacían fuego
los sueños se asomaban
a la casi ninguna verdad
Murciélagos de vidrio 15
d
No ha sido el rui o de la noche
vienes callado
a la morada
una caricia una tormenta
de raíces y conchas
Murciélagos de vidrio 17
Rau ald
Murciélagos de vidrio 19
Extra a ñ
Murciélagos de vidrio 21
Mi b o c a roja
Murciélagos de vidrio 23
S e n o s e n l os ai R es
Sienten la mordaza
irreverencia de sus dioses
pasados del tiempo
su historia
mujer
arde afuera
arde adentro
su colchón ardía
el humo el cedro
sus reclamos
por un instante vivían
sus senos redondos
grandes
entre mezclados
con aromas a popurrí
senos de vidrio
entre piezas
al lado de la lámpara
Murciélagos de vidrio 25
E l d e s e o de l as pi edra s
Húmedas
detenidas en la superficie
de un corazón
explosiones de piedras
ruedan por las sábanas
avanzando el deseo
en la alcoba
erizando cada poro
contra el tiempo
números y letras juegan
al insomnio de un ojo
luces confusas se desvelan
explosiones de piedras
cantan jubilosas
al sueño oxidado
de una canción
Línea abandonada
el placer de un orgasmo
convertido en hielo
Murciélagos de vidrio 27
YA ENTENDÍ QUE MI PLACER
es negro
y que los pájaros
tienen alas
Me atraes en la memoria
me rompes en cristales
anchos
largos
pequeños
me muerdes
me saltas
cautivada me atraes
a tus mares
que se acercan
Murciélagos de vidrio 29
CIUDADES DESNUDAS
sin respuestas
calles sin habla
dioses mudos
nadie lo conoce
ignorado
no saben nada
yo ando
he descubierto su rostro
sus pensamientos griegos
he visitado su lengua
Pupilas
secuestradas
entre las negras columnas
reclamando paz
a la mirada pervertida
de aquellos ojos verdes
Murciélagos de vidrio 31
Poco antes nada, y poco después humo
Oscar Cerruto
YA NO SIENTO MI ESPALDA
se ahogó con los perfumes
encendidos de la noche
Me empujas
visito
la indignación de no acceder
a tus vicios divinos
Murciélagos de vidrio 33
A lm a d e mármo l
Esta vez tus labios se iban con la música
Emilio Adolfo Westphalen
Murciélagos de vidrio 35
No s t a l G i a dul ce
Debiendo escribirte hasta el fin de mi
vida para ilustrar el peso muerto de los
días que viviré sin ti.
César Moro
Al lado de la ventana
te extraño
simple y sola
esperando volver a mirar
los aires de tus cabellos
Saliste de mi cuerpo
fundido y solo
caído por el deseo
de los dioses amantes
ahora
te ocultas en mi ventana
Murciélagos de vidrio 37
M is t e r i o
Murciélagos de vidrio 39
Q u ie r o m ás
Me mojé
y suspendida encontré
mis otros dedos
Sálvame
de las bocas nocturnas
de los murciélagos de vidrio
de los huesos inventados
de los mudos deshabitados
Sálvame
de la inocencia vencida
Murciélagos de vidrio 41
Pa r a ís o encontra d o
Si el amor sólo tiende su maravilla vieja
María de los Milagros Pérez
Yo buscándote
en la nada del vacío
oculta en mis siglos
sin rozarme las piernas
silencio
tras de mí
tú
Su piel
arrebató mi hombro
sentí su abrazo
recostado
en la sombra de mi voz
llorando y solo
Murciélagos de vidrio 43
M e a h o G o de pena
Luz suicida
desnuda debajo de la cama
en ese instante
un chorro de gotas y llanto
también yo
amarrada al espejo
de tu figura
recordando tu nombre
Uno y dos
que me vieron
que no me vieron
acostada en la falda
de una arrogante silueta
Murciélagos de vidrio 45
S ó lo u n a pregunta
Un suspiro, muy tenue dice
que todo se llenó de nada.
Edgar Ramírez Mella
Ojos míos
de vértigo
de tarde eterna
de rocas elevadas
Ojos míos
de invento imprevisto
de volar amarrado
en círculos y letras
Ojos míos
de número igual
al que no se repite
en los escombros
de las páginas
que se fugan
a un largo viaje
Murciélagos de vidrio 47
V ir g e n e x i l i o
Murciélagos de vidrio 51
R e s b a la ndo por l o s ojos
Tus ojos de cernícalo en las manos del
tiempo que me deshace y te recrea
César Moro
Mirada muda
del abismo silencioso
de volver a mirar
las más finas paredes
Tú
y yo acá
en la esquina
de la calle
de tu derecha
en la entrada
en la salida
y tú aquí
y yo
en la soberbia esperando muda
yo
en la esquina
de la calle
de tu ahora
izquierda
Murciélagos de vidrio 53
Muerdo la v i da
Hay una mujer atrapada dentro de mi cráneo
y quiero sacarla afuera y que hable. Pero no
puedo porque tengo una mujer atrapada en
mi garganta.
Saul Williams
Murciélagos de vidrio 55
HÚMEDA COMIENZO A OLER LA LLUVIA
golpea la imagen
de donde vengo
donde las aguas ya no corren
regresan
al largo presente del infinito
y del no existo
Murciélagos de vidrio 57
ME HAS CONDUCIDO
a la sombra oculta
del rebelde silencio
tiembla la noche
y las palabras
Murciélagos de vidrio 59
ESTOY DE PIE
comiendo mi piel
nadie responde
al hambre de mis imposibles
Murciélagos de vidrio 61
D e s ve s t ida ante el mund o
Murciélagos de vidrio 63
SECRETA SOY DE LA SOLEDAD
amargada dulce
entre las sábanas
de la miel el trayecto
de su sola imaginación
Murciélagos de vidrio 65
NACÍ AYER
sentí la luz
que reflejó toda mi historia
hoy no me veo
sólo recuerdo la luz
Murciélagos de vidrio 67
QUE NADIE ME HABLE
de mis sandalias
estoy desnuda
con las manos cortadas
a la realidad
del lenguaje
fundido puntual
Murciélagos de vidrio 69
EN LA MANO DE UNA NIÑA
toque las campanas
alguien se desveló
sin saberlo volví a tocarlas
ya no estaba la niña
yo era la mujer
No era el ruido
ni el unicornio
ni las rutas
ni las manecillas del reloj
ni los escorpiones
ni el filo mismo
ni aquél
ni el viento
ni la angustia
ni la cruz
ni la apariencia
ni el lodo
ni la inmensidad del camino
ni el abrigo
ni la gaviota
sólo era
una grieta marcada en mi voluntad
Murciélagos de vidrio 71
O t r o d ía juega a ser o tro
Necesito un pequeño vacío,
allí me voy reduciendo
para reaparecer de nuevo
José Lezama Lima
Murciélagos de vidrio 73
Hay veces que siento ganas
de morir
para vivir
en otra realidad
que no se ve
pero se siente
Murciélagos de vidrio 75
Palabras que me gritan
me muerden
me estrangulan
llegan de improviso
y con sus torturas
me dan vida
Murciélagos de vidrio 77
FANTASMAS SE OLVIDAN
en mi cárcel hueca
en dónde se esconde
el agua y la sangre
de mi soledad
se sintió
Murciélagos de vidrio 79
GUARDO EL SILENCIO
aún despierta
la sed de la hoja seca
Murciélagos de vidrio 81
En tu nad a
Apagada en la soledad
de mi muerte amada
entre cenizas
y espejos redondos
no me veo
Murciélagos de vidrio 83
QUEDAN SONRISAS VAGABUNDAS
en mis ojos
contemplando
la canción de mi vida
Murciélagos de vidrio 85
Numerac i ó n
Vienen
me encuentran
tres
dos
uno
cero
ironías de miedos
comienzo a desquiciarme
poco a poco
Murciélagos de vidrio 87
MU da
Dime
¿tú no le temes a la muerte
cuando respiras las cenizas
de tu cuerpo encendido
y despierto
que se quema entre mis dedos?
dime
¿porqué aún duermes?
Formas simples
vivir la verdad
sobre el último filo
del ojo alborotado
Murciélagos de vidrio 89
-¿Quieres crear una especie de leyenda?
-Sí, quiero.
Murciélagos de vidrio 93
[Cuando callo] ................................................ 63
[Secreta soy de la soledad] ............................. 64
[El ruido del alma] ......................................... 65
[Nací ayer] ....................................................... 66
[No soy la misma] ........................................... 67
[Que nadie me hable] ..................................... 68
[No me regañes] ............................................. 69
[En la mano de una niña] ............................ 70
Huecos y espejos ............................................. 71
Otro día de juega a ser otro ........................... 72
[Hay veces que siento ganas] ......................... 74
Mi ojo de gota ................................................. 75
[Palabras que me gritan] ................................. 76
[Creo haberlo visto] ....................................... 77
[Fantasmas se olvidan] ................................... 78
[El dolor el olvido] ........................................ 79
[Guardo el silencio] ........................................ 80
[Muertas las caricias] ...................................... 81
En tu nada ...................................................... 82
[Una hoja] ....................................................... 83
[Quedan sonrisas vagabundas] ...................... 84
[Se hace espeso el recuerdo] ........................... 85
Numeración .................................................... 86
[Me aquieto] .................................................... 87
Muda ............................................................... 88
Diluidos .......................................................... 89
[¿Quieres crear una especie de leyenda?] ...... 90