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El seis Narrativa & Ensayo
Fernando Sabido Arte
Renia Fermaint Poesía
Héctor Zabala Narrativa
YO SOY EL TIPO
PÁJAROS EN EL DESIERTO
Ella avanza
sin descanso
ella va
atraviesa montes y llanuras
bajo soles incendiados y lunas heladas
y avanza
el poeta se detiene
afloja el ritmo
a veces se confunde
se sienta en la silla del poder
pero ella no transa
llega a la ciudad
camina por calles nocturnas
corre el último colectivo
mira la luna con una mujer ciega
habla con los mudos
juega con niños en el parque
ladra junto a un perro callejero
huele una rosa negra
y sigue
cruza las bocacalles sin mirar
la atropellan
la insultan
la quieren arrestar
pero ella sigue
entra en el alma de un suicida
y lo salva
sube a las alturas
habla con los dioses
y discute con Satanás
entra al cuerpo de un menesteroso
y bebe vino barato
se emborracha
y se droga
con los muchachos en la plaza
incendia gomas en la ruta
reclama paz y pan
pan y rosas
verdad y justicia
enfrenta la usura
al poder de los totalitarios
a torturadores y genocidas
no quiere circo
ni hueso
ni vino agrio
ella no se arrodilla
no se vende
grita sueños y libertad
hace amigos sin tiempo
compañeros entrañables
reclama lo imposible
cambia el mundo
lo destruye
y crea
un mundo nuevo
ríe y llora como un niño
como un hombre libre
como un sueño realizable
y sigue adelante
persigue utopías cabalgando unicornios
navega los siete mares de la tempestad
sobrevive
y sigue sin tiempo
para pausas tramposas
para habladurías vulgares
entra a los barriadas marginales
a los barrios abandonados a la mala del diablo
se interpone entre dos contrincantes
y le disparan a la cabeza
pero ella: la poesía
no se inmuta
solo sigue
debe llegar al final
de un camino sin fin
debe llegar a destino
a la salvación de todo hombre y mujer
debe llegar al amor fundamental.
me levanté de un salto
caminé despacio hasta la sala
sobre los zapatos había una gran caja
tenía escrito algunos símbolos incomprensibles
abajo a la derecha se leía ―Made in Taiwan‖.
***
–Y El Flaco, ¿tiene?
–Flaco. ¡Flaco! Toma, date uno pa’ que despiertes –dice Samy
dirigiéndose al flaco y extendiéndole su mano con la bolsilla.
–Y a este, ¿qué le pasa? Vete mijo, vete pal carajo, pa’ allá, pa’ tu
casa –le contesta María.
***
***
[MATERIALISMO FECAL]
mamá
estúpidas telenovelas mexicanas
(tan lejanas de esos discos de hip hop gritando
¿no te has preguntado qué es la vida?
y nada
¿no te has preguntado qué sigue?
y nada
y todo)
se aposentan en medio de mis juguetes
marihuana y rastafaries rodeados de idiotas (ajá)
San Pedro Sacatepéquez es un signo
tan surrealista como
la vecina desnuda tras la ventana
videoclip para los que no debieron volver de New York
con Ja Rule y lentes oscuros sobre el alma/
mamá
no seas pendeja y quema mis libros
para darle gusto
a los que predijeron el silencio en nuestra lengua
para los que me arrancaron el código de barras
y no entendieron el fuego
como algo enterrado en una bahía plana
justo bajo ese buque
que cientos de ojos deliraron indiferentes
HAHARI WAGÜBÜRIGU [algo así como el espíritu
de nuestros padres]
FLASH
*
En ti vengo a ser como el ángel que ladra
o la mujer que besa
y esa burbuja lesbiana más no nocturna/
cuando hablo del mar con calcetas
para una madre disfrazada de lengua
y tanto hijo de puta caminando hacia atrás
ESCULTURA DE SOLEDAD…
Pintura abstracta 44
Maternidad
Pintura abstracta 43
Pintura abstracta 49
RENDICIÓN DE A DOS
Nos confundimos en los ojos
Y en el cilicio de vestigios que despedían,
Apartaste(tú) las hojas cuevas, esquivé(yo) los clandestinos
volcanes.
Fuimos a encorvarnos
En nuestros respectivos libros castigados.
CUERPO VIAJADO
Me lamo la muerte carretera
Que transita cansada entre
Las agitadas vértebras de la inocencia vieja.
Sinfonía de una pérdida a (des)tiempo
Que supura pieles que se han rozado
Tan sólo con la punta de la lengua.
COMATOSO
Y el punto se tragó la palabra
Y la oración quedó elipsis
Y sustituí las letras por infinitas cifras sin clave
Y terminé con una coma sin tener (querer) más nada qué
decir,
BOLETO ―ONE-WAY‖
Caer en el vértigo
De tus manos tendidas al vacío
Que me envuelven en contrapuntos
En idas sin regreso que matar.
EX(S)FUMADO
Abanico la espera humo
Que lenta seduce al tiempo.
Aquella ha muerto dos veces
Desde que tu espalda se pervirtió en polvo
Entre las garras plomizas
De la retumbante almohada hueca.
Te calé.
CONDENADA-CONFESIÓN
Vacié la carne depurada
Insólita de amaneceres
Que entraron en la caída de mi despertar.
ASILVESTRADO(S)
Cántame la viciosa nota de tu silencio
Que se desgrana en la granada boca.
Fruto seco
Que vaticino rodeado de ansiedades.
PSICODÉLICOS
No le temo a la boca voraz
Que se asoma a mi oído.
Sospecho del suspiro desvirtuado
Que me duerme.
A LA RETAGUARDIA
Incrépame en la penumbra de tu sigilo
La inconclusa muerte amarilla que me sobrecoge.
Organizo la incipiente invasión
De los mustios remolinos que como bocanadas
Me arrojarán a la locomotora subterránea.
Repréndeme.
Aún no me he ido.
BROMA EN LA BRUMA
Una vez solo, el viejo recordó que jamás nadie, de noche ni de día,
se animaba a caminar esos senderos remotos. Estaba aislado, con la
puerta cerrada, y a eso se reducía todo.
Después, todas las demás los vieron cruzar esas aguas de las que
nunca se vuelve. Él conduciéndola y ella sumisa, dispuesta a soportarlo
hasta el fin.
CONCIENCIA DE CHANCHOS
El bagre japonés virtual despierta en una fábrica zen, absorbe los restos
quirúrgicos de la conciencia de los damnificados y vegeta, al tiempo que
reflexiona sobre el futuro de la raza élfica en nuestro continente. Ubres
volcánicas que harán de pan a los me despierto pensándote. La nada, la
explosión de todo lo nacido para perdurar, Dios, que es la muerte, que es
el ser y el no ser y el para sí y el en sí, que son toda la vida,
completamente inconscientes todos de todo, perfectamente
deslumbrados ante cualquier obstáculo de la visión, ante la rama de
cerdo en el ojo de una viga de estampita de la idea que suponemos tener
del primer mundo. Pero somos (somos) caracteres bordados en la camisa
de un hipócrita, un sacerdote analfabeto de una religión aún no creada,
que dará forma convexa a la nada, que nutrirá de agujeros toda nuestra
constitución fálica, para luego convertirnos en el humo de los caminos
ciegos. Y te encantaría no proceder de ninguna parte cuando todo cobra
vigencia en el descarne de tu último rostro. Aunque se ha divulgado hace
un par de décadas el origen de toda esta farsa, por error, cuando
estallaron las cápsulas que contenían a los mesías.
PRISMAS
Por eso hubo una guerra de mundos, cuando el punto pudo ver
al punto en el punto que dibuja un punto entre todo un espacio
insondable y vano para aquel punto indefinible en ese espacio, pero
autosuficiente, autoconsciente. Un punto para todos los imbéciles que
habitan cualquier espacio ignorando al punto, madre de todas sus
elucubraciones y anhelos, un espacio vano, ajeno al punto que es su
razón de ser, todo un mundo que es excusa para un punto: este. Este
mundo en donde yo escribo toda una danza inútil en torno a al punto
que lo contiene, donde nadie se pondría a leer una oda a ese punto, ni
sería nadie quien la escribiera, oda que yo no leería, al igual que nadie
leerá esta seguidilla de intentos enormes que no pueden contener al
punto matriz de la reflexión que es motor de que todos los intentos de
cualquier cosa existan aunque sea en la mente obnubilada de un
esquizofrénico estándar el día de su mayor crisis existencial.
*
Desde ayer que los trotes se circunscriben a la ceniza más
elemental de lo incorpóreo en un sillón evanescente de líquido sincero,
nuestros ojos desmienten la puerta doblada al ras de un control de lodo
esmerado. Una cometa de plomo en primavera se divierte enemistando
pleitos contra sus rostros ya marchitos y delineados a todo color en el día
cálido que espera recompensas. En el círculo íntimo y reservado,
creciente de simpleza, estalla el rumor grueso y porfiado de la legítima
complicidad para con todo visitante de la isla donde el saber lo
personifica una piedra parlante y soberbia. Los índices de persistentes
características humanas en el próximo paso evolutivo serán ridículas
alusiones al mito de la muerte y algunas caídas poco inteligentes en el
terreno cifrado del conocimiento. Por lo demás, nuestros sucesores
calvos, se verán a sí mismos como a un espejo opaco y mudo, jamás
habrá objeto ni sujeto en ninguna sentencia ni intento, se vivirá en la
más absoluta individualidad, retraída al juicio, que escupe cien veces
ante el misterio y que desconoce otra ley que no sea la de la unidad y la
individualidad, que duerme en las llamas columnas de la identidad entre
irrepetibles.
En un ciego intento por compadecerse de sus hermanos, nuestro
hijo hace el daño y el bien como un búho instruido, muy seguro de sus
victorias y de su ocaso. Por esas latitudes de la historia, los árboles
tomarán conciencia de en qué manera siempre serán dejados tranquilos
por los prohumanos y se dedicarán a cantarles canciones a las piedras,
únicas portadoras por ese entonces del germen del futuro misterio.
Comenzó a nevar.
Se desplomó.
Estaba desnuda.
Carlos Rubio Albet. Oriundo de Pinar del Río, Cuba. En 1961 emigró a
Estados Unidos. Su primer cuento salió a la luz mientras cursaba estudios
universitarios en Concord College
(Athens, West Virginia). Sus cuentos
han aparecido en antologías como 20
cuentistas cubanos, Cuban American
Writers, Distinct Voices, Narrativa y
Libertad y Motu Proprio. En 1988, su
novela Saga fue declarada finalista
del I Premio Internacional de Novela
Nuevo León. México. Al año siguiente
obtuvo el premio en ese mismo
concurso con Quadrivium, publicada
en 1992, y reeditada en 2009. Rubio ha
obtenido el segundo lugar en la
mención de cuento del concurso
literario Sigma Delta Pi (1974) con
“Xinef, el eterno”, incluido en su libro
Caleidoscopio. Ha sido dos veces
finalista en el premio de novela Letras de Oro (1993 y 1994), así como en el
Pirate’s Alley Faulkner (1995), el Independent Publisher Book Award for
Multicultural Fiction (2004) y el premio al Libro del Año de Foreword
Magazine por Recuerdos secretos (2005).
Fernando Sabido Sánchez
SILENCIO
Presiento que estamos enterrando
las viejas canciones de amor,
que el viento de la umbría
va deshojando nuestro libro
verso a verso
sin demorar el arribo de la muerte
LA LIBERTAD
No llores cuando los malditos
Dancen sobre la tumba de tu libertad
Hazles creer que el ataúd está vacío
LA ETERNIDAD
EL VACÍO
MATERNIDAD
¿Me oyes?
Sin el permiso de tu rancio linaje
vienes a decirme en secreto que me amas
y es prematuro
porque tú sabes que un mismo movimiento
te devuelve a la totalidad inacabada
Amanece
y en la maternidad mediterránea
no hay ya ninguna errata
Jules Perahim
Poissons
La Marie
REVOLUCIÓN POÉTICA Y
MODERNIDAD PERIFÉRICA
de Alberto Julián Pérez (Buenos
Aires: Corregidor, 2009)