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VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

La violencia intrafamiliar es un fenómeno multicausal y multidimensional que


debe ser considerada como un problema de salud pública y abordada con base
en el reconocimiento, garantías y protección de los derechos humanos en
general y de derechos específicos en particular. Es necesario asumir que los
factores que dan lugar al acto violento son producto de las relaciones de cada
cual consigo mismo, con los demás y con el entorno y que la prevención es
responsabilidad de los individuos, las familias y las comunidades así como del
Estado en los niveles territoriales.

El término violencia hace referencia a todas las formas de abuso que tienen
lugar en las relaciones entre los miembros de una familia enmarcada dentro del
contexto de desequilibrio de poder.

Ha dejado de ser considerada como algo privado para convertirse en un


problema de salud pública por las siguientes razones: Las personas sometidas
a situaciones crónicas de VIF presentan dificultades de salud como
enfermedades psicosomáticas, de presión, etc. marcada disminución en el
rendimiento laboral.

Los niños y adolescentes testigos de ésta pueden presentar trastornos de


conducta escolar y dificultades en el aprendizaje.

Acciones desde haz paz:

Desde haz paz se trabaja en los componentes de prevención, detección y


vigilancia y atención.

Prevención de los factores que contribuyen al uso de la violencia en las familias


y promoción de los factores protectores.

Vigilancia y detección temprana de las víctimas, así como la de la utilización de


la violencia como forma de relación y de resolución del conflicto en el hogar y
en los espacios sustitutivos de la vida familiar.

Atención en las esferas de justicia, seguridad, salud y protección de las


personas y las familias con presencia de episodios de violencia física, sexual y
emocional en los espacios domésticos y en los sustitutivos de la vida familiar y
de los agresores, en especial los agresores menores de edad y de violencia
conyugal.

ACCIONES:

1. En prevención: Las acciones están orientadas a:

1. 1 Incidir en el cambio de los patrones socioculturales que justifican y


alimentan las acciones violentas al interior de las familias, maximizando el
potencial de resolución pacífica de los conflictos y que propicie la convivencia
pacífica, la solidaridad con los más débiles, el ejercicio no violento del poder y a
confianza en las autoridades en general. Hacer visibles las ventajas que
implican para todos el vivir en armonía consigo mismo, con los demás y con el
entorno

Para el logro de esta línea de acción, es necesario:

- Elaborar estrategias de comunicación y movilización social para el cambio


cultural que resalte el potencial de los colombianos en la construcción de la
paz al interior de las familias, que refuerce un ideario colectivo de la
favorabilidad del afecto y la armonía y la inaceptabilidad del uso de la fuerza
en las relaciones familiares. “Campaña nacional por la convivencia familiar”

- Implementar procesos educativos al interior de las instituciones que


modifiquen la cultura institucional de tolerancia o indiferencia frente a los
casos de violencia dentro de la familia y de abuso de poder frente a los más
débiles. “Cambio en la cultura institucional.”

- Crear mecanismos ágiles de control a los contenidos de la violencia en los


medios masivos de comunicación en especial para audiencias infantiles y
juveniles.

- Crear redes territoriales por la paz y la convivencia familiar

1.2. Fortalecer los factores protectores de la familia, la pareja y el individuo ese


necesario desarrollar estrategias de apoyo a padres y madres en los procesos
de socialización y de crianza de los hijos incluyendo:

- La educación en elementos de desarrollo infantil.

- La enseñanza de habilidades para ejercer una disciplina positiva que


desestimule el uso del castigo físico y de la violencia emocional como
medida correctiva.

- La transmisión de destrezas y habilidades para apoyar a las parejas en la


resolución pacífica del conflicto interpersonal.

- Impulsar con los sectores de salud, educación, ICBF y demás entidades


que trabajen con los niños espacios de fortalecimiento del vínculo afectivo
de la madre y el hijo y del padre y el hijo y de recuperación de espacios de
afecto y ternura por parte del padre y entre todos los miembros de la
familia.

- Fomento de iniciativas locales de apoyo a las familias con adolescentes en


el abordaje comprensivo de ésta etapa y la reducción de nuevos factores
generadores de conflicto como las drogas, el alcohol y embarazos no
deseados.
- Apoyo a iniciativas pedagógicas para la formación en derechos humanos y
resolución pacífica de conflictos a niños, adolescentes, ancianos, mujeres
en derechos sexuales y reproductivos, en los ámbitos de educación formal y
no formal en los centros comunitarios y de asistencia social.

- Fomento de iniciativas de apoyo a las familias con personas con


discapacidad física o mental, que les permitan mejorar su comprensión del
problema y que puedan encontrar soporte emocional, social y terapéutico
adecuado para fortalecer el vínculo afectivo y evitar el abandono, la
negligencia y/o maltrato.

- Divulgación de información sobre efectos del alcohol y el uso de sustancias


psicoactivas, así como la orientación para encontrar solución a éstos
problemas.

Para lo anterior, se requiere dar información y educación a las familias, crear


redes de apoyo emocional a las familias, fortalecer el vínculo afectivo temprano
entre padres, madres e hijos y hacer divulgación de pedagogías por la paz.

1.3. Para el fortalecimiento de factores protectores comunitarios:

- Fomentar la creación de símbolos y referentes locales que afiancen el


sentido de pertenencia y arraigo de las familias a sus vecindarios y
comunidades. Este componente es especialmente importante para las zonas
de asentamiento reciente producto de los desplazamientos forzosos.

- Movilizar las organizaciones sociales para que expresen a través del arte, y
el juego sus preocupaciones y reflexiones en torno a la causalidad y las
consecuencias de la violencia intrafamiliar.

- Fomentar y fortalecer las redes sociales, comunitarias e institucionales de


apoyo a las familias en conflicto.

- Movilizar a las comunidades en torno al control de expendios de droga y


bebidas alcohólicas y al uso de armas.

- Sensibilizar a las autoridades, locales para que incorporen en sus planes


locales de desarrollo la temática de violencia intrafamiliar.

Es importante:
- Desarrollar procesos comunitarios para el control social, el fortalecimiento
del sentido de pertenencia y el desarrollo lúdico y cultural.

- Crear redes de apoyo a familias con necesidades especiales

2. Detección y vigilancia temprana de la utilización de la violencia como


forma de relación y de resolución del conflicto en el hogar.

2.1: Diseño y puesta en marcha de un sistema de vigilancia intersectotrial,


generando espacios de reflexión que permitan identificar factores generadores
y perpetuadores de la VIF y puedan orientar el trabajo preventivo y de
asistencia de los diferentes sectores y generar movilización social en torno a
los problemas.

Es importante crear sistemas municipales de vigilancia de las situaciones de


violencia en el hogar y en las instituciones sustitutivas de la vida familiar.

2.2 Detección temprana de víctimas o situaciones de violencia intrafamiliar:


diseñar y poner en marcha mecanismos de detección temprana y atención
preventiva de los individuos y familias en riesgo de VIF

Algunas de las situaciones de riesgo de VIF sobre las cuales se requiere


ejercer vigilancia e identificar tempranamente en niños y niñas en riesgo
familiar y social son las siguientes:

- En riesgo de abandono
- En riesgo o expuestos a la presencia de episodios de violencia conyugal
entre sus padres y/o maltrato y abuso sexual infantil.
- Siendo objeto de agresión física y/o sexual por parte de otros niños y /o
niñas.
- En riesgo o expuestos a situaciones de maltrato físico, verbal, emocional
y/o abuso sexual en entidades o instituciones responsables de su cuidado.
- En riesgo o expuestas a violencia o maltrato en sus comunidades – niños y
niñas en la calle y de la calle
- En riesgo de abuso sexual extrafamiliar, explotación sexual y/o pornografía
- Expuestos a mendicidad, explotación laboral o a trabajos peligrosos por
parte de sus padres o personas responsables de su cuidado.

Ente las acciones:


- Remitir a las entidades competentes, denunciar y hacer seguimiento
- Programas de capacitación en destrezas para la identificación de
situaciones de violencia en las diferentes entidades y espacios para el
cuidado de los niños.
- Dotar a los establecimientos educativos y de protección contenidos
educativos para desarrollar destrezas en los niños a fin de detectar
conductas sexuales inapropiadas de los adultos hacia ellos.
- Sistemas de vigilancia social para detectar a los niños de la calle, los
sometidos a mendicidad, menores trabajadores, explotados sexualmente
entre otros, con el fin de iniciar procesos de protección.

3. Atención Busca atender de manera ética, efectiva e inmediata pero a la vez


integral y sostenida en el tiempo tanto a la víctima y a su familia como al
agresor especialmente si éste es menor de edad o es uno de los cónyuges.

3.1. Atención a las personas y familias con episodios de violencia conyugal,


maltrato infantil y/o abuso sexual.

- Crear alianzas estratégicas entre el gobierno nacional, las autoridades


locales y los organismos no gubernamentales para ampliar la red de
servicios de protección a los niños víctimas de VIF y delitos sexuales, a las
mujeres víctimas de violencia conyugal, a los ancianos expuestos a
episodios de violencia doméstica e institucional y a personas con alguna
forma de discapacidad con derechos vulnerados.
- Desarrollar procesos continuos de mejoramiento de los recursos humanos
y de los servicios con base en capacitación y retroalimentación de la
gestión.
- Desarrollar y evaluar en terreno modelos de atención integrada e
intersectorial.

Los servicios prestados deben ser adecuados a las necesidades, edad, género
y características del caso, ejecutados bajo estándares éticos y de calidad
deseables tanto en los aspectos técnicos como humanos.

3.2. Atención a agresores de VIF en especial de menores de edad y de


violencia conyugal:

- Desarrollo de programas de rehabilitación y apoyo para agresores


especialmente cuando se trate de menores de edad.
- Proyectos demostrativos de atención a agresores de violencia conyugal.

Fortalecimiento de factores protectores:

Habilidades de los seres humanos para hacer frente a las dificultades


(resiliencia):

- Competencias sociales y emocionales en los niños: autonomía e


independencia, aceptación de responsabilidades, autoestima.

- Presencia de padres no maltratados cuya vinculación afectiva les ha


permitido ser conscientes de la necesidad de cambios en los patrones de
crianza, que tienen además un buen nivel de autoestima y de
reconocimiento de si mismos.

- Personas con apertura al cambio, conscientes de los valores del otro,


respetuosos de sí mismos y de los derechos de los demás.

- Personas con capacidad de empatía y escucha

- Personas con habilidades emocionales acertivas y estables

- Familias estables con valores centrados en el respeto del otro, capaces de


escuchar, manifestar sus sentimientos y aceptar a los otros.

- Padres dignos de confianza con habilidad para negociar las diferencias y los
desacuerdos y de promover prácticas de comportamiento saludables y
comportamientos responsables de autocuidado.

- Estabilidad económica y laboral.


- Valores y normas culturales opuestos a la violencia y la promoción del
sentido de responsabilidad compartida en el cuidado de los niños.

LAS FAMILIAS Y LA GUERRA

La guerra produce un efecto arrasador sobre las familias. Su capacidad para


proveer el espacio afectivo y socializador, pilar fundamental para el desarrollo
de un niño. El impacto de la guerra genera severos niveles de tensión familiar
y los roles familiares se trastocan ante la desaparición de sus miembros
produciendo serios problemas de salud mental.

Muchos de los jóvenes que van a la guerra afirman que en lagunas ocasiones
la causa principal que los motivó fue el “sentirse aburridos en la casa” en parte
por el maltrato de sus padres o padrastros o por que el aburrimiento se liga a
un no futuro deseable para ellos y que en la mayoría de los casos se proyecta
a “seguir los mismos pasos de los padres”.

Cuando son maltratados física o psicológicamente, no encuentran en su


espacio vital el contexto de apoyo necesario para su bienestar; buscan una
salida falsa a su situación de maltrato.

La guerra maneja imaginarios alrededor de la movilidad, la incertidumbre, la


desconfianza, el estar alerta, el cambio y la sombra permanente de la muerte.

En ocasiones la violencia se vive como amenaza y riesgo contra la integridad


de la familia y la propia. Es la inminencia de la desaparición de las figuras de
soporte y protección; otros la viven como una amenaza por que sus figuras de
protección han sido asesinadas o desaparecidas, representando en este caso
la violencia para niños y niñas la destrucción de su mundo.

Los procesos de fragmentación y deterioro del tejido social no solo significa la


exposición de los niños al riesgo sino la obligación casi siempre impuesta por
los adultos de controlar su espontaneidad y en ultimas de reprimir su
condición de niño. Esto se expresa en la orden de guardar silencio, no
preguntar, mentir u observar otras conductas necesarias para sobrevivir en
medio del conflicto.

Cuando la violencia irrumpe en comunidades ancestrales, sólidas y


cohesionadas tiende a generarse una gran solidaridad interna; sin embargo,
las amenazas y riesgos externos conllevan la represión del comportamiento
infantil.

Cuando la comunidad, las familias y los niños viven la violencia como una
experiencia cotidiana, esta se constituye en una “forma natural” de ser de la
realidad o en un “debe ser”. Los niños son socializados en un ambiente
autoritario sustentado en la violencia y el miedo y será interiorizado como un
“mundo normal” o el único mundo” habituándose a él y generando expresiones
de indolencia y sensibilidad ante el sufrimiento.
Si por el contrario, los niños crecen en un entorno social en el que prevalecen
mecanismos distintos a la violencia para resolver conflictos y establecer
relaciones y si este orden es alterado por hechos violentos inesperados, las
respuestas inmediatas son el terror y el llanto.

Según las circunstancias y características de la familia los niños pueden vivir


los momentos previos a la salida del hogar con gran confusión, aislamiento y
soledad, aislamiento y soledad, y la tensión e irritabilidad generada por estos
hechos en los adultos provocan reacciones agresivas ante los pequeños.
Algunos adultos creen que no dar explicaciones a los niños es una forma de
protegerlos a ellos y a la familia.

Las salidas quedan marcadas por las pérdidas, el abandono de los amigos, los
muertos, las cosas, los lugares, los animales, etc.

Se podría decir que los niños que están en peores condiciones son aquellos
que:
- Provienen de familias con alto nivel de conflictividad violencia.
- Proceden de comunidades fragmentadas, conflictivas y aisladas
- Presenciaron hechos violentos y estos afectaron directamente a familias y
amigos.
- Pendieron a miembros de su familia o vecinos.
- Permanecieron por más tiempo expuestos al hostigamiento al miedo
- Se desplazaron con la familia incompleta
- Ingresaron a un contexto lejano y distinto
- Ingresan a un contexto de alta conflictividad y riesgo
- Encuentran adversidad y rechazo en el contexto de llegada
- No encuentran apoyos ni ofertas institucionales.

Para algunos de estos niños la violencia los ha acompañado siempre; muchos


de ellos narran la crueldad de castigos impuestos por sus padres y abuelos y la
dureza de las responsabilidades que les encomiendan. El desplazamiento
afianza y agudiza esas relaciones debido a las nuevas tensiones , carencias y
exigencias que plantea a las familias.

A la violencia intrafamiliar y política se suma la violencia social, acompañada


con amenazas de violación, robos o atracos

Acciones en el presente para romper la repetición en el futuro

La consecuencia más trágica de la guerra es que tengan que pasar su infancia


sin poder como niños, una infancia sin amor, sin juegos, sin ilusiones.

Desarrollar estrategias que permitan:

- Superar las dramáticas condiciones de pobreza tanto en los lugares de


expulsión como de los de llegada.
- Garantizar el acceso a la educación.
- Proteger a la niñez del conflicto armado
- Brindar apoyo a las familias para que puedan expresar, elaborar y
comprender sus vivencias incluyendo a los niños. Estos requieren de sus
padres justificaciones y seguridades. Necesitan entender el dolor de sus
padres y entender la situación para que no se sientan culpables de lo que
ocurre.
- Propiciar espacios adecuados para sus procesos de socialización en los
que puedan imaginar, recrear y acceder a recursos diversos para expresar
sentimientos: juego, el arte, la lúdica y el deporte.
- Propiciar espacios para hablar de sentimientos y pensamientos y elaborar el
dolor por todas las pérdidas.

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