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La violencia contra los niños, niñas y adolescentes, además de ser una de las
formas más graves de vulneración de derechos humanos, constituye una
deuda principal con las generaciones presentes y venideras. La forma como
reciban el mundo nuestros niños y niñas de hoy, será la forma en que lo
construyan en el futuro.
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Estas cifras sin embargo corresponden únicamente a casos
denunciados, aunque es evidente que la situación de violencia es
mucho mayor considerando la indefensión de la población afectada.
Una de las evidencias más graves en los estudios revela que los lugares donde
se espera que haya más protección como el hogar o la escuela, son
precisamente los espacios donde se comenten la mayor cantidad de hechos
de violencia y las personas que son responsables del cuidado y protección
suelen ser los principales victimarios.
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La visión adultocentrista de la sociedad, que niega a los menores el
derecho a participar, exigir y demandar sus derechos
Los modelos de socialización que transmiten y recrean a través de los
medios de comunicación masiva.
¿Qué estamos haciendo como Estados y como Defensores del Pueblo para
enfrentarla?
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creando una dirección especial que formula y propone políticas
públicas, articula la acción de las entidades de la sociedad y el Estado y
promueve intervenciones específicas en todos los ámbitos
A nivel de estrategias, con el apoyo de UNICEF trabajamos en el
proyecto denominado “La voz de los niños, niñas y adolescentes” que
pretende transversalizar el principio de la inclusión de las opiniones,
criterios, reflexiones y denuncias de esta población, en la adopción de
medidas legales y políticas públicas que los involucren. Los primeros
resultados son altamente positivos, en especial en la detección de
problemas que los adultos no alcanzamos a identificar.
En términos de la gestión del conocimiento, llevamos adelante el
primer estudio sobre la situación de violencia, maltrato y acoso en las
Unidades Educativas para promover acciones de incidencia en políticas
públicas de prevención, atención y protección contra la violencia
escolar y Acoso Escolar a partir del análisis de los Reglamentos Internos
de faltas y sanciones aplicadas a niñez y adolescencia del sistema
escolar.
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Los reglamentos no se construyen en base a la participación de la
comunidad educativa, no son consensuados, los niños, niñas y
adolescentes desconocen los reglamentos.
No responden a la realidad del contexto socio-económico y cultural en
la que viven los niños, niñas y adolescentes, los discriminan y niegan su
identidad cultural al no considerar y respetar sus valores culturales y
formas de convivencia social.
El enfoque adulto céntrico de las autoridades educativas y
administrativas hace que se genere mayores niveles de violencia y que
derive en el acoso escolar.
Por su parte, los mismos profesores justifican los castigos y aún la violencia.
Nuestra investigación encontró por ejemplo que:
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El 70% de los estudiantes, visibilizan a los profesores como
propiciadores del maltrato y fomentadores de la cultura del acoso
escolar y de favorecer la cultura de la intimidación
Ellos y ellas toleran el maltrato por que sienten temor a represalias y
expulsiones, por ello, prefieren callar y no denunciar.
Conclusión
Estoy convencido que todos los esfuerzos que se hagan son importantes y
contribuyen a enfrentar el problema, sin embargo no podemos solucionar un
conflicto estructural con medidas coyunturales.
Nuestro desafío es tan grande como nuestra voluntad y aunque parezca muy
difícil de cambiar, es un reto que debemos enfrentar ahora para lograr que
las generaciones futuras cosechen la paz, el respeto y la igualdad que
debemos sembrar hoy en nuestros niños, niñas y adolescentes.
Muchas gracias
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