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La elección de Pedro Castillo en 2021 generó esperanza para muchos peruanos marginados, pero su gobierno no abordó los problemas sociales y rápidamente se vio envuelto en escándalos de corrupción. Tras asumir Dina Boluarte y oponerse a elecciones anticipadas, miles de manifestantes salieron a las calles exigiendo su renuncia y elecciones anticipadas. Las fuerzas militares mataron a 10 personas e hirieron a decenas durante una protesta violenta en Ayacucho en diciembre de 2022. Más de 1.000 personas resultaron
La elección de Pedro Castillo en 2021 generó esperanza para muchos peruanos marginados, pero su gobierno no abordó los problemas sociales y rápidamente se vio envuelto en escándalos de corrupción. Tras asumir Dina Boluarte y oponerse a elecciones anticipadas, miles de manifestantes salieron a las calles exigiendo su renuncia y elecciones anticipadas. Las fuerzas militares mataron a 10 personas e hirieron a decenas durante una protesta violenta en Ayacucho en diciembre de 2022. Más de 1.000 personas resultaron
La elección de Pedro Castillo en 2021 generó esperanza para muchos peruanos marginados, pero su gobierno no abordó los problemas sociales y rápidamente se vio envuelto en escándalos de corrupción. Tras asumir Dina Boluarte y oponerse a elecciones anticipadas, miles de manifestantes salieron a las calles exigiendo su renuncia y elecciones anticipadas. Las fuerzas militares mataron a 10 personas e hirieron a decenas durante una protesta violenta en Ayacucho en diciembre de 2022. Más de 1.000 personas resultaron
Para muchas personas en las comunidades marginadas, la elección en 2021 de Pedro
Castillo fue un momento de esperanza. Pero su gobierno no implementó medidas
efectivas para abordar estos y otros problemas sociales y rápidamente se vio envuelto en escándalos de corrupción. Al asumir Boluarte y anunciar que gobernaría hasta el final del mandato de Castillo, en 2026, miles de manifestantes salieron a las calles pidiendo elecciones anticipadas, entre otras demandas, y, aunque la presidenta Boluarte finalmente cambió de postura y apoyó la celebración de elecciones anticipadas, el Congreso ha votado repetidamente en contra. El rechazo al Congreso, una institución que genera una abrumadora desaprobación pública, se convirtió en un denominador común de las protestas, así como los pedidos para que Boluarte renunciara. Uno de los actos más violentos durante estas protestas se dio en la ciudad de Ayacucho, el 15 de diciembre de 2022, las fuerzas militares mataron a 10 personas e hirieron a decenas en Ayacucho. Estas 10 personas forman parte de los 49 manifestantes y transeúntes, entre ellos 8 menores de 18 años, que murieron tras resultar heridos durante las protestas ocurridas en el Perú entre el 7 de diciembre de 2022 y febrero de 2023. Más de 1.000 personas resultaron heridas, entre ellas cientos de policías. Seis registros militares mostraron que personal militar en Ayacucho estaba equipado con fusiles de asalto Galil el 15 de diciembre de 2022. Un informe de balística elaborado por expertos forenses de la policía indicó que en el cuerpo de una de las víctimas fatales se encontró un proyectil de 5,56 mm “para fusil Galil”. En los casos de otras ocho víctimas, los informes de balística establecieron que las heridas de entrada fueron causadas por proyectiles de calibre similar (una medida de tamaño que se refiere al diámetro de la bala). Investigación de abusos y actos de violencia El sistema disciplinario de la policía carece de transparencia e independencia. No responsabilizó a quienes cometieron abusos contra manifestantes. La fiscal de la Nación Patricia Benavides informó que, al 8 de febrero de 2023, su oficina había abierto 189 investigaciones sobre muertes y lesiones de manifestantes y transeúntes, y sobre actos de violencia por parte de manifestantes. Como en dos casos de Andahuaylas, los fiscales no organizaron autopsias antes de que los cuerpos fueran enterrados, por lo que estas sólo se hicieron meses después. Más de seis semanas tras las muertes de manifestantes y transeúntes en Ayacucho, Andahuaylas y Juliaca, la Fiscalía aún no había decomisado ningún arma para realizar análisis balísticos, según abogados de las víctimas y una fiscal. En Cusco y Arequipa, los fiscales no solicitaron las grabaciones de las cámaras de seguridad de los lugares en los que hubo personas heridas o muertas, según abogados que representan a las víctimas. Responsabilidad de altos funcionarios en los abusos En enero de 2023, la fiscal de la Nación abrió una investigación preliminar contra la presidenta Boluarte; el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola; el ministro de Defensa, Jorge Chávez; los exministros del Interior Víctor Rojas y César Cervantes; y el exjefe del Estado Mayor Pedro Angulo, por homicidio y lesiones graves cometidos durante las protestas, entre otros delitos. Los fiscales tienen la obligación de investigar no sólo a los militares y policías que cometieron delitos, sino también a sus superiores y a las autoridades civiles que pueden haber ordenado los abusos, no haberlos detenido pese a tener la responsabilidad de hacerlo o no haber respondido adecuadamente para impedir nuevos abusos y garantizar la rendición de cuentas. El 17 de diciembre, Otárola, que entonces era ministro de Defensa, dijo en una rueda de prensa conjunta con la presidenta Boluarte que los hechos de Ayacucho eran “una lamentable secuela de actos fallidos” por gente violenta, que las Fuerzas Armadas habían “escrupulosamente respetado” las normas para el uso de la fuerza y prometió “la protección legal” del Estado a los agentes. Cuatro días después, la presidenta Boluarte nombró a Otárola presidente del Consejo de Ministros.