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AGUAS JURISDICCIONALES Y NO JURISDICCIONALES:

Por HORACIO MOHORADE


(REVISTA ATENEO DEL TRANSPORTE, AÑO 27, ABRIL DE
2017., NRO. 69, PAG. 25 A 49)

1.- INTRODUCCIÓN:

Las aguas se dividen en Jurisdiccionales, cuando están


sometidas a la jurisdicción de algún Estado y No Jurisdiccionales o Mar
Libre, cuando no están sometidas a ninguna jurisdicción.

2.- UN POCO DE HISTORIA:

Por cuestiones de seguridad desde la antigüedad los


imperios buscaron adueñarse de los mares ribereños a sus territorios.
Así, los Romanos hablaban del Mar mediterráaneo como el
"Mare Nostrum" (Mar Nuestro).
Desde el siglo XIII los Estados ribereños controlan la
piratería, la pesca y cobran tributos a los barcos que arriban a sus puertos.
Es célebre la polémica entre Hugo Grocio que en 1609 en
Holanda publica su Mare Liberum, mientras que John Selden en Inglaterra
sostiene su Mare Clausum, en 1635.
En 1702 en Holanda Bynkershoek sostiene que los países
costeros controlan su mar adyecente hasta donde llegue el tiro de un
cañon.
En Argentina el Código de Vélez Sarsfield en su art. 2340
menciona entre los bienes de dominio público a las aguas adyacentes a la
costa hasta una distancia de una legua marina (3 millas náuticas, que a
razón de 1852 metros la milla - la milla terrestre mide 1609 metros - nos da
5.556 metros) -, medida desde las más bajas mareas y un derecho de policía
por seguridad de hasta cuatro leguas marinas, es decir 12 millas náuticas o
22.224 metros.
En Ginebra en 1958 se sancionan 4 Convenciones que
entraron en vigior entre 1962 y 1966 pero con un nivel muy bajo de
ratificaciones:
1) Convención sobre Mar Territorial y Zona Contigua.
2) Convención sobre Alta Mar.
3) Convención sobre Pesca.
4) Convención sobre Plataforma Continental.

3.- LA CONVENCIÓN DE NACIONES UNIDAS SOBRE


DERECHO DEL MAR (MONTEGO BAY, JAMAICA 1982):

También conocida como la Convemar o la Unclos por sus


siglas en ingles. Se aprobó luego de 11 períodos de sesiones. Tiene 320
artículos y 9 anexos.
Los anexos son:
ANEXO I. ESPECIES ALTAMENTE MIGRATORIAS
ANEXO II. COMISIÓN DE LÍMITES DE LA
PLATAFORMA CONTINENTAL
ANEXO III. DISPOSICIONES BÁSICAS RELATIVAS A
LA PROSPECCIÓN, LA EXPLORACIÓN Y LA EXPLOTACIÓN
ANEXO IV. ESTATUTO DE LA EMPRESA
ANEXO V. CONCILIACIÓN
ANEXO VI. ESTATUTO DEL TRIBUNAL
INTERNACIONAL DEL DERECHO DEL MAR
ANEXO VII. ARBITRAJE
ANEXO VIII. ARBITRAJE ESPECIAL
ANEXO IX. PARTICIPACIÓN DE ORGANIZACIONES
INTERNACIONALES

La Convemar entró en vigencia el 16 de noviembre de 1994,


al transcurrir 12 meses después del depósito del 60º Instrumento de
Ratificación de acuerdo a lo previsto en su artículo 308.
Fue ratificada por más de 160 países. Argentina lo hizo en
1995 por Ley 24.543. Previo a dicha ratificación en 1991 se había dictado
la Ley 23.968 sobre espacios marítimos que tomaba los límites de la
Convemar.
En Uruguay fue ratificada en 1992 por Ley 16.287.
Posteriormente la Ley 17.033 de 1998 de Espacios Marítimos adecua la
legislación interna a las normas de la Convención.
EE.UU nunca la ratificó

La Convemar va a dividir las aguas jurisdiccionales en:


1) Aguas Interiores.
2) Mar territorial.
3) Zona Contigua y
4) Zona Económica Exclusiva.
Lo importante va a ser saber cuáles son los derechos de los
Estados ribereños por un lado y los de los buques de terceras banderas por
el otro.

1) Aguas Interiores.
El Art. 8 nos dice que Aguas interiores del Estado - salvo lo
dispuesto en la Parte IV, (que trata de los Estados Archipelágicos) -, serán
las aguas situadas en el interior de la línea de base del mar territorial.
Pero aclara que cuando el trazado de una línea de base recta,
encierre como aguas interiores aguas que anteriormente no se consideraban
como tales, allí existirá un derecho de paso inocente.

2) Mar territorial.
El art. 3 nos dice que los estados podrán establecer la
anchura de su mar territorial hasta las 12 millas marinas medidas a partir de
las líneas de base.
El art. 5 define la línea de base normal como la línea de
bajamar a lo largo de la costa, tal como aparece marcada mediante el signo
apropiado en cartas a gran escala reconocidas oficialmente por el Estado
ribereño.
A continuación efectúa algunas precisiones en los casos de:
Artículo 6, Arrecifes.
Artículo 7, Líneas de base rectas, en los lugares en que la
costa tenga profundas aberturas y escotaduras o en los que haya una franja
de islas a lo largo de la costa, o por la existencia de un delta y de otros
accidentes naturales.
Artículo 8, Aguas interiores, ya visto.
Artículo 9, Desembocadura de los ríos.
Artículo 10, Bahías.
Artículo 11, Puertos.
Artículo 12, Radas.
Artículo 13, Elevaciones en bajamar.
Artículo 14, Combinación de métodos para determinar las
líneas de base.
Artículo 15, Delimitación del mar territorial entre Estados
con costas adyacentes o situadas frente a frente.
Luego siguen 3 subsecciones referidas a todos los buques, a
los buques mercantes y a los buques de guerra.

SUBSECCIÓN A. NORMAS APLICABLES A TODOS


LOS BUQUES.
El Estado ribereño tendrá en su Mar Territorial soberanía
exclusiva y excluyente. Sin embargo deberá permitir el paso inocente de
los buques de cualquier bandera, Art. 17.

El Art. 18 nos da los 2 significados de paso que es navegar


por el mar territorial con el fin de:
a) Atravesarlo sin penetrar en las aguas interiores ni hacer
escala en una rada o una instalación portuaria fuera de las aguas interiores;
o
b) Dirigirse hacia las aguas interiores o salir de ellas, o hacer
escala en una de esas radas o instalaciones portuarias o salir de ella.
El paso debe ser rápido e ininterrumpido, aunque comprende
la detención y el fondeo, pero sólo como incidentes normales de la
navegación o sean impuestos al buque por fuerza mayor o dificultad grave
o se realicen para auxiliar personas, buques o aeronaves en peligro.

El Art. 19 nos dice que el paso será inocente mientras no sea


perjudicial para la paz, el buen orden o la seguridad del Estado ribereño,
inc.1.
A continuación el inc. 2 nos dice que el paso de un buque
extranjero no será inocente si realiza alguna de estas actividades:
a) amenaza o uso de la fuerza contra la soberanía, integridad
territorial o independencia política del Estado o que viole principios de
derecho internacional de la Carta de la ONU;
b) ejercicio o práctica con armas de cualquier clase;
c) acto destinado a obtener información en perjuicio de la
defensa o la seguridad del Estado;
d) acto de propaganda destinado a atentar contra la defensa o
la seguridad del Estado ribereño;
e) lanzamiento, recepción o embarque de aeronaves;
f) lanzamiento, recepción o embarque de dispositivos
militares;
g) El embarco o desembarco de cualquier producto, moneda
o persona, violando normas aduaneras, fiscales, de inmigración o
sanitarias;
h) acto de contaminación intencional y grave;
i) actividades de pesca;
j) actividades de investigación o levantamientos
hidrográficos;
k) actos dirigidos a perturbar las comunicaciones u otros
servicios o instalaciones del Estado;
y concluye genéricamente
l) otras actividades que no estén directamente relacionadas
con el paso.

A continuación el art. 20 dice que los submarinos o


sumergibles deben navegar en la superficie y enarbolando pabellón.

El Art. 21 permite al Estado ribereño dictar normas relativas


al paso inocente vinculados a seguridad de la navegación, tráfico marítimo,
protección de las ayudas a la navegación, servicios, instalaciones, cables y
tuberías, conservación de los recursos vivos del mar, prevención de
infracciones de sus leyes de pesca, preservación del medio ambiente y
control de la contaminación, investigación científica marina y
levantamientos hidrográficos, prevención de normas aduaneras fiscales, de
inmigración y sanitarios.

El Art. 22 permite al Estado exigir a los buques que utilicen


las vías marítimas y los dispositivos de separación del tráfico establecidos,
en especial los buques cisterna, de propulsión nuclear o que transporten
sustancias o materiales nucleares, peligrosos o nocivos.

El art. 23 obliga a estos Buques a tener a bordo los


documentos y observar las medidas especiales de precaución establecidos
en acuerdos internacionales.

El art. 24 obliga al Estado a no dificultar el paso inocente ya


sea imponiendo normas que de hecho nieguen u obstaculicen el paso
inocente; o discriminando a los buques de un Estado determinado o contra
buques que transporten mercancías hacia o desde un Estado determinado o
por cuenta de éste.
Además, el Estado debe dar a conocer los peligros que
amenacen a la navegación en su mar territorial.

El art. 25 permite al Estado ribereño tomar medidas para


impedir todo paso que no sea inocente o incumplimientos de las
condiciones a que esté sujeta la admisión de los buques en esas aguas o
puertos o suspender temporalmente en ciertas áreas el paso inocente por
seguridad, incluyendo ejercicios con armas.
El art. 26 prohibe imponer gravámenes por el solo hecho del
paso. Sólo puede gravarse un servicio determinado, aunque sin
discriminación.

SUBSECCIÓN B. NORMAS APLICABLES A LOS


BUQUES MERCANTES Y A LOS BUQUES DE ESTADO
DESTINADOS A FINES COMERCIALES.

El art. 27 en el inc. 1, sólo permite la Jurisdicción penal a


bordo de un buque extranjero cuando:
a) el delito tenga consecuencias en el Estado ribereño;
b) el delito pueda perturbar la paz del país o el buen orden
en el mar territorial;
c) el capitán del buque o un agente diplomático o hayan
solicitado la asistencia de las autoridades locales; o
d) las medidas sean necesarias para la represión del tráfico
de estupefacientes o de sustancias sicotrópicas.

En el inc. 2 le permite al Estado detener e investigar a bordo


de un buque extranjero que proceda de aguas interiores.
En ambos casos debe notificar a un agente diplomático y
facilitará el contacto entre el agente y la tripulación del buque.
El Estado no puede tomar medida alguna, detener personas o
practicar diligencias con motivo de un delito cometido antes de que el
buque entrara en su mar territorial, si sólo está de paso sin entrar en las
aguas interiores.

El art. 28 le prohibe al Estado detener o desviar buques para


ejercer su jurisdicción civil sobre personas a bordo o tomar contra esos
buques medidas de ejecución o cautelares en materia civil, salvo como
consecuencia de obligaciones contraídas o responsabilidades incurridas
durante su paso por las aguas del Estado ribereño o con motivo de ese paso.
Sí puede tomar medidas de ejecución y cautelares contra
buques que se detengan en su mar territorial o pasen por él procedente de
aguas interiores.

SUBSECCIÓN C. NORMAS APLICABLES A LOS


BUQUES DE GUERRA Y A OTROS BUQUES DE ESTADO
DESTINADOS A FINES NO COMERCIALES.

El art. 29 define a los buques de guerra como los


pertenecientes a las fuerzas armadas de un Estado que lleve los signos
exteriores distintivos de los buques de guerra, que se encuentre bajo el
mando de un oficial designado y cuya dotación esté sometida a la disciplina
de las fuerzas armadas regulares.

El art. 30 dispone que cuando un buque de guerra no cumpla


las normas del Estado ribereño relativos al paso por el mar territorial y no
acate la invitación que se le haga para que los cumpla, éste puede exigirle
que salga inmediatamente del mar territorial.

El art. 31 responsabiliza al Estado del pabellón por daños


causados por un buque de guerra por los daños que sufra el Estado ribereño
como resultado del incumplimiento de las normas relativas al paso por el
mar territorial o demas disposiciones de la Convención u otras normas de
derecho internacional.
El art. 32 dispone que ninguna disposición de la Convención
afectará a las inmunidades de los buques de guerra y otros buques de
Estado destinados a fines no comerciales.
Lo interesante de este artículo es que no dispone la
inmunidad que incluye la inembargabilidad de los buques de guerra - sí lo
hace el art. 95 pero para la Alta Mar - pero en algún sentido la presupone.
Recordar el embargo de la Fragata Libertad argentina en Ghana.

3) Zona Contigua:

El Art. 33 regula la Zona contigua disponiendo:


1. su anchura no irá más allá de las 24 millas marinas
contadas desde las líneas de base.
2. el Estado puede tomar las medidas de fiscalización para
prevenir las infracciones de sus normas aduaneras, fiscales, de inmigración
o sanitarias que se cometan en su territorio o en su mar territorial y
sancionar las infracciones de esas normas.

4) Zona Económica Exclusiva:

La Zona Económica Exclusiva está regulada de los arts. 55 a


75.
El art. 55 la define como el área situada más allá del mar
territorial y adyacente a éste, sujeta al régimen jurídico específico
establecido en la Convención.
El art. 56 da los derechos, jurisdicción y deberes del Estado
ribereño, a saber:
a) Derechos de soberanía para los fines de exploración y
explotación, conservación y administración de los recursos naturales, vivos
o no vivos, de las aguas suprayacentes al lecho, del lecho y del subsuelo del
mar, incluyendo la producción de energía derivada del agua, de las
corrientes y de los vientos;
b) Jurisdicción con respecto a:
i) El establecimiento y la utilización de islas artificiales,
instalaciones y estructuras;
ii) La investigación científica marina;
iii) La protección y preservación del medio marino;
c) Otros derechos y deberes previstos en esta Convención.
El Estado ribereño debe tener en cuenta los derechos y deberes de los otros
Estados

El art. 57 da el ancho de la zona económica exclusiva que es


hasta las 200 millas marinas contadas desde las líneas de base

El art. 58 da a los otros Estados la libertad de navegación y


sobrevuelo, de tendido de cables y tuberías submarinos y de otros usos del
mar internacionalmente legítimos. Le reconoce también los derechos de los
arts. 88 a 115 (Alta Mar) en tanto no sean incompatibles con esta Parte y
siempre teniendo en cuenta los derechos del Estado ribereño.

El art. 59 sostiene que los conflictos deben resolverse sobre


una base de equidad.

El art. 60 relativo a las islas artificiales, instalaciones y


estructuras en la zona económica exclusiva le da al Estado ribereño la
jurisdicción exclusiva inclusive en materia de normas aduaneras, fiscales,
sanitarias, de seguridad y de inmigración.
Su construcción debe ser notificada y se debe advertir su
presencia. Las abandonadas deben ser retiradas para garantizar la seguridad
de la navegación, teniéndose en cuenta la pesca, la protección del medio
marino y los derechos y obligaciones de otros Estados. Se avisará la
profundidad, posición y dimensiones de las instalaciones y estructuras que
no se hayan retirado.
También el Estado ribereño podrá establecer alrededor
zonas de seguridad razonables, determinando su anchura, que no será
mayor a 500 metros desde su borde exterior, la que debe ser respetada por
terceros.
No se pueden establecer islas artificiales, instalaciones y
estructuras cuando interfieran con vías marítimas reconocidas, esenciales
para la navegación internacional.
No tienen mar territorial propio y su presencia no afecta a la
delimitación del mar territorial, la zona económica exclusiva o la
plataforma continental.

El art. 61, relativo a la conservación de los recursos vivos


dice que el Estado ribereño determina la captura permisible asegurando la
preservación de dichos recursos evitando un exceso de explotación. Las
organizaciones internacionales cooperarán con este fin.
Ello a fin de preservar o restablecer las poblaciones de las
especies capturadas logrando el máximo rendimiento sostenible según
factores ambientales y económicos, incluyendo las necesidades de las
comunidades pesqueras ribereñas y de los Estados en desarrollo.
Se controlarán las especies capturadas o dependientes de
ellas, con miras a preservar o restablecer las poblaciones. Deberá haber
información científica, las estadísticas sobre captura, etc.
El art. 62 dice que cuando el Estado ribereño no tenga
capacidad para explotar toda la captura permisible, dará acceso a otros
Estados al excedente ya sea a través de concesiones o licencias contra una
compensación adecuada.
Se fijarán cuotas de captura, reglamentación de las
temporadas y áreas de pesca, el tipo, tamaño y cantidad de buques y
aparejos, la edad y el tamaño de los peces y otras especies, la información
que deben dar los buques pesqueros, incluyendo estadísticas, capturas,
posición de los buques, etc.

El art. 63 regula cuando los recursos estén dentro de las


zonas económicas exclusivas de dos o más Estados ribereños. Estos, ya sea
directamente o a través de organizaciones internacionales deberán acordar
las medidas para coordinar y asegurar la conservación y el desarrollo de los
recursos.

El art. 64 regula las especies altamente migratorias prevé


que se deben asegurar la conservación y la utilización óptima de dichas
especies

El art. 65 le da el derecho a los Estados ribereños a prohibir,


limitar o reglamentar la explotación de los mamíferos marinos en forma
más estricta que la establecida en esta Parte y, en el caso de los cetáceos,
realizarán los actos para su conservación, administración y estudio.

El art. 66 se refiere a las Poblaciones anádromas, que son los


peces del mar que llegan a los ríos para poner huevos o reproducirse, como
el salmón.
Los Estados ribereños dispondrán medidas para asegurar su
conservación.

El art. 67 se refiere a las Especies catádromas, que son los


peces fluviales y lacustres que viajan al mar para reproducirse o desovar,
como las anguilas.
Los Estados ribereños serán responsables de la
administración de esas especies y asegurarán la entrada y la salida de los
peces migratorios.

El art. 68 dice que esta parte de la Convención no se aplica a


las especies sedentarias definidas en el art. 77, párrafo 4.
Ese artículo está en la parte de Plataforma Continental y las
define como aquellas que en el período de explotación están inmóviles en
el lecho del mar o en su subsuelo o sólo pueden moverse en constante
contacto físico con el lecho o el subsuelo.

El art. 69 menciona el derecho de los Estados sin litoral a


participar, sobre una base equitativa, en la explotación de una parte
apropiada del excedente de recursos vivos de las zonas económicas
exclusivas de los Estados ribereños de la misma subregión o región, a
través de acuerdos bilaterales
En su párrafo 4, le da a los Estados desarrollados sin litoral
derecho a participar en la explotación de recursos vivos sólo en las zonas
económicas exclusivas de los Estados ribereños desarrollados de la misma
subregión o región.

El art. 70 regula el derecho de los Estados en situación


geográfica desventajosa que son los Estados ribereños, incluidos los de
mares cerrados o semicerrados, cuya situación geográfica les haga
depender de la explotación de los recursos vivos de las zonas económicas
exclusivas de otros Estados de la subregión o región y los Estados
ribereños que no puedan reivindicar zonas económicas exclusivas propias.
Les otorga derecho a participar, sobre una base equitativa,
en la explotación de una parte apropiada del excedente de recursos vivos de
las zonas económicas exclusivas de los Estados ribereños de la misma
subregión o región

El art. 71 dispone la inaplicabilidad de los artículos 69 y 70


cuando el Estado ribereño depende abrumadoramente de la explotación de
los recursos vivos de su zona económica exclusiva.

El art. 72 prohibe transferir en los casos de los arts. 69 y 70


la explotación de los recursos vivos a terceros Estados o a sus nacionales
por cesión o licencia o el establecimiento de empresas conjuntas, salvo que
los Estados interesados acuerden otra cosa.
Sin embargo se permite obtener asistencia técnica o
financiera de terceros Estados u organizaciones internacionales

El art. 73 permite al Estado ribereño tomar las medidas


necesarias para garantizar el cumplimiento de las leyes incluidas la visita,
la inspección, el apresamiento y la iniciación de procedimientos judiciales.
Los buques apresados y sus tripulaciones deben ser
liberados con prontitud, previa constitución de una fianza razonable u otra
garantía.
Las sanciones por violaciones de los reglamentos de pesca
en la Z.E.E. no podrán incluir penas privativas de libertad, salvo acuerdo en
contrario entre los Estados interesados, ni otra forma de castigo corporal.
Cuando se aprese un buque extranjero, el Estado ribereño
debe notificar con prontitud al Estado del pabellón las medidas tomadas y
las sanciones impuestas.

El art. 74 dispone que la delimitación de la Z.E.E. entre


Estados con costas adyacentes o situadas frente a frente se efectuará por
acuerdo entre ellos y si no se llegare a un acuerdo dentro de un plazo
razonable, los Estados interesados recurrirán a los procedimientos de
solución de controversias previstos en la Parte XV.
Hasta llegar a un acuerdo, los Estados deben hacer todo lo
posible por llegar a arreglos provisionales de carácter práctico y, durante
ese período de transición, no harán nada que pueda poner en peligro u
obstaculizar la conclusión del acuerdo definitivo. Tales arreglos no
prejuzgarán la delimitación definitiva.

El art. 75 dispone que las líneas del límite exterior de la


Z.E.E. y las trazadas de acuerdo al art. 74 se indicarán en cartas a escala
para precisar su ubicación. También dichas líneas podrán ser sustituidas por
listas de coordenadas geográficas con el datum geodésico y el Estado
ribereño debe dar la debida publicidad a dichas cartas o listas de
coordenadas geográficas.

ESTRECHOS Y ESTADOS ARCHIPIELAGICOS:

También la Convención regula a continuación de la Zona


Contigua la navegación en los Estrechos utilizados para la navegación
internacional, incluyendo disposiciones generales, paso en tránsito y paso
inocente.
En efecto, previo a entrar en el análisis de la Zona
Económica Exclusiva entre los arts. 34 y 54, la Convención regula en su
Parte III los Estrechos utilizados para la navegación internacional,
destacando en el art. 38 el Derecho de paso en tránsito que gozan los
buques y aeronaves, salvo cuando el estrecho esté formado por una isla de
un Estado ribereño de ese estrecho y su territorio continental y del otro lado
de la isla exista una ruta de alta mar o que atraviese una zona económica
exclusiva.

Paso en tránsito es el ejercicio de la libertad de navegación


y sobrevuelo a los fines de un tránsito rápido e ininterrumpido por el
estrecho entre una parte de la alta mar o de una zona económica exclusiva y
otra parte de la alta mar o de una zona económica exclusiva. Este requisito
de tránsito rápido e ininterrumpido no impedirá el paso por el estrecho para
entrar o salir de dicho Estado.

En los arts. 46 al 54 define y regula a los Estados


archipelágicos que son cuando están formados totalmente por uno o varios
archipiélagos y que pueden incluir otras islas que forman una entidad
geográfica, económica y política intrínseca o que históricamente hayan sido
considerados como tal.
Habrá por lo tanto Líneas de base archipelágicas, art. 47;
anchura del mar territorial, de la zona contigua, de la zona económica
exclusiva y de la plataforma continental a partir de dichas líneas de base,
art. 48. El art. 49 extiende la soberanía de un Estado archipelágico a las
aguas encerradas por las líneas de base archipelágicas
Art. 50: Delimitación de las aguas interiores
Art. 51: Acuerdos existentes, derechos de pesca
tradicionales y cables submarinos existentes
Art. 52: Derecho de paso inocente
Art. 53: Derecho de paso por las vías marítimas
archipelágicas.
Artículo 54: Deberes de los buques y aeronaves durante su
paso, actividades de investigación y estudio, deberes del Estado
archipelágico y normas del Estado archipelágico relativos al paso por las
vías marítimas archipelágicas.

PLATAFORMA CONTINENTAL

La Parte VI de la Convención regula la Plataforma


Continental de los arts. 76 a 85.

El art. 76 define la plataforma continental y dice que


comprende el lecho y el subsuelo de las áreas submarinas que se extienden
más allá de su mar territorial y a todo lo largo de la prolongación natural de
su territorio hasta el borde exterior del margen continental, o bien hasta una
distancia de 200 millas marinas contadas desde las líneas de base, en los
casos en que el borde exterior del margen continental no llegue a esa
distancia.
El margen continental comprende la prolongación
sumergida de la masa continental del Estado ribereño y está constituido por
el lecho y el subsuelo de la plataforma, el talud y la emersión continental.
No comprende el fondo oceánico profundo con sus crestas oceánicas ni su
subsuelo.
Los Estados ribereño deben establecer el borde exterior del
margen continental, cuando se extienda más allá de 200 millas marinas
mediante:
i) Una línea trazada, de conformidad con el párrafo 7, en
relación con los puntos fijos más alejados en cada uno de los cuales el
espesor de las rocas sedimentarias sea por lo menos el 1 % de la distancia
más corta entre ese punto y el pie del talud continental; o
ii) Una línea trazada, de conformidad con el párrafo 7, en
relación con puntos fijos situados a no más de 60 millas marinas del pie del
talud continental.
b) Salvo prueba en contrario, el pie del talud continental se
determinará como el punto de máximo cambio de gradiente en su base.
Dichos puntos fijos deberán estar situados a una distancia
que no exceda de 350 millas marinas contadas desde las líneas de base o de
100 millas marinas contadas desde la isóbata de 2.500 metros.
Sin embargo, en las crestas submarinas el límite exterior de
la plataforma continental no excederá de 350 millas marinas contadas
desde las líneas de base, aunque este párrafo no se aplica a elevaciones
submarinas que sean componentes naturales del margen continental, tales
como las mesetas, emersiones, cimas, bancos y espolones de dicho margen.
Cuando la plataforma se extienda más allá de 200 millas el
estado trazará el límite mediante líneas rectas cuya longitud no exceda de
60 millas marinas, que unan puntos fijos definidos por medio de
coordenadas de latitud y longitud.
El Estado ribereño debe presentar la información sobre los
límites de la plataforma continental más allá de las 200 millas marinas a la
Comisión de Límites de la Plataforma Continental, establecida en el Anexo
II, sobre la base de una representación geográfica equitativa. La Comisión
hará recomendaciones a los Estados ribereños sobre estas cuestiones. Los
límites de la plataforma que determine un Estado ribereño tomando como
base tales recomendaciones serán definitivos y obligatorios.
Las disposiciones de este artículo no prejuzgan la cuestión
de la delimitación de la plataforma continental entre Estados con costas
adyacentes o situadas frente a frente.

El art. 77 dispone que el Estado ribereño ejerce derechos de


soberanía sobre la plataforma continental a los efectos de su exploración y
de la explotación de sus recursos naturales.
Estos son exclusivos y, si el Estado ribereño no explora la
plataforma continental o explota sus recursos naturales, ninguno puede
hacerlo salvo consentimiento del Estado.
Estos derechos son independientes de su ocupación real o
ficticia, así como de toda declaración expresa.
Estos recursos son los recursos minerales, otros recursos no
vivos y los organismos vivos pertenecientes a especies sedentarias.

El art. 78 dispone que los derechos del Estado ribereño


sobre la plataforma continental no afectan a la condición jurídica de las
aguas suprayacentes ni a la del espacio aéreo situado sobre tales aguas.
El Estado no deberá afectar la navegación u otros derechos y
libertades de los demás Estados, previstos en la Convención
.
El art. 79 otorga a todos los Estados el derecho a tender en la
plataforma continental cables y tuberías submarinos y el Estado ribereño si
bien puede tomar medidas razonables para la exploración y explotación y
prevenir la contaminación causada por tuberías, no puede impedir el
tendido o la conservación de tales cables o tuberías.
El trazado de la línea de las tuberías estará sujeto al
consentimiento del Estado ribereño.
El art. 80 dispone que lo referido a islas artificiales,
instalaciones y estructuras en la Z.E.E. se aplica, mutatis mutandis, a las
establecidas sobre la plataforma continental.

El art. 81 establece que el Estado ribereño tendrá el derecho


exclusivo a autorizar y regular las perforaciones que se realicen en la
plataforma continental.

El art. 82 regula los pagos y contribuciones en especie que


hará el Estado ribereño por la explotación de los recursos no vivos de la
plataforma continental más allá de las 200 millas.
Estos pagos y contribuciones se harán anualmente respecto
de toda la producción de un sitio minero después de los primeros cinco
años de producción en ese sitio. En el sexto año, la tasa de pagos o
contribuciones será del 1 % del valor o volumen de la producción en el
sitio minero. La tasa aumentará el 1 % cada año subsiguiente hasta el
duodécimo año y se mantendrá en el 7 % en lo sucesivo. La producción no
incluirá los recursos utilizados en relación con la explotación.
Pero un Estado en desarrollo que sea importador neto de un
recurso mineral producido en su plataforma continental estará exento de
tales pagos o contribuciones respecto de ese recurso mineral.
Los pagos o contribuciones se harán por medio de la
Autoridad, que los distribuirá entre los Estados Partes sobre la base de una
distribución equitativa, teniendo en cuenta los intereses y necesidades de
los Estados en desarrollo, especialmente los menos adelantados y los que
no tienen litoral.

El art. 83 regula el limite de la plataforma continental entre


Estados con costas adyacentes o situadas frente a frente. Se debe hacer por
acuerdo entre ellos sobre la base del derecho internacional, a que se hace
referencia en el art. 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, a
fin de llegar a una solución equitativa.
Pero si no se llegare a un acuerdo dentro de un plazo
razonable, los Estados interesados recurrirán a los procedimientos previstos
en la Parte XV y hasta tanto no se llegue a un acuerdo, los Estados harán
todo lo posible por concertar arreglos provisionales de carácter práctico y,
durante este período de transición, no harán nada que pueda poner en
peligro u obstaculizar la conclusión del acuerdodefinitivo. Tales arreglos
no prejuzgarán la delimitación definitiva.
Cuando exista un acuerdo en vigor entre los Estados, las
cuestiones relativas a la delimitación de la plataforma continental se
determinarán de conformidad con las disposiciones de ese acuerdo.

El art. 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia


dispone que la Corte deberá aplicar:
I. las convenciones internacionales;
II. la costumbre internacional;
III. los principios generales de derecho;
IV. las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de ayor
competencia de las distintas naciones.
Ello no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex equo et
bono, si las partes así lo convinieren.

El art. 84 dispone que las líneas del límite exterior de la


plataforma continental se indicarán en cartas a escala para precisar su
ubicación y podrán ser sustituidas por listas de coordenadas geográficas en
las cuales se indique el datum geodésico.
El Estado debe dar la debida publicidad a dichas cartas o
listas de coordenadas geográficas y depositará un ejemplar de cada una de
ellas en poder del Secretario General de la ONU ydel Secretario General de
la Autoridad.

El art. 85 aclara que lo dispuesto en esta Parte no menoscaba


el derecho del Estado ribereño a explotar el subsuelo mediante la
excavación de túneles, cualquiera sea la profundidad de las aguas en el
lugar de que se trate.

ALTA MAR

La Parte VII de la Convención regula el Alta Mar de los


arts. 86 a 120.

El art. 86 se puede decir que define por exclusión al Alta


Mar ya que dice que sus disposiciones se aplican a todas las partes del mar
no incluidas en la zona económica exclusiva, en el mar territorial, en las
aguas interiores de un Estado, ni en las aguas archipelágicas de un Estado
archipelágico y que esto no implica limitación alguna de las libertades que
gozan los Estados en la Z.E.E.

El art. 87 nos da las Libertad de la alta mar:


Comienza diciendo que la alta mar está abierta a todos los
Estados, sean ribereños o sin litoral y que comprende:
a) La libertad de navegación;
b) La libertad de sobrevuelo;
c) La libertad de tender cables y tuberías submarinos;
d) Libertad de construir islas artificiales y otras
instalaciones;
e) La libertad de pesca;
f) La libertad de investigación científica.

Estas libertades se ejercen teniendo en cuenta los intereses


de otros Estados ya sea en alta mar o en la Zona.

El art. 88 dispone que la alta mar será utilizada


exclusivamente con fines pacíficos.

El art. 89 ilegitima toda reivindicación de soberanía sobre la


alta mar

El art. 90 reitera la libertad de navegación estableciendo el


derecho de navegación de todos los Estados, con o sin litoral

El art. 91 sobre Nacionalidad de los buques da el derecho a


los Estados a establecer los requisitos para conceder su nacionalidad, su
inscripción en su registro y para que tengan el derecho de enarbolar su
pabellón. Aclara que debe haber una relación auténtica entre el Estado y el
buque. Cada Estado expedirá los documentos pertinentes.

El art. 92 regula la condición jurídica de los buques y


dispone que los buques deben navegar bajo el pabellón de un solo Estado y
están sometidos a la jurisdicción exclusiva de ese Estado.
El buque no puede cambiar de pabellón durante un viaje o
escala, salvo en caso de transferencia efectiva de la propiedad o de cambio
de registro.
El buque que navegue bajo los pabellones de dos o más
Estados no podrá ampararse en ninguna de esas nacionalidades frente a un
tercer Estado y podrá ser considerado buque sin nacionalidad.
El art. 93 dice que los artículos precedentes no prejuzgan la
cuestión de los buques al servicio de la ONU, de sus organismos
especializados o del Organismo Internacional de Energía Atómica.

El art. 94 obliga al Estado del pabellón a ejercer de manera


efectiva su jurisdicción y control en cuestiones administrativas, técnicas y
sociales sobre sus buques.
En particular debe:
a) Mantener un registro de buques y
b) Ejercerá su jurisdicción sobre el buque y sobre el capitán,
oficiales y tripulación, respecto de las cuestiones administrativas, técnicas y
sociales relativas al buque.
El Estado debe tomar las medidas necesarias para garantizar
la seguridad en el mar en lo que respecta a:
a) La construcción, el equipo y las condiciones de
navegabilidad de los buques;
b) La dotación de los buques, las condiciones de trabajo y la
capacitación de las tripulaciones;
c) La utilización de señales, el mantenimiento de
comunicaciones y la prevención de abordajes.
Dichas medidas deben incluir:
a) Que cada buque, antes y después de su matriculación sea
examinado por un inspector de buques calificado y lleve a bordo las cartas,
publicaciones náuticas y el equipo e instrumentos de navegación que sean
apropiados para la seguridad de su navegación;
b) Que cada buque esté a cargo de un capitán y de oficiales
debidamente calificados y el número de los tripulantes sean los apropiados
para el tipo, el tamaño, las máquinas y el equipo del buque;
c) Que el capitán, los oficiales y la tripulación conozcan y
cumplan los reglamentos internacionales aplicables referidos a la seguridad
de la vida en el mar, la prevención de abordajes, la prevención, reducción y
control de la contaminación marina y el mantenimiento de comunicaciones
por radio.
Cuando un Estado tenga motivos para estimar que no se han
ejercido la jurisdicción y el control con relación a un buque podrá
comunicar los hechos al Estado del pabellón, que deberá investigar el caso
y tomará todas las medidas necesarias para corregir la situación.

Los Estados deberán investigar cualquier accidente o


incidente en alta mar en el que se haya visto implicado un buque de su
pabellón y en el que hayan muerto o sufrido heridas graves nacionales de
otro Estado o se hayan ocasionado graves daños a los buques, las
instalaciones de otro Estado o al medio marino. Ambos Estados cooperarán
en la realización de las investigaciones.

El art. 95 otorga completa inmunidad de jurisdicción de los


buques de guerra en la alta mar.

El art. 96 también otorga completa inmunidad de


jurisdicción de a los buques utilizados únicamente para un servicio oficial
no comercial en alta mar.

El art. 97 a diferencia de lo resuelto en el célebre caso


"Lotus" (los Tribunales penales turcos juzgaron a la tripulación francesa
pese a que el abordaje se había producido en Alta Mar), otorga jurisdicción
penal en caso de abordaje u otro incidente de navegación en alta mar al
Estado del pabellón o al Estado de que dichas personas sean nacionales.
En materia disciplinaria, sólo el Estado que habilitó al
Capitán y la tripulación podrá decretar el retiro de esos títulos, aunque no
fuera nacional del Estado que los expidió.
No puede apresarse o retenerse al buque, ni siquiera como
medida de instrucción, por otras autoridades que las del Estado del
pabellón.

El art. 98 regula el deber de prestar auxilio y obliga a los


Estados a exigir a los capitanes, siempre que puedan hacerlo sin grave
peligro para el buque, su tripulación o sus pasajeros a:
a) Preste auxilio a toda persona que se encuentre en peligro
de desaparecer en el mar;
b) Se dirija a toda la velocidad posible a prestar auxilio a las
personas que estén en peligro, siempre que tengan posibilidad razonable de
hacerlo;
c) En caso de abordaje, prestar auxilio al otro buque, su
tripulación y pasajeros, comunicando su nombre, puerto de registro y el
puerto más próximo en que hará escala.
Los Estado fomentarán la creación, el funcionamiento y el
mantenimiento de un servicio de búsqueda y salvamento adecuado y eficaz,
cooperando con los Estados vecinos.
Recordar la Convención Search And Rescue y las 13 zonas
SAR en las que se ha dividido el mundo.

Transporte de Esclavos:
El art 99 obliga a los Estados a tomar medidas para impedir
y castigar el transporte de esclavos en buques de su pabellón y para impedir
que con ese propósito se use ilegalmente su pabellón. Todo esclavo que se
refugie en un buque, sea cual fuere su pabellón, quedará libre ipso facto.
Piratería:
El art. 100 obliga a los Estados a cooperar en la represión de
la piratería en la alta mar.

El art. 101 define a los actos de piratería:


a) Todo acto ilegal de violencia o detención o depredación
cometidos con un propósito personal por la tripulación o los pasajeros de
un buque privado o de una aeronave privada y dirigidos:
i) Contra un buque o una aeronave en la alta mar o personas
o bienes a bordo;
ii) Contra un buque o una aeronave, personas o bienes que
se encuentren en un lugar no sometido a la jurisdicción de ningún Estado;
b) Participación voluntaria en buque o aeronave, cuando se
sepa que en a dicho buque o aeronave hagan actos de piratería;
c) Todo acto que tenga por objeto incitar a los actos
definidos en los apartados a) o b) o los facilites intencionalmente.

El art. 102 asimila a los actos cometidos por buque o


aeronave pirata los actos perpetrados por buque de guerra o buque o
aeronave de Estado cuya tripulación se haya amotinado y apoderado del
buque o la aeronave.

El art. 103 define los buques o aeronaves piratas, cuando sus


mandos efectivos cometan actos de piratería.

El art. 104 dice que los buques o aeronaves piratas


conservan su nacionalidad y que la conservación o pérdida de la
nacionalidad se rigen por el derecho interno del Estado.
El art. 105 faculta a los Estados a apresar buques o
aeronaves piratas y detener a las personas e incautarse de los bienes que
estén a bordo. Los tribunales del Estado que efectuó el apresamiento
decidirán las penas y las medidas a tomarse con los buques, aeronaves y los
bienes, sin perjuicio de los derechos de los terceros de buena fe.

El art. 106 responsabiliza al Estado que haya apresado sin


motivo suficiente un buque o una aeronave frente el Estado de la
nacionalidad del buque o la aeronave de todo los perjuicios causados por la
captura.

El art. 107 dispone que sólo los buques de guerra o las


aeronaves militares, o que sean identificables como buques o aeronaves al
servicio de un gobierno pueden llevar a cabo apresamientos por causa de
piratería.

Tráfico de estupefacientes:
El art. 108 dispone que los Estados deben cooperar para
reprimir el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas
realizado por buques en la alta mar y cuando un Estado crea que un buque
que enarbola su pabellón se dedica a este tráfico ilícito puede pedir
cooperación a otros Estados para poner fin a tal tráfico.

Transmisiones no autorizadas desde la alta mar:


El art. 109 dispone que los Estados cooperarán en la
represión de las transmisiones no autorizadas efectuadas desde alta mar.
Transmisiones no autorizadas son las hechas por radio o
televisión desde un buque o instalación, dirigidas al público en general en
violación de reglamentos internacionales, salvo las llamadas de socorro.
Quienes efectúen dichas transmisiones podrán ser juzgadas
ante los tribunales de:
a) El Estado del pabellón del buque;
b) El Estado en que esté registrada la instalación;
c) El Estado del cual la persona sea nacional;
d) Cualquier Estado que pueda recibir la transmision o
e) Cualquier Estado cuyos servicios de radiocomunicación
sufran interferencias.
Estos Estados podrán apresar a personas y buques y
confiscar el equipo emisor.

Derecho de visita
El art. 110 regula el derecho de visita que es cuando un
buque de guerra tenga motivo razonable para sospechar que otro buque:
a) Se dedica a la piratería;
b) Se dedica a la trata de esclavos;
c) Se utiliza para efectuar transmisiones no autorizadas;
d) No tiene nacionalidad; o
e) Tiene la misma nacionalidad que el buque de guerra,
aunque enarbole un pabellón extranjero o se niegue a izar su pabellón.
En estos casos, el buque de guerra podrá verificar el derecho
del buque a enarbolar su pabellón. Deberá enviar una lancha, al mando de
un oficial, al buque sospechoso. Si después de examinar los documentos
siguen las sospechas, puede seguir el examen a bordo.
Si las sospechas no son fundadas y siempre que el buque
visitado no haya cometido ningún acto que las justifique, dicho buque será
indemnizado por los perjuicios sufridos.
Estas disposiciones se aplican a otros buques o aeronaves
que sean identificables como buques o aeronaves de un gobierno.

Derecho de persecución
El art. 111 dispone que los buques de guerra o aeronaves
militares u otros buques o aeronaves de gobierno y autorizados a tal fin,
podrán emprender la persecución de buques extranjeros cuando tengan
motivos fundados para creer que el buque ha cometido una infracción de
sus leyes y reglamentos. La persecución empezará mientras el buque o una
de sus lanchas esté en sus aguas jurisdiccionales y debe ser interrumpida.
No es necesario que el buque del Estado ribereño esté en la
misma zona que el supuesto infractor. Si el buque extranjero está en la zona
contigua, la persecución sólo podrá emprenderse por violación de los
derechos que da dicha zona (aduaneros, fiscales, migratorios, sanitarios).
El derecho de persecución se aplicará también a las
infracciones cometidas en la Z.E.E. o sobre la plataforma continental o sus
zonas de seguridad.
El derecho de persecución cesa cuando el buque perseguido
entre en el mar territorial del Estado de su pabellón o de un tercer Estado.
La persecución sólo comenzará cuando el buque perseguidor
haya comprobado que el buque perseguido o una de sus lanchas están
dentro de sus aguas jurisdiccionales o sobre la plataforma continental.
No se puede dar comienzo a la persecución mientras no se
haya emitido una señal visual o auditiva de detenerse desde una distancia
que permita al buque extranjero verla u oírla.
Si la persecución es efectuada por una aeronave, ésta
continuará la persecución del buque hasta que un buque u otra aeronave
del Estado ribereño, llamado por ella, llegue y la continúe, salvo si la
aeronave puede por sí sola apresar al buque. Debe haberle dado la orden de
detenerse y haber emprendido la persecución o por otras aeronaves o
buques, siempre sin interrupción.
El buque perseguido será resarcido de todo perjuicio sufrido
por una dicha detención sin causa.

Derecho a tender cables y tuberías submarinos:


El art. 112 reitera el derecho a tender cables y tuberías
submarinos.

El art. 113 dispone que los Estados penarán la rotura o


deterioro de los cables submarinos, causados voluntariamente o por
negligencia de un buque que enarbole su pabellón o por una persona
sometida a su jurisdicción, que perturben las comunicaciones telegráficas o
telefónicas.
También por la rotura o deterioro de tuberías o cables de alta
tensión submarinos o su tentativa, salvo que sea en salvaguarda de vidas o
la seguridad de buques, después de haber tomado las precauciones
necesarias para evitar la rotura o deterioro.

Por el art. 114 los Estados deben dictar normas para que las
personas sometidas a su jurisdicción, propietarias de cables o tuberías que
causen la ruptura o el deterioro de otro cable o de otra tubería respondan
del costo de su reparación.
Y por el art. 115, los Estados deben dictar normas para que
los propietarios de buques que puedan probar que han sacrificado un ancla,
red u otro aparejo de pesca para no causar daños a un cable o tubería, sean
indemnizados por su propietario, a condición de que hayan tomado todas
las medidas de precaución razonables.

CONSERVACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE LOS


RECURSOS VIVOS EN LA ALTA MAR
El art. 116 dice que todos los Estados tienen derecho a que
sus nacionales se dediquen a la pesca en la alta mar sujeto a:
a) Sus obligaciones convencionales;
b) Los derechos y deberes así como los intereses de los
Estados ribereños de los arts. 63 a 67 y
c) Las disposiciones de esta sección.

El art. 117 obliga a los Estados a adoptar medidas para que


sus nacionales respeten la conservación de los recursos vivos en alta mar o
cooperen con otros Estados.

El art. 118 sostiene que los Estados deben cooperar entre sí


en la conservación y administración de los recursos vivos en alta mar. Y si
sus nacionales explotan idénticos recursos vivos o diferentes recursos vivos
pero situados en la misma zona, deben celebrar negociaciones para la
conservación de tales recursos.

El art. 119 se vincula a la conservación de los recursos vivos


de la alta mar y establece que al determinar la captura permisible y las
medidas de conservación, los Estados deben mantener o restablecer las
poblaciones produciendo el máximo rendimiento sostenible con arreglo a
los factores ambientales y económicos pertinentes, incluidas las
necesidades de los Estados en desarrollo, las modalidades de la pesca, la
interdependencia de las poblaciones y las normas mínimas generalmente
recomendadas;
Deben tener en cuenta los efectos sobre las especies
asociadas con las especies capturadas o dependientes de ellas.
La información científica disponible, estadísticas sobre
capturas y otros datos pertinentes para la conservación se aportarán e
intercambiarán periódicamente a través de las organizaciones
internacionales competentes y con la participación de todos los Estados
interesados, garantizando que las medidas no entrañen discriminación de
hecho o de derecho contra los pescadores de ningún Estado.

Por último, el art. 120 dispone que el art. 65 se aplicará


también a la conservación y administración de los mamíferos marinos en la
alta mar.

4.- TRATADO DEL RÍO DE LA PLATA Y SU FRENTE


MARÍTIMO:

Firmado entre Uruguay y Argentina el 19.11.1973 y


aprobado por Ley de Argentina N° 20.645 de principios de 1974. En su
parte primera trata el Río de la Plata y en la segunda, el Frente Marítimo.
PARTE PRIMERA: RÍO DE LA PLATA.

A los fines de los temas que estamos viendo destacamos:


1) Jurisdicción Exclusiva: El art. 2° que establece una franja
de jurisdicción exclusiva adyacente a las costas de cada parte en el Río de
un ancho de siete millas marinas entre el límite exterior del Río y la línea
recta imaginaria que une Colonia con Punta Lara y desde esta última línea
hasta el paralelo de Punta Gorda de un ancho de dos millas marinas.
Sin embargo, los límites exteriores harán las inflexiones
necesarias para que no sobrepasen los veriles de los canales en las aguas de
uso común y para que queden incluidos los canales de acceso a los puertos.
Tales límites no se aproximarán a menos de quinientos
metros de los veriles de los canales situados en las aguas de uso común ni
se alejarán más de quinientos metros de los veriles y la boca de los canales
de acceso a los puertos.

El art. 3° dispone que fuera de las franjas costeras, la


jurisdicción de cada parte se aplicará a los buques de su bandera y a los
buques de terceras banderas involucrados en siniestros con buques de cada
Parte.
Pero será aplicable la jurisdicción de cada Parte en los casos
en que se afecte su seguridad o se cometan ilícitos que tengan efecto en su
territorio, cualquiera fuere la bandera del buque involucrado.
En el caso en que se afecte la seguridad de ambas Partes o el
ilícito tenga efecto en ambos territorios, privará la jurisdicción de la Parte
cuya franja costera esté más próxima respecto del lugar de aprehensión del
buque.

2) Derecho de Persecución: El Art. 5° dice que la autoridad


que verifique un ilícito en sus aguas podrá realizar la persecución del buque
infractor hasta el límite de la franja costera de la otra Parte y cuando el
buque infractor la penetrara, se solicitará la colaboración de la otra Parte, la
que en todos los casos hará entrega del infractor para su sometimiento a la
autoridad que inició la represión.
3) Infracciones a las leyes de pesca y conservación y
preservación de recursos vivos: El art. 6° permite a las autoridades de un
país apresar a un buque de bandera del otro país a cuando sea sorprendido
en violación a dichas normas, debiendo comunicarlo de inmediato a dicha
Parte y poner el buque infractor a su disposición.

4) Navegación y obras: Se dan los siguientes derechos:

Art. 7°: A perpetuidad y bajo cualquier circunstancia, la


libertad de navegación en todo el Río de sus buques.

Art. 8°: Se garantizan el acceso a sus puertos.

Art. 9°: Se obligan a desarrollar ayudas a la navegación y


balizamiento y a coordinar su desarrollo en las aguas de uso común, fuera
de los canales, para facilitar la navegación y garantizar la seguridad.

Art. 10: De usar en igualdad de condiciones todos los


canales situados en las aguas de uso común.

Art. 11: En las aguas de uso común se permitirá la


navegación de buques públicos y privados de los países de la Cuenca del
Plata y de mercantes, públicos y privados, de terceras banderas, sin
perjuicio de los derechos ya otorgados por las partes en virtud de tratados
vigentes y se permitirá el paso de buques de guerra de terceras banderas
autorizados por la otra, si no afecta su orden público o seguridad.

Art. 12: Fuera de las franjas costeras las partes, conjunta o


individualmente, pueden construir canales u otros tipos de obras. La que los
construya tendrá a su cargo el mantenimiento y administración, dictará la
reglamentación respectiva y tendrá a su cargo la remoción de restos
náufragos o cualquier peligro para la navegación.

Art. 13: En los otros casos no previstos las partes


coordinarán a través de la Comisión Administradora una distribución
razonable de responsabilidades en el mantenimiento, administración y
reglamentación de los distintos tramos de los canales.

Art. 14: Toda reglamentación referida a los canales situados


en las aguas de uso común y su modificación, sustancial o permanente se
efectuará previa consulta con la otra Parte. Ninguna reglamentación
causará perjuicio a la otra.

Art. 15: La responsabilidad civil, penal y administrativa


derivada de hechos que afecten la navegación de un canal, el uso del
mismo o sus instalaciones, estará bajo la competencia de las autoridades de
la Parte que mantiene y administra el canal.

Art. 16: La Comisión Administradora distribuirá entre las


Partes la obligación de remover restos de náufragos o lo que constituya un
peligro para la navegación.

Los arts. 17 a 22 reglamentan cuando un país proyecta la


construcción de nuevos canales o la modificación de los ya existentes. A
través de la Comisión Administradora se notifica el proyecto, las
objeciones, fijándose distintos plazos para intebntar llegar a un acuerdo. Y
si esto no se lograra, se observará el procedimiento indicado en la Parte
Cuarta (Solución de Controversias).
5) Practicaje: Los arts. 23 a 26 regulan el Practicaje, que
será ejercido por los profesionales habilitados por las autoridades de ambos
países.
Los buques que zarpen de o arriben a puerto tomarán
práctico de esas nacionalidades y en otros casos no previstos el práctico
podrá ser indistintamente argentino o uruguayo.
Ambos países deben establecer normas coincidentes sobre
practicaje en el Río y el régimen de exenciones.

6) Facilidades portuarias, alijos y complementos de carga:


Los arts. 27 a 32 obligan a los países a dar la mayor eficacia posible a sus
servicios portuarios.
Las tareas de alijo y complemento de carga se realizarán en
las zonas que fije la Comisión Administradora, debiendo haber un número
igual de zonas situadas en la proximidad de las costas de cada país, pero
fuera de las respectivas franjas costeras, las que podrán ser utilizadas
indistintamente por cualquiera de las Partes.
En las operaciones de alijo y de complemento de carga
intervendrán las autoridades de la Parte a cuyo puerto tenga destino la
carga alijada o provenga la carga complementaria.
Las operaciones de alijo y de complemento de carga serán
fiscalizadas por las autoridades cuyas zonas estén más próximas a una u
otra franja costera.

7) Salvaguardia de la vida humana: Búsqueda y rescate:


Están regulados en los arts. 34 a 37. La autoridad del país que inicie la
búsqueda y rescate tendrá la dirección de la misma y lo comunicará de
inmediato al otro país.
Cuando la magnitud de la operación lo aconseje, quien la
dirija podrá requerir de la otra su concurso, manteniendo el control de la
operación y obligándose a suministrar información sobre su desarrollo.
Cuando una de las Partes no pueda iniciar o continuar una
operación de búsqueda y rescate, solicitará a la de la otra que asuma la
responsabilidad de la dirección y ejecución, facilitándole toda la
colaboración posible.
Las unidades que efectúen operaciones de búsqueda y
rescate, podrán entrar o salir de cualquiera de los territorios, sin cumplir las
formalidades exigibles.

8) Salvamento: Regulado en los arts. 38 a 40. El salvamento


fuera de las franjas costeras, podrá ser efectuado por empresas de cualquier
país a opción del capitán o armador.
Pero el buque siniestrado en un canal situado en las aguas de
uso común, se efectuará por la autoridad o las empresas de la Parte que lo
administra cuando el buque siniestrado constituya un peligro para la
navegación en dicho canal.
El salvamento de un buque de tercera bandera se efectuará
por la autoridad o las empresas de la Parte cuya franja costera esté más
próxima al lugar en que se encuentre el buque a asistir.
No obstante, la tarea de salvamento de un buque de tercera
bandera siniestrado en un canal situado en las aguas de uso común se
efectuará por la autoridad o las empresas de la Parte que administra dicho
canal cuando constituye un peligro para la navegación..
Cuando la autoridad o las empresas desistan de realizar el
salvamento, podrá ser efectuado por la autoridad o las empresas de la otra
Parte. Este desistimiento debe ser notificado de inmediato a la otra Parte.
9) Lecho y subsuelo: Los arts. 41 a 43 permiten a cada país
podrá explorar y explotar los recursos del lecho y del subsuelo del Río en
las zonas adyacentes a sus respectivas costas, hasta la línea determinada
por los puntos geográficos que detalla el artículo.
Sin embargo las obras necesarias para la exploración o
explotación no podrán interferir la navegación en el río en los pasajes o
canales.
El yacimiento que se extienda a uno y otro lado de la línea
establecida en el artículo 41, será explotado de forma tal que la distribución
de los volúmenes del recurso que se extraiga de dicho yacimiento o
depósito sea proporcional al volumen del mismo que se encuentre a cada
lado de la línea.
La explotación de un yacimientos no deberá causar un
perjuicio sensible a la otra Parte.

10) Islas: Arts. 44 a 46. Las islas existentes o que en el


futuro emerjan pertenecen a uno u otra país según se hallen a uno u otro
lado de la línea indicada en el artículo 41, salvo la Isla Martín García en el
artículo 45.
La Isla Martín García será destinada exclusivamente a
reserva natural para la conservación y preservación de la fauna y flora
autóctonas, bajo jurisdicción de la República Argentina.
También regula si la Isla Martín García se uniera en el
futuro a otra isla y los aumentos por aluvión.

11) Contaminación: Regulada por los arts. 47 a 52. Será la


introducción por el hombre de sustancias o energía de las que resulten
efectos nocivos.
Ambos se obligan a proteger y preservar el medio acuático y
prevenir su contaminación y a no disminuir en sus respectivos
ordenamientos jurídicos:
a) Las exigencias técnicas en vigor para prevenir la
contaminación de las aguas, y
b) La severidad de las sanciones establecidas para los casos
de infracción.
También se obligan a informarse recíprocamente sobre toda
norma que prevean dictar con relación a la contaminación de las aguas y
serán responsable frente a la otra por los daños inferidos como
consecuencia de la contaminación causada por sus propias actividades o
por las de personas domiciliadas en su territorio.
La jurisdicción de cada Parte se ejercerá sin perjuicio de los
derechos de la otra Parte a resarcirse de los daños que haya sufrido,
debiendo los países prestarse mutua cooperación.

12) Pesca: Regulada por los arts. 53 a 56. Cada país tiene
derecho exclusivo de pesca en su respectiva franja costera. Fuera de ella,
los buques de sus banderas tienen libertad de pesca, pero acordarán normas
en relación con la conservación y preservación de los recursos, fijarán
volúmenes máximos de captura por especies - que serán distribuidos por
igual - y sus ajustes periódicos.

13) Investigación: Los arts. 57 y 58 permiten a los países


realizar estudios e investigaciones de carácter científico, dando aviso
previo a la otra Parte, pudiendo participar en los estudios o investigaciones
de la otra Parte y promoverán la realización de estudios conjuntos de
carácter científico de interés común.
14) Comisión Administradora del Río de la Plata: Creada y
regulada por los arts. 59 a 69. Se fija su sede en la Isla Martín García. Tiene
funciones legislativas, administratrivas y judiciales aunque si no llega a un
acuerdo, ambos países procurarán solucionarlo por negociaciones directas.

PARTE SEGUNDA: EL FRENTE MARÍTIMO.

El art. 70 fija el límite lateral marítimo y el de la plataforma


continental, entre Uruguay y Argentina y será la línea de equidistancia de
las costas, que parte del punto medio de la línea de base constituida por la
recta imaginaria que une Punta del Este con la Punta Rasa del Cabo San
Antonio.

Por el art. 71, la explotación de los yacimientos será


proporcional al volumen del mismo que se encuentre a cada lado de dicho
límite.
Cada Parte realizará la explotación de los yacimientos o
depósitos sin causar perjuicio sensible a la otra Parte.

La Navegación está regulada en el art. 72. Se garantiza la


libertad de navegación y sobrevuelo más allá de las doce millas marinas sin
otras restricciones que las derivadas de la exploración, conservación y
explotación de recursos; protección y preservación del medio;
investigación científica y construcción de instalaciones.

Por el art. 73, se establece una zona común de pesca, más


allá de las doce millas marinas, determinada por dos arcos de
circunferencias de doscientas millas marinas de radio, cuyos centros están
en Punta del Este y en la Punta Rasa del Cabo San Antonio.
Los volúmenes de captura por especies se distribuirán en
forma equitativa, proporcional a la riqueza ictícola de cada país (art. 74) y
el volumen de captura que un país autorice a buques de terceras banderas se
imputará al cupo de esa Parte.
Las áreas de los permisos de pesca que den ambos países a
buques de terceras banderas, no podrán exceder la línea fijada en el artículo
70, (art. 75).
Ambos países ejercerán las funciones de control e
intercambiarán la nómina de sus buques que pescan en la zona común, (art.
76).
Por el art. 77, se excluye del régimen a los mamíferos
acuáticos.

El art. 78 regula la Contaminación, prohibiendo dentro de


una zona determinada el vertimiento de hidrocarburos provenientes del
lavado de tanques, achique, de sentinas y de lastre y, en general, cualquier
acción contaminantes.

La Investigación está regulada en el art. 79. Se autorizan a


efectuar investigaciones de carácter científico en su respectiva jurisdicción
y dentro de la zona de interés común, siempre que se dé aviso previo
indicado las características de las investigaciones y las áreas y plazos en
que se efectuarán. La autorización sólo podrá ser denegada en
circunstancias excepcionales y por períodos limitados y el autorizante tiene
derecho a participar en todas las fases de esos estudios y disponer de sus
resultados.

Los arts. 80 a 84 crean una Comisión Técnica Mixta: Se fija


su sede en Montevideo. Coordina las medidas relativas a conservación,
preservación y racional explotación de los recursos vivos y a la protección
del medio marino en la zona de interés común. Tiene funciones legislativas
sobre estos temas y administratrivas.

Los arts. 85 y 86 regulan la Defensa en toda el área focal del


Río de la Plata. Ante amenaza de agresión, cada país podrá adoptar las
medidas necesarias y transitorias para ello en dicha área, sin causar
perjuicios sensibles a la otra Parte.

El art. 87 regula la Solución de controversias. Cuando no


pudieran solucionarlas por negociaciones directas, podrán ir a la Corte
Internacional de Justicia, como así también cuando la controversia no se
resuelva dentro de los 180 días siguientes en los casos de la Comisión
Administradora.

El art. 88 fija una zona transitorias para hacer alijos y


complementos de carga.

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