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UNACH Facultad de Derecho Campus III

Extensión de Derecho Tapachula

Carlos Rueda Moreno


3U
Violencia Familiar

Derecho Familiar

Lic. Ana Cruz Valdez


Violencia Familiar

La violencia familiar se refiere a cualquier forma de abuso o agresión física,


emocional o sexual que ocurre dentro del ámbito familiar. Este tipo de violencia
puede ocurrir entre cónyuges, parejas de hecho, padres e hijos, hermanos u otros
miembros de la familia que conviven en el mismo hogar. La violencia familiar
puede manifestarse de diferentes maneras, incluyendo golpes, empujones,
patadas, amenazas verbales, insultos, humillaciones, control coercitivo, abuso
sexual, privación de necesidades básicas y cualquier otro comportamiento que
cause daño físico o psicológico a los miembros de la familia.

Es importante destacar que la violencia familiar no se limita únicamente a la


violencia física, sino que también puede incluir aspectos emocionales, sexuales o
económicos. Además, no distingue entre géneros ni edades, ya que puede afectar
tanto a mujeres como a hombres, niños, adolescentes o adultos mayores.

La violencia familiar es un problema grave que puede tener consecuencias


devastadoras para quienes la sufren. Puede generar un clima de miedo,
inseguridad y angustia en el hogar, y tener un impacto negativo en la salud física y
mental de las personas afectadas. Es fundamental abordar y prevenir la violencia
familiar a través de la educación, la concienciación, el apoyo a las víctimas y la
promoción de relaciones familiares saludables y respetuosas.

¿Cuáles son los tipos de violencia que existen?

Violencia física: Se refiere a cualquier forma de agresión física, como golpes,


bofetadas, empujones, estrangulamiento, patadas o el uso de objetos para causar
daño físico.
Violencia emocional o psicológica: Incluye conductas que causan daño emocional,
como insultos, humillaciones, amenazas verbales, manipulación, control coercitivo,
intimidación, aislamiento o ridiculización. Este tipo de violencia puede tener un
impacto profundo en la autoestima y el bienestar emocional de la persona
afectada.

Violencia sexual: Comprende cualquier forma de abuso sexual, como violación,


coerción sexual, acoso sexual, abuso de menores, obligar a realizar actos
sexuales no deseados o utilizar la fuerza para imponer la actividad sexual.

Violencia económica: Implica el control o la manipulación de los recursos


económicos por parte de una persona para ejercer poder y control sobre otra.
Puede incluir la negación de acceso a dinero, la limitación del acceso a empleo, el
robo de recursos económicos o el control excesivo de los gastos.

Violencia verbal: Se caracteriza por el uso de palabras hirientes, insultos,


amenazas verbales, menosprecios y descalificaciones constantes. Este tipo de
violencia puede tener un impacto significativo en la autoestima y la salud mental
de la persona afectada.

¿Qué es la violencia de Genero?

La violencia de género se refiere a cualquier forma de violencia o agresión que se


dirige específicamente hacia una persona debido a su género. Generalmente, esta
forma de violencia está arraigada en la desigualdad de poder y las normas
culturales que perpetúan la discriminación y el dominio de un género sobre otro.

La violencia de género afecta principalmente a las mujeres, pero también puede


dirigirse a hombres y personas de otros géneros. Se manifiesta en diferentes
ámbitos de la vida, como el hogar, el trabajo, las instituciones educativas y la
comunidad en general.
La violencia de género tiene múltiples causas complejas y arraigadas en factores
sociales, culturales, económicos y estructurales, estas son algunas razones:

Desigualdad de género: La desigualdad de género es una causa fundamental de


la violencia. La existencia de normas, roles y estereotipos de género que
perpetúan la superioridad masculina y la subordinación femenina crea un entorno
propicio para la violencia. La discriminación, la falta de acceso a recursos y
oportunidades, así como la falta de participación equitativa en la toma de
decisiones, contribuyen a la violencia basada en el género.

Socialización y aprendizaje: Los roles de género y comportamientos violentos se


aprenden y internalizan desde una edad temprana. Los patrones de violencia
pueden ser transmitidos por la familia, la educación, los medios de comunicación y
la sociedad en general. Esto puede normalizar y perpetuar la violencia en las
relaciones de género.

Desigualdad económica: La violencia de género está estrechamente relacionada


con la desigualdad económica. La dependencia económica de las mujeres puede
generar un desequilibrio de poder en las relaciones, lo que puede aumentar el
riesgo de violencia. Las barreras para el acceso a empleo, educación y recursos
económicos también pueden contribuir a la perpetuación de la violencia.

Impunidad y falta de respuesta efectiva: La impunidad de los perpetradores de


violencia de género y la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades y
el sistema de justicia dificultan la erradicación de esta violencia. La falta de
denuncia, la estigmatización y el miedo a represalias también influyen en la
perpetuación de la violencia.
La violencia de género tiene consecuencias graves y perjudiciales para las
víctimas, así como para la sociedad en general tales como:

Lesiones físicas: La violencia de género puede causar lesiones físicas graves, que
van desde hematomas, fracturas óseas y heridas hasta lesiones internas,
discapacidad permanente e incluso la muerte.

Problemas de salud: Las víctimas de violencia de género pueden experimentar


una serie de problemas de salud física y mental. Esto incluye trastornos de estrés
postraumático (TEPT), ansiedad, depresión, trastornos del sueño, abuso de
sustancias, trastornos alimentarios y otros problemas de salud relacionados.

Impacto psicológico: La violencia de género puede tener un impacto profundo en


la salud mental y emocional de las víctimas. Pueden experimentar sentimientos de
miedo, ansiedad, baja autoestima, vergüenza, culpa, confusión y desesperanza.
La violencia también puede alterar su percepción de seguridad y confianza en sí
mismas y en los demás.

Aislamiento social: Las víctimas de violencia de género a menudo se enfrentan al


aislamiento social, ya sea porque tienen miedo de buscar ayuda, porque sus
agresores las aíslan o porque experimentan la vergüenza y el estigma asociados
con ser víctimas de violencia.

Problemas laborales: y económicos: La violencia de género puede afectar la


capacidad de las víctimas para mantener empleo o buscar oportunidades
laborales, lo que puede llevar a una dependencia económica y dificultades
financieras. Además, las víctimas pueden perder días de trabajo debido a lesiones
o trauma psicológico.

Ciclo intergeneracional de violencia: La violencia de género puede perpetuarse a


través de generaciones, ya que los niños que presencian o experimentan violencia
en el hogar pueden aprender patrones de comportamiento violento y considerarlo
como una norma en las relaciones.
Violencia Vicaria

La violencia vicaria es un término que se utiliza para describir una forma específica
de violencia que se ejerce hacia los hijos con el objetivo de hacer daño emocional
o psicológico a la madre o al padre, generalmente como una forma de control o
venganza. En este contexto, "vicaria" se refiere a que la violencia se dirige
indirectamente a través de los hijos.

Este tipo de violencia implica que el agresor busca herir a la otra persona
causando sufrimiento a los hijos, ya sea físicamente o psicológicamente.
Conclusión

La violencia familiar es un problema grave que afecta a muchas personas en todo


el mundo. Puede manifestarse en diferentes formas, como la violencia física,
emocional, sexual o económica, y puede ocurrir en el contexto de relaciones
íntimas, parentesco o convivencia. La violencia familiar tiene consecuencias
devastadoras para las víctimas, tanto a nivel físico como emocional, y puede dejar
secuelas duraderas.

Es fundamental abordar la violencia familiar de manera integral, promoviendo la


prevención, la educación y la concientización. Es necesario fomentar relaciones
saludables y respetuosas, así como fortalecer los sistemas de apoyo y las redes
de seguridad para las víctimas. También es fundamental garantizar el acceso a
servicios de apoyo, asesoramiento y protección legal para las personas afectadas
por la violencia familiar.

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