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“2023, Año de Francisco Villa, el Revolucionario del Pueblo”

Caso de que la naturaleza del delito lo permita, lo cual se traducirá en un desequilibrio


procesal.

Al respecto es pertinente tomar en consideración el efecto de sentencia


absolutoria que conlleva la figura del sobreseimiento, de conformidad con lo previsto en el
artículo 3284 del Código Nacional de Procedimientos Penales, pues pone fin al
procedimiento en relación con el imputado cuyo favor se dicta, inhibe una nueva
persecución penal por el mismo hecho y hace cesar todas las medidas cautelares que se
hubieran dictado; de tal manera que su procedencia debe ser analizada mesuradamente
por el órgano jurisdiccional, a fin de que no exista duda razonable de que realmente se
actualizo la hipótesis planteada por la parte oferente o, incluso, una diversa que el propio
juez de control advierta.
Luego, en el caso a estudio el principio de contradicción cobra vigencia en
armonía con el de inmediación, sin que ello suponga que sea legalmente exigible al
juzgador de control la posibilidad de tener medios de prueba a la vista –y con ello hacer
un ejercicio de valoración exhaustivo-, para estar en condiciones de resolver sobre la
posible actualización de una causal de sobreseimiento.
Tal condición de exigibilidad implicaría indebidamente para la autoridad
responsable, incorporar y valorar elementos de prueba efectivamente anunciados,
pero en etapas previas a la de juicio oral, como base para emitir la resolución de
sobreseimiento; lo cual resulta procesalmente imposible en atención a la estructura
jurídica del sistema procesal penal acusatorio.
Por tanto, es claro que la autoridad responsable fundo y motivo adecuadamente su
resolución al declarar infundada la petición de sobreseimiento de la defensa y desestimar
las pruebas anunciadas para tal efecto, porque del análisis del registro de audio y video,
afecto a la resolución de la responsable, se corrobora que su actuar estuvo correcto,
porque observó las formalidades legales contenidas en el artículo 327 del Código
adjetivo en la materia; se pronunció conforme a la facultad conferida por el diverso
330 del mismo ordenamiento.
La responsable estimo como parte del mismo proceso de racionalización de
las alegaciones esgrimidas por las partes, los datos de prueba que estas aludieron,
y preciso que no se actualizan las causales de sobreseimiento esgrimidas por la defensa
de Francisco LLuvere Ramos consistentes en la inocencia del imputado y que está exento
de responsabilidad penal, prevista en el ordinal 327, fracciones III y IV del Código
Nacional de Procedimientos Penales, porque hasta ese momento existían elementos
suficientes para determinar su probable intervención en el hecho delictuoso de homicidio
con complementación típica y punibilidad autónoma al privar de la vida en el mismo hecho
a dos personas en agravio de quienes en vida llevaran el nombre de José Iván Zepeda
Guadarrama y Emmanuel Zepeda Guadarrama, porque los datos de prueba que
incorporo, consistentes en los oficios en donde obran las copias certificadas del
expediente consistente en la falta administrativa en que incurriera Francisco LLuevere
Ramos, el quince de agosto de dos mil veintidós, en la que fue arrestado en el Municipio
de Calpan, Estado de Puebla, a las 20:07 horas, obrando una firma y huella de pulgar
derecho de este y el informe en materia de grafoscopia y dactiloscopia en donde se
determinó que la firma y huella corresponden al quejoso y que se enlace con lo señalado
en sus respectivas entrevistas por los testigos Mireya Sanabria Guadarrama, Rosa María
Sara Valencia y Andrés Alcántara Calzada, quienes indican que el día de los hechos se
encontraba detenido en Calpan Estado de Puebla y salió el diecisiete de agosto de dos
mil veintidós, agregando que ello no desvirtuaba la imputación firme y directa que
realizo la testigo presencial Alicia Guadarrama Ramírez, quien hizo el señalamiento
directo del imputado en los hechos, además de lo indicado por el testigo Cristian Zepeda,
quien asevero que en la dinámica de los hecho vio pasar a Francisco LLuevere quien
llevaba en la mano derecha una arma de fuego, y que como lo señaló el representante
social, dichos datos de prueba, ya fueron valorados al momento de resolver la
situación jurídica del imputado y fueron confrontados con el resto del material
probatorio que obra en la carpeta, los que no le generaron convencimiento al juez de
control para desvirtuar el señalamiento realizado por los testigos de los hechos en cuanto
a la probable participación del acusado ahora quejoso.
“2023, Año de Francisco Villa, el Revolucionario del Pueblo”

Estimar lo contrario, esto es, asumir que para resolver respecto del
sobreseimiento parcial propuesto por la defensa, resultara pertinente un ejercicio
de valoración exhaustivo de los datos de prueba existentes hasta el estadio
procesal que cursa la causa del origen, conduciría al absurdo de constreñir a la juez
de control responsable a tener a la vista pruebas ahogadas y anunciadas en etapas
previas al juicio, así como las presentadas, sin sujeción al ejercicio de la
contradicción, ya que la incorporación de los datos incorporados por la defensa
generarían un desequilibrio procesal, ante la ventaja indebida de una de las partes, y por
ende, se deformaría la naturaleza jurídica y esencia del sistema procesal penal
acusatorio, así como los principios jurídicos en el que sustenta.
En ese supuesto, se daría por hecho la existencia de pruebas desahogadas, fuera
de las excepciones recocidas por la ley adjetiva, pero ofertadas para sustentar la
demostración de la causal de sobreseimiento invocada, lo cual conllevaría a la autoridad
judicial responsable a emitir un pronunciamiento totalmente violatorio de los principios y la
naturaleza jurídica del sistema en comento.
Aunado a lo anterior, tampoco sería aceptable obligar a un juez del sistema
procesal penal acusatorio a valorar pruebas no desahogadas en su presencia, en
contraposición a los principios de inmediación y continuidad, y fuera de los casos en que
la ley lo permite de manera restringida.
Esto es así, porque como ya se estipulo en el cuerpo de esta sentencia el ordinal
334 del Código Nacional de Procedimientos Penales, la etapa intermedia tiene como fin el
ofrecimiento y admisión de los medios de prueba, así como la depuración de los hechos
controvertidos que serán materia del juicio por lo que si en esta etapa se solicita por el
imputado el sobreseimiento en la causa en términos del artículo 327 de Código Nacional
de Procedimiento Penales, dicha solicitud únicamente debe tener por objeto que se
analice si, ante la existencia de los elementos supervenientes, se han anulado los datos
de prueba que sirvieron para el dictado del auto de vinculación a proceso y se demuestre,
de manera evidente e indiscutible, alguna causa de sobreseimiento; anulación que debe
referirse al dato de prueba en sí mismo y no al valor probatorio que pudiere considéraselo;
tesitura bajo la cual, dicha solicitud no implica que se revaloren los datos de prueba que
sirvieron para el dictado del auto de vinculación al proceso, tampoco tiene por objeto abrir
otra instancia en que se valoren anticipadamente los medios de prueba ofrecidos para la
etapa de juicio y menos se realice un ejercicio argumentativo de contraste entre esos
datos de prueba con las pruebas ofrecidas para la audiencia de juicio oral, pues esta
última etapa es el momento procesal pertinente para ello; realizar lo contrario y valorar
anticipadamente las pruebas ofrecidas desvirtuaría la solicitud de sobreseimiento y, por
ende, dejaría de tener razón de existir la etapa de juicio oral.
Se suma a todo lo expuesto, la responsable, no obstante tener conocimiento de
los datos de prueba derivado del pronunciamiento de las partes, se encontraba impedida
para hacer un ejercicio valorativo de los mismos conforme al artículo 265, 5 del Código
Nacional del Procedimientos Penales, pues ello implicaría someter a contradicción los
datos de prueba –no solamente las argumentaciones y referencias a ellos- controvertidos,
lo cual, no puede realizarse en una audiencia de sobreseimiento pues contravendría la
naturaleza jurídica del sistema penal acusatorio.
Esto es así, porque ha quedado establecido, la solicitud de sobreseimiento en
la audiencia intermedia únicamente debe versar en anular aquellos datos de prueba
que fundaron el auto de vinculación a proceso, mediante datos supervenientes que
demuestren de manera evidente e indiscutible el sobreseimiento de la cauda penal,
surgiendo así, la necesidad de hacer cesar sus efectos; y no así la acción de
revalorar los datos de prueba analizados en la vinculación a proceso, o bien realizar
un análisis anticipado de las pruebas ofrecidas para la etapa de juicio oral,
Vida a los pasivos, siendo este quien incluso al momento de huir intenta ayudar a diverso
investigado, ya que se encontró herido en su pierna, al ver que se encontraba en mal
estado lo abandona y sale corriendo con un arma de fuego, siendo que el investigado se
encontró en libertad de cesar el acto o bien impulsar a sus acompañantes para consumar
su ejecución, optando por la segunda opción. Cabe destacar que en forma de autoría se
presenta cuando dos o más sujetos intervienen en el momento de ejecutivo del hecho,
teniendo el dominio del mismo; aun y cuando se trate de una participación primaria,
puesto que, si bien no todos realizan directamente la conducta núcleo del tipo, también lo
es que, de manera previa simultánea, intervienen en su ejecución. Aunado a que la
identidad del imputado quedo debidamente corroborada, debido a que, mediante
ampliación de entrevista de ALICIA GUADARRAMA RAMIREZ del 14 de septiembre del
año 2022, manifiesta que derivado de diversas platicas que tuvo con vecinos de su
colonia, le han precisado que el nombre completo y correcto de la persona que participo
en la muerte de sus dos hijos, responde al nombre de FRANCISCO LLUEBERE RAMOS,
y agrega su lugar de localización, derivado de ello, mediante informe realizado por el
policía de investigación ALDAIR FRANCISCO SANTIAGO ALFREDO el 14 de septiembre
de 2022, ingresa el nombre de FRANCISCO LLUEBERE RAMOS, y le arroja datos
generales del investigado. Por otro lado, no escapan de la óptica de este unitario las
manifestaciones realizadas por la defensa privada al aseverar que de los datos prueba
ofrecidos ha quedado demostrado con las entrevistas de los testigos y los documentales
públicos, que su representado se encontraba en otro lugar a la misma hora que
acontecieron los hechos, declaraciones que fueron precisas y claras en señalar que su
defendido se encontraba detenido en el municipio de Calpan, Puebla, lo que se sustenta
con la notificación de salida y constancia de arresto, documentos expedidos por
funcionarios públicos en ejercicio de sus funciones; sosteniendo que los datos expuestos
por el ministerio público no se reúnen los requisitos del articulo 316 fracción III, pues su
representado no intervino en los hechos, ya que el agente del ministerio público se allega
solamente de dos entrevistas que tratan de ubicar a su defendido en el lugar de los
hechos, dichas entrevistas corren a cargo de CRISTIAN ZEPEDA ARZALUZ, quien
expuso que no estuvo en el momento de los hechos, solo manifiesta que vio bastante
gente y trata de manifestar que vio a su defendido pasar corriendo, que aparentemente
corresponde su descripción física pero incluso manifiesta que por el momento no
recuerda alguna seña en particular; y de la entrevista de ALICIA GUADARRAMA
RAMIREZ quien trata de ubicar a su representado en el lugar de los hechos, no es clara
ni precisa, ya que manifiesta que salió en compañía de varios familiares, dos menores y
CRISTIAN ZEPEDA ARZALUZ, que ella vio los hechos; y que la placa fotográfica es solo
para acreditar la existencia del lugar. Argumentos que sustenta en los datos de prueba
incorporados por la defensa privada del imputado en la audiencia dentro de la prorroga
constitucional, consistentes en las entrevistas de MIREYA SANABRIA GUADARRAMA,
ROSA MARIA SARA VALENCIA, ANDRES ALCANTARA CALZADA, así como los
documentales consistentes en la NOTIFICACION DE SALIDA, CONSTANCIA DE
ARRESTO, la PLACA FOTOGRAFICA DEL RESTAURANT IZCALLI y EL ACTA DE
MATRIMONIO DE MIREYA SANABRIA GUADARRAMA Y FRANCISCO LLUBERE
RAMOS; los cuales se estiman idóneos y pertinentes, sin embargo, no tienen el alcance
que pretende la defensa, quien busca establecer que su representado se encontraba en
el municipio de Calpan, Estado de Puebla al momento de que sucedieron los hechos que
se le atribuyen, toda vez que los documentales y entrevistas referidas no generan
convicción en el suscrito al estimar que se trata de testigos de coartada y los
documentales exhibidas no permiten determinar de modo indubitable que efectivamente
el día quince de agosto de dos mil veintidós, FRANCISCO LLUBERE RAMOS se
encontraba en otro lugar; por lo que prevalece el señalamiento hecho por CHRISTIAN
ZEPEDA ARZALUZ, quien asevero que en la dinámica de los hechos, ve pasar corriendo
a FRANCISCO LLUBERE RAMOS, quien llevaba en la mano una arma de fuego, tipo
escuadra, color negra iba corriendo, destacando que, a decir de la fiscalía, proporciono su
media filiación y lugar de localización. Destacando al efecto el señalamiento firme y
directo que se realiza la testigo presencial
Por ende, es infundado el concepto de violación del promovente del amparo,
relativo a que la jueza responsable, omitió tomar en cuenta, todo el cumulo de
actuaciones al momento de resolver porque como ya quedo estipulado en párrafos que
anteceden, si las valoro tan es así que expresamente refirió que los datos de prueba que
incorporo ante ella, consistentes en los oficios donde obran las copias certificadas del
expediente consistente en la falta administrativa en que incurriera Francisco LLuvere
Ramos, el quince de agosto de dos mil veintidós, ya que fue arrestado en el Municipio de
Calpan, Estado de Puebla, a las 20:07 horas, en donde obra una firma y huella de su
pulgar derecho, que se llevó a cabo en el informe en materia grafoscopia y dactiloscopia
en el cual se determinó que la firma y huella corresponden a este, y que ello se enlace
con lo señalado en sus respectivas entrevistas por los testigos Mireya Sanabria
Guadarrama, Rosa María Sara Valencia, y Andrés Alcántara Calzada, quienes indican
que el día de los hechos se encontraba detenido en Calpan, Estado de Puebla y salió el
diecisiete de agosto de dos mil veintidós, de ninguna manera desvirtuaba la imputación
firme y directa que realizo la testigo presencial Alicia Guadarrama Ramírez, quien
hizo el señalamiento directo del imputado en los hechos, además de lo indicado por el
testigo Cristian Zepeda, quien asevero que en la dinámica de los hechos vio pasar
corriendo a Francisco LLuvere quien llevaba en la mano una arma de fuego, y que dichos
datos de prueba, ya habían sido valorados al momento de resolver la situación
jurídica del imputado, que se confrontaron con el resto del material probatorio que obra
en la carpeta, los que no generaron convencimiento para desvirtuar el señalamiento
realizados por los testigos de los hechos en cuanto a su participación en los
hechos.
Entonces contrario a lo que sostiene el quejoso, la autoridad del conocimiento si
se pronunció respecto a los datos de prueba, pero resto valor, porque no desvirtuaban la
imputación directa de la testigo presencial Alicia Guadarrama Ramírez.
Lo anterior, se estima acertado, porque la entrevista de dicho testigo, en su
carácter de ofendida, lejos de carácter de valor probatorio, es de suma importancia y
merece crédito, en tanto se limita a designar al presunto imputado, ello porque un impulso
o sentimiento instintivo inclina al hombre a designar para su castigo, a quien le origina
algún daño o lo causa a sus allegados y no a personas ajenas al delito en este caso de
homicidio, porque la presunción originada de su entrevista, adquiere tanta mayor
fuerza, cuanto no hay motivo suponer una imputación de esa gravedad, con el
exclusivo objeto de buscar un perjuicio a persona inocente.
Se estima aplicable, en lo conducente por analogía de razón, la tesis de la Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de
la Federación. Tomo LIX, pagina 836, cuyo rubro y texto son:
“ORDEN DE APREHENSION, VALOR DE DICHO DEL OFENDIDO PARA
DICTAR LA. El dicho de la víctima de un homicidio, es indicio bastante para cumplir la
exigencia constitucional a efecto de librar una orden de aprehensión, pues la presunción
originada de su declaración, adquiere tanta mayor fuerza, cuanto no hay motivo para
suponer una imputación de esa gravedad, con el exclusivo objeto de buscar un perjuicio a
persona inocente, ya que lo lógico y natural es que, por el contrario, haya deseado que se
castigue al ofensor”.
Luego, es correcto el proceder de la responsable, al señalar que en el
momento procesal en que actuó, no estaba en condiciones de resolver
favorablemente la solicitud, porque efectivamente para tener por actualizada la
causal de sobreseimiento invocada por la defensa, se requiere del desahogo de las
pruebas ofrecidas por las partes, lo cual resulta propio de la audiencia de juicio
oral.
Además, señalo que el sistema penal acusatorio se rige por etapas
secuenciales, como la investigación intermedia y juicio, que la legislación procesal
nacional establece, cuales pruebas de manera excepcional pueden llegar a
desahogarse en etapas previas al juicio y por su parte la petición de sobreseimiento
parcial de la causa, se encuentra armonizada, para que sea cual fuere la causal
propuesta, deberá de ser sujeta al ejercicio de la contradicción, tan es así, que el
órgano jurisdiccional para resolver su procedencia o desechamiento debe analizar
mesuradamente las alegaciones de las partes a fin de que no exista duda razonable sobre
su actual actualización, pues en caso contrario al no tener la certeza de los datos
incorporados por la defensa particular del imputado generaría un desequilibrio procesal,
ante la ventaja indebida de una de las partes, además de que no se encuentra facultada
por la legislación procesal nacional, a realizar un ejercicio de valoración exhaustiva fuera
de las excepciones previas por la ley.
“2023, Año de Francisco Villa, el Revolucionario del Pueblo”
De lo que se infiere que negó el sobreseimiento de la causa, apoyándose en
esencia en las consideraciones siguientes:

1.Que al tomar en cuenta la consideración de los argumentos de las partes, la


audiencia de dieciocho de marzo del año en curso, en lo relativo a la petición de la
defensa particular del imputado Francisco LLuvere Ramos, en la que indico que se
analiza lo establecido por el artículo 327, fracciones III y IV del Código Nacional de
Procedimiento Penales, porque al exponer los datos de prueba en dicha diligencia,
precisando que ha quedado demostrado la inocencia de su representado y que se
encuentra exento de responsabilidad, porque quedo demostrado que el imputado el
quince de agosto de dos mil veintidós se encontraba en el Municipio de Calpan Estado de
Puebla al haber sido arrestado por alterar el orden a las 8:07 horas, fecha en que se
suscitaron los hechos materia de la imputación.
2.Que lo anterior, lo demostraba con los datos de prueba que fueran enunciadas
en la audiencia y que se enlazan con los desahogados en la audiencia de la prórroga del
plazo constitucional dado que el secretario del Ayuntamiento de Calpan, Puebla, emitió
las copias certificadas del expediente a nombre del imputado Francisco LLubere Ramos,
en donde se hace una narrativa de los hechos acontecidos en dicho lugar y fecha con los
cuales demuestra que el gobierno se encontraba a su disposición, documentos que fueron
incorporados por la defensa.
3.Que se llevó acabo un “informe” en materia de grafoscopía y dactiloscopia por la
perita Sara Luz Sánchez Cabrera quien demitió que los documentos que fueron
analizados, la firma y las huellas dactilares correspondían al imputado Francisco LLuvere
Ramos.
4.Que la defensa indicó que con dichos datos de prueba se desvirtúa que su
representado hubiese estado en dos lugares el día quince de agosto de dos mil veintidós,
y que se debe de tomar en consideración lo señalado por los testigos de Mireya Sanabria
Guadarrama, Rosa María Sara Valencia y Andrés Alcántara Calzada, quienes indican que
el día de los hechos se encontraban detenidos en Calpan Estado de Puebla y salió el
diecisiete de agosto del dos mil veintidós.
5. Que por lo anterior la representación social realizo sus argumentos respectivos,
en lo que se opuso a que se decretara el sobreseimiento, porque debía prevalecer la
imputación realizada por la testigo presencia del imputado en los hechos, además de lo
indicado por el testigo presencial Alicia Guadarrama Ramírez, quien le realizo el
señalamiento directo del imputado en los hechos, además de lo indicado por el testigo
Cristian Zepeda, quien aseguró que en la dinámica de los hechos, vio pasar corriendo a
Francisco Lluvere Ramos quien llevaba en la mano derecha un arma de fuego.
6. Que aunado a que los datos de prueba ofrecidos, no podían, valorarse en ese
estado procesal, que se encuentra en la etapa intermedia, porque debe ser el tribunal de
enjuiciamiento, quien lo haga.
7. Que, por ende, determinaban que no se actualizan las causales de
sobreseimiento esgrimidas por la defensa de Francisco Lluvere Ramos, consistentes en la
inocencia del imputado y que está exento de responsabilidad penal, prevista en el ordinal
327, fracción III y IV de Código Nacional de Procedimientos Penales, porque hasta ese
momento existían elementos suficientes para determinar su probable intervención en el
hecho delictuoso de homicidio con complementación típica y punibilidad autónoma al
privar de la vida en el mismo hecho a dos personas en agravio de quienes en vida
llevaran el nombre de José Iván Zepeda Guadarrama y Emmanuel Zepeda Guadarrama,
ilícito previsto y sancionado por los artículos 241, 242, fracción IV en elación con los
diversos 6, 7, 8 fracciones I y III y 11, fracción I inciso d) del Código Penal en el Estado de
México.
8. Que los datos de prueba que incorporo ante la responsable, consistentes en los
oficios donde obran las copias certificadas del expediente consistente en la falta
administrativa en que incurriera Francisco Luvere Ramos, el quince de agosto de dos mil
veintidós, ya que fue arrestado en el municipio de Calpan, Estado de Puebla, a las 20:07
horas en donde obra una firma y huella del pulgar derecho del acusado y que se llevara a
cabo un informe en materia de grafoscopía y dactiloscopia en donde se determinó que la
firma y huella corresponden al acusado y que se enlacen con lo
9. Que lo anterior, no desvirtúan la imputación firme y directa que realizo la testigo
presencial Alicia Guadarrama Ramírez, quien hizo señalamiento directo del imputado en
los hechos, además de lo indicado por el testigo Cristian Zepeda, quien asevero que en la
dinámica de los hechos vio pasar corriendo a Francisco Lluevere quien llevaba en la
mano derecha un arma de fuego, y que como lo señaló el representante social, dichos
datos de prueba, ya fueron valorados al momento de resolver la situación jurídica del
imputado y fueron confrontados con el resto de material probatorio que obra en la
carpeta, lo que no le generaron convencimiento al juez de control para desvirtuar el
señalamiento realizado por los testigos de los hechos en cuanto a la probable
participación del acusado, en los hechos.
10. Que no se podía perder de vista que el sistema penal acusatorio se rige por
etapas secuenciales como los son los de investigación intermedia y juicio además de la
distinción entre dato de prueba, medio de prueba y prueba y que la legislación procesal
nacional establece, cuales pruebas de manera excepcional pueden llegar a desahogarse
en etapas previas al juicio y por su parte el sobreseimiento en la que se recibe
terminación parcial o total del proceso por ciertas causas legales que impiden su
continuidad generando el cese de las medias cautelares y la autoridad de cosa juzgada,
se encuentra armonizada, para que sea cual fuere la causal propuesta, deberá de ser
sujeta al ejercicio de la contradicción, tan es así, que el órgano jurisdiccional para resolver
su procedencia o desechamiento debe analizar mesuradamente las alegaciones de las
partes a fin de que no exista duda razonable sobre su actual actualización, pues en caso
contrario al no tener la certeza de los datos incorporados por la defensa particular
del imputado generaría un desequilibrio procesal, ante la ventaja indebida de una
de las partes, aunado a que la juzgadora no se encuentra facultada ante la
legislación procesal nacional, a realizar un ejercicio de valoración exhaustiva fuera
de las excepciones previstas por ley, para estar en aptitud de resolver lo conducente a la
naturaleza jurídica y la esencia del sistema procesal, así como los principios jurídicos en
los que se sustenta.
11. Que los elementos aportados por la defensa del imputado, para pretender
acreditar que se actualizan las causales de sobreseimiento previstas en el Código
Nacional, son suficientes para producir convicción a la responsable, porque por el
contrario no desvirtúan a la imputación firme y directa que realizan los testigos
presenciales de los hechos en contra del acusado, por lo que su determinación de
ninguna forma vulnera el principio de presunción de inocencia que opera a favor de del
acusado Francisco Lluevere Ramos, y que ello encontraba sustento en la tesis del registro
digital 2022227, con rubro: “SOBRESEIMIENTO EN EL SISTEMA POENAL
ACUSATORIO, PARA DECRETARLO EN ETAPAS PREVIAS AL JUICIO, NO LE ES
EXIGIBLE AL JUEZ DE CONTROL TENER A LA VISTA MEDIOS DE PRUEBA PARA SU
DESARROLLO NI REALIZAR UN EJERCICIO DE VALORACION EXHAUSTIVO”.
12. Que, por las razones expuestas, con fundamento en lo establecido por los
artículos 16 y 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 1, 2 y 133,
fracciones I y 327 del Código Nacional de Procedimientos Penales, procedía negar el
SOBRESEIMIENTO PARCIAL en favor de Francisco Lluevere Ramos, por el hecho
delictuoso de HOMICIDIO CON COMPLEMENTACION TIPICA Y PUNIBILIDAD
AUTONOMA, que a la vez se PRIVA DE LA VIDA, en el mismo hecho a dos personas, en
agravio de quienes en vida llevaran el nombre de JOSE IVAN ZEPEDA GUADARRAMA Y
EMMANUEL ZEPEDA GUADARRAMA, ilícito previsto y sancionado por los artículos 241,
242 fracción IV en relación con los diversos 6, 7, 8 fracciones I y III y 11, fraccion I, inciso
d) del Código Penal del Estado de México.
Por lo anterior, devienen infundados los conceptos de violación sintetizados en
párrafos que anteceden, porque en contrario a lo apreciado por el quejoso, se estima
correcta la determinación de la responsable de la que se desestimó la solicitud de
sobreseimiento parcial en cuestión, al estar debidamente fundada y motivada.

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