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SE INTERPONE DEMANDA DE AMPARO

DIRECTO TOCA DE APELACION 251/22.

AL H. TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA


PENAL EN TURNO DEL TERCER CIRCUITO.
PRESENTE.

POR CONDUCTO DE LA H. SEGUNDA SALA DEL SUPREMO TRIBUNAL


DE JUSTICIA EN EL ESTADO.

ALEJANDRA GUTIERREZ LUNA, mexicana, mayor de edad, señalando


como domicilio para recibir todo tipo de notificaciones la finca marcada con
el número 20 de la calle Severo Díaz, Fracc. Arcos Vallarta de esta ciudad
de Guadalajara, Jalisco, y autorizando en los términos del articulo 12 de la
Ley de Amparo en vigor a los LIC. CARMEN SALAZAR RODRIGUEZ,
MAGDALENA ELIZABETH PEREZ LOPEZ, ANDRES GUILLERMO
BARBA NUÑEZ Y CRISTOBAL BARBA CASILLAS, ante Ustedes con el
respeto que les es debido, comparezco y

EXPONGO:

Que encontrándome en tiempo y forma, POR PROPIO


DERECHO, comparezco a interponer demanda de Amparo Directo, por
resolución que considero viola las garantías constitucionales que precisaré,
contenidas en los artículos 14 y 16 de la Carta Fundamental, en atención a
los hechos que referiré en el capitulo correspondiente, para ello y para
cumplimentar los extremos del articulo 166, de la Ley de Amparo en vigor
formulo el siguiente

SEÑALAMIENTO:

I/.- PARTE QUEJOSA.- La suscrita con datos y generales anotadas en la


comparecencia del presente.

II.- TERCERO PERJUDICADO.- No existe.

III/.- AUTORIDADES RESPONSABLES.- Tienen tal carácter y como


autoridad ordenadora los C- C. Magistrados que integran la H. SEGUNDA
SALA DEL SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA EN EL, así como el C.
Juez Quinto en materia penal tradicional con residencia en el complejo
penitenciario de puente grande, Jalisco.

IV/.- ACTO RECLAMADO.- Reclamo de las autoridades señaladas como


responsables la ilegal resolución que pone fin al toca penal tramitado bajo

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el numero 251/2022, que resuelve REVOCAR la sentencia dictada por el
Juez quinto en materia penal en el estado con residencia en esta ciudad de
Guadalajara, Jalisco, en las actuaciones del proceso 08/2016.

V/.- ANTECEDENTES DE LOS ACTOS RECLAMADOS.- A continuación y


bajo protesta legal de conducirme con verdad, a usted manifiesto los
hechos que me constan y que constituyen los actos reclamados :

1.- Ante el Juez quinto penal en el estado, el representante Social


ejercitó en mi contra acción penal por la presunta comisión del delito
patrimonial de homicidio, se siguió el procedimiento judicial por sus
estadios dentro del expediente 436/2002, en agravio de quien en vida
llevo el nombre de JONATAN IGNACIO LUEVANOS TEJEDA, dictándose
sentencia en la cual NO se me consideró penalmente responsable del
mismo, al no haberse acreditado la responsabilidad penal plena, siendo
impugnada en alzada dicha resolución, turnándose el recurso de apelación
a la Segunda Sala del Supremo Tribunal de Justicia en el estado, misma
que revoco la resolución emitida por el inferior.

2.- Considerando incongruente, infundada e inmotivada la resolución


que pronunció la autoridad responsable, dado que en la misma no se hizo
el análisis de los agravios que fueron formulados en mi defensa, y se
aplicó indebidamente el derecho, por este medio me manifiesto inconforme
con la misma, accionando en la vía constitucional, haciendo valer al efecto
los siguientes

VI/.- CONCEPTOS DE VIOLACION.- Según lo determinan los artículos


14 y 16 de la Constitución Federal, nadie puede ser privado de sus
propiedades, posesiones y derechos sino es mediante juicio seguido ante
los Tribunales previamente establecidos, en los que se sigan las
formalidades esenciales del procedimiento, y en el que culmine con un
mandamiento escrito de autoridad competente, en el que se funde y se
motive la causa legal del procedimiento.

Se dice que la sentencia de segundo grado que es ahora motivo de


la contienda constitucional es ilegal y desde luego infringe en el caso las
garantías de seguridad jurídica de la peticionaria de amparo por los
siguientes razonamientos:

PRIMERO.- En la especie no se configura en los hechos motivo del


proceso penal la plena responsabilidad en la comisión del delito de
homicidio que me fue imputado, teniendo en consideración que Suprema
Corte de Justicia de la Nación, la Honorable Primera Sala ha determinado que
la violación al derecho fundamental del detenido a ser puesto a disposición del
Ministerio Público sin demora, genera la anulación de la declaración del detenido, así
como la invalidez de todos los elementos de prueba que tengan como fuente directa
la demora injustificada, y aquellas recabadas por iniciativa de la autoridad
aprehensora, sin conducción y mando del Ministerio Público;  en el caso de la lectura
que se haga del informe rendido por los elementos aprehensores podrá advertir este
tribunal constitucional señalan como resultado de sus pesquisas a la suscrita como
responsable derivado de una supuesta confesión que la compareciente realizó
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estando privada de mi libertad personal, del informe en cuestión no se desprende que
dichos agentes de autoridad hayan asentado en el mismo la hora en que sucedió tal
privación de la libertad y la hora en que se emitió la declaración y fui puesta a
disposición de la autoridad ministerial y posteriormente de la autoridad jurisdiccional
para rendir la declaración correspondiente ante el juzgador de primer grado; esas son
las circunstancia tiene como consecuencia que deba de privarse de alcance probatorio
a los 2 elementos de prueba de referencia, al informe de los elementos captores y
desde luego a la declaración en que me autoincrimino; lo anterior es así debido a que
para poder determinar la dilación entre la privación de la libertad y la puesta a
disposición de las suscrita es menester que obre una constancia del tiempo en que
estuvo a disposición de los elementos captores que privaron de la libertad a la
suscrita para ser investigada, emitir mi declaración ante estos y en su caso poder
tener la capacidad por parte de la autoridad jurisdiccional de la viabilidad de la auto
incriminación, pues de por sí ya esa circunstancia genera una duda razonable sobre la
existencia de la voluntad sobre el hecho de que se obtuvo mediante tortura, presión
psicológica, física o moral, de tal forma las circunstancias envolventes a la expresión
de la demora en la puesta a disposición de la autoridad judicial por parte de la
autoridad ministerial y los elementos aprehensores, genera la certeza de que
existe la tortura de acuerdo a las justificaciones del caso y las
circunstancias del actual de quien realizó la detención; sobre el particular
invocó el contenido de la interpretación jurisprudencial que se desprende
del registro digital que a continuación se transcribe:

Registro digital: 2013126, Instancia: Tribunales Colegiados de


Circuito, Décima Época Materias(s): Constitucional, Penal Tesis:
II.2o.P.43 P (10a.) Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación. Libro 36, Noviembre de 2016, Tomo IV, página 2505
Tipo: Aislada

PUESTA A DISPOSICIÓN. ALCANCES DE LAS EXPRESIONES


"SIN DEMORA" O "DE MANERA INMEDIATA" Y "AUTORIDAD
COMPETENTE", RELATIVIDAD DE SU VALORACIÓN DE
ACUERDO A LAS CIRCUNSTANCIAS JUSTIFICANTES DEL
CASO.

Las expresiones: "sin demora" o "de manera inmediata" no pueden


entenderse como medidas o unidades de tiempo, concretas y
específicas en dimensión o duración, sino como referencia de acción
respecto del actuar de quien realiza una detención, que es la acción
(verbo) de "poner a disposición de la autoridad competente"; la que
en sí misma lleva implícita la previa y necesaria realización de todas
las condicionantes para lograr una "puesta a disposición" en
términos de legalidad, pues poner a disposición no significa
simplemente dejar en manos de alguien al detenido, sino
necesariamente de una autoridad que tampoco puede ser cualquiera,
sino competente, es decir, del Ministerio Público que además
también debe ser competente por razón de fuero, materia y
adscripción, turno o especialización según el caso, conforme a la
normatividad aplicable que en principio es igualmente de
observancia obligatoria en el contexto de un orden jurídico integral
presuntamente válido. Por tanto, el tiempo para llevar a cabo esa
puesta a disposición de manera legal, es decir material y
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formalmente correcta, es relativo y debe entenderse como el
necesario para su realización de acuerdo a las circunstancias
específicas del caso concreto y a un criterio básico de razonabilidad
que debe atender, en cada supuesto, a la presencia de factores y
circunstancias concurrentes como la hora, las vías y medios de
comunicación, la distancia, las condiciones de lugar, tiempo y forma
de la detención, los aspectos de seguridad (tanto del detenido como
de los agente de la autoridad), y en general aquellas que en el
supuesto específico incidan en la valoración concreta para la
calificación del acto de puesta a disposición. Por ello, aun y cuando
en efecto no puede establecerse que en términos generales la
ilegalidad de una dilación prolongada dependa de que quedara
probado que su finalidad sea inflingirle una lesión o tortura al
detenido o bien obtener una confesión de los hechos que se le
atribuyen; sin embargo, dado que no puede partirse del
establecimiento de una regla temporal específica, no basta que
exista determinado tiempo transcurrido, siempre y cuando éste no
sea notoriamente excesivo, para que indefectiblemente deba
estimarse que se incurrió en una ilegal detención prolongada e
injustificada, pues para ello debe existir algún dato objetivo que así
lo acredite, o bien carecerse de las circunstancias fácticas que en
función del caso particular puedan hacer razonable y, por ende,
justificado el tiempo transcurrido entre la detención material y la
correcta puesta a disposición.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL


SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo en revisión 329/2015. 10 de marzo de 2016. Unanimidad de


votos. Ponente: José Nieves Luna Castro. Secretaria: Alma Jeanina
Córdoba Díaz.
Esta tesis se publicó el viernes 18 de noviembre de 2016 a las 10:29
horas en el Semanario Judicial de la Federación.

Por otra parte debe destacarse que el acto mismo de la privación de


la libertad de la suscrita incide necesariamente en un acto inconstitucional
y que genera la fruta del árbol prohibido, la actualización de los elementos
que provocan la inverosimilitud de la auto incriminación por parte de la
compareciente solicitante de amparo pues debe de considerarse para ello
que del resultado de las constancias y actuaciones de la averiguación
previa se desprende que la suscrita emitió su declaración ante el agente
del ministerio público y que con posterioridad a ello éste declaró
determinar mi detención para ser puesta a disposición de la autoridad
jurisdiccional con las actuaciones de la averiguación previa; sin embargo
como se desprende del propio resultado de la misma averiguación no
existe constancia de las circunstancias en las cuales fui privada de la
libertad, sí fui citada, sí comparecì voluntariamente, sí fui presentada o en
su caso sí el representante social ministerial ordenó la privación de mi
libertad personal; del informe emitido por los elementos captores que me
privaron de la libertad personal no se desprende esa circunstancia, y
contrariamente a ello del resultado de las investigaciones emitidas por los
elementos captores no se desprende bajo qué circunstancias me presenté
a emitir mi declaración.

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Ello genera la presunción legal de que la suscrita fue privada de mi
libertad personal a través de un acto de ilegalidad, pues es inconcuso que
la policía investigadora al practicar las diligencias dentro de la averiguación
previa me privaron de mi libertad personal para obtener mi declaración a
través de tortura goma lo que se deduce necesariamente por el hecho de
que no se asienta en su informe la hora en que me presenté o me
detuvieron o me citaron o me presentaron para tal efecto, de forma que
no existe punto de partida para determinar si existió demora en la
presentación de mi persona ante la autoridad jurisdiccional y establecer la
presunción legal de que mi declaración de autoincriminación fue obtenida a
través de tortura, tal omisión genera la presunción legal de que el
proceder de los elementos captadores es sospechosamente determinativo
de una conducta que puede ser calificada como de tortura física o moral
por parte de los elementos que investigaron los hechos que envuelven al
averiguación previa con motivo del homicidio de quien en vida llevara el
nombre de JONATAN IGNACIO LUEVANOS TEJEDA, padre de mis 3 hijos.

De las constancias del proceso se desprende que no hubo una


metodología correcta en el desahogo de las pruebas periciales que se
recibieron para determinar la existencia de la tortura a través del protocolo
de estambul, pues fui deficientemente defendida por quien se desempeñó
como defensor de la suscrita, y en su caso determinan los peritos que no
existe un trauma que afecte mi juicio para la emisión de mi declaración
ante el representante social; tal situación generó la sentencia condenatoria
que ahora estoy impugnando a través del presente juicio de garantías

 Por ello, se deberá conceder el amparo y protección de la justicia federal a la


aquí quejosa para efecto de que la sala responsable: 1.- deje insubsistente la
sentencia reclamada; 2. Dicte otra en la que revoque la sentencia de primera instancia
y ordene reponer el procedimiento de primera instancia, a fin de que el Juez de la
causa invalide su determinación de cierre de instrucción, con el objeto de que exija la
realización de los exámenes psicológicos y médicos pertinentes, de conformidad con
el Protocolo de Estambul y ordene la práctica de cualquier probanza que sea
necesaria para el esclarecimiento de los hechos vinculados con la tortura alegada por
el coinculpado del quejoso, a fin de que tengan efecto dentro del proceso y puedan
valorarse al dictarse la sentencia definitiva en relación con el quejoso, para
determinar si tienen repercusión en la validez de las pruebas de cargo, en específico,
en la eficacia de la testimonial de los agentes captores señalados como perpetradores
de esas conductas violatorias de los derechos humanos.

SEGUNDO.- De las constancias del proceso penal y la propia integración de


la averiguación previa que generó el proceso podrá advertir que la suscrita
procesada fue sujeta de una tortura derivada de la propia redacción y
lógica del auto incriminación que se desprende de la declaración
preparatoria existente en autos, auto incriminación que generó la condena
que sostiene la sentencia emitida por la sala responsable, sobre el
particular debe destacarse que es evidente la existencia de actos de
tortura que debió investigar de manera fehaciente el juzgador de primer
grado y ello se desprende del contenido mismo de la redacción de la
deposición que contiene la incriminación explicada en la declaración
preparatoria; deviene ilógico el hecho de que la suscrita me haya auto
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incriminado para reconocer la existencia del homicidio conociendo las
condiciones que generan una sentencia adversa por la comisión de un
delito tan grave, pues de las constancias que se desprenden del proceso
puede advertirse claramente la existencia de actos que motivaron una
conducta desleal por parte del órgano de investigación del delito por los
elementos mismos que se desprenden de la deposición emitida por la
compareciente ante el agente del ministerio público en la que reconocí la
existencia de una conducta ilícita; lo anterior se puede advertir
precisamente de las siguientes circunstancias:

a.- primeramente de la existencia del propio informe emitido por los


agentes investigadores de la fiscalía del estado cuya redacción es
esencialmente idéntica a mi propia declaración preparatoria, haciéndose
una revisión exhaustiva y congruente de dicha declaración podrá advertir
este tribunal de la federación que este guarda identidad absoluta con el
contenido del referido informe lo que significa que quienes redactaron
dicho informe y quienes redactaron la declaración preparatoria simple y
sencillamente son la misma persona y que copiaron y pegaron la
declaración preparatoria y su contenido al informe del grupo de la policía
investigadora que me privo de la libertad sin la existencia de una orden de
aprehensión y sin mediar resolución en la que se disponga
ministerialmente de mi detención de una manera fundada y motivada.

b.- del propio informe se puede advertir que los agentes aprehensores que
emiten el informe en cuestión simplemente se limitan a ponerme a
disposición junto con dicho informe con el representante social, el agente
del ministerio público consignador, sin embargo, no refieren la hora en que
fui privada de la libertad ni tampoco hacen alusión en dicho informe ah la
justificación legal de la existencia de la privación de mi libertad, lo que
implica necesariamente una ilegalidad por parte de la actuación de los
agentes de la policía investigadora.

c.- No se desprende del citado informe las circunstancias de lugar tiempo y


modo en que fui requerida, citada, presentada o detenida, para realizar mi
declaración preparatoria, las condiciones en que fui sometida y presentada
ante el agente del ministerio público por los agentes investigadores para
emitir la misma y las condiciones en que ello ocurrió, por lo tanto, perdió
de vista la sala responsable el hecho de que existen suficientes evidencias
ante las deficiencias del informe de los agentes investigadores en el
sentido de que fui privada de la libertad para emitir mi declaración
preparatoria pero esa privación de la libertad o detención es arbitraria
pues no se encuentra sujeta a ninguna condición apegada a la legalidad
puesto que no fue detenida la suscrita con una orden de aprehensión
emitida por la autoridad judicial competente ni tampoco por una orden de
detención emitida por la autoridad ministerial en la que se hubiere fundado
y motivado el proceder de dichos elementos captores.

Registro digital: 2011521 Instancia: Primera Sala Décima Época


Materias(s): Común, Penal Tesis: 1a./J. 10/2016 (10a.) Fuente:
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 29, Abril de
2016, Tomo II, página 894 Tipo: Jurisprudencia

ACTOS DE TORTURA. LA OMISIÓN DEL JUEZ PENAL DE INSTANCIA


DE INVESTIGAR LOS DENUNCIADOS POR EL IMPUTADO,
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CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN A LAS LEYES DEL PROCEDIMIENTO
QUE TRASCIENDE A SU DEFENSA Y AMERITA LA REPOSICIÓN DE
ÉSTE. Si los gobernados, constitucional y convencionalmente
tienen el derecho fundamental a que el Estado investigue las
violaciones a sus derechos humanos, en específico, el derecho a no
ser objeto de tortura, la autoridad judicial, como parte integral del
Estado Mexicano, ante la denuncia de que un gobernado ha sido
víctima de aquélla, tiene la obligación de investigarla; lo que se
constituye en una formalidad esencial del procedimiento, al incidir
sobre las efectivas posibilidades de defensa de los gobernados previo
al correspondiente acto de autoridad privativo de sus derechos. Ello,
porque al ser la tortura una violación a los derechos humanos de la
que pueden obtenerse datos o elementos de prueba que con
posterioridad se utilicen para sustentar una imputación de carácter
penal contra la presunta víctima de la tortura, se advierte una
relación entre la violación a derechos humanos y el debido proceso;
lo cual implica que, luego de realizarse la investigación necesaria
para determinar si se actualizó o no la tortura, de obtenerse un
resultado positivo, la autoridad que tenga a cargo resolver la
situación jurídica de la víctima de violación a derechos humanos,
estará obligada a realizar un estudio escrupuloso de los elementos
en que se sustenta la imputación al tenor de los parámetros
constitucionales fijados en relación con las reglas de exclusión de las
pruebas ilícitas. Por tanto, soslayar una denuncia de tortura, sin
realizar la investigación correspondiente, coloca en estado de
indefensión a quien la alega, ya que la circunstancia de no verificar
su dicho implica dejar de analizar una eventual ilicitud de las
pruebas con las que se dictará la sentencia. Así, la omisión de la
autoridad judicial de investigar una denuncia de tortura como
violación a derechos fundamentales dentro del proceso penal,
constituye una violación a las leyes que rigen el procedimiento, que
trasciende a las defensas del quejoso, en términos de los artículos
173, fracción XXII, de la Ley de Amparo, 1o., párrafo tercero, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como 1, 6,
8 y 10 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la
Tortura y, consecuentemente, debe ordenarse la reposición del
procedimiento de primera instancia para realizar la investigación
correspondiente y analizar la denuncia de tortura, únicamente desde
el punto de vista de violación de derechos humanos dentro del
proceso penal, a efecto de corroborar si existió o no dicha
transgresión para los efectos probatorios correspondientes al dictar
la sentencia.

Contradicción de tesis 315/2014. Entre las sustentadas por el Primer


Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Novena
Región, con residencia en Zacatecas, Zacatecas, y el Quinto Tribunal
Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Quinta Región, con
residencia en La Paz, Baja California Sur. 30 de septiembre de 2015.
La votación se dividió en dos partes: mayoría de cuatro votos por la
competencia. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Unanimidad de
cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José
Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, en cuanto
al fondo. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretario: Héctor
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Vargas Becerra.

Tesis de jurisprudencia 10/2016 (10a.). Aprobada por la Primera


Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha diez de febrero de dos
mil dieciséis.

De las constancias del sumario penal se desprende que la suscrita


aportó como elemento de convicción para demostrar la existencia de actos
de tortura el dictamen emitido por el médico forense doctor ALFREDO
RODRÍGUEZ GARCÍA, que en las conclusiones de su opinión pericial
determina que la suscrita tiene incapacidades y síntomas que son
resultado del presunto abuso consecuencia de las vejaciones, malos tratos,
sevicias, acciones degradantes y humillantes contrarias al derecho humano
quién al realizar su trabajo pericial a través de métodos técnicos y
científicos practicados a la suscrita determina que sí existe resultado
positivo al protocolo de estambul pues se desprende de los estudios
técnicos presenciados por este de la existencia de lesiones en el cuerpo de
las suscrita y al haber encontrado una múltiple sintomatología
postraumática que concuerda con los métodos de tortura empleados por
los torturadores;

De la lectura congruente que se haga del dictamen de dicho experto


se podrá advertir que este práctico una serie de estudios que describe con
la finalidad de a sentar su grado de preparación y antecedentes
profesionales que generan la convicción técnica desde su punto de vista de
la existencia de un acontecimiento traumático motivado por el hecho de la
tortura, sumado a la csa men grafoscopio de las firmas obtenidas en la
declaración de la suscrita y describe en forma técnica y a través de
métodos científicos la existencia de tortura.

La sala responsable al resolver el recurso de alzada planteado por la


representación social basamenta la revocación del fallo absolutorio en la
circunstancia de que los 2 peritos del instituto jalisciense de ciencias
forenses determinaron que no existía desde su punto de vista actos de
tortura al no encontrar estrés postraumático, sin embargo, ellos no
significa que por el hecho de que 2 peritos por mayoría determinen esa
circunstancia el órgano juzgador tenga la obligación de tomar en
consideración la mayoría de las opiniones sino que para valorar la prueba
pericial debe de basarse precisamente en la opinión pericial que se
encuentra mejor sustentada y en su caso la que tenga más contenido
científico para que ese dictamen sea el mejor valorado y sustente el fallo
en el contenido del mismo; contrario al proceder valorativo de la sala
responsable, la prueba pericial será calificada por el Juez según prudente
estimación, lo que significa que, para su valoración, no está sujeto a un
método legal o tasado, sino que es libre, lo que no implica que la que lleve
a cabo esté exenta de una exposición razonada que desarrolle las
conclusiones a las que arribe, porque ese ejercicio de razonabilidad, que
involucra la valoración de una prueba pericial según su prudente
estimación, también exige el respeto al principio de legalidad que obliga,
en el ejercicio jurisdiccional, a motivar las conclusiones que expliquen por
qué el dictamen pericial provoca convicción para el dictado de la sentencia,
por lo que sólo llevando a cabo el ejercicio que se indica podrá calificarse
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como debidamente valorada una prueba pericial en el juicio.

Del contenido de la sentencia emitido por la sala responsable se


desprende que está no fundamentada ni motivada la razón por la cual se
desestima la opinión pericial del doctor Alfredo rodríguez garcía, lo cual
infringe en perjuicio de la parte quejosa el principio de legalidad
establecido en el texto constitucional, pues si bien la tasación de la prueba
pericial debe hacerse sobre una prudente estimación eso no significa que
el juzgador tenga la capacidad de desestimar una opinión pericial simple y
sencillamente asumiendo que la mayoría de los peritos determinó que no
existe evidencia de tortura en la persona de la aquí quejosa, la opinión
emitida en un dictamen no vincula necesariamente al Juez ni lo obliga a
darle un valor probatorio del que carece, porque finalmente es a él a
quien, como perito de peritos y de acuerdo con su libre arbitrio,
corresponde ponderar en su justo alcance, la eficacia de los medios
probatorios, es decir, es el Juez quien decide si acoge o no las
conclusiones contenidas en los peritajes o si en todo caso, las asume
parcialmente o las adminicula con otros elementos de prueba, con base en
un análisis de sus fundamentos y conclusiones y al tenor de los principios
elementales de orden lógico como son: congruencia, consistencia, no
contradicción y verosimilitud, los que debe observar al exponer los
razonamientos que soporten su decisión y que la justifiquen con una
finalidad persuasiva o de mayor credibilidad, a fin de rechazar la duda y el
margen de subjetividad del resolutor. En esas condiciones, el desahogo de
una pericial no implica su forzosa utilidad para resolver la controversia,
pues conforme al arbitrio del Juez puede ser que ninguno de los
dictámenes sea suficientemente sustentable para crear convicción en él y
entonces, será éste, quien de acuerdo con sus facultades deberá decidir la
situación jurídica que se le plantea, aun cuando su determinación no
encuentre apoyo en los peritajes que obren en autos.

Dicho de otra manera la circunstancia de qué dentro del proceso se


hayan recibido 2 pruebas periciales qué dictaminan en su opinión técnica
los expertos del instituto jalisciense de ciencias forenses que no existe
evidencias de tortura, ellos no significa que el juez tenga la obligación de
tomar ese testimonio o dictamen como valedero para establecer el sentido
de la sentencia, pues es obligación a analizar en su contexto la totalidad
de la opinión pericial y analizar congruente y exhaustivamente Las
opiniones técnicas desahogadas en autos, considerando de mi parte que
contrariamente a lo aseverado por la sala responsable el dictamen emitido
por el criminalista que fue designado por la suscrita doctor Alfredo
rodríguez garcía, es el que debe de ser mejor valorado puesto que está
debidamente sustentado en métodos científicos y estudios que sustentan
su opinión pericial, contrariamente a ello, las opiniones emitidas por los
diversos expertos no sustentan el contenido de su opinión en estudios
técnicos practicados En la persona de la afectada que aquí suscribe, en el
resultado y contenido de la averiguación previa, en el contenido de la
declaración propia de la inculpada, y precisamente realizando un método
de investigación y método científico a través del análisis de la declaración
de autoincriminación de la quejosa y en su caso determinando su
conclusión en el resultado de los estudios técnicos practicados e
informando en su propio dictamen cuáles fueron estos y cuáles son sus
antecedentes curriculares que generan la convicción de la conclusión a la
que arriban.
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De la simple lectura que se haga de la opinión pericial de los
expertos oficiales podrá advertir este tribunal que no existe sustento
técnico ni análisis practicado ni informan los peritos sus antecedentes
curriculares que los facultan para emitir la opinión a la que arriban
destacándose esa circunstancia puesto que los 2 dictámenes periciales son
sumamente deficientes e incapaces de producir convicción en el ánimo del
juzgador dada su falta de profesionalismo dado que ambos son omisos en
determinar e informar el motivo por el cual llegan a la convicción
planteada, en forma indebida, la sala responsable les concede a dichas
opiniones periciales el alcance probatorio pleno para establecer que no se
justificó dentro de las actuaciones la existencia de actos de tortura para
obtener la declaración de autoincriminación de la quejosa, cuando de la
propia lectura que se haga de ésta podrá advertir que existe presunción
clara de la existencia de tortura, sumado a ello a la existencia de lesiones
orgánicas en la corporeidad de la quejosa y el resultado de los protocolos
practicado a la infrascrita, Estudios técnicos psicológicos y el protocolo de
estambul de tortura, debieron llegar a la conclusión precisa de que la
declaración dela compareciente ante el agente del ministerio público
consignador fue emitida con actos de violación de los derechos humanos
que generaron un estrés postraumático por los malos tratos y tortura
llevada a cabo por los agentes captores, y bajo ese contexto al no haberse
hecho estudio alguno a la suscrita por parte de los expertos dependientes
del instituto jalisciense de ciencias forenses, y tener la característica
primordial de deficiente sus opiniones, dado que éstos no informan en su
opinión pericial los estudios técnicos practicados a la compareciente y a las
actuaciones de la averiguación criminal, es incuestionable que la sala
responsable vulneró el principio de legalidad al valorar inapropiada e
ilegalmente la prueba técnica en cuestión, pues de una correcta y
congruente valoración concatenado de las 3 opiniones técnicas
desahogadas en autos, se podrá llegar a la convicción de que el dictamen
que tiene mejor sustento es él emitido por el doctor ALFREDO RODRÍGUEZ
GARCÍA, de suerte que al concederle valor probatorio a los diversos
técnicos criminalistas, está valorando incorrectamente la prueba en
cuestión y si bien es cierto que existe una libre valoración de la prueba la
valoración que se haga de esta medida conflictiva debe de hacerse en su
justa medida realizando una congruente de liberación del resultado y
antecedentes de las opiniones periciales, concediendo valor probatorio a la
que se encuentre mejor sustentada y cuyo experto tenga mejores
antecedentes técnicos, quien informe en su dictamen los estudios técnicos
practicados y los métodos por los cuales llegó a la conclusión a la que
arriba, de tal forma, al ser deficiente la opinión pericial de los expertos
oficiales, y no estar sustentada en métodos científicos es claro que debe
de calificarse de inconstitucional la sentencia pues se sustenta la misma en
el contexto de una opinión pericial viciada y que no se encuentra
debidamente fundamentada, pues si bien la prueba en cuestión debe de
ser valorada conforme al prudente arbitrio, no siendo violatorio de
garantías el uso de esta facultad, cuando se expresen los motivos lógicos y
humanos que se tuvieron para dar tal o cual valor probatorio, al resultado
de la misma.

De la sentencia y su contenido se desprende que los magistrados


integrantes de la sala responsable no formularon una abstracción de
valoración en la que se hubiera expresado los motivos lógicos y humanos
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para llegar al resultado de la valoración contenida, pues la desestimación
del valor probatorio de la opinión pericial de Alfredo rodríguez garcía debe
estar debidamente sustentada,  lo que significa que tal desestimación debe
estar basada en razones bastantes que vengan a desvirtuarlos, lo que no
sucede en un caso en el que la responsable sólo se concreta a decir, según
reza esa jurisprudencia, que los dictámenes periciales son meras opiniones
de técnicos en alguna especialidad, orientadores del arbitrio judicial, que
de ninguna manera constituyen imperativos para el órgano jurisdiccional;
toda vez que el referido dictámen, aunque en efecto no obligan a los
juzgadores, si llegan a determinadas conclusiones, según los
razonamientos que los fundan, aunque los juzgadores no estén obligados a
tomarlos en cuenta, deben darse y explicarse las razones por las que en su
concepto no los toman en consideración y al no existir dichas razones, el
arbitrio judicial es violatorio de garantías individuales. Dicha omisión
provoca violación al derecho de defensa de la suscripción quejosa y a la
garantía de legalidad de los textos constitucionales puesto que en su
contenido el fallo materia del reclamo constitucional no se contienen tales
razones motivaciones y fundamentos a que llegaron los magistrados
responsables para desestimar la opinión del científico que fue designado
por esta parte para emitir el dictamen de tortura a través del método de
protocolo de estambul;

No existe indebida apreciación de la prueba pericial por el hecho de que al


no haber rendido el perito oficial su dictamen en un sentido determinado, deba la
Sala establecer cuál de los rendidos por las partes adquirió fuerza probatoria, ya
que tratándose del juicio de peritos, la soberanía de dichos tribunales los faculta
para otorgarle valor probatorio a cualesquiera de los que se rindan, incluso para
apartarse de ellos atendiendo a la convicción que se han formado sobre el
particular, siempre y cuando el órgano resultó se apegue a los principios de
fundamentación y motivación que debe contener toda resolución judicial.

La prueba pericial, no vincula obligatoriamente al tribunal resolutor, ni rige


en relación con ella el principio de la Mayoría, en cuanto al número de dictámenes
coincidentes; si no que el juzgador debe atender a los fundamentos de cada
dictamen y apreciarlos en relación con las constancias de autos, para decidir a
cuál de los peritajes les otorga valor probatorio suficiente para orientar la
decisión del tribunal, debiendo hacer constar esos argumentos en su resolución
para cumplir con la obligación constitucional del debido fundamento legal, siendo
también obligatorio señalar los motivos por los que se niega valor y eficacia a
otro u otros de los dictámenes rendidos.

Invoco sobre el particular los criterios emitidos por los tribunales de la


federación y que constituyen tesis aisladas y criterio consolidado respecto de la
obligación de los tribunales de fundar y motivar en forma lógica la precisión que
se haga y valoración determinante de su voluntad y fundamento del fallo:

Registro digital: 245797 Instancia: Sala Auxiliar Séptima Época


Materias(s): Civil Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Volumen
88, Séptima Parte, página 49 Tipo: Aislada

PRUEBA PERICIAL. VALOR PROBATORIO DEL DICTAMEN DEL


PERITO TERCERO EN DISCORDIA (LEGISLACION DEL ESTADO DE
VERACRUZ).

La responsable incumple las reglas que sobre apreciación libre de las


pruebas tiene el juzgador, si se concreta a afirmar que concede valor
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probatorio pleno al dictamen rendido por el tercero en discordia por ser el
más acorde con el peritaje del demandado e intermedio al que presentó el
actor, pues si bien es cierto que el artículo 332 de la Ley Procesal Civil del
Estado de Veracruz concede al juzgador facultades para apreciar
libremente la prueba pericial, también lo es que tiene la obligación de
expresar claramente, los motivos que lo llevan a determinarse en su
apreciación a través de un razonamiento lógico jurídico y no que
simplemente su valoración sea el resultado de una comparación numérica
tratando de encontrar un intermedio entre los dictámenes presentados por
las partes.

Amparo directo 3572/72. Ricardo Williams García. 30 de abril de 1976.


Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Fernando Castellanos Tena.
Secretario: Juan N. Silva Meza.

Registro digital: 193483 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito


Novena Época Materias(s): Civil Tesis: III.1o.C.95 C Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo X, Agosto de 1999, página 779
Tipo: Aislada

PERICIAL. LA OPINIÓN UNÁNIME DE LOS PERITOS NO BASTA, POR SÍ


SOLA, PARA QUE EL JUZGADOR LE OTORGUE EFICACIA DEMOSTRATIVA
PLENA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO).

La prueba pericial tiene por objeto que personas calificadas, con


conocimientos especiales en alguna ciencia o arte, ilustren al juzgador
sobre cuestiones técnicas que escapan al conocimiento del común de las
personas, según se desprende del texto del artículo 351 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, por lo que es claro que a los
peritos, en tanto coadyuvantes del Juez, les corresponde únicamente
exponer a éste los elementos de juicio necesarios, mediante aseveraciones
debidamente razonadas y sustentadas en circunstancias objetivas que
esclarezcan el hecho controvertido para que el Juez se forme convicción
sobre el tema a debate y, con vista en el resto del material probatorio, si lo
hay, resuelva la contienda. Es decir, la eficacia demostrativa de aquella
prueba no depende de que todos o la mayoría de los peritos sean
coincidentes en sus conclusiones, sino de que éstas cumplan con la
finalidad señalada, esto es, esclarecer en forma razonablemente
inobjetable el hecho controvertido, y la valoración relativa debe hacerla el
juzgador, haciendo uso de su prudente arbitrio, de acuerdo con el artículo
410 del ordenamiento legal citado, por lo que si éste no encuentra que la
opinión de los peritos, así sea unánime, cumple con la mencionada
finalidad, estará en aptitud de negarle eficacia probatoria.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.

Amparo directo 2801/98. Fermina Pérez Arana viuda de Fierro. 18 de


febrero de 1999. Unanimidad de votos. Ponente: Héctor Soto Gallardo.
Secretario: Carlos Muñoz Estrada.

Registro digital: 221146 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito


Octava Época Materias(s): Laboral Tesis: II.3o.68 L Fuente:
Semanario Judicial de la Federación. Tomo VIII, Diciembre de 1991, página
277 Tipo: Aislada

PRUEBA PERICIAL. SU VALORACION.

La prueba pericial, no vincula obligatoriamente al tribunal del trabajo, ni


rige en relación con ella el principio de la Mayoría, en cuanto al número de
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dictámenes coincidentes; si no que el juzgador debe atender a los
fundamentos de cada dictamen y apreciarlos en relación con las
constancias de autos, para decidir a cuál de los peritajes les otorga valor
probatorio suficiente para orientar la decisión del tribunal, debiendo hacer
constar esos argumentos en su resolución para cumplir con la obligación
constitucional del debido fundamento legal, siendo también obligatorio
señalar los motivos por los que se niega valor y eficacia a otro u otros de
los dictámenes rendidos.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 363/91. David Hernández León. 4 de julio de 1991.


Unanimidad de votos. Ponente: María del Carmen Sánchez Hidalgo.
Secretaria: María Concepción Alonso Flores.

Precedente:

Octava Epoca, Tomo VI, Segunda Parte-2, página 622. (Amparo en


revisión 774/89. Agustín Gallardo Rodríguez. 14 de marzo de 1990.
Unanimidad de votos. Ponente: José Angel Mandujano Gordillo. Secretaria:
Julieta María Elena Anguas Carrasco.)

En las relatadas condiciones, al no basarse la sentencia materia de la


impugnación constitucional en un juicio valorativo en el que se determine
la razón y los motivos por los cuales se desestima la opinión del doctor
ALFREDO RODRÍGUEZ GARCÍA, lo procedente es estimar que la valoración
de las medidas convictivas allegadas al sumario fueron ilegalmente
valoradas, por tanto, la resolución que así lo determinó es ilegal, teniendo
en consideración que la base fundamental del fallo emitido por la sala
responsable se hace consistir precisamente en la declaración emitida de
autoincriminación formulada ante el agente del ministerio público
consignador la cual fue obtenida de acuerdo al dictamen de dicho experto
a través de tortura, por lo qué correctamente valorada la prueba pericial
de descargo debió tener por consecuencia determinarse que la prueba
pericial más apegada al método científico es la emitida por este experto de
suerte que al no haberse hecho así se vulneró el principio de valoración de
la prueba pericial de manera razonada, en consecuencia, de valorarse
correctamente la prueba en cuestión se llegara a la conclusión de que no
se demostró en forma plena mi participación en los hechos denunciados y
por ende se debe de conceder a la suscrita quejosa el amparo y protección
de la Justicia Federal que solicité.

CAPITULO DE SUSPENSION

Solicito desde luego con fundamento en lo dispuesto por el articulo


124 de la Ley de amparo en vigor se me conceda el beneficio de la
suspensión de los actos reclamados para el efecto de que las cosas se
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conserven en el estado que actualmente guardan y no se ejecute el fallo
del que me duelo, ni sea la suscrita quejosa privada de mi libertad
personal hasta en tanto no se resuelva en definitiva sobre la
constitucionalidad o inconstitucionalidad del acto reclamado y en definitiva
el fondo del presente amparo directo. Y dada la naturaleza del presente
juicio y en atención a que el suscrito estoy libre bajo caución ante la
responsable de primer grado le PIDO SE LE NOTIFIQUE DE
INMEDIATO AL INFERIOR DE LA INTERPOSICION DEL PRESENTE
JUICIO DE AMPARO Y DE LA SUSPENSIÓN QUE ME ENCUENTRO
SOLICITANDO PARA EFECTO DE QUE MANTENGA LAS COSAS EN EL
ESTADO QUE ACTUALMENTE GUARDAN Y NO SE ME REVOQUE EL
BENEFICIO DE LA LIBERTAD BAJO CAUCIÓN QUE ME ENCUENTRO
GOZANDO.

Es procedente la concesión de la medida cautelar, en los términos


solicitados considerando que el juez de primer grado por el delito de
homicidio que me fue imputado me absolvió y se me puso en absoluta
libertad, la que actualmente gozo, por lo que el efecto paralizador de la
medida cautelar deberá tener por alcance que, no obstante que el delito es
calificado como grave de acuerdo al sistema tradicional penal, es
cuestionable que la suspensión debe de otorgarse para el efecto de que la
sentencia penal que revoca el fallo del inferior sea suspendido hasta en
tanto no se resuelva sobre el fondo del juicio de garantías que me
encuentro promoviendo, siendo el caso aplicable el criterio contenido en el
registro digital que a continuación se copia:

Registro digital: 198957 Instancia: Tribunales Colegiados de


Circuito Novena Época Materias(s): Penal Tesis: XIV.2o.58
P Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Tomo V, Abril de 1997, página 290 Tipo: Aislada

SUSPENSIÓN EN EL AMPARO PENAL DIRECTO TRATÁNDOSE


DE UN DELITO GRAVE, CUANDO EL ACUSADO FUE ABSUELTO
EN PRIMERA INSTANCIA Y CONDENADO EN LA SEGUNDA.

El artículo 107, fracción X, de la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos dispone que los actos reclamados podrán ser
objeto de suspensión en los casos y mediante las condiciones y
garantías que determine la ley, y que dicha suspensión deberá
otorgarse respecto de las sentencias definitivas en materia penal al
comunicarse la interposición del amparo; asimismo, el diverso
numeral 171 de la Ley de Amparo dispone que en los juicios del
orden penal, al proveer la autoridad responsable, mandará
suspender de plano la ejecución de la sentencia reclamada. De la
interpretación lógica y armónica de los preceptos anotados, se
desprende que cuando se reclama en amparo directo la sentencia de
segunda instancia, que revocó la de primera que había absuelto al
reo en un proceso penal seguido en su contra por la comisión de un
ilícito considerado como grave, el efecto y alcance de la suspensión
debe consistir en que el quejoso permanezca en la situación jurídica
de libre que tenía inmediatamente antes de dictarse el fallo de
apelación, toda vez que en ese estado se encontraban las cosas
antes del dictado de la sentencia, sin que trascienda de manera
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alguna que el delito por el que se juzga al recurrente sea grave,
pues esta circunstancia afecta solamente a la libertad caucional que
es propia del procedimiento penal, mas no a los aspectos de la
suspensión relacionada con una sentencia definitiva, en cuyo caso la
Constitución señala claramente que esta última debe concederse de
plano y paralizar la ejecución de tal sentencia, lo que se traduce en
que no debe ser reaprehendido quien ya gozaba de libertad por
virtud de una sentencia absolutoria.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO CUARTO CIRCUITO.

Queja 2/97. Crisóforo Alonso Montufar. 20 de febrero de 1997.


Unanimidad de votos. Ponente: Raquel Aldama Vega. Secretaria:
Lucía Díaz Moreno.

Por lo anteriormente expuesto y fundado a Ustedes C.C. Magistrados


respetuosamente les

P ID O :

PRIMERO.-Tenérseme por presente, con el expresado carácter de


procesado interponiendo juicio de control constitucional en contra de las
autoridades judiciales ya referidas, por las causas y los conceptos
mencionados.

SEGUNDO.- Se remitan las actuaciones al Tribunal Colegiado en


materia penal que en el caso por turno le competa conocer y resolver la
presente controversia, en su caso a efecto de que se siga el trámite
establecido en la Ley de Amparo en vigor. Se me conceda la suspensión de
los actos reclamados para el efecto de que no se ejecute la sentencia y no
sea privada de mi libertad personal.

TERCERO.- Se siga el procedimiento constitucional por sus estadios


procesales dictándose sentencia en la audiencia de derecho en que se
extienda al quejoso el amparo y la protección de la justicia federal que me
encuentro solicitando.

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A T E N T A M E N T E.

Guadalajara, Jalisco, a la fecha de su presentación.

ALEJANDRA GUTIERREZ LUNA

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