Está en la página 1de 4

Rosas estanciero

Tradicionalmente se ha evaluado el papel de Rosas en estrecha relación con su rol y experiencia en


tanto gran propietario de tierras y estanciero.

Lynch sostenía que estudiar la Rosas es estudiar las bases originales del poder político en
Argentina, las grandes estancias y su formación como crecimiento y desarrollo, Rosas y todo su
sistema fue aborto de la estancia.

La imagen que se nos presenta de Rosas es de un patrón todopoderoso que va a terminar de


manera autoritaria su potestad por sobre los trabajadores y el respeto de sus derechos de
propiedad a toda la población rural de su entorno.

Rosa quedó como único propietario de la enorme estancia Allende del Salado y de la pequeña San
Martín, convirtiéndose en un estanciero riquísimo (no es novedad), pero junto a los grandes
estancieros, subsistían millares de pequeños y medianos productores, lo que condicionaba el
accionar de los grandes propietarios de maneras diversas. Entonces su tarea era construir su
autoridad pasando como un hombre de entre paisanos.
Pese a esto, no es capaz de imponer efectivamente su autoridad, por ejemplo, no es posible frenar
las corridas de avestruces que realizan diversos personajes dentro y fuera de sus estancias. Esta
debilidad del estanciero para imponer sus derechos de propiedad sobre sus tierras se vincula con
la cuestión central de la economía agraria de la región en esta época, Al haber escasez de mano de
obra, era muy cara, lo podemos definir como un problema estructural de la economía agraria la
primera mitad del siglo XIX. Esto se debe en gran parte a la independencia que estos tenían, por
ejemplo, capataces criaban animales por su cuenta para tener ingresos extras. Esto deriva en varias
ocasiones que lograran conseguir una compensación o se negaban a seguir trabajando.

En conclusión, Rosa tuvo que darse cuenta rápidamente del poder de negociación de los sectores
subalternos, tanto de los pequeños propietarios, como los ocupantes de hecho, peones, indígenas.
Los trabajadores rurales podían usar a su favor dichas negociaciones en pos de mejorar sus
condiciones laborales.

Rosa silocinio de las pampas o los indios de rosas

Es posible que rosas haya sido señalado como jefe o líder indígena, de hecho lleva adelante la
campaña del desierto integrando el ejército con los denominados “indios amigos”, lo que refleja la
afirmación anterior, además estos realizaban acuerdos con el gobierno criollo para saldar su
conflicto con otros grupos en búsqueda de alguna ventaja en el equilibrio de la fuerza local.

No siempre estás de acuerdo fueron bien percibido por ambos sectores, esto desató conflictos en
ocasiones. Prevalece negociaciones para ir ampliando el territorio, buscar alianzas, e intentar
civilizar a muchos indígenas con el objetivo de satisfacer las necesidades de mano de obra.

Grupos indígenas se establecieron en la frontera, y circulaban tanto dentro como fuera de ella.
Participaban de la campaña del trabajo.

Otro grupo denominado “aliados”, que solo se comprometían a no malonear y tenían un mayor
grado de autonomía. La relación entre Rosas y los diferentes cacique estaban diferenciadas y
personalizadas. Cuando rosas lo consideró adecuado lanzó una ofensiva militar sobre los grupos
enemigos, con un ejército conformado por soldados Criollos y tropas de indios amigos.

Rosa se interesan ejercer presión sobre los grupos aliados en una combinación de amenazas y
persuasión con el fin de tener el control estatal sobre ellos.

Ello no impidió que durante todo el gobierno de Rosas, como lo han mostrado bien los diversos
estudios de Silvia Ratto, las tropas que defendieron la frontera de Buenos Aires estuvieran
constituidas normalmente por un puñado de militares de carrera, un grupo algo más numeroso de
milicias conformadas por los vecinos de los partidos fronterizos, pero sobre todo por más nutridas
tropas milicianas de indios amigos.

También podría gustarte