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Voces: - INCAPACIDAD ECONÓMICA DE LOS PADRES - ALIMENTOS A CARGO DE LOS

ABUELOS - AUSENCIA DEL PADRE - APRECIACIÓN COMPARATIVA DE LOS MEDIOS DE


PRUEBA - RECURSO DE APELACIÓN - RECHAZO DEL RECURSO -

Partes: Fernández Parra, Loreto E. c/ Antúnez Garcés, Pamela | Recurso de casación en la


forma - Recurso de apelación

Tribunal: Corte de Apelaciones de Santiago

Fecha: 26-oct-2010

Cita: MJCH_MJJ25353 | ROL:750-10, MJJ25353

Producto: MJ

La abuela paterna tiene la obligación de alimentos a favor de sus nietos, en consideración a la


acreditada necesidad de éstos y a la posición social de las partes involucradas.

Doctrina:

1.- Corresponde rechazar recurso de apelación deducido por la demandada principal, que en
su calidad de abuela paterna fue condenada a pagar una pensión alimenticia, toda vez que del
análisis del proceso no aparece antecedente alguno que permita variar lo ya establecido por el
tribunal ad quo, entendiéndose que la recurrente tiene los medios para poder otorgar los
alimentos decretados.

2.- Las convenciones internacionales, la legislación nacional vigente y todos los principios
relativos al bienestar del niño y sus derechos, hacen viable las acciones deducidas en materia
de alimentos en contra de los abuelos, cuando sus hijos no sean capaces de otorgar alimentos
necesarios para los niños. Es del caso, como los juzgadores han fallado en favor del interés
superior de los menores obligando a su abuela paterna a pagar una pensión alimenticia, en
atención a la ausencia del padre de estos, toda vez que la madre no es capaz por sí sola de
solventar los gastos de alimentación y mantención de los menores.

Santiago, 26 de octubre de 2010.-

Vistos:

Que doña Macarena Figueroa y Cristián Salas Cuadra, ambos abogados, en representación de
doña Loreto Eugenia Fernández Parra -en adelante la recurrente o demandada-, chilena,
viuda, cesante, en causa Rit N° C-2396-2009 sobre alimentos menores, caratulados "Salas
Antúnez con Fernández Parra", interponen recurso de casación en la forma y de apelación en
contra de la sentencia definitiva de primera instancia dictada por el 2°Juzgado de Familia de
Santiago con fecha 17 de marzo de 2010, por la que de condenó a doña Loreto Eugenia
Fernández Parra a pagar a título de pensión alimenticia el 90° de un ingreso mínimo mensual
para fines remuneracionales, equivalente a $ 148.500, a favor de sus nietos Patricio Joaquín y
María Trinidad, ambos apellidados Salas Antúnez.

Por resolución de 20 de mayo de 2010 se trajo los autos en relación, habiéndose procedido a
la vista de la causa en la audiencia del día 29 de septiembre de 2010.

Teniendo presente:

I.- En cuanto al recurso de casación en la forma:

1°) Que, la recurrente, en síntesis, sostiene:

a) que la sentencia adolece de una nulidad formal conforme a lo establecido en el artículo 766
y siguientes del Código de Procedimiento Civil, en relación con los artículos 67 N°6 letra b) y
66 N° 4 de la Ley N° 19.968, esto es, por habérsela dictado con omisión de algunos de los
requisitos indicados en el artículo 66 del mismo texto legal, en la especie, con omisión de los
requisitos establecidos en los números 4) y 5) del citado artículo 66, esto es el análisis de la
prueba rendida, los hechos que estime probados y el razonamiento que conduce a esa
conclusión, y las razones legales y doctrinarias que sirvieren para fundar el fallo;

b) que el Juez a quo ha alterado las reglas sobre apreciación de la prueba querigen en la
materia, puesto que no se han considerado todas las probanzas allegadas el proceso,
conforme a las cuales se establece que la demandada no percibe ingresos, al contrario de lo
que se ha determinado en el fallo impugnado; que la demandante reconoce que la demandada
no tiene estudios superiores, no trabaja y no tiene ingresos, que no es jubilada y que tiene
conocimiento que recibe ayuda de un tercero, Jorge Reyes, y que tiene depresión y ha sido
tratada por alcoholismo; que de acuerdo al Certificado emitido por el Gerente general de la
Sociedad Contractual Minera Carola, la demandada no posee la calidad de accionista, y que de
acuerdo a la Información comercial obtenida en la página web Dicom.cl, la demandada
registraba una deuda por más de 24 meses; que al no analizar la prueba conforme lo dispone
la ley, el fallo estableció que la demandada percibía ingresos;

c) que, en cuanto a la capacidad económica del demandado, la Jueza estimó que había ciertas
inconsistencias en cuanto al estilo de vida que observa y la situación económica que expuso al
Tribunal, fundando dicha supuesta inconsistencia, entre otras cosas, en que la demandada
tiene ingresos por $ 300.000 no obstante tener una deuda con Supermercado Jumbo por $
600.000, siendo sabido que los cupos crediticios se otorgan a base de y en relación con los
ingresos de las personas, por lo que no se explica cómo puede tener la capacidad de
endeudamiento por el doble de sus rentas ; que la deuda con Supermercados Jumbo es por
más de 24 meses y específicamente por deudas generadas el 03 de noviembre de 2005, y el 7
de febrero de 2005 en el caso de D&S Presto, es decir, deudas de hace más de 4 años que no
tiene relación alguna con la situación actual de la demandada;

d) que la simple relación que se hace de la prueba de confesión y de los documentos


acompañados no cumple con los requisitos exigidos por los números 4 y 5 del artículo 66 de la
Ley N°19. 968, y mucho menos cumple con lo dispuesto en el artículo 32 de la citada ley, el
que dispone que los jueces apreciarán la prueba de acuerdo a las reglas de la sana crítica; que
la sentencia no ha sido extendida en conformidad a la ley, causándole un perjuicio reparable
sólo con su invalidación, por lo cual solicita a esta Corte que, acogiendo el recurso, case la
sentencia, "invalidándola" y "dictando la correspondiente sentencia de reemplazo";

2°) Que, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 768 inciso 3º del Código de


Procedimiento Civil, y no obstante lo dispuesto en los incisos anteriores referentes a las
causales que autorizan el Recurso de Casación en la Forma, el Tribunal podrá desestimar el
recurso si de los antecedentes aparece de manifiesto que el recurrente no ha sufrido un
perjuicio reparable sólo con la invalidación del fallo o cuando el vicio no ha influido en lo
dispositivo del mismo. Tal es precisamente el caso de la especie, en que la recurrente, junto
con la casación en la forma, ha interpuesto también el recurso de apelación, por lo que, al
resolver este último recurso, se verá cómo -si hubiera de corregirse lo resuelto-, no sería
indispensable la invalidación del fallo, cuánto más si la propia recurrente lo da a entender
literalmente así, si se lee atentamente tanto el recurso de casación como el de apelación, en
los cuales la demandada sostiene unos mismos argumentos y unas mismas peticiones. En
consecuencia, dándose en este caso la situación establecida en el señalado inciso 3º del
artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, esta Corte procederá al rechazo del recurso de
casación en la forma.

II.-En cuanto al recurso de apelación:

3°) Que la recurrente sostiene que el objeto del juicio consistió en determinar la procedencia
de acoger la acción, y que los hechos a probar fueron:a) efectividad de encontrarse la
demandada obligada al pago de pensión de alimentos; b) necesidades económicas de los
alimentarios; y c) facultades económicas y circunstancias domésticas de las partes. La
recurrente sostiene:

a) que la sentencia recurrida no contiene un análisis de toda la prueba que rindieron las partes,
pues se limitó a reproducir extractadamente la prueba confesional y a hacer una relación de la
prueba documental rendida por cada parte, no existiendo ningún análisis acabado de toda la
prueba y sin indicar por qué prefirió una por sobre la otra, sin compararlas entre sí; que ello
constituye claramente una infracción al artículo 32 de la Ley N° 19.968, el que dispone que los
jueces apreciarán la prueba de acuerdo a las reglas de la sana crítica; que conforme a lo
dispuesto en el artículo 399 del Código de Procedimiento Civil, los tribunales apreciarán la
fuerza probatoria de la confesión judicial en conformidad a lo que establece el artículo 1713 del
Código Civil, y que, por su parte, el artículo 1713 dispone que la confesión que alguno hiciere
por sí o por medio de apoderado especial, o de su representante legal, y relativa a un hecho
personal de la misma parte, producirá plena fe en contra de ella, aunque no haya un principio
de prueba por escrito, salvo los casos comprendidos en el artículo 1701 inciso 1° y los demás
que las leyes exceptúen; que es la propia demandante quien reconoce que la demandada no
tiene estudios superiores, no trabaja y no tiene ingresos, que no es jubilada y que tiene
conocimiento que recibe ayuda de un tercero, Jorge Reyes, y que tiene depresión y ha sido
tratado por alcoholismo;

b) que la sentencia no hace ningún análisis de su prueba documental, en especial de la


consistente en el Certificado emitido por el Gerente General de la Sociedad Contractual Minera
Carola, mediante el cual se informó al Tribunal que la demandada no posee lacalidad de
accionista de la misma, y a la información comercial obtenida en la página web Dicom.cl,
mediante la cual se informó que la demandada registraba una deuda por más de 24 meses,
deudas devengadas en el año 2005;

c) que los alimentos deben ser regulados atendido a los ingresos regulares del alimentante y,
por lo tanto, no pueden ser fijados en relación a un ingreso esporádico y no susceptible de
reiterarse, como es la ayuda que recibe de un tercero, y una participación en una Sociedad que
no tiene ni ha tenido movimiento alguno en los últimos cuatro años; que la demandada no tiene
en la actualidad un contrato de trabajo que le proporcione un determinado ingreso mensual, y
no tiene título profesional que le permita recibir una adecuada remuneración, por lo que es
dable suponer que no puede percibir ingresos suficientes para atender a sus necesidades y a
las de sus cargas de familia, como lo es su hijo -que se encuentra en prisión -, y a quien debe
proporcionar alimentos y ropa mensualmente, y que la actora cuenta con ingresos mensuales
derivados de su trabajo; y

d) que, para la determinación definitiva de la contribución que debía proporcionar la


demandada, el Tribunal estaba obligado a atender a sus posibilidades y medios económicos
reales que surgen de la documental acompañada y de la confesional de la demandante,
antecedentes probatorios que, de haber sido analizados de acuerdo a la sana crítica, habrían
llevado al Juez a quo a la determinación de que la demandada no percibe renta alguna ni
ingresos y que sólo recibe ayuda de una tercera persona, que no recibe jubilación, y que por
último la demanda es deudora de dos Supermercados hace 4 años, hechos que acreditan la
incapacidad económica de la alimentante; y, finalmente, que el fallo impugnado le ha
ocasionado un agravio reparable solamente con su revocación, por tolo lo cual solicita a esta
Corte que, acogiendo el recurso de apelación, revoque la sentencia recurrida, rechazando en
todas sus partesla demanda;

4°) Que, en estos autos, compareció como demandante doña Pamela Antúnez Garcés,
deduciendo demanda de alimentos en contra de la abuela paterna de sus hijos P. J. y M. T.
Salas Antúnez, explicando que su cónyuge y padre de los niños don Patricio Salas Fernández
no ha pagado la pensión alimenticia a que se hallaba obligado, la que a marzo de 2009
alcanzaba a la suma de $ 3.583.118, existiendo orden de arraigo y de reclusión nocturna en su
contra, al no haber efectuado los depósitos respectivos ; y

5°) Que en la sentencia, luego de dejarse constancia que el padre de los menores don Patricio
Salas Fernández se encontraba privado de libertad cumpliendo condena de 5 años de presidio
por delito de abuso sexual en contra de sus hijos, se fijó el objeto del juicio y los hechos a
probar, se analizó la prueba rendida por ambas partes, la capacidad económica de éstas y las
necesidades de los alimentarios, determinándose finalmente la pensión ya antes referida, en
consideración a la acreditada necesidad de los nietos y a la posición social de las partes
involucradas, sin que aparezca del proceso antecedente alguno que permita variar lo que viene
decidido en primera instancia, en razón de lo cual la sentencia ha de ser confirmada, cuanto
más si, en la apelación, la recurrente no ha contradicho ni desvirtuado lo sostenido en el
párrafo final del Fundamento 3° de la sentencia apelada, en cuanto la abuela materna
recurrente vive en un departamento de su propiedad en Providencia, en buen estado de
conservación, con servicios básicos más TV cable e Internet, habiendo reconocido tener un
ingreso mensual de $ 300.000 que le deposita su yerno -aunque teniendo gastos básicos de $
86.450-, comodidades que, debiendo pagarse mes a mes, no explican a cabalidad su
afirmación de que la deuda que mantiene en el Supermercado Jumbo se arrastra desde hace
24 meses, como afirma en el recurso.Por último, tampoco la recurrente ha dado en su recurso
de apelación explicación satisfactoria de lo dicho en el Motivo 4° del fallo reclamado, en cuanto
a que, habiendo dicho primeramente no formar parte de ninguna Sociedad, en el alegato de
clausura se afirmó, con el documento respectivo, que su apoderado Cristián Salas Cuadra es
socio de ella en la Sociedad de Inversiones Tata Ldta., constituida en julio de 2005, a la que
ella aportó $ 294.228.

Por estas consideraciones y citas legales, y atendido también lo dispuesto en los artículos 232
, 321 y 323 del Código Civil, y 8 N° 4 , 16 y 6 de la Ley N° 19.968, se decide:

a) que se rechaza el recurso de casación en la forma deducido en representación de doña


Loreto Eugenia Fernández Parra, en contra de la sentencia definitiva de diecisiete de marzo de
dos mil diez, pronunciada por el Primer Juzgado de Familia de Santiago, por lo que en su
calidad de abuela paterna se condenó a la recurrente a pagar una pensión alimenticia del 90%
de un Ingreso Mínimo Mensual para fines remuneracionales -equivalentes a $ 148.500-, a
favor de sus nietos Patricio Joaquín y María Trinidad Salas Antúnez; y

b) que se confirma la misma referida sentencia.

Regístrese y devuélvase.

Redacción del Ministro señor Cornelio Villarroel Ramírez.

Pronunciada por la Sexta Sala de esta Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, presidida por
el Ministro señor Cornelio Villarroel Ramírez, conformada por la Ministro señora Dobra Lusic
Nadal y la abogado integrante señora María Eugenia Montt Retamales.

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