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INTERVENCIÓN COMUNITARIA

DOCENTE: Mg. Katherine Tarazona Meza


UNIDAD 2: GRUPOS DE AUTOAYUDA EN LA INTERVENCIÓN COMUNITARIA.
Los grupos de autoayuda surgen como alternativa al sistema tradicional donde la dirección y la
responsabilidad corre a cargo de un profesional. Este movimiento, el de la autoayuda, creció y se
desarrolló de forma paralela al desarrollo de la profesión, a partir de los años 30, con la creación de
Alcohólicos Anónimos.

Estos grupos suponen una estrategia de intervención centrada en el apoyo social. Teniendo como
objetivo consolidar, ampliar y complementar la red social del individuo que atraviesa alguna dificultad
y/o problema no pudiendo recibir apoyo o no siendo adecuado el apoyo que recibe de otros sistemas
de su red social. Estos grupos han surgido en campos tan diversos como la enfermedad mental y física,
las adicciones, las crisis vitales, y diversas problemáticas sociales.

No obstante, abogar en defensa de la creación y el trabajo a través de estos grupos no supone olvidar
todo el trabajo complementario que debemos hacer si queremos trabajar desde un enfoque que
englobe al individuo y al conjunto de sus sistemas.

CONCEPTO
Entre las numerosas definiciones que se han propuesto, destacamos a continuación la definición
propuesta por Katz y Bender (1976), definición que ha adoptado la Organización Mundial de la Salud.
Esta dice así: «los grupos de autoayuda son grupos pequeños y voluntarios estructurados para la ayuda
mutua y la consecución de un propósito específico.

Estos grupos están integrados habitualmente por iguales que se reúnen para ayudarse mutuamente
en la satisfacción de una necesidad común, para superar un hándicap común o problemas que
trastornan la vida cotidiana, y conseguir cambios sociales y/o personales deseados.

Los iniciadores y miembros de estos grupos perciben que sus necesidades no son o no pueden ser
satisfechas por las instituciones sociales existentes. Los grupos de ayuda mutua enfatizan la
interacción social cara a cara y la responsabilidad personal de sus miembros. Con frecuencia,
proporcionan ayuda material, así como apoyo emocional; están orientados a la causa del problema y
promueven una ideología o conjunto de valores a través de los cuales los miembros del grupo pueden
obtener e incrementar un sentimiento de identidad personal»
CARACTERISTICAS
Son numerosos los autores que identifican las características de los grupos de autoayuda (Killilea,
1976; Richardson,1983; Rogers, 1987; Orford,1992...). Siguiendo a Gracia (1997), destacamos, como
características más relevantes de los grupos de autoayuda, las siguientes:

LOS MIEMBROS DEL GRUPO INTERCAMBIAN EXPERIENCIAS COMUNES


El hecho de compartir un problema central define el estatus de miembro en los grupos de autoayuda,
a pesar de las numerosas diferencias individuales. En este sentido, Silverman (1970) también
considera que entre las principales características de los grupos de autoayuda se encuentra el hecho
de que quien provee ayuda comparte el mismo problema con quien recibe esa ayuda. Para este autor,
la experiencia común es el concepto fundamental que distingue la experiencia de la autoayuda de
otros intercambios de ayuda. Además, en estos grupos, la ayuda mutua no sólo surge de la experiencia
común de un mismo problema sino de los sentimientos similares acerca de ese problema. Y de las
experiencias comunes de resolución de conflictos aparecidos como consecuencia del malestar
generado.

EL GRUPO PROPORCIONA APOYO EMOCIONAL.


Por apoyo emocional se entiende el hecho de saber acompañar y entender a otro miembro del grupo
que padece un problema. El apoyo emocional que se transmite puede ayudar a la persona bien a
ajustarse a la situación o bien a cambiar esa situación (Richardson,1883). Este apoyo se da durante las
reuniones del grupo, pero a veces también puede darse fuera del grupo. En el contexto de los grupos
de autoayuda el apoyo emocional puede adoptar diversas formas. Entre otras conductas, los
miembros del grupo proveen apoyo emocional cuando (Katz, 1983 cit. Gracia, 1997:65):

Se manifiestan en el grupo los refuerzos positivos. En este sentido, el grupo aplaude o recompensa las
conductas deseables.

✓ Cuando se comparten las experiencias, pensamientos y sentimientos cotidianos con otros


miembros del grupo.
✓ Cuando se ofrece feed-back,
✓ Cuando los miembros del grupo se refuerzan mutuamente acerca de su capacidad para
manejar sus problemas.
✓ Y cuando se justifican los sentimientos o acciones en respuesta a situaciones determinadas.
Se intercambia información, consejo y educación
En los grupos se da y se proporciona la información necesaria que ayuda a las personas a mejorar su
capacidad de afrontamiento. Los grupos de autoayuda proporcionan esta información bien de forma
directa entre los miembros del grupo, bien de forma indirecta indicándose dónde se puede acudir a
recibir dicha información.

Una ventaja de estos grupos, respecto a la transmisión de información, es la composición del grupo.
Al estar formados por personas en distintas fases del manejo de su problema, los miembros nuevos
pueden beneficiarse y obtener información de otros miembros que han superado ya los primeros
pasos.

También se puede recibir información invitando al grupo a técnicos o expertos sobre alguna cuestión
que interese a los miembros del grupo, de modo que participen en algunas reuniones y aporten la
información que el grupo necesite.

En el grupo se favorece la reestructuración cognitiva.


Por un lado, el grupo proporciona a sus miembros una razón y una lógica a sus problemas o fuentes
de estrés, así como una forma para manejar esos problemas. En este sentido, en el grupo se amplía el
rango de percepciones alternativas de los problemas y de las acciones disponibles para manejarlos.

Por otro lado, el grupo apoya el cambio. De esta forma, al considerar los problemas desde una
perspectiva distinta, y al adoptar formas nuevas y más efectivas de afrontamiento, la persona
comienza a percibirse como un individuo capaz de manejar las circunstancias que le rodean,
incrementándose, así, los sentimientos de valía personal.

El grupo cumple funciones de socialización


Aunque, no es su principal objetivo, numerosos grupos de autoayuda consideran la socialización de
sus miembros como un aspecto importante. Como nos señala Katz (1993), la función de los grupos de
auto ayuda para ayudar a sus miembros a superar los sentimientos de aislamiento social es
particularmente importante. La integración en un grupo, con las actividades que se llevan a cabo a
través de él, puede ayudar a las personas que atraviesan situaciones problema, que les hayan llevado
a estar solas, a participar en su comunidad.
Las acciones se realizan conjuntamente
La implicación personal en las actividades colectas del grupo es una de las características más
importantes de los grupos de autoayuda. En estos grupos se espera que cada miembro participe,
según sus posibilidades, y no sea mero receptor tal y como ocurre en otros grupos.

El grupo promueve sentimientos de control, autoconfianza y autoestima.


Las distintas actividades que tienen lugar en los grupos de autoayuda ayudan a superar la pasividad y
a mejorar la autoestima, así como a promover la responsabilidad personal. Tal y como veíamos antes,
la adquisición de información, el cambio en las percepciones, la utilización de la propia experiencia
para ayudar a los miembros del grupo, y las demás características que hemos nombrado ayudan a los
miembros del grupo a reforzar la imagen que poseen de ellos mismos.

Como señalan diversos autores (Cameron 1992), los grupos de autoayuda al permitir no sólo la
recepción de ayuda sino también su provisión, al promover la participación conjunta de sus miembros
en el proceso de ayuda y al incrementar la red natural de apoyo de sus miembros son capaces de
incrementar los sentimientos de control de sus miembros sobre su propia vida y de estimular el
desarrollo de su autoestima.
Tipos de grupos de autoayuda
El desarrollo de un sistema de clasificación donde se describan los diferentes grupos de autoayuda es
tarea imposible. La gran diversidad de grupos de autoayuda, así como la constante proliferación de
grupos nuevos, hace que sea imposible poder ofrecer una clasificación.

AUTOR CRITERIO TIPOS DE GRUPO


LEVY (1976) Composición y objetivos ▪ Grupos para la
reorganización de la
conducta.
▪ Grupos de manejo del
estrés.
▪ Grupos orientados a la
acción social.
▪ Grupos de realización
personal.
IJEBERMAN (1978) Tipo de servicio. ▪ Grupos que sirven a
sus miembros.
▪ Grupos que sirven a la
sociedad.
BARRÓN (1988) persona que padece el ▪ Los miembros del
problema grupo padecen
directamente el
problema.
▪ Los miembros del
grupo no son
afectados de forma
directa (familiares...).
VILLALBA (1996) Destinatarios prioritarios. ▪ Aislamiento social.
▪ Adicciones
▪ Enfermedad física o
mental.
▪ Supervivientes de
catástrofes,
atentados...
FASES
1" FASE: la creación de un grupo de autoayuda.
La iniciativa de la puesta en marcha de un grupo de autoayuda pue de venir del profesional que
detecta la necesidad o problema y ve adecuado una intervención desde el nivel grupal, o puede venir
a iniciativa de algunos futuros miembros del grupo.

Tanto si la idea parte del profesional como si no, se debe iniciar un período preparatorio donde todas
las personas interesadas en formar parte del grupo tomen contacto unas con otras, comprendan el
sentido y el funcionamiento del grupo, así como que se comprometan con y para trabajar en grupo.

Durante estas reuniones de carácter informal, como el grupo no está todavía formado, no se deben
plantear objetivos específicos y actividades, ya que estas deben ser elaboradas por el conjunto de los
miembros del grupo una vez ya formado. Lo que sí es importante es que los futuros miembros del
grupo comprendan de manera general qué es la autoayuda y qué significa participar en un grupo de
autoayuda. A esta fase preparatoria del trabajo grupal, caracterizada por ser una fase de «captación»
de los futuros miembros del grupo, le precede un paso previo dedicado a la difusión y propaganda de
la creación del grupo.

Cada vez más, desde distintos ámbitos, se potencia el trabajo en grupos de autoayuda, donde
previamente se ha avisado a todas las personas que pueden trabajar en este tipo de grupo,
preparándolos para el trabajo grupal. La difusión puede realizarse por diversas vías, en algunas
ocasiones se mandan cartas a familiares directamente implicados en distintas situaciones problema
para los cuales el grupo de autoayuda puede ser un recurso adecuado. Por ejemplo, cuando desde el
hospital se informa a los familiares de personas con problemas de anorexia, de la próxima creación de
un grupo de autoayuda, o cuando desde una asociación de enfermos de Sida, se difunde a través de
la propia revista de la asociación, la creación de un grupo de autoayuda para voluntarios que pres tan
sus servicios en ella.
2 a FASE: primeros contactos con el grupo.
En esta segunda fase, el objetivo fundamental es ir formando el clima grupal, así como que el grupo
vaya fijando algunos de los elementos más importantes.

El profesional posee un rol activo, donde debe iniciar progresivamente el proceso de consolidación
del grupo. Durante esta fase, que puede durar 4 sesiones, los miembros del grupo deben conocerse
entre sí, así como conocer de manera más directa qué es la autoayuda y cuál va a ser la metodología
de las sesiones, metodología que debe concretar el propio grupo en el transcurso de esta fase. Los
miembros del grupo han de elaborar objetivos, normas, concretar actividades, así como decidir el
número de miembros que van a tener, cuáles van a ser las condiciones de ingreso, dónde y cuándo
van a reunirse, etc.

Durante el transcurso de esta fase, el profesional debe dejar progresivamente que el grupo tome la
iniciativa, delegando funciones en algunos miembros del grupo. Entre los objetivos generales de estos
grupos tenemos:

1. En primer lugar, conseguir que los miembros del grupo se autorresponsabilicen en sus propios
procesos de cambios a través de compromisos cotidianos establecidos por ellos mismos de
una sesión a otra.
2. Ayudar, a través de las sesiones, a tomar conciencia de los recursos y déficits individuales
relacionados con el tema común del grupo.
3. Incrementar la calidad de apoyo emocional e instrumental a través de una estructura de
sesiones que posibilite la expresión, la escucha y la posibilidad de dar y recibir feedback en
todos los participantes del grupo.
4. Y, por último, aumentar las redes sociales de los participantes del grupo a través de la
periodicidad de los encuentros y la permanencia de los miembros en el grupo.

Teniendo en cuenta que el grupo de autoayuda funciona como tal cuando consigue su propia
autonomía, es necesario que el profesional desde estas primeras reuniones adopte el criterio de
preparar las sesiones con algún miembro del grupo de forma rotativa, de modo que poco a poco sea
esta la metodología que se utilice en el grupo y que el profesional vaya perdiendo protagonismo.
Este miembro del grupo, al que algunos autores llaman facilitador (Rodenas, 1996:197), posee dos
funciones importantes: la de preparar y moderar las sesiones y la de servir de nexo de unión entre el
interior y el exterior del grupo.

En algunos grupos de autoayuda esta persona que ejerce el papel de facilitador es siempre la misma,
el grupo la elige democráticamente y puede recibir una formación previa por parte de la organización
a la que pertenece o a través de cursos de formación para voluntarios. No obstante, consideramos
más enriquecedora la experiencia cuando esta tarea es compartida de forma rotativa entre los
miembros del grupo, de modo que no cargamos toda la responsabilidad en un sólo miembro del
grupo, haciendo mucho más partícipes a estos en su propio grupo.

3 a FASE: fase de acompañamiento profesional


Una vez establecidos los aspectos formales del grupo, así como con solidado el grupo, en esta tercera
fase el objetivo fundamental consiste en enseñar al grupo a manejar adecuadamente los aspectos
señalados en las sesiones anteriores. De forma más práctica, el grupo debe entrenarse en la práctica
de la metodología de autoayuda, enseñando a cada miembro y al grupo en general a comunicarse.
Durante esta fase, que puede durar 12 sesiones, el profesional estará presente en el grupo, intentando
no dirigir sino ejercer funciones de acompañamiento y apoyo en el grupo. El profesional preparará las
sesiones con el miembro del grupo que le corresponda y será este quien coordine la sesión.

Sólo cuando sea necesario, el profesional intervendrá intentando no dar soluciones sino generando la
comunicación entre los miembros del grupo, apoyando al moderador en cuanto animar a algún
miembro del grupo a hablar etc.

Es interesante la propuesta de Villalba (1996) en cuanto a la forma de dar apoyo a los miembros del
grupo. Para ella, el profesional debe colocarse detrás de cada miembro del grupo que habla, poniendo
o no las manos sobre sus hombros, dependiendo de si percibimos que esta actitud de cercanía física
le puede o no ayudar en su comunicación. Esto se hace para apoyar a cada miembro del grupo y
demostrar que el profesional que acompaña no es un miembro del grupo, ni un coordinador del mismo
sino un asesor y colaborador.

Tanto si se adopta esta disposición física como si no, el profesional puede interrumpir a la persona y
orientarle sobre su manera de comunicar al grupo. Por ejemplo, puede decirle que personalice más,
que no hable de personas ausentes, que hable de lo que siente, que hable un poco más o bien que dé
tiempo para hablar a los otros.
En el transcurso de una reunión, parece conveniente que se den tres momentos importantes:

1. Un primer momento donde cada miembro del grupo expresa al grupo cómo se encuentra, y
destaca algún hecho importante que le haya ocurrido desde la anterior sesión. También, cada
miembro del grupo comenta si ha realizado el compromiso o la tarea propuesta en la anterior
reunión, si es que se ha propuesto alguna.
2. Un segundo momento donde el coordinador explica la preparación de la reunión, así como
los temas que propone y los miembros del grupo eligen un tema de los expuestos o bien se
puede trabajar acerca de un tema escogido en la anterior reunión donde se ha podido invitar
a alguien de fuera.
3. Un tercer momento, donde se realiza una pequeña evaluación de la sesión, así como se
proponen tareas o compromisos concretos para realizar hasta la próxima reunión. A la hora
de la evaluación el profesional participa aportando ideas sobre el contenido y la metodología
que ayuden al grupo en sus próximas sesiones.

4" Fase: fase de observación en el grupo.


En esta cuarta fase, el papel del profesional queda relegado al de observador pasivo del grupo. Es
importante que el profesional permanezca en la misma sala del grupo, pero que no se siente con él
en círculo, sino que se sitúe fuera del grupo. El profesional actúa como observador, tomando algunas
notas sobre cómo se desarrolla la sesión. Es importante que se fije en las tareas de liderazgo, que vea
si algún miembro del grupo queda excluido, cómo se llevan a cabo las tareas propuestas, así como que
observe de manera especial al miembro que coordina el grupo.

Durante esta fase, que puede durar 3 o 4 sesiones, según se considere, el objetivo fundamental es que
el grupo lleve a cabo la sesión sin la presencia cercana ni la participación del profesional. Al igual que
en la fase anterior, el profesional, al finalizar la sesión, puede hacer algún comentario sobre lo
observado prestando especial atención a la persona que ha coordinado la reunión.
FASE: fase externa o de autodirección.
En esta quinta fase, que puede durar 3 o 4 sesiones más, el grupo debe tener ya la suficiente
autonomía para poder funcionar por sí solo, como un grupo de autoayuda. Para ello, el profesional
está en otra habitación distinta de donde se lleva a cabo el trabajo grupal, de modo que las reuniones
se llevan a cabo sin su presencia.

Para la preparación de las sesiones cada coordinador debe tener en cuenta los aspectos planteados
en el grupo, y cada vez menos se pide la ayuda del profesional. No obstante, en estas sesiones previas
a la autonomía total, el profesional puede desempeñar el rol de supervisor externo y asesor. Tras cada
reunión, el profesional puede reunirse con el coordinador del grupo si lo considera conveniente para
ayudarle a realizar una evaluación.

Tras estas 5 fases, el grupo puede funcionar ya como grupo de autoayuda, teniendo el apoyo del
profesional, cuando el grupo lo necesite, ante alguna situación de crisis o conflicto o ante algún cambio
importante que ocurra en el grupo.

Este proceso de acompañamiento profesional hacia los grupos per mite aprender a trabajar en grupo
de forma progresiva y gradual, de ahí que para formar un grupo de autoayuda sea importante que lo
tengamos en cuenta. La duración de cada fase no tiene porqué ser fija, ya que depende del tipo de
grupo y de las características de sus miembros. No obstante, Villalba propone como duración total del
acompañamiento profesional el período comprendido entre seis meses y un año, aunque son fechas
aproximadas que dependen, entre otros, de la frecuencia de las reuniones, de las características del
grupo y de la participación de los miembros. De todas formas, es importante acordar con los miembros
del grupo cuánto tiempo va a durar el acompañamiento profesional.
Cuestionamientos a los que debe responder un programa de
intervención comunitaria.
¿Qué es un proyecto de intervención?
El proyecto de intervención es un género discursivo del ámbito profesional que cumple un rol
importante en las prácticas profesionales de campos disciplinares como el urbanismo, la sociología,
las políticas sociales, el trabajo social, la administración pública, la economía y la salud. Su propósito
consiste en diagnosticar y caracterizar un problema de orden práctico o una situación problemática
para plantear estrategias que permitan articular acciones para su superación. Por ejemplo, en el
campo del urbanismo y de las políticas sociales, se plantean problemáticas como el subdesarrollo en
la periferia pobre metropolitana, la falta de medios de transporte, el alto grado de analfabetismo, la
alta tasa de desnutrición infantil, la falta de canales de comercialización, los vacíos urbanos que no
son funcionales a los requerimientos actuales de desarrollo urbano.

La intervención puede tener diversas finalidades: correctiva, preventiva o de desarrollo. Sin embargo,
es importante notar que bajo una u otra modalidad siempre los proyectos se proponen la
transformación de la realidad y se centran en el “hacer”. Más concretamente, se trata de la
planificación de acciones articuladas que permitan que el ente, sector, institución o territorio que se
debe intervenir alcance un nivel óptimo de funcionamiento o desarrollo. En consecuencia, para que
el proyecto sea exitoso debe contribuir significativamente a la demanda que surge del diagnóstico de
la situación problemática.

Teniendo en cuenta estas características del proyecto de intervención, es necesario señalar que este
género muchas veces constituye una herramienta de un proyecto político destinada a transformar la
realidad. Un proyecto de intervención puede estar inserto dentro de un plan estratégico más amplio:
por ejemplo, un proyecto de intervención dentro de un municipio puede responder a los lineamientos
de un programa nacional, o un proyecto de intervención urbana puede inscribirse en un plan de
desarrollo urbano integral de mayor alcance.
Primera Fase: Planificación del plan de intervención.
Esta fase tiene como propósito desarrollar un plan de trabajo que guíe el esfuerzo de desarrollo del plan de
intervención comunitaria. Además, propone la organización desde la perspectiva de gestión de proyectos
y contempla los aspectos que deben ser resueltos antes de comenzar la intervención en campo. Así,
comprende los siguientes pasos:

Antes de iniciar la intervención se requiere tener certeza acerca de los siguientes elementos para asegurar el
mejor uso de los recursos y el resultado esperado en el proyecto

▪ Determinar los objetivos de la intervención y desarrollar el alcance del proyecto de manera clara.
▪ Asegurar los recursos presupuestarios para llevar a cabo el proyecto.
▪ Acordar los tiempos de implementación, así como los productos y resultados esperados.
▪ Identificar y reclutar el equipo que llevará a cabo el proyecto.
▪ Capacitar e informar al equipo sobre los objetivos y los conceptos de prevención social de la violencia.
▪ Selección del territorio de intervención y la población objetivo.

Objetivos de planificación del plan de intervención


▪ Diseñar el plan de trabajo.
▪ Seleccionar territorio.
▪ Conformar equipo de trabajo multidisciplinario.
▪ Propiciar un grupo multisectorial.

Una vez considerados estos elementos, se podrá proceder a la definición de un plan de trabajo que
considere cada actividad a ejecutar durante el tiempo del proyecto. Además, deberán identificarse los
resultados esperados en cada momento de la implementación y asignarse responsables para llevar a
cabo cada paso.
Seleccionar territorio

Es importante delimitar el territorio donde será implementada la intervención y re- copilar


información del área. Los esfuerzos de prevención de la violencia y la delincuencia deben ser
enfocados en territorios específicos, bien delimitados y de acuerdo a criterios objetivos.

En muchos casos, la definición del territorio de intervención ha sido predeterminada en planes de


prevención y comunicados por instancias gubernamentales de cualquiera de los tres órdenes de
gobierno. En otros casos, la definición de éste es parte del ejercicio de planificación de la intervención.

Para dicha definición debe considerarse que el objetivo de los programas es mitigar los factores de
riesgo y fortalecer los factores de protección que promuevan resiliencia comunitaria. Por lo tanto, el
proceso de selección de los territorios debe privilegiar factores de vulnerabilidad social relativos a la
población objetivo y evitar el sesgo que resulta del uso de variables que muestran ÚNICAMENTE
índices de delitos ocurridos en territorios específicos.

Para la selección de los territorios de intervención se recomiendan las siguientes variables:

1. Seleccionar territorios de alta vulnerabilidad social que cumplan con las siguientes variables:
a) Densidad poblacional no mayor a 10 mil habitantes.
b) Pobreza multidimensional
c) Marginación urbana.
d) Alta concentración de jóvenes (población entre 6 y 29 años).
2. Identificar variables de violencia y delincuencia como:
a) NÚMERo de detenciones por cada 10 mil habitantes.
b) NÚMERo de casos de violencia contra la mujer (física, psicológica y sexual) por cada 10 mil
habitantes.
c) NÚmero de adolescentes en conflicto con la ley por cada 10 mil habitantes.
d) Porcentaje de percepción de inseguridad de los habitantes del territorio.
e) NÚMERo de personas en reclusión originarias del territorio por cada 10 mil habitantes
Conformar un equipo de trabajo multidisciplinario
La conformación de un equipo de trabajo multidisciplinario para realizar el plan de intervención
comunitario es clave para poder generar un producto sólido y de calidad. Esto se debe a que los
fenómenos de la violencia y la delincuencia responden a MÚLTIPLES causas que pueden ir desde las
de orden personal, familiar o comunitario, hasta las delincuenciales, criminales y de entorno
urbano. Por ello, se requieren perfiles de profesionales con conocimiento de los conceptos de
prevención de la violencia y habilidades para realizar análisis e investigación cuantitativa y
cualitativa, desarrollo de políticas PÚBLICAS y programas, comunicación interpersonal, monito- reo
y evaluación y, sin duda, capacidades para interactuar con las comunidades.

En el cuadro 1 se ilustran algunas habilidades importantes identificadas de acuerdo a las diferentes


actividades que se deben de llevar a cabo durante la elaboración del plan de intervención
comunitaria:

Cuadro 1. Actividades y habilidades que deben tener los integrantes de un equipo de


trabajo multidisciplinario
Actividades Habilidades
Planteamiento del proyecto para • Desarrollo y gestión de proyectos
desarrollar el plan • Experiencia en elaboración y administración de
presupuestos
Reclutamiento de las personas que
conformarán el equipo • Reclutamiento y manejo de personal

Inducción al equipo en los temas • Didácticas de comunicación oral y escrita


relacionados con el desarrollo y • Liderazgo
puesta en marcha del plan • Conocimiento en materia de prevención de la
violencia y la delincuencia
• Conocimientos y experiencia sobre métodos
de investigación y documental de campo
• Manejo de software estadístico
Elaboración de un diagnóstico • Experiencia en trabajo comunitario
• Experiencia en el diseño y administración de bases
de datos
• Habilidades de comunicación oral y escrita

Elaboración de mapas • Experiencia en el uso de software libre de


georreferenciación (por ejemplo, Google
georreferenciados de activos, zonas Maps)
de riesgo y actores involucrados • Experiencia en el diseño y administración de bases
de datos
Análisis de hallazgos • Análisis cuantitativo y cualitativo
• Manejo de software estadístico
• Experiencia en políticas públicas en materia de
prevención de la violencia y la delincuencia
Propuesta de soluciones
• Conocimiento sobre prácticas de prevención de la
violencia y la delincuencia
• Experiencia en diseño y construcción de
Monitoreo y evaluación indicadores
• Experiencia en monitoreo y evaluación

El equipo de trabajo podrá estar integrado por al menos cuatro personas que en su conjunto
cuenten con las habilidades antes mencionadas. El equipo estaría conformado de la siguiente
manera:

1. Un coordinador de proyecto con experiencia y habilidades en la administración y gestión


de proyectos, capacidad de análisis y buena redacción. Será el responsable del
cumplimento del plan de trabajo, la integración y redacción final del documento.
2. Un especialista quien estará a cargo de recoger información cualitativa en el campo,
trabajando cerca de las comunidades, y contribuir con el análisis de hallazgos y con los
ejercicios de priorización y diseminación de la información que realiza junto a las
comunidades.
3. Uno o dos asistentes de investigación documental con experiencia en el desarrollo de
investigaciones, análisis de información cuantitativa y documental. Ellos serán responsables
de la investigación documental, así como de analizar la información cuantitativa, del
desarrollo de mapas que estructuren datos y del desarrollo del plan de monitoreo y
evaluación.

Se recomienda la aplicación de metodologías de análisis grupales para asegurar el desarrollo de


conclusiones que tomen ventaja de la experiencia multidisciplinaria del equipo.

Para la operación efectiva del equipo, se debe tomar en cuenta lo siguiente:

▪ Capacitar al equipo en los conceptos de prevención de la violencia y la delincuencia antes


de iniciar el trabajo, además de promover la integración de sus integrantes.
▪ Delimitar con claridad las funciones y responsabilidades de cada miembro del equipo.
▪ Establecer mecanismos de seguimiento a los acuerdos y de revisión periódica colectiva
entre los miembros del equipo para asegurar consistencia al generar el producto final.
Propiciar un grupo multisectorial
El propósito de crear un grupo de trabajo multisectorial responde a dos objetivos:

1. Recopilar información de fuentes diversas que regularmente son manejadas por diferentes
organizaciones gubernamentales. Esto representa un desafío importante al considerar los recursos y
tiempos de implementación de este tipo de proyectos, debido a las dificultades inherentes al
intercambio fluido de información.

2. Empoderar, desde el diseño, a los actores que estarán involucrados en la asignación de recursos y
ejecución de muchos de las acciones que serán propuestas en el plan de intervención comunitario.

Se recomienda promover esquemas de participación multisectorial. En ellos el equipo del proyecto


deberá sensibilizar a los representantes de las organizaciones incluidas sobre la importancia del
trabajo que se realiza y construir un espacio de comunicación fluida para obtener la información
requerida de estos actores relevantes.

Algunas de las instituciones que pueden invitarse a formar parte del grupo de trabajo:

• Centros de investigación

• Instituciones académicas

• Instituto de la Juventud

• Instituto de la Mujer

• Organizaciones comunitarias

• Organizaciones de la sociedad civil (osc)

• Observatorios de la violencia y delincuencia

• Procuraduría de Justicia del Estado

• Secretaría de Desarrollo Social

• Secretaría de Educación

• Secretaría de Seguridad PÚBLICA

• Secretaría de Salud
SEGUNDA FASE: DIAGNÓSTICO
Los objetivos del diagnóstico son:

a) determinar e investigar los principales factores de riesgo precursores de la violencia y la


delincuencia presentes en los territorios meta de intervención.
b) determinar e investigar los factores de protección desde donde se pueden apalancar acciones
específicas para mitigar los factores de riesgos y
c) determinar e investigar cualquier característica o determinante presente en el territorio que
pueda impactar las dinámicas sociales a favor o en contra de la convivencia ciudadana en el
lugar.

Además, el diagnóstico servirá para generar una línea base de la intervención al mostrar la fotografía
antes de iniciar un plan, aportando información relacionada a datos, percepciones y necesidades de
la comunidad. Asimismo, promoverá acciones participativas en la comunidad que empoderen a sus
actores y así generar planes de intervención que tomen en cuenta las verdaderas necesidades
identificadas por los propios beneficiarios.

La elaboración de un diagnóstico con enfoque en la comunidad y con la participación de sus


habitantes es un requisito primordial para el desarrollo de intervenciones efectivas, pues mediante su
inclusión se espera que se logren transformaciones sobre la problemática de la violencia y la
delincuencia. Por ello, es condición necesaria establecer diálogos con los integrantes de la comunidad,
relacionándose con ellos basados en principios de igualdad, respeto y reconocimiento de los saberes
comunitarios.

El carácter participativo permitirá, desde miradas y percepciones diversas, obtener información de


calidad, confiable, relevante y actualizada. Esto se convertirá en una herramienta muy potente para
enfrentar la problemática que se vive en el territorio específico. También con ello se obtendrá un valor
agregado, pues se iniciará el proceso de construcción de un espacio donde interactúan actores
relevantes y donde estos intercambian información, se articulan, negocian y aprenden. Además, que
permitirá fortalecer el protagonismo de quienes participan y de quienes más adelante serán los líderes
durante la implementación de la intervención comunitaria.
Realizar un diagnóstico en la modalidad antes mencionada dejará una mayor claridad, precisión y
comprensión de la problemática sobre la cual se quiere intervenir y transformar, así como un mayor
asertividad para formular acciones y propuestas dirigidas hacia la prevención. Además, permitirá dejar
instaladas capacidades técnicas y metodológicas en dicho territorio.

Los siguientes pasos facilitarán el desarrollo del diagnóstico.

Definir variables y tipo de información


Para recolectar información primero se requiere seleccionar las variables que definirán dicho tipo
de información. Se trata de recopilar datos sobre factores de riesgo y de protección, activos y
elementos de resiliencia comunitaria, además de condiciones físicas, sociales, culturales y
económicas y actores que desarrollan actividades de prevención. Se recomienda agrupar la
información a través de las siguientes variables ilustrativas:

1. Variable demográfica

a. Clasificación de sus habitantes por edad, sexo, estado civil, lugar de nacimiento, lengua, nivel
educativo, ocupación, natalidad, mortalidad y esperanza de vida.

2. Variable socioeconómica

a. Estatus socioeconómico de la población: población económicamente activa y en situación de


pobreza, empleo, subempleo, desempleo, escolaridad y tipo de vivienda.

3. Variable urbana

a. Ubicación y características espaciales del territorio.

b. Calles, pavimento, locales comerciales, puntos de venta y basureros.

c. Luminarias, paradas de buses y taxis, y árboles.

d. Espacios PÚBLICOS.

e. Accesibilidad y movilidad.

4. Variable servicios PÚBLICOS y de seguridad

a. Disponibilidad, accesibilidad y calidad de servicios básicos: agua, electricidad, salud,


educación, vivienda, recolección y transporte (lugares donde carecen de ellos).

b. Número y cobertura de programas sociales de seguridad, tales como atención a jóvenes en


situación de riesgo, violencia familiar y adicciones.

c. Número de policías, patrullas y casetas de vigilancia.

5. Variable violencia y delincuencia

a. Número de denuncias y detenciones.

b. Tipos de delitos y frecuencia.

c. Tipos o actos de delincuencia que causan mayor alarma PÚBLICA.


d. Factores de riesgo: lugares con alta incidencia y prevalencia de delitos y vio- lencia, zonas de
deserción escolar o desintegración familiar.

e. Fecha, lugar y hora de concentración de delitos.

f. Comportamientos no delincuenciales que alteran la convivencia como basu- ra y ruido.

g. Actividades de prevención que se desarrollan.

6. Variable demandas percepción de la población

a. Percepción sobre la calidad y accesibilidad a los servicios PÚBLICOS.

b. Temores asociados a distintos delitos y conductas de riesgo.

c. Niveles de confianza en instituciones PÚBLICAS.

7. Variable etnográfica

a. Descripción de la comunidad: historia, características, composición, dinámica, relaciones


sociales, cultura y experiencias de resiliencia.

b. Activos: recursos disponibles en la comunidad (asociaciones vecinales, comités y centros


comunitarios, escuelas, hospitales, clínicas, iglesias, organizaciones de la sociedad civil, gobierno
municipal, vías de comunicación y transporte PÚBLICO).

c. Intervenciones o programas en marcha, fuentes de financiamiento y recursos materiales.

d. Actores: municipales, comunitarios, policía y religiosos, entre otros.

8. Variable población vulnerable

a. Caracterización de jóvenes, mujeres, niños y niñas.

9. Variable organizaciones e instituciones con trabajo en el territorio

a. Número.

b. Tipología.

c. Cobertura.

d. Actividades.
Factores de riesgo y protección
Factores de riesgo: aumentan la probabilidad de que una persona se involucre en el crimen y la
violencia (ya sea como víctima o agresor). Son de cuatro niveles: individual, relacional, comunitario y
social. Por ejemplo.

▪ Abuso de alcohol, drogas, exposición a la violencia, nivel de escolaridad, estatus marital, baja
capacidad de manejar situaciones de estrés.
▪ Historial de violencia en la familia, influencia de colegas.
▪ Bajas tasas de matriculación, actitudes comunitarias que toleran y legitiman la violencia,
falta de identidad o involucramiento con la comunidad, desorganización comunitaria,
facilidad para el acceso a las armas de fuego y drogas ilícitas.
▪ Debilidad de los sistemas legales y policiales, así como la impunidad generalizada.
▪ El narcotráfico y el crimen organizado también son factores de riesgo sociales.
▪ Acelerada urbanización.
▪ Normas culturales y sociales que apoyan la violencia (machismo, castigos corporales).
▪ Persistencia de la pobreza y desigualdad
▪ Elevadas tasas de desempleo
▪ Naturaleza más organizada del crimen
▪ Recrudecimiento del uso y tráfico de drogas ilegales
▪ Baja confianza en las instituciones
▪ Impunidad

Factores de protección: activos o características que disminuyen la probabilidad de que ocurran las
violencias y la delincuencia. Son, de alguna forma general, el contraste con los factores de riesgo. Por
ejemplo:

▪ Reconocimiento de las aptitudes individuales, autoestima positiva, espiritualidad


▪ Tamaño y densidad del hogar, familias democráticas, cohesión familiar, etcétera
▪ Mejoría de barrios, lazos de vecindad, disminución en el acceso a armas de fuego, alcohol y
drogas, etcétera
▪ Oportunidad de ingresos, cultura democrática, publicidad responsable, combate al
narcotráfico, fortalecimiento de las agencias del sistema de justicia, mejoría de los servicios
públicos, etcétera.
Recolectar información
Una vez que se han definido las variables y el tipo de información que se requiere, en cada una de
ellas se inicia la recolección de la información de dos tipos: cuantitativa y cualitativa.

Información cuantitativa: consiste en la recolección de información sobre la cantidad de los problemas


que impactan a la convivencia ciudadana. Responden a las siguientes preguntas: ¿cuántos, ¿quiénes, con
qué frecuencia, ¿dónde y cuándo?

Se orienta a obtener medidas numéricas y objetivas de hechos, hábitos, comportamientos u opiniones.


Son datos duros que contribuyen a visualizar los problemas y establecer relación con otros temas. Este
tipo de información se obtiene a través de la investigación documental mediante fuentes secundarias
confiables como libros, revistas, periódicos, artículos, estudios, tesis, reportes, bases de datos, redes
sociales, internet, videos y/o grabaciones que se encuentra en dependencias gubernamentales,
universidades y centros de investigación, bibliotecas, empresas y organizaciones de la sociedad civil, entre
otros.

Como resultado de la investigación documental se podrán identificar los principales problemas que enfrenta
el territorio. Por el NÚMERo y complejidad será necesario hacer un ejercicio de priorización de manera
participativa con la comunidad para que se detecten aquellos que sean más relevantes y factibles de atender
(sobre este tema se profundizará en la tercera fase de esta guía).

Información cualitativa: es la información que no se obtiene de las estadísticas. Se requiere ir más allá de
los NÚMERos para visualizar el contexto y las dinámicas que se dan en el territorio a partir de la
experimentación, observación y comunicación directa. Esta información complementa la información
documental y aporta un componente interpretativo y de percepción en torno a la comunidad.

Esta información se obtiene a través de la investigación de campo, la cual arrojará datos relevantes y
mostrará las necesidades reales de la comunidad, con quien se deberá construir relaciones sólidas y de
confianza.

Para recolectar información cualitativa, se recomiendan las siguientes técnicas:

Observación en el terreno: auxilia a recolectar información sobre las características físicas del territorio,
mismas que no estarían disponibles de otra forma. Una forma de recolectar esta información es la
herramienta “Marcha exploratoria de seguridad” que consiste en una observación y evaluación en el terreno
para conocer el entorno físico que puede aumentar o reducir la delincuencia. Se realiza por medio de una lista
de aspectos que hay que observar y registrar, se utilizan los sentidos para obtener lo que sucede en un
momento determinado.

Existen métodos de observación no controlados ÚTILES para recabar datos para precisar información
y métodos sistemáticos o controlados basados en un plan con objetivos e hipótesis de
comportamiento de variables.

▪ Entrevistas en profundidad: es el levantamiento de información a través de testimonios de


personas. Se pueden hacer orales o escritas. Se realizan mediante conversaciones abiertas con
representantes o líderes de la comunidad, guiadas por un guión o cuestionario. Tiene como
finalidad obtener información de “viva voz” sobre la percepción de las problemáticas.
▪ Grupos focales: son entrevistas grupales con un tema específico, estimulando el intercambio
de opiniones y experiencias de quienes participan. La conformación del grupo deberá
representar la diversidad de personas residentes de la comunidad.
▪ Levantamiento de encuestas: ÚTIL para generar una línea de base sobre temas como
percepción de inseguridad, victimización y acceso a servicios. En general esta técnica es
costosa, pero los réditos en materia de seguimiento y evaluación de avances y resultados
serán fundamentales para asegurar el logro del objetivo planteado.

SISTEMATIZAR LA INFORMACIÓN
Después de recolectar la información documental y de campo es importante ordenarla y analizarla,
para que se convierta en información y conocimiento ÚTIL. De esta manera se contará con una idea
amplia de lo que ocurre en el territorio seleccionado. La información puede ser organizada a través de
las siguientes herramientas.
▪ Un informe descriptivo o analítico que cuente con recursos de tablas y gráficos.
▪ Mapas georreferenciados que permiten mostrar la información localizada en el territorio.
Cuadro 3. Análisis de los problemas:
transformación de datos en información y conocimiento
Violencia Robo Otros
Homicidios Violación (definir)
familiar de autos
¿Cuáles son los actos más
(Indicar
frecuentes de la delincuencia
el número
y la violencia que tienen lugar
de homicidios)
en la comunidad?
¿Dónde se producen estos
(Indicar
actos? Sea lo más específico
el local
posible, ya que esto ayudará
en donde
a graficar estos delitos en un
ocurrieron)
mapa
¿Cuándo ocurren? Describir
la frecuencia de cuántos se (Indicar el núme-
producen en un determinado ro de hechos y
periodo de tiempo y del día, los días/horas
indicar en qué momento se en que ocurren)
presentan con más frecuencia
¿Quiénes son las principales (Indicar
víctimas? Especificar edad,
las características
sexo, etnia, estado civil,
de las víctimas)
ocupación
¿Cuáles son las características
(Indicar
de los delincuentes?
las características
Especificar edad, sexo, etnia,
de los victimarios)
etcétera
¿Cómo se cometieron los
crímenes? Especificar si fue (Indicar qué
con armas de instrumentos
fuego, si hubo alcohol y/o se utilizaron
drogas involucradas, si se para cometer
trata de un crimen de los delitos)
oportunidad, etcétera
¿Existe un grupo más
vulnerable a la victimización? (Indicar
En caso de respuesta la vulnerabilidad)
afirmativa,
¿quiénes son los grupos?
Fuente: Adaptado de usaid, 2015c.
Tercera fase: diseño de la estrategia comunitaria
El propósito de esta fase es formular la estrategia de prevención, partiendo de los resultados del
diagnóstico para convertirlos en un plan. El resultado de esta fase servirá de guía o ruta de acción para
alcanzar los objetivos del plan de intervención comunitaria para la prevención de la violencia y la
delincuencia.

Los siguientes pasos sirven para guiar el trabajo de la formulación de la estrategia comunitaria.

Difundir resultados
Una vez terminado el diagnóstico es importante que sus resultados sean difundidos a diferentes
PÚBLICOS, especialmente a la comunidad y a quienes fueron parte de su elaboración. Su difusión es
ÚTIL y necesaria para validar los resultados y generar confianza.

Priorizar problemas
Una vez difundidos los resultados del diagnóstico será necesario realizar un ejercicio para priorizar los
problemas. En una comunidad puede existir una gran cantidad de problemas, no obstante, los recursos para
atenderlos son escasos. Por tanto, será necesario priorizar y elegir aquéllos que se consideren los más
importantes para generar un mayor impacto en la dinámica de la comunidad. Dicha priorización se realiza
con las personas de la comunidad con quienes se ha realizado el diagnóstico. También con el grupo
multisectorial que está formándose.

Este ejercicio permitirá proponer respuestas específicas para atender los temas de violencia y
delincuencia que se consideren más apremiantes. Al igual que en el diagnóstico, la priorización
requiere una activa participación de los integrantes de la comunidad, así como de diversos actores
que intervienen en el territorio a través de programas.

Los siguientes criterios facilitan el ejercicio de priorización:

1. Elegir los problemas de mayor gravedad con base en:


a) Volumen: cuántos delitos o actos violentos ocurren.
b) Tasa: problemas que ostentan las tasas de incidencia más altas.
c) Riesgo: problemas que plantean el mayor riesgo.
d) Cambios en la tasa de incidencia: problemas que están aumentando con mayor rapidez.
e) Temor y preocupación: problemas que preocupan más a los miembros de la comunidad.
f) Impacto: problemas que tendrán la mayor relevancia y repercusión.
g) Posibilidad de reducción: problemas que serán más fáciles de prevenir.
2. Elegir los lugares más afectados: el análisis indica que ciertas áreas de la comunidad son más
propensas al delito/violencia. Éstas podrían ser definidas como espacios prioritarios de intervención.
Una buena forma de saber cuáles son los lugares más afectados es mapeándolos.
3. Establecer las personas más vulnerables a la victimización: es necesario definir quiénes son las
victimas preferenciales de ciertos tipos dedelitos y actos de violencia. En general, la información
proviene de las estadísticas o de encuestas, entrevistas y grupos focales.
4. Definir los grupos más propensos a delinquir: estudios demuestran que los jóvenes son los más
propensos a delinquir. A través del análisis de estadísticas y de los resultados de la información
cualitativa se puede definir cuál es la población más propensa a convertirse en victimarios de
acciones de violencia o delitos.

Seleccionar y agrupar problemas


A partir de la priorización y el análisis de los problemas se está en condiciones de agrupar los problemas
priorizados por áreas focales o ejes estratégicos. Estos pueden definirse por problema de violencia o delitos
(robos, homicidios, violencia familiar), o por un grupo de problemas (factores de riesgo, causas de la
violencia). Cuando se seleccionan los problemas y se agrupan es posible identificar objetivos que atienden
más de un problema al mismo tiempo, optimizando así los recursos disponibles.
Cuadro 6. Ejemplo de clasificación de los problemas

Ejes 1 2 3 4 5 6
Construcción Mejoramiento Alternativas Promoción
Comunicación Diseño
Problemas para revertir urbano
de la de la para niñas, de la equidad
comunidad confanza niños y jóvenes de género
Entorno con
desarrollo
urbano X X X
inadecuado y
en mal estado
Alta incidencia
de jóvenes
como
protagonistas X X X
de delitos y
situaciones de
violencia
Residentes
con valores de
tolerancia
X X X X
y hasta
promoción de
adicciones
Desconfanza
mutua entre los
residentes del X X X X
polígono con la
autoridad
Residentes
retraídos,
apáticos y
temerosos,
con pocos X X X
incentivos para
involucrarse
en asuntos de
la comunidad
Espacios
públicos
limitados para
X X X
la interacción
entre los
residentes
Embarazo en
X X X X
adolescentes
Fuente: Adaptado de usaid, 2015c
Cuadro 7. Ejemplo de cuadro: problema-objetivo-actividades
Problema: entorno con un desarrollo urbano complejo debido a la orografía accidentada donde se asienta,
con un territorio dividido por el arroyo central y afluentes que lo alimentan. Zonas que presentan las mismas
condiciones de riesgo para el progreso
Objetivo específco: mejorar el entorno urbano del polígono a través de infraestructura que permita a las
personas reducir los peligros, facilitar las interacciones entre vecinos e incentivar el uso de espacios públicos
en un marco de igualdad
Actividad
Responsable
estratégica Actores para la
Acciones de la Recursos Tiempo
(objetivo implementación
actividad
específco)
Talleres de osc
sensibilización
Campaña para sobre riesgos Comité comunitario
Corto plazo
promover el y cuidado de la Gobierno municipal
Fondos
cuidado del infraestructura Gobierno Federal gubernamentales. Con refuerzo
entorno y entorno
OSC en el segundo
urbano, con
OSC seleccionadas Donaciones del año
énfasis en el Programa de
Comité comunitario pcc
uso y cuidado de la
Corto plazo
cuidado de la infraestructura Gobierno municipal
infraestructura que reduce Gobierno federal
riesgos
situacionales
Corto plazo
Apoyo del PCC
Consultores
Diagnóstico y
El grupo Instalaciones y taller CPTED
Diagnóstico IMPLAN
de trabajo personal del completados
CPTED
designa a un gobierno para diciembre
Desarrollo urbano
Aplicación responsable municipal de 2012
Taller de
de principios
capacitación Desarrollo social
del CPTED El Comité Programas Corto plazo
CPTED municipal
en el comunitario gubernamentales
polígono designa a un Primeros
Desarrollo de Comité
responsable Aportación bosquejos
proyectos de comunitario
del vecinal en de proyectos
rediseño
seguimiento especie (tiempo y de rediseño
Vecinos de las
otros para el primer
áreas a intervenir
recursos) trimestre del
2013
Promover una
Solicitar la Comité
mayor
reparación e comunitario Comité Fondos
cobertura del Corto plazo
instalación de comunitario gubernamentales
servicio de
luminarias Desarrollo urbano
alumbrado
Continúa...
Actividad
Estratégica Responsable
Actores para la
(objetivo Acciones de la Recursos Tiempo
implementación
específco) actividad

Programa de
concienciación OSC
para mantener
los espacios Comité Fondos
públicos comunitario gubernamentales
limpios Corto plazo
Promover
un entorno Gobierno Donaciones del 1 vez por año
Promover con municipal
OSC
sin basura PCC
el municipio
una mayor Corto plazo
Iniciativa privada Donaciones de
cobertura
otras fuentes
en el servicio Comité
de recolección comunitario
de basura

Talleres
comunitarios
para fomentar
Promover la
vínculos
formación de
comunitarios
mecanismos
Comité Recursos
comunitarios
Promoción comunitario gubernamentales
para el
de grupos Corto plazo
cuidado
comunitarios OSC Comité Recursos
físico y el
para tareas comunitario comunitarios
buen uso de Gobierno
específicas Corto plazo
las
relacionadas municipal Fondos
instalacio-
con el cuidado privados
nes
y buen uso de
públicas
las
instalaciones
públicas

Fuente: usaid, 2012c.


Desarrollar el plan de intervención comunitaria

La definición de objetivos y metas, así como las actividades son componentes esenciales de la
estrategia. Su definición lleva a la elaboración del plan que es básicamente la conversión y
reordenamiento de los resultados del diagnóstico.

El objetivo es generar una amplia declaración de lo que se quiere llevar a cabo y es el resultado
esperado en el largo plazo. Ofrece un sentido general de hacia dónde se dirige la estrategia.

Cuadro 11. Ejemplo de plan de acción

Indicadores Medios de
Objetivo Metas Actividades Responsabilidad Plazo
de monitoreo verifcación

Impartir
Listas de
sesiones de
asistencia
una hora, Año escolar Número de
Profesores del
dos veces sesiones
sexto grado 2015 Informes
por semana, impartidas
de los
durante un
1. Para instructores
año escolar
el año
de 2015 Desarrollar
Disminuir las ofrecer un contenidos
Producto final
expulsiones curso de 25 sobre los Especialista en
por motivos sesiones temas de resolución de Septiembre Contenidos
Informe del
de riñas en para resolución conflictos y control de 2014 desarrollados
consultor
escuelas de estudiantes de conflictos de la ira
secundaria de sexto y control de
básica grado de la ira
primaria Capacitar
(niños de 11 a los
a 12 años) profesores Listas de
Especialista en
del sexto Número de asistencia
resolución de Noviembre
grado, sobre profesores
conflictos y control de 2014
los temas de capacitados Informe del
de la ira
las sesiones especialista

Fuente: USAID, 2015c.


Difundir el plan de intervención comunitaria
Al igual que en la fase de diagnóstico, una vez elaborado el plan conviene presentarlo a la comunidad
para recibir sus comentarios y sugerencias. Es condición esencial no sólo para que la comunidad esté
informada, sino también para validarlo y obtener su aprobación y contribución para su implementación.
Difundirlo y consultar ampliamente permite que cuanto más esté representada la comunidad más apoyo
se logrará. En este paso, se recomienda establecer acuerdos escritos con la comunidad.

Cuarta fase: gestión de la estrategia comunitaria


Una vez completado el plan de intervención comunitaria, se requiere ordenar el proceso de gestión
necesario para ejecutarlo eficiente y eficazmente. La gestión de la estrategia comunitaria comprende
la identificación de recursos humanos, financieros y materiales; la movilización de fuentes de
financiamiento propias o externas; el desarrollo del presupuesto como instrumento de gestión y
planificación financiera; establecer un crono- grama de implementación para darle certidumbre a los
distintos momentos de la ejecución y permitir el monito- reo del cumplimiento de metas y actividades,
y ordenar todos estos elementos en un marco lógico que permitirá relacionar los objetivos, metas,
actividades y productos con los recursos, tiempos y responsables necesarios para asegurar una buena
ejecución de la estrategia de intervención.

Construir un modelo lógico

La construcción de un modelo lógico permitirá generar una hoja de ruta clara para orientar la
intervención comunitaria. Con ello, el operador podrá relacionar los objetivos, metas y actividades
identificados en la fase anterior, junto con los recursos (humanos, financieros y de tiempo) y los
resultados buscados durante la ejecución. Además, facilitará una visión general de cómo se vislumbra la
operación del programa.

Difusión del plan


La naturaleza comunitaria de la gestión de la estrategia de prevención de la violencia y la delincuencia
requiere de la constante retroalimentación y participación de los beneficiarios de la misma. A través de
la difusión del plan y el marco lógico de la gestión se valida la estrategia y se obtiene el necesario apoyo de
la comunidad para implementarlo.
Para conseguir el apoyo de la comunidad se recomienda:

▪ Consultar ampliamente a la comunidad: cuanto más representada esté en las deliberaciones,


más apoyo real se logrará.
▪ Entender cuáles son los intereses y las motivaciones de los participantes (organizaciones, aliados,
líderes y gobiernos) y encontrar mecanismos creativos para conjugar los distintos intereses.
▪ Establecer una comunicación y retroalimentación continua con los interesados.

Identificar insumos
Cuando en el plan se definen las actividades, emergen los requerimientos de insumos de personal,
financieros, materiales, etcétera. Por cada una de las actividades se deben enlistar los insumos (cuanto
más detallado se haga, será más sencillo racionalizarlos). Asimismo, deben ser estimados de tal forma
que ayuden para la conformación del presupuesto y la movilización de recursos.

Movilizar recursos
Se refiere a identificar diferentes fuentes locales, nacionales e internacionales para gestionar recursos
humanos, materiales y económicos que se van a requerir para llevar a cabo el plan de acción.

Existen distintas formas de movilizar recursos. Entre ellas se recomienda la diversificación de fuentes y
acudir a la creatividad e innovación: construir alianzas con actores clave de la comunidad, con el sector
PÚBLICO, privado y organizaciones no gubernamentales; realizar actividades que generen ingresos; invitar y
formar voluntarios que contribuyan con su tiempo y sus talentos; apalancar recursos municipales, estatales y
federales para la seguridad y la prevención de la violencia.

Definir presupuesto Paso 4.5

El presupuesto forma parte importante de la gestión y debe de considerarse para todas las fases:
diagnóstico, desarrollo y gestión dela estrategia comunitaria y monitoreo y evaluación. El presupuesto es
una herramienta de planificación y gestión a través del cual se pueden identificar los costos relativos a cada
una de las actividades identificadas. Un buen plan que no puede ser financiado no podrá ser ejecutado y
quedará en el papel. El presupuesto permite identificar estimados y hacer ajustes durante la ejecución de
acuerdo a los cambios que surjan en el tiempo. Se recomienda presupuestar por actividad del programa
para tener una mejor idea del costo de cada intervención.

Se deben considerar los siguientes elementos como insumos para desarrollar el presupuesto:

▪ Recursos humanos: identificar el tipo de profesional o persona necesaria para cada actividad,
tomando en cuenta el perfil de la persona y el tiempo en el cual se requerirá su intervención.
▪ Insumos por actividad: recursos necesarios para llevar a cabo la actividad. Comprenden, entre
otros: materiales, equipos, refrigerios, papelería, elementos para garantizar el transporte
(vehículos, pasajes de transporte PÚBLICO , etcétera).
▪ Insumos para la gestión: insumos necesarios para garantizar la gestión segura que podría comprender:
espacio físico u oficina y mobiliario, entre otros.
▪ Otros costos: se debe incluir cualquier otro costo que pueda ser generado por la ejecución de
los programas tales como impuestos, tasas, asesorías legales, etcétera.

Además del plazo definido en las actividades vinculadas a los objetivos, es necesario asignar un plazo específico
a cada una de ellas en el plan. El cronograma sirve como un indicador en el monitoreo de la ejecución de
actividades. Establecer indicadores de éste básicamente se refiere a determinar si las actividades han sido
cumplidas dentro de los plazos estipulados. Se recomienda que sea lo más detallado posible para un
mejor seguimiento del cumplimiento del plan.

Cuadro 15. Ejemplo de cronograma


Objetivo Meta Actividades/insumos Cronograma

1. Impartir sesiones de una


De agosto de 2014
hora, dos veces por semana,
a junio de 2015
durante un año escolar
1. Para el año
Disminuir las 2015 ofrecer
expulsiones un curso de 25 2.1 Desarrollar contenidos sobre
por motivos sesiones para los temas de resolución de
de riñas en estudiantes de Abril de 2014
conflictos y el control de la ira
las escuelas sexto grado (niños
de secundaria de 11 a 12 años) 2.2 Reproducción de los
de educación sobre la resolución contenidos del curso (material
básica de conflictos y el 17 de mayo de 2014
didáctico)
control de la ira
3. Capacitar a los profesores 09 junio a 13 de junio
del sexto grado sobre los temas
2014
de las sesiones
Fuente: USAID, 2015c.
Quinta fase: monitoreo y evaluación
A través del monitoreo y evaluación el operador del plan de intervención comunitaria podrá verificar
los avances de la estrategia desarrollada e identificar lecciones aprendidas de la implementación para
hacer los correctivos y ajustes necesarios en el plan.

Los esfuerzos de monitoreo y evaluación se realizan durante todo el proceso de desarrollo y ejecución de la
estrategia de prevención a fin de verificar el funcionamiento, los resultados y el impacto de las
intervenciones.

Características
El monitoreo se define como el proceso sistemático de recolectar, analizar y utilizar información para
hacer seguimiento al progreso del plan y para guiar las de- cisiones de gestión. Generalmente se dirige
hacia los procesos en lo que respecta a cómo, cuándo y dónde tienen lugar las actividades, quién las
ejecuta y a cuántas personas o entidades beneficia. Su objetivo es examinar el cumplimento de las
actividades y la organización de los medios disponibles que garanticen el cumplimiento de las mismas

La evaluación busca generar información, conocimientos y aprendizaje dirigidos a garantizar la eficacia, la


eficiencia y la efectividad (impacto) de una estrategia de prevención. Evaluar una estrategia es analizar el
valor del plan en comparación con el objetivo de conocer sus resultados (esperados e inesperados), su impacto
sobre la población objeto y en general, así como permitir posibles ajustes para el perfeccionamiento de la
estrategia (ayudar en la toma de decisiones).

El monitoreo y la evaluación son términos complementarios pero independientes entre sí. El monitoreo
es una herramienta que facilita la revisión del cumplimiento de las actividades planificadas, a través de un
registro sistemático y continuo (proceso). La evaluación, busca verificar el nivel de eficacia de la intervención,
mediante la comparación de los resultados alcanzados con los objetivos y metas originalmente trazados en
un punto dado en el tiempo.

Monitorear y evaluar periódica y sistemáticamente el progreso del plan es una tarea que garantiza que las
autoridades, la sociedad civil y los distintos organismos que apoyan puedan disponer de información para
tomar decisiones pertinentes y oportunas.

Aunque el monitoreo y evaluación se refieren a la quinta fase del desarrollo de planes de intervención
comunitaria, estos aspectos se deben tomar en cuenta desde el inicio, es decir desde la primera fase de
planificación.

Además, para la aplicación de los conceptos de monitoreo y evaluación en el contexto de un plan de


intervención comunitaria para la prevención de la violencia y la delincuencia se deben seguir los pasos
que se explican en adelante.
Desarrollo de sistema de indicadores

Un indicador es una característica específica, observable y medible que sirve para mostrar los progresos y
cambios para el logro de un resultado específico. Un indicador debe estar enfocado, ser claro y específico. El
cambio medido por el indicador debe representar el progreso, ser definido en términos precisos, no
ambiguos y describir clara y exactamente lo que se está midiendo. Un buen indicador debe poseer las
siguientes características: (ser) válido, confiable, preciso, medible, oportuno y relevante (usaid, 2015c).

En general la definición de indicadores tiene que ver con el tipo de evaluación, la cual se explica a través de
tres enfoques: proceso, resultado e impacto. Sus dimensiones pueden ser definidas entre las partes
involucradas en el desarrollo del plan de monitoreo y evaluación para la intervención comunitaria,
considerando diferentes necesidades de evaluación identificadas:

▪ Evaluación de proceso/desempeño: nace del cuestionamiento sobre la implementación (¿qué


podemos mejorar?). Mediante la realización del estudio la evidencia permite tomar decisiones
relacionadas a la población meta y su adherencia al tratamiento (intervención), por mencionar
algunos aspectos.
▪ Evaluación de resultados: parte de un proceso de rendición de cuentas y transparencia en el uso
de recurso (eficiencia, eficacia, efectividad).
▪ Evaluación de impacto: se emplea para contestar a una pregunta clave: ¿qué hubiese
ocurrido en la población en caso de no haber existido la intervención?
Desarrollo del plan
Para realizar el monitoreo y evaluación es necesario diseñar un plan que incluya información de cómo
se examinará y evaluará la intervención a nivel comunitario.

Un plan de monitoreo y evaluación debe considerar:

▪ Las relaciones que se esperan entre las actividades, productos y resultados (el marco lógico).
▪ Los medios de verificación o fuente de datos que serán utilizados para evidenciar las
acciones y sus resultados.
▪ Diseño de herramientas y preguntas adecuadas para las evaluaciones.
▪ Indicadores base y métodos (cuantitativo o cualitativo) con los que serán evaluados.
▪ Una descripción de las actividades de monitoreo, considerando los procesos o protocolos
de recolección de información.
▪ Un cronograma donde se especifiquen los momentos clave de la recolección de información,
evaluación y su reporteo.
▪ Plan para difundir y utilizar la información obtenida (difusión).
▪ Un presupuesto y explicación de los recursos necesarios (dinero y personal, desarrollo de
capacidades,infraestructura, etcétera).

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