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Bloque 4.

España en la órbita francesa: el reformismo de los Primeros Borbones

1.¿Con qué nombre se conoce la guerra entre Borbones y Austrias en su disputa por el trono de
España?

Guerra de Sucesión española.

2. Describa brevemente por qué se produjo dicha guerra, qué países estuvieron implicados en ella y
cuál fue su resultado.

En 1700 muere sin descendencia Carlos II, último rey de la dinastía de los Austrias, dejando como heredero
al nieto del rey Luís XIV de Francia, Felipe de Anjou. A ello se opone Carlos, archiduque de Austria, que es
apoyado por Inglaterra. Se inicia así la guerra de Sucesión entre ambos candidatos, que es a la vez una
guerra civil (Castilla frente a la Corona de Aragón) e internacional (Francia y España frente a Austria,
Inglaterra, Holanda y Portugal). En la guerra civil vence Felipe de Anjou (conquista de Aragón y Valencia
en 1707, ocupación de Barcelona en 1714), mientras que en la internacional se llega a una solución de
compromiso en el Tratado de Utrecht (1713), por el cual se reconoce a Felipe como rey de España (Felipe
V) a cambio de la pérdida de los Países Bajos, Milán, Nápoles y Cerdeña (para el Imperio Austro-Húngaro),
Sicilia (para Saboya) y Menorca y Gibraltar (para Gran Bretaña).

3.Explica las causas de la Guerra de Sucesión Española y la composición de los bandos en conflicto.

La falta de un heredero y la débil salud del rey Carlos II de Habsburgo hace que a finales del siglo XVII
empiece una lucha en Europa por la sucesión española entre los Borbones (franceses) y los Habsburgo
(austríacos). Otras potencias como Holanda o Inglaterra quieren un reparto que evite que una de las dos
naciones se convierta en una gran potencia.
Luis XIV y los demás reyes europeos ya habían pactado mediante el Primer Tratado de Partición de España,
firmado en La Haya en 1698 que el heredero del trono de España sería José Fernando de Baviera II. Este,
adjudicaba a José Fernando todos los reinos peninsulares —salvo Guipúzcoa—, así como Cerdeña, los
Países Bajos españoles y todos los territorios americanos. Por su parte Francia se quedaría con Guipúzcoa,
Nápoles y Sicilia, mientras que Austria se quedaría con el Milanesado. La muerte de José Fernando (1699)
obligó a negociar, sin contar con España, el Segundo Tratado de Partición en 1700, que reconocía como
heredero al archiduque Carlos (biznieto de Felipe III de España), asignándole todos los reinos peninsulares,
los Países Bajos españoles y las Indias; por contra Nápoles, Sicilia y Toscana serían para Francia, mientras
Austria recibiría el Milanesado.

En España la opinión también estaba dividida: algunos apoyan a los Borbones porque pensaban que
traerían una política más centralista y equilibrada en el reparto de las cargas (Castilla). Otros apoyaban a
los Habsburgo porque querían que se mantuviera el respeto a los fueros particulares de los reinos
(Aragón).
Dentro de la corte también se produce una encarnizada lucha entre ambos partidos. Finalmente Carlos II
nombra heredero al francés Felipe de Anjou, (nieto de Luis XIV y de la española Mª Teresa de Austria, que
era hija de Felipe IV), con la esperanza de que Luis XIV defienda la integridad de la herencia de su nieto. En
un primer momento las potencias europeas aceptaron el testamento, pero la injerencia de Luis XIV en la
política española terminó desencadenando la guerra que va a extenderse a buena parte de Europa (1702-
1714), aunque en España no se inicia hasta 1705, cuando toda la corona de Aragón se levanta contra Felipe
V y nombra rey al archiduque Carlos (en 1704 Inglaterra toma Gibraltar, y ya no lo devolverá, al igual que
Menorca, llaves del Mediterráneo). La guerra acaba con la victoria de Felipe V, tras una dura resistencia de
Cataluña.

4.¿Con qué monarca comienza a reinar en España la Casa de Borbón a comienzos del siglo XVIII?
Felipe V.

5. Explique las causas de la Guerra de Sucesión española.

En 1700 muere sin descendencia Carlos II, último rey de la dinastía de los Austrias, dejando como heredero al nieto
del rey Luís XIV de Francia, Felipe de Anjou. A ello se opone Carlos, archiduque de Austria, que es apoyado por
Inglaterra. Se inicia así la guerra de Sucesión entre ambos candidatos, que es a la vez una guerra civil (Castilla frente
a la Corona de Aragón) e internacional (Francia y España frente a Austria, Inglaterra, Holanda y Portugal).

6. .Representa una línea del tiempo desde 1700 hasta 1788, situando en ella los principales
acontecimientos históricos.

7.Detalla las características del nuevo orden europeo surgido de la Paz de Utrecht y el papel de España
en él

Para conseguir la paz, firmada en Utrech (entre 1712 y 1714), con el resto de las naciones, Felipe debe
hacer amplias concesiones: renuncia a todo derecho a la sucesión francesa, cede sus territorios europeos a
Austria (Países Bajos e Italia) y algunos enclaves vitales para el control del mar a Inglaterra (además de
Gibraltar y Menorca) además de algunos derechos comerciales que van a romper el monopolio comercial
en América (desastroso para la industria Española). La pérdida de los territorios europeos permite a España
centrarse en los problemas internos y abandonar una política imperialista que había agotado sus recursos
humanos y económicos. Tras la firma de la paz de Utrech se establece en Europa un equilibrio de poder
entre las diferentes potencias de Europa, que se mantendrá vigente hasta fin de siglo cuando las guerras
napoleónicas alteren dicho equilibrio.
Como consecuencia del cambio de dinastía, la política exterior española da un giro total. La pérdida de los
territorios europeos hace que España centre su interés en el Atlántico y se acerque a Francia, la eterna
enemiga, tanto porque en ambos países reinaba la misma dinastía como por el hecho de que tenían como
rival a la pujante Gran Bretaña que buscaba su expansión colonial a costa de Francia y España, poniendo
en peligro el monopolio comercial con las colonias, gracias a su superioridad marítima.
En los primeros años del siglo la política exterior española tuvo como objetivo la recuperación de los
territorios italianos perdidos en Utrech. Para ello se firmaron los Pactos de Familia (el primero en 1733 y
el segundo en 1743), por los cuales España apoyaba a Francia (en la guerra con Polonia y en la Guerra de
Sucesión austriaca). A cambio de este apoyo Carlos y Felipe (hijos de Felipe V e Isabel de Farnesio)
obtuvieron Nápoles y Parma respectivamente.
Tras unos años de neutralidad con Fernando VI, España volvió a la alianza francesa con Carlos III en el
tercer Pacto de Familia (1761), lo que llevó a España a la guerra con GB y la derrota, firmándose el Tratado
de París (1763) por el que se cedió Florida a Inglaterra y Sacramento a Portugal. Para compensar esas
pérdidas Francia cedió Luisiana a España.
España junto a Francia apoyó a los rebeldes norteamericanos contra Inglaterra. La derrota británica llevó a
la firma del Tratado de Versalles (1783) lo que permitió la recuperación de Menorca, Florida y Sacramento.
El estallido de la Rev. Francesa supone un paréntesis en la alianza con Francia pues España participa en las
Guerras de Coalición 1793-95 (coalición de diferentes países de Europa para acabar con la Francia
Revolucionaria y devolver el trono a los Borbones). Tras la paz de Basilea España vuelve a su antigua
política de alianza con Francia, ahora bajo el control de Napoleón Bonaparte (1º-1796- y 2º-1800- Tratado
de San Ildefonso) y en contra de Gran Bretaña. La consecuencia fue el desastre de Trafalgar (1805) y la
destrucción de la flota franco-española a manos británicas, lo que puso fin al resto del poderío marítimo
español y tuvo dos importantes consecuencias: por un lado España no puede controlar el monopolio
comercial americano, iniciando GB el contrabando a gran escala; por otro, Napoleón, sin flota, no puede
aspirar a derrotar a GB en el mar y emprende el Bloqueo Continental. Para llevar a cabo esa política decide
intervenir en España y firma en 1807 el tratado de Fontainebleau por el cual España se adhiere al bloqueo
y permite la entrada de las tropas francesas en España para la ocupación de Portugal (aliada de GB).

8.Define qué fueron los Decretos de Nueva Planta y explica su importancia en la configuración del nuevo
Estado borbónico.
Los monarcas que emprenden las reformas para establecer un nuevo modelo de estado son los primeros
borbones, Felipe V (1700-1746) y Fernando VI. Felipe venía de la corte francesa e introdujo en España
muchas modas y costumbres, así como una nueva forma de gobernar, más centralista, al estilo de la
monarquía francesa.
Aunque en un primer momento Felipe V (1700-46) acepta las leyes e instituciones de los reinos, tras la
guerra de sucesión y el levantamiento contra él de la Corona de Aragón, procede a su unificación por las
leyes de Nueva Planta, asimilando las leyes e instituciones de todos los reinos a las de Castilla (1707-16),
salvo en los casos de Navarra y el País Vasco que se mantienen sus fueros por haber seguido fieles a
Felipe V. Las Cortes de Aragón se unen a las de Castilla, y pierden su competencia legislativa y su función
de vigilancia de las leyes y usos del país frente a la autoridad del rey. Aragón, Cataluña y Mallorca por
disposiciones posteriores mantenían sus derechos forales a niveles privados (propiedad, familia,
herencia), pero en lo político recibían la legislación castellana
La unificación dinástica de los RRCC se convierte ahora en política y administrativa. España será
gobernada desde Madrid de forma centralista.

El objetivo de estos decretos era no solamente la uniformidad política y administrativa, sino también
aumentar el control del rey frente al resto de los poderes todavía presentes en la sociedad española (la
iglesia, la nobleza, las cortes y ciudades…), en un intento de acrecentar el poder de la monarquía
absoluta. El origen francés de la dinastía favorecía este impulso. El rey Luis XIV de Francia, abuelo de Felipe
V, era, sin duda, la mejor expresión de la Monarquía Absoluta (el estado soy yo).

9.¿Qué rey firmó los Decretos de Nueva Planta?

Felipe V.

10. Explique brevemente en qué consistieron dichos Decretos.


Los Decretos de Nueva Planta, aprobados en 1707 para los reinos de Aragón y Valencia y en 1716 para Cataluña y
Mallorca, supusieron la supresión de los fueros de esos territorios, es decir, de sus leyes e instituciones propias,
siendo sustituidas por las castellanas. Supusieron, por tanto, el fin de la monarquía confederal establecida por los
Reyes Católicos y el nacimiento de un estado unificado y centralista, tanto en lo político-administrativo como en lo
económico.

11. ¿Qué dinastía reinaba en España cuando se promulgaron los Decretos de Nueva Planta?

La dinastía borbónica.

12. Explique brevemente el contenido de los mismos y su importancia histórica.

Los Decretos de Nueva Planta, aprobados en 1707 para los reinos de Aragón y Valencia y en 1716 para Cataluña y
Mallorca, supusieron la supresión de los fueros de esos territorios, es decir, de sus leyes e instituciones propias,
siendo sustituidas por las castellanas. Supusieron, por tanto, el fin de la monarquía confederal establecida por los
Reyes Católicos y el nacimiento de un estado unificado y centralista, tanto en lo político-administrativo como en lo
económico. Su importancia histórica es que a partir de entonces nace España como entidad política unificada y se
dio origen a uno de los principales problemas políticos de la España contemporánea: los movimientos nacionalistas
periféricos.

13. ¿Con qué Tratado se pone fin a la Guerra de Sucesión española?

Tratado de Utrecht de 1713.

14. Explique brevemente las consecuencias de dicho Tratado.

En el tratado se reconoció a Felipe de Anjou como rey de España (Felipe V), asentándose definitivamente la nueva
dinastía de los Borbones. A cambio España deja de ser una primera potencia en el continente europeo al perder gran
parte de sus posesiones: los Países Bajos, Milán, Nápoles y Cerdeña los cede al Imperio Austriaco, Sicilia al reino de
Saboya) y Menorca y Gibraltar a Gran Bretaña.

14. Elabora un esquema comparativo del modelo político de los Austrias y el de los Borbones.
15.. Explica las medidas que adoptaron o proyectaron los primeros Borbones para sanear la Hacienda
Real.

Felipe V se enfrentó a la ruinosa situación económica y financiera del Estado, luchando contra la
corrupción y estableciendo nuevos impuestos para hacer más equitativa la carga fiscal. Fomentó la
intervención del Estado en la economía, favoreciendo la agricultura y creando las llamadas manufacturas
reales. Al final de su reinado los ingresos de la Hacienda se habían multiplicado y la economía había
mejorado sustancialmente. También se reformó la educación y se fomentó la construcción naval, con el
objetivo de poder proteger las colonias americanas de la piratería británica, que intentaba romper el
monopolio colonial. Finalmente, siguiendo a su abuelo Luis XIV, llevó a cabo una política de construcciones
reales en La Granja y en Aranjuez, e inició el proyecto del Palacio Real de Madrid, tras el incendio del viejo
Alcázar.

16. Describe las relaciones Iglesia-Estado y las causas de la expulsión de los jesuitas.

La medida más importante que tomó el gobierno de Carlos III fue la expulsión de los jesuitas:

· Se identificó ser jesuita con opositor a las reformas del gobierno y se les acusó como principales
protagonistas del motín de 1766.

· El rey publicó un decreto real en 1767 que ordenaba la expulsión de la orden de España, que se hizo
efectivo con escasa reacción tanto eclesiástica como pública.

· El gobierno español presionó al papado para la supresión de la orden, cosa que logró en 1773 gracias a las
gestiones de José Moñino, recompensado con el título de Conde de Floridablanca.

- Tras la expulsión jesuítica se procedió a reformar tanto la universidad (planes de estudios y colegios
mayores) como la Inquisición, aunque en ambos casos las medidas tomadas fueron tibias.

17.Compara la evolución demográfica del siglo XVIII con la de la centuria anterior.

Sin embargo, desde 1680 se inició en España una nueva fase de expansión demográfica que
continuaría a lo largo del siglo XVII Las causas de este crecimiento fueron el aumento de la natalidad,
debido a la reactivación económica, y el descenso de la mortalidad por la inexistencia de epidemias de
peste (su trasmisora, la rata negra, desapareció), por la escasa incidencia de las guerras que, en general, se
desarrollaron en el exterior y fueron poco devastadoras, así como por la solución del problema del hambre
en la España mediterránea, que importaba trigo de mar en barco desde Sicilia, aunque la amenaza del
hambre seguía presente en la España interior como quedó patente en los motines por crisis de
subsistencias de 1766.

18. Desarrolla los principales problemas de la agricultura y las medidas impulsadas por Carlos III en este
sector.

El principal problema de la agricultura española en el Antiguo Régimen radicaba en unos


rendimientos muy bajos Una de las principales causas de este problema era el régimen de propiedad de la
tierra. La mayor parte de las tierras cultivables estaban amortizadas, es decir, sus titulares podían disponer
libremente de sus frutos o de las rentas que generasen, pero no podían desprenderse de ellas, venderlas o
donarlas. Por tanto, apenas había tierra en el mercado que pudiera ser adquirida por quien tuviera medios
e interés para mejorar su cultivo.
Gran parte de las tierras amortizadas estaban en manos de la Iglesia (manos muertas) o de la nobleza
(vinculadas a mayorazgos), quienes sólo explotaban directamente una pequeña parte, arrendando el resto
a campesinos en pequeñas parcelas; estos últimos no invertían en mejoras para incrementar la
productividad

En la segunda mitad del siglo XVIII, el incremento de los rendimientos agrícolas se convirtió en una
necesidad imperiosa en un contexto de crecimiento demográfico, pues la población aumentaba y con ella
la demanda de productos agrarios. En época de Carlos III se adoptaron una serie de reformas para
conseguirlo, la mayor parte tenía como objetivo el ideal ilustrado de formar una clase de pequeños
propietarios campesinos, laboriosos, interesados en la mejora de sus tierras, y buenos contribuyentes.
Destacaron las siguientes:
El arrendamiento de tierras municipales , Las colonizaciones de nuevas tierras, y la mejora de los
regadíos con la construcción de canales (Canal de Aragón, Canal de Castilla) y pantanos o la
reducción de privilegios de la Mesta.

Nunca se llevó a cabo una reforma profunda de las estructuras agrarias del país que implicaba una
desamortización de la tierra, pues el proyecto de Ley Agraria que la proponía
19. ¿A qué reinado corresponde el Motín de Esquilache?

Al reinado de Carlos III.

20. Defina el concepto de Despotismo Ilustrado.

El Despotismo Ilustrado es el movimiento político que defiende la adopción por parte de las monarquías absolutas
de algunos de los principios de la Ilustración, especialmente los referidos a la economía, como un medio de
aumentar su poder a través del desarrollo económico que las reformas podrían producir. Sin embargo, no se
adoptan sus principios políticos ni sociales, manteniéndose sin cambios la monarquía absoluta y la sociedad
estamental. Su ideario se resume en el lema: “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”.

21. Explica la política industrial de la monarquía y las medidas adoptadas respecto al comercio con
América.
La preocupación por el fomento de la industria nacional fue una constante entre los gobernantes del siglo.
Al igual que a los problemas agrarios se intentó contestar con el Informe de Jovellanos, ante los temas
industriales les llegó el turno a hombres como Bernardo Ward con su Proyecto económico y, sobre todo,
a Campomanes con sus dos obras capitales: Discurso sobre el fomento de la industria popular (1774) y
Discursos sobre la educación popular de los artesanos (1775). Desde una óptica
esencialmente mercantilista se pensaba que para mantener una balanza comercial favorable,
manifestación emblemática de la riqueza de una monarquía, era preciso crear una industria nacional
potente, capaz de competir con los productos extranjeros y de asegurar el abastecimiento a todos los
dominios españoles, peninsulares y coloniales.

Para conseguir estos ambiciosos objetivos era necesario realizar tres tipos de acciones que acabaran con el
decaimiento de las fábricas: estímulo y regeneración en los diversos grupos sociales, reforma del contexto
socioeconómico y organizativo donde se desenvolvía la industria y, finalmente, revisión de las políticas
gubernamentales realizadas anteriormente. Es decir, suprimir la división entre oficios honrados y viles,
eliminar la desidia y el conformismo de los artesanos, preparar técnicamente la mano de obra, renovar las
corporaciones gremiales y amparar desde el gobierno a la industria nacional con incentivos fiscales y
comerciales capaces de crear un empresariado industrial.

La industria artesanal fue la que caracterizó al sector secundario durante toda la centuria. De ubicación
esencialmente urbana, se trataba de una organización tradicional en la que un maestro en su casa-taller,
colaborando con uno o varios oficiales y aprendices, producía bien un artículo completo o bien la parte de
una mercancía que precisaba luego la colaboración de otros talleres. La regulación de la cantidad y la
calidad de los productos la realizaban las corporaciones gremiales al establecer con minuciosidad toda una
serie de ordenanzas. En la mayor parte de las grandes y medianas ciudades, el taller era el protagonista de
la vida industrial.

La industria española estuvo durante todo el siglo presa de sus elevados costes de producción y, por tanto,
de sus escasas posibilidades de conquistar mercados. Dificultades en la obtención de materias primas,
exceso de impuestos, pobreza tecnológica y limitaciones gremiales, provocaron una producción escasa (a
pesar de su crecimiento absoluto) y de no gran calidad que difícilmente podía competir con la extranjera,
ni siquiera en la nación propia. Los fabricantes vendían tarde, poco y mal. Y en estas condiciones, el
margen de beneficios era escaso y la reinversión por consiguiente precaria. Todo un círculo vicioso a causa
del cual la industria hispana terminaba siendo poco atractiva para unos capitales que veían en la
agricultura rentas más constantes y seguras y en el comercio ganancias más considerables con parecido
riesgo.

El comercio ocupó entre los gobernantes una posición de primera línea puesto que para muchos
representaba la medida del progreso económico de la nación: el estado de las fuerzas productivas de la
monarquía tenía en el tráfico mercantil el mejor barómetro. El esperado aumento de la
producción agraria e industrial se vinculó a la posibilidad de conseguir nuevos mercados. Y aún más:
la política internacional no sólo era el mantenimiento formal de los oropeles dinásticos, sino una manera
de conseguir que la economía nacional se fortaleciese a través de buenos tratados comerciales. Los
esfuerzos por promover la actividad mercantil estaban justificados en la mentalidad de unas autoridades
fuertemente influenciadas por la idea de conseguir una balanza comercial favorable a España. La creación
de juntas de comercio y consulados, el reforzamiento de la Junta General de Comercio, el impulso para la
creación de compañías privilegiadas o los decretos de libertad de comercio con América, fueron otros
tantos ejemplos de una política sinceramente preocupada por la reactivación comercial.

22.Especifica las causas del despegue económico de Cataluña en el siglo XVIII.

Con los Decretos de Nueva Planta (Aragón y Valencia en 1707, Cataluña en 1716), se produjo la abolición
de las instituciones y libertades civiles catalanas, se extendieron a los diversos territorios de la Corona de
Aragón buena parte de las instituciones castellanas. Sin embargo, el derecho civil catalán (al igual que el
aragonés) fue respetado por el monarca. Todos los territorios de la Corona de Aragón pasaban a tener una
nueva estructura territorial y administrativa a imagen de la de Castilla (excepto en el Valle de Arán); se
instauraba el catastro y otros impuestos por los que la monarquía conseguía por fin sus objetivos de
control económico y se centralizaban todas las universidades catalanas en Cervera, como premio a su
fidelidad y para controlar mejor a las élites cultivadas, situación que se prolongó hasta 1842.

A pesar de la difícil situación interna, Cataluña lograría a lo largo del siglo XVIII una notable recuperación
económica, centrada en un crecimiento demográfico importante, un aumento considerable de la
producción agrícola y una reactivación comercial (especialmente gracias al comercio con América,
abierto solo a partir de 1778), transformaciones éstas que marcarían la crisis del Antiguo Régimen y
posibilitarían después la industrialización, un primer proceso de la cual se daría en el siglo XVIII,
especialmente centrado alrededor del algodón y otras ramas textiles.

23. Comenta las ideas fundamentales de la Ilustración y define el concepto de despotismo ilustrado.

Ideas fundamentales de la Ilustración


-La Razón es el único medio para conseguir la verdad. Junto con el progreso, constituye el camino para
alcanzar la felicidad. Sirve de guía frente a la superstición, el fanatismo religioso y la ignorancia. El autor
que criticó con mayor denuedo la intolerancia y fanatismo de la religión de su tiempo fue Voltaire.

Este tratamiento de la razón tuvo sus fuentes de inspiración en la filosofía de Descartes, basada en "duda
metódica" (sólo es considerado verdadero lo que es evidente) y en las leyes generales de la Física de
Newton.
-El Progreso, al que ha de llegarse mediante la Ciencia en combinación con la técnica, permite el avance de
la humanidad de manera evolutiva e indefinida.

-La Naturaleza es el origen de todo lo genuino, verdadero y auténtico. Sin embargo la sociedad pervierte y
corrompe al hombre, bueno en estado natural. La principal figura que desarrolla el aspecto social de la
Ilustración es Jean Jacques Rousseau.

-La Felicidad es un bien al que todo hombre tiene derecho y constituye un fin en sí misma. La política es
considerada como el “arte de hacer felices a los pueblos”

El despotismo ilustrado intentó conciliar el absolutismo monárquico con el espíritu reformador de la


Ilustración. El despotismo ilustrado fue la teoría política dominante en Europa durante el siglo XVIII y se
basaba en tres principios fundamentales. En primer lugar, supuso una reafirmación del poder absoluto de
la Monarquía, por lo que no significó ninguna ruptura con la tradición política absolutista anterior. En
segundo lugar, se planteó el ideal del “rey filósofo”. El monarca, amante de las artes y las ciencias, era
asistido por las minorías ilustradas, sabía lo que convenía a los súbditos, y estaba en condiciones de
impulsar reformas racionales necesarias para el conjunto de la sociedad con el fin de progresar y otorgar la
felicidad al pueblo. Y, precisamente el tercer rasgo se refiere al pueblo, que es considerado como objeto,
nunca como sujeto de su propia historia, según la archiconocida expresión: “todo para el pueblo pero sin el
pueblo”.

24.Razona la importancia de las Sociedades Económicas de Amigos del País y de la prensa periódica en la
difusión de los valores de la Ilustración

Los ministros de Carlos III, con espíritu renovador, trataron de elevar el nivel económico y cultural del país.
Los escritos de Campomanes, Jovellanos, Capmany o Cabarrús muestran la asimilación de las teorías
económicas de la fisiocracia y del liberalismo económico. Fruto de ese interés por los asuntos económicos
y sociales fue la creación de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País, preocupadas por la
difusión de las “ciencias útiles” y el desarrollo económico.

El interés por la educación y el progreso científico se concretó en la creación de nuevas instituciones de


enseñanza secundaria (Reales Estudios de San Isidro), de enseñanza superior (Colegio de Cirugía, Escuela
de Mineralogía, Escuela de Ingenieros de Caminos) y en la reforma de las Universidades y de los Colegios
Mayores.

En el siglo XVIII los periódicos constituyeron una de las vías más importantes por las que se introdujeron en
España ideas ilustradas y la ideología burguesa. En esta época el 80% de la población era analfabeta, las
personas que leían periódicas eran una minoría, que estaba comprendida por nobles y clérigos, miembros
de la burocracia real, oficiales del Ejército y algunos médicos, abogado, profesores y comerciantes. La
prensa culta se imprimía con el consentimiento del Consejo de Castilla y se sometía a la censura
eclesiástica. Se podían comprar en librerías o también podían ser leídos en cafés y también eran voceados
por los ciegos, que tenían el privilegio de poder vender la prensa.

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