Está en la página 1de 8

BLOQUE 4: ESPAÑA EN LA ÓRBITA FRANCESA: EL REFORMISMO DE LOS PRIMEROS BORBONES

(1700-1788).
➔ Explica las causas de la Guerra de Sucesión española y la composición de los
bandos en conflicto.
➔ Representa una línea del tiempo desde 1700 hasta 1788, situando en ella los
principales acontecimientos históricos.
➔ Detalla las características del nuevo orden europeo surgido de la Paz de Utrecht y
el papel de España en él.
➔ Define qué fueron los Decretos de Nueva Planta y explica su importancia en la
configuración del nuevo Estado borbónico.
➔ Comenta las ideas fundamentales de la Ilustración en España y define el concepto
de despotismo ilustrado.
1. Explica las causas de la Guerra de Sucesión Española y la composición de los bandos en conflicto.
En 1700 Carlos II moría sin descendencia poniendo fin a la rama española de los Habsburgo,
en su testamento nombraba a Felipe de Anjou, de la casa borbón y nieto de Luis XIV de
Francia, heredero al trono español. El objetivo de Carlos II era doble, mantener la herencia de
sus antepasados y evitar una nueva guerra a España, ninguno de ambos deseos se vería
cumplido. Felipe V era proclamado rey y, en principio, aceptado por los estados europeos a
excepción del emperador de Austria, pero pronto la situación cambiaría desencadenándose
una guerra por la sucesión. Las causas de la guerra fueron diversas:
1. El rechazo de la rama austriaca de los Habsburgo al testamento de Carlos II y la
defensa de los derechos al trono del hijo del emperador, el archiduque Carlos de
Austria, que iniciaba las hostilidades en Francia e Italia.
2. La actitud de Luis XIV, el monarca más poderoso de Europa en ese momento, que
mantuvo los derechos de sucesión de su nieto al trono francés en contra de las
disposiciones del testamento de Carlos II, y que desde la proclamación mostró la
intención de gobernar España como si fuera de su patrimonio. Además, Luis XIV
reconocía a Jacobo Estuardo como candidato al trono inglés y sustituía las
guarniciones españolas por francesas en los Países Bajos españoles. Esta actitud
despertó los recelos de ingleses, holandeses y portugueses.
3. Por último, la posible unión franco-española bajo una misma corona, cuya hegemonía
sería indiscutible, ponía en peligro el frágil equilibrio europeo y podía expulsar a
británicos y holandeses del comercio en América.
En consecuencia, Inglaterra y Holanda decidieron apoyar a Austria y en 1701 se firmaba en La
Haya la Gran Alianza antiborbónica, que acabaría agrupando a Austria, Inglaterra, Holanda,
Prusia, la mayor parte de los estados alemanes, Portugal y Saboya, con el objetivo de que
fuera el archiduque Carlos el rey de las Españas. En 1702 declaraban la guerra a Francia y
España, desencadenando la guerra de sucesión española, un conflicto europeo que en
España, además, tuvo el carácter de guerra civil, por la oposición de los territorios de la
antigua Corona de Aragón a Felipe V, aunque las motivaciones fueron diferentes:
● En Aragón defendían tanto la legitimidad del archiduque como sus fueros, a lo que se
unía la xenofobia contra los franceses; en Valencia a estos motivos se añadió un
movimiento antiseñorial; en Cataluña rechazaban también el modelo político francés,
centralista, unificador y absolutista, porque preferían el modelo austriaco de respeto a
los fueros, privilegios e instituciones propias, además del deseo de conservar la
estabilidad y la recuperación económica que había caracterizado el reinado de Carlos
II.
En el bando contrario, la Corona de Castilla, Navarra y las provincias vascas apoyaron a
Felipe V, aunque hubo partidarios de uno y otro pretendiente en ambas Coronas.
● Tras las primeras victorias la situación para los borbones en 1711 se complicó, y Luis XIV
solicitaba iniciar las negociaciones de paz justo cuando se producía un hecho que iba
a provocar un giro de los acontecimientos, el archiduque Carlos se convertía en el
nuevo emperador de Austria debido a la muerte de su hermano, pero sin renunciar a
sus derechos al trono español. La posible unión del imperio español y Austria tampoco
interesaba a sus aliados ingleses y holandeses, por lo que aceptaron iniciar las
negociaciones de paz con Luis XIV.
● Finalmente, en 1713 se firmaba la Paz de Utrecht y en 1714 Rastatt, Felipe V era
reconocido como rey de España a cambio de renunciar a sus derechos dinásticos a la
corona francesa. Inglaterra fue la más beneficiada, pues se quedó con Gibraltar,
Menorca y dos privilegios comerciales en América (el monopolio de la trata de negros
y el navío de permiso); Holanda recibió plazas en el Flandes español, que le servirían
de barrera contra el expansionismo francés; Saboya recibió Sicilia, que luego trocó por
Cerdeña con los Habsburgo; Portugal conservó Sacramento y, finalmente, los
Habsburgo recibieron la mayor parte de los territorios españoles en Europa: Nápoles,
Cerdeña (cambiada por Sicilia), Milán y los Países Bajos. Cataluña no aceptó la paz y
continuó la lucha hasta 1714, cuando finalmente Barcelona se rendía, mientras que en
Mallorca los conflictos se prolongaron hasta 1715.
Todas las concesiones realizadas en el tratado fueron hechas por Luis XIV sin contar
con Felipe V, prueba del grado de dependencia al que se había llegado.
El cambio dinástico en España iba a dar lugar a importantes transformaciones. En
política interior los borbones iban a imponer el modelo francés, centralizador y
unificador, iniciando un periodo de reformas. En política exterior la pérdida del
imperio europeo redujo las obligaciones, e iba a suponer un giro hacia el atlántico y a
la primacía de la defensa del imperio colonial.
2. Detalla las características del nuevo orden europeo surgido de la Paz de Utrecht y el papel de España en él.
El siglo XVIII se inaugura con un nuevo conflicto europeo por la sucesión al trono español tras
la muerte sin descendientes de Carlos II, último monarca de la casa de Austria. El conflicto
enfrentó al bando borbónico, integrado por España y Francia, con el bando austriaco,
integrado por un gran número de potencias europeas, Austria, Inglaterra, Holanda, Portugal,
Saboya y Prusia entre otros estados alemanes.
La guerra finalizaba con la firma de los tratados de Utrecht de 1713 y Rastatt de 1714, que iban
a dar lugar a un nuevo mapa político en Europa. Inglaterra se quedó con Gibraltar y
Menorca. Holanda recibió plazas en el Flandes español, que le servirían de barrera contra el
expansionismo francés. Saboya recibió Sicilia, que luego trocó por Cerdeña. Austria se
anexionó Nápoles, Cerdeña (cambiada por Sicilia), Milán y los Países Bajos. También nacía el
reino de Prusia. España renunciaba a sus derechos al trono francés, Austria al trono español y
Francia retiraba su apoyo a las pretensiones de los Estuardo al trono inglés.
Se ponía fin a la hegemonía ejercida por Luis XIV de Francia durante la segunda mitad del
siglo XVII. Inauguraba un nuevo orden internacional, el denominado “Equilibrio Europeo”,
es decir, un equilibrio de poder entre las tres grandes potencias rivales salidas del conflicto,
Francia, Inglaterra y Austria, evitando que ninguna de ellas predominara sobre las demás. En
torno a ellas se agruparían, según las circunstancias de cada momento, los demás estados
europeos.
Austria fue la vencedora desde el punto de vista territorial, convirtiéndose en el estado más
extenso y poblado tras las adquisiciones de Utrecht, aunque su debilidad era la falta de
unidad de su imperio. Desde el punto de vista económico lo fue Inglaterra, convertida en
una gran potencia por su dominio marítimo y comercial gracias, entre otras cosas, a las
cesiones españolas -el navío de permiso y el asiento de negros- o territorios estratégicos
como Gibraltar o Menorca. Mientras, Francia mantenía su primacía intelectual, pero estaba
agotada por el esfuerzo bélico impuesto por Luis XIV.
Por tanto, la política bélica de los siglos XVI y XVII iba a ser sustituida por un sistema de
rivalidad entre Estados, que se aliaban formando bloques opuestos, pero de igual poder,
intentando de esta manera mantener la paz mediante un equilibrio inestable entre ellos.
Aunque esta pretensión acabó demostrándose inviable, sí que es cierto que los conflictos
durante este siglo tuvieron una menor dimensión y, sobre todo, menor impacto
demográfico.
En cuanto al papel de España en este Nuevo Orden Europeo, España fue la gran derrotada.
Utrecht supuso la pérdida definitiva de su hegemonía política y territorial en Europa, y el
inicio del fin de su monopolio colonial sobre América. España pasa a ser una potencia de
segundo orden, como aliada de Francia y rival de Inglaterra y Austria. La pérdida de Gibraltar,
Menorca y los territorios italianos suponía el fin de su influencia en el Mediterráneo, lo que
propició la agresiva política exterior de Felipe V durante el resto de su reinado, en el que trató
de recuperar Italia y Gibraltar. Por otro lado, la pérdida del imperio europeo redujo las
obligaciones, e iba a suponer un giro hacia el atlántico y a la primacía de la defensa del
imperio colonial frente a Inglaterra.
España iba a necesitar el apoyo de Francia para intentar recuperar algunos de los territorios
perdidos en los acuerdos. Durante el reinado de Felipe V se firmaron dos pactos de familia
con Francia y en contra de Austria, que permitieron recuperar los territorios italianos
(Nápoles y Sicilia) para Carlos y el ducado de Parma para Felipe, ambos hijos de Felipe V y su
segunda esposa Isabel de Farnesio. Tras el periodo de paz y neutralidad del reinado de
Fernando VI, Carlos III volvía a la política de pactos de familia con Francia y de intervención
en conflictos contra Inglaterra, que finalmente permitió recuperar Menorca y Florida al
participar con éxito en la guerra de independencia de los EEUU.
La alianza con Francia se prolongaría hasta la Revolución Francesa en 1789, acontecimiento
que daría lugar a un nuevo orden europeo.
3. Define qué fueron los decretos de nueva planta y explica su importancia en la configuración del nuevo Estado
borbónico.
El siglo XVIII se inicia en España con la dinastía de los borbones y una guerra por la sucesión
al trono, entre Felipe V de Borbón y el archiduque Carlos de Austria, tras la muerte sin
descendencia de Carlos II, último monarca de casa de Austria. El cambio dinástico iba a dar
lugar a importantes transformaciones políticas. Felipe V iban a imponer el modelo francés,
centralizador y unificador, iniciando un periodo de reformas con los Decretos de Nueva
Planta.
Los Decretos de Nueva Planta son un conjunto de textos legales promulgados entre 1707 y
1716 por Felipe V, que fueron aplicados a los territorios de la antigua Corona de Aragón en
represalia por el apoyo prestado al archiduque Carlos de Austria en la Guerra de Sucesión.
Los decretos modificaron la estructura territorial y jurídica de España, unificándola según el
modelo castellano, de manera que la antigua Corona de Aragón desapareció. Primero se
aplicó en Valencia y Aragón (1707) y, finalmente, tras la guerra también se aplicaron los
decretos en Mallorca (1715) y Cataluña (1716). Los decretos permitieron el establecimiento de
un nuevo sistema político y administrativo en estos territorios, desaparecían fueros,
privilegios y las instituciones particulares, como las cortes y el Consejo de Aragón. De esta
forma se consiguió, en gran medida, una monarquía unitaria, que ponía fin a la unión
dinástica mantenida desde los Reyes Católicos. La única excepción fueron las provincias
vascas y Navarra que, por su poco interés económico y su fidelidad a Felipe durante la guerra
de sucesión, pudieron conservar sus fueros e instituciones particulares.
Los decretos obedecen al modelo absolutista francés, mucho más uniforme y centralista que
el de los Habsburgo. Su implantación en medio de una guerra civil propició que pudieran
llevarse a cabo estas reformas radicales que de otra manera hubiesen encontrado más
resistencias, como había demostrado el intento fracasado de Olivares con la “Unión de
Armas”.
La autoridad máxima, política y militar, pasó a estar desempeñada por un capitán general,
que sustituyó a la figura del virrey, sistema extendido a todo el territorio nacional, que quedó
dividido en 11 capitanías generales y que muestra el lento pero irresistible poder que el
ejército iba tomando en la administración. Se estableció también una audiencia o
chancillería para los asuntos judiciales. El territorio quedaba dividido en corregimientos,
según el modelo castellano, mientras que el sistema municipal también desaparecía para
ser sustituido por el castellano, articulado en torno a alcaldes y regidores. Se impuso el
castellano como lengua oficial. No obstante, se realizaron algunas concesiones a los
catalanes sobre código civil o el servicio militar obligatorio
También se introdujo un sistema tributario más duro, equivalente a lo que se pagaba en
Castilla, pero en vez del sistema castellano, imperfecto y complicado, se implantó uno nuevo,
consistente en la recaudación directa de un cupo fijo, que más tarde con el nombre de
catastro se intentó introducir también en Castilla.
Por otro lado, desaparecieron los privilegios de extranjería, de manera que no habría
diferenciaciones entre castellanos, aragoneses o catalanes a la hora de ocupar cargos.
Desaparecían, por tanto, fronteras y aduanas interiores. Representantes de Aragón, Valencia,
Cataluña y Mallorca se integrarían en las Cortes de Castilla, a partir de ese momento
denominadas como Cortes de Castilla y Aragón o Generales del Reino (salvo Navarra que
mantuvo las suyas propias).
En definitiva, se produjo una “castellanización” de los reinos peninsulares desde el punto de
vista económico, jurídico y político.
La unificación interna y la pérdida de los territorios extrapeninsulares tras el tratado de
Utrecht acabaron de configurar el Estado español iniciado por los Reyes Católicos, y de
reforzar el poder absolutista del rey.
4. Comenta las ideas fundamentales de la Ilustración y define el concepto de despotismo ilustrado.
Entre la Revolución gloriosa en Inglaterra de 1688 y la Revolución Francesa de 1789 tiene
lugar un movimiento intelectual y cultural conocido como Ilustración. Es un sistema de ideas
que creyó encontrar en la Razón el instrumento adecuado para el desarrollo del hombre y
única fuente de conocimiento. Suponía ejercitar el espíritu crítico y rechazar todas las
tradiciones que eran aceptadas sólo por apoyarse en el principio de autoridad y en un
dilatado pasado. Los ilustrados mostraban una fe optimista en el progreso y en la capacidad
transformadora de la razón y la educación. En definitiva, las ideas ilustradas se basan en el
culto a la razón, el progreso, el conocimiento de la naturaleza, la crítica a la tradición y la
oposición a cualquier forma de absolutismo, civil o religioso.
Las ideas ilustradas también trataron sobre la forma de ejercer el poder político, como la
teoría de la separación de poderes de Montesquieu o la idea del Contrato Social de
Rousseau, poniendo las bases del liberalismo político.
La transmisión de las ideas ilustradas se realiza a través de numerosas traducciones, prensa,
o de la actividad de Academias, Sociedades y Salones, aunque con escasa incidencia sobre el
gran público. La Enciclopedia fue uno de los esfuerzos más notables para difundir los logros
de la razón y de sus posibilidades prácticas, dirigida por Diderot y D’Alembert, se incluían
textos muy críticos: se reivindicaba la libertad de expresión, la tolerancia, criticando el
fanatismo religioso, reformas profundas de la economía...manifestaciones que acarrearon
prohibiciones y condenas.
El Despotismo Ilustrado es una expresión que, pese a su contradicción, se sigue utilizando
para intentar sintetizar una realidad peculiar de la Europa absolutista del siglo XVIII (entre
1740 y 1790), cuando la revolución francesa da lugar a una nueva realidad. El despotismo
ilustrado define un tipo política desarrollada por algunos monarcas europeos, caracterizada
por la difusión de las ideas ilustradas, y por la aplicación de una política destinada a contener
los privilegios nobiliarios y eclesiásticos para fortalecer el poder absoluto del monarca. La
monarquía puso “las luces” a disposición del estado, para conseguir el progreso y la felicidad
del pueblo, pero sin contar con su opinión ni su consentimiento, y que se resume en la
expresión “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Las ideas ilustradas fueron utilizadas por
los monarcas para dar una apariencia intelectual y moderna a una política interesada y
escasamente novedosa. La contradicción de utilizar una ideología emanada de la burguesía
sin contar con ésta puso fin a la postre a este sistema, como demostraron las revoluciones
liberales.
En España el despotismo ilustrado tiene como uno de los mejores representantes a Carlos III
(1759-1788), aunque ya antes, durante los reinados de Felipe V y Fernando VI, se aplicaron
algunas medidas de carácter ilustrado. Carlos III intentó modernizar el estado rodeándose de
ministros y consejeros reformistas, como Campomanes, Olavide o Jovellanos entre otros,
críticos con los males del país: la escasa educación, las supersticiones de la cultura popular, el
desprestigio de las actividades productivas debido a una mentalidad guiada por la hidalguía,
el régimen de propiedad de la tierra y su bajo rendimiento o los privilegios abusivos de la
Iglesia y la nobleza.
Entre las vías de difusión de la ilustración destacan, la reforma de la universidad y la
educación, diferenciada según la posición social y con una clara finalidad práctica; la
fundación de instituciones de carácter científico (academia de las Ciencias y de Medicina);
las Academias Reales (de la lengua, de historia y bellas artes); las expediciones científicas; las
Sociedades Económicas de Amigos del País, que impartían clases de agricultura, artes e
industria, propiciaban la aplicación de nuevas técnicas, crearon talleres, difundían las nuevas
teorías económicas, a través de libros y la prensa periódica, y ofrecían premios a la
innovación.
Entre las medidas para el aumento de la producción y la riqueza destacan, la construcción
de infraestructuras como los canales, mejora de los caminos y puertos, la reforma de la
Hacienda con los vales reales, la creación de las Reales Fábricas para artículos de lujo (cristal,
porcelana, tapices) o el proyecto de una Ley Agraria.
También destaca la reforma urbanística de Madrid, a través del empedrado, farolas, paseos, o
un sistema de evacuación de residuos...
No obstante, las reformas llevadas a cabo no transformaron las estructuras socioeconómicas
del país y durante el reinado de Carlos IV la revolución francesa puso fin al proceso de
reformas.
5. Representa una línea del tiempo desde 1700 hasta 1788, situando en ella los principales acontecimientos históricos.
- 1700-1746: reinado de Felipe V (dinastía Borbón).
- 1702-1714: guerra de Sucesión española.
- 1707-1716: centralización y reforma de la administración territorial española. Creación
de las secretarias de estado.
- 1714: fin de la guerra de Sucesión. España cede los Países Bajos y sus territorios en
Italia a Austria, Sicilia a Saboya, y Gibraltar y Menorca a Gran Bretaña.
- 1733-1761: pactos de familia con Francia.
- 1733-1738: guerra de Sucesión polaca. España recupera militarmente Nápoles y Sicilia.
- 1738-1754: etapa de gobierno reformista de José del Campillo y del marqués de la
Ensenada.
- 1746-1759: reinado de Fernando VI.
- 1749 y ss.: construcción de una red vial de carreteras y de canales navegables.
- 1756-1763: guerra de los Siete Años. España obtiene Luisiana.
- 1759-1788: reinado de Carlos III. Plena Ilustración española.
- 1765-1786: creación de sociedades económicas de amigos del país.
- 1766: motín de Esquilache. Expulsión de los jesuitas.
- 1769-1775: colonización de Sierra Morena.
- 1776-1783: guerra de Independencia estadounidense. España recupera Menorca y
Florida.
- 1777-1792: gobierno de Floridablanca.
- 1777-1789: expediciones científicas a Chile, Perú, Nueva Granada y Nueva España.
- 1778: decreto de libre comercio para América.
- 1788-1808: reinado de Carlos IV; Godoy, jefe del gobierno, 1792-1808.
Términos Históricos
➔ Felipe V, rey de España entre 1700 y 1746 y primer monarca de la dinastía de los
borbones. Tras la guerra de sucesión, el tratado de Utrecht, firmado en 1713, le
reconocía como rey. En 1724 abdicaba a favor de su hijo Luis I, pero su prematura
muerte le obligó a retornar al trono. El cambio dinástico dio lugar a importantes
transformaciones políticas. Felipe V iba a imponer el modelo francés, centralizador y
unificador, iniciando un periodo de importantes reformas con los Decretos de Nueva
Planta, que modificaron la estructura territorial y jurídica de España, unificándola
según el modelo castellano. De esta forma se consiguió, en gran medida, una
monarquía unitaria. Sustituyó los Consejos por las Secretarías como organismos
básicos de la administración central, y creó las Intendencias para la administración
territorial. En política exterior se centró en la defensa del Imperio colonial frente a
Inglaterra, y en la búsqueda de reinos para los hijos de su segunda esposa, Isabel de
Farnesio, para lo que se firmaron dos pactos de familia con Francia y que provocó una
situación de guerra constante que empobreció al país.
➔ Tratado de Utrecht, conjunto de pactos bilaterales firmados en 1713 que ponían fin a
la Guerra de Sucesión Española que enfrentó al bando borbónico, que apoyó a Felipe
V, y el bando austriaco, que apoyó al archiduque Carlos. El resultado final de esta serie
de tratados, entre los que se puede incluir el de Rastatt de 1714, fue: Felipe V era
reconocido como rey de España, una vez aceptadas las condiciones impuestas por
Inglaterra, la gran beneficiada, que consiguió importantes concesiones comerciales de
España -el navío de permiso y el asiento de negros- y territorios estratégicos como
Gibraltar o Menorca, mientras que Francia le cedió Terranova. España perdía todos sus
territorios en Europa, lo que cambió el mapa político. Se cedía los Países Bajos,
Milanesado, Nápoles y Cerdeña a Austria; Sicilia a Saboya y plazas en Flandes para
Holanda; además se devolvía Sacramento a Portugal. Felipe V renunciaba a sus
derechos al trono francés, el emperador Carlos VI al trono español y Francia retiraba su
apoyo a las pretensiones de los Estuardo al trono inglés. No obstante, las hostilidades
continuaron en Cataluña y Mallorca. El tratado dio lugar a un nuevo orden europeo
➔ Decretos de Nueva Planta, conjunto de textos legales promulgados entre 1707 y 1716
por Felipe V que fueron aplicados a los territorios de la Corona de Aragón en represalia
por el apoyo prestado al archiduque Carlos de Austria en la Guerra de Sucesión. Los
decretos modificaron la estructura territorial y jurídica de España, unificándola según
el modelo castellano, de manera que la antigua Corona de Aragón desapareció.
Primero se aplicó en Valencia y Aragón (1707) y, finalmente, tras la guerra también se
aplicaron los decretos en Mallorca (1715) y Cataluña (1716). Los decretos permitieron el
establecimiento de un nuevo sistema político y administrativo en estos territorios,
desaparecían fueros, privilegios y las instituciones particulares, como las Cortes
(Aragón, Valencia y Cataluña) y el Consejo de Aragón. De esta forma se consiguió en
gran medida una monarquía unitaria
➔ Carlos III, rey de España entre 1759 y 1788. Venía de reinar 25 años en Nápoles y Sicilia
según principios ilustrados que intentó aplicar en España para modernizar el estado.
Así, los primeros años de su reinado se caracterizan por una serie de reformas
realizadas por ministros italianos, especialmente Esquilache, reformas que
erosionaban los privilegios de la nobleza, el clero y los gremios en favor de la
burguesía, y que provocaron una creciente irritación popular que terminaría
desencadenando el llamado motín de Esquilache en 1766. Entre las principales
medidas, la política regalista y la expulsión de los jesuitas, el saneamiento de la
Hacienda (vales reales), la creación de las Reales fábricas, las Sociedades de Amigos
del País, la política agraria o la liberalización del comercio con América. La política
exterior se caracterizó por la firma del tercer Pacto de Familia con Francia y la lucha
contra Inglaterra, que terminó con un triunfo español al participar con éxito en la
guerra de Independencia americana, que permitió recuperar Menorca y las dos
Floridas.
➔ Jovellanos, intelectual español de la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX
que desempeñó diferentes cargos judiciales y fue uno de los personajes más
influyentes de la Ilustración. Cultivó varios géneros literarios, pero destacó por sus
escritos sobre educación y temas económicos, con posiciones muy cercanas al
Liberalismo. Colaboró en los proyectos de reforma encargados por Carlos III y realizó el
informe del proyecto de Ley Agraria, donde denunciaba la excesiva cantidad de tierras
amortizadas como el mayor problema de la agricultura española. Fue amigo del
pintor Goya por el que fue retratado.
➔ Pactos de Familia, tratados de ayuda y defensa mutua firmados entre España y
Francia en el siglo XVIII, así denominados por el parentesco existente entre los
monarcas de ambos países. Tras la firma del tratado de Utrecht en 1713 España pasa a
ser una potencia de segundo orden, convirtiéndose en aliada de Francia y
necesitando su apoyo para recuperar los territorios perdidos en el tratado. Se firmaron
tres pactos, dos durante el reinado de Felipe V contra Austria, que permitió recuperar
Nápoles y Sicilia para don Carlos y el ducado de Parma para Felipe, ambos hijos de su
segunda esposa. El tercer pacto se firmó durante el reinado de Carlos III contra
Inglaterra, participando en la guerra de los Siete años, por el que se cedió Florida a
Inglaterra, y, posteriormente, en la guerra de independencia de los EEUU, que supuso
la recuperación de Menorca y las Floridas.
➔ Canal de Castilla. Es una de las obras hidráulicas más importantes realizadas en
España y comenzada a mediados del siglo XVIII en el reinado de Fernando VI.
Realizada en el marco de la política de dotación de obras públicas llevadas a cabo por
su principal ministro, el marqués de Ensenada. El objetivo principal de su
construcción fue servir como vía fluvial de comunicación y transporte, que
solucionase el problema de aislamiento al que estaba sometida la meseta castellana y
leonesa, debido a una orografía complicada y una deficiente y mal conservada red
viaria, que dificultaba y hacía casi imposible el transporte de los excedentes agrarios
de la región, cereales en su mayoría. Por diferentes avatares las obras no se finalizarían
hasta mediados del siglo XIX.

También podría gustarte