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BLOQUE 4

20) EXPLICA LAS CAUSAS DE LA GUERRA DE SUCESION ESPAÑOLA Y LA


COMPOSICION DE LOS BANDOS EN CONFLICTO
A la muerte de Carlos II de Habsburgo sin descendencia en 1700, dos parientes suyos aspiran a
heredar su corona: por un lado, el archiduque Carlos de Habsburgo, segundo hijo del emperador
Leopoldo I de Austria, y por otro el príncipe Felipe de Anjou, nieto del rey Luis XIV de Francia
(de la dinastía de los Borbones).
Carlos II, poco antes de su muerte, buscando la protección del todopoderoso rey Luis XIV de
Francia, se decide por el candidato francés y nombra heredero a Felipe de Anjou con la
intención de evitar la desintegración de la monarquía española. Pero con ello no evitó ni la
guerra ni la desmembración del Imperio.
La ocupación francesa de varias plazas en los Países Bajos y la negativa a aceptar la renuncia a
una futura unificación de Francia y la Corona española, llevaron a Austria, Inglaterra y las
Provincias Unidas a constituir la Gran Alianza de la Haya (1701) a la que se unieron Portugal,
Prusia y el ducado de Saboya. Se inició así la Guerra de Sucesión (1701-15)
Por tanto, las causas del conflicto se encuentran en:

 La oposición austriaca al testamento de Carlos II

 La apertura a Francia del comercio con las Indias, lo que provocó el recelo de Inglaterra
y Holanda, contrarias a que una sola potencia reuniera en sus manos todas las
posesiones imperiales.

 La toma por parte de Francia de varias plazas en los Países Bajos lo que suponía una
amenaza para Holanda
En cuanto a los contendientes, Felipe de Borbón solo contaba con el apoyo de Francia y España,
aunque no de toda España, mientras el candidato austriaco pronto contó con el apoyo de
Inglaterra, Holanda y la mayor parte de los príncipes del Sacro Imperio Romano Germánico. A
estos se añadieron después Portugal y Saboya.
En España, los diferentes reinos y territorios se dividen a favor de uno u otro candidato,
teniendo en cuenta el modelo de Estado que defiende cada uno.
- Los felipistas o borbónicos son mayoría en la Corona de Castilla, están a favor de la
centralización política de la monarquía absoluta, cuenta con el apoyo de los sectores populares,
los grandes sufridores de la decadencia económica y del poder de los Austrias. La nobleza
castellana recela de los Borbones y espera el desarrollo del conflicto para colocarse del lado del
candidato que vaya ganando.
- Los australitas se encuentran en la Corona de Aragón, especialmente en Cataluña; defienden
un modelo de Estado confederal, basado en el pactismo y en la soberanía de las Cortes de los
diferentes reinos. Además, en Cataluña había un fuerte sentimiento anti francés desde la
ocupación de su territorio durante la Guerra de los Segadores (1640-1652), y un buen recuerdo
del reinado de Carlos II, en el que se habían respetado los fueros y había comenzado la
recuperación económica.
La guerra resultó larga e indecisa, ya que dentro de la Península las tropas de Felipe V lograban
victorias (Almansa, 1707, Brihuega y Villaviciosa, 1710), mientras en el exterior la victoria se
inclinó al bando aliado dirigido por Gran Bretaña gracias a su supremacía naval y que logro
hacerse con Gibraltar y Menorca en nombre de Carlos. La guerra terminó con el triunfo de
Felipe V. Un acontecimiento internacional clave para entender el desenlace del conflicto fue el
acceso al trono imperial del archiduque Carlos de Habsburgo. En esta situación, sus antiguos
aliados iniciaron las negociaciones con Francia, que culminaron con la firma de los Tratados de
Utrecht y Rastadt
22)DETALLA LAS CARACTERISTICAS DEL NUEVO ORDEN EUROPEO
SURGIDO DE LA PAZ DE UTRECHT Y EL PAPEL DE ESPAÑA EN ÉL.
La Guerra de Sucesión española (1701-1713) tendrán diversas alternancias, pero en 1711 el
candidato austriaco (el archiduque Carlos de Habsburgo) se convierte en emperador de Austria
al morir su hermano José I sin descendencia. A partir de este momento sus aliados de Alianza,
agotados por la larga guerra, comienzan las negociaciones de paz.
Ambos bandos firman la Paz de Utrecht y los aliados se retiran de Cataluña y Baleares que
continúan la guerra por su cuenta, hasta su derrota final (1714-1715). A cambio del
reconocimiento internacional de su nieto Felipe V como Rey de España (renunciando a la
corona francesa), el monarca francés Luis XIV, permite el reparto de los territorios de la
monarquía española entre las potencias europeas, incumpliendo el testamento de Carlos II.
Las consecuencias de la aplicación de estos acuerdos de paz son:
- Profundo cambio en el concierto internacional europeo: la hegemonía francesa es sustituida
por un equilibrio europeo entre Francia, Gran Bretaña y Austria que caracterizará la política del
siglo XVIII.
- Inglaterra se consolida como una gran potencia naval y comercial, se apodera de los enclaves
estratégicos de Gibraltar y Menorca, obtiene concesiones en el comercio con las Indias
españolas (envío anual de un barco con mercancías a las colonias españolas o “navío de
permiso”) y obtiene además el monopolio del tráfico de esclavos africanos en América (el
“asiento de negros”).
- España perdió sus posesiones europeas. Flandes pasó a manos austriacas, mientras que las
posesiones italianas se repartieron entre Saboya y Austria. De este modo, los principales
intereses españoles pudieron concentrarse en preservar América.
- España es la gran derrotada, se convierte en una potencia de segunda fila. Cede la mayor parte
de sus posesiones europeas, pierde enclaves estratégicos como Gibraltar y Menorca, y entrega el
control del comercio americano, quedando reducida a los límites actuales, con la excepción del
imperio americano. En el interior, supuso el acceso al trono de una nueva dinastía la de los
Borbones (existente en la actualidad) y con ella un modelo centralizador. Pero, también se
produjo una reorientación de la política exterior española, cuyos objetivos van a ser la defensa
de las posesiones americanas y la recuperación de los territorios perdidos. Por tanto, ahora el
enemigo fue Inglaterra y en menor medida Austria, y la aliada natural, Francia, unida por lazos
familiares a la nueva dinastía española. Ante ello, España y Francia firmarán durante el Siglo
XVIII tres Pactos de Familia, contra el Reino de Gran Bretaña.
Los dos primeros firmados durante el reinado de Felipe V. Por el Primero (1733), España
obtenía el reino de Nápoles para el archiduque Carlos (futuro Carlos III), y por el Segundo
(1743), los ducados de Parma y Guastalla para el infante don Felipe. El Tercer Pacto de Familia
(1761) se firmó durante el reinado de Carlos III y supuso el apoyo a Francia en la Guerra de los
Siete Años y el posterior apoyo a los colonos norteamericanos en su guerra contra Inglaterra -
Guerra de Independencia-, que finalizó con la devolución a España de Menorca y Florida, pero
no Gibraltar.
La aceptación de Felipe de Borbón (Felipe V) como rey de España por parte del resto de las
monarquías europeas, con la instauración de una monarquía absolutista tal como en Francia,
donde todo el poder era ejercido por el monarca.
Las cortes del reino de Aragón y Cataluña fueron absorbidas por Castilla, y beneficiadas por las
nuevas relaciones comerciales.
23) DEFINE QUÉ FUERON LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA Y EXPLICA
SU IMPORTANCIA EN LA CONFIGURACIÓN DEL NUEVO ESTADO
BORBÓNICO.
Los Decretos de Nueva Planta son una serie de medidas adoptadas por Felipe V , entre 1707 y
1716 en la Corona de Aragón, como supuesta represalia por no haberle apoyado en la guerra,
que suponen la desaparición de sus fueros e instituciones y la introducción de instituciones
semejantes a las castellanas.
Se suprimieron todas las instituciones (Cortes, diputaciones, concejos) y fueros. En su lugar se
imponen las leyes, instituciones y cargos castellanos. Se impondrá el castellano como idioma
oficial. Desaparecerán las fronteras con Castilla. Introducirán una contribución/impuestos
únicos y una nueva división del territorio en provincias. Los Decretos de Nueva Planta habían
convertido a los reinos de la Corona de Aragón en provincias gobernadas por un capitán
general. Este sistema provincial se generalizo en toda España, que se dividió en once capitanías
generales.
La administración territorial quedó en manos de nuevos cargos:
-Los intendentes (antecedentes de los gobernadores civiles), creados durante la Guerra de
Sucesión, se establecieron definitivamente desde 1749 con poderes judiciales, administrativos,
fiscales e incluso militares. Eran nombrados por el monarca o por el Secretario de Estado y de
ellos dependían los antiguos corregidores, que controlaban los municipios.
-Los capitanes generales, con competencias militares, sustituyeron a los virreyes, salvo en
América. Presidían las Audiencias, por lo que tenían también competencias judiciales. Junto a
los intendentes constituyeron los ejes del nuevo absolutismo en las provincias.
De esta forma, el territorio quedó uniformizado según el modelo de Castilla y se consiguió la
monarquía unitaria a la que aspiraba el conde duque de Olivares. Pese a ello la igualdad entre
los reinos no fue total. El País Vasco y Navarra mantuvieron sus fueros y aduanas, y Navarra
mantuvo, además, sus Cortes y su virrey, como recompensa por haber apoyado al candidato
Borbón en la Guerra de Sucesión.
Los Decretos de Nueva Planta, aparte de formar parte de las medidas represoras contra los
territorios rebeldes, sirven muy bien a los objetivos unificadores y centralizadores de los
Borbones:
- Establecen la unidad política, jurídica y administrativa de los reinos españoles. Buscan acabar
con los particularismos territoriales, culturales y lingüísticas, y castellanizar la estructura
política y administrativa del Estado.
Además de estas medidas, se crea de una nueva administración central (gobierno central). El
sistema tradicional de gobierno de los Austrias, basado en consejos, queda relegado. Sólo el
Consejo de Castilla tiene un papel importante y pasa a serlo de todo el reino, con funciones
consultivas en gobierno de interior y como tribunal superior de justicia. Las Cortes de Castilla
se convierten ahora en Cortes de toda España, pero apenas se convocan y conservan una única
función la jura del heredero de la corona. Los Consejos son reemplazados por secretarios de
Estado y de despacho, antecedentes de los actuales ministerios con competencias sobre un
determinado asunto para todo el territorio. Con ello se pretendía apartar del poder a la nobleza y
agilizar la actuación de la administración. Eran órganos unipersonales elegidos directamente por
el rey y solo respondían ante él. Solían ocuparse de un aspecto del gobierno y, aunque su
número y funciones variaron a lo largo del siglo, se tendió a fijarlos en seis: Hacienda, Guerra,
Marina, Justicia, Indias y Estado (Asuntos Exteriores). Carlos III en 1787 crea la Junta
Suprema de Estado, antecedente del actual Consejo de Ministros.
El ejército también se reformará con la institución de los regimientos en lugar de los tercios.
Este nuevo ejército se compondrá de voluntarios, de levas obligatorias de vagos y maleantes y
de quintos. También, con Fernando VI, se intentó la construcción de una potente armada con la
que defender el amplio territorio de la monarquía. Como resultado de estas reformas España se
convirtió en la tercera potencia naval europea, solo por detrás de Inglaterra y Francia.
Estas reformas en la Península también tuvieron sus repercusiones en América. De los órganos
de gobierno existentes en España: el Consejo de Indias limitó sus funciones a las de
asesoramiento y judiciales, mientras que la Casa de Contratación, traslada su sede de Sevilla a
Cádiz y va perdiendo atribuciones hasta terminar por desaparecer en 1790.
En cuanto a los órganos existentes en América, persiste la división en virreinatos, aunque se
crean dos nuevos: el de Nueva Granada (con Felipe V) y el del Río de la Plata (con Carlos III),
ambos con el fin de mejorar la defensa del territorio. Con este mismo objetivo se creó un
ejército regular americano. Pero sin duda los más significativo fueron la sustitución de los
criollos por funcionarios españoles y la introducción de la figura del intendente, que vino a
sustituir a los antiguos gobernadores y corregidores.
Los resultados de estas reformas en América fueron más bien limitados, pues si bien se
consiguió acabar con los abusos y reducir la corrupción, chocó con la oposición de los criollos.
Estas reformas fomentaron la unificación del país. A pesar de que la mayor parte de las
propuestas fracasaron, sobre todo en América, un tiempo más tarde a los criollos les servirá para
provocar los movimientos que dieron paso a la independencia.

24) COMENTA LAS IDEAS FUNDAMENTALES DE LA ILUSTRACIÓN Y


DEFINE EL CONCEPTO DE DESPOTISMO ILUSTRADO.
La Ilustración es una nueva corriente de pensamiento que se desarrolló por Europa en el siglo
XVIII, caracterizado por la confianza en la razón para resolver cualquier problema y facilitar el
progreso de la sociedad. Sus raíces se encuentran en las corrientes racionalistas y empiristas del
siglo XVII, pero es en Francia donde se encuentran sus principales personalidades y su centro
difusor, a través de la Enciclopedia
El pensamiento ilustrado careció de una teoría sistemática; sus ideas procedían de la suma de
aportaciones de diversos autores: Locke, Montesquieu, Rousseau, Voltaire...; pero sí presentaba
unas características generales:
- predominio de la razón como instrumento de obtención de la verdad frente a otras formas de
conocimiento como la revelación, la tradición; de ello se deduce la utilización de la crítica para
denunciar todo aquello que se opone a la razón (Voltaire);
- tolerancia religiosa como manifestación de la libertad y pluralidad humana;
- interés por las actividades productivas y mejora de las condiciones de vida de las personas,
como medio para conseguir la felicidad
- importancia de la educación tanto para lograr felicidad como para difundir el uso de la razón;
la educación debería estar dirigida por el Estado.
La Ilustración no era esencialmente revolucionaria, ya que no cuestionaba el fundamento del
orden social; se oponía a los privilegios y a las desigualdades legales, pero admitía las
desigualdades económicas y la existencia de una aristocracia de mérito; de hecho, los ilustrados
se van a apoyar en la monarquía absoluta para realizar sus reformas en una 1ª etapa, solo cuando
las reformas sean insuficientes pasará del reformismo a la revolución.
Frente a Europa la introducción y difusión de las nuevas ideas ilustradas en España fue lenta y
difícil. La ausencia de amplios grupos burgueses, el conservadurismo de los medios
intelectuales universitarios, el enorme peso de la Iglesia y la inexistencia de clases medias
formadas explican este retraso. No obstante, se fueron introduciendo lentamente hasta madurar
en la segunda mitad. La Ilustración llegó a España con cierto retraso respecto a Europa, habrá
que esperar a los reinados de Fernando VI y Carlos III para que se introduzcan las ideas
ilustradas en España. En la primera generación destacó el P. Feijoo En la 2ª están Campomanes,
Floridablanca y Jovellanos.
La preocupación por la decadencia de España tiene una raíz económica. De ahí:
a) La necesidad de desarrollar en España el cultivo de las «ciencias útiles» (matemáticas, física
moderna, química...). Proponían renovar el sistema educativo del país. Defendieron la
necesidad de imponer una enseñanza útil y práctica, obligatoria para todos en los primeros
niveles, común a los dos sexos e impregnada por los nuevos conocimientos y relacionada con el
extranjero

b) El análisis de la estructura económico-social para buscar la raíz de la decadencia. Por ello


proponen una serie de reformas, que contribuyeran al crecimiento económico.
Para la difusión del pensamiento ilustrado fue necesaria la creación de nuevas instituciones
como las Academias y las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País (que aparecen
con Carlos III). Pero la novedad más importante fue la aparición de la prensa periódica (no era
una prensa de actualidad política, sino científica, literaria, filosófica o sociológica).
Pero, En su divulgación chocaban frontalmente con la Inquisición en su labor de control
ideológico, y con la Compañía de Jesús por el monopolio que esta tenía sobre la Enseñanza
Media. Además, sus proyectos de reforma social y económica tropezaron con las barreras de
gran parte de la nobleza y el clero.
En cuanto al despotismo ilustrado, se trata de un sistema político desarrollado sobre todo en
Europa en la segunda mitad del XVIII, a partir del modelo francés. Consiste en la asociación de
la monarquía absoluta y los filósofos ilustrados. Los ilustrados interesados en modernizar el país
y mejorar la cultura de sus habitantes, propondrán un programa de reformas que habría de ser
impuesto por el rey. Con ello, la Corona se beneficiaría de la mayor prosperidad y riqueza del
país, lo que permitiría aumentar los ingresos de la Hacienda y obtener mayores recursos para
obtener un reino más poderoso. Sin embargo, este proyecto acabó fracasando en todas partes,
porque las reformas chocaron con los privilegios de las clases dominantes, favorecidas por la
propia monarquía. De ahí el lema “todo para el pueblo pero sin el pueblo”. Entre sus
actuaciones destacan:
a) Racionalización de la vida política, creando una administración centralizada y uniforme.
b) Política fiscal moderna, mediante la creación de la «contribución única», que grava todo tipo
de riqueza sin distinción de quién sea su poseedor.
c) Nueva política cultural: Control del Estado sobre la educación para modernizarla.
d) Nueva política eclesiástica: control y restricciones de los privilegios y del poder del clero;
intentos de reducir el poder del Papa sobre las Iglesias de cada país.
En España Carlos III (1759-1788) es el monarca que mejor refleja los ideales del despotismo
ilustrado. Se rodea de ministros y consejeros reformistas como el conde de Aranda, el conde de
Floridablanca y el más destacado en su reinado que fue Campomanes. Sus reformas afectaron a
todos los ámbitos:
- Religiosas: Con los Borbones culmina la política regalista introducida en España por los Reyes
Católicos. Esta política será impulsada por Carlos III quien acabó con determinadas costumbres,
limitó el poder de la Inquisición y expulsó a los jesuitas (1767) (a los que se les responsabilizó
de ser los promotores del Motín de Esquilache). Pero, además, disolvió la orden.
- Económicas: La nueva dinastía consiguió un relativo saneamiento de la Hacienda Real, debido
a la pérdida de las posesiones europeas tras la Paz de Utrecht y a la aplicación de algunas
reformas fiscales Pero la necesidad de obtener recursos para hacer frente a los nuevos
conflictos, llevaron a Carlos III a crear la lotería nacional, introducir los vales reales y para su
gestión creó el Banco de San Carlos.
- Comercio: Los nuevos monarcas intentaron reactivar el comercio interior mediante la
supresión de aduanas y peajes (con Felipe V) y mediante la mejora de caminos. En este sentido,
Fernando VI proyecto una red de caminos de carácter radial y promovió la construcción de
canales interiores como el Canal de Castilla, obras que serán continuadas por Carlos III.
Además, este monarca introdujo algunas medidas liberalizadoras como el Libre comercio de
Granos (1765) -que ocasionó una subida de precios, una de las causas del Motín de Esquilache-
y el Decreto de Libre Comercio con América (1778).
- Agricultura: Tuvo una atención preferente por parte de Carlos III, influido por las ideas
fisiocráticas. Durante su reinado se elaboraron una serie de informes con las posibles
soluciones, como el Informe sobre el Expediente de la Ley Agraria de Jovellanos. Todos estos
proyectos y documentos del período denunciaban las enormes propiedades amortizadas y
afirmaban que el acceso del campesinado a la propiedad de la tierra era una condición necesaria
para el progreso del país. Sin embargo, la negativa rotunda del clero y la nobleza llevó a la
paralización de las reformas. No obstante, se adoptaron algunas medidas parciales como el
fomento de los regadíos, limitación de los privilegios de la Mesta, arrendamiento a los
campesinos, que tuvieron los suficientes recursos, de las tierras municipales y la colonización de
las tierras despobladas.
- Industria: En este campo, Carlos III abandonó la gestión de las manufacturas reales
promovidas por los monarcas anteriores y en su lugar fomento el sistema de trabajo a domicilio,
redujo los privilegios de los gremios, continuó con una política proteccionista y por la Real
Cedula 1783, declaró honrosas todas las profesiones.
Como ya hemos dicho la otra gran preocupación de los ilustrados fue la mejora de la educación.
Una vez expulsados los jesuitas, Carlos III vio la oportunidad para emprender la reforma en la
educación. Su ideal era una educación diferenciada según la posición social del individuo y con
una clara finalidad práctica. En este sentido, inició la reforma de los estudios universitarios y de
las enseñanzas medias (Estudios de San Isidro de Madrid), pero también se fundaron escuelas
de artes y oficios, ligadas a conocimientos prácticos. Pero su alcance fue bastante limitado por
las numerosas resistencias encontradas.

En suma, el período del Despotismo Ilustrado con sus planteamientos críticos despejo el
camino, sin pretenderlo a las grandes transformaciones liberales del siglo XIX.

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