Actividad de análisis y reflexión

Actualmente los especialistas en gestión de personas plantean que el modelo de

selección de personal de las empresas debe tender a valorar las competencias soft
de los candidatos, más que en las habilidades técnicas demandadas por los
puestos de trabajo, justificando esta postura en la creencia de que será más fácil la
integración de las personas seleccionadas a la cultura de la empresa, y ello
determinará un incremento tanto de la productividad como del compromiso.

Desde su punto de vista, ¿qué implicaciones tiene este planteamiento

respecto a los programas de desarrollo de personas que las empresas deben
proponer?

Es importante considerar varios aspectos para entrar a definir si debe tener más relevancia en los
procesos de selección las habilidades o competencias soft que el conocimiento

En primer lugar, el cargo a ocupar, aquí tenemos que evaluar las actividades a desarrollar,
operativas, administrativas, el grado de relacionamiento que tenga el cargo, el rendimiento y
productividad, de tal manera que si es un cargo netamente operativo y su nivel de relacionamiento
es bajo, las habilidades blandas solo aportaran para el desarrollo social de trabajador, porque su
rendimiento y productividad dependerán en gran medida del conocimiento y habilidad para
desarrollar la actividad

Por otro lado un cargo que tenga un nivel de relacionamiento alto y lidere equipos de trabajo, es
responsable de la productividad y rendimiento de áreas core del negocio, deberá tener habilidades
soft muy desarrolladas para lograr los resultados previstos por la organización, teniendo es cuenta
que es un elemento motivador del equipo que lidera pero de igual manera deberá tener
habilidades o competencias muy bien fundamentas en conocimiento y experiencia para dar el
soporte técnico a ese mismo grupo de personas q están a su cargo y se espera un excelente
resultado.

El otro elemento para considerar es la cultura organizacional, donde se debe asegurar que el
trabajador o candidato se integre de manera ágil y cómoda a las competencias de genéricas de la
organización

Teniendo en cuenta el enfoque anterior los programas de desarrollo de personal deben diseñarse
teniendo en cuenta las características definidas en los perfiles de cargo para determinar las
actividades especificas para el desarrollo de competencias soft, que permitan mejorar los
ambientes laborales y así una mayor integración y sentido de compromiso y pertenencia de los
trabajadores para el logro de los objetivos estratégicos de la organización, pero también
actividades que propendan por el desarrollo de competencias técnicas que aseguren el desarrollo
profesional, y tecnológico del personal, para mantener vigente a la organización como líder del
mercado en la línea de negocio en que se desempeñe.
Es fundamental considerar varios aspectos al determinar la importancia relativa de las habilidades
blandas, competencias soft y el conocimiento en los procesos de selección:

En primer lugar, es necesario evaluar el puesto que se va a ocupar. Esto implica analizar las tareas
que se llevarán a cabo, ya sean operativas o administrativas, así como el grado de interacción que
el puesto requiere. Además, es esencial considerar el rendimiento y la productividad esperados. En
situaciones en las que el trabajo es principalmente operativo y el nivel de interacción es limitado,
el énfasis recae en el conocimiento y la capacidad técnica para realizar las tareas de manera
eficiente. En este contexto, las habilidades blandas pueden contribuir al desarrollo personal del
empleado, pero su desempeño depende en gran medida de su conocimiento y competencia en la
tarea.

Por otro lado, en roles que implican un alto grado de interacción y liderazgo de equipos, con
responsabilidad en áreas esenciales del negocio, las habilidades blandas adquieren una
importancia significativa. En estos casos, un individuo debe poseer habilidades blandas bien
desarrolladas para lograr los resultados previstos por la organización. Esto se debe a que estas
habilidades son esenciales para motivar al equipo que lidera y fomentar un entorno de trabajo
productivo. Sin embargo, no se pueden subestimar las habilidades técnicas y el conocimiento, ya
que también son fundamentales para proporcionar el soporte técnico necesario y garantizar un
excelente rendimiento del equipo bajo su supervisión.

Además, es crucial considerar la cultura organizacional al evaluar a un candidato o empleado. La

persona seleccionada debe poder integrarse de manera fluida en la cultura de la organización y
alinear sus competencias genéricas con las expectativas de la empresa.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, los programas de desarrollo de personal deben ser
diseñados de manera personalizada, teniendo en cuenta las características específicas de los
perfiles de los puestos. Esto implica la implementación de actividades destinadas al desarrollo de
habilidades blandas que mejoren el ambiente laboral, fomenten la integración y fomenten el
compromiso y el sentido de pertenencia de los empleados para lograr los objetivos estratégicos de
la organización. También es esencial incluir actividades orientadas al desarrollo de competencias
técnicas para garantizar el crecimiento profesional y tecnológico del personal. Esto contribuirá a
mantener a la organización en una posición líder en su línea de negocio.