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“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”

Escuela profesional de Derecho y Ciencias Políticas.

Alumna:
Díaz Palomino, Yessica Geraldine
Curso:
Derecho Civil V:
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES
Docente:
Luisa Huaripata Laurente
Tema:
 El Derecho Privado y el Derecho Público.
 Derechos Patrimoniales y Derechos Extra patrimoniales.
 Derechos Reales y Derechos de Obligación.
 Teoría General de las Obligaciones: Etimología.
 Evolución del término.
 Definición.
 Naturaleza Jurídica

Huacho 01 de diciembre 2023


DEDICATORIA
Dedico el presente trabajo a mis hijos y a mi querida
madre por ser parte de mi vida símbolo de constante
superación, por el apoyo incondicional a mi esposo y a
cada uno de mis docentes por su colaboración y
desempeño para poder comprender muchas
complejidades que existen en el marco de nuestra
carrera ya sobre todo en el mundo del derecho civil.
Muchas gracias.
AGRADECIMIENTO
A dios por permitirme que este trabajo a
pesar de su complejidad sea todo un hecho, por
guiarme en cada que doy, para conseguir nuestros
objetivos y poder llegar a la gran meta.

También a mi madre, hermanos y esposo


por su apoyo económico y moral a lo largo del
tiempo académico y sobre todo a mi madre por el
apoyo en el cuidado de mis hijos, cada uno de los
antes mencionados siempre tendrán un espacio a
lo largo de mi vida profesional.
INTRODUCCIÓN
¨DERECHO PÚBLICO Y PRIVADO¨
El presente trabajo que se analizara ¨DERECHO PUBLICO Y PRIVADO¨, se trata
de la división tradicional del derecho, técnica social especifica de un orden coercitivo, que
consiste en provocar la deseada conducta social de los hombres a través de una amenaza
correctiva en caso de que produzca una conducta contraria (kelsen, s.f.), quien es el
máximo exponente del derecho constitucional. Por ello, el derecho, es un conjunto de
normas regulatorias de las relaciones sociales, permite resolver los problemas
interpersonales. En el primer capítulo se abordara además sobre las definiciones del
derecho según diferentes autores como (kelsen, s.f.), (vecchio, s.f.), (cossio, s.f.), entre
otros para un conocimiento más amplio del derecho.

Al saber entonces que es el derecho, seguidamente se analizará sobre la gran


división tradicional del derecho distingue entre el derecho público y el derecho privado,
conocida ya desde el antiguo derecho romano. Según la definición de (ulpiano, s.f.), ¨el
derecho público es el que atañe a la organización de la cosa pública¨. El derecho público se
encarga de regular la actividad del estado y de los entes públicos entre sí, así como sus
reacciones cuando actúan de forma oficial con los particulares y está divido en una serie de
ramas que responden a aspectos concretos de las relaciones del estado. Como: derecho
constitucional, derecho procesal civil, derecho procesal penal, derecho administrativo, etc.
Por otro lado, el derecho privado es la rama del derecho que se ocupa preferentemente de
las relaciones entre particulares.

También se rigen por el derecho privado las relaciones entre particulares y el estado
cuando este actué como un particular, sin ejercer potestad publica alguna. Y se ramifica en
el derecho civil, derecho comercial, derecho industrial, derecho internacional privado. Y
para finalizar desarrollaremos sobre las teorías que aceptan la división del derecho: teoría
del interés en juego, teoría de las normas destructivas, y la teoría que atiende a la naturaleza
de las relaciones jurídicas entre el estado y los particulares. Así mismo a cerca de las teorías
que niegan las divisiones del derecho: teoría alemana y la teoría inglesa, finalmente se
hablara sobre el derecho público y privado en la actualidad.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El desarrollo del derecho se ha clasificado en diferentes periodos
que van de la fundación de roma hasta el imperio de justiniano, en cada uno de ellos hay
rasgos particulares que los distinguen. Sin embargo, para este estudio, es de suma
importancia conocer la fuente del derecho general, ya que es a través de estas que se puede
señalar si existe, o no, una división entre derecho público y derecho privado. Es importante
señalar cuales son los periodos en los que se clasifica la historia del derecho romano, ya
que de estos se forman sus características y principalmente, de donde se encuentra el
fundamento de la clasificación romanista del derecho público y privado. Entre ella
tenemos:

1. Derecho romano arcaico.


Desde la fundación de roma en los años 753 a, c. hasta las promulgaciones de las
leyes de las XII tablas, 449 a.c.
2. Derecho romano preclásico.
Desde la promulgación de las XII tablas, 449 a.c., hasta el final de la republica 27
a.c.
3. Derecho romano clásico.
Desde el final de la república, 27, a.c., hasta el imperio de Alejandro severo, 235
d.c.
4. Derecho romano posclásico.
Desde Alejandro severo, 235 d, c., hasta Justiniano, 527 d.c.
5. Derecho romano justianeo
Desde 527 d.c. hasta el 565 d.c. duración del imperio de Justiniano.

El derecho sirve para regular y armonizar la relación entre los integrantes de una
sociedad y de un estado, para ello, en las naciones occidentales, prevalece la
opinión, originada desde el derecho romano, de que la división del derecho objetivo
será en derecho público y derecho privado, división que seguramente ha sido
tomada del texto de Ulpiano, que este modo las diversas ramas del derecho se
fueron desarrollando y subviniendo siguiendo las líneas de esta distinción.
La clasificación, en la doctrina, del derecho positivo, muestra efectivamente la
existencia de la división en público y privado constituye uno de los problemas de la
ciencia y de la filosofía del derecho, al respecto, se han elaborado diversas teorías,
estaba las que pretender fundamentar la existencia de la división del derecho general
en dos ramas, el público y privado.
Las que señalan que se debe de hablar de una tercera rama, el derecho mixto, y las
que niegan la existencia de cualquier división. Algunos autores, como (Radbruch,
s.f.) consideran las distinciones como una Priorilógico, diversas tendencias se
dirigen hacia la eliminación, Duguit, o hacia una atenuación, considerándola
simplemente relativa, como lo es en opinión de (kelsen, s.f.). Dice (emecerus, s.f.)s
que se trata de una distinción históricamente condicionada pero no lógicamente
necesaria.

El derecho público y privado análisis sobre la evolución del código civil vigente.

La distinción entre Derecho público y privado fue introducida por los juristas
romanos. Según la definición de Ulpiano, el derecho público es el que regula las relaciones
políticas, los fines que el Estado debe alcanzar, y el Derecho privado regula las relaciones
entre los ciudadanos. Los romanos, como señala (Ramos, s.f.), atribuían además a la
expresión ius publicum el sentido de las normas que no pueden ser modificadas o
derogadas por acuerdo o convenio de los particulares. Ello se debe a la doble acepción que
el adjetivo público tuvo en Roma, según explicaba (Bonfante, s.f.). Unas veces público es
igual a estatal y otras veces significa social o común. Y así las normas de Derecho público
son las que afectan al Estado (primera acepción, que se fija en la materia regulada) o las
que interesan a la sociedad o comunidad humana (segunda acepción, que atiende no al
objeto de la norma sino a su inderogabilidad).

Esta distinción, según señala (castan, s.f.), quedó oscurecida y olvidada en las
legislaciones de origen germánico y en la etapa medieval, pero ha sido revalorizada en la
época moderna, viniendo a constituir la clasificación más importante y básica, pero a la
vez, en los últimos tiempos, la más controvertida del derecho. No sólo se discute el criterio
de distinción sino la distinción misma.
Según (castan, s.f.), las teorías fundamentales sobre la distinción son las siguientes:

a) Por la naturaleza del fin o interés protegido. Según este criterio teleológico, el
Derecho público protege los intereses generales, mientras que el Derecho privado tutela los
intereses particulares.

Según (castan, s.f.), este criterio tiene grandes inconvenientes. Entre el interés
público y el particular no existe verdadera contraposición. Como dice (Ferrara, s.f.), el fin
del Derecho es siempre la persecución del interés general, y las mismas normas del
Derecho privado son establecidas para el bien de la sociedad.

b) Por la patrimonialidad o no patrimonialidad del interés defendido.

Según (castan, s.f.), hay normas de Derecho público que tienen objeto patrimonial
(impuestos, expropiación forzosa, retribución de funcionarios) y relaciones de Derecho
privado que tienen carácter exclusivamente personal (derecho al nombre y derechos de la
personalidad, derechos de familia).

c) Por la forma de protección.

Según (Thon, s.f.), lo característico del Derecho privado es que la defensa ha de ser
impetrada por el titular lesionado (acción privada), mientras que lo peculiar del Derecho
público es que se restablece de oficio, es decir, por virtud de una acción que los órganos del
Estado tienen no sólo el derecho sino el deber de promover en caso de violación (acción
pública).

(castan, s.f.) rechaza esta doctrina, pues, aparte de que la forma de la acción es la
consecuencia y no la causa de la naturaleza de la norma, la contraposición no siempre es
verdadera. Hay normas de Derecho privado cuyo imperio puede ser restablecido de oficio,
y, a la inversa, normas que se consideran de derecho público, como las relativas a los
llamados delitos privados, cuya restauración precisa de instancia de parte interesada.

d) Por el origen y función de la norma y su derogabilidad e inderogabilidad.

Según este criterio, son normas de Derecho público aquellas que limitan la libre
voluntad de los hombres, y normas de Derecho privado aquellas que dejan libre juego a esta
voluntad.
Para (castan, s.f.), hay normas de derecho público que dejan libre campo a la
voluntad ( (castan, s.f.) el derecho de sufragio) y normas de derecho privado que se
imponen a la voluntad de las partes y no pueden ser derogadas por las convenciones
particulares. Este último carácter tienen las leyes que regulan la capacidad, muchas de las
de Derecho de familia, las de la sucesión forzosa y algunas de las que afectan a la
propiedad.

e) Por la condición de los sujetos en la relación jurídica regulada.

Atiende este criterio más que a la naturaleza de los sujetos, a la posición y carácter
con que actúan estos en la relación jurídica. El Estado y los demás entes públicos pueden
actuar revestidos de imperium o despojados de él.

Relación de Derecho público, según (rogem, s.f.), es aquella en la cual uno de los
sujetos, activo o pasivo, a los dos a la vez, son el Estado o una autoridad cualquiera y
relación de Derecho privado, aquella en que ambos sujetos son personas o grupos de
personas desprovistos de carácter oficial. Pero para que se trate de Derecho público el
Estado tiene que actuar como poder político o soberano.

g) Teorías negativistas o relativistas.

Algunas concepciones modernas niegan la distinción entre derecho público y


privado. Duguit, 1al eliminar el concepto de derecho subjetivo, elimina también toda
diferencia esencial entre el Derecho público y el privado. Kelsen también rechaza la
distinción, considerándola contraria a la unidad del sistema jurídico y fundada en la
contraposición, que estima ficticia, entre Estado y Derecho.

En nuestro derecho positivo la distinción aparece relativizada por la unidad


intrínseca del Ordenamiento. Así, las normas de derecho privado pueden actuar como
supletorias en el ámbito del derecho público. Así, el Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14
de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Contratos del sector
público establece que los contratos administrativos se regirán, a falta de norma
administrativa, por las normas de derecho privado –artículo 19.2-. El artículo 7.2 de la Ley

1
Decreto legislativo 3/2011, que aprueba el texto refundido de la ley de contratos del sector publico
58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria, reconoce el carácter supletorio de las
disposiciones de derecho común.

El Derecho civil. Concepto histórico y actual.

Según dice (castan, s.f.)(Derecho civil español y foral, Editorial Reus), en el


lenguaje vulgar la palabra civil es anfibológica y de sentido casi puramente negativo,
contraponiéndose unas veces a lo eclesiástico, otras a lo militar, otras a lo administrativo.

La explicación del concepto de Derecho civil exige estudiar su evolución histórica.

En Roma la expresión ius civile tuvo diversas acepciones.

Para un grupo de textos, el ius civile es el propio de cada pueblo. Dice así Gayo que
del mismo modo que las Leyes de Solón son el derecho civil de los atenienses, el Derecho
que usa el pueblo romano se llama derecho civil de los romanos.

En este sentido se contrapone el ius civile al ius gentium, que es un sistema de


Derecho común a todos los pueblos, a todas las naciones, por ser producto de la razón
natural. En Roma este Derecho se desarrolla a través de la obra del Pretor Peregrinus.

Otros textos contraponen el ius civile al ius honorarium o ius pretorium. El ius civile
sería el antiguo derecho, el que recoge los principios tradicionales, mientras el ius
pretorium o ius honorarium sería el nuevo derecho, que atiende a las nuevas necesidades
sociales, que se desarrolla a través de la actuación del Pretor.

Tras la caída del Imperio romano se produce una etapa inicial en la que el derecho
era fundamentalmente de ámbito local y de carácter consuetudinario. Pero a finales del
siglo XI y durante el siglo XII se produce el fenómeno de la recepción del Derecho romano.
Es básica la labor compiladora que realizó Justiniano del derecho romano, desarrollada a
partir del siglo XII los glosadores de Bolonia (Irnerius y sus discípulos). Se identifica
entonces derecho civil con el derecho recibido de Roma, hasta el punto que desde el siglo
XII la obra de Justiniano recibe el nombre de Corpus Iuris Civilis.

Sin embargo, como señalan (Gullón, s.f.), en la época en que se produce la


recepción del Derecho romano, los textos del Corpus Iuris Civilis que tenían carácter
público habían perdido su actualidad y no resultaban aplicables a la nueva situación socio
política. De ahí que los glosadores y comentaristas prestasen mayor atención a las normas e
instituciones privadas, por otra parte las más desarrolladas por los juristas romanos.
Empieza por tanto a abrirse camino la idea de Derecho civil como Derecho privado.

El Derecho civil como Derecho romano recibido desempeñará en la Edad Media el


papel de Derecho común. Políticamente esta idea se reforzó con el intento de restauración
del Imperio Romano por Carlomagno.

En esta época alcanza importante relevancia el derecho canónico, que se desarrolla a


partir de las Decretales de Gregorio IX y se estudia intensamente. El derecho civil tomará
del canónico elementos como la buena fe en la prescripción o la represión de la usura.

Una vez perdida fuerza la idea del Imperio, a mediados del siglo XIII, no por ello el
Derecho romano deja de tener valor de Derecho común, y ahora porque se considera como
ratio scripta.

Entonces el Derecho civil vuelve a convertirse en el derecho de los principios


tradicionales. De él evolucionarán otros derechos para dar respuesta a nuevas realidades
sociales como el Derecho mercantil, que estudiará instituciones como las compañías
mercantiles, la letra de cambio, el comercio marítimo, desconocidas en el Derecho romano.

Con el surgimiento de los modernos estados soberanos se va a recuperar el concepto


de derecho civil como derecho propio de cada pueblo, aunque ahora sólo en el ámbito del
derecho privado. En España, inicialmente el Derecho civil, como derecho común de origen
romano, se contraponía al llamado Derecho real, como derecho propio del Estado, pero ya
en 1771 se publica el libro de Asso y De Manuel “Instituciones civiles del Reino de
España”. El concepto de Derecho civil como derecho privado de cada pueblo era por lo
tanto el vigente en el momento en que se inicia el proceso codificador y quedará
consagrado por el mismo.

El derecho civil en nuestro país ha sufrido un proceso de disgregación, a través de la


descodificación de muchos de sus campos, proceso que se inició ya antes de la publicación
del Código Civil, con leyes como la hipotecaria, la de aguas, la del registro civil o la
notarial.
Frente a estas corrientes disgregadoras aparecen también fuerzas unificadoras que
han llevado en Derechos como el italiano o el suizo a la reunificación de derecho civil y
mercantil, o también en el italiano, según se ha dicho, a la regulación dentro del Código
Civil de las relaciones laborales. En cuanto al Derecho hipotecario, la promulgación de
la Ley Hipotecaria fuera del Código Civil tuvo una explicación meramente coyuntural,
relacionada con las dificultades propias del proceso codificador en España. Roca Sastre
mantuvo que el Derecho hipotecario es un desenvolvimiento de un grupo de preceptos
básicos del Derecho civil, sin llegar a la autonomía ni a la disgregación de éste.

También cabe hacer referencia a los intentos unificadores del derecho privado
producidos en el ámbito europeo, impulsados por la Unión europea. No obstante, la
integración de España en la Unión Europea, ha contribuido en cierta medida a la
disgregación del derecho civil, al pasar a estar algunas de sus materias reguladas por
normas comunitaria, de especial relevancia en materia de derecho internacional privado o
de contratación con consumidores.

Centrándonos ya en el concepto doctrinal de Derecho civil, en los autores


modernos, según explica (castan, s.f.), algunos buscan fórmulas descriptivas, como aquéllas
que consideran el Derecho civil la unión del Derecho privado y del Derecho de familia,
mientras otros siguen fórmulas sincréticas, considerando el Derecho civil como una ciencia
de contenido unitario, como las que lo hacen sinónimo de Derecho privado o las que lo
consideran como Derecho privado común o general.

(castan, s.f.) define el Derecho civil como “el sistema de normas de carácter general
o común que regulan las relaciones jurídicas de los particulares (individuos o entes
colectivos) dentro del agregado social, protegiendo a la persona en sí misma y sus intereses,
tanto de orden moral (esfera de los derechos de la personalidad, de la familia y
corporativos) como de orden patrimonial (esfera de los derechos reales y de obligación, del
patrimonio familiar y de la sucesión mortis causa).

Para (Castro, s.f.)el Derecho civil es “la organización jurídica de la vida íntima de la
nación”.
Debe señalarse también que el concepto de “legislación civil” ha alcanzado
relevancia constitucional, al prever el artículo 148.1.9 de la Constitución la competencia
exclusiva del Estado sobre esta materia. Piénsese en la Sentencia del Tribunal
Constitucional de 20 de marzo de 1997, que salva de la declaración de inconstitucionalidad
de la Ley del suelo estatal determinados preceptos por constituir legislación civil, entre
ellos los relativos al derecho de superficie, el derecho de retorno, o los requisitos para la
declaración de obras nuevas.

Precisamente, el derecho de propiedad del suelo es uno de los campos en los que
mayor debate ha planteado la delimitación del ámbito civil del derecho frente al
urbanístico.

Así se ha dicho que para el Tribunal Constitucional el derecho civil no constituye un


conjunto de instituciones, entendidas en términos absolutos, a las que atribuir determinados
contenidos, sino más bien un procedimiento para resolver conflictos entre particulares y
asignar derechos de carácter privado mediante la atribución de bienes.

La propia Constitución Española incluye el en ámbito de la legislación civil, las


normas para resolver los conflictos de leyes y las normas sobre fuentes del derecho
(artículo 149.1.8).

La codificación civil.

La codificación en España se encuadra dentro de un proceso general de codificación


en los países de nuestro entorno (Francia, Alemania, Italia, Suiza, Portugal), impulsado por
las ideas iusracionalistas que animaron la Revolución francesa, y los posteriores
movimientos liberales. Pero este movimiento en España se ha caracterizado por la lucha
entre las fuerzas centralizadoras que implican la elaboración de un Código Civil, y la de
ciertas regiones en mantener sus propios derechos civiles.

Según dice (castan, s.f.), no encontramos dos etapas en la historia de nuestra


codificación civil. En la primera de ellas se persigue la formación de un Código único que
rigiera en todo el territorio español. En la segunda se acomete la elaboración de un Código
civil general, sobre la base del derecho castellano, y de Apéndices al mismo en los que se
contengan las particularidades vigentes de los derechos forales.
Siguiendo a este autor, en España se puede situar el comienzo del movimiento
codificador en las Cortes de Cádiz, las cuales aprobaron una proposición (del diputado
Espiga y Gadea) para que se llevase a cabo la codificación de las más importantes ramas
del Derecho español. El artículo 258 de la Constitución de 1812 decía “El Código civil y
criminal y el de Comercio, serán unos mismos para toda la Monarquía sin perjuicio de las
variaciones que por particulares circunstancias podrán hacer las Cortes”.

Después de varios proyectos privados, en 1843 se crea la Comisión General de


Códigos. La principal obra de ésta será el Proyecto de 1851, cuyo autor principal fue Don
(Goyena, s.f.), que seguía el sistema de unidad en su forma más centralista, basado en el
derecho de Castilla y en instituciones de derechos extranjeros, fundamentalmente el
francés, eliminando, casi en absoluto, las instituciones de derecho foral.

El fracaso por razones políticas del Código de 1851 hizo que se desistiera por
algunos años de llevar a cabo la codificación civil total y se optase por la publicación de
leyes especiales. A este cambio de orientación respondieron la Ley Hipotecaria de 1861, la
Ley de Matrimonio civil de 1870, la del Registro Civil de 1870, la del Notariado de 1862,
la de Aguas de 1866.

Se retomó la actividad codificadora en 1880 pero sustituyendo el sistema de unidad


exclusivista por el de unidad armónica. Para hacer viable se encargó la elaboración de
Memorias sobre las instituciones civiles de ciertas regiones que fuera conveniente
conservar como excepciones al Código General.

Fracasado un primer intento de elaboración de Ley de Bases, que dio lugar incluso a
la presentación en 1882 de los dos primeros Libros del Código Civil, también por la
oposición de los foralistas a la desaparición de sus propios derechos supletorios, se acaba
aprobando la Ley de Bases de 11 de mayo de 1888, que detalla el procedimiento que debía
ser seguido para la redacción y formación del Código civil, respetando los derechos forales,
salvo en algunas materias excepcionales en las que se establecían normas generales.

Según la Ley de Bases, el futuro Código debería tener en cuenta el Proyecto de


1851, la doctrina, y en materias nuevas soluciones que contasen con un fundamento
científico o que se basasen en precedentes de legislaciones civiles propias o extrañas.
Redactado el Código, tras la discusión parlamentaria, fue aprobado y empezó a regir
el día 1 de mayo de 1889.

Sin embargo, por una Ley de 26 de mayo de 1889, debida a la iniciativa de don
Gumersindo de Azcárate, se manda hacer una nueva edición del Código Civil. Por Real
Decreto de 24 de julio de 1889 fue promulgada esta segunda edición que constituye el
definitivo y vigente texto de nuestro Código Civil.

El Código Civil español.

Está dividido este cuerpo legal en un título preliminar y cuatro libros, subdivididos
éstos en títulos, capítulos y secciones formando un total de 1976 artículos. El último de
ellos contiene la disposición final o cláusula derogatoria y va seguido de trece disposiciones
transitorias y cuatro adicionales, destinadas estas últimas a señalar el procedimiento de
revisión periódica del Código civil cada diez años.

El plan del Código civil español está inspirado en el del Código francés, que a su
vez había seguido las huellas del romano o de Gayo. La principal novedad de nuestro
Código es añadir a los tres libros del Código francés (relativos, respectivamente, a las
personas, a los bienes y modificaciones de la propiedad, y a los distintos modos de adquirir
la propiedad) un cuarto libro dedicado a las obligaciones y contratos. Según (castan, s.f.),
debió de obedecer esta reforma a la finalidad práctica de reducir la desmesurada extensión
del Libro III o bien a la consideración teórica de que los contratos no son en Derecho
español modos, sino simplemente títulos de la adquisición de la propiedad.

La base 1ª de la Ley de 11 de mayo de 1888 determinaba, en la forma que vimos,


los elementos que debían de ser utilizados por los redactores del Código. Pero éstos, según
dice Castán, no hicieron nunca gran caso de la Ley de Bases.

En realidad los elementos que informan nuestro Código Civil, según dijo De Diego,
son los siguientes: 1.- El Proyecto de 1851. 2- Las leyes posteriores (Registro civil, Ley
hipotecaria). 3- Las legislaciones forales en algunos puntos. 4- Los Códigos francés,
italiano y portugués. 5- Ciertas disposiciones tomadas de las costumbres, la doctrina y la
jurisprudencia.
Destaca (castan, s.f.) la influencia de los Códigos extranjeros, particularmente del
francés, que ya había sido la principal inspiración del Proyecto de 1851. Sin embargo, se
aparta del francés y de la mayoría de los demás Códigos latinos, en un aspecto
fundamental: el sistema de la transmisión del dominio y de los demás derechos reales.
También mantiene la especificidad del derecho español, sobre la base del castellano, en
instituciones como la sociedad de gananciales o la regulación de las legítimas.

En cuanto a la influencia de los derechos forales, (castan, s.f.) menciona como


supuestos: la anticipación de la mayoría de edad, la merma en la porción legitimaria de los
hijos y descendientes, con la consiguiente ampliación de la libertad de testar, el
establecimiento de derechos sucesorios para el cónyuge viudo, la introducción de la reserva
lineal o troncal, la libertad de capitulaciones matrimoniales, la introducción del censo a
primeras cepas.

Para (castan, s.f.), aunque sea difícil encontrar en el Código Civil un elemento de
unidad, dado lo heterogéneo de los elementos que lo conforman, en general responde más
al principio individualista que al de la solidaridad social, que se manifiesta con claridad en
la regulación de materias como el contrato de arrendamiento de cosas o servicios, la
propiedad, o la autonomía de la voluntad. Como excepciones favorables al sentido general
del derecho, citaba (castan, s.f.) el reconocimiento del derecho de colindantes o de la
sucesión a favor del Estado en defecto de parientes.

Este autor apuntaba ya el distinto criterio que las Leyes especiales modernas
mostraban, como el caso de la legislación arrendaticia o también la legislación laboral,
tendencia que se acrecienta a partir de la Constitución Española, que consagra a España
como un estado social y democrático de derecho, lo que se ha manifestado, entre otros
campos del derecho civil: en el derecho de familia, con la introducción del principio de
igualdad entre los cónyuges y la nueva regulación de la filiación, incluida la adoptiva, y de
la patria potestad y de la tutela, en el ámbito sucesorio, también suprimiendo las
discriminaciones basadas en la filiación; en el ámbito de la propiedad, donde se da una
nueva interpretación al derecho en base a su función social; en el ámbito contractual, en el
que se introduce la protección de los consumidores e importantes restricciones al principio
de autonomía de la voluntad; y en el ámbito de la responsabilidad civil, en el que el clásico
criterio de imputación basado en la culpa, se sustituye progresivamente por el criterio de
imputación objetiva, basado en el riesgo.

Sus principales modificaciones:

— Ley de 21 de julio de 1904, suprimió el requisito de papel sellado en el


testamento ológrafo.

— Real decreto-ley de 13 de enero de 1928, que redujo al cuarto grado la sucesión


intestada de los colaterales y modificó la del Estado.

— Ley de 8 de septiembre de 1939, que modificó la ausencia y declaración de


fallecimiento, para adaptarla a las circunstancias de la guerra.

— Ley de 24 de abril de 1958, que afectó a más de cincuenta artículos, modificó el


régimen del matrimonio, incrementando el papel de la mujer, aunque sigue en una posición
subordinada.

— La Ley de propiedad horizontal de 21 de julio de 1960 dio nueva redacción al


artículo 396 y añadió un párrafo al 401, conteniendo éstos los principios de la nueva
ordenación de la propiedad horizontal. Modificada, a su vez, por Ley de 6 de abril de 1999.

— Ley de bases de 17 de marzo de 1973, y texto articulado por Decreto de 31 de


mayo de 1974, que dio nueva redacción al título preliminar.

— Ley de 2 de mayo de 1975, dando plena capacidad de obrar a la mujer (sin


perjuicio que en el régimen de gananciales la administración y disposición de bienes seguía
siendo del marido, con ciertas limitaciones).

— Real Decreto-Ley de 16 de Noviembre de 1978, que fijó la mayoría de edad en


los dieciocho años.

— Ley de 13 de mayo de 1981, ésta y la siguiente (de 7 de julio) adaptan el Código


civil en materia de Derecho de familia a la Constitución, en materias matrimoniales y de
filiación.

— Ley de 7 de julio de 1981, reforma el matrimonio, introduciendo el divorcio.


- La Ley de 24 de octubre de 1983, modifica la incapacitación y la tutela,
cambiando el sistema de tutela familiar por el de autoridad.

— Ley de 31 de marzo de 1984, que modificó los artículos necesarios para eliminar
toda referencia a la interdicción civil suprimida anteriormente.

— Ley de 29 de junio de 1984, que deroga el párrafo 2º del artículo 1108 y


determina el interés legal del dinero.

- La Ley de 11 de noviembre de 1987, reforma la adopción, equiparándola a la


filiación por naturaleza.

- Ley de 15 de octubre de 1990, que busca eliminar las discriminaciones por razón
de sexo que se habían mantenido en el Código Civil.

— Ley de 17 de diciembre de 1990, que regula de nuevo la nacionalidad y


parcialmente la vecindad civil.

— Ley de 20 de diciembre de 1991, que modifica el Código en materia de


testamentos.

— Ley de 23 de diciembre de 1994, que modifica una serie de artículos que regulan
el matrimonio civil, en el sentido de que puede ser autorizado también (además de por el
Juez, funcionario en quien delegue o Cónsul) por el Alcalde o concejal en quien aquél
delegue.

— Ley de 15 de enero de 1996, de protección jurídica del menor: modifica de forma


importante el acogimiento (artículos 172 y siguientes), ligeramente la adopción (artículos
175 y siguientes) y hace numerosas correcciones de múltiples artículos.

— Ley de 5 de noviembre de 1999, que modifica el artículo 109 sobre los apellidos,
permitiendo a los padres decidir el orden de los mismos y al hijo, al alcanzar la mayor edad,
alterarlo.

— Ley de enjuiciamiento civil de 7 de enero de 2000, que deroga, no modifica, una


serie de artículos que tenían contenido procesal.
- Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de información, que
modifica el artículo 1262 sobre la perfección del consentimiento contractual.

- Ley 36/2002, de 8 de octubre, de modificación del Código Civil en materia de


nacionalidad.

- Ley Concursal 22/2003, de 9 de julio. Suprime la regulación separada del concurso


de acreedores y de la quita y espera, al regular un único procedimiento de concurso para
comerciantes y no comerciantes.

- Ley Sociedad Limitada Nueva Empresa 7/2003, de 1 de abril, que reforma


artículos como el 1056.2, el 1271 o el 1406.2.

- Ley 41/2003, de 18 de noviembre, de protección de personas con discapacidad,


que modifica artículos como el 808.2, o el 831 Código Civil.

- Ley 13/2005, de 1 de julio, por el que se modifica el Código Civil en materia de


derecho a contraer matrimonio, admitiendo el matrimonio entre personas del mismo sexo.

- Ley 54/2007, de 28 de diciembre, de adopción internacional, que, además de


modificar el artículo 9.5 remitiendo la regulación de la adopción internacional a los
preceptos de la propia ley citada, modifica artículos del régimen de la patria potestad,
guarda y custodia y tutela.

- Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil, modifica el artículo 30,


suprimiendo el requisito de las 24 horas y el de tener figura humana, para entender
producido el nacimiento.

- Ley 12/2015, de 24 de junio, en materia de concesión de la nacionalidad española


a los sefardíes originarios de España, que modifica el artículo 23, exceptuando del requisito
de la renuncia a la nacionalidad anterior, junto a los naturales de países con especiales
vínculos con España, a los sefardíes.

- Ley 15/2015, de 2 de julio, de Jurisdicción Voluntaria. Es una importante reforma


que afecta a materias personales, como la ausencia o la declaración de fallecimiento,
contractuales, como la consignación, y sobre todo de derecho de familia o sucesiones,
destacando el mayor papel que se atribuye al notario en materias como la protocolización
de testamentos no notariales, la interpelatio in iure, la aceptación de la herencia a beneficio
de inventario, o la aprobación de la partición por contador dativo o en el caso del artículo
841 del Código Civil.

- Ley 19/2015, de 13 de julio, de medidas de reforma administrativa en el ámbito


de la Administración de Justicia y del Registro Civil, modifica el artículo 120 del Código
Civil sobre reconocimiento de filiación extramatrimonial.

- Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema de protección a la


infancia y a la adolescencia. Es una reforma que afecta a diversos campos relacionados con
esta materia, modificando artículos relativos al derecho internacional privado en materia de
filiación e instituciones de protección y alimentos legales, recogiendo la remisión a los
textos internacionales vigentes (9 apartados 4, 6 y 7), patria potestad (artículos 154, 158 y
160), guarda y custodia, adopción, tutela, guarda de hecho y consentimiento contractual
(artículo 1263 y 1264, reconociendo la capacidad contractual limitada de los menores de
edad), siendo especialmente destacable la modificación del régimen de las acciones de las
acciones de filiación.

- La Ley 42/2015, de 5 de octubre, de reforma de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de


Enjuiciamiento Civil modifica el artículo 1964, estableciendo en cinco años el plazo
general de prescripción de las acciones civiles.

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Para la siguiente investigación se tomó en cuenta al autor José Castán Tobeñas fue un jurista español, especialmente
destacado por sus trabajos sobre el derecho civil, que llegó a ser presidente del Tribunal Supremo entre 1945 y 1967,
siendo, asimismo, por razón de su cargo, procurador en las Cortes franquistas durante las nueve primeras legislaturas.
CAPITULO I
1. DERECHO PUBLICO
La palabra proviene del vocablo latino ¨directum¨, que significa no apartarse del
buen camino, seguir el sendero señalado por la ley, lo que se dirige o es bien dirigido. En
general se entendió por Derecho, conjunto de normas jurídicas, creadas por el estado para
regular la conducta externa de los hombres y en caso de incumplimiento esta prevista de
una sanción judicial.

¨ El derecho es el conjunto de normas que imponen deberes y normas que confieren


facultades, que establecen las bases de convivencia social y cuyo fin es dotar a todos los
miembros de la sociedad de los mínimos de seguridad, certeza, igualdad, libertad y
justicia¨.

A. Derecho como ordenamiento. -

Es aquel conjunto de normas que tratan de regular la conducta humana mediante


ordenamientos, permisos y prohibiciones.

B. Derecho como fenómeno social. -

Aquel ordenamiento jurídico que nace para el efecto de regular la conducta entre los
individuos, como un grupo. Y tiene cabida, mientras que se encuentre en una sociedad.

C. Derecho como valor.


Es el conjunto de disposiciones que adquieres rango obligatorio y que se encuentran al
servicio de valores sociales, además de tener una finalidad axiológicamente respetable.

D. Derecho como argumentación. -

Es aquel conjunto de normas que se materializan a través del lenguaje, pues este es el
instrumento fundamental del legislador, las palabras diseñan las normas jurídicas.

2. Definiciones por autores. -


a) Hans Kelsen. -

El Derecho se refiere a la técnica social especifica de un orden coercitivo. Se trata


de la técnica social que consiste en provocar la deseada conducta social de los
hombres a través de una amenaza coercitiva en caso de que se produzca una
conducta contraria. Derecho es un imperativo de la vida en sociedad. es necesario
para la convivencia social. La observancia del orden jurídico es indispensable para
lograr una convivencia pacífica y ordenada de los asociados. El derecho una obra
humana solo puede ser comprendido a través de su idea.

b) GIORGIO DEL VECCHIO. -

El derecho es coordinación objetiva de las acciones posibles entre varios sujetos, según un
principio ético que las determina excluyendo todo impedimento.

c) GUSTAV RADBRUCH.-

El Derecho es la realidad que tiene sentido de servir al valor jurídico, a la idea del derecho,
la idea de derecho no puede ser otra que la justicia.

d) GOLDSCHMIDT.-

El Derecho tiende a regular conductas humanas, por medio de normas, buscando la


realización de la justicia.

e) COSSIO.-

El Derecho es vida humana plenaria, realidad geológica ya que: el derecho es conducta en


interferencia intersubjetiva, el derecho considera todas las acciones humanas, el derecho se
interesa por el acto humano en su unidad, el derecho supone la posibilidad de actos de
fuerza, la libertad es interminable contenido del derecho, las normas jurídicas
conceptualizan la conducta en interferencia intersubjetiva, las normas jurídicas imputan
sanciones y son juicios disyuntivos, diferenciándose de Hans Kelsen, que entendía que la
norma era un juicio hipotético.

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