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Persona, sociedad, Estado y Derecho
Introducción
La importancia del derecho es tal que día a día estamos frente a situaciones que son
reguladas por este. Una gran cantidad de las actividades diarias tiene relación con esta
materia: el trabajo que cada uno realiza cotidianamente está sujeto a ciertas reglas de
juego, que buscan cumplir con los valores antedichos; también podemos traer como
ejemplo una compra, por sencilla que fuera, como la del pan, transacción en la que hay
varios efectos relacionados con el derecho.
Reflexión:
¿Qué problemas situacionales muestra el artículo relacionado con Perú y qué similitudes
encontramos con la Guatemala en la que vivimos?
Piense en un caso en el que una regulación de mala calidad tenga un impacto directo en
su vida cotidiana y cuál es el efecto en la sociedad. Sea lo más puntual que pueda.
Contenido
EL SER HUMANO Y LA SOCIEDAD Y SU RELACIÓN CON EL DERECHO
En la vida siempre es importante conocer de dónde se parte para tener una idea
clara sobre cómo vamos. Por eso, iniciaremos conociendo cuál es el papel del ser
humano y la sociedad en el derecho y trataremos de responder la interrogante: ¿De
dónde surge el derecho?
Dichos mandatos rigen la vida del hombre en prácticamente todos los planos en que
éste actúa, conformando un sistema al que se integran otras normas no escritas,
todas constitutivas de las fuentes del Derecho.
El Derecho, entonces, se presenta como un, conjunto integrado de normas de
diversa índole y categorías, como también de principios que entran a regir cuando
no existe disposición escrita que regule una determinada materia; por lo que puede
haber vacío legal (de Ley), pero no de Derecho.
Y no podría ser de otra forma, porque el Derecho tiene como fin garantizar la justicia
-siendo ésta su valor-, la seguridad y el orden público, la paz social y el Bien Común.
Lea este pequeño pasaje del libro Política de Aristóteles, que se refiere a la
conclusión a que se arribó anteriormente: http://miguelangel.begueria.es/wp/wp-
content/uploads/2009/12/aristotelespolitica.pdf
El video “Construyendo ciudades más seguras” una charla de Macarena Rau Vargas
en el foro TED. https://www.youtube.com/watch?v=RAZfoZzB0qY
En este video encontrará una interesante perspectiva respecto de los aspectos de
convivencia.
Luego de haber visto el video anterior, haremos una reflexión a partir de las
preguntas:
¿Qué elementos de convivencia humana vemos en el video?
¿Existe un conflicto social?
¿Qué satisfacción social se busca solucionar?
¿Cómo visualizan al derecho siendo parte de la solución en la propuesta que se
hace? Tras de la reflexión, continuamos…
Esta misma dinámica fue la que dio lugar a que se conformara una organización
supranacional mundial, como la Organización de las Naciones Unidas, y
organizaciones regionales, como la Organización de Estados Americanos, la Unión
Europea, la Unión Africana, el MERCOSUR, por nombrar algunas (para más
información sobre los organismos internacionales regionales:
http://www.iccnow.org/?mod=rio&lang=es). Que luego fueron las que propugnaron la
globalización económica y la globalización social.
En el documento “Cuadernos del Mundo Actual –La ONU” escrito por Juan Carlos
Pereira, páginas de la 28 a la 31, encontrará información que le permitirá explicar
qué es el nuevo orden económico mundial.
(http://perseo.sabuco.com/historia/ONU.pdf).
Uno de los puntos de análisis de la filosofía del derecho ha sido la disyuntiva entre
el ser y el deber ser, me encontré un interesante blog que les quiero compartir y en
el cual nos estaremos apoyando para algunas lecturas de reflexión:
http://derecho911.blogspot.com/2013/04/ser-y-deber-ser.html
Es preciso, también, hacer una diferenciación entre las normas conductuales y las
leyes naturales. A manera de ejemplo tomaremos una ley natural: la gravedad. La
famosa imagen de la manzana que cae al lado de Newton, creo que todos la
conocemos. Aquel objeto rojo que cae desde el árbol con una velocidad constante
hasta el suelo. Así nace la teoría de la gravedad. Pues bien, la gravedad es un
fenómeno natural, una ley natural.
Veamos qué caracteriza a una ley natural y sus diferencias con las normas
conductuales:
a) En primer término, la ley natural tiene por objeto la explicación de relaciones
constantes entre fenómenos. Mientras que, como hemos apuntado
anteriormente, la norma conductual tiene por finalidad provocar un
comportamiento.
c) Por último, encontramos que las leyes naturales son válidas cuando son
verdaderas. Es por eso que tenemos en el mundo a físicos, químicos,
matemáticos y científicos, en general, tratando de dar explicaciones del mundo
que nos rodea y de comprobar sus teorías. Para que las leyes físicas tengan
validez es indispensable que los hechos se confirmen, asegura García Máynez
(2006) al que ya nos referimos anteriormente. Entre tanto, las normas
conductuales no requieren de esa comprobación, sino que se convierten en
válidas cuando exigen un proceder intrínsecamente obligatorio.
Como hemos visto, existen varias clases de normas, las morales, las religiosas, los
usos sociales y las jurídicas. Tomando esto en consideración procederemos a ver
algunas de las características de las normas de conducta, para ello nos referiremos
a la clasificación realizada por Carmen María Gutiérrez de Colmenares (2007), quien
nos dice que las normas poseen estas características: a) bilateralidad y
unilateralidad; b) exterioridad e interioridad; c) coercibilidad e incoercibilidad; y, d)
autonomía y heteronomía.
a) Bilateralidad y unilateralidad
Cuando nos referimos a la bilateralidad, estamos hablando de que la norma
impone simultáneamente deberes a uno o varios sujetos y concede facultades a
otro u otros sujetos.
Hablamos que existe una correlatividad entre deberes y facultades (obligación y
derecho). Los deberes, de por sí, tienen aparejado un derecho, intrínsecamente.
Existe siempre un sujeto que puede exigir el cumplimiento de ese deber.
Por otra parte, una norma unilateral es aquella que supone que a los deberes
impuestos por la norma de conducta, no corresponden facultades correlativas
para otro sujeto. La unilateralidad simplemente radica en la imposición de
deberes.
b) Exterioridad e interioridad
La coerción implica una fuerza para hacer cumplir algo. El diccionario de la Real
Academia Española define la coerción como “presión ejercida sobre alguien para
forzar su voluntad o conducta”, o como “represión, inhibición, restricción”.
Por eso es bastante acertado pensar que cuando nos referimos a coerción, la
asociamos con la obligación de realizar algo. Sin embargo, cuando hablamos de
las normas conductuales, pensamos en una libertad para su sometimiento, pues
en algunos casos no se tienen mecanismo para hacerlas cumplir, es decir
quedarían al arbitrio del sujeto. Entonces, una norma será coercible cuando exista
la posibilidad de exigir el cumplimiento forzado del deber establecido o instituido
en la norma y la otra cuando las personas se someten de forma voluntaria a su
cumplimiento. En algunos casos las normas conductuales pueden ser
trasladadas a las normas coercibles.
Los sistemas de justicia se basan en ese poder coercitivo que tiene el Estado
para hacer cumplir las normas. Un sencillo ejemplo es que usted le preste dinero
a un amigo, Juan, quien se compromete a pagárselo en dos meses; sin embargo,
transcurren los dos meses y no paga, transcurren tres y sigue sin pagarle;
entonces, usted se ve en la posición de utilizar un mecanismo para que le pague,
decide acudir a un juzgado.
El cumplimiento del deber que trae aparejada una norma no puede estar sujeto a
la voluntad única de quien está en el deber de cumplirla, se requiere de la
existencia de una fuerza externa en caso que no se satisfaga el deber de forma
voluntaria. A esta fuerza externa es a lo que denominamos autoridad.
Por el contrario, si una norma carece de esta característica, pues estaremos ante
un sistema normativo incoercible, pues no existe un mecanismo para forzar el
cumplimiento de la norma.
d) Autonomía y heteronomía
¿A qué nos referimos cuando decimos que una norma es autónoma? Decimos
que una norma es autónoma cuando el sujeto que debe cumplirla la reconoce
voluntariamente como válida. Un autosometimiento a la norma, por decirlo de otra
forma.
No tiene relación con la forma en que se crea la norma, pues no hablamos de
autonomía porque la persona que crea la norma es la que se sujeta a ella, sino
que la fuente de validez de la norma es la voluntad del sujeto y radica en la
libertad que tiene este para cumplirla.
Mientras que la heteronomía está más vinculada con el sujeto que crea la norma
y es que nos referimos a heteronomía cuando la norma de conducta está creada
por un sujeto distinto del destinatario de la misma. Es una voluntad ajena a la cual
debemos someternos.
LA MORAL Y EL DERECHO
Después de ahondar en las características de las normas de conducta en el apartado
anterior, pasemos a concentrarnos un poco más detenidamente en aquellos
sistemas de normativos: la moral y las jurídicas.
Encontramos que las normas morales son unilaterales, mientras que las normas
jurídicas son bilaterales. Para tal efecto García Máynez (2006) afirma: “La
unilateralidad de las reglas éticas se hace consistir en que frente al sujeto a quien
obligan no hay otra persona autorizada para exigirle el cumplimiento de sus deberes.
Las normas jurídicas son bilaterales porque imponen deberes correlativos de
facultades o conceden derecho correlativos de obligaciones” (p. 15).
Las normas morales no poseen el carácter de bilateralidad, pues no existe el derecho
de reclamar una obligación moral. Por su parte, las normas jurídicas son
eminentemente bilaterales, estas normas establecen relaciones entre diversas
personas. Se crean relaciones jurídicas en donde existe un sujeto pasivo, quien es
el obligado al cumplimiento de una norma y otro, que es el sujeto activo o facultado
para exigir el cumplimiento del deber.
Según la teoría de las obligaciones del derecho, una obligación consiste en hacer o
no hacer, pero además existen obligaciones de carácter positivas y negativas, y al
mismo tiempo existen dos sujetos: el pasivo, que es el obligado a cumplir con estas
prestaciones, y el sujeto activo, que es quien tiene la facultad de exigir el
cumplimiento al primero. Es por ello que cuando hablamos de una norma jurídica, el
sujeto pasivo tiene un vínculo imperativo respecto de la prestación o el deber.
También es necesario hablar, en esta relación moral y derecho, sobre la
característica de interioridad y exterioridad de estos sistemas de normas.
Koenigsberg y Kant han tratado de hacer una distinción entre moral y derecho
atribuyéndole a la primera la interioridad y a la segunda la exterioridad. En un largo
análisis metafísico, la discusión se centra entre las intenciones y los efectos en el
mundo exterior. Más adelante disfrutaremos de una lectura en donde ahondaremos
en este aspecto.
Los preceptos morales son autónomos, debido a que la naturaleza de los mismos
requiere de la voluntad espontánea. Mientras que las normas jurídicas poseen un
sentido de validez absoluta, que es independiente de la opinión de los destinatarios.
En las normas jurídicas el legislador dicta las leyes de manera impositiva, no toma
en cuenta la voluntad de aquellos que quedarán sujetos a las mismas e incluso, la
obligatoriedad de dichas normas trasciende la convicción personal del sujeto
obligado; no tienen por qué coincidir.
Para conocer el origen de la palabra derecho debemos ver hacia la antigua Roma;
los romanos fueron los predecesores del derecho como hoy lo conocemos. Estos
llamaban ius a lo que consideraban lícito, por las leyes o las costumbres. Y por el
contrario, aquello que se consideraba ilícito era denominado injuria, que era todo lo
que producía un daño a otro. Fue Celso quien definió el ius como “el arte de lo bueno
y lo justo”.
Bibliografía