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Cuando una neurona recibe un estímulo, se genera un impulso que se transmite a través
de su axón hacia otras neuronas vecinas, hasta que llega al órgano efector.
El impulso nervioso se forma como consecuencia de las reacciones biofísicas y bioquímicas
que tienen lugar en la membrana plasmática de la célula nerviosa.
DESPOLARIZACIÓN: El mecanismo
por el cual un estímulo desencadena el
impulso nervioso consiste en una alteración
de la permeabilidad de la membrana. Los
estímulos abren los canales de Na+
regulados por el voltaje. La apertura de
estos canales es muy rápida; cuando se
abren, el Na+ ingresa a la célula en forma
masiva. A medida que ingresa el Na+, el
interior celular se hace cada vez más
positivo. Esta inversión del potencial de
reposo recibe el nombre
de despolarización o potencial de
acción. Cuando el potencial llega a +35
milivoltios, los canales de Na+ cierran sus compuertas y el flujo de sodio hacia el interior de la
célula se interrumpe.
REPOLARIZACIÓN:
En la despolarización los canales de Na+ se abren rápidamente, pero por poco tiempo y se
cierran, y en ese momento se abren los canales de K+ para que este ion salga de la célula. Esta
apertura es más lenta y prolongada.
La pérdida de cargas positivas (K+) a través de los canales iónicos provoca que el interior
de la célula se torne nuevamente negativo.
Así, el potencial de la membrana retorna al valor de reposo (-70 milivoltios).
La recuperación del potencial de reposo negativo recibe el nombre de repolarización.
En las fibras que carecen de vaina de mielina (amielínicas) la conducción del impulso
nervioso es continua. En las fibras mielínicas, en cambio, la conducción es saltatoria.
La vaina de mielina actúa como aislante, impidiendo el intercambio de iones a través de la
membrana del axón. Las únicas zonas que pueden despolarizarse son los nódulos de Ranvier,
donde la vaina de mielina se interrumpe. El impulso nervioso se propaga entonces “saltando”
desde un nudo de Ranvier a otro. Esto hace que el impulso se propague más rápidamente, y
también con menor gasto energético, pues requiere la despolarización y repolarización de
pequeñas partes de la membrana.
En cambio, en las fibras amielínicas, el axón se despolariza y repolariza continuamente, lo
que implica un mayor movimiento de iones a través de la membrana y en consecuencia es más
lenta y gasta mas energía.
COLEGIO ANTONIO MARIA GIANELLI – 4° AÑO – BIOFÍSICA – AÑO 2023 3
SINAPSIS
➢ En una sinapsis química (común en el sistema nervioso de los mamíferos) no hay contacto
directo entre las células que se comunican. Las membranas de las dos neuronas están
separadas por un breve espacio, la hendidura sináptica y la comunicación está mediada por
una sustancia química, el neurotransmisor (NT), como acetilcolina, la adrenalina, la
noradrenalina, la dopamina, la serotonina y GABA, que se almacenan en los botones
sinápticos.
Las sinapsis más frecuentes son las que se producen entre el axón de una neurona y las
dendritas de otra.
Cuando el impulso nervioso llega al terminal axónico de la neurona presináptica, las
vesículas sinápticas se fusionan con la membrana plasmática. De esta forma, mediante
exocitosis, los neurotransmisores son volcados al espacio sináptico.
La exocitosis de las vesículas sinápticas es
disparada por un aumento en la concentración del Ca2+
citoplasmático. Los neurotransmisores liberados en la
hendidura sináptica difunden hasta la membrana
postsináptica. Allí se encuentran
los receptores apropiados, proteínas de membrana a
las cuales se acoplan las moléculas del neurotransmisor
y provocan un potencial de acción.
Las señales transmitidas a través de este tipo de
sinapsis pueden tener fuerza variable y efectos
opuestos, es decir pueden excitar o inhibir a la célula
vecina.
BIBLIOGRAFIA: http://www.genomasur.com/BCH/BCH_libro/capitulo_09.htm
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Actos voluntarios
Los actos voluntarios son conscientes, y más elaborados que los reflejos, y a
diferencia de los actos reflejos, participa en su producción la corteza cerebral.
Un acto voluntario tiene los siguientes componentes:
• Un receptor que recibe un estímulo. Los nervios sensitivos transmiten esta información a
la médula espinal y sube hasta el bulbo raquídeo.
• En el bulbo raquídeo, la información que llega desde el receptor, se transmite hacia
el hemisferio cerebral opuesto al del lado del receptor
que ha captado el estímulo.
• En la corteza cerebral, esta información se hace
consciente y se elabora la respuesta, que va a través
de la médula espinal hacia los efectores.
• Los efectores, que ejecutan la respuesta.