Paciente que consulta por un trastorno de voz, por lo cual se emplea inicialmente
valoración, a fin de determinar el origen de su disfonía y actuar en consecuencia a
través de un plan de intervención personalizado. Durante la valoración corporal se detectó un aumento de tono muscular (hipertensión) y ocasionalmente dolor en el cuello. Presentó también exceso de velocidad del habla asociado a una articulación desdibujada y alteración del ritmo, la intensidad de la voz no era la apropiada. Lo cual, generaba una incoordinación fono – respiratoria.
El tratamiento se basó en la terapia vocal, por medio de técnicas, métodos y
ejercicios terapéuticos, así como, el reposo de la voz, a fin de suprimir las lesiones laríngeas y la disfonía y, eliminar el mal uso y/o abuso vocal y en consecuencia mejorar, modificar o restaurar la emisión vocal de la paciente. Para lo anterior, se emplearon ejercicios de relajación diferencial de cuello y hombros indicados al inicio de la terapia para disminuir el tono muscular de ciertas zonas, así mismo, se abordaba de forma conjunta la relajación activa (bucal, facial y corporal), la postura y la respiración, con el objetivo de conseguir un tono óptimo para la producción de la voz.
Dentro de las medidas de higiene se hizo hincapié en la hidratación, en relación a
la cantidad y el tipo de líquidos a ingerir y, se abordó el hábito adquirido del carraspeo que era usado por la paciente como una forma de aclarar la garganta y aliviar la sensación de cuerpo extraño, para lo cual, se le recomendó beber sorbos de agua y tragar saliva mientras permanecía hablando.
Los recursos terapéuticos sugeridos para ser empleados por la usuaria en sus diferentes entornos son los siguientes:
Reducir la velocidad del habla.
Mantener una óptima hidratación. Hablar con posturas corporales adecuadas. Disminuir el uso de la voz. (Reposo vocal) Evitar ciertos alimentos que influían en su calidad vocal. Emplear la coordinación fono-respiratoria aprendida en sesión. Hablar empleando una articulación clara y precisa, sin tensión muscular. Utilizar una intensidad de voz conversacional que no superara los 65 db. Evitar Cambios de temperatura.
La paciente culmina orden de servicios con pequeños avances significativos, sin
embargo, requiere continuar tratamiento, y seguir las recomendaciones emitidas, a fin de superar falencias que persisten.