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Buenos días a todos los presentes,

Como estudiantes de las Escuelas de formación, damos gracias primeramente al dador de la


vida,

A nuestro buen pastor quien no dudó ni un instante en dejar las 99 ovejas e ir tras nosotros
atrayéndonos con sus cuerdas de ternura y lazos de amor (Oseas 11:4)

A Jesús nuestro Gran Maestro y ejemplo en obediencia y servicio,


quien “…se despojó a sí mismo tomando forma de siervo…haciéndose obediente hasta la
muerte” (Filipenses 2:7)

Al Espíritu Santo por guiarnos (Juan 14:26) en nuestro diario vivir y en cada clase donde
fuimos redargüidos, instruidos y corregidos (2 Timoteo 3:16) y, finalmente a todos los
profesores por su esfuerzo y dedicación para direccionarnos hacia el camino de la Fé.

Dice la Palabra en 1 Pedro 3:15 NTV “…Si alguien les pregunta acerca de la esperanza que
tienen como creyentes, estén siempre preparados para dar una explicación”,

Si lleváramos este versículo a una escena de nuestra vida donde un compañero de trabajo o un
familiar, en una situación adversa nos pidiera ayuda, ¿cómo les presentaríamos a Jesús?, ¿Cómo
en un mundo influenciado por el desamor y la desesperanza exponemos la naturaleza amorosa y
bondadosa de Dios?,
¿Cómo explicamos a personas lastimadas que “Él sana a los que tienen roto el corazón, y les
venda las heridas” Salmo 147:3?;

Es por eso que debemos capacitarnos, tener un corazón compasivo y el deseo de poner en alto el
nombre de Jesús.

Pues, Dios nos Santificó, Justificó y Vivificó por medio de Cristo, para cumplir su propósito en
nuestras vidas, ¡Adorarlo!

Es así, como también el estudio de la Palabra que realizamos no solo adora a Dios, sino que
también nos convierte en su “buen siervo fiel” Mateo 25:21;

Jesús merece lo mejor de nuestras vidas, por eso la invitación es a que entreguemos
verdaderamente nuestro corazón a ÉL, sin medidas y sin condiciones; dejemos de lado el
orgullo y la dureza para permitir que su Luz admirable disipe todo dolor en nuestra alma como
menciona Pablo en Filipense 3:13 “pero me concentro únicamente en esto: olvido el pasado y
fijo la mirada en lo que tengo por delante”,

Es decir, ser reflejo de su amor, ser un fragmento del cielo en la Tierra, ser la Luz y Sal en el
lugar donde Él nos ha puesto y que sea nuestra nueva y transformada manera de vivir el
testimonio que seguimos y servimos a un Dios Real, Vivo y Verdadero, porque bien dice la
palabra en Hechos 13:32 “ahora nosotros estamos aquí para traer las Buenas Nuevas”. ¡Y qué
hermosos son los pies de los mensajeros que traen buenas noticias! Romanos 10:15

Por eso agradecemos y es un orgullo continuar los módulos de formación teológica brindada
por nuestra Iglesia, la cual no solo nos instruye como líderes, sino que forma personas con
identidad en Jesús al servicio de su iglesia.

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