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(10-12 AÑOS)
Lección 3 Frena tu lengua / Santiago 3:2-12 03
03
A continuación, verás la guía para enseñar el tema bíblico. Estas páginas representan un mapa
que puedes seguir. Lo importante es el destino final, es decir, el objetivo de aprendizaje. Tú eres la
persona mejor calificada para adaptar el contenido de cada guía, porque tú conoces muy bien a
tu grupo. Así que, acomoda la ruta según sus características, y procura percibir en cada paso que ellos
estén llegando al objetivo deseado. Usa cada guía para generar diálogo, estimular la comprensión
y desafiar a la aplicación de los temas estudiados. Nuevamente, ¡añade tu propia personalidad y
creatividad sin restricción!
Adicionalmente, considera utilizar la reflexión interactiva. Este documento tiene el fin de ayudarte a
generar conversaciones y motivar el interés de aprendizaje. Úsala donde mejor te convenga.
Por último, encontrarás una hoja reproducible para que el aprendizaje continúe en casa. Puedes
entregarla a cada participante de forma impresa o bien enviarla de forma digital. Esta no es una tarea
que deben entregar, sino la oportunidad de seguir la conversación entre semana. Es una experiencia
que les ayudará a conocer mejor a su Dios y vivir para Él. También queremos apoyar a los papás o
tutores de los chicos para que puedan seguir teniendo conversaciones significativas en casa y juntos
acercarse a la Palabra de Dios. Así que encontrarás una guía de estudio para que la desarrollen en
familia.
Tu equipo de e625
Lleva contigo una pasta de dientes llena y pide a uno de los participantes que en menos de 10 segundos
vacíe toda la pasta dental del tubo en un plato descartable o servilleta. Efectivamente, lo logrará y
pídele que, aunque el tiempo haya acabado, que la vacíe toda. Una vez que lo haya hecho, dale el doble
de tiempo que usó para vaciarla, pero ahora para que la regrese al tubo.
Obviamente es algo que no es posible de hacer ni tan fácil, como cuando la vació. Explica a tus alumnos
que con la lengua es igual: una vez que decimos algo ya no podemos regresarlo a nuestra boca.
Una vez que una palabra sale de nuestra boca y ha sido dicha, causará un efecto, ya sea positivo o
negativo. Una vez que decimos algo que ofende a alguien, aun podemos pedirle perdón, pero debemos
reconocer que ya le habremos hecho un daño.
Lean juntos Santiago 3:2. A continuación hazles las siguientes preguntas y escucha sus respuestas:
El control
Uno de los grandes sueños del ser humano es controlar todo lo que pueda, y entre más fácil sea
hacerlo, mejor. La tecnología hace que ese control sea cada vez más posible. Pregunta a tus alumnos
si saben de alguna tecnología que se haya diseñado para controlar algo, ya sea muy pequeño o muy
grande.
Por ejemplo, los autos que se conducen solos, ¿cómo funcionan? Los drones, las cámaras microscópicas
que usan los cirujanos para observar el cuerpo por dentro, incluso hasta las armas más sofisticadas
hoy no requieren que un ser humano las controle manualmente. Actualmente se pueden controlar a
distancia sin estar presentes.
Lean juntos Santiago 3:3-5. Santiago nos pone ejemplos de su época que hoy en día son vigentes: los
caballos siguen siendo controlados de la misma forma y los barcos también. Pero, aunque el deseo
del ser humano sea controlar todo lo que pueda, lo más importante es controlar su lengua. ¿Por qué
creen que sea así?
El incendio
Año tras año grandes extensiones de bosques sufren incendios. Muchos de ellos tienen que ver con
el sol y la falta de lluvia, pero muchos otros son por errores y descuidos humanos, como una colilla de
cigarro o una fogata mal apagada que pueden causar un gran incendio.
Quien lanza un pequeño fósforo en un bosque no pensaría que algo tan insignificante pueda causar
tanto daño. La lengua es igual.
Lean juntos Santiago 3:5-8. Un chisme, una ofensa, una maldición que sale de nuestra boca sin pensar
lo que decimos, puede desencadenar grandes consecuencias: como una amistad de años que se pierde,
o una relación familiar rota. Pero todo esto podría evitarse si tan solo refrenáramos nuestra lengua y
pensáramos lo que vamos a decir antes de decirlo.
Tomen un momento para pensar en palabras que hayan dicho que causaron un daño menor o incluso
hasta un incendio, como nos dice Santiago.
La fuente
Cierren este tiempo leyendo Santiago 3:9-12. Ya se había usado el ejemplo de una fuente anteriormente
en la Biblia. Jesús prometió que de nuestro interior correrían ríos de agua viva (Juan 7:37). También
Jesús dijo que de la abundancia del corazón habla la boca (Mateo 12:34). Lo que hay dentro de nosotros
resulta en lo que expresamos cuando hablamos también, la fuente de tu boca viene de tu corazón y
de lo que hay en él.
3. ¿Todos ofendemos?
7. ¿Por qué una fuente no puede dar dos tipos de agua al mismo tiempo?
Cierre
¿Qué es lo que últimamente has dejado entrar a tu vida que está contaminando tu fuente (tu interior)?
Reflexión interactiva
Esta serie de preguntas y afirmaciones tiene el fin de ayudarte a generar conversaciones y motivar el
interés de aprendizaje. Úsalas donde mejor te convenga para hacer el tiempo juntos más interactivo.
1. ¿Cuáles han sido las palabras más amables o cariñosas que alguien te ha dicho? ¿Qué
efecto causaron en ti?
2. ¿Crees que las palabras podrían lastimar a una persona más que los golpes físicos? ¿Por
qué?
6. ¿Por qué crees que nos cuesta tanto “refrenar la lengua”? ¿Qué pasa cuando no lo
logramos?
7. ¿Qué consejos le darías a alguien que quiere aprender a cuidar sus palabras? ¿Qué te
ayuda a ti?
8. ¿Por qué crees que Dios le da tanta importancia al tema de nuestras palabras? ¿Acaso no
hay asuntos más importantes en la vida espiritual?
9. Si pudieras decirle a alguien del grupo palabras que lo animen, ¿qué le dirías?
10. ¿Qué palabras te gustaría escuchar de otros para alentarte el día de hoy?
Conversación en familia
Al estar juntos comienza diciendo a cada miembro de tu familia, uno por uno:
Lee en voz alta Santiago 3:2-12 y pídeles que cada uno diga qué es lo que más le llama la atención de
estos versículos. Toma un tiempo para que cada miembro de tu familia hable.
En este momento dale una hoja y un lápiz a cada miembro de tu familia y que cada uno pueda escribir
qué es lo que debe cambiar para no seguir con las mismas acciones, y cómo puede refrenar su lengua. Si
les ayuda, diles que piensen un uno de los miembros de su familia con quien estén teniendo problemas
a la hora de comunicarse.
Pídeles que cada uno lea en voz alta qué es lo que se ha propuesto cambiar y hacia quién.
Termina este tiempo en oración, pidiéndole al Señor que les ayude a cada uno a vivir como Él espera
y manda.
TIEMPO DE MEMORIZAR
• Lee en voz alta Santiago 3:2.
• - El grupo #1 dirá el versículo por partes, fuerte y despacio. Y el grupo #2 hará el eco
(repetirá lo que diga el grupo #1). Lo puedes hacer varias veces.