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XAVIER GINEBRA: ARGUMENTOS DE LA INMORTALIDAD DEL ALMA DEL FEDÓN PARA LA MATERIA

DE ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA:
Los argumentos que para demostrar la inmortalidad del alma en el Fedón son: a) el de la existencia
de los contrarios; b) el de la reminiscencia o rememorización; c) el de la simplicidad del alma o
alma no compuesta; d) y el del principio de vida.
La verdad es que ninguno de ellos me convenció totalmente. No sé si son lógicamente
concluyentes, como sí hacen Aristóteles en cierta manera, Tomás de Aquino o el filósofo que más
me gusta Leonardo Polo. El que más me convenció fue el de la simplicidad del alma, principio que
también se aplica a Dios
1. Los contrarios
El argumento de los contrarios está basado el argumento según el cual los contrarios proceden
unos de otros, pero no es a mi modo de ver un argumento incontrovertible, porque en Lógica de
dos argumentos contrarios no se puede lograr una afirmación positiva. Esto va junto con la
creencia de la reencarnación de las almas. Las almas vivientes procederían, entonces, de almas de
otros vivientes o seres muertos inclusive. No queda muy claro el argumento que utiliza Sócrates
para defender la inmortalidad del alma, aunque la relaciona con la interpretación circular del
tiempo que, por lo tanto, implica la idea de ciclo.
Estas partes vienen en 69e5-72d10.
2. Argumento de la reminiscencia
Tampoco lo considero concluyente. El segundo argumento está basado en la teoría de la
reminiscencia, y aquí ya hay una referencia clara a la teoría de las Ideas. Si se admite que existen
las Ideas y que el conocimiento es el recuerdo de éstas, entonces el alma ha tenido que existir
antes de esta vida. ¿Existe también después de esta vida? Aplicando el primer argumento, el de los
contrarios, ha de deducirse que deberá seguir existiendo también después de esta vida, por lo que
es inmortal. Pero, como ya señalé, el argumento de los contrarios no es concluyente.
Estas partes vienen en 72E178B.
3. El argumento de la simplicidad
El tercer argumento también está basado en la teoría de las Ideas. Si existen las Ideas hay dos
tipos de existencia: el de las Ideas y el de las cosas y en medio el de las almas. El primero se
caracteriza por la simplicidad, la eternidad y la ausencia de cambio; el segundo por la pluralidad, la
caducidad y el cambio constante. Si la naturaleza del alma le confiere el papel de conocer las Ideas
(Formas), pero que se podría asimilar a los ideales como los de justicia y belleza y dirigida al
cuerpo, ha de ser semejante a las Ideas, por lo que ha de ser simple y no compuesta. Ahora bien,
lo simple es incorruptible, por lo que el alma de ser inmortal. Lo mismo se aplica a Dios, si Dios no
tiene partes, es inmortal. El argumento a partir de la afinidad del alma con las Ideas también está
en 78B484B7.

4- El principio vital
A lo largo de todo el diálogo y después Aristóteles, argumentan del alma como principio de vida
(en lo que se queda Aristóteles pero avanza más Santo Tomás. Hay todavía un cuarto intento por
demostrar la inmortalidad del alma, apoyándose, esta vez, en la idea tradicional de que el alma es
el principio vital de los seres: todo lo que tiene alma tiene, pues, un principio de vida, y la vida
acompaña necesariamente al alma; sería contradictorio admitir que el principio vital "muere", por
lo que la alma ha de ser inmortal.
El alma, para Platón es igual a la mente, inmortal, por lo que podemos estimar que en esta parte
es muy semejante a Descartes.
La última parte en que Platón argumenta a favor de la inmortalidad del alma está contenida en
102ª10-107B10.

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