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GARANTÍAS DE DERECHOS Y LIBERTADES EN EL ARTÍCULO 53 DE LA CONSTITUCIÓN.

Artículo 53

1. Los derechos y libertades reconocidos en el Capítulo segundo del presente Título vinculan a todos los poderes públicos. Sólo por
ley, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial, podrá regularse el ejercicio de tales derechos y libertades, que se
tutelarán de acuerdo con lo previsto en el artículo 161, 1, a).

 Vinculan a todos los poderes públicos los derechos y libertades del Capítulo II del Título I, es decir, los incluidos en los artículos 14 a 38.

 Estos derechos y libertades (artículos 14 a 38) solo podrán regularse mediante ley y podrán ser protegidos ante el Tribunal Constitucional a través
del recurso de inconstitucionalidad – artículo 161.1. a de la CE- (para el caso de que esas leyes de desarrollo fueran contrarias a la Constitución o
lesivas de tales derechos)

2. Cualquier ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos en el artículo 14 y la Sección primera del
Capítulo segundo ante los Tribunales ordinarios por un procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad y, en
su caso, a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Este último recurso será aplicable a la objeción de
conciencia reconocida en el artículo 30.

 Adicionalmente, los derechos fundamentales y libertades públicas, es decir, los comprendidos en la Sección 1ª del Capítulo II (artículos 14 a 29)
serán protegidos mediante:

a) Los órganos judiciales ordinarios mediante un procedimiento sumario (brevedad de los plazos) y preferente (se tramitarán antes que
otros procedimientos judiciales).

b) Y en última instancia ante el Tribunal Constitucional mediante un recurso de amparo.

La protección mediante recuso de amparo abarca también al derecho a la objeción de conciencia recogido en el artículo 30, aunque este no sea
un derecho fundamental, ya que se incluye en la Sección 2ª del Capítulo II de la CE

3. El reconocimiento, el respeto y la protección de los principios reconocidos en el Capítulo tercero informarán la legislación
positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos. Sólo podrán ser alegados ante la Jurisdicción ordinaria de
acuerdo con lo que dispongan las leyes que los desarrollen.

Esto significa que los derechos reconocidos en el Capítulo III no pueden ser alegados directamente, sino cuando se dicten sus normas de desarrollo.

Por ejemplo, no puedes pedir directamente la protección del derecho a la vivienda (artículo 47 de la CE), sino que podrás solicitar este derecho cuando
se aprueben las normas que regulen los requisitos para acceder a una vivienda de protección oficial, ...

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