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La petición
La fundamentación fáctica
Dicha vulneración, cuando se invoca, por vez primera, ante los Tribunales ordinarios
puede efectuarse mediante la individualización del derecho fundamental material
infringido (el derecho al honor, la libertad de expresión, etc.) por un particular, y ello,
porque, aun cuando el causante de la lesión sea un ciudadano, en el amparo ordinario
rige la teoría de la eficacia inmediata de los derechos fundamentales.
La individualización jurídica
Todas las pretensiones de amparo han de estar sustanciada en la CE. Los arts. 41.1 y
43.3 LOTC; dispone, en este sentido que "el recurso sólo podrá fundarse en la
infracción por una resolución firme de los preceptos constitucionales que reconocen los
derechos o libertades susceptibles de amparo".
Si la vulneración se produce por un Juez civil en la esfera del proceso, bien mediante la
vulneración de una norma constitucional de carácter material (así, el principio de
igualdad del art. 14 CE en la aplicación de una norma civil o el derecho a la
inviolabilidad del domicilio del art. 18.2 CE en una entrada civil, dictada al amparo de
la "diligencia preliminar"), bien de una norma constitucional procesal (por ej. todas las
del art. 24 CE), en realidad no nos encontramos ante una pretensión "civil", sino ante un
amparo judicial ordinario del art. 44 LOTC. Las únicas violaciones evidenciables ante el
amparo civil ordinario son las de las normas tuteladoras de derechos fundamentales que
tengan una incidencia directa en el Derecho Civil.
Legitimación
Activa
Art. 24 CE "Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces
y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún
caso, pueda producirse indefensión". Art. 162.1.b CE "Para interponer el recurso de
amparo, toda persona natural o jurídica que invoque un interés legítimo, así como el
Defensor del Pueblo y el Ministerio Fiscal". Art. 249.1.2º LEC "Las que pretendan la
tutela del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen, y las que pidan la tutela
judicial civil de cualquier otro derecho fundamental, salvo las que se refieran al derecho
de rectificación. En estos procesos, será siempre parte el MF y su tramitación tendrá
carácter preferente".
Los particulares
El silencio del art. 249.1.2º implica la remisión a las normas generales sobre la
capacidad para ser parte, que sí incluyen a los entes sin personalidad jurídica (art. 6.1.5º
LEC). Y, en segundo lugar, la directa aplicación de lo dispuesto en los arts. 24.1 y
162.1.b CE, al conferir la legitimación activa a todo sujeto de derecho titular de un
"interés legítimo".
El Ministerio Fiscal
También está legitimado "ex Constitutione" el Defensor del Pueblo con la legitimación
originaria (y, por tanto, con estatus de parte principal).
Pasiva
Competencia
La competencia objetiva la ostentan los Juzgados de Primera Instancia (art. 45 LEC), y
la territorial los del "domicilio del demandante, y cuando no lo tuviere en territorio
español, el tribunal del lugar donde se hubiera producido el hecho que vulnere el
derecho fundamental de que se trate".
Procedimiento
Objeto procesal
Por esta razón, si en este conflicto entre el ejercicio de dos derechos fundamentales, el
Juez decidiera tutelar alguno de los derechos del art. 18.1, podrá el demandado-
condenado invocar la violación de su libertad ideológica, de información o de expresión
y ejercitar, contra la sentencia, los medios de impugnación, incluido en última instancia
el recurso constitucional de amparo, transformándose de esta manera el amparo civil
ordinario en un amparo "judicial" del art. 44 LOTC
Legitimación
Activa
Los particulares
A ninguna otra persona, fuera del titular del derecho al honor [se refiere a todos los
derechos del art. 18.1 CE], se le puede otorgar interés legítimo para instar judicialmente
su restablecimiento. Ello es así, como consecuencia del carácter personalísimo, el
derecho al honor es "irrenunciable, inalienable e imprescriptible". El titular del derecho
al honor goza del más amplio dominio sobre la pretensión (civil y penal).
Todas las personas físicas, los incapaces y las personas fallecidas gozan de legitimación
activa.
La legitimación activa de las personas jurídicas constituye uno de los extremos más
polémicos de la tutela de los derechos del art. 18.1 CE. La tesis clásica de la
jurisprudencia ha sido la de conferir dicha legitimación activa; pero, este criterio cambió
con la STC 107/1988, el TS cambió su jurisprudencia partiendo del carácter
personalísimo del derecho al honor; y, por consiguiente, tanto la jurisprudencia del TS,
como un sector doctrinal negaron la legitimación a las personas jurídicas.
Hay que tener en cuenta, de lege data [ex lege ferenda: relativo a la ley deseable; y ex
lege data: relativo a la ley existente], ni la CE, ni las Leyes ordinarias, no sólo no
prohíben, sino que autorizan la legitimación activa de las personas jurídicas para la
defensa de su derecho al honor vulnerado. Así, la propia LODH, en su art. 4 faculta al
testador a designar a una "persona jurídica" y la propia LO 1/1982 se remite a lo
dispuesto en el art. 12.1 LPJDF que manifiestamente confería legitimación activa a las
personas jurídicas para la interposición de la pretensión civil de amparo.
Pasiva
Prejudicialidad
Dispone el art. 1.2 de la LODH que "el carácter delictivo de la intromisión no impedirá
el recurso al procedimiento de tutela judicial [...]. En cualquier caso, serán aplicables los
criterios de esta Ley para la determinación de la responsabilidad civil derivada de
delito".
Procedimiento adecuado
Al igual que el amparo civil, el único procedimiento adecuado para deducir esta
pretensión es el juicio ordinario de la ley procesal común (art. 249.1.2º). El plazos
respecto del tiempo para iniciar este amparo especial: "4 años desde que el legitimado
pudo ejercitarlas".
Medidas cautelares
Sentencia
Con independencia de tales requisitos legales, la doctrina legal del TC exige un peculiar
deber de motivación derivado, no sólo del deber de tutela (art. 24.1) que conlleva
siempre el de motivar las sentencias (art. 120.3), sino del principio de proporcionalidad
reclamable ante cualquier limitación de los derechos fundamentales, cuya primera
exigencia consiste en efectuar y plasmar en la sentencia una adecuada ponderación entre
los derechos o intereses constitucionales en conflicto. Esta ponderación (o "balancing"
en la doctrina anglosajona) requiere, en primer lugar, una calificación apropiada del
derecho fundamental que pueda erigirse en una causa de justificación del derecho al
honor, esto es, de la libertad ideológica, de expresión o de información que, en cuanto a
la intensidad del sacrificio de aquel derecho fundamental, ofrecen una valoración
decreciente.
Objeto procesal
La relación jurídico material debatida, al igual que el amparo civil de protección del
honor, intimidad y de la propia imagen, ofrece también un marcado carácter
bidimensional, pues, en un polo de la relación ha de encontrarse el derecho al honor,
perturbado por la inexactitud de la noticia, y, en el otro extremo, el derecho a comunicar
libremente información veraz. Como afirma la STC 35/1983 "por su naturaleza y
finalidad, el derecho de rectificación... debe ser regulado y ejercitado en términos que ni
frustren su finalidad ni lesionen tampoco el derecho que también la CE garantiza a
"comunicar y recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión", "el
derecho de rectificación, así entendido, además de su primordial virtualidad de defensa
de los derechos o intereses del rectificante, supone un complemento a la garantía de la
opinión pública libre que establece también el citado precepto constitucional, ya que el
acceso a una versión disidente de los hechos publicados favorece, más que perjudica, el
interés colectivo en la búsqueda y recepción de la verdad que aquel derecho
fundamental protege".
La pretensión ha de estar sustanciada en la violación del derecho al honor del art. 18.1
CE, del que el denominado derecho de rectificación no constituye más que una de sus
manifestaciones o, para ser más exactos, una medida de restablecimiento.
Legitimación
Están legitimadas activamente todas las personas, naturales y jurídicas (incluidas las
jurídico públicas, como ejemplo, una Universidad) que consideren inexacta y perjudicial
una determinada noticia, pudiendo ejercitar la acción el perjudicado, por sí mismo o a
través de representante, e incluso los herederos del titular del derecho, si éste falleciera.
La legitimación pasiva la tiene el medio de comunicación social, debiendo comparecer
en el proceso su director o representante.
Procedimiento adecuado
Pero la exoneración de este privilegio del Estado no exime al particular, sea el medio de
la propiedad de una persona jurídico pública o privada, de la carga de efectuar el
requerimiento de rectificación, con carácter previo a la presentación de la demanda. Se
trata de un presupuesto procesal singular de este procedimiento, cuyo incumplimiento
faculta al Juez a repeler a limine la demanda, por ser "manifiestamente improcedente"
(art. 5.II).
Competencia
Postulación
El juicio verbal se sustanciará de forma acelerada (art. 5.II: 7 días para la comparecencia
de las partes). Dicha celeridad procedimental se justifica en la finalidad preventiva que
atesora este procedimiento: TC "El derecho de rectificación es sólo un medio de que
dispone la persona aludida para prevenir o evitar el perjuicio que una determinada
información pueda irrogarle en su honor o en cualquiera otros derechos o intereses
legítimos, cuando considere que los hechos lesivos mencionados en la misma no son
exactos". No contempla la LODR expresamente la posibilidad de que el Juez pueda
disponer medidas cautelares.