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D I C I ÓN
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Temario
EDUCACIÓN
INFANTIL
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El desarrollo psicomotor en los niños y niñas
hasta los seis años.
La psicomotricidad en el currículo
de la Educación Infantil.
La sensación y percepción como fuente
de conocimientos.
La organización sensorial y perceptiva.
La intervención educativa.
15-33310-14
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CONTENIDOS
INTRODUCCIÓN
4 La intervención educativa
4.1 Objetivos
4.2 Contenidos
4.3 Metodología
4.4 Recursos didácticos
4.5 Actividades de enseñanza-aprendizaje
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA y WEBGRAFÍA
RESUMEN
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INTRODUCCIÓN
La finalidad de la etapa de Educación Infantil es la de contribuir al desarrollo físico, afectivo, social,
cognitivo y artístico del alumnado (LOE-LOMLOE, art. 12). Por ello, para el desempeño de la labor
docente es importante conocer las características psicoevolutivas y los cambios que se dan en esta
etapa, así como entender el desarrollo de los niños y las niñas desde todos los ámbitos para, de esta
manera, mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje dentro del aula de Educación Infantil.
Este tema se centra en el desarrollo psicomotor de los niños y las niñas hasta los seis años, por lo que
se abordará la presencia y el papel de la psicomotricidad en el currículo de la etapa de Educación
Infantil, así como la importancia de las sensaciones y los modos de percepción en estas edades.
Por último, con la intención de conectar las cuestiones tratadas con la realidad del aula, trazaremos
unas pautas de intervención educativa, en el marco del nuevo sistema educativo.
Este es un tema teórico que puede darte pautas para justificar tu actuación práctica. Debes estu-
diarlo conjuntamente con el tema 23, en el que encontrarás la práctica educativa.
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Ley céfalo-caudal
Para que el niño pueda sostenerse en pie, el control del movimiento avanza desde la cabeza,
cuello y tronco hasta llegar a las extremidades inferiores. Así, el control de los músculos del
cuello se adquiere antes que el control de los músculos del tronco, y el de los brazos es anterior
al de las piernas.
Ley próximo-distal
El niño controla antes las partes que están más próximas al eje corporal (línea imaginaria que
divide el cuerpo de arriba abajo en dos mitades simétricas) que aquellas otras que están más
alejadas de dicho eje. Así, la articulación del hombro se controla antes que la del codo que, a su
vez, se controla antes que la de la muñeca.
Ley general-específico
Los primeros movimientos que realiza el niño son muy generales, amplios y poco coordinados; a
medida que avanza en el desarrollo, se tornan más precisos y organizados.
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Castilla-La Mancha
Como consecuencia de lo expuesto en estas leyes, podemos decir que el desarrollo motor se
divide en dos categorías:
La motricidad gruesa: hace referencia a la coordinación de grandes grupos musculares impli-
cados en actividades como el equilibrio, la locomoción y el control postural.
La motricidad fina o prensión: se refiere a la actuación de grupos musculares pequeños,
especialmente los de las manos y los dedos, gracias a los que el niño podrá comer, construir
y explorar.
La ley próximo-distal explica por qué el dominio de la psicomotricidad fina (sobre todo las praxias
digitales) es posterior al dominio de la psicomotricidad gruesa (Mora y Palacios, 1990).
Por tanto, el desarrollo psicomotor se produce por el doble estímulo de la maduración biológica
y la estimulación ambiental que el niño recibe. Es decir, los menores precisan de situaciones que
estimulen el aprendizaje de determinadas habilidades y su práctica posterior; necesitan una guía,
modelos y motivación, ser reforzados por sus logros y recibir a la vez exigencia, afecto y apoyo.
Recuerda que en el tema 1 se abordan los factores que intervienen en el desarrollo. Cuando
desarrolles el tema, incluye los conceptos que ya has trabajado.
XX Fases
El tono muscular se puede definir como la tensión ligera a la que se halla sometido el mús-
culo en estado de reposo o en estado activo. Esta tensión puede ir de una contracción fuerte
(hipertonía) a una contracción suave (hipotonía). Podemos distinguir entre:
Tono del eje corporal que interviene en el mantenimiento de las posturas. Va evolucio-
nando siguiendo la ley del desarrollo céfalo-caudal, es decir, el desarrollo del tono axial se
termina cuando el niño ha conseguido mantenerse de pie.
Tono de los miembros que permite el dominio de las actividades motrices. Evoluciona
paralelamente siguiendo la ley de desarrollo próximo-distal.
El control postural está íntimamente relacionado con el tono muscular, de tal forma que un
buen control del tono y de la postura permitirá que el cuerpo adopte una posición determina-
da, mantenga un gesto y prolongue y realice todo tipo de movimientos.
Puesto que el desarrollo del control tónico está ligado al desarrollo del control postural, ambos
aspectos habrán de trabajarse paralelamente.
XX Equilibrio
El equilibrio está estrechamente relacionado con el control tónico-postural, debido a que facilita
el control postural y la ejecución de los movimientos, y se define como el mantenimiento estable
del centro de gravedad del cuerpo, en situaciones estáticas o desplazándose en el espacio.
Se pueden diferenciar 3 tipos de equilibrio:
Equilibrio estático: capacidad de mantener una posición estática del cuerpo en un movi-
miento o gesto.
Equilibrio dinámico: capacidad para desplazar el cuerpo de forma estable en el espacio.
Equilibrio posmovimiento: capacidad de mantener una actitud estática después de una di-
námica.
XX Desarrollo
Veamos a continuación cómo influye este desarrollo tónico-postural y del equilibrio en los niños y
niñas de 0 a 2 años con relación al control del eje corporal:
De 0 a 3 meses. La motricidad es muy primaria; aún se mantienen los reflejos arcaicos.
De 3 a 4 meses. A medida que el proceso de mielinización va en aumento, se produce una
mayor madurez cerebral, los reflejos primarios van desapareciendo y dan paso a movimientos
voluntarios de mayor complejidad. El control tónico cervical permite al niño controlar los mo-
vimientos de la cabeza y mantenerla en el mismo plano que su espalda cuando le ayudamos
a incorporarse de tumbado a sentado.
De 6 a 8 meses. Hacia el sexto mes sus exploraciones motoras le llevan a rotar de la posición
ventral a la dorsal y de ahí quiere pasar a la posición de sentado, pero no lo consigue sin ayuda;
es alrededor del octavo mes cuando el niño domina esta nueva posición.
De 9 a 12 meses. El aumento del tono muscular permite enderezar la columna vertebral, lo
que le facilita mantenerse en pie, con ayuda, hacia los 9 o 10 meses, y al año mantenerse sin
sujeción y dar algunos pasos. Esto significa que está desarrollando el equilibrio estático y, por
lo tanto, evoluciona en su propio control postural.
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Castilla-La Mancha
Reflejo de Magnus o reflejo tónico cervical: reflejo postural asimétrico donde se verifica la
orientación, hacia el mismo lado, de la cabeza y del brazo, con flexión contralateral de la rodi-
lla. Desaparece hacia los 2 a 3 meses. En los niños con parálisis cerebral este reflejo persiste e
incluso puede aumentar.
Reflejo natatorio: consiste en movimientos de brazos y piernas con cierto carácter rítmico
que se realizan al tomar contacto con la superficie del agua, estando sujeto por los costados.
Desaparece entre los 4 y 6 meses de edad.
Reflejo de gateo: si se pone al bebé boca abajo sobre una superficie y se aplica presión a la
planta de uno y otro pie alternativamente, el bebé responderá con una pauta de gateo ejecu-
tada con sus extremidades superiores e inferiores. Por lo común desaparece entre los meses
3-4 después del nacimiento.
Reflejo del arrastre: situando al bebé frente a una superficie horizontal, este tiende a realizar
movimientos de brazos y piernas, simulando la reptación.
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XX Reflejos defensivos
En la misma edad en la que aparecen los reflejos primarios, 0 a 3 meses, si mantenemos al bebé
en posición sedente observamos cómo se cae hacia un lado, hacia delante o hacia atrás. Esto es
debido a la ausencia de tono muscular en los músculos del tronco y de la pelvis y también por la
ausencia total de equilibrio; sin embargo, en los flexores superiores e inferiores el tono muscular
es muy alto (hipertonía muscular).
Este desequilibrio tónico es lo que produce la posición característica del bebé en reposo, con los
miembros flexionados y en rotación externa: la posición fetal.
Vamos a explicar cómo estas capacidades evolucionan paralelamente con otras a las que llama-
mos capacidades de locomoción.
XX La marcha
La adquisición de la marcha constituye la última etapa importante del desarrollo motor, porque el
niño adquiere mayor autonomía en sus desplazamientos y le va a permitir explorar activamente
su entorno y descubrir un interminable mundo de sensaciones y percepciones táctiles, visuales,
cinestésicas… que se asocian y favorecen el desarrollo de una capacidad psicomotora importante
para el desarrollo infantil: la elaboración y la interiorización del esquema corporal.
Para llegar a la marcha es necesario un alto grado de equilibrio dinámico y estático en la posición
vertical, asociado a un tono muscular elevado en los músculos extensores; pero, además, es pre-
ciso una coordinación de movimientos alternos con los miembros inferiores, y la fuerza suficiente
para poder mantener por un momento el peso del cuerpo sobre una pierna.
A los 9 o 10 meses el niño es capaz de dar algunos pasos cuando se le sostiene por debajo de las
axilas, pero estos pasos se caracterizan por ser inseguros y vacilantes, ya que todavía no está pre-
parado para caminar. Hacia los 2 años, el niño está capacitado para correr y saltar, automatizarla a
los 3 años con el balanceo alternativo de brazos y piernas y, por último y a la edad de los 4 años,
alcanzar una marcha muy parecida a la del adulto.
XX Subida de escalera
Cuando el niño comienza la marcha, rápidamente inicia la subida de las escaleras. En un primer
momento, esta subida se realiza escalón por escalón. Utiliza siempre la misma pierna para salvar-
los, a esta le sigue la otra, y tras un tiempo de reposo comienza la subida del siguiente escalón. A
medida que gana en fuerza, equilibrio y coordinación general, la subida de escalones alternando
las dos piernas se va pareciendo a la del adulto.
Alrededor de los 2 años y medio suben solos y aproximadamente a los 3 años ya los descienden
solos.
XX La carrera
El niño comienza a correr después de los 2 años; sin embargo, tiene muchas dificultades para pa-
rar bruscamente o para girarse mientras corre. Esto es así porque está desarrollando la capacidad
de coordinación dinámica general, que conlleva el progreso en otras destrezas como:
La coordinación de los movimientos de los brazos y de las piernas.
La intervención de los músculos agonistas y antagonistas.
Haber desarrollado una fuerza suficiente para recibir el peso del cuerpo sobre una pierna des-
pués del empuje de la otra en una fase de «vuelo».
Todas estas destrezas van evolucionando hasta los 4 años. Después, los progresos son notables: se
perfecciona el control de partida y de parada y los cambios de dirección. Por lo tanto, la carrera es
un recurso muy utilizado dentro del juego motor global infantil.
A partir de los 5 años, la velocidad y la precisión de la carrera se disparan.
XX El salto
Hacia los 2 años, el dominio del equilibrio está suficientemente desarrollado como para que el
niño realice sus primeras pruebas de salto y pueda mantenerse sobre una pierna para dar un
puntapié a un balón.
Los primeros saltos son el resultado de impulsar un pie antes que el otro, y antes de alcanzar los 3
años de edad es cuando comienza a practicar el salto con los dos pies.
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XX El puntapié a un balón
En cuanto a golpear el balón con la punta del pie, tendremos en cuenta que el primer golpe se
realiza sin tomar impulso con la pierna que golpea la pelota. Esta destreza se va perfeccionando
hasta los 5 años, en que observamos cómo un escolar juega a dar un puntapié de una manera
mucho más eficaz, ya que la pierna que golpea toma impulso y los brazos intervienen para con-
seguir el equilibrio del cuerpo.
Hasta este momento nos hemos detenido en observar cómo los niños desarrollan las capacidades
que tienen que ver con el área de motricidad gruesa, pero ¿qué ocurre con las capacidades ma-
nipulativas y el desarrollo de la grafomotricidad?, ¿cuáles son las fases que se dan en el desarrollo
de estas adquisiciones? Para contestar a estas preguntas, vamos a analizar el último grupo de
capacidades motoras que desarrollan los niños y las niñas durante la Educación Infantil.
XX La prensión
La capacidad de prensión se desarrolla paralelamente a la capacidad de estabilidad y a la capa-
cidad de desplazamiento. El hecho de que el niño sea capaz de dirigirse con sus manos hacia los
objetos que se encuentran a su alrededor, utilizar todos sus sentidos para explorarlos y observar-
los, hasta reconocerlos e interiorizar sus propiedades particulares y comunes a otros objetos, le
va a permitir construir y modificar los esquemas de pensamiento que le llevarán a interpretar y a
descubrir el mundo que le rodea.
A los 8 meses es capaz de corregir la trayectoria del brazo para alcanzar lo que desea, desarrolla
la pinza inferior (pulgar y meñique) y es capaz de sostener el objeto que tiene en una mano si se
le ofrece otro.
Una vez que la pinza inferior ha sido practicada con el agarre de diferentes objetos y coincidien-
do con la edad de ponerse en pie y dar sus primeros pasos, desarrolla la pinza superior, donde
el pulgar se opone al índice y a los otros dos dedos para coger delicadamente y con precisión
los objetos pequeños. Esta prensión voluntaria va avanzando hasta los 15 meses, momento en
que algunos de los logros son: introducir una bola por el agujero de una botella, pasar hojas de
un libro, construir torres de hasta tres cubos y, muy importante, comenzar a practicar la grafo-
motricidad.
XX La grafomotricidad
La grafomotricidad se considera una capacidad psicomotora, ya que necesita de la evolución del
esquema corporal, la orientación estructuración espacio-temporal y la lateralización para desarro-
llarse.
No obstante, se incluye en este apartado por estar muy relacionada con el desarrollo de la capaci-
dad de manipulación, pues si el niño no es capaz de manipular objetos —lápiz o similar— no será
capaz de desarrollar la grafomotricidad.
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La pinza digital le permite agarrar una pintura y comenzar a experimentar que con este nuevo
instrumento es capaz de reproducir «algo». Los primeros trazos que realiza no tienen ningún sig-
nificado; simplemente son una manifestación motora. Poco a poco, el adulto es el que dota de
significados a esas primeras manifestaciones.
En la grafomotricidad intervienen diferentes factores que afectan al desarrollo del grafismo y del
dibujo. La división en etapas de desarrollo varía según la teoría que consideremos, pero podemos
simplificar en tres periodos:
Etapa del garabateo.
Etapa esquemática.
Etapa del realismo visual.
Desde el punto de vista educativo, el dibujo nos interesa porque es una integración de factores
cognitivos, psicomotores, emocionales, creativos, etc. Más allá de un simple ejercicio psicomotor,
el garabateo es un proceso lleno de significación.
1.4.4 La lateralización
XX Fases
Vamos a hacernos eco de las aportaciones de García Núñez et al. (2004) para exponer las fases por
las que atraviesa el proceso de lateralización:
Fase de indiferenciación (0 a 2 años). Sucede en el periodo sensoriomotor. La lateralidad
no está definida y el niño va descubriendo poco a poco que tiene dos manos, que estas le
pertenecen y que son una fuente para obtener placer porque, gracias a sus posibilidades ma-
nipulativas, le permiten interaccionar con el medio.
Fase de alternancia (2 a 4 años). A partir de los 2 años, hasta los 4, y gracias a que le interesa
explorar todo lo que le rodea, el niño utiliza las dos manos indistintamente para realizar sus
actividades cotidianas.
Fase de automatización (4 a 6 años). A partir de los 4 años y hasta los 6 años, poco a poco va
automatizando sus gestos y observaremos cómo utiliza el lado dominante en las distintas acti-
vidades que realiza: chutar, asir, mirar por un agujero, llevarse el auricular del teléfono al oído…
Como hemos comentado, la lateralización se produce entre los 3 y los 6 años. Si espontáneamen-
te no se ha producido una definición, conviene lateralizar al niño a uno u otro lado alrededor de
los 5 años, y por supuesto antes de introducirlo en el aprendizaje de la escritura.
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2 La psicomotricidad en el currículo
de la Educación Infantil
La consideración de los aspectos físico-motores del desarrollo educativo de los primeros años está
presente en todas las legislaciones educativas. De manera particular, es conveniente señalar cómo
se plantea la psicomotricidad en el currículo de la Educación Infantil, a través de los elementos
que lo componen, no sin antes ofrecer algunas pinceladas sobre su nuevo enfoque.
El currículo de la etapa de Educación Infantil presenta un enfoque competencial cuya meta no es
la mera adquisición de saberes, sino el desarrollo integral de niños y niñas, que deben aprender a
movilizar lo aprendido para solucionar necesidades reales.
Según el Decreto 80/2022, los contenidos educativos de la etapa se organizan en áreas corres-
pondientes a ámbitos propios de la experiencia y del desarrollo infantil:
Crecimiento en armonía.
Descubrimiento y exploración del entorno.
Comunicación y representación de la realidad.
Estas áreas están intrínsecamente relacionadas entre sí, por lo que se requerirá un planteamiento
educativo que promueva la configuración de situaciones de aprendizaje globales, significativas
y estimulantes que ayuden a establecer relaciones entre todos los elementos que las conforman.
Es decir, la división en áreas no implica que la realidad se presente en el aula de manera parcelada,
pues adquieren sentido desde la complementariedad entre ellas, y así habrán de interpretarse en
las propuestas didácticas: desde la globalidad de la acción y de los aprendizajes.
Por último, Bocanegra (2014) señala que la psicomotricidad en el aula tiene carácter importante
para la construcción de la inteligencia en los niños y niñas. Para ello, será importante una forma-
ción en conocimientos sobre motricidad por parte del docente.
Crecimiento en armonía
1. Progresar en el conocimiento y control de su cuerpo y en la adquisición de distintas estrate-
gias, adecuando sus acciones a la realidad del entorno de una manera segura, para construir
una autoimagen ajustada y positiva.
XX La metodología
Entre los principios generales de la etapa, el Decreto 80/2022 establece que las medidas orga-
nizativas, metodológicas y curriculares que se adopten se regirán por los principios del Diseño
Universal para el Aprendizaje (DUA), en línea con el nuevo enfoque de la LOE-LOMLOE.
Los métodos de trabajo se basarán en la experimentación, el respeto por las aportaciones del
alumnado, la actividad y el juego, desarrollándose en un ambiente de afecto y confianza que fa-
vorezca la interacción con el adulto y con los iguales, para potenciar su autoestima e integración
social. En el mencionado Decreto —anexo III— se recogen orientaciones relativas a la metodolo-
gía, en forma de situaciones de aprendizaje.
Las situaciones de aprendizaje, alineadas con los principios del DUA, permiten sentar las bases
para el aprendizaje a lo largo de la vida, fomentando procesos pedagógicos flexibles y accesibles
que se ajusten a las necesidades, las características y los diferentes ritmos de aprendizaje del
alumnado.
3 La sensación y la percepción
como fuente de conocimientos.
La organización sensorial y perceptiva
La percepción la podemos definir como una capacidad cognitiva precoz que permite al niño
entrar en contacto con el mundo que le rodea a través de los sentidos.
Algunos receptores de información permiten al niño relacionarse con el medio externo y otros
captan información del interior del cuerpo del niño. Los receptores de información exterior son
los sentidos: tacto, gusto, olfato, vista y audición. Y los receptores de información del interior del
organismo dan información de la posición en el espacio, de los cambios de postura y del estado
del mundo visceral.
Los sistemas sensoriales que nos informan son:
El sistema propioceptivo: las sensaciones que reciben los músculos, los tendones y las articu-
laciones nos proporcionan información sobre las partes del cuerpo y la posición del cuerpo en
el espacio y nos permiten obtener la impresión de movimiento, relajación o equilibrio.
El sistema interoceptivo: las sensaciones se reciben en el interior del cuerpo y las vísceras y
nos proporcionan información general del estado de nuestro organismo.
El sistema exteroceptivo: los estímulos vienen del exterior y provocan una percepción audi-
tiva, cutánea, visual, etc.
Estos sistemas de información funcionan de forma separada hasta el cuarto o quinto mes, en que
comienzan a articularse y a informar al bebé de los estímulos que provienen de su interior y de
todos aquellos que provienen del exterior.
Por lo tanto, el desarrollo sensorial es el comienzo del desarrollo cognitivo-motor porque solo a
través de los sentidos el bebé recibe las primeras informaciones del entorno y elabora las sensa-
ciones y las percepciones que forman parte, junto con la atención y la memoria, de sus procesos
básicos de conocimiento; por tanto, la riqueza de estímulos sensoriales beneficia el desarrollo de
los procesos cognitivos superiores: el pensamiento, el razonamiento, la inteligencia y el lenguaje.
Por último, Novelo (2002) apunta que las investigaciones realizadas acerca de la percepción nos
informan de que desde el nacimiento el equipo sensorial se encuentra en un nivel de desarrollo
bastante elaborado, y los bebés deben aprender a manejarlo, si bien la estimulación adecuada les
irá dando oportunidades de utilizarlo con mayor o menor frecuencia.
Percepción
Es el proceso mental que se encarga de organizar, interpretar y codificar los datos que aporta
la sensación.
De los 3 a los 6 años, el niño desarrolla la capacidad de percepción porque comienza a in-
teriorizar y a organizar otras capacidades más complejas y abstractas, como por ejemplo la
organización espacio-temporal.
XX El olfato
Los recién nacidos pueden distinguir diferentes olores. Hacen una mueca y respiran más rápido
cuando se les acerca un líquido con olor a cebolla o anís. Con menos de cinco días puede percibir
un olor fuerte en el espacio dirigiendo la cabeza hacia la fuente del estímulo.
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Castilla-La Mancha
XX El gusto
Es un sentido que está poco desarrollado en el bebé; sin embargo, sabemos que prefiere los sa-
bores dulces a los salados, los ácidos a los amargos. Cuando se le coloca cualquier sustancia en la
boca, el bebé la mueve hacia un lado y reacciona más a medida que aumenta la concentración
de glucosa.
XX El tacto
Es un lenguaje en el recién nacido porque a través del contacto con la piel de su madre capta sus
vibraciones y experimenta los sentimientos que ella le proporciona dotándole de un rico mundo
de emociones y estímulos, iniciando su proceso de desarrollo socioafectivo.
Además, el recién nacido percibe el dolor y las sensaciones placenteras con mucha nitidez. Si en
principio es la boca el órgano encargado de la exploración del mundo, a medida que su sistema
motor se va desarrollando, la percepción táctil se ve favorecida y contribuye a la construcción de
la inteligencia sensoriomotora.
Hasta este momento hemos estudiado cómo el desarrollo de la psicomotricidad se produce por
el estímulo de la maduración biológica y de la estimulación social que el niño recibe. Sin madu-
ración cerebral y física no hay progreso, pero la maduración por sí sola no da lugar al desarrollo, y
menos cuanto más complejas se van haciendo las adquisiciones.
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4 La intervención educativa
Además de maduración, el niño necesita situaciones que estimulen el aprendizaje de determi-
nadas actividades y su práctica posterior; necesita guía, modelos, motivación, refuerzos por sus
logros, así como afecto y apoyo cuando fracasa en sus acciones. Por lo tanto, cabe plantearse
ahora la pregunta: ¿cómo puede ser la intervención educativa para que el niño desarrolle sus
capacidades psicomotoras de manera plena?
Teniendo en cuenta que el propio currículo de la Educación Infantil contempla el desarrollo inte-
gral de los niños y de las niñas, con una atención especial al movimiento y a los hábitos de control
corporal, nuestra intervención educativa requiere elaborar un programa educativo que contem-
ple los objetivos didácticos relacionados con los logros psicomotores, los contenidos de las áreas
de experiencia y los principios de intervención metodológica.
4.1 Objetivos
4.2 Contenidos
4.3 Metodología
En cuanto a la metodología, hay que tener en cuenta el principio de globalización y de una edu-
cación vivencial en la que demos prioridad a las necesidades e intereses de los alumnos para que
eleven su nivel de motivación y poder conseguir la significatividad de los aprendizajes. Por lo
tanto:
Es bueno planificar, pero también hay que saber aprovechar las situaciones espontáneas que
se dan en el aula para trabajar los aprendizajes pretendidos.
Es conveniente aprovechar el carácter lúdico con el que los niños suelen ejercitar sus destre-
zas y habilidades psicomotrices; basta con observar la cantidad de actividades libres que los
niños realizan en el recreo.
Proponemos una metodología vivencial-globalizada en la que desarrollemos el currículo
de infantil dando especial relevancia a la comunicación de sentimientos y emociones a través
del lenguaje del cuerpo, la expresión corporal, y desarrollando a la vez todas las capacidades
cognitivas y motoras de las que hemos venido hablando.
XX Psicomotricidad
La psicomotricidad como acción pedagógica o la práctica psicomotriz está vinculada al desa-
rrollo de las capacidades motoras y psicomotoras. Por lo tanto, cuando nuestro objetivo sea
desarrollar alguna capacidad o reeducarla, proponemos un programa de intervención psico-
pedagógica en el que los objetivos, contenidos y actividades sean propios de ese programa,
complementando la programación de aula, y que se ajusten a las siguientes fases:
Una fase de calentamiento en la que se explica a los participantes qué se va a hacer y se les
invita a que tomen contacto con los materiales a emplear.
Una fase de desarrollo en la que los niños juegan.
Una fase de relajación.
Una fase de verbalización.
Si es posible, una fase de expresión gráfica.
XX La sensación y la percepción
La sensación y la percepción deben ser trabajadas desde la escuela para lograr su pleno desarrollo,
objetivo que se conseguirá si tenemos en cuenta las siguientes estrategias:
El principio de gradación, que consiste en que los estímulos sensoriales se deben presentar
desde lo claramente perceptible a lo imperceptible, empezando con contrastes muy definidos.
La experiencia sensorial tiene que vivirla cada niño particularmente, por lo que será importante
contar con el material suficiente y hacer agrupamientos poco numerosos para las actividades.
Al principio será conveniente trabajar cada sentido por separado y posteriormente los iremos
combinando en las distintas actividades.
El material será muy variado y se utilizará material de desecho y recursos del entorno natural.
Las actividades sensoriales se adecuarán al nivel cognitivo del alumnado y se referirán tanto a
los sentidos externos como a los internos.
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Según Palmar (2014), la psicomotricidad es esencial en las aulas debido a que estimula la actividad
motriz de los niños, logrando afianzar patrones básicos de movimiento, coordinación, motricidad,
lateralidad, manipulación de objetos y equilibrio.
Puedes ampliar este apartado con las actividades que encontrarás en las unidades didácticas
que desarrolla nuestra programación.
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CONCLUSIÓN
El alumnado de Educación Infantil se mueve en un proceso altamente organizado, en el que pro-
gresa y se perfecciona en la realización de movimientos corporales y acciones hasta integrarlos
en la conciencia a través de la representación mental de los mismos. El desarrollo de sus adqui-
siciones y la organización de la motricidad ocurre gracias a la interacción recíproca, inmediata y
continua entre los componentes madurativos, que están sujetos a un determinado calendario de
maduración cerebral, y los componentes afectivos y relacionales.
Por lo tanto, para poder intervenir con los niños y niñas dentro del aula potenciando su desarrollo
hasta que consigan adquirir las destrezas necesarias, es importante que nosotros, como educa-
dores, adquiramos un conocimiento previo, por un lado, sobre cómo suceden estos cambios y,
por otro lado, sobre cómo el currículo de Educación Infantil aborda el desarrollo físico-motor para
que, partiendo de este conocimiento, podamos programar actividades de enseñanza-aprendizaje
acordes con los objetivos y contenidos previamente contextualizados.
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Castilla-La Mancha
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RESUMEN
1.4.1. El esquema corporal La etapa de Educación Infantil supone el inicio del proceso
de adquisición de las competencias clave para el aprendizaje
Niveles de desarrollo: permanente. Estas competencias tienen carácter transversal,
pues todas se adquieren y desarrollan a partir de los apren-
Cuerpo vivido (0 a 3 años).
dizajes que se producen en las distintas áreas. Como conse-
Cuerpo percibido (3 a 7 años). cuencia, ninguna de ellas tiene una correspondencia unívoca
Cuerpo representado (7 en adelante). con la psicomotricidad.
El currículo propone unas competencias específicas para
1.4.2. La orientación espacial cada área, comunes para los dos ciclos de la etapa. En todas
Orientación espacial. las áreas hay competencias específicas que están relaciona-
das de alguna manera con la psicomotricidad.
Organización espacial.
Estructuración espacial. X psicomotricidad en los contenidos
XLa
1.4.3. La percepción temporal No existe un bloque específico de contenidos para la psico-
motricidad en la Educación Infantil; sin embargo, sí está implí-
Las capacidades que permiten estructurar y organizar el cita en todas las áreas a través de varios bloques.
tiempo son las más difíciles de adquirir porque precisan
de la compleja capacidad de abstracción y no se pueden
X psicomotricidad en los criterios de evaluación
XLa
percibir a través de los sentidos.
Orientarse en el tiempo significa situar y organizar los mo- Hay competencias específicas que están relacionadas con la
mentos vividos con relación a otros. psicomotricidad. Por tanto, necesariamente habrá criterios de
evaluación que hagan referencia a este tipo de coordinación.
1.4.4. La lateralización
X metodología
XLa
Lateralidad: preferencia espontánea en el uso de los órga-
nos situados al lado derecho o izquierdo del cuerpo Entre los principios generales de la etapa, el Decreto 80/2022
Lateralización: proceso de formación y desarrollo de la la- establece que las medidas organizativas, metodológicas y
teralidad. curriculares que se adopten se regirán por los principios del
Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), en línea con el
X
XFases nuevo enfoque de la LOE-LOMLOE.
1 EN NUESTRAS ACADEMIAS
En las clases presenciales
trabajamos en grupos reducidos,
fomentando la participación
y aprovechando las ventajas
del aprendizaje colaborativo
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