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INDUSTRIALIZACION EN MEXICO

El proceso de industrialización o Revolución


Industrial en la nación mexicana comenzó realmente
150 años después, ya bien entrado el siglo XX. Este
proceso provocó una honda transformación en la
sociedad de México se incorporó a la mujer a la
industria y se modernizó la infraestructura del país,
entre otros cambios.
ANTECEDENTES
La Revolución Industrial se inició en Inglaterra hacia
mediados del siglo XVIII, desde donde se extendió a
Europa y a otras regiones del mundo. El término
Revolución Industrial fue utilizado por el historiador
inglés Arnold Toynbee (1852 – 1883).
Con este término describe el primer impulso para el
desarrollo económico que experimentó Gran Bretaña
entre 1760 y 1840, periodo llamado Primera
Revolución Industrial. En México, al igual que en el
resto de América Latina, la Primera Revolución
Industrial pasó inadvertida. Durante esta época el
virreinato de Nueva España, como se denominaba
anteriormente el actual territorio mexicano, fue
una colonia española atrasada en el ámbito
industrial.

Las condiciones políticas, económicas y sociales


no permitieron que esta colonia rica en metales
preciosos pudiera iniciar su desarrollo industrial.
Nueva España era gobernada por un Imperio que
padecía el mismo atraso económico e ideológico
que sus colonias.

Nueva España era tan solo una colonia dedicada a


la explotación y exportación minera, y a la
agricultura de subsistencia. Durante todo el siglo
XIX México estuvo sumido en la guerra de
Independencia y en las luchas intestinas entre
caudillos conservadores y liberales.

Impulso inicial

Es durante la dictadura del general Porfirio Díaz,


quien gobernó México entre 1876 y 1911, cuando
el país comienza la primera fase de su desarrollo
económico. La instalación y diseminación del
sistema ferroviario permitió comunicar las
distintas regiones e impulsar el comercio interno
y externo.

Etapas del proceso de industrialización


Los primeros 25 años del siglo XIX constituyeron el inicio del
proceso de industrialización, que se denominó “economía
enclave”. Fue un proceso lento pero progresivo, en el que la
economía estaba por entero volcada a la explotación y
exportación de materias primas.

Básicamente los principales productos de exportación eran el


algodón, el cacao y el café. A partir de 1933 se produjeron grandes
transformaciones en la organización político-social; es el inicio de
la política de expropiación y nacionalización de los ferrocarriles y
del petróleo.
En esta etapa el liderazgo político y económico y el estado
mexicano adquirieron conciencia de la necesidad de industrializar
el país. Se convino adoptar profundas reformas laborales en el
campo y la ciudad y redistribuir la riqueza.

Esos fueron los años de la Gran Depresión, que no solo afectó la


economía estadounidense sino a toda Latinoamérica.

1940-1960, el “Milagro Mexicano”

A partir de 1940 comenzó el desplazamiento del capital y la


atención política de la agricultura a la industria. En esta etapa
México logra grandes avances para su industrialización.

Es aquí cuando comienza realmente el crecimiento económico


sostenido del país y la Revolución Industrial. Algunos autores lo
denominan el “Milagro Mexicano” debido al crecimiento sostenido
que se mantuvo por más de tres décadas. Durante esta etapa se
produjo una ruptura con los viejos esquemas de producción.

l estallar la Segunda Guerra Mundial se crearon condiciones


favorables para que México avanzara más en su proceso de
transformación industrial.

La demanda de productos de consumo masivo que no requerían de


grandes capitales ni del uso de tecnologías avanzadas,
complementaron la necesidad. Entre 1940 y 1946 las ideas en
boga sobre sustitución de importaciones se pusieron en práctica.

Al estallar la Segunda Guerra Mundial se crearon condiciones


favorables para que México avanzara más en su proceso de
transformación industrial.

La demanda de productos de consumo masivo que no requerían de


grandes capitales ni del uso de tecnologías avanzadas,
complementaron la necesidad. Entre 1940 y 1946 las ideas en
boga sobre sustitución de importaciones se pusieron en práctica

Apoyo a la industria nacional


El estado mexicano apoyó la industria nacional y creó algunos
organismos. Entre estos destaca Sosa Texcoco, S.A. en 1940.
También resaltan Altos Hornos de México, S.A. y el IMSS, ambos
en 1942. Para revitalizar el aparato productivo estatal y apoyar la
empresa privada se reorganizó la entidad NAFIN (Nacional
Financiera).

Amplios sectores del país apoyaban la idea de corregir las fallas


en la política agraria, así como mejorar la organización obrera,
campesina y militar junto con la clase media y la burguesía, para
crear un frente nacional de apoyo al desarrollo industrial del país.

Industrias impulsadas

Se impulsó la industria eléctrica, vital para la industrialización.


También se desarrollaron la industria química, la siderúrgica, la
mecánica y la petrolera del país. Las materias primas que antes se
exportaban fueron más aprovechadas por la industria nacional.

Se buscaba aumentar el consumo interno y evitar las


importaciones innecesarias, que provocaban la salida de divisas.
En esta etapa los principales sectores industriales son la industria
textil, los talleres y la industria minero extractiva.

Al crecer el consumo interno del petróleo debido al crecimiento


industrial, el estado mexicano debió invertir más en este sector.
Se aumentó la producción y se mejoró el uso de modernas
técnicas de explotación.

Esto, junto con la política de bajos precios, fueron factores


determinantes para lograr el crecimiento económico y para
ampliar la infraestructura de servicios en el país.

Entre 1960 y 1980 el Producto Interno Bruto (PIB) se incrementó a


un ritmo interanual de 6,5 %, aunque después disminuyó debido a
la crisis entre 1980 y 1988 a solo 0,5 % anual

Impacto en México
Las consecuencias más visibles de la Revolución Industrial
mexicana se observaron principalmente en los siguientes
aspectos:

– La organización social y económica del capital se dio en torno a


asociaciones comerciales, establecimiento de la banca,
compañías de seguros, sindicatos y otros organismos.

– Se desarrolló el sistema de crédito por rentas.

– El modo de producción semifeudal o precapitalistas dio paso a la


producción intensiva en el campo y la ciudad.

– Se produjo el éxodo de mano de obra campesina hacia las


ciudades, trayendo como consecuencia la concentración
poblacional en los centros urbanos industriales.

– Con la producción en serie se abarataron los precios de muchos


artículos y la población pudo acceder más a ellos.

– Miles de mujeres se incorporan a las fábricas, con lo cual el


trabajo doméstico disminuyó.

– La incorporación de la mujer en el trabajo industrial provocó un


cambio en las costumbres familiares.

– México pasó de ser una sociedad agraria atrasada a una nación


industrial. La industria desplazó a la agricultura como principal
empleadora de mano de obra.

– Los sectores industriales, comerciales y de servicios pasaron a


ser los más influyentes en la economía.

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