Está en la página 1de 8

La Revolución Industrial tuvo su origen en Inglaterra, donde se daban unas

condiciones políticas, socioeconómicas y geográficas adecuadas. Pero,


¿cuándo fue la Revolución Industrial? Tuvo su origen aproximadamente hacia
el año 1760 y concluyó en la década de 1840.

La máquina de vapor fue la base sobre la que se asentó todo el desarrollo que
vino propiciado como consecuencia de la Revolución Industrial. Este invento
fue posible gracias a algunos elementos, como la existencia de combustibles
como el carbón.

Junto a estos elementos, otros factores hicieron posible que la Revolución Industrial
surgiese, se desarrollase en Inglaterra y diera pie a importantes cambios que
generaron un gran impacto en la sociedad.

Causas políticas

Por una parte, la Revolución burguesa del siglo XVII había triunfado, dándose
con ello la abolición del sistema feudal. El sistema se basaba en una
monarquía que había desechado el absolutismo que se daba en otros países
europeos.

Como consecuencia, Inglaterra vivió una época de estabilidad, sin sobresaltos


revolucionarios y con unas mayores libertades civiles.

Causas socioeconómicas

Las innovaciones que se produjeron en el campo permitieron un aumento


de productividad que significó la producción de más alimentos. Este proceso
se conoció como la revolución agrícola, dando como resultado un aumento de
la población.

Este aumento de población supuso, a su vez, un aumento de mano de obra


disponible que no resultaba productiva en el campo. Lo cual terminó
provocando un importante éxodo rural con el trasvase de importantes
contingentes de población desde el campo a las ciudades. Esta población
desplazada se convertiría en una bolsa de mano de obra disponible para
realizar los trabajos industriales.

Causas geográficas
La existencia de determinadas materias primas en el territorio de Inglaterra
también facilitó el proceso. El hierro y carbón fueron fundamentales para
permitir el desarrollo y la generalización de innovaciones como la máquina de
vapor.

las consecuencias de la Primera Revolución Industrial, se pueden dividir en tres


bloques.

Mecanización del trabajo y grandes fábricas

La producción mecanizada generó un descenso del trabajo artesanal. Esta


nueva forma de producción dio lugar a que los talleres fueron desplazados por
grandes centros fabriles.

Características de la Revolución Industrial

Con base en las causas, las consecuencias y todo el desarrollo de la Primera


Revolución Industrial, podemos establecer diferentes características:

 Gran aumento de la producción mecanizada.


 Cambios en la estructura social.
 Expansión económica e industrial sin precedentes.
 Incremento de la productividad, gracias al avance de la tecnología.
 Importantes mejoras en los medios de transporte.
 Fuerte aumento de la población urbana, en detrimento de la población rural.
 Cambios en el hábito de consumo.
 Transformación de la estructura productiva.
 Transición del sector primario al sector secundario. Sobre todo, textil y
metalúrgico.
 Impulso del carbón como fuente de energía principal.

Inventos de la Revolución Industrial

Entre los inventos más importantes de la Revolución Industrial podemos


destacar los siguientes:

 Máquina de hilar (1767).


 Máquina de vapor (1769).
 Barco de vapor (1787).
 Ferrocarril (1814).
 Bicicleta (1817).
 Máquina de escribir (1829).
https://economipedia.com/definiciones/primera-revolucion-industrial.html

Revolución Industrial en
México: Antecedentes e
Impacto
La Revolución Industrial en México fue el proceso de cambio
de la economía tradicional agraria y minera a otra que incorporó
a la industria y a la mecanización. México, como el resto de
América Latina, llegó muy tarde a la Revolución Industrial, que
en Inglaterra comenzó en 1760.

Durante la Colonia y después de la Independencia solo se


explotaban y exportaban minerales y algunos productos
agrícolas. Las condiciones políticas y económicas, junto con la
ideología mercantilista de los monarcas españoles, no
permitieron el inicio más temprano del proceso de
industrialización.

Los caudillos que gobernaron después de la Independencia


tampoco propiciaron el inicio de la era industrial en México. El
proceso de industrialización o Revolución Industrial en la nación
mexicana comenzó realmente 150 años después, ya bien
entrado el siglo XX.

Este proceso provocó una honda transformación en la sociedad


de México. Se produjo el éxodo del campo a la ciudad, se
incorporó a la mujer a la industria y se modernizó la
infraestructura del país, entre otros cambios.

En México, al igual que en el resto de América Latina, la Primera


Revolución Industrial pasó inadvertida. Durante esta época el
virreinato de Nueva España, como se denominaba anteriormente
el actual territorio mexicano, fue una colonia española atrasada en
el ámbito industrial.
Las condiciones políticas, económicas y sociales no permitieron
que esta colonia rica en metales preciosos pudiera iniciar su
desarrollo industrial. Nueva España era gobernada por un Imperio
que padecía el mismo atraso económico e ideológico que sus
colonias.

Nueva España era tan solo una colonia dedicada a la explotación y


exportación minera, y a la agricultura de subsistencia. Durante
todo el siglo XIX México estuvo sumido en la guerra de
Independencia y en las luchas intestinas entre caudillos
conservadores y liberales.

Impulso inicial   
Es durante la dictadura del general Porfirio Díaz, quien gobernó
México entre 1876 y 1911, cuando el país comienza la primera
fase de su desarrollo económico. La instalación y diseminación del
sistema ferroviario permitió comunicar las distintas regiones e
impulsar el comercio interno y externo.

México se convirtió en una bisagra comercial latinoamericana,


debido al intenso comercio marítimo a través del océano Atlántico
y el océano Pacífico en los puertos de Veracruz, Salina Cruz y
Manzanillo, entre otros.

El auge del comercio fue tal que México se convirtió en el país más
influyente de América Latina en cuanto a relaciones comerciales
internacionales.

Impacto de la Revolución Mexicana


Luego, con la Revolución Mexicana que estalló en 1910, se crearon
las bases jurídicas para la reforma agraria y otras conquistas
laborales. La guerra civil se extendió durante una década y en este
periodo el país se estancó.

Dos décadas después de que la guerra civil terminó, la reforma y


la política agraria fueron objeto de debate permanente, entre
avances y retrocesos. Finalmente, la reforma agraria contribuyó a
democratizar la propiedad de la tierra.

Muchos campesinos pudieron ocupar un gran volumen de tierras,


que durante siglos habían permanecido primero en manos de los
encomenderos y luego de terratenientes.

Etapas del proceso de industrialización


Los primeros 25 años del siglo XIX constituyeron el inicio del
proceso de industrialización, que se denominó “economía enclave”.
Fue un proceso lento pero progresivo, en el que la economía
estaba por entero volcada a la explotación y exportación de
materias primas.

Básicamente los principales productos de exportación eran el


algodón, el cacao y el café. A partir de 1933 se produjeron
grandes transformaciones en la organización político-social; es el
inicio de la política de expropiación y nacionalización de los
ferrocarriles y del petróleo.

En esta etapa el liderazgo político y económico y el estado


mexicano adquirieron conciencia de la necesidad de industrializar
el país. Se convino adoptar profundas reformas laborales en el
campo y la ciudad y redistribuir la riqueza.

Esos fueron los años de la Gran Depresión, que no solo afectó la


economía estadounidense sino a toda Latinoamérica.

1940-1960, el “Milagro Mexicano”


A partir de 1940 comenzó el desplazamiento del capital y la
atención política de la agricultura a la industria. En esta etapa
México logra grandes avances para su industrialización.

Es aquí cuando comienza realmente el crecimiento económico


sostenido del país y la Revolución Industrial. Algunos autores lo
denominan el “Milagro Mexicano” debido al crecimiento sostenido
que se mantuvo por más de tres décadas. Durante esta etapa se
produjo una ruptura con los viejos esquemas de producción.

Al estallar la Segunda Guerra Mundial se crearon condiciones


favorables para que México avanzara más en su proceso de
transformación industrial.

La demanda de productos de consumo masivo que no requerían de


grandes capitales ni del uso de tecnologías avanzadas,
complementaron la necesidad. Entre 1940 y 1946 las ideas en
boga sobre sustitución de importaciones se pusieron en práctica.

Apoyo a la industria nacional


El estado mexicano apoyó la industria nacional y creó algunos
organismos. Entre estos destaca Sosa Texcoco, S.A. en 1940.
También resaltan Altos Hornos de México, S.A. y el IMSS, ambos
en 1942. Para revitalizar el aparato productivo estatal y apoyar la
empresa privada se reorganizó la entidad NAFIN (Nacional
Financiera).

Amplios sectores del país apoyaban la idea de corregir las fallas en


la política agraria, así como mejorar la organización obrera,
campesina y militar junto con la clase media y la burguesía, para
crear un frente nacional de apoyo al desarrollo industrial del país.

Industrias impulsadas
Se impulsó la industria eléctrica, vital para la industrialización.
También se desarrollaron la industria química, la siderúrgica, la
mecánica y la petrolera del país. Las materias primas que antes se
exportaban fueron más aprovechadas por la industria nacional.

Se buscaba aumentar el consumo interno y evitar las


importaciones innecesarias, que provocaban la salida de divisas.
En esta etapa los principales sectores industriales son la industria
textil, los talleres y la industria minero extractiva.
Al crecer el consumo interno del petróleo debido al crecimiento
industrial, el estado mexicano debió invertir más en este sector.
Se aumentó la producción y se mejoró el uso de modernas
técnicas de explotación.

Esto, junto con la política de bajos precios, fueron factores


determinantes para lograr el crecimiento económico y para ampliar
la infraestructura de servicios en el país.

Entre 1960 y 1980 el Producto Interno Bruto (PIB) se incrementó a


un ritmo interanual de 6,5 %, aunque después disminuyó debido a
la crisis entre 1980 y 1988 a solo 0,5 % anual.

Impacto en México
Las consecuencias más visibles de la Revolución Industrial
mexicana se observaron principalmente en los siguientes aspectos:

– La organización social y económica del capital se dio en torno a


asociaciones comerciales, establecimiento de la banca, compañías
de seguros, sindicatos y otros organismos.

– Se desarrolló el sistema de crédito por rentas.

– El modo de producción semifeudal o precapitalistas dio paso a la


producción intensiva en el campo y la ciudad.

– Se produjo el éxodo de mano de obra campesina hacia las


ciudades, trayendo como consecuencia la concentración
poblacional en los centros urbanos industriales.

– Con la producción en serie se abarataron los precios de muchos


artículos y la población pudo acceder más a ellos.

– Miles de mujeres se incorporan a las fábricas, con lo cual el


trabajo doméstico disminuyó.
– La incorporación de la mujer en el trabajo industrial provocó un
cambio en las costumbres familiares.

– México pasó de ser una sociedad agraria atrasada a una nación


industrial. La industria desplazó a la agricultura como principal
empleadora de mano de obra.

– Los sectores industriales, comerciales y de servicios pasaron a


ser los más influyentes en la economía.

También podría gustarte