Está en la página 1de 8

INTRODUCCIÓN

Este artículo pretende transitar el tema relacionado con la seguridad ciudadana


presentando algunos puntos relevantes que atraviesan la problemática en cuanto a la
seguridad, entendida en sentido amplio como la protección de los derechos, libertades y
garantías constitucionales, la seguridad ciudadana reconocida en el texto legal
venezolano el cual supone la seguridad integral de los derechos y representa una guía
en el diseño y ejecución de políticas públicas, para fragmentar las posibles propuestas
o respuestas en la materia, mostrando las diferencias de enfoque y de principios que se
sostienen efectuando un análisis del discurso en torno a los jóvenes, que en la
actualidad son frecuentemente vistos como grupos peligrosos por la misma sociedad
causando estigmas y señalamiento que generan situaciones de exclusión y de
violencia, se reflexiona en relación a la participación y a la corresponsabilidad que
debemos tener en la creación de políticas públicas relacionadas con la seguridad
ciudadana ya que debemos involucrarnos todos los ciudadanos y las ciudadanas en
esta materia, porque de ello se desprende el verdadero trabajo que se vienen
desarrollando en torno a las políticas de seguridad, tanto las que se implementan desde
el Estado, como las que se vienen ejecutando desde las comunidades organizadas.

1
La seguridad ciudadana es una temática que abarca varios aspectos, social,
cultural, económico, político y hasta educativo de un país, en los últimos años, la
seguridad ciudadana ha ido progresando constante a la par de la sociedad, pues la
expansión de esta ha generado conocimiento sobre causas y consecuencias a la
problemática que la ha afectado, es decir el fenómeno de inseguridad, cabe destacar
que esta no hace diferencias referida a estratos sociales por eso, ampliar nuestros
conocimientos, en el término de seguridad se convierte en un saber complicado que
abarca muchos ángulos, y todo lo integral del ser humano, sin embargo, en nuestros
tiempos este término nos lleva a pensar en seguridad física de la vida de hombres y
mujeres tomando en cuenta que se trata de un derecho inherente e inalienable, pero
por razones estructurales y situacionales que de la misma sociedad se han generado,
respondiendo a un sistema capital donde el interés económico subordino al ser
humano, lo que sobrellevó con ellos la pérdida de valores morales, hoy en día una de
las principales características de todas las sociedades es que vivimos en un mundo
donde la violencia se ha desbordado creando un clima de criminalidad subjetiva y
objetiva, (ver anexo 1 y 2).
Es por esto que se ha identificado a la pobreza como otra causa que puede
generar altos índices de delincuencia que generalmente, se ubican en las zonas
marginales, vale destacar que la falta de educación también es asociada como causa
generadora de violencia y por supuesto inseguridad, de esta manera, la delincuencia
juvenil se constituye en un fenómeno social novedoso dado su veloz crecimiento en
cuanto a cantidad y a la violencia relacionada a los jóvenes, de allí surge las
percepciones que los distintos sectores sociales tienen uno de otros, nótese que se ha
creado una relación entre juventud y violencia que se ha ido construyendo sobre la
base de procesos contradictorios que tienden a injuriar y culpabilizar a la juventud de
las zonas populares como causantes de la violencia y no como consecuencia de la
misma, pero también, es cierto que la juventud es más víctima de la violencia que
victimario, siendo justos podemos afirmar que los jóvenes no escogen la violencia más
bien ella los escoge a ellos, si hacemos una revisión de los ambientes familiares
podremos evidenciar que los jóvenes implicados en hechos delincuenciales pertenecen

2
en su mayoría a grupos familiares desintegrados, donde los valores sociales han
mutado, las estructuras de socialización como las escuelas se encuentran en crisis, lo
que terminan por empujar a la juventud hacia un abismo de inimaginables
consecuencias, de acuerdo a todo esto, las políticas públicas de prevención del delito
deben necesariamente tomar en cuenta a la juventud, pero no solamente como
causante de circunstancias o situaciones donde son autores de los hechos criminales,
sino también como víctima principales, es por ello que la cercanía a la juventud no
puede ser como sujetos o actores peligrosos, ni tampoco como chivos expiatorios de la
inseguridad, es decir, volcar toda la responsabilidad en ellos de lo que pasa, muchas
veces la misma sociedad es culpable al colocar a los jóvenes como sujetos incapaces
de generar soluciones relacionadas con sus diversas acciones y funciones, es decir la
sociedad se ha encargado de decidir sobre este grupo pero no se le ha dado la
oportunidad, lo que desarrolla procesos de exclusión y de estigmatización, hoy en día
se evidencia que en las escuelas es menor la calidad académica, no por voluntad del
estado sino por el contexto de la lucha social, la escuela dejó de generar expectativas y
posibilidades de ascenso social para los sectores populares, no hay relación entre
escuela y realidad, los jóvenes construyen nuevas redes sociales que tienden a
suplantar a la institucionalidad formal que no les da cabida. Frente a esta situación, por
ejemplo, la juventud desarrolla sus propias instituciones y medios de expresión social;
entre ellas están las llamadas pandillas, en las que no todo es negativo, como suele
presentarnos la prensa. La pandilla sustituye a la familia y a la escuela en el proceso de
socialización y, en su afán de construcción de su identidad grupal, genera también
aspectos creativos alrededor de la música, el deporte, la poesía y la pintura.
Es por ello que es pertinente y oportuna las políticas que adelantan algunos
países en materia de seguridad ciudadanas para dar un viraje en la apreciación de la
realidad, tanto desde el punto de vista político económico social y cultural , en el caso
de Venezuela el estado es garante de la participación integral de todos los sectores, y
adelanta políticas que permitan el disfrute y goce de las libertades y derechos
constitucionales para ello crea planes, proyectos y acciones y fomenta la
corresponsabilidad de todas y todos los venezolanos (a), para abordar los factores
situacionales, estructurales e institucionales que generan inseguridad en pro de mejorar

3
el buen vivir de todas y todos, la participación es una parte importante del proceso de
transformación lo que aumenta las capacidades políticas de la sociedad para articular
acciones y metas colectivas, esto le da una legalidad democrática a las personas,
grupos y comunidades en función de sus necesidades, convirtiendo estas luchas en
metas públicas y las políticas públicas en un patrimonio social, además esta
participación de las personas y comunidades es imprescindible para construir sujetos
conscientes de derechos, empoderados de sus proyectos de vida y activos defensores
de sus derechos.

4
ANEXOS

Anexo 1

5
Anexo 2

6
CONCLUSIÓN

La seguridad ciudadana debe ser dirigida a crear políticas públicas con la participación
de todos los actores de la sociedad, dirigida y priorizada para atender más que señalar,
investigar qué causa o genera la tendencia de este comportamiento de aquellos grupos
que son vistos como causantes de la violencia, es decir indagar no en el marco de
categorización sino para lograr entender y crear posibles estrategias que den solución
a esta problemática conductual cumpliendo con la corresponsabilidad de todas y
todos, para ampliar las políticas que en materia de seguridad, dándole cumplimento a lo
establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para contribuir
y promover el desarrollo formación de una cultura de paz y justicia, respetando los
derechos de todos.

7
REFERENCIAS

Antillano, Andrés (2007). ¿Qué son las políticas de seguridad? Capítulo Criminológico.
Vol. 35, N. 2. pp. 145 – 177

Baratta, Alessandro (2001). “Seguridad”. Capítulo Criminológico. Vol. 29, N. 2, pp. 1 –


24.

Concha-Eastman, A. Inseguridad y violencia: nuevos retos e incitativas. Contribución


presentada al Congreso Nacional de la Asociación de Bancos Argentinos. Buenos
Aires, mayo 1998.

Fernando Carrión, editor Seguridad ciudadana, ¿espejismo o realidad? Facultad


Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO, Sede Ecuador Páez N19-26 y
Patria, Quito – Ecuador, junio de 2002

Gabaldón, Luis Gerardo (2008). Seguridad ciudadana y políticas públicas en


Venezuela. Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales. Serie Diálogo
Político. Caracas.

Sarmiento Anzola; Libardo. Injusticia y desigualdad social la eterna crisis. En: Apuntes
del CENES. Universidad. Pedagógica y tecnológica de Colombia. Bogotá. 1999.

También podría gustarte