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La inseguridad es uno de los factores que con el paso del tiempo ha cobrado más fuerza,
generando zozobra, nerviosismo o temor en las personas, y Bucaramanga no ha sido la
excepción, a esto puesto que los hechos delincuenciales cada vez son mayores en esta zona
del país.
Por tanto, en la siguiente relatoría analizaremos este conflicto social que tanto, afecta a la
comunidad Bumanguesa.
Solución de conflictos
La persona no ha sido directamente victimizada, sino que lo cree por contagio colectivo;
esta inseguridad posee dos componentes, el primero de ellos es la inseguridad subjetiva, la
cual hace referencia al sentimiento de amenaza propia, este no corresponde
imprescindiblemente con la vulnerabilidad real que la persona vive.
Por tanto, al momento en que las personas elaboran su realidad social a partir de los medios
de comunicación sin otro tipo de estándares de control o comparación, es muy factible que
esa imagen de la realidad esté distorsionada y estereotipada, más que nada debido a que la
violencia, el delito y la inseguridad tienen una gran importancia dentro de los medios de
comunicación.
Esta imagen social percibida por las personas, contribuye a que se tenga una sensación de
violencia social, crimen y delito mayor a lo que las estadísticas llegan a indicar. Adicional
a lo anterior, existe un dilema entre la política de fronteras abiertas y la inseguridad
ciudadana, esto genera un constante rechazo a los inmigrantes y consigo una presión de
carácter social, ya que todo lo referente a seguridad ha reforzado su relevancia durante los
últimos años dentro de la sociedad, convirtiéndose en una de las exigencias primordiales,
debido a esto las políticas migratorias están en un constante cambio, es por ello que las
actitudes frente a la población migrante han sido enfocadas como una amenaza a la
identidad y claramente a la seguridad.
Así mismo, el principal significado de la seguridad ciudadana implica “el no temer una
agresión violenta, ser respetada la integridad física y, sobre todo, poder disfrutar de la
privacidad del hogar sin miedo a ser asaltado y poder transitar tranquilamente por las calles
y el espacio público sin temer que ocurra algún delito como robo o una agresión”.
Por todo esto la seguridad sería una creación cultural que hoy en día implica una forma
igualitaria de sociabilidad y un ámbito libremente compartido por todos. Por otro lado, a la
seguridad ciudadana se le considera como un bien público que implica salvaguardar los
derechos humanos e innatos de la persona, entre estos y el más importante, el derecho a la
vida, así como la integridad personal, la inviolabilidad de la vivienda y la libertad de
desplazamiento.
La seguridad ciudadana no simplemente se basa en reducir los delitos sino que también se
emplea como una “estrategia constante para lograr mejorar la calidad de vida de la
población, una acción comunitaria para hacer frente a la criminalidad, y poder obtener
acceso a un sistema de justicia eficaz, una educación basada en valores, respeto por la ley
y la tolerancia.
Como recomendación inicial, sería de utilidad el documentar cuales han sido las acciones
realizadas por el gobierno, la comunidad y las autoridades competentes para mitigar este
sentimiento y reforzar la percepción de seguridad, para esto sería interesante el desarrollo
de programas en los cuales se dé a conocer formas de prevención contra el delito, además
de brindar herramientas para la identificación de estas.
De este modo, se recomienda una policía más cercana al ciudadano, más eficiente en sus
líneas de atención y en las metodologías de denuncia y a los casos de denuncia, ya que el
sentir de la población es que la institución no actúa en estos casos.
Conclusiones
Resolver un conflicto implica disposición, ésta se logra de una manera natural cuando
existen condiciones para el diálogo, sin embargo, cuando falta confianza, respeto o equidad
en la comunicación se puede recurrir a la figura del mediador quién deberá facilitar su
resolución de manera colaborativa y estratégica. Por otra parte, la negociación como
estrategia de resolución de conflictos favorece que las partes inicialmente en desacuerdo o
disconformes lleguen a un acuerdo mutuamente satisfactorio con economía de esfuerzos.
Desde una perspectiva educativa, se espera que los competentes ubiquen la importancia de
afrontar conflictos de una manera deseable, es decir, a través del diálogo, mediación o
negociación, como parte de una cultura de la paz y de la no violencia.