2 tazas de harina 1/4 cucharadita de sal 1 cucharada de aceite vegetal
2 cucharadas de azúcar 2 huevos Aceite para freír
1 cucharadita de polvo de hornear 1/4 taza de leche Azúcar en polvo para espolvorear
Instrucciones:
1. En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar, el polvo de hornear y la sal.
2. En otro bol más pequeño, bate los huevos y luego agrégales la leche y el aceite vegetal. Mezcla bien. 3. Vierte la mezcla líquida en el bol de ingredientes secos y mezcla todo hasta obtener una masa homogénea. Si la masa está muy seca, puedes agregar un poco más de leche, pero asegúrate de que no quede demasiado pegajosa. 4. Cubre la masa con un paño limpio y déjala reposar durante al menos 15 minutos. 5. En una sartén profunda, calienta suficiente aceite para freír los calzones rotos. La temperatura ideal del aceite debe estar alrededor de 175-180°C (350-360°F). 6. Toma pequeñas porciones de masa y estíralas con un rodillo sobre una superficie enharinada. La masa debe tener un grosor de unos 2-3 mm. 7. Corta la masa en trozos de forma irregular o dale una forma similar a un óvalo. Puedes hacer cortes en el centro para que se vean como "calzones rotos". 8. Fríe los calzones rotos en el aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes. No los frías todos juntos, es mejor hacerlo en lotes para evitar que se peguen. 9. Una vez que estén listos, retíralos del aceite con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. 10. Espolvorea los calzones rotos con azúcar en polvo mientras aún están calientes.