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Diversidad y acciones afirmativas:

retos para el reconocimiento, la inclusión


desarrollo
y el
de las ciudadanías juveniles
Módulo 1. Fundamentos de enfoques diferenciales e interseccionalidad

Introducción
Como ya vimos durante el primer curso, y como le contamos en el módulo de bienvenida, cuando
nos referimos a juventud es fundamental hacerlo desde la pluralidad, es decir, como “juventudes”.
Esto nos permite hacer un reconocimiento y pronunciarnos sobre las diferentes formas de expre-
sión, la diversidad y los contextos en que nuestras y nuestros jóvenes desarrollan sus proyectos
de vida. Ahora, para hablar de la posibilidad de lograr situaciones de igualdad en el marco de la
inclusión y la diversidad, es necesario remitirse a las herramientas que lo teórico, lo histórico, lo
experiencial y lo normativo nos brindan. Es por ello que, en este primer módulo, le contaremos
acerca de qué son y para que nos sirven los enfoques diferenciales y cómo estos se relacionan
con la perspectiva interseccional. ¡Empecemos!

Unidad 1: Juventud y diversidad: las bases de los enfoques


diferenciales en el servicio público

Tema 1: Discriminación y relaciones de poder

En su artículo 7, la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) señala que:

Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley.
Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declara-
ción y contra toda provocación a tal discriminación. (Asamblea general de las Naciones
Unidas, 1948)

Pero, ¿a qué se refiere con discriminación? Históricamente, ha habido grupos poblacionales espe-
cíficos que han sido marginados por sus características físicas, creencias, posiciones políticas o
situación socioeconómica, entre otros. Aspectos que han hecho que no cuenten con las mismas
oportunidades que otros grupos poblacionales y que, por lo tanto, sus derechos se vean vulnera-
dos. Los casos que más podemos tener presentes pueden ser, por ejemplo, los de las mujeres, los
pueblos indígenas y las poblaciones negras y afrodescendientes. En ese sentido, la Corte Intera-
mericana de Derechos Humanos indica que la discriminación:

Es toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que se basa en determinados motivos,


como el sexo, la opinión política, la identidad sexual, la orientación sexual o cualquier otra
condición social que tenga por objeto o resultado anular o menoscabar el reconocimiento,
goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de todas las perso-
nas. (FUPAD, S.f., pg. 10)
Ya hemos mencionado que estas discriminaciones se dan con prevalencia a grupos poblacionales
específicos, lo cual indica que estas dinámicas de discriminación tienen la capacidad de permane-
cer y de replicarse en el tiempo. Partiendo de los preceptos de Michel Foucault, Piedra (2004) dice
que, en su día a día, los sujetos están inmersos en innumerables tipos de relaciones de interacción
con el otro, las cuales son de producción, de significación y de poder. En lo que se refiere a estas
últimas, establece que la forma en que se configuran es determinada por contextos históricos
específicos que, a su vez, fueron determinados por las instituciones, las normas, los valores y los
discursos dominantes, que luego recrean verdades que son tomadas como el statu quo en la
sociedad. Esto hace que, dependiendo del grupo poblacional al que se pertenezca, se esté en la
“potestad” de ejercer poder sobre otros o que otros ejerzan su poder sobre la persona, promo-
viendo, así, escenarios de discriminación. (p. 125)

Es así que, según el contexto y el tipo de relación que se establezca, es posible que se presenten
distintos tipos de discriminación (Fundación Max Planck, 2017, p. 13), tales como:

1. Discriminación estructural: desigualdades de derecho o de facto que se pre-


sentan de manera sistemática hacia grupos vulnerables por parte de otras
personas o grupos poblacionales. Tiene su origen en prácticas sociales, prejui-
cios y sistemas de creencias.

2. Discriminación múltiple: una situación en la que una persona experimenta dos


o más motivos de discriminación, que conducen a una discriminación compleja
o agravada. Ocurre cuando varios motivos concurren en generar violaciones
de los derechos humanos. Aun así, esta no analiza la interacción de los moti-
vos de discriminación ni si estos actúan de forma separada o conjunta.

3. Discriminación interseccional: atiende a la concurrencia simultánea de diver-


sas causas de discriminación que pueden tener un efecto sinérgico y que,
combinadas, generan un tipo particular de discriminación. Se considera como
una discriminación única y distinta.

Ahora le invitamos a ver el siguiente video para que comprenda un poco mejor cómo funcionan
las relaciones de poder y la discriminación por medio de un caso de discriminación de género
(Disponible aquí).
Tema 2: Enfoques diferenciales: ¿Qué? Y ¿Por qué?

Hemos visto cómo la discriminación puede llevar a la vulneración de los derechos de las personas
y de determinados grupos poblacionales en conjunto. Es así como los enfoques diferenciales
surgen desde la necesidad de reconocer la diversidad y las distintas subjetividades que se confi-
guran a partir de los contextos históricos y culturales, y además encontrar mecanismos o medidas
que permitan la garantía de sus derechos y la igualdad de oportunidades.

En este sentido, se puede definir el concepto de enfoque diferencial como:

Una lectura de la realidad que pretende hacer visibles las formas de discriminación contra
aquellos grupos considerados diferentes por una mayoría o por un grupo hegemónico. Análi-
sis a partir del cual se busca brindar una adecuada atención y protección a los derechos de la
población. (Fundación Max Planck, 2017)

En otras palabras, los enfoques diferenciales permiten que a las personas que no se encuentran
en igualdad de condiciones o son tratadas distinto por su edad, género, identidad sexual, orienta-
ción sexual, pertenencia étnica, salud física o mental, entre otras, se les brinden mecanismos para
disminuir o eliminar dichas desigualdades y, así, garantizar que todos seamos tratados como
iguales ante la ley.

Para el caso colombiano, en la Sentencia T-282


de 2008 se hizo compilación y reafirmación de
la legislación local y de la internacional ratifica-
da por Colombia. Partiendo de la categoría de
sujetos de especial protección constitucional, se
determinó la necesidad de hacer frente a la
desigualdad a la que históricamente se han
visto sometidos unos grupos poblacionales
específicos:

A juicio de la Corte, dada su situación de


debilidad [de los sujetos de especial pro-
tección constitucional] manifiesta e inde-
fensión, en el marco del Estado social de
derecho surge la necesidad de adoptar
acciones afirmativas que permitan corre-
gir los efectos nocivos de la desigualdad,
avanzar de forma consistente hacia su
erradicación total y garantizar el pleno
ejercicio de sus derechos y libertades.
A partir de esta categoría, además de promoverse una nueva legislación y programas, se han
diseñado una serie de herramientas y mecanismos para incluir los enfoques diferenciales en las
políticas públicas, algo que desarrollaremos con un poco más de profundidad en el tema 4 de
esta unidad. Por el momento, podemos utilizar como referencia el Modelo de Operación con Enfo-
que Diferencial y de Género elaborado por la Unidad para las Víctimas (2014) para conocer algu-
nos pasos y condiciones para poner en práctica los enfoques diferenciales en la atención a los
sujetos de especial protección constitucional:

1. Priorización: identificación de la situación de vulnerabilidad en la aplicación de criterios


de priorización establecidos en normas y jurisprudencia.

2. Identificación y caracterización: reconocimiento por parte de los servidores y servidoras


de información conforme a pertenencia étnica, edad, género, orientación sexual y/o condición
de discapacidad, así como de sus necesidades, capacidades e intereses.

3. Difusión de derechos y rutas: acciones y procedimientos dirigidos a que los sujetos de


especial protección constitucional conozcan sus derechos, cómo lograr su goce efectivo y
ejercicio a través de las rutas y oferta de programas o proyectos específicos.
4. Acciones actitudinales: los comportamientos, la postura, la disposición, la conducta.
Comprende el lenguaje verbal y no verbal para garantizar un trato digno, igualitario y no
discriminatorio.

5. Adecuación de la oferta: adecuación para que la oferta sea flexible e inclusiva, que per-
mita eliminar las posibles barreras.

6. Comunicación e información: procesos y acciones dirigidos que permitan y faciliten la


interacción, el acceso a la información, consulta y conocimiento en condiciones de igualdad sin
restricciones, a través de medios, dispositivos o diferentes modos de comunicación.

7. Accesibilidad física/geográfica: estrategias o procedimientos para superar barreras geo-


gráficas que limitan o impiden el acceso o movilidad de las personas, especialmente aquellas
relacionadas con comunidades étnicas. También toma en consideración las barreras físicas y
arquitectónicas en los puntos de atención, centros regionales, o en distintos espacios en los
cuales puede dificultarse el acceso o la permanencia de personas.

8. Atención focalizada: formulación e implementación de estrategias mediante las cuales


se adecúa la oferta de manera específica y concentrada hacia sujetos de especial protección
constitucional, respondiendo a sus características, necesidades e intereses.
Tema 3: ¿Cuáles son los enfoques diferenciales?

Para el caso colombiano y desde la categoría de sujetos de especial protección constitucional, se


han definido en total 6 enfoques diferenciales (Unidad para las Víctimas, 2014, pg. 12 – 43):

1. Étnico: se refiere a la diversidad étnica y cultural. Se manifiesta en la singularidad y a la


vez en la pluralidad de las identidades que caracterizan los grupos y sociedades que contribu-
yen a la riqueza de la humanidad. Se les pueden atribuir condiciones sociales, culturales, eco-
nómicas, lingüísticas, identitarias e institucionales distintas a las de otros sectores de la colec-
tividad nacional, así como su descendencia de poblaciones que habitaban la zona previamen-
te a la conquista o colonización. Específicamente, va dirigido a los pueblos indígenas, las
comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras y el pueblo Rrom.

2. Niñez y juventud: este se divide en dos componentes, i) niños, niñas y adolescentes


(NNA) como sujetos de derechos, y no solo como objetos de protección, con capacidad de
contribuir en su desarrollo personal, el de su familia y el de su comunidad. Y ii) las juventudes
como actores legítimos de interlocución que pueden incidir en las decisiones que los afectan
directamente. Como ya vimos en el curso 1, la Ley Estatutaria 1622 de 2013 estableció un
marco institucional que les garantiza el ejercicio pleno de la ciudadanía juvenil en los ámbitos
civil o personal, social y público. A su vez, busca el goce efectivo de todos los derechos a partir
de la adopción de políticas públicas necesarias para el fortalecimiento de sus capacidades, y
de generar condiciones de igualdad que faciliten su participación e incidencia en la vida social,
económica, cultural y democrática del país.

3. Género y derechos humanos de las mujeres: constituye una categoría de análisis sobre
las relaciones de desigualdad entre mujeres y hombres o entre los ámbitos ‘masculino’ y
‘femenino’ en torno a la distribución del poder, donde las mujeres han estado en una posición
de subordinación frente a los hombres. Estas desigualdades se expresan en diferentes esfe-
ras como la económica, la laboral, la educativa, la política, la comunitaria, de salud, la familia
y en medios de comunicación, entre otras. Por ejemplo, en el ámbito económico se evidencia
el fenómeno de la feminización de la pobreza, ya que la mayoría de la población pobre en el
mundo son mujeres, o en la educación, en donde la mayor proporción de personas que no
saben leer y escribir está representada por mujeres.

4. Orientaciones sexuales e identidades de género: se refiere, por un lado, a aquellas per-


sonas que tienen orientaciones sexuales no hegemónicas, es decir, se sienten atraídas por
personas de su mismo sexo (lesbianas y gais) o por personas de su mismo sexo u opuesto
(bisexuales) y, por el otro, a personas con identidades de género distintas a las hegemónicas,
es decir, aquellas personas cuyas identidades (femeninas o masculina) no corresponden con
su sexo biológico (mujer u hombre).
5. Envejecimiento y vejez: va dirigido a todas aquellas personas que cuentan con sesenta o
más años de edad. Se indica que la vejez es uno de los momentos del curso de la vida que
comienza a partir de los 60 años y termina con la muerte, por lo que hace parte del curso de
vida de la persona, con características propias, y se produce por el paso del tiempo en los indi-
viduos. Tanto el envejecimiento como la vejez son diferenciales para cada persona, para el
colectivo y para cada región.

6. Discapacidad: se refiere a aquellas personas que presentan una diversidad física, sensorial,
intelectual, mental o múltiple, y que al interactuar en la sociedad encuentran barreras u obstá-
culos que los excluyen del ejercicio de sus derechos. La discapacidad no es una enfermedad o
una tragedia. La condición de discapacidad es una manifestación de la diversidad humana.

Tema 4: Enfoques diferenciales en el Estado colombiano

En los anteriores apartados ya hemos visto algunas formas en las que el Estado colombiano ha
adoptado los enfoques diferenciales, ahora profundizaremos un poco en ello. Como Estado Social
de Derecho, y como democracia, Colombia tiene como deber garantizar el cumplimiento de los
derechos de todas y todos sus ciudadanos sin distinción ninguna. Por esta razón, era menester
una apropiación de los enfoques diferenciales. El primer sustento para esto es la Constitución
Política de 1991, la cual, en su artículo 13, menciona que todas las personas nacen libres e igua-
les ante la ley, y por lo tanto recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de
los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo,
raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.

Aunque para ese momento aún no se hablaba explícitamente de enfoques diferenciales, para la
primera década del 2000 varias entidades territoriales y nacionales empezaron a diseñar políticas
y programas poblacionales con acciones específicas dirigidas a personas y comunidades con
vulneración a sus derechos. Ahora, fueron las demandas por formular acciones para la atención
de la población desplazada por el conflicto las que impulsaron la inclusión de forma explícita de
los enfoques diferenciales en los documentos y legislaciones.

El Ministerio de Salud, en su publicación Enfoque Diferencial. Origen y alcances (2021), señala


que un buen referente sobre este proceso es el Acuerdo 008 del Consejo Nacional de Atención
Integral a la Población Desplazada –CNAIPD, emitido en 2007, en el cual se menciona que se
deben adoptar medidas tendientes a evidenciar y profundizar las acciones diferenciales existen-
tes dentro de la política pública de atención a la población en situación de desplazamiento. En
esta se ven reflejados principalmente los requerimientos hechos por la Sentencia T-025 de 2004
de la Corte Constitucional, en la cual se declaró el estado de cosas inconstitucional (ECI) debido
a las graves vulneraciones de derechos:

El no acatamiento de la ley por parte del Estado constituye una falla en la realización de
aquellas funciones que le son propias, por lo cual debe adoptar medidas efectivas que se
traduzcan en acciones afirmativas, dirigidas a la atención y protección de los derechos de la
población desplazada […].
En Colombia, la población desplazada constituye uno de los sectores poblacionales en estado
de vulnerabilidad extrema […] La violación reiterada de sus derechos se ha caracterizado por
ser masiva, prolongada e imputable […].

Entre los derechos que la Corte observa mayormente vulnerados, están el derecho a la vida
digna, a la integridad personal, a la igualdad, de petición, al trabajo, a la salud, a la seguridad
social, a la educación, al mínimo vital y a la protección especial debida a las personas de la
tercera edad, a mujeres cabeza de familia y a los niños. (Corte Constitucional, 2004)

Luego de esto, no fue sino hasta el 2011 cuando se expidieron formalmente las primeras normas
en las que se adoptaban los enfoques diferenciales a nivel nacional. Estas son las principales
(Ministerio de Salud, 2021, pg. 101):

• Ley 1438 de 2011: fortalecimiento del Sistema general de seguridad social en


salud – SGSSS.
• Ley 1448 de 2011: medidas de atención, asistencia y reparación integral a las
víctimas del conflicto armado interno.
• Ley 1450 de 2011: Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014. Prosperidad para
Todos.
• 1622 de 2013: Estatuto de ciudadanía juvenil y 1885 de 2018 que modifica la ley
estatutaria 1622 de 2013.
• Ley 1709 de 2014: modifica estándares de la política criminal del Estado.
• 1753 de 2015: Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, Todos por un nuevo País.

Unidad 2: Interseccionalidad: la subjetividad como una diversidad sinérgica


Tema 1: Matrices de opresión
En esta segunda unidad iniciaremos retomando el tema con el que abrimos el módulo: la discrimi-
nación particularmente la discriminación interseccional y las relaciones de poder. Pero, en este
caso, enfocándonos en cómo estos conceptos se interrelacionan bajo la categoría de matrices de
opresión o dominación. Este es un término propuesto por la socióloga Patricia Hill Collins (2002),
con el cual pretende dar cuenta de las conexiones en macroniveles que unen sistemas de opre-
sión tales como raza, clase y género. A su vez, mencionando que este es un modelo que describe
las estructuras sociales que crean posiciones sociales.
El siguiente diagrama nos ayudará a comprender mejor esto:

Privilegios / Normas sociales

Opresión

Gráfico basado en teoría de Patricia Hill Collins

En la parte superior del diagrama se encuentran los sistemas, matrices o atributos que, de acuer-
do con un determinado contexto social, se constituyen como privilegios o roles hegemónicos. Por
otro lado, en la sección inferior estarían sus opuestos a modo de opresiones. Es decir que, en un
momento dado, los privilegios son atributos que posibilitan ejercer dominación sobre las caracte-
rísticas opuestas, aquellas que se constituyen en opresiones.
Viveros (2016) nos explica que en cada una de nuestras socie-
dades existen posiciones sociales que no son ni marginadas ni
discriminadas porque coinciden con lo que se ha establecido
como la norma, como, por ejemplo, la masculinidad, la hetero-
normatividad o la blanquitud (p. 8). Lo que hace que todo lo
opuesto a esto que se ha establecido como la norma se
encuentre en una posición desaventajada y, por lo tanto, opri-
mida o dominada. Vale la pena aclarar que estas matrices de
opresión no son universales, se configuran en cada una de
nuestras estructuras sociales de acuerdo a desarrollos históri-
cos, políticos, económicos y sociales. Por ejemplo, puede haber
un contexto en el que sea más deseable la juventud, pero en
otros, como los casos que hemos estado revisando a través
del curso, esta puede ser una característica para ser oprimido.

Tema 2: Interseccionalidad: una subjetividad con muchas diversidades

Las matrices de opresión nos llevan entonces a otro concepto que está estrechamente vinculado,
el de interseccionalidad. Patricia Hill Collins (2002), de forma complementaria al concepto de
matrices de opresión, nos dice que hay una segunda instancia: aquellos procesos que se dan en
microniveles y en los cuales cada individuo y grupo ocupa una posición social en las matrices de
opresión, a esto lo denomina interseccionalidad. La abogada Kimberlé Crenshaw fue quién acuño
el término formalmente en 1989, tras adelantar un caso legal en favor de las trabajadoras negras
de la General Motors y en el cual señaló cómo había múltiples dimensiones de opresión que se
entrelazaban, como la raza y el sexo.

Le invitamos a ver el video “La urgencia de la interseccionalidad”, en el que Kimberlé Crenshaw


nos explica un poco sobre este concepto. (Disponible aquí)

La interseccionalidad, entonces, nos permite realizar un análisis de las múltiples situaciones de


opresión o privilegio que atraviesan a una misma persona, esta hace parte de múltiples categorías
sociales, cada una con una posición dentro de la estructura normativa que hace que la persona se
ubique en una posición social específica, pudiendo sufrir una discriminación interseccional que es
única, debido a las categorías sociales específicas que la configuran. Es decir:

Esta metodología involucra la implementación de los enfoques diferenciales de manera con-


junta, así como de otras categorías diferenciales que pueden agravar la situación de exclusión
o discriminación de una persona. Entre otras, su nivel económico, nivel de educación, opinión
política y ubicación geográfica (enfoque territorial). (FUPAD, S.f, P. 21)
Cuando se refiere a otras categorías, adicionales a los
enfoques diferenciales, quiere decir aspectos tales como
la nacionalidad, la religión, el nivel educativo o el nivel
económico, entre muchas otras que pueden surgir
dependiendo del contexto. Aquí un ejemplo que puede
ayudarnos a comprender. La cartilla de enfoque diferen-
cial e interseccional de la Fundación Max Planck (2017)
nos plantea que un hombre blanco, heterosexual, de
religión católica, sin discapacidades, con título de pos-
grado, que vive en Bogotá y tiene recursos económicos,
difícilmente sería víctima de algún tipo de discriminación
estructural en su contexto; por el contrario, lo más posi-
ble es que cuente con grandes privilegios y ventajas.
Pero si imaginamos una persona con características
totalmente opuestas, como alguna pertenencia étnica, homosexual, con alguna discapacidad, sin
estudios y pocos recursos económicos, las posibilidades de que sufra algún tipo de discrimina-
ción serán más altas por la suma de diversas matrices de opresión.

Tema 3: Las acciones afirmativas

Esto nos lleva a nuestro siguiente tema, y es ¿cómo hacemos para evitar que estas múltiples
intersecciones de matrices de opresión nos lleven a una situación de múltiples vulneraciones a
los derechos? Las acciones afirmativas (o discriminación positiva) han sido utilizadas como
mecanismo para equiparar las desigualdades sociales de grupos y personas que han sido tradi-
cionalmente discriminadas:

Comprende todas las acciones utilizadas por los poderes públicos y aquellas provenientes
de los inputs que ejercen los individuos en la esfera pública tendientes a lograr políticas
públicas, prácticas equiparadoras y restablecedoras de los derechos fundamentales para
grupos excluidos y discriminados como los afroamericanos, mujeres, indígenas, personas en
situación de discapacidad, entre otros. (Durango, 2016, Pg. 139)

Estas tuvieron su origen en el derecho de Estados Unidos con la ley de relaciones laborales de
1935, indicando que cualquier acto de discriminación por parte de un empresario hacia algún
miembro de sindicato o grupo sindical debía compensarlo con acciones afirmativas, de tal forma
que las consecuencias de la discriminación se vieran reparadas. Medidas que, luego, también
fueron aplicadas para los casos de segregación racial. Por otra parte, también tienen algunos
orígenes hacia 1950 en la India, donde se abrieron puestos en la administración pública para la
casta que mayor discriminación histórica había sufrido, e igual ocurrió en países de Europa occi-
dental para casos de discriminación hacia la mujer en ámbitos laborales. (Ministerio de Salud y
Protección Social, 2021, Pg. 25).
Para el caso colombiano, recordemos algunas de las medidas y legislaciones que vimos en la
unidad 1, que nos indicaban cómo se han incluido los enfoques diferenciales en las políticas
públicas y normativas con el objetivo de formular mecanismos y acciones para la garantía de
derechos, tales como la Ley 1438 de 2011, la Ley 1448 de 2011, la Ley 1450 de 2011, la Ley
1622 de 2013, la Ley 1709 de 2014 y la Ley 1753 de 2015. Con esto debemos, ahora, encon-
trar mecanismos para que, desde el análisis interseccional, podamos contar con políticas y con-
diciones en la atención para evitar la vulneración de múltiples derechos desde distintas matrices
de opresión.

CONCLUSIONES

En este módulo iniciamos nuestro recorrido con la definición de discriminación y su vínculo


con las relaciones de poder y cómo este obliga a que el Estado, desde su posición como
Estado Social de Derecho, busque mecanismos para la garantía de los derechos de toda
la ciudadanía; pero, en especial, medidas para aquellos grupos poblacionales que tradi-
cionalmente se han visto vulnerados. Este momento corresponde al inicio de la inclusión
de los enfoques diferenciales en las normativas y políticas públicas.

Desde este punto, aprendimos cuáles eran los enfoques diferenciales, la forma de aplica-
ción que se diseñó en Colombia por medio de la categoría de los sujetos de especial pro-
tección constitucional y cómo podemos empezar a aplicar acciones desde nuestro quehacer
del servicio público con el cumplimiento de algunos pasos y condiciones en la atención de
estos grupos poblacionales.

Finalmente, vimos cómo la interseccionalidad responde a las diversas matrices de opre-


sión que pueden atravesar a las personas y que, por lo tanto, pueden llevarlos a escenarios
de discriminación; así como que, por medio del análisis interseccional, podemos generar
acciones afirmativas o medidas de discriminación positiva para restablecer los múltiples
derechos vulnerados.

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