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Entre Discursos

Abordaje interdisciplinario de los desórdenes


alimentarios desde una perspectiva psicoanalítica

Olga Ricciardi
Compiladora

Mariana Moretti | Andrea Álvarez Montaña |


Jimena Ferreyra | Luciana Bianchimano | Daniela D´amico |
Santiago Rodríguez | Jimena Ortelli | Rodrigo Abínzano

Coordinadores:
Rodrigo Abínzano | Brenda Bianchimano | Jimena Ortelli
El arteterapia en el dispositivo interdisciplinario

Daniela D´amico

¿Qué es el Arteterapia?
Creo conveniente que comencemos por definir el arteterapia, porque quizás
algunos no escucharon nunca éste término y no saben de qué se trata. Arteterapia es
un tipo de psicoterapia, que utiliza el arte con fines terapéuticos, como medio para
recuperar o mejora la salud mental así como el bienestar emocional y social de los
pacientes. Hacer terapia a través del arte. Con el terapeuta, el paciente utiliza la
palabra para expresarse, y a través de arteterapia, uno tiene la posibilidad de utilizar el
arte como medio de expresión. En algunas ocasiones no podemos ponerle palabra a lo
que nos está pasando, no sabemos cómo explicarlo y el arte se presenta como una
herramienta fundamental que da la posibilidad de canalizar y encontrar un medio para
expresarse.
En CEDA estamos abocados al arteterapia plástica. Pero, cada disciplina
artística puede aplicar para arteterapia: la música, la danza, la escultura, el teatro, la
escritura y la literatura son algunas de ellas.
El espacio físico donde se lleva a cabo la actividad se compone de un salón
grande con cinco lugares o boxes. Podemos atender hasta cinco pacientes a la vez,
pero cada uno trabaja individualmente en su producción, solo se comparte el espacio.
Lo primero que hacemos cuando entra un paciente al espacio es explicar de qué
se trata, ponemos énfasis en que dejamos completamente de lado la calidad de la
producción final que realizan; es decir, su estética, su belleza. Lo interesante es el
proceso creativo y no el producto final. Dejamos en claro que no es necesario que
tengan algún tipo de noción o habilidad artística. Es lo primero que decimos porque es
el mayor prejuicio con el que vienen los pacientes. Es importante explicar que no es un
taller de arte, ni de dibujo, ni de pintura, ya que es una línea muy delgada que puede
prestar confusión. Lo importante es que ellos puedan expresar sus sentimientos a
través de las producciones artísticas. En el espacio hay muchísimos materiales con los
cuales pueden trabajar en plano tridimensional. Pueden trabajar realizando maquetas
con cartones, papeles, telas, o modelar con arcilla, porcelana fría o papel maché o
dibujar sobre papel. También pueden utilizar técnicas secas o húmedas, pueden pintar
con acrílicos, con acuarelas, témperas, óleos pasteles, lápices de colores acuarelables,
tintas chinas, plasticolas, pintura dimensional, pintura digital; pueden utilizar la técnica
del collage que también es muy rica. La sesión dura media hora y no es necesario que
el paciente comience y finalice su producción el mismo día. Puede utilizar los
encuentros que le sean necesarios para esto.
Proponemos que escriban siempre algo en relación a su producción, qué pueden
ponerle algún título, o explicar qué es lo que quisieron trasmitir, o el por qué del uso del
material elegido.
Trabajamos con la libertad del paciente: éste pueda proponer qué trabajar,
dando lugar también a su posibilidad electiva. También, en ciertos casos, los pacientes
se muestran muy resistente al espacio, ante lo cual, tratamos de guiarlos y darles
alguna consigna como disparador. Si se muestran muy abrumados, les preguntamos
sobre lo que están trabajando en su espacio de psicología o sobre algún tema en
particular que los esté preocupando y les proponemos representarlo de la forma que
quieran, ya sea escribiendo, modelando, dibujando o pintando. Tenemos ejercicios y
consignas armadas para que en estos casos el paciente pueda trabajar. No hace falta
que sea figurativo, puede ser abstracto. La producción del paciente es lo que éste dice
que es, nadie más que él puede interpretarla y explicarla.
Hacemos mucho hincapié en que el trabajo sea interdisciplinario, porque es muy
importante que lo que se realice en el espacio se trabaje luego en el espacio de
psicología con el terapeuta. Si éste no trabaja las producciones artísticas, el espacio de
arte cae; deja de tener el peso que tiene que tener y el paciente comienza a
cuestionarse la importancia del espacio.
Mapa Corporal
Una de las consignas que mayores efectos genera es el “Mapa Corporal”. La
variable tiempo con éste es relativa: hay pacientes que están un año haciendo este
trabajo y hay pacientes que lo hacen en un mes, depende de la singularidad de cada
paciente. El “Mapa corporal” es la silueta en escala real del paciente. Ésta se marca en
el espacio de nutrición sobre papel madera, de frente, espalda y perfil, cuidando que
sea lo más precisa posible. Después el paciente lo interviene con los materiales que
quiere: puede escribirlo, pintarlo, recortar imágenes y pegárselas. Lo que siempre
explicamos es que tengan en cuenta las partes del cuerpo, qué significan para ellos,
qué significa la cabeza, el pecho, el corazón, y del lado de atrás, qué significa la
espalda. Tratamos de que le puedan dar una vuelta más simbólica. También les
proponemos poder tener en cuenta el fondo del papel, lo que no está adentro de su
cuerpo.
Previo a comenzar el trabajo con su “Mapa corporal”, les pedimos a los
pacientes que escriban sobre su cuerpo, que definan qué es su cuerpo, que escriban
sobre la relación que tienen con éste, si esa relación en algún momento viró, si se
acuerdan algún momento específico en donde haya cambiado, qué parte del cuerpo les
gusta, cuál no, si registran su cuerpo, cómo se sintieron mientras le estaban
marcando la silueta, qué les pasó cuando la vieron delineada.
Este escrito, que sería algo así como la historia de su cuerpo, ayudan a que
pueda intervenirlo. El momento más crítico es cuando están por comenzar, cuando lo
ven solamente delineado, sin ninguna intervención. “¿Cómo empiezo?” “¿Qué le
hago?”, son algunas de las preguntas frecuentes. De a poco lo van trabajando. Es muy
importante que mientras lo estén trabajando, lo vayan hablando en el espacio de
psicología, no esperar a que esté finalizado.

Otros abordajes del espacio


Además del mapa hay otro tipo de ejercicios y de actividades. Algunas, como
dije antes, están pautadas previamente; por ejemplo: dibujarse a sí mismo. Este
ejercicio es muy interesante, ya que permite ver el nivel de distorsión de imagen
corporal que tienen los pacientes de ellos mismos. La indicación que les damos es no
ver ninguna foto cuando están haciendo el ejercicio.
Otro ejemplo, vinculado a lo familiar, consta de representar alguna escena
familiar con el material que quieran, donde se trabajan los vínculos entre los
integrantes.
Dos ejemplos específicos de lo alimentario son: 1) la confección de un plato de
cartón y cubiertos de madera, que el paciente interviene como quiere (no es necesario
que le pongan comida, pueden escribirlo, pintarlo, trabajar en relación a sus
emociones, en relación a las porciones de comida, etc.) y 2) el escribir la historia de su
peso, representada como quieren, ubicando los momentos más críticos e importantes a
lo largo de su vida. Los trabajos de arte son disparadores de temas, abren panoramas
y destraban situaciones que ayudan al paciente a expresarse.
Algunos pacientes vienen dos veces por semana y otros vienen una vez.
Depende del encuadre pautado. Cada producción, cuando está finalizada, se pone en
la carpeta para que el terapeuta lo trabaje. Puede ser que inmediatamente no se
trabaje esa producción terminada, depende también si en ese momento no surgió
alguna otra cosa. Es algo que se va evaluando.

Breve reseña histórica del Arteterapia


Hago una breve reseña histórica y después pasamos a un caso.
El Arteterapia comenzó en EEUU y en el Reino Unido, países pioneros en esta
práctica, a finales del siglo XIX. Su desarrollo pleno se dio a partir de la Segunda
Guerra Mundial. De sus precursores, muchos venían del mundo del arte, como Adrian
Hill y Edith Kramer, otros de la psicoterapia y el psicoanálisis como Marion Milner,
también había representantes de la terapia ocupacional, como Lydiatt, e inclusive de la
pedagogía, como Margaret Naumberg.
Su orientación abogaba que el arte se ha utilizado desde los tiempos
inmemoriales para ordenar la realidad de los individuos y/o de los grupos sociales. El
“poder mágico”, liberador de las imágenes, tan real para las sociedades consideradas
primitivas, así como para los niños y artistas, necesitó del apoyo de los
descubrimientos psicoanalíticos para ser aceptado por la comunidad científica y
terapéutica.
Uno de los exponentes que nombramos, Edith Kramer, oriunda de la rama
artística, comienza a trabajar con niños refugiados de la Alemania nazi, durante la
Segunda Guerra Mundial. Les dictaba clases de educación plástica, para poder sortear
los traumas por las vivencias bélicas. Es en la década de 1930 que el Arteterapia
comienza a tener más influencia y se toma como una disciplina profesional.
En Inglaterra, la necesidad de recuperar lo antes posible a los soldados heridos,
hizo que se crearan servicios de asistencia psicológica especiales en los hospitales,
gracias a los cuales nació la terapia analítica de grupo creada por Foulkes –que incluía
psicodrama y arte– y se experimentó y comprobó la eficacia del arte terapia gracias a
Adrian Hill, pionero del arte terapia en Inglaterra.
Se podría decir que el Arteterapia pudo introducirse con relativa facilidad en las
instituciones de salud mental debido al interés que ciertos psiquiatras mostraron por el
arte espontáneo de los enfermos mentales: “Las personas atrapadas en el torbellino de
un brote psicótico, amenazadas por la pérdida de contacto con la realidad, con
frecuencia se sentían impulsadas a crear algo como una forma de sobrellevar su
confusión”.1

Caso Pedro: “La expresión singular”2


Pedro es un paciente de cincuenta años, quien ha realizado tratamiento en la
institución durante dos años. Consulta por dificultades en la organización de su rutina y
consecuente desorganización en la alimentación. Aparecen en principio síntomas de
ahogo, limitaciones y dolores físicos debido a su grado de obesidad. Consulta en el
momento en el que el cuerpo se hace presente marcándole un límite. No había

1
Aaron, R. (1999).Art Therapy. An Introduction. Londres: Editorial Brunel Mazel, 1999.
2
El equipo de trabajo agradece a la Lic. Yanina Abal quien presentó el material clínico y luego lo reviso
para que pudiera ser utilizado en este libro.
realizado tratamiento interdisciplinario anteriormente, desconocía y desconfiaba de los
espacios de psicología y Arteterapia.
Con amabilidad aceptaba las indicaciones del equipo, aunque presentaba cierta
rigidez, se le dificultaba flexibilizar ciertos pensamientos, modos y costumbres.
Pedro llega a las primeras consultas de arte trayendo su propio saber, queriendo
usar herramientas conocidas. Tal es así, que al comienzo utilizaba solo lápiz negro y
traía producciones ya realizadas desde su hogar. Las mismas eran organizadas, rígidas
y estructuradas.
Se explica nuevamente el espacio y se le propone utilizar el espacio a modo de
juego, empezar a crear en él, apostando a cierta espontaneidad. Como intervención,
luego de algunas sesiones, se decide proponerle prescindir del lápiz negro y ofrecerle
otros materiales de modo paulatino. Lo acepta, aunque con ciertas quejas.
Al tiempo notamos que de dichos materiales también tenía un buen manejo,
momento en el que Pedro confiesa haberlos comprado y estar usándolos, “practicado”
en su casa. Lo desconocido en este paciente genera incertidumbre, busca el control, el
detalle, no tolera lo espontáneo, cometer errores al no tener el dominio.
La mayoría de sus producciones son copia fieles de otros cuadros, de otras
producciones, no inventa, las usa como soporte. Copia lo ya copiado, lo vuelve a
reproducir. Hace bosquejos, borradores, busca la perfección sobre lo mismo. Sin
embargo, se escapaba entre ellas su propia impronta, su estilo.
Se continúan buscando otros modos de convocarlo: el paciente aceptaba lo ya
conocido, aunque no dejaba de expresar su descontento e ingeniárselas para volver a
lo mismo, para usar sus soportes, para defenderse frente a lo nuevo.
A lo largo del tratamiento fue variando su modalidad inicial: comienza a utilizar
colores, a emplear y mezclar texturas. Ya no sólo hace esto para cumplir con lo pedido
por la profesional del área, sino que empieza a encontrarle un uso y un recurso a la
pintura, al dibujo y al arte.
En su casa arma un espacio propio, se compra materiales y un atril. Realiza
dibujos de retratos para conocidos y colabora con producciones de amigos. Se le
propone trabajar con expresiones espontáneas, manejar de otro modo el tiempo de la
consulta, darle cierres a sus producciones, concluirlas.
Como intervención en el tratamiento se comienza el armado del “mapa corporal”.
Se impresiona por la magnitud de la silueta y el tener que representarse. El mapa es
realizado en varias sesiones; le lleva meses: elige figuras, dibuja y pinta a lo largo de la
imagen de su cuerpo. Pedro, adoptando una actitud de descripción generalista, y sin
implicarse subjetivamente, busca escabullirse detrás de las pinceladas. Se lo
convocaba una y otra vez a hablar de él, y con un trabajo muy minucioso, puede, de a
poco, empezar a dialogar sobre sí mismo en cada una de estas figuras; como con los
dibujos, en algún momento, sus defensas se ven perturbadas y aparecía él
Con el tiempo, el paciente comienza a expresarte también a través de la
escritura. Si bien, era un recurso con el que ya contaba, empieza a utilizarlo más
asiduamente y trae esos escritos a tratamiento. Recortes que se toman y se comienzan
a utilizar en trasferencia.

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