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Casos y
herramientas
de psicoterapia de
arte
con niños
Diseño de portada e interiores:
Elvis Gómez Rodríguez y Agustín Azuela de la Cueva
© 2019 Martha Eugenia Nieto de Alba
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser
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transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, ya sea electrónico,
mecánico, fotocopiado, grabación o cualquier otro, sin la autorización previa
por escrito de la propietaria del derecho de autor
Este libro está dirigido a terapeutas, psicólogos, maestros, terapeutas
familiares, psiquiatras y en general a las personas que quieran conocer qué
es la psicoterapia de arte con niños. No pretende ser un entrenamiento en
dicha disciplina. Todas las herramientas y teorías presentadas en el libro
pueden ayudar al lector a entender el proceso de la psicoterapia de arte con
niños. Si el lector está interesado en obtener un conocimiento más profundo
para practicar esta modalidad, puede buscar un programa regulado y
acreditado en Arteterapia en su país.
Los casos, historias y arte de este libro se presentan con autorización de los
padres y pacientes. Todos los nombres de personas y lugares fueron
modificados para proteger su identidad.
A Andy, Lucas y Leo, mis motores.
A mis padres, por ser los primeros en creer en mí.
A mi abuelito Daniel, por compartirme su espíritu
escritor.
Introducción
El arte es la forma más elevada de expresión humana.
Conclusión
Los materiales que tienen que ver con lo sensorial son cruciales
en esta etapa. Los niños tienen que sentir las masas, crayones,
arena, madera con textura. También es importante la experiencia
kinestésica, el movimiento de sus manos, sus brazos y a veces de
todo su cuerpo cuando están creando una marca. Cuando se
vuelven más conscientes, pueden darse cuenta del color con que
están realizando su arte. En esta primera etapa, lo que los niños
hacen con los materiales de arte es manipularlos, olerlos, verlos, tal
vez probarlos, tocarlos, aplastarlos, aventarlos (Rubin, 2005).
Cuando el niño se vuelve consciente del hecho de que es él quien
aplastó o hizo su marca en el papel, se incrementa el interés en los
aspectos visuales de la experiencia, en la forma de la plastilina o el
color de los garabatos.
2.2.3 Preescolares
Este dibujo hecho por un niño de 4 años muestra lo descrito por Rubin. Sus
figuras son en forma de cabeza y extremidades, ponen énfasis en lo que es
importante para ellos. La descripción del dibujo hecha por el niño es una
mamá con un bebé en su panza y un pulpo también con un bebé en su panza.
Es una etapa muy significativa para los terapeutas que trabajan
con niños, porque la historia puede ser introducida como un
componente de arte. A veces puede ser difícil contar la historia del
dibujo porque el vocabulario de los niños pequeños es limitado y su
concentración, restrictiva, además de que el niño puede comenzar a
hacer un garabato diciendo: esta es mi mamá, y luego decir que es
otra cosa cuando termina, y al otro día puede ser otra cosa más. Sin
embargo, el arte siempre es una forma de expresión que trasciende
las palabras. En 1971, Edith Kramer notó que, para los niños, “el
arte es un medio de apoyar el Ego fomentando el desarrollo de un
sentido de identidad y maduración en general” (Malchiodi, 1998) .
Para Lowenfeld, los niños de 4 a 7 años se encuentran en la fase
preesquemática. En esta etapa realizan sus primeros intentos de
representación, que suele ser la típica representación de monigote:
cabeza y pies. Comienzan a dibujar algunos otros objetos de su
entorno. La representación en el dibujo da la oportunidad de hablar
con los niños sobre su obra. Normalmente, a esta edad los niños
están motivados a contar sobre sus dibujos.
En esta etapa el arte se convierte en comunicación con el Yo. La
manera de representar es través de formas geométricas. Los
objetos dibujados no tienen relación entre sí, parecen flotar en la
página, no tienen proporción. Conforme crecen, empiezan a dibujar
brazos, tronco, los dedos de las manos y de los pies, así como ropa,
cabello; cada vez aparecen más detalles hacia el final de esta etapa.
Para Judith Rubin, los niños de 3 a 4 años están en la etapa de
nombrar. Empiezan a pensar en hacer “algo” y después dan un
nombre a lo que dibujaron; los nombres que le dan tienen que ver
con cosas reales de su vida diaria. Los niños de 4 a 6 años están en
la etapa de representar. Sus creaciones tienen más detalles,
empiezan a crear las primeras figuras humanas, conocidas como
celópodos, con un círculo para la cabeza, y las extremidades
representadas con palitos. Los niños de esta edad no dibujan lo que
ven, dibujan lo que conocen, dibujan lo que es importante para ellos.
Con el tiempo, los niños exploran diferentes formas de hacer sus
dibujos, tienen más flexibilidad y capacidad para representar. Esta
etapa involucra el descubrimiento de diferentes formas gráficas para
decir algo.
2.2.4 Infancia media
Estos dibujos fueron hechos por dos niños de 8 años en un taller donde se les
dio la directiva de hacer un árbol usando su mano. Los dos niños empezaron
a copiarse el dibujo, mostrando competencia. También se puede observar
cómo incluyen más objetos y personas en su arte.
Por su parte, Piaget considera que cuando los niños comienzan la
etapa de operaciones concretas, generalmente son capaces de
entender conceptos de conservación y peso, pueden organizar
objetos en series y empiezan a ser capaces de organizar conceptos.
Según Piaget, los niños de esta edad buscan encontrar orden en el
ambiente y desarrollar reglas de comportamiento y estructura en sus
vidas (Malchiodi, 1998).
La fase esquemática de Lowenfeld comienza alrededor de los 7
años y dura hasta cerca de los 9 años. Los niños desarrollan un
concepto formal definido, sus dibujos simbolizan partes de su medio
ambiente; aparece la línea, los niños dibujan sobre ella. Los dibujos
representan el conocimiento activo del niño o la niña sobre el medio.
De los 6 a los 8 años, los niños progresan rápidamente en sus
habilidades artísticas. Lo principal de estas habilidades es el
desarrollo de símbolos visuales o la realidad del esquema. En
ocasiones pueden dibujar transparencias, donde se ve el interior de
las cosas. Muchas veces hacen hincapié en alguna parte del cuerpo
o un objeto porque es importante para ellos, por ejemplo, un dibujo
de un niño en un partido de béisbol puede hacer hincapié en el
brazo. Es importante observar estas exageraciones u omisiones en
los dibujos de los niños como una etapa de desarrollo y no
preocuparse por interpretarlas (Malchiodi, 1998).
Rubin (2005) categoriza a los niños de 6 a 9 años en la etapa de
consolidar. Se asocia con el tiempo en que los niños entran a la
primaria. Empiezan a encontrar sus maneras de decir las cosas de
forma pictórica y tienden a repetir lo que hacen varias veces antes
de intentar algo nuevo. Aparece la línea base en sus dibujos. A
veces sus dibujos son como con vista de rayos X: se puede ver todo
lo que hay adentro de la casa, por ejemplo.
El cambio a diferentes tipos de símbolos, de esquemas, y las
maneras en las que se relacionan con sus dibujos es paralelo al
cambio desde el punto de vista egocéntrico a uno más social.
Amplían sus horizontes, incluyen a otras personas, árboles, su casa,
vehículos y, eventualmente, personas y lugares que pueden ser
cercanos o lejanos.
Las expresiones artísticas de los niños de esta edad tienden a
retratar un nivel nuevo de crítica de ellos mismos. En este periodo
es conveniente que usen materiales de control. Durante este tiempo,
si los niños no son motivados adecuadamente, deciden que no son
buenos en el arte y escogen otros intereses donde su experiencia
sea de éxito y maestría (Shore, 2013).
2.2.5 Preadolescentes y adolescentes
“El arte es un proceso que usan los niños para dar a conocer y
reconstruir su medio ambiente” (Lowenfeld y Brittain, 2008).
Las expresiones artísticas pueden proveer información valiosa y
pertinente sobre el desarrollo cognitivo y habilidades del niño. El
desarrollo artístico se compone de varios factores incluyendo el
emocional, cognitivo, social y crecimiento físico. La progresión y la
regresión en el estilo de los dibujos puede corresponder a uno o
muchos de estos factores. Si los niños tienen un trauma o problema,
pueden mostrar fluctuación en los aspectos del desarrollo. Los
terapeutas que entienden a los niños desde su desarrollo pueden
entenderlos en muchas áreas y con diferentes perspectivas.
3. Componentes de la psicoterapia de arte con niños
La función del arte en la sociedad es edificar,
reconstruirnos cuando estábamos en peligro de
derrumbe.
Sigmund Freud
S
1987).
imágenes, para que estas imágenes se conviertan en arte
deben concretarse a través de los materiales” (Wadeson,
Materiales de dibujo
Lápices blandos, duros, de colores
Carbón
Aquellos diseñados para superficies normalmente resistentes,
como lápices de transparencia o marcadores chinos
Tintas y marcadores de base de agua, en diversos tamaños y
rangos de colores y olores
Crayones o lápices de cera
Pasteles
Tizas o gises
Materiales para pintar
Pintura acrílica
Acuarelas
Témpera
Pintura dactilar
Óleo
Tinta china
Materiales para construir
Plastilina
Masa modeladora
Barro
Alambres
Estambres
Palos de madera
Bolas de unicel
Cualquier objeto que se pueda manipular
Materiales para collage
Imágenes de revistas
Fotografías
Materiales de cualquier tipo de papel o tela
Pegamento
Superficies o sustratos
Papeles de varios colores, pesos, grosores y tamaños
Cartón
Lienzos
Madera
Materiales para unir
Velcro
Hilo para coser
Pegamento blanco líquido
Curitas o venditas adhesivas
Cinta adhesiva transparente
Pegamento en barra
Silicón
Cinta gris
3.3.2 Ventajas y desventajas de los materiales
A l igual que en otros tipos de terapia, hay una fase inicial, una
fase intermedia y la terminación. En la fase inicial se busca la
confianza del paciente, es donde se da y se recibe información para
que el consultante sepa qué esperar de las sesiones terapéuticas;
se trata de entender cuál es el motivo de consulta, los problemas y
sus implicaciones. Es posible empezar a tener metas en las
primeras sesiones, crear un diseño para el cambio al plantear
objetivos generales y pensar qué se puede hacer para alcanzarlos,
qué directivas con arte pueden hacer que el niño mejore.
Es importante estar abierto. Hay que tener en mente que el
terapeuta puede usar el arte para abrir puertas: el arte es un puente
de comunicación, puede satisfacer necesidades de exploración.
En la fase inicial es donde comúnmente se crea la alianza
terapéutica. Bordin (1994) dice que la alianza terapéutica es un
vínculo entre paciente y terapeuta que probablemente se siente y se
expresa por medio del aprecio, la confianza y el respeto mutuo, y
por la percepción de que existe un compromiso común y una
comprensión recíproca de las actividades psicoterapéuticas; en
arteterapia hay además una vinculación con el proceso creativo. En
este tipo de terapia, la alianza existe en tres dimensiones: el
paciente, el terapeuta y la expresión creativa.
En la fase intermedia, después de haber establecido la
confianza, se empieza con el trabajo de entender y solucionar los
conflictos. Es importante tener en cuenta cómo se harán las
intervenciones verbales, cuando los niños hablan sobre lo que
significa el arte para ellos. Esto puede ayudar a exteriorizar sus
pensamientos, sentimientos, eventos y puntos de vista acerca del
mundo a través de sus expresiones artísticas, y a la vez ayuda al
terapeuta a tener un mejor entendimiento del niño y proveer la mejor
intervención (Malchiodi, 2006).
Se puede pedir a los niños que escojan el tema del cual quieren
hacer arte. A veces puede resultarles difícil. Aun así, no es
necesario dar una sugerencia al niño. Si les cuesta trabajo escoger
lo que van a hacer, es importante que el terapeuta pueda darles
opciones, tal vez preguntando qué material les gustaría más para
empezar.
Woltmann comentó que “cuanto menos estructurada es una
actividad no verbal, mayor potencial tiene para la comunicación
proyectada”. “No todos los niños se desempeñan igualmente bien en
todas las actividades no verbales proyectadas”, de modo que parece
apropiado ampliar la variedad de opciones que se ofrecen.
Ciertamente hay variaciones de un individuo a otro en cuanto a sus
preferencias y habilidades, quizás de acuerdo con las modalidades
preferidas, ya sean aprendidas o innatas (Rubin, 2005).
5.7.2 Autorretrato
Para los niños en general, dibujar una casa puede ser algo seguro,
neutral, pero para otros puede evocar memorias de un divorcio
doloroso, o de verse sin hogar, experimentar abuso o ver violencia
doméstica. La petición de dibujar una casa permite al niño dibujar
una estructura sólida que es real o imaginada, y experimentar algún
grado de control sobre qué revelar de las cuestiones difíciles y
familiares (Shore, 2013). El terapeuta debe ser sensible con las
respuestas del niño a esta directiva.
Dibujo de un niño de 6 años cuyos padres estaban en proceso de divorcio.
“E
a hacer marcas, inventando formas y poniendo en el papel
algo personal de un modo único”. La creatividad es una
conducta constructiva y productiva que puede verse en la
acción o en el resultado; es una aportación individual. La creatividad
es lo opuesto de la conformidad, es un proceso, pertenece a todos
los seres humanos y no se debe imponer (Lowenfeld y Brittain,
2008).
Todos podemos ser creativos en cierta forma, toda relación
terapéutica requiere algún nivel de creatividad. Debido a la
naturaleza de la terapia de arte, que está centrada en la expresión y
el entendimiento de uno mismo a través del arte visual, el enfoque
en el proceso creativo está aún más acentuado que en otro tipo de
terapias (Malchiodi, 1988).
Kramer creía que, en la psicoterapia de arte, la calidad de la
producción artística y el nivel de creatividad indicaban el grado de
sublimación logrado. Por otra parte, Wadeson afirma que la
creatividad está involucrada en la mínima expresión artística y que
las percepciones importantes se pueden lograr y los cambios
psíquicos pueden ocurrir a través del proceso creativo dentro de la
alianza terapéutica.
La creatividad no sólo tiene un papel muy importante al realizar
arte visual, sino que es la llave del éxito y la productividad en una
relación terapéutica con el consultante. Cada intervención
terapéutica e interacción es un acto creativo que proviene de las
experiencias del terapeuta de arte, no únicamente con el arte y la
psicología, sino de sus experiencias personales en el proceso
creativo. La amplitud del aprendizaje, junto con la amplitud de la
experiencia de vida, son esenciales para convertirse en un buen
terapeuta.
Rubin (1982, citada por Malchiodi) dijo que lo que muchos
terapeutas de arte necesitan es permiso y apoyo para usar sus
propios rasgos creativos en su trabajo con otros. Los terapeutas de
arte deben entender que, para ser efectivos en las intervenciones
terapéuticas, tienen que usar su creatividad en la terapia. Esto
implica no solamente entender el proceso creativo de hacer arte
sino aprovechar los recursos de la creatividad interna para
proporcionar apoyo y tratamiento a los pacientes (Malchiodi, 1988).
Rollo May (1975, citado por Malchiodi) identificó un componente
común en la creatividad y el proceso terapéutico. Tanto en la terapia
como en la creatividad hay un encuentro: un encuentro con la visión,
el asunto, el obstáculo o el núcleo del problema, etcétera. No
podemos forzarnos ni forzar a los demás a ser creativos. Pero
podemos comprometernos con el encuentro. El primer encuentro es
con la imagen; el segundo, con el significado. No podemos forzar la
creatividad, no podemos apremiarnos a tener introspecciones, pero
estamos comprometidos a buscarlas y seguir el camino que guía la
preparación psicológica para el encuentro de la introspección
(Malchiodi, 1988).
El pollito en su casa.
El muchacho ataca al pollito.
La pecera.
En esa sesión quiso trabajar con arte, me dijo que iba a hacer una
pecera para dos peces, porque a ella le gustaría tener una mascota.
Así expresaba la intención de cuidar a alguien. Ya habíamos
platicado mucho de los animalitos en sesiones pasadas, porque
había tenido experiencias donde ella los maltrataba; a veces jugaba
rudo con el perro que tenían en la casa donde vivían. Sin embargo,
su conducta con los animales había estado cambiando de forma
positiva. Mi interpretación era que también su enojo iba
disminuyendo.
En la siguiente sesión le pregunté si me quería contar de ese
muchacho malo que había puesto en el collage. En esta ocasión
Ana dijo que quería que ese muchacho malo estuviera en la cárcel
para que ya no pudiera hacerle nada.
Estaba nerviosa y enojada. Yo le pregunté si quería quitarlo de
ese collage y ponerlo en una cárcel, y ella me dijo que sí.
Era la primera vez que yo la veía hacer su arte con ira. La cárcel
que hizo para el muchacho tenía bombas y picos para que no se
pudiera salir. Algunas de sus expresiones fueron: “Estas son unas
bombas para que le exploten”. “Esto es un alambre para que se
electrocute”. Ana se permitió sentir mucho enojo en esta sesión.
Una vez que Ana fue capaz de decir que eso le había pasado a ella,
con palabras y con todo el arte que ya había hecho, nos seguimos
viendo cada quince días. Alternábamos las sesiones con Rosa, que
también iba cada dos semanas. Ana empezó un proyecto de arte
donde hizo una mujer embarazada.
Mujer embarazada.
Cajita de arte.
La bebé y la niña.
Cómo hacer amigos.
Mi familia es feliz.
La náusea.
Autorretrato.
Familia.
Familia comiendo tortillas.
Coqui y la náusea.
Le pregunté si podía contarme acerca de Coqui. Marian dijo que
Coqui también tenía náuseas. Le pregunté cómo era la náusea que
Coqui sentía; ella tomó un listón negro adherible y lo puso en la
panza de la muñeca, sostenido en un brazo de Coqui.
En esa sesión, Marian quería llevarse a Coqui a su casa, pero le
dije que era importante que la dejara porque íbamos a seguir
trabajando en ella, y si se la llevaba a su casa podía olvidarla o se
podía maltratar.
A la siguiente sesión sólo asistieron Marian, su mamá y su
hermanito. Su papá había salido de viaje y, durante esa semana, el
papá me habló por teléfono y comentó que él también sentía
náuseas cada vez que tenía que subir a un avión, pero que su hija
no lo sabía. En esta sesión, la mamá decidió quedarse afuera de la
oficina y afuera de la sala de espera, porque el hermanito de Marian
estaba llorando. Así que dejamos abierta la puerta de mi oficina y
también la puerta de la sala de espera, y Marian salió varias veces
para ver a su mamá.
Marian trabajó en hacerle una corona a Coqui, y al momento de
ponerle la corona torció un poco la muñeca.
Coqui y su corona.
La cama de Coqui.
Coqui cambiando.
Marian se va de vacaciones.
El cuarto nuevo.
Diploma.
Cadena.
Cadena de trapo.