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1.

1 Introduccion Aproximación al concepto de Arteterapia

1.1.2 Conceptos Fundamentales:

¿Y qué es el arteterapia?

El arteterapia, según la ACAT1 es el uso de los materiales y técnicas de las artes plásticas, así
como la atención al proceso creativo y a la obra final con fines terapéuticos. De esta forma, se
da lugar a que el mundo interno del paciente, es decir, sus sentimientos, emociones y
pensamientos, pasen a ser formas, trazos, figuras, movimientos y colores, pudiendo darnos
cuenta de ellos de manera visual.

Cuando creamos una obra plástica trabajamos y estimulamos la parte derecha del cerebro,
que es la sintética, la imaginativa, intuitiva y emocional. El arte es una herramienta que nos
permite acceder fácilmente al inconsciente porque trabaja con esta parte derecha del cerebro.
El dibujo y las imágenes son el lenguaje del inconsciente.

Al aflorar en una producción plástica, arrastran consigo lo escondido en el inconsciente. De


esta forma, los contenidos ocultos, conflictivos o bloqueados, pueden ser expresados y así, ser
reconocidos, comprendidos y aceptados. Para esto es importante observar la obra durante el
proceso, una vez finalizada e incluso transcurridos unos días y poder verbalizar sobre los
significados que la propia persona da. Las imágenes y los colores tienen un sentido para la
persona que las produce, lo sepa o no en ese momento.

A menudo, la obra va revelando contenidos que al principio estaban ocultos y que la persona
es capaz de ir descubriendo cuando las imágenes han posado y reposado. Y hablar sobre el
proceso de creación y sobre la propia obra hace que la persona vaya descubriendo nuevos
elementos. Marinovic (1994) sostiene que la experiencia con arte permitir integrar diversas
funciones en un todo con sentido.

En arteterapia, las consignas para crear una obra suelen ser sencillas y más o menos directivas
según lo que se pretenda, y siempre van encaminadas a un fin. En arteterapia no se
diagnostica al paciente a través de sus dibujos, ni se juzga la obra por su valor estético, como
ocurre con el arte. Como señala la BAAT2 el arteterapeuta no hace un asesoramiento estético
de la imagen del paciente, sino que busca capacitar a la persona a efectuar cambios y
crecimiento a nivel personal por medio del uso de materiales artísticos. Por este motivo,
pueden participar en arteterapia personas con o sin formación artística. Incluso he escuchado
a más de un arteterapeuta que, cuanto menos conocimientos se tengan, mejor. Así evitaremos
atraparnos en la técnica y utilizar los materiales libre y espontáneamente.

La AATA3 señala algunas ventajas del arteterapia: ayuda para resolver conflictos, desarrolla
habilidades interpersonales, ayuda a manejar el comportamiento, a reducir el estrés, a
fortalecer la autoestima y a alcanzar conocimiento sobre uno mismo.

El medio creativo sirve como tal: como medio. La obra artística actúa como intermediaria en la
relación terapéutica en sus diferentes campos de aplicación: salud, educación, intervención
social, etc.

Utilidad de aplicar la producción artística en la terapia gestalt. Considero que en una terapia
gestalt, incorporar elementos de creación plástica están en sintonía y son aliados del proceso
terapéutico. Algunas ideas en las que me baso son las siguientes:

Facilita la expresión directa de aspectos internos de la persona que, a veces, de forma verbal,
resulta complicado. En ocasiones no encontramos las palabras adecuadas para expresar algo,
mientras que la pintura, por ejemplo, ofrece gran variedad de matices y oportunidades para
expresar.

La expresión plástica es una forma rápida y transparente de comunicación. Esto evita en gran
medida la manipulación que muchas veces tiene el lenguaje cuando es hablado y previamente
pensado.

Es una vía complementaria y/o alternativa a la palabra, pudiendo comunicarnos en terapia


desde otro ángulo, aportando más variedad al registro expresivo de los pacientes; más
capacidad de autodescubrimiento por el factor sorpresa del arte, y más variedad en la forma
de trabajo al variar la metodología.

Los sentimientos y pensamientos más profundos de la persona, provenientes del inconsciente,


se expresan mejor en forma de imágenes que en palabras.

Tanto en la terapia gestalt como en arteterapia la creatividad es importante. En terapia, la


creatividad nos permite encontrar soluciones a viejos problemas. En arteterapia ocurre lo
mismo: se integra creando.

Tanto la terapia gestalt como el arteterapia confían en la capacidad humana para sanarse. De
la misma manera que la gestalt cree que el organismo interactúa con el ambiente para

conseguir el equilibrio físico y psíquico que necesita en cada momento, el arteterapia confía en
la capacidad innata de las personas para reflejar sus conflictos internos de forma plástica.
Valorar esto es útil de cara a un proceso terapéutico.
El hecho de que las imágenes no tengan una significación predeterminada, como el lenguaje,
hace que podamos referirnos a lo que siente particularmente esa persona como algo suyo.
Aunque haya colores, por ejemplo, que culturalmente signifiquen algo comúnmente aceptado
(rojo=fuerza, amor...), en arteterapia siempre remitirá a la persona a una experiencia propia.
Cada persona tiene su propia gama de asociaciones de colores y formas con su significado
propio, lo sepa consciente o inconscientemente. Esto facilita el contacto interior y los nuevos
descubrimientos cuando el paciente va describiendo su obra. Y por su puesto la comprensión
del paciente cuando éste nos lo comunica.

La imágenes (más que las palabras) están fuertemente ligadas a la emoción. Y con lo emotivo
es con lo que trabajamos en terapia gestalt. Todo lo que favorezca acceder a ella, facilitará el
proceso terapéutico.

Tanto en terapia como en arteterapia el espacio es seguro, de contención, respeto y


acompañamiento. De igual manera que no existe juicio por parte del terapeuta de lo que ha
escuchado, tampoco en arteterapia hay un juicio de las imágenes creadas.

En ambos procesos terapéuticos, el paciente tiene una participación activa, siendo el


protagonista de la comprensión de lo que le sucede, de su darse cuenta.

Las formas, colores, volúmenes y trazos que aparecen en cualquier producción artística son
precursores de contenidos que aparecerán, seguramente, en terapia. Nos permiten
profundizar, desde otro nivel, y crear el espacio y la oportunidad para que aparezcan.

El trabajo desde lo artístico ayuda a que el paciente comprenda, de forma menos agresiva que
con la palabra, que hay cosas que son realmente suyas (como su obra) originarias de su propio
ser, que expresan las fantasías, dudas, tabúes, miedos, etc. que existe en su interior. Y esto
facilita la integración y el proceso personal para poder avanzar en terapia. Los sueños y
muchos recuerdos nos hablan en imágenes, ¿quién no ha oído frases del tipo “tengo la imagen
grabada de mi padre...”?. En arteterapia se trata de aprovechar el mismo lenguaje, pintando la
escena, y desde ahí trabajar según sugiera el terapeuta: bien transformando la experiencia, o
reviviéndola para rescatar algún aspecto, o interpretar con nuestra actual experiencia esos
hechos.

Araya, Correa y Sánchez (1990) resumen las ventajas que diversos autores han egistrado sobre
el trabajo con arte. Alguna de ellas son las siguientes: Terapia no verbal (las imágenes
permiten expresar expresiones simbólicas como sueños, fantasías, imágenes del pasado... sin
tener que traducir las a palabras); catarsis (la expresión plástica estimula la liberación intensa
de emociones previamente contenidas); proyección (al no haber un fin estético, la obra
presupone que está relacionada con el mundo interno del autor, como una proyección de su
experiencia); integración de opuestos ( expresando las polaridades en un proceso creativo es
como posteriormente pueden integrarse); disminución de defensas (el arte es un medio
menos utilizado que el lenguaje y, por ello, menos susceptible de ser controlado); integración
del mundo interno y externo (en el proceso creativo la persona puede descubrirse a sí mismo y
al mundo externo desde una perspectiva diferente, estableciendo una relación entre éstos);
permanencia (la obra creada conlleva una experiencia, por lo que se pueden revivir los
sentimientos que se tuvieron al crearla con solo volver a mirarla); experiencia gratificante (la
experiencia creativa es gratificante en sí, por lo que el paciente se motivaría en su proceso);
Prototipo de un funcionamiento sano: (gracias al carácter simbólico de la expresión plástica, se
pueden expresar y enfrentar conflictos y tensiones antes de que se esté preparado para hablar
de ellos, rebajando al ansiedad).

Concepto: La Asociación Británica de Arteterapia (BAAT) describe a la arteterapia como:

“Una forma de psicoterapia que usa los medios artísticos como el modo de comunicación
primordial. Ésta es practicada por arteterapeutas cualificados y registrados quienes trabajan
con niños, jóvenes, adultos y ancianos. Puede utilizarse para diferentes diagnósticos o
dificultades como los emocionales, problemas conductuales o de salud mental, aprendizaje,
discapacidades físicas, lesiones cerebrales o situaciones neurológicas y enfermedades... La arte
terapia no es una actividad recreacional o una clase artística, aunque se puede disfrutar de
ella. Los clientes no necesitan de experiencia previa alguna o ser expertos en arte.

La Asociación Americana de Arte Terapia (AATA) define esta disciplina así:

“El arteterapia es una profesión establecida en la salud mental que ocupa los procesos
creativos de la realización de arte para mejorar y explorar el bienestar físico, mental y
emocional de individuos de todas las edades. Está basado en las creencia que el proceso
creativo relacionado en la autoexpresión artística ayuda a la gente a resolver conflictos y
problemas, desarrollar habilidades sociales, controlar el comportamiento, reducir el estrés,
aumentar el autoestima y la autoconciencia, y alcanzar la introspección.”
La Asociacion de arteterapeutas de España la define como “Profesión de ámbito
asistencial,que se caracterteriza por el uso de medios y procesos artisticos para ayudar
contener y solventar los conflictos emocionales o psicologicos de las personas. En la relacion
hay un arteterapeuta que guía a una persona o grupo en el proceso creativo a través del arte.
Es una herramienta de expresión y comunicación”.

El Arteterapia se sitúa dentro de las llamadas Terapias Creativas. Es una modalidad de


intervención terapéutica con medio siglo de recorrido histórico en países pioneros como EEUU,
Inglaterra, Canadá o Israel donde existe como profesión oficial. Sin embargo, en otros países
como España, los primeros estudios universitarios aparecen a finales de los años 90 y su
institucionalización profesional aún no se ha alcanzado.

Su aplicación está enfocada a la producción de imágenes y objetos a través de los medios


artísticos, (pintura, dibujo, escultura, fotografía, video, instalación, etc.), con la finalidad de
que los participantes puedan tomar conciencia, actualizar o resolver sus propios problemas
psicológicos. Durante las sesiones arteterapéuticas, la persona trata de realizar obras plástico-
visuales con la idea de expresar, comunicar y dar significado a sus experiencias subjetivas,
aspectos vivenciados, abstraídos por formas, texturas, colores, ritmos, tensiones, contrates,
etc., en compañía de un arteterapeuta capaz de facilitar y sostener lo que suceda durante todo
el proceso de terapia. El arteterapeuta conoce en profundidad los medios y materiales
artísticos que ofrece a sus usuarios con la finalidad de estimular la creatividad, el diálogo y la
reflexión, recursos que ayudan a dar rienda suelta al potencial expresivo del individuo
enfocado al cambio.

No es necesario tener habilidades artisticas, se trabaja desde lo mas primitivo, la expresion


artisitica no es un taller de arte, no hay aprendizaje de tecnicas, sino que se facilita
herramienta para adaptarlas a su propio estilo para expresar toda su magia

La experiencia con la expresión artística, nos invita a un cambio en la percepción, nuestra


conciencia se amplia y podemos mirar hacia adentro y hacia fuera de una manera diferente a
la habitual. Es decir que podemos “vernos” y “ver”. En el proceso arterapéutico hay algo
interior que se expresa y se manifiesta, en un movimiento, un trazo, un sonido, una forma… y
nos ofrece la posibilidad de poder reconocerlo e integrarlo.

La práctica de la Arteterapia tiene consecuencias directas en el desarrollo de nuestra


capacidad creadora y de cómo poder transferirla a otras áreas de nuestra cotidianeidad.
En Arterapia partimos del encuentro con nuestro cuerpo, una manera de dejar a un lado el
juicio y la crítica hacia lo que somos y producimos, e ir desarrollando una mirada más abierta y
amorosa.

A la vez que facilitamos la posibilidad de poder pasar de un funcionamiento casi exclusivo de


hemisferio izquierdo a incluir y priorizar el del hemisferio derecho, buscando luego la
integración de ambos.

Y además el contacto con la experiencia artística nos ubica en un lugar muy interno que
favorece el centramiento y la actitud meditativa.

Participar en un taller de Arteterapia no implica poseer aptitudes ni conocimientos artísticos,


pues la producción de sus imágenes y objetos se utilizan, sobre todo, para ayudar a restablecer
la capacidad natural del individuo para relacionarse consigo mismo y con su entorno de forma
satisfactoria.

Los materiales grafico-plásticos actúan como intermediarios entre el arteterapeuta y las


personas tratadas para generar una comunicación no verbal alternativa a la palabra.

La esencia del Arteterapia reside en la posibilidad de proyectar, durante el proceso creativo y


la obra realizada, aquellas sensaciones, pensamientos, emociones, recuerdos, etc., que con el
lenguaje verbal, resulta más complicado expresar. En definitiva, permite abrir un canal de
comunicación donde la persona pueda expresar con libertad sus procesos internos con la
intención de integrarlos en su vida, más que con un fin estético.

Arteterapia, entre otras razones, por recurrir principalmente a procesos de comunicación no


verbal (artes plásticas, música y expresión corporal), deja abierta la puerta a procesos
simbólicos más espontáneos que las palabras, favorecedores tanto de la expresión de
sentimientos personales, con lo que conlleva una primera base de autoestima, como de la
lectura y reconocimiento en los procesos expresivos de los otros, lo que favorecerá
intercambios sociales positivos. (Rodríguez, 2007: 276-277)

Por lo tanto, activar los cauces expresivos y comunicativos a través de las actividades artísticas,
puede generar habilidades enriquecedoras para cualquier persona, especialmente en
situaciones donde el idioma, la edad, la cultura o el estado psicofísico supongan un
impedimento.

Por otra parte, las imágenes visuales generadas en las prácticas arteterapéuticas no se
conciben exclusivamente como herramientas o medios terapéuticos, más bien nos hace
entender las perspectivas de los otros y adaptarlas a las realidades cambiantes Arteterapia y
Museos: Puntos de encuentro / Mª Dolores López Martínez del mundo. “(…) estar activamente
envuelto en una expresión artística colectiva puede cambiar el conocimiento del entorno así
como la percepción que se tenga de uno mismo” (Mampaso, 2006: 133).

Las personas implicadas en un taller de Arteterapia traen consigo necesidades diferentes,


generadas por los cambios producidos en las últimas décadas, a nivel de individuo y
colectividad. Los conceptos de familia, pareja, opciones sexuales, religión, interculturalidad,
globalización, etc., plantean nuevas perspectivas de trabajo a tener en cuenta en los procesos
arteterapéuticos. Las actividades artísticas centradas en la identidad grupal y su contribución
en el cambio personal, social y ambiental se convierten en objetivos clave para los
arteterapeutas (López Martínez, 2010).

El compromiso del Arteterapia para la acción social y el desarrollo comunitario pasa a ser una
cuestión básica ante situaciones donde las relaciones humanas se desarrollan en un mundo
versátil.

UNA INTRODUCIÓN A LA HISTORIA DEL ARTE TERAPIA

El arte terapia como término y como profesión es de aparición relativamente reciente,


como lo es también su historia específica.
No existe una obra que trate de la historia del arte terapia que no sea, en uno u otro
aspecto, demasiado parcial. La obra más consultada para esta breve exposición ha sido
Healing Arts. The history of Art Therapy, de Susan Hogan, que, a pesar de ser un libro muy bien
documentado y académicamente impecable trata, exclusivamente de la historia de dicha
disciplina en Gran Bretaña, hecho que se omite en el título.
También existe una obra titulada A History of Art therapy in the United States, obra de
M. Junge y P. Asawa, publicado por la American Art Therapy Association, que trata
básicamente de la historia en EEUU.
Otra obra que se ha consultado en este trabajo ha sido la generalista Art Therapy. An
introduction, de Judith Rubin, que tiene a bien de mencionar, además del desarrollo en el
ámbito anglosajón, las experiencias paralelas que tuvieron lugar en Canadá, Países Bajos,
Francia y Alemania.
El arte terapia es como un árbol cuyas raíces se hubieran nutrido de diferentes suelos,
todos ellos igualmente fértiles, o un río alimentado de múltiples afluentes, proveniendo cada
uno de una fuente distinta,
“El arte terapia... puesto que era una idea cuyo tiempo había llegado, incluso sus
reconocidas “madres” no le dieron a luz del todo por sí solas. No sólo tiene muchas
raíces genéticas, sino que el arte terapia es una hija de múltiples padres, todos ellos
con alegaciones “legítimas”. De hecho, cuando el arte terapia se dio a conocer, se vio
que muchos individuos en lugares distintos aparentemente habían dado a luz a ideas
similares más o menos al mismo tiempo, a menudo sin conocerse mutuamente.”
(Rubin , 1999; 101)

Antecedentes
Lo que hoy en día se conoce por arte terapia surge en Europa (especialmente en
Inglaterra) y en EEUU desde finales del S. IXX, y se desarrolla plenamente a partir de la segunda
guerra mundial, hasta el presente.
Esta disciplina emerge en el momento en que el clima intelectual –tanto en el ámbito
psicoterapéutico como en el artístico– y el social están maduros para permitir su desarrollo y
su reconocimiento. Se podría decir que tres fueron los factores fundamentales que propiciaron
y catalizaron la aparición del arte terapia: el auge del psicoanálisis, las vanguardias artísticas
del siglo XX y la segunda guerra mundial, aunque hubo también otros factores a tener en
cuenta.
Los efectos de la práctica y de la contemplación de las artes sobre la mente, las
emociones y la fisiología humanas se conocían y se venían utilizando desde tiempos
ancestrales, en todas las culturas. El uso de la expresión simbólica se hace presente en las
decoraciones rituales de la mayoría de las culturas, invistiéndose a menudo de un carácter
mágico. Desde las pinturas de Altamira a las pinturas de arena de los Navajo y los mandalas de
los lamas tibetanos, las máscaras africanas, o los iconos de Bizancio, el arte se ha utilizado para
sanar y reparar la visión y la realidad de los individuos y/o de los grupos sociales. El “poder
mágico” y liberador de las imágenes, tan real para las sociedades consideradas primitivas y
para los niños y los artistas, necesitó del apoyo de los descubrimientos psicoanalíticos para ser
aceptado por la comunidad científica y terapéutica

El psicoanálisis
El concepto de insconciente desarrollado por el psicoanálisis de Freud –y más tarde de
Jung– tuvo un efecto de fascinación inmediato en los círculos artísticos y literarios de
entreguerras, ya que suponía una revolución en la comprensión de la psique humana, con
consecuencias epistémicas y sociales innegables. La valorización de lo onírico, de lo simbólico,
así como de lo irracional y de los aspectos instintivos tuvo repercusiones manifiestas en el
ámbito de las artes visuales y de la literatura. Hasta este momento, la exploración, el
conocimiento y la representación del mundo interno del artista no se había considerado como
una meta artística respetable
Freud publicó su Psicoanálisis del arte, interesado en la interpretación de los mensajes
del inconsciente que se transmiten a través de las imágenes, que se pueden dilucidar por
medio de la asociación libre. Los psicoanalistas fueron los primeros en utilizar la pintura y el
dibujo, especialmente con pacientes bajo hipnosis o con aquellos que presentaban
resistencias.
Jung fue reconocido por algunos como un precursor del arte terapia. Creía que los
seres humanos compartimos un inconsciente colectivo y que existen arquetipos universales,
comunes a todas las culturas. La similitud del simbolismo visual entre tradiciones artísticas
muy distanciadas, forma parte de la comprobación de su hipótesis. Mientras Freud creía que
los símbolos “escondían” sentimientos y fantasías inconscientes, Jung pensaba que dichos
símbolos “revelaban” los conceptos ocultos. En su propio proceso de análisis, Jung había
descubierto que el uso de materiales artísticos y el dibujo de mandalas eran herramientas muy
útiles.
También los Clubs Sociales Adlerianos (inspirados en el psicoanálisis de Alfred Adler,
discípulo de Freud) abrieron sus puertas a la experiencia arte terapéutica.
Melanie Klein; también discípula de Freud, que en 1929 se trasladó a Londres, gracias a
su teoría de las relaciones objetales, habría de tener especial influencia en el arte terapia
británica de los años 80 (Rubin, 1999; 90).

Las vanguardias artísticas del siglo XX


Cabe destacar la influencia del Expresionismo y, sobre todo, del Surrealismo en el
surgimiento del arte terapia. Con técnicas y recursos plásticos inspirados en el psicoanálisis –la
escritura automática de Breton se asemeja mucho a la asociación libre de Freud– el
Surrealismo se propone la liberación de los grilletes del intelecto y la expresión del
inconsciente personal. Desde el punto de vista psiquiátrico de la época, la espontaneidad y la
ausencia de restricciones del artista moderno se igualan a las del artista loco o demente. En
Inglaterra, dos surealista ayudaron a la promoción del arte terapia: Roland Penrose y Herbert
Read.
Se podría decir que el arte terapia pudo introducirse con relativa facilidad en las
instituciones para salud mental y sanatorios debido también al interés que ciertos psiquiatras
mostraron por el arte espontáneo de los enfermos mentales. “Las personas atrapadas en el
torbellino de un brote psicótico, amenazadas por la pérdida de contacto con la realidad, con
frecuencia se sentían impulsadas a crear algo como una forma de sobrellevar su confusión”,
dice Rubin, en la obra citada anteriormente. Algunos psiquiatras habían comenzado a
coleccionar las obras de sus pacientes y a publicar estudios serios sobre los dibujos. Cabe
destacar la labor llevada a cabo historiador del arte y psiquiatra vienés Prinzhorn, quien logró
reunir una notable colección de arte producido por enfermos mentales y elaboró el estudio
más extenso que se conoce sobre el tema.

La Segunda Guerra Mundial


La guerra mundial operó como un factor determinante en la expansión del arte
terapia. Por una parte, el clima que se creó previo a la guerra obligó a emigrar a muchos
artistas y a psicoanalistas, en su mayoría de origen judío, como el mismo Freud, que huyeron a
Inglaterra o a EEUU para salvarse de la masacre Nazi. Una de ellas fue Edith Kramer, pionera
del arte terapia en EEUU, quien huyó de Praga antes de que estallara la guerra.
Por otra parte, específicamente en Inglaterra, la necesidad de recuperar lo antes
posible a los soldados heridos para que pudieran regresar al frente hizo que se crearan
servicios de asistencia psicológica especiales en los hospitales, gracias a los cuales nació la
terapia analítica de grupo creada por Foulkes –que incluía psicodrama y arte– y se
experimentó y comprobó la eficacia del arte terapia gracias a Adrian Hill (pionero del arte
terapia en Inglaterra), y gracias a terapeutas ocupacionales como Maria Petrie y E.M. Lydiatt.
(Hogan, 2001)

Los pioneros
La aproximación más habitual a la historia del arte terapia es hacerlo desde las
personas que iniciaron la aventura de experimentarla y darla a conocer a la sociedad.
En líneas generales, se puede decir que la idea comienza a madurar en el ámbito
anglosajón y en ambos continentes a la vez, en manos de personalidades destacables que
tuvieron la capacidad y la disposición necesarias para iniciar sus viajes en solitario. Algunos
venían del mundo del arte, como Adrian Hill, y Edith Kramer, otros de la psicoterapia y el
psicoanálisis como Marion Milner, o de la terapia ocupacional, como Lydiatt, y otros de la
pedagogía, como Margaret Naumberg.
Adrian Hill (Reino Unido)
Acuñó el término “arte terapia” por primera vez en 1942, puesto que esperaba ganar
el apoyo de la profesión médica y pensó que el término “terapia” sería bien aceptado.
Era un pintor que descubrió el valor terapéutico del arte cuando convalecía de
tuberculosis en un sanatorio, animando a otros pacientes a pintar para recuperarse de la
melancolía que produce dicha enfermedad. Hill veía la necesidad de la expresión creativa
como un “instinto de resurrección” profundamente arraigado en la psique humana. Hill no
creía que el papel del arte terapeuta fuera el de iniciar la producción de imágenes para
llevarlas a análisis, a pesar de que reconocía que dichas imágenes podían servir como una
ayuda diagnóstica, indicativa del estado del paciente.
Durante la guerra mundial trabajó en la recuperación de soldados en el sanatorio King
Edward VII. Trabajador infatigable, logró el apoyo y reconocimiento de instituciones como la
British Red Cross Society (Cruz Roja) y difundió su labor gracias a numerosas conferencias y
exposiciones de las obras realizadas por pacientes. Publicó dos libros: Art versus Illness (1945),
que describe su trabajo en el sanatorio para tuberculosos, y Painting Out Illness (1951)
Con la creación de la British Association of Art Therapist (BAAT) se impuso la visión
psicoanalítica en la práctica del arte terapia, y como cruel ironía, Adrian Hill fue injustamente
condenado al ostracismo.

Edith Kramer (EEUU)


Mujer culta, enérgica e independiente, Kramer era una artista que se había formado
en Praga –ciudad de la que huyó antes de que estallara la guerra mundial–, donde había
estado expuesta a una rica dieta de pensamiento psicoanalítico, así como a las ideas de
Lowenfeld sobre la educación artística (Rubin, 1999; 99). Antes de abandonar Europa había
estado trabajando con niños refugiados y allí fue capaz de reconocer el valor del arte. En 1951
comenzó a trabajar como arte terapeuta en Wiltwick, una escuela residencial para niños con
enfermedades mentales en Nueva York, donde se inspiró para escribir su primer libro: Art
Therapy in a Children’s Community (1958)
Kramer siempre trabajó como adjunta a otros terapeutas, lo que hizo que se
concentrara más en las propiedades terapéuticas inherentes al proceso creativo, y que
considerara el arte como un camino hacia la sublimación, una vía para integrar los
sentimientos y los impulsos conflictivos en una forma estética, ayudando a que el ego pueda
sintetizar gracias al proceso artístico en sí mismo.
E.M. Lydiatt (Reino Unido)
Formada como terapeuta ocupacional, Lydiatt tenía también estudios artísticos y
estuvo en psicoanálisis Jungiano. Desde 1950 trabajó como pionera del arte terapia en
hospitales ingleses. Escribió un libro, Spontaneous Painting and Modelling: A practical
Approach to Therapy, en el que enfatiza su aversión a atribuir interpretaciones a la obra de sus
pacientes, puesto que había observado que las personas, cuando miran imágenes, proyectan
sus propias ideas sobre el artista. Ella afirmaba que la interpretación podía constituir una
limitación y que no todas las imágenes se podían traducir en palabras.
Interesada por la dimensión espiritual de la experiencia humana, Lydiatt animaba a sus
pacientes a práctica de la pintura espontánea y al uso de la “imaginación activa” 1

Marion Milner (Reino Unido)


Psicoanalista británica –que nunca se consideró a sí misma como arte terapeuta,–
utilizaba imágenes como ayuda para el tratamiento analítico. Después de ver una exposición
de la pintora y analista Grace Pailthorpe en la Guggenheim Jeune Gallery de Londres, en 1939,
Milner comenzó a interesarse en el uso de imágenes para la exploración del inconsciente.
Escribió un libro de gran influencia en el surgimiento del arte terapia, On not being able to
paint , publicado en 1950.
Su enfoque psicoanalítico era freudiano y su analista fue Donald Winnicott, quien también
tendría mucha influencia en la formación del arte terapia en Inglaterra.

Margaret Naumberg (EEUU)


Proveniente del ámbito de la pedagogía, creó en 1914 una escuela llamada Walden, en
la que todos los profesores tenían que pasar por un proceso psicoanalítico. A pesar de que se
formó como analista Freudiana, Naumberg simpatizaba con las ideas de Jung. Veía el arte
como una forma de “discurso simbólico” que proviene del inconsciente, igual que los sueños,
que se debe evocar de forma espontánea y que se debe interpretar por medio de la asociación
libre, siempre respetando la interpretación del propio artista. El arte es, pues, un camino hacia
los contenidos simbólicos del inconsciente.
En contradicción con el enfoque Jungiano ortodoxo, sin embargo, la autora
consideraba la expresión simbólica como “limitada a ideas concretas relacionadas con la vida
personal del paciente, las cuales... actúan como un substituto de la verbalización directa”
(Hogan, 2001; 86). Al parecer no estaba tan interesado en la aplicación el concepto de
1
Término utilizado por Carl G. Jung en 1935 para definir el proceso de soñar con los ojos abiertos. El paciente se concentra en
un estado de ánimo, imagen o escena específicos y se deja llevar por las fantasías asociadas a ellos. El contenido que emerge
se puede escribir o representar en imágenes.
arquetipo en su trabajo terapéutico como en comprender el símbolo como una construcción
que alcanza dimensiones que no se pueden abarcar con el habla ni con el intelecto.
Se la considera como una de las pioneras del arte terapia en los EEUU, donde luchó y
trabajó infatigablemente para que dicha disciplina obtuviera reconocimiento y respeto. Realizó
investigaciones sistemáticas y extendió su labor mediante numerosas conferencias. Su obra
principal es Dinamically oriented art therapy (1966), aunque cabe destacar también
Schizophrenic Art (1950) y Psychoneurotic Art (1953), además de numerosos artículos.

Otros pioneros

En Inglaterra
Cabe mencionar la labor de Rita Simon, una de las primeras arte terapeutas
reconocidas como tal, que trabajó en el ámbito del club social adleriano de Londres –Social
Psichotherapy Centre. Apoyada por doctores y psiquiatras, en especial por Joshua Bierer,
Simon postuló que el arte terapia podía tener un valor especial en conjunción con el
psicoanálisis.
Otro pionero fue Edward Adamson, a quien se le atribuye la creación de la actitud
“no intervensionista” por parte del terapeuta, y se oponía a que éste interpretara el trabajo
del paciente. Trabajó en el ámbito de los hospitales psiquiátricos, siendo muy crítico sobre el
trato que recibían los pacientes en dichas instituciones. Creía, como otros Jungianos, en las
cualidades curativas inherentes del arte.
Personaje destacable fue Irene Champernowne, psicoanalista jungiana que fundó en
1942 (en plena guerra mundial) y junto con su esposo Gilbert, una comunidad terapéutica
llamada Whithymead en la que el tratamiento por medio de las artes era fundamental. Como
expone Susan Hogan (2001 : 280),
“El inconsciente y su conocimiento eran centrales en Whitymead... El arte terapia era
importante en la construcción del inconsciente en la comunidad debido a su capacidad para
proporcionar información acerca de los procesos inconscientes. ...el insight personal (en
particular sobre los procesos inconscientes) se consideraba más importante que la educación
formal.”
Inspirándose en Jung, Champernowne creía que el inconsciente podía “hablar” a través
del arte. Creía también que un método no-verbal podía evitar la excesiva intelectualización de
la terapia verbal y poner al ego directamente en contacto con la voz del inconsciente. En esta
comunidad se consideraba el arte como un proceso curativo natural, capaz de regularse a sí
mismo y sobre el que era mejor no interferir. Cabe señalar que la organización de la
comunidad era igualitaria y no existían fronteras rígidas entre quienes eran los pacientes y
quienes los terapeutas, y que varias personas que comenzaron como pacientes p, pasaron a
convertirse en terapeutas, ayudando a otros a hacer su proceso.

En los Estados Unidos


Durante la Depresión del 29, el Federal Art Project había contratado a artistas para que
enseñaran arte en el ámbito de los hospitales psiquiátricos, como el Bellvue Hospital de Nueva
York, lo que plantó la semilla para que instituciones similares se familiarizaran con el arte
terapia y reconocieran su valor terapéutico.
Cabe mencionar la labor de Elinor Ulman, que trabajó el Hospital General de
Washington en la década de los cincuenta y fundó la primera publicación periódica sobre arte
terapia en EEUU, el Bulletin of Art Therapy.
Otras contribuciones a tener en cuenta son las de Mary Huntoon, que en 1946
organizó los primeros talleres de arte terapia en los EEUU, tras años de enseñar pintura y
dibujo a pacientes psiquiátricos.
Otros artistas que se iniciaron en el arte terapia fueron Don Jones y Robert Ault,
quienes promovieron activamente la formación de la American Art Therapy Association.

Las asociaciones
Una vez atravesada la etapa pionera y una vez que los estamentos oficiales y la
comunidad psicoterapéutica comenzaban a otorgar su merecido reconocimiento al arte
terapia, surgieron las primeras asociaciones de arte terapia. A mediados de la década de los 60
surge la British Asociation of Art Therapist (BAAT), que se creó en 1964 y cuyo primer
presidente fue Adrian Hill.
La American Art Therapy Asociation (AATA) nació en el año 1969, y su primera
presidenta fue la arte terapeuta Mira Levick, quien tuvo un papel importante en la creación de
estudios especializados y de titulación universitaria en arte terapia. El primer miembro
honorario y vitalicio de la AATA fue Margaret Naumberg.
En Francia se creó, en 1974, la Association Francaise de Recherches et Aplications des
Techniques Artistiques en Pedagogie et Medicine, y en el 88 nació la Federation Francaise des
Art-Terapeutes.
En California, en 1989, el terapeuta Bobbi Stoll creó una estructura global al fundar el
International Networking Group of Art Therapist (ING/AT). En 1993 se reunió en Alemania el
European Advisory Board of National Art Therapists Association, con el propósito de trabajar
en el reconocimiento de las diferentes profesiones arte-terapéuticas (Rubin, 1999; 107)
En España se ha creado recientemente la Asociación Española de Arte Terapia bajo las
siglas AEAT. Esta asociación tiene por función la difusión de esta profesión de nueva
implantación regulada en nuestro país, velando para que se cumpla y respete el código ético
de la profesión y propiciando la investigación dentro de los distintos ámbitos de aplicación.

1.2 El arte como instrumento curativo

El arteterapia es un acompañamiento de personas en dificultad (psicológica, física, social o


existencial) a través de sus producciones artísticas, obras plásticas, sonoras, teatrales,
literarias, corporales y bailadas. (Jean Pierre Klein, Arteterapeuta, Psiquiatra)
El arteterapia es una terapia psicológica que utiliza el arte como medio. Se utiliza el proceso
creativo en sus diferentes disciplinas con fines terapéuticos, en un ambiente libre, relajado y
confidencial. La creación artística es un medio para realizar un proceso de liberación,
comunicación, crecimiento y autodescubrimiento. El arteterapia se engloba dentro de las
prácticas psicoterapéuticas que utilizan la expresión artística como mediación.

En la terapia artística la persona se expresa a través de sus creaciones y recorre un camino de


transformación acompañada por el/la terapeuta.

En ocasiones resulta difícil expresarse a través de las palabras. En esos casos, el arte llega
donde no llega la palabra y utiliza herramientas que facilitan la expresión y comunicación de
aspectos internos del individuo, cuya verbalización puede resultar dificultosa por diferentes
causas. También ayuda a exteriorizar y comunicar la experiencia interna. El arte favorece la
representación de los actos psíquicos reprimidos.

El arteterapia intenta transformar, al menos parcialmente, la enfermedad o el malestar en un


factor de crecimiento personal. Se promueve así el bienestar físico, mental y espiritual de una
persona que puede expresar sus sentimientos, pensamientos e ideas de una forma creativa.
1.3 LA ARTETERAPIA HUMANISTA  

La Arteterapia o psicoterapia por el arte es una disciplina que consiste en aplicar diferente
tecnicas  artísticas a un proceso de crecimiento personal.  

 En toda la historia de la humanidad se han dado ejemplos de cómo el arte transforma y sana.  
Arteterapia surge a mediados del siglo XX. Se ha desarrollado ampliamente en Estados Unidos 
e Inglaterra, donde se utiliza en el ámbito asistencial: sanitario, educativo y social. En estos
países algunas  instituciones  como  hospitales,  cárceles,  centros  para  personas 
discapacitadas,  o  centros educativos la utilizan como parte de sus programas de trabajo. 

 La Arteterapia es una profesión de ámbito multidisciplinar. De esta manera se puede hacer 

Arteterapia  desde  diferentes  disciplinas  terapéuticas  con  el  objetivo  común  del 
autoconocimiento o la resolución o transformación de conflictos. La Arteterapia a la que me 
voy  a referir  es  a  la Arteterapia Humanista  primero,  y más  adelante,  a  una  orientación 

específica dentro de ella, la Arteterapia Gestáltica. 

1.3.1La Arteterapia humanista tiene tres principios básicos: 

− No ve a la persona como una enferma mental sino como alguien que se encuentra con 
determinados  problemas  o  conflictos  cuando  intenta  afrontar  su  vida  y  los 
acontecimientos de su entorno. 

− Entiende que no es posible llevar una vida plena si se experimenta malestar o conflicto. 
De ahí la importancia de conocer la propia identidad. 

− Tiene una visión integral y holística de la persona en todas sus dimensiones (emocional, 
mental, corporal y espiritual) y de la sociedad.  

La Arteterapia parte de la premisa de que la creatividad es algo intrínseco al desarrollo de 

cada persona. A través de ella logramos crear lazos entre nuestro interior y lo exterior. El 

desarrollo individual consiste en crear herramientas para lograr que nuestras expectativas se 

hagan realidad, de forma que cada vida humana sea un conglomerado de creatividad que 

utiliza la imaginación para abordar la existencia y las relaciones sociales.  

 
1.3.2 Las dimensiones con la que trabaja la Arteterapia son: 

- La producción artística, obra o creación (de muy diversa naturaleza: pintura, escultura, 

dibujo, escrito, dramatización, sonido, etc.). No interesa la técnica artística ni el valor 

estético de la obra sino su significado simbólico. 

- El  proceso  creativo,  a  lo  largo  del  cual  la  persona  entra  en  contacto  con su mundo 

interior a través de sus propias emociones, sensaciones corporales, recuerdos, etc. 

- El significado de la obra para la persona.  

- El significado de la obra en la relación terapeuta‐cliente. 

 Algunas técnicas utilizadas en Arteterapia Humanista son 

musicoterapia, pinturaterapia, cromoterapia, danzaterapia,  teatroterapia,  esculturoterapia, 


escrituroterapia, fotografiaterapia,  videoterapia,  costuroterapia,  y  otras 
técnicas según “arte” y creatividad. 

 1.4 LA ARTETERAPIA GESTÁLTICA 

(Texto elaborado a partir del libro de Katharina Widmer: Pintura‐terapia gestáltica, imágenes d
el alma  Ed. Mandala, Madrid, 2006). 

La Arteterapia en este contexto es un vehículo privilegiado para explorar nuestros espacios 
internos  y  ayudarnos  a  hacernos  responsables  de  lo  que  también somos  pero  hemos
alienado.  El Arte, en sus diversas expresiones  vincula  a  la persona  a  la parte sana de sí
misma.

El uso de los diferentes instrumentos artísticos ‐ la pintura, la danza, la música, arquitectura,
permiten que nuestro mundo interno pueda aflorar en forma de imagen, movimiento, melodía
, estructura o composición. Esta expresión convertida en objeto u acto concreto 
permite liberar las energías fijadas en la estructura del carácter y nos facilita una forma de

encauzarla hacia una vida más acorde con nuestra verdadera esencia.

Cualquier forma de Arteterapia conlleva los tres principales principios gestálticos:

1. Aquí y ahora y presente: 

Solamente puedo expresarme en el aquí y ahora, la acción creativa se desarrolla únicamente 
en el presente y se necesita prestar atención a la experiencia en curso poniendo todos los 

sentidos  al servicio  del  proceso  creativo.  Traer  lo  deseado, temido  o  negado  al proceso 

creativo, a la obra artística, es hacerlo visible, darle forma y volverlo real. Es en ese mismo 

presente, cuando acompañamos el proceso terapéutico de la persona, en el que es posible la 

relación terapéutica: terapeuta‐persona cliente a través del proceso artístico y la obra.  

2. Darse cuenta: 

Me doy cuenta de lo que está en un primer plano de mi conciencia, lo acepto y, al poner mi 

atención  en  esto  que  emerge,  me  conecto  con  el  presente.  Nuestras  experiencias  se 

convierten  en  objetos  artísticos  concretos  y  estos  a su  vez revierten  en mi  experiencia 

gracias al “darse cuenta”. Este “darme cuenta” me aporta una visión diferente de mí y del 

mundo que me rodea, una visión más de acuerdo con mis verdaderas necesidades para

abandonar poco a poco la actuación neurótica. 

3. Responsabilidad: 

Solo  yo soy responsable de mi proceso  y obra  artística. Al poner  la  atención  en  el  acto 

creativo  nos  encontramos  con  un  espejo  de  nuestras  estrategias  para  evitar  hacernos 

responsables de quiénes somos. Y a la vez disponemos de un modo de expresión que nos 

ayuda a sentir que sí podemos, que sabemos expresarnos tal y como somos. De esta manera 

se devuelve a la persona la confianza en sí misma y sus capacidades.  

A través del acto creativo pasamos de ser meros espectadores de lo que nos pasa a tomar 

parte en ello, a intervenir de forma activa en nuestra propia historia: podemos darnos lo que 

buscamos, completar lo incompleto, resolver lo confuso, reconstruir lo desecho, etc. 

Las diferentes artes son técnicas expresivas que de una forma indirecta permiten adentrarse 

en el   propio mundo interior y darle forma, sacarlo fuera, al terreno de lo tangible, para 

tener la oportunidad de experimentarnos, aceptarnos y atrevernos al cambio. 

 A su vez, toda técnica expresiva es una técnica de integración, porque expresar significa 
traer al campo del “darse cuenta” algo que estaba oculto, que la persona llevaba dentro en 

forma de idea, imagen o sentimiento disociado (Claudio Naranjo). 

 En  el  contexto  arteterapeútico,  es  importante  favorecer  la  espontaneidad  a  través  de 

elementos lúdicos, del trabajo corporal, del cambio de técnicas y dinámicas, etc. De esta 

manera se favorece la expresión de lo genuino intentando huir del control de la mente y la 

voluntad que abortaría el proceso creativo realmente conectado con el verdadero sentir de 

la persona. 

 Una vez realizado el acto creativo, es posible traer al campo de la conciencia lo que sale para 

que la persona pueda asumir su responsabilidad.  

En el diálogo con el instrumento artístico (música, movimiento, pintura, etc.) el Arte me trae 

algo al presente y me pide que acepte lo que me trae. En esta entrega con el instrumento y 

el proceso artístico aprendo de mí y a la vez entro en contacto con una fuerza que es mucho 

mayor a la propia concepción que tengo de mí. Esta confianza en dicha fuerza es lo que en 

Gestalt se llama autorregulación organísmica. 

1.4.1 Proceso creativo‐curativo: 

A  través  del  proceso  creativo  revivimos  emociones


postergadas, y esto sana heridas y restaura nuestras partes  destruidas  o  incompletas.  Poner 
color,  forma,  música,  movimiento, a las emociones que emergen permite liberar  la  energía 
estancada.  Pero  el  contacto  con  lo  que  está oculto  y  su  posterior  afloramiento  puede 
resultar  muy  doloroso,  por  lo  que  el  proceso  puede  interrumpirse  y 
retomarse cuando la persona esté preparada para ello. Los diferentes Artes y procesos
creativos propuestos dan una gama amplia de posibilidades de
atrevernos a sacar y querer ver. Esto requiere tiempo y la persona terapeuta es responsable 
de ir facilitando y respetando también los tiempos. 

 El objetivo último de la Arteterapia gestáltica es restaurar el autoapoyo de la persona, que 

ésta se vaya haciendo cargo de sus capacidades y sus límites, adquiriendo una progresiva 

confianza que le permita aprender a reconocer mejor su propio mundo interno y actuar en 
coherencia  con  él  en  el mundo  externo  constantemente  cambiante;  esto  es, facilitar  la 

posibilidad de actualizarnos en cada momento vital.

El ajuste creativo Picó Vila, David

La idea del ajuste creativo es nuclear en la terapia Gestalt. Difiere sustancialmente de una
visión proveniente del Psicoanálisis que está muy extendida, según cual la persona tiene un
Ello que contiene sus pulsiones más básicas, en gran medida incompatibles con la vida social.
Según esto, la interiorización de las normas sociales produce una represión de los instintos,
que han de quedar reprimidos o manifestarse a través de la sublimación. El artista, por
ejemplo, sublima sus instintos más básicos a través del arte, dándoles una forma socialmente
aceptable. Ésta es, pues, una visión en la que el individuo está en contínua lucha ``consigo
mismo'' para conseguir mantener a raya los impulsos que no son viables socialmente.

La terapia Gestalt, en cambio, propone el concepto del ajuste creativo. Por un lado, la función
Ello activa las necesidades del organismo y, por otro, la función Yo busca soluciones viables
para satisfacer la necesidad con la información que proporciona la función Personalidad. El
aspecto creativo consiste en encontrar diferentes posibilidades de solución. El aspecto de
ajuste implica que las soluciones buscadas han de ser compatibles con el entorno para que se
pueda llegar a un contacto real. Tienen que ser soluciones viables. La terapia Gestalt enfatiza la
importancia de la agresividad y la destrucción para que la asimilación sea posible. El individuo
es capaz de, hasta cierto punto, modificar su entorno, agredirlo, para que el contacto sean
posible. El entorno social no se contempla como una realidad inmutable a la que el individuo
se ha de someter si no quiere ser rechazado, sino como parte de un campo cambiante que
puede ser modificado.

El Self es definido como ``el sistema de ajustes creativos''. [PHG, II, 2, 11] Expresa, por tanto,
``una capacidad, la del organismo animal humano que, concentrándose sobre un
acontecimiento presente y dejando interactuar libremente sus facultades, no llega al caos
(como la mentalidad dicotómica sobre la relación individuo/entorno hace pensar), sino a una
Gestalt que de hecho resuelve un problema real.'' [Margherita Spagnuolo Lobb,Psicoterapia de
la Gestalt, p. 107, Ed. Gedisa, 2002] El Self es, así, el ``órgano del contacto'', la manera que
tenemos para acceder al entorno y satisfacer en él nuestras necesidades. Esto se hace
mediante ajustes creativos.

En terapia
El énfasis en el ajuste creativo tiene grandes implicaciones en la terapia. En primer lugar, invita
a confiar en los recursos del paciente, en que la persona es capaz de autorregularse y
ajustarse creativamente para lograr nuevas soluciones. No se considera, por tanto, que la
persona está ``enferma'' (al menos en el caso de la neurosis; no entro en el caso de una
psicosis grave o una lesión cerebral), sino que sus energías están puestas en mantener unos
ajustes conservadores procedentes de asuntos inconclusos que ya no son soluciones
adecuadas en el momento actual. La terapia no pretende ``curar al enfermo'' sino ayudar a la
persona a encontrar nuevas soluciones para sus problemas. Es una visión menos patologizante
que la de otros enfoques.

Por otro lado, el componente de ajuste del ``ajuste creativo'' invita contínuamente a poner la
atención en la relación de la persona con su entorno, alejándonos de una perspectiva
intrapsíquica (los problemas están ``dentro de la cabeza''), y acercándonos a una perspectiva
de campo y relacional (los problemas están ``con el otro'').

Las ``resistencias'' del paciente no se ven como una barrera a destruir, sino como un ajuste
conservador. Si están ahí, es por algo, y la terapia Gestalt propone apoyar las resistencias para
que pueda aflorar qué función estan cumpliendo y actualizarlas, en vez de ``derribarlas''. El
discurso gestáltico suena más a ``para qué te sirve eso'', ``cómo es que eso te resulta útil'', o
``lo que haces tiene este impacto sobre mí'', que a ``no deberías hacer eso'' o ``eso que haces
es incorrecto''.

Finalmente, el ajuste creativo pone el énfasis en la experimentación. La terapia no busca que


el paciente ``entienda'' lo que le ``pasa por la cabeza'', sino que pueda llevar a cabo nuevos
ajustes y experimente con nuevas soluciones que pueda luego trasladar a su vida cotidiana. El
enfoque es experiencial y no analítico.

1.-   Pilares específicos del Arteterapia Gestalt

Los conceptos, que son comunes a muchas psicoterapias psicodinámicas o experienciales


como  la empatía, el diálogo, la toma de conciencia, la alianza, el apoyo, etc. son bien
conocidos,  por ello quiero mencionar aquellos otros conceptos fundamentales que son
específicos y característicos del Arteterapia Gestalt,  ya sean implícitos o explícitos, y que se
encuentran en el centro tanto de la teoría como de la práctica.
EL CONTACTO 

El concepto de psique era el “lugar” privilegiado de la acción, y así por consiguiente el


organizador de la psicoterapia, psicología, psiquiatría, psicoanálisis. Pero desde sus primeros
textos sobre la Terapia Gestalt, los autores Perls y Goodman   plantearon un cambio de
paradigma : “la experiencia se da en la frontera-contacto entre el organismo y su entorno”,
con lo que proponían un nuevo espacio para la experiencia y por tanto para el trabajo
terapéutico.

Entendiéndose por Contacto en este contexto,   todo movimiento entre un sujeto y su


entorno, es decir todo movimiento del campo. Contacto es la acción que se produce en la
frontera y gracias a la cual, el campo va a diferenciarse en un Yo y en un no-Yo.   

Contactar es construir una forma. Contactar es estar presente en una situación. Dado que cada
situación es nueva, aunque incluya puntos comunes con situaciones anteriores, cada contacto
será al mismo tiempo adaptación y creación .

LA REFERENCIA CORPORAL

Entendemos que al principio de toda experiencia está el cuerpo, lo que se experimenta 


corporalmente, lo que nos permite percibir, movernos, desear y sufrir.  Sobre este concepto
vale la pena leer con atención a Merleau-Ponty, que defiende  que el cuerpo no es lo que se
opondría al espíritu, sino que, el cuerpo es la unidad del ser.

Decir pues que la experiencia proviene básicamente del cuerpo, equivale a decir que el
pensamiento, la emoción o el sentimiento, la creación artística, el comportamiento, la
cognición, el inconsciente incluso, tienen su punto de partida en las sensaciones corporales.
   Es basándonos en esta hipótesis que siempre buscamos volver a captar la experiencia desde
su origen, la sensación corporal, para que la experiencia se haga viva y por tanto modificable. 

LA TEMPORALIDAD

El Arteterapia Gestalt   hace hincapié en la dimensión temporal de la experiencia: primero con


su concepto de ahora, y también, y sobretodo, con el concepto de secuencia o de proceso.
Prestamos mucha más atención a los procesos que a los contenidos de la experiencia. Los
contenidos han paralizado el tiempo, los procesos lo mantienen activo y por tanto modificable.
Recopilando.  El trabajo en arteterapia gestalt centra  la atención en el darse cuenta del aquí y
ahora, en la atención a las sensaciones corporales como desencadenante, en la idea de
proceso en marcha del que van emergiendo formas cambiantes, y en la responsabilidad del
cliente en dicho proceso. 

LA FORMACIÓN DE FORMAS

 “Forma” es una de las traducciones posibles de la palabra alemana “gestalt”, con lo que ya se
anuncia la importancia de este concepto para la corriente psicoterapéutica gestáltica. 
 La psicología de la Gestalt examinó primero los diversos factores que favorecen la
organización del campo perceptual, antes de transformarse en teoría Gestalt para poder
ampliar a otros fenómenos ciertos descubrimientos realizados en el campo de la percepción.
Poco a poco, el concepto de forma se ha desligado de sus connotaciones visual y superficial
para ser entendido como una configuración  de elementos semejantes o relacionados. En esta
lógica, los teóricos de la Gestalt sostendrán entonces que lo que determina la experiencia y la
construcción de las formas no son tan sólo la conducta, las pulsiones, los estímulos externos o
los rasgos de personalidad de tal o cual individuo, sino la interacción del individuo y de la
situación (o sea, el campo dinámico)

  A pesar de la insistencia de algunos autores, al concepto de forma se le adjunta con


demasiada frecuencia la idea de fijeza y de estabilidad. A los psicólogos y los psicoterapeutas
les interesan muchísimo más las formas dinámicas, provisionales, y por lo tanto, vivas, que las
formas estáticas y, por consiguiente, muertas.  La importancia está puesta en el proceso, en el
movimiento de la formación de las formas

Por ello en las terapias de expresión creadora, como es el caso del Arteterapia se focaliza la
atención sobre el proceso más que sobre el objeto creado.  Lo que sirve de guía para el trabajo
terapéutico,  es la secuencia de construcción/destrucción de la relación figura/fondo. Al
tiempo que, la observación del producto realizado,   está más enfocada al análisis
fenomenológico del proceso que a la interpretación de los contenidos manifiestos o latentes.  
A semejanza de esta manera de entender la creación, el arteterapeuta gestalt acompañará a
su paciente, en esa construcción de sentido, a partir de la formación de sus formas cotidianas
de contacto

Como parte de este centrarse en el aquí y ahora, prestar atención a lo que está ocurriendo en
el encuentro entre arteterapeuta y cliente, en las acciones, respuestas, emociones, en todo lo
que constituye las formas que van emergiendo y que van a modificar la experiencia profunda,
no se pone el énfasis en la interpretación de los contenidos manifiestos ni latentes, sino en lo
que está ocurriendo, como prueba palpable de cual es el comportamiento, las actitudes que
esta persona genera; todo esto, es el substrato de la teoría de campo.

2.-  Teoría de Campo y Encuentro Terapéutico

La perspectiva de campo y sólo ella , es la que permite que nos desliguemos de la visión
aislacionista de la forma. Entre los psicólogos de la escuela de la Gestalt se encuentra Kurt
Lewin (1890-1947) , Lewin introduce el concepto de espacio vital para definir la totalidad de
los hechos que determinan la conducta de un individuo dado, en un momento determinado

No se trata de espacio geográfico, sino que contiene todo lo que  afecta al sujeto, esté o no en
su espacio físico. Es decir que se trata del ambiente de la persona tal como lo percibe
subjetivamente; a esto es a lo que se denomina su campo

Por la forma en que se comporta una persona podemos saber qué es lo que hay presente en
su espacio vital, o sea, cómo su percepción del ambiente afecta a su conducta.
En ese espacio vital tienen importancia las metas que busca una persona, lo que trata de evitar
y las barreras que le separan de sus objetivos. Es el ambiente de la persona tal y como ésta lo
percibe.
Dice Goodman, uno de los creadores y principal responsable de formular la teoría gestáltica,
que la psiquis misma es una frontera entre el sujeto y el mundo, que la psicología es un
estudio de lo que ocurre en esa frontera, y que el “sí mismo” O “SELF” es una frontera o
membrana entre el mundo interno del organismo y el mundo externo. En definitiva, que lo
psíquico constituye una zona de interacción entre organismo y ambiente o una zona de
encuentro entre sujeto y objeto.

En el marco de la sesión terapéutica, adoptar la perspectiva de la Teoría de Campo nos


conduce a considerar la experiencia del paciente como algo en lo que está incorporado su
encuentro con el arteterapeuta. Nada de lo que los clientes dicen o hacen  durante la sesión,
puede ser observado como perteneciente sólo a la esfera de uno de los participantes, esto es
fácilmente observable cuando se llevan a cabo supervisiones clínicas,  o cuando los grupos
trabajan con diferentes arteterapeutas, evidenciándose las diferentes respuestas grupales que
estos encuentros generan.

Adquiere así sentido el concepto de ENCUENTRO TERAPÉUTICO, entendido como la presencia


de dos o más personas en contacto por medio del diálogo y su presencia física.
Desde el Arteterapia Gestalt  entendemos que existe un elemento central de relación para el
desarrollo del yo y es el encuentro  con la “presencia” del terapeuta.

El sentido de presencia, tanto del terapeuta como del paciente, lo planteamos aquí en el
sentido que le da Varela cuando afirma que presencia plena significa que la mente, en efecto,
está presente en la experiencia corpórea cotidiana;  es decir, está atenta a la propia
experiencia del momento presente en el aquí y ahora.

Asumiendo esta posición vemos como en el marco de la sesión terapéutica, se da una situación
con dos ópticas distintas, la del paciente y la del terapeuta, en la que cada uno de ellos
configura un campo en el que, incorporando al otro, se plasman tanto sus recursos como sus
limitaciones. La posibilidad de darse cuenta de cómo se configura ese campo es la clave par
que se pueda dar una terapia fructífera.

Si el paciente percibe, de modo consciente, y se da cuenta de cuáles son sus planteamientos y


actitudes tanto respecto del discurso como hacia el terapeuta, puede alcanzar una perspectiva
distinta.

Los cambios que el paciente puede experimentar están acotados por su identidad sistémica ,
es decir, podrá cambiar sólo hasta el punto en que no corra riesgos ésta. De tal manera que la
psicoterapia siempre tiene un límite, límite que está dado por el paciente y no por el
terapeuta.  Es por esto por lo que tener en cuenta cuál es y cómo es el campo del cliente va a
permitir que el terapeuta module adecuadamente sus actitudes e intervenciones, ya sea en la
dirección de un acompañamiento y/o de una confrontación.

3. Actitud del Arteterapeuta desde la óptica gestáltica

Si bien, la forma de entender el fenómeno transferencial ha ido evolucionando después de


Freud, existe un elemento característico en la forma de abordaje de este fenómeno desde la
Terapia  Gestalt.  En el psicoanálisis clásico el analista estaba abierto sobre todo a alimentar la
transferencia del cliente, esforzándose en controlar al máximo su propia contratransferencia. 
En Gestalt por el contrario, el terapeuta se esfuerza en limitar la transferencia del cliente,
estando atento a APROVECHAR DELIBERADAMENTE SU PROPIA CONTRATRANSFERENCIA.

Entendemos que el fenómeno de la transferencia es reconocido por la mayoría de expertos


como inherente a cualquier tipo de relación humana y aunque Perls en sus últimos años niega
este fenómeno sustituyéndolo por el de Proyección, muchos gestaltistas admiten el término,
entre ellos y exponiendo con claridad su perspectiva está SERGE GINGER para el que la
transferencia debe ser comprendida en términos de percepción y de modo de relación con el
mundo, dice  “El neurótico nunca ha sobrepasado su forma infantil de ver el mundo, percibe a
su mujer o al terapeuta, a través de los mismos cristales deformantes y restringidos a través de
los cuales percibía a sus padres. “... Casi todo lo que el paciente hace al terapeuta en el curso
de una sesión de terapia contiene un elemento transferencial. Pero nada es únicamente
transferencial. El concepto de transferencia ha sido utilizado con frecuencia como un escudo
protector, detrás del cual el terapeuta y el paciente se esconden para evitar la muy
angustiante situación de la confrontación directa.”

 Desde la  Gestalt no se considera que se necesite una técnica específica de abordaje ya que al
afrontarse como algo del “aquí y ahora”, es en el contacto donde se trabaja la transferencia : la
toma de conciencia de los contenidos del pasado se trabajan en el encuentro terapeuta-
cliente, en el presente de la situación, es en este Campo donde se trabaja la transferencia.  El
terapeuta tiende a unir los contenidos del aquí y ahora con los del pasado pero sobre todo
enfoca la función que tienen estos mecanismos para el sujeto.

El Arteterapia gestáltica se centra en lo que fluye o se evita en lugar de en la transferencia o la


contratransferencia , mediante:

el uso del presente como técnica enfatizando lo real el uso del sí mismo del terapeuta  como
instrumento en la terapia el entendimiento dialógico de la relación yo-tu

No hay una negación de los contenidos transferenciales, sino un poner el acento en lo que está
ocurriendo aquí y ahora, primando esta experiencia como situación correctora. La Gestalt al
enfocar el trabajo en la frontera-contacto y prestar atención a las defensas trae al sujeto al
presente, a lo que hace de su pasado en el presente, pone conciencia en lo repetitivo y le abre
a otras posibles decisiones para su futuro

El acento en Arteterapia Gestalt se pone en la responsabilidad, cuando el cliente se des-


responsabiliza de una parte de sí y la proyecta, y aquí  radica la manipulación neurótica, el
arteterapeuta desvela el juego y lo frustra

La participación del terapeuta es, para Yontef  una participación activa y de “compartir” con el
cliente en el sentido más existencial del término. El terapeuta se manifiesta como persona en
el transcurso del proceso terapéutico, comparte observaciones, respuestas afectivas,
experiencias previas, creatividad, intuición, etc.

El terapeuta con sus actitudes incide en la relación terapéutica a muchos niveles de los cuáles
cabe señalar dos:
 Supone un modelo de persona diferente para el cliente.

 Aporta rasgos innovadores y novedosos en el contexto de la relación  

 Estos aspectos hacen imprescindible una clara conciencia por parte del terapeuta
respecto de los planos en los que basa sus actitudes.

A esto es a lo que se refiere Yontef cuando escribe: “El terapeuta necesita un darse cuenta
libre de remanentes de viejos asuntos, para poder responder al paciente tal como es, para
tener realmente una relación, no contaminada por elementos transferidos y proyectados en el
paciente. La terapia eficaz requiere que el terapeuta refleje con exactitud el darse cuenta del
paciente, haga observaciones no contaminadas, tenga una perspectiva clara del próximo paso
del trabajo terapéutico del cliente, sin imponer prejuicios, puntos de vista, ni realizando
cambios dramáticos para satisfacer sus propias necesidades.”

Esta forma de entender la relación terapéutica supone un gran compromiso para el


arteterapeuta, para saber distinguir lo que es solo suyo, lo que tiene que ver con el cliente, lo
que puede ser bueno compartir en ese momento y lo que no puede ser escuchado aún por el
cliente, porque afectaría a su identidad sistémica

Debido a la demanda que se les hace a los arteterapeutas gestalt de una presencia plena en la
relación terapéutica, manteniendo un contacto fuerte con los clientes y con sus propias
emociones, es por lo que se enfatiza desde la Gestalt, la gran importancia que para el proceso
terapéutico de los clientes, tiene el que los terapeutas hayan realizado ellos mismos un
proceso personal profundo, y sean capaces de mantener el hábito de cuestionarse. Salama y
Castanedo  refiriéndose a la madurez del terapeuta , hacen las siguientes propuestas:

HONESTIDAD: Aceptación por parte del terapeuta de que sólo tiene un conocimiento parcial y
limitado de la experiencia de su cliente.

PARTICIPACIÓN SELECTIVA: La capacidad de regular cuándo y cómo intervenir para que su


participación sea máximamente eficaz en determinada área.

AUTENTICIDAD: La genuina disposición para el encuentro con su paciente.

DESARROLLO CONSTANTE:  disposición y conciencia de que usa un conjunto de conceptos en


evolución, referentes a él mismo, a su mundo y a la propia psicoterapia.
RESPETO:  Por sí mismo, concretado en que toma en cuenta y respeta sus necesidades en el
contexto de la sesión, lo que conlleva la posibilidad de respetar al cliente en su proceso , y de
que él sea verdaderamente quien es.

RESPONSABILIDAD:  Como terapeuta somos facilitadores de procesos de autodescubrimiento.


Sin embargo lo que hacemos o decimos sólo nos pertenece a nosotros y esa es nuestra
responsabilidad.  Asumirlo es dar una muestra de madurez

4.- A modo de recapitulación

El Arteterapia Gestalt entiende su práctica desde las interacciones que se crean en un Campo
en el que coexisten, cliente, obra y arteterapeuta, y en el que a cada interacción,  cada
componente de dicho Campo y el Campo mismo resultan modificados.

Los pilares en los que se apoya son, en primer lugar, una permanencia del Darse Cuenta
interna y externa, en el Aquí y Ahora, tanto de sí como del entorno, lo que incluye al otro-s,
poniendo especial atención a la experiencia corporal que incluye la emoción como una forma
producida por el contacto. La emoción, así enfocada, es un indicio de la situación: es fenómeno
de campo. La emoción da informaciones sobre el estado del organismo confrontado con el
estado de su entorno.

Al estar centrada la atención sobre los fenómenos que se producen permanentemente en el


Campo o zona de contacto, hace que dicha atención no se ponga tanto en los aspectos
interpretativos como en lo fenomenológico, es decir, en lo que está ocurriendo en el presente.
El otro pilar del Arteterapia Gestalt está en el entendimiento de la Responsabilidad, no como
derecho ni como deber, sino como realidad ineludible de nuestro presente; desde esa
perspectiva, se contempla el pasado para comprender el origen, pero se entiende el presente
como auto-creación; En lugar de repetir comportamientos del pasado, o estar condicionados
por el ambiente, podemos imaginar conductas nuevas, experimentar sentimientos
encubiertos, desarrollar facetas inexploradas, todo lo cual conlleva, además de la
autoresponsabilidad, protagonismo y poder sobre la propia existencia. 
De la idea de Campo y de frontera de contacto, como espacio común compartido entre
arteterapeuta y cliente-s, donde se produce el encuentro y el ajuste creativo de la experiencia,
se deduce la importancia de la presencia plena del arteterapeuta, de cuyo compromiso  
autenticidad con sus propias emociones, dependerá en gran parte el que se produzca dicho
contacto. El cliente va a repetir frecuentemente en la terapia sus estrategias vinculares, por lo
que tenderá a tratar al arteterapeuta, o a sí mismo frente a él o ella, como si fuera esa persona
que dicho cliente fue en el pasado. Ahora bien, la presencia real del terapeuta permite al
cliente recibir y dar otra respuesta no automática, es decir, crear una nueva gestalt, eso es el
ajuste creativo

5.    Metodología y Técnica del Ajuste Creativo en Arteterapia Gestalt

El AJUSTE CREATIVO  significa que el individuo es hasta cierto punto , capaz de modificar su
entorno, para que el contacto sea posible, el entorno social no  se contempla como una
realidad inmutable a la que el individuo se ha de someter si no quiere ser rechazado, sino
como parte de un campo cambiante que puede ser modificado. Si en el pasado siempre ha
ocurrido un determinada situación o conducta, una repetición de respuesta entre el cliente y el
entorno , el ajuste creativo consiste en descubrir que otras posibilidades hay que sean mas
satisfactorias para él y que el entorno le permita realizar.  

Este ajuste creativo es el trabajo terapéutico. Esta capacidad de cambio que a la vez supone
nutrición y asimilación del entorno por parte del cliente. 

EL OBJETIVO PRINCIPAL que se plantea el Arteterapia Gestalt es las relaciones figura/fondo,


para ello es necesario que el contacto se acrecienteaumentando la conciencia a través del
darse cuenta para que así el comportamiento del cliente se energetice y sea posible un Ajuste
Creativo de la Experiencia.

METODOLOGÍA

1ª fase que llamaremos SITUACIÓN PREVIA, y  que normalmente produce 


insatisfacción, desensibilización o inhibición.Se procede a analizar la estructura interna de la
experiencia real; no tanto lo que el cliente está experimentando, recordando, diciendo,...
sino CÓMO es recordado, cómo lo ha dicho, con qué expresión facial, tono de voz, postura, ...

El papel del arteterapeuta durante esta fase consiste en facilitar que el contacto con la
experiencia se acreciente , mediante la propuesta de técnicas artísticas, preguntas que aclaren
y concreten la experiencia, devoluciones sobre el aquí y ahora del cliente.
2ª fase  EL PROCESO DE AJUSTE CREATIVO, que conlleva una destrucción o alteración de las
estructuras antiguas y un cambio en la relación figura-fondo. Dichos cambios pueden ocasionar
miedo, interrupción del proceso, angustia.

El papel del arteterapeuta durante esta fase consiste en acompañar y dar seguridad y apoyo, al
cliente en los momentos de miedo, deseo de huida,.. “Tu lo vas a hacer y yo voy a estar
contigo”

3ª fase  Se establece un NUEVO CONTACTO, mediante un descubrimiento experiencial, lo que


da lugar a un nuevo Campo.  

El papel del arteterapeuta en esta fase, está centrado en impulsar al cliente a concretar en
acciones, integrando lo aprendido en su vivir cotidiano y ayudarle a pasar del entusiasmo del
descubrimiento a la comprensión profunda y a la actualización de la experiencia.

Antecedentes Gestálticos y Arterapia

Joseph Zinker unía la creatividad plástica, la conciencia y movimiento corporal  y la


psicoterapia gestalt, no lo llamaba arteterapia, simplemente aplicaba su creatividad y pasión
por la pintura a sus prácticas como terapeuta, del mismo modo que Perls había incorporado
sus experiencias y gusto por el teatro a sus sesiones terapéuticas;  cuenta Zinker en la
entrevista citada, que  llegó a América desde Alemania con 17 años, y empezó psicoanálisis,
estudió fenomenología, ciencias sociales, mas tarde filosofía y existencialismo y hacia 1960
Gestalt, con Perls “lo mas interesante del trabajo con Perls es que a él no le interesaba lo que
yo decía o le contaba, él estaba más interesado en lo que veía y en lo que oía en el proceso, en
cómo yo lo decía, en el sonido de mi voz, en cómo caminaba.”

“Yo era un artista antes de ser terapeuta, sobreviví en los campos de Alemania dibujando
cualquier cosa que veía. Como a mí me obligaban a estar quieto y a no llorar, podía usar mis
ojos, y creo que de esa forma también llegué a ser terapeuta. Cada vez más visual, todo tipo de
datos que vienen, todo lo que puedo ver; para mi la terapia y el arte son la misma cosa, y me
enfada mucho cuando la gente separa la gestalt de la vida. Y  cuando me preguntan cómo hago
gestalt, yo respondo que yo soy la Gestalt, yo  soy el proceso, ... yo no hago gestalt, yo soy
gestalt. 
(...) yo soy el que soy (dice rememorando el pasaje de la Biblia en que Moisés habla con Dios
junto a la zarza ardiendo), el que ha ido a la Universidad, el que se ha graduado, el que ha
tenido un conocimiento bastante amplio para llegar a ser el que soy,... pero tu presencia me
transforma y entonces ya no soy el que soy, ya no vuelvo a ser el que soy... porque aunque el
arbusto sigua ardiendo siempre estaremos en constante cambio y movimiento.”

Para terminar, diré que en cada ocasión en la que tengo una presencia plena con otro-a, los
dos nos transformamos.  La dificultad radica en que no es fácil tener este tipo de presencia,
porque nos interfieren los miedos, los prejuicios, las ideas pre-establecidas, las inseguridades,..
y es sobre estos aspectos propios que los arteterapeutas podemos trabajar en primer lugar,
porque formarnos no es haber hecho unos cursos en algún momento de nuestra vida, sino
mantener una permanente actitud de indagación, cuestionamiento y como decía Castaneda,
de acecho personal.

Ambitos en que se aplica la Arteterapia:

Enfoques

Arte terapia y psicoeducación

Arte terapia conductual

Arte terapia cognitiva conductual

Arte terapia dirigida al desarrollo cognitivo

La tercera fuerza

Arte terapia gestalt

Arte terapia humanista

Arte terapia expresiva centrada en la persona

Arte terapia transpersonal

Arte terapia psicoanalítica

Aplicación

Niños y adolescentes

Entornos Multiculturales
Dificultades de aprendizaje

Trastorno bipolar

Depresión y Ansiedad

Ámbito social

Violencia y agresividad

Marginilidad

Prisiones

Pacientes con sida

Suicidio

Abuso de alcohol y drogas

Trastornos de la alimentación (Anorexia, Bulimia, Compulsión)

Arte terapia de grupos

Arte terapia familiar

Arte terapia con ancianos

SER ARTETERAPEUTA. Profesión y Vocación.

Las terapias artísticas se desarrollaron cuando el arte dejó de ser una mera imitación de la
naturaleza y el artista se atrevió a expresar sus emociones y sentimientos; esto supuso un
cambio revolucionario no solo en el plano artístico, sino también en la puerta que se abrió a
considerar el hecho artístico en relación con la salud.

Pintar, modelar, hacer teatro o música, se empezó a contemplar como una herramienta
terapéutica que complementa los tratamientos de diversas enfermedades y un método para
ayudar al crecimiento personal.

A diferencia de otras psicoterapias basadas en el lenguaje verbal como modo preferente de


comunicación, las terapias artísticas permiten expresar aquello que resulta difícil decir con
palabras, a veces porque nos llega a la conciencia a través de un gesto corporal, de una imagen
o de una sensación.

Al expresar aquello que estamos sintiendo, lo convertimos en algo observable que es posible
cuantificar, comprender, analizar, darle un significado y que de esta forma se convierte en un
proceso de construcción del pensamiento que favorece la resolución de los conflictos o
inquietudes psíquicas.

La mejor manera de trabajar con arteterapia, según la experiencia adquirida de algunos


expertos, es la de llevarlo a cabo mediante la integración de diferentes lenguajes expresivos,
de forma que la inteligencia sensorial, emocional, corporal y racional tengan su espacio y
puedan colaborar. Esto lo llevamos a cabo mediante 3 áreas de trabajo:

1- Prestar mucha importancia a la escucha corporal, afinando nuestra capacidad de sentir las
señales que el cuerpo nos envía ya que es la caja de resonancia en la que se manifiesta todo
aquello que a nivel mental y emocional nos sucede.

2- Utilizamos para expresarnos diferentes tipos de lenguajes artísticos; dependiendo del


objetivo, del momento y de la persona, puede ser mejor emplear el baile, la pintura, el video,
el modelado, una acción teatral, la música, la fotografía, etc.

3- Aprender a leer el significado personal que estas obras y sus símbolos tienen para su
creador, es el siguiente paso y es lo que posibilita la reapropiación de su contenido para
enriquecer nuestra vida cotidiana.

De esta manera, con ayuda de diferentes lenguajes expresivos, del grupo y de los juegos de
relación que se crean en él, vamos llevando a cabo nuestro proceso de individuación,
descubriendo nuestra singularidad, convirtiéndonos en seres humanos integrados, en los

que cuerpo, mente, emociones y espíritu se aúnan para que seamos capaces de desarrollar al
máximo nuestras potencialidades y para poder acompañar a otros en su proceso de
crecimiento.

Para que este proceso pueda llevarse a cabo es imprescindible el acompañamiento de un


profesional adecuadamente formado que pueda generar un ámbito de seguridad y guiar
cuando sea necesario.

Y aquí surge la pregunta, ¿ser arteterapeuta es una profesión o una vocación? La profesión
tiene que ver con un rol social e implica prepararse para ejercerla y ganarse la vida con ello.
Vocación, por su parte, se relaciona con una llamada interna, un deseo que parece no venir de
la voluntad personal.
El perfil de las personas que acuden a formarse como arteterapeutas, son personas de edades
variadas, para algunas será su primera profesión, otras tienen ya formaciones y profesiones
diferentes, y otras desean completar, enriquecer su trabajo actual integrándolo con su
vocación para que su profesión les permita desarrollarse como seres humanos. Pero en su gran
mayoría,

- se interesan por algún tipo de arte: pintura, vídeo, música, baile,...

- les atraen los seres humanos, desean conocerles en profundidad, entenderles

- les gustaría, si no lo hacen ya, trabajar en alguna profesión de ayuda

- están dispuestas y deseosas de profundizar en su propio conocimiento

Todas las profesiones requieren del aprendizaje de conocimientos específicos, y muchas de


ellas necesitan además un buen manejo de habilidades sociales; ser arteterapeuta, también lo
requiere; si tienen que ver con la educación hay que añadir además cualidades pedagógicas;
ser arteterapeuta implica ser educador emocional.

Pero, además, desde las Psicoterapias Humanistas se considera que la principal herramienta de
la terapia es el propio terapeuta, arteterapeuta en nuestro caso, no solo lo que sabe, sino lo
que es; no las técnicas que utiliza ni los ejercicios que propone, sino su estar ante el otro, su
presencia plena en cada situación.

Por ello, lo más importante es afinar esa gloriosa y versátil herramienta que es el propio
arteterapeuta, para que sea capaz de resonar con el otro, y que como dos violines de igual
afinación, puedan vibrar juntos. Pero esto no es simple lograrlo, antes es necesario limpiar las
capas del ego que nos recubren.

Por ello el Proceso que realizamos con el trabajo de Arteterapia desde la corriente Humanista,
además de los conocimientos teóricos y prácticos pone el énfasis en el trabajo personal del
futuro arteterapeuta.

Es la conjunción de los dos impulsos, VOCACIONAL y PROFESIONAL, lo que posibilitará el


cumplimiento del objetivo, porque el camino es largo y tiene tramos difíciles de transitar por el
propio proceso personal de auto-descubrimiento, inevitable cuando lo que se quiere es
acompañar a otras personas en su propio camino.
Caracteristicas de los terapeutas gestálticos en Arterapia

En terapia, básicamente el terapeuta Gestalt debe hacer cosas parecidas de manera distinta
según cada paciente, momento, situación y estado de ánimo, para esto debe utilizar su
imaginación constantemente.

En términos generales, creación se llama a aquella producción de algo a partir de la nada. El


terapeuta Gestalt toma algo de información y crea una serie de preguntas y ejercicios creativos
que si bien partieron de la información proporcionada por el paciente, también son creados de
nada. Es decir de cero.

Según Rodríguez (2004) El ser creativo crea cosas que jamás a nadie se le hubieran ocurrido. Es
hacedor de grandes maravillas, aguerrido amigo de las ideas que nunca se da por vencido. La
creatividad es una herramienta utilísima en todos los actos de nuestra existencia. Para
Rodríguez es un talento especial que puede ponerse en práctica en la vida personal y en la
profesional; se dice que la chispa de la creatividad sólo es un segundo por cada hora, cosa que
se tiene que tomar como quien dice en el vuelo. En sí, este tiempo es más reducido para el
terapeuta Gestalt en terapia, debido a que el terapeuta cuenta con sesiones  delimitadas en
tiempo, debe de mantenerse muy en contacto con el paciente pero también muy en contacto
consigo mismo para poner en su creatividad terapéutica. El terapeuta Gestalt puede llevar la
sesión terapéutica por mil caminos diferentes según sea cada situación y cada paciente.

Para Semelnik (2005) existen algunas prácticas útiles para dejar salir al artista creador que
llevamos dentro:

Escribe por 3 minutos sin parar apenas te levantes, de lo primero que se te pase por la cabeza,
por 3 meses. Verás lo creativo que te vuelves, una vez puedas reconocer y desconectarte de
tus propias conversaciones y pre-juicios críticos.

Haz una cita semanal con tu artista interior, para jugar, para sentir, para dejarte llevar por la
diversión, juego con tu niño interior. La creatividad no se logra con el intelecto, sino a través
del juego, de pasar tiempo haciendo lo que más amamos.

Lleva siempre una grabadora a mano, o una libreta para dejar sentado cualquier idea,
pensamiento, insight que se te presente.

Según Semelnik (2005) cuando reconocemos, alimentamos y cuidamos a nuestro artista


interior; logramos trascender nuestros propios miedos, fortaleciendo nuestro carácter y
nuestra confianza y que una vez creada la posibilidad hay que desarrollar espacios para la
creatividad dejando que los deseos guíen al ingenio, simplificar y no complicar, concentrarse
en problemas relevantes, mantener siempre el foco, buscar insights, animarse a transitar
caminos que otros no caminan, ser audaz, no sobrecargarse de información que genera
parálisis, liderar el rumbo, administrar el tiempo, ser original, no postergar en el tiempo,
experimentar, aprovechar la inocencia de no ser un experto, busca la practicidad, integrar,
interactuar con otros, divertirse en el camino, eso es fundamental.

Creatividad y Terapia Gestalt

La creatividad es un tema de mucha importancia en nuestros tiempos ya que debido a la


política, la situación mundial, los avances tecnológicos,  la gran demanda de trabajos y
competencia en las grandes empresas, las personas se han visto en la necesidad de sobresalir,
innovar, inventar, transformar, ingeniar e improvisar nuevas estrategias que los guíen a la
solución de los problemas; este también es el caso de los terapeutas Gestálticos.  
La creatividad se encuentra en todas las personas, todos somos capaces de tener
pensamientos creativos y llevarlos a cabo, en ocasiones las personas explotan esta habilidad y
en ocasiones pasa lo contrario, para esto existen muchas técnicas que pueden ayudar a
incrementar los niveles de creatividad; realizo este ensayo con el fin de dar a conocer que es la
creatividad, cómo fue surgiendo, cuáles son las características de las personas creativas y cómo
se pude propiciar las habilidades creativas en la vida cotidiana y en el consultorio terapéutico.
Ortiz (s.f) cita en su artículo a Wertheimer quien indica que la teoría gestaltista, concibe la
creatividad como el acto de pensamiento del individuo, agrupado, reorganizado y estructurado
a partir de la interacción de las partes y el todo.

También cita a May para quien la creatividad es un encuentro, es la expresión del hombre de
reafirmarse a sí mismo gracias a una mentalidad sana, abierta y comunicativa, cada acto
creativo es un encuentro con la realidad auténtica.

Florencia (2009) denomina la creatividad como inventiva, pensamiento


original, imaginaciónconstructiva, pensamiento creativo, entre otras maneras, es la generación
de nuevas ideas, conceptos o de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos ya conocidos y
que están orientados a producir soluciones originales. La creatividad puede dar lugar a la
creación de cualquier cosa nueva, al hallazgo de soluciones originales o a la modificación o
transformación del mundo.
El proceso de creatividad consiste en encontrar aquellos métodos u objetos más satisfactorios
para realizar aquellas tareas que permitan la concreción de maneras o cosas nuevas y distintas,
siendo el ingenio la principal fuente de inspiración para dar curso a los mismos.

Además, la creatividad, suele ser una excelente herramienta a la hora de tener que cumplir o
satisfacer deseos, ya que nos permitirá hacerlo de manera rápida, efectiva, económica, la
ciencia desde diversas disciplinas y ramas se ha interesado en estudiar e investigar el cómo y
porqué de la creatividad. Desde un punto de vista estrictamente técnico, la creatividad se
entiende como un proceso, como una característica más de la personalidad de las personas o
bien como un producto, en la instancias de la psicología, la creatividad es una actividad que se
encuentra contenida por la imaginación, que consiste básicamente en hacer algo nuevo o lo
mismo pero de manera distinta y así es como la explica. 

Para Waisburd (1994) Uno de los objetivos de la educación es el desarrollo de habilidades,


potencialidades y valores tanto personales como sociales.  Las técnicas de sensibilización en
expresión global, que incluyen la plástica, el cuerpo, la escritura, el teatro, la música, la
creatividad  cognoscitiva y verbal, concebidas dentro de un marco filosófico y metodológico,
deberían ocupar un lugar tan importante en el currículo como las matemáticas, estas técnicas
son un pretexto  metodológico para ejercitar el cerebro en su totalidad, a partir de tareas
concretas que promueven actitudes  creativas como experimentar, sentir, recrear, comunicar,
plasmar, respetar,  autoevaluar y criticar en un ambiente de libertad.

Según este autor la sociedad está cada vez más necesitada e interesada en desarrollar la
creatividad y en tener cada vez más pensadores creativos que ayuden a lograr un mundo
mejor. Se ha comprobado que la creatividad se puede desarrollar, que el pensamiento 
creativo se puede ejercitar.

Waisburd (1994) hace énfasis en Guilford quien fue uno de los grandes precursores que
impulso el entrenamiento en creatividad que fue desarrollado a partir de 1950.

Según  Guilford, para ser creativo se tienen que desarrollar ciertas habilidades como las
siguientes: El pensamiento Divergente, que incluye: Sensibilidad, Fluidez, Flexibilidad y
Originalidad. Y el pensamiento convergente que es un pensamiento que nos conduce a una
idea o la solución de un problema. Ambos pensamientos conviene tenerlos desarrollados si se
pretende ser terapeuta Gestalt, ya que la mezcla de ambos es como buscamos mantenernos
como terapeutas exitosos.

Por otro lado Lerner (1981)  parte de la combinación de una serie de capacidades generales y
específicas para llegar a concretar determinados rasgos más precisos de la creatividad, como
por ejemplo: ingeniosidad, inventiva, honradez, franqueza, dominio de los hechos, dominio de
los principios, flexibilidad, independencia, intuición, originalidad, pensamiento divergente,
rápida capacidad de aprendizaje, amor al trabajo, concentración en lo esencial,
construir estructuras complejas a partir de las simples, las que considera más concretas son:
ver un nuevo problema, ver la estructura de un objeto, calcular alternativas de solución a un
problema, ver nuevas funciones en los objetivos y fenómenos, rechazar lo conocido, crear un
enfoque nuevo.

Por otro lado  Waisburd (1994)  le da importancia a Sternberg quien señala que el estudio de la
creatividad es aún muy reciente y se encuentra en un nivel primitivo.  La creatividad, como el
alimento, es real: existen de distintas formas y nos nutre con elementos  esenciales.Todavía
existe un gran camino que recorrer para seguir descubriendo su sabor. Con el tiempo, iremos
creciendo y madurando en el conocimiento de la creatividad. Esto es, por medio de la
experiencia el terapeuta Gestalt podrá ir desarrollando su creatividad en el proceso
terapéutico y así desarrollar un estilo propio de dar terapia, pero siempre innovando,
arriesgando y experimentado opciones novedosas.

Existen formas para propicias la creatividad como por ejemplo Teresa M. Amabile, profesora
en psicología, ha investigado sobre los elementos que intervienen en el medio del trabajo para
que surja la creatividad.  De acuerdo con  Amabile (2009), puede existir:

 Motivación intrínseca,  la cual se relaciona con un movimiento interno personal, una


fuerza que viene de dentro del ser humano hacia afuera.

 Motivación extrínseca, que tiene que ver con algo, extremo, ya que se desea alcanzar
una meta u objetivo.

Amabile lo propone de la siguiente  manera:

Medio social           Motivación           Creatividad

Según esta investigadora, son tres los componentes necesarios para que un individuo genere
una idea creativa o producto en un área de dominancia determinada; de acuerdo con el grado
en el que se presentan, será el resultado de la creatividad, estos componentes son: ser un
experto, desarrollar habilidades creativas, tener tareas u objetivos con motivaciones
intrínsecas. La persona será más creativa cuando se sienta motivada por el interés, el gozo, la
satisfacción, el reto que representa el trabajo  mismo, y no por presiones externas. Esto,
implica: simpatía o aversión por el trabajo, presencia o ausencia de presiones fuertes externas.
El terapeuta Gestalt más preparado también debe ser el que este más comprometido con su
trabajo, el que logre dejar todo a un lado durante una sesión terapéutica, el que se apasione y
esté presente en cuerpo y alma enfrente del paciente.

Según  Amabile, los estimulantes para desarrollar la creatividad en el ambiente de trabajo son:
libertad, buen proyecto gerencial, recursos, motivación, diversas características
organizacionales, reconocimiento, tiempo suficiente, reto, presión.

Waisburd  en su artículo da a conocer el punto de vista del antropólogo Kroeber quien afirma
que hay que aceptar el  hecho de que las posibilidades de desarrollo  creativo en comunidades
y sociedades en forma masiva siempre han existido en  determinados grupos, pues son el
medio y la cultura los que promueven los brotes creativos de los pueblos.  Sin embargo, el 
mismo  Kroeber reconoce que son más las personas cuyo potencial  creativo se ve sofocado
por patrones culturales, que aquellas que llegan al grado de genios, las conclusiones de la
corriente  antropológica, supone que los genios son producto de su cultura y su medio.

Hoy en día vemos en todo el mundo que el conocimiento científico y tecnológico, adaptado
creativamente a las circunstancias locales, puede tener una gran capacidad de poder, pero el
poder no reside únicamente en el saber técnico, sino en la apropiación de la capacidad social y
técnica reunidas y en la acumulación de los recursos culturales para usar esta apropiación. La
sociedad actual requiere de innovación técnica, económica y social, requiere de trabajadores
con iniciativa e imaginación creadora. En terapia, no es suficiente con tener los conocimientos
necesarios y la teoría presente, es muy importante que esté presente también esta
imaginación creadora de la que habla Kroeber, ya que es el ingrediente más importante para el
éxito terapéutico.

El creador mantiene una actitud crítica durante todo el proceso creativo, realiza la solución con
los medios que tiene a su alcance, con nuevas formas de expresión. No se puede confundir la
creatividad profesional con la improvisación. La creatividad profesional no puede ser
improvisada de un día para otro ya que en su estimulación y desarrollo interactúan muchos
factores de diversa índole, y tiene un carácter personológico.

Por lo tanto la creatividad es una habilidad que se encuentra en las personas, dicha habilidad
puede ser genética, se puede propiciar mediante ciertos ejercicios o simplemente la pasión de
alguna persona por cierta actividad la promueve. La creatividad es un tema importante en la
actualidad ya que en todos los ámbitos se busca desarrollarla para obtener mejores resultados,
todos los seres humanos deberíamos de fomentar la creatividad en nuestras familias, círculos
sociales y en todas las actividades que realizamos con el fin de evolucionar buscando una
mejor calidad de vida. La corriente Gestalt es innovadora, y requiere que el terapeuta sea
original y creativo dentro del ámbito terapéutico para poder afrontar cualquier caso que se le
presente y manejarlo adecuadamente.
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