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¿Y qué es el arteterapia?
El arteterapia, según la ACAT1 es el uso de los materiales y técnicas de las artes plásticas, así
como la atención al proceso creativo y a la obra final con fines terapéuticos. De esta forma, se
da lugar a que el mundo interno del paciente, es decir, sus sentimientos, emociones y
pensamientos, pasen a ser formas, trazos, figuras, movimientos y colores, pudiendo darnos
cuenta de ellos de manera visual.
Cuando creamos una obra plástica trabajamos y estimulamos la parte derecha del cerebro,
que es la sintética, la imaginativa, intuitiva y emocional. El arte es una herramienta que nos
permite acceder fácilmente al inconsciente porque trabaja con esta parte derecha del cerebro.
El dibujo y las imágenes son el lenguaje del inconsciente.
A menudo, la obra va revelando contenidos que al principio estaban ocultos y que la persona
es capaz de ir descubriendo cuando las imágenes han posado y reposado. Y hablar sobre el
proceso de creación y sobre la propia obra hace que la persona vaya descubriendo nuevos
elementos. Marinovic (1994) sostiene que la experiencia con arte permitir integrar diversas
funciones en un todo con sentido.
En arteterapia, las consignas para crear una obra suelen ser sencillas y más o menos directivas
según lo que se pretenda, y siempre van encaminadas a un fin. En arteterapia no se
diagnostica al paciente a través de sus dibujos, ni se juzga la obra por su valor estético, como
ocurre con el arte. Como señala la BAAT2 el arteterapeuta no hace un asesoramiento estético
de la imagen del paciente, sino que busca capacitar a la persona a efectuar cambios y
crecimiento a nivel personal por medio del uso de materiales artísticos. Por este motivo,
pueden participar en arteterapia personas con o sin formación artística. Incluso he escuchado
a más de un arteterapeuta que, cuanto menos conocimientos se tengan, mejor. Así evitaremos
atraparnos en la técnica y utilizar los materiales libre y espontáneamente.
La AATA3 señala algunas ventajas del arteterapia: ayuda para resolver conflictos, desarrolla
habilidades interpersonales, ayuda a manejar el comportamiento, a reducir el estrés, a
fortalecer la autoestima y a alcanzar conocimiento sobre uno mismo.
El medio creativo sirve como tal: como medio. La obra artística actúa como intermediaria en la
relación terapéutica en sus diferentes campos de aplicación: salud, educación, intervención
social, etc.
Utilidad de aplicar la producción artística en la terapia gestalt. Considero que en una terapia
gestalt, incorporar elementos de creación plástica están en sintonía y son aliados del proceso
terapéutico. Algunas ideas en las que me baso son las siguientes:
Facilita la expresión directa de aspectos internos de la persona que, a veces, de forma verbal,
resulta complicado. En ocasiones no encontramos las palabras adecuadas para expresar algo,
mientras que la pintura, por ejemplo, ofrece gran variedad de matices y oportunidades para
expresar.
La expresión plástica es una forma rápida y transparente de comunicación. Esto evita en gran
medida la manipulación que muchas veces tiene el lenguaje cuando es hablado y previamente
pensado.
Tanto la terapia gestalt como el arteterapia confían en la capacidad humana para sanarse. De
la misma manera que la gestalt cree que el organismo interactúa con el ambiente para
conseguir el equilibrio físico y psíquico que necesita en cada momento, el arteterapia confía en
la capacidad innata de las personas para reflejar sus conflictos internos de forma plástica.
Valorar esto es útil de cara a un proceso terapéutico.
El hecho de que las imágenes no tengan una significación predeterminada, como el lenguaje,
hace que podamos referirnos a lo que siente particularmente esa persona como algo suyo.
Aunque haya colores, por ejemplo, que culturalmente signifiquen algo comúnmente aceptado
(rojo=fuerza, amor...), en arteterapia siempre remitirá a la persona a una experiencia propia.
Cada persona tiene su propia gama de asociaciones de colores y formas con su significado
propio, lo sepa consciente o inconscientemente. Esto facilita el contacto interior y los nuevos
descubrimientos cuando el paciente va describiendo su obra. Y por su puesto la comprensión
del paciente cuando éste nos lo comunica.
La imágenes (más que las palabras) están fuertemente ligadas a la emoción. Y con lo emotivo
es con lo que trabajamos en terapia gestalt. Todo lo que favorezca acceder a ella, facilitará el
proceso terapéutico.
Las formas, colores, volúmenes y trazos que aparecen en cualquier producción artística son
precursores de contenidos que aparecerán, seguramente, en terapia. Nos permiten
profundizar, desde otro nivel, y crear el espacio y la oportunidad para que aparezcan.
El trabajo desde lo artístico ayuda a que el paciente comprenda, de forma menos agresiva que
con la palabra, que hay cosas que son realmente suyas (como su obra) originarias de su propio
ser, que expresan las fantasías, dudas, tabúes, miedos, etc. que existe en su interior. Y esto
facilita la integración y el proceso personal para poder avanzar en terapia. Los sueños y
muchos recuerdos nos hablan en imágenes, ¿quién no ha oído frases del tipo “tengo la imagen
grabada de mi padre...”?. En arteterapia se trata de aprovechar el mismo lenguaje, pintando la
escena, y desde ahí trabajar según sugiera el terapeuta: bien transformando la experiencia, o
reviviéndola para rescatar algún aspecto, o interpretar con nuestra actual experiencia esos
hechos.
Araya, Correa y Sánchez (1990) resumen las ventajas que diversos autores han egistrado sobre
el trabajo con arte. Alguna de ellas son las siguientes: Terapia no verbal (las imágenes
permiten expresar expresiones simbólicas como sueños, fantasías, imágenes del pasado... sin
tener que traducir las a palabras); catarsis (la expresión plástica estimula la liberación intensa
de emociones previamente contenidas); proyección (al no haber un fin estético, la obra
presupone que está relacionada con el mundo interno del autor, como una proyección de su
experiencia); integración de opuestos ( expresando las polaridades en un proceso creativo es
como posteriormente pueden integrarse); disminución de defensas (el arte es un medio
menos utilizado que el lenguaje y, por ello, menos susceptible de ser controlado); integración
del mundo interno y externo (en el proceso creativo la persona puede descubrirse a sí mismo y
al mundo externo desde una perspectiva diferente, estableciendo una relación entre éstos);
permanencia (la obra creada conlleva una experiencia, por lo que se pueden revivir los
sentimientos que se tuvieron al crearla con solo volver a mirarla); experiencia gratificante (la
experiencia creativa es gratificante en sí, por lo que el paciente se motivaría en su proceso);
Prototipo de un funcionamiento sano: (gracias al carácter simbólico de la expresión plástica, se
pueden expresar y enfrentar conflictos y tensiones antes de que se esté preparado para hablar
de ellos, rebajando al ansiedad).
“Una forma de psicoterapia que usa los medios artísticos como el modo de comunicación
primordial. Ésta es practicada por arteterapeutas cualificados y registrados quienes trabajan
con niños, jóvenes, adultos y ancianos. Puede utilizarse para diferentes diagnósticos o
dificultades como los emocionales, problemas conductuales o de salud mental, aprendizaje,
discapacidades físicas, lesiones cerebrales o situaciones neurológicas y enfermedades... La arte
terapia no es una actividad recreacional o una clase artística, aunque se puede disfrutar de
ella. Los clientes no necesitan de experiencia previa alguna o ser expertos en arte.
“El arteterapia es una profesión establecida en la salud mental que ocupa los procesos
creativos de la realización de arte para mejorar y explorar el bienestar físico, mental y
emocional de individuos de todas las edades. Está basado en las creencia que el proceso
creativo relacionado en la autoexpresión artística ayuda a la gente a resolver conflictos y
problemas, desarrollar habilidades sociales, controlar el comportamiento, reducir el estrés,
aumentar el autoestima y la autoconciencia, y alcanzar la introspección.”
La Asociacion de arteterapeutas de España la define como “Profesión de ámbito
asistencial,que se caracterteriza por el uso de medios y procesos artisticos para ayudar
contener y solventar los conflictos emocionales o psicologicos de las personas. En la relacion
hay un arteterapeuta que guía a una persona o grupo en el proceso creativo a través del arte.
Es una herramienta de expresión y comunicación”.
Y además el contacto con la experiencia artística nos ubica en un lugar muy interno que
favorece el centramiento y la actitud meditativa.
Por lo tanto, activar los cauces expresivos y comunicativos a través de las actividades artísticas,
puede generar habilidades enriquecedoras para cualquier persona, especialmente en
situaciones donde el idioma, la edad, la cultura o el estado psicofísico supongan un
impedimento.
Por otra parte, las imágenes visuales generadas en las prácticas arteterapéuticas no se
conciben exclusivamente como herramientas o medios terapéuticos, más bien nos hace
entender las perspectivas de los otros y adaptarlas a las realidades cambiantes Arteterapia y
Museos: Puntos de encuentro / Mª Dolores López Martínez del mundo. “(…) estar activamente
envuelto en una expresión artística colectiva puede cambiar el conocimiento del entorno así
como la percepción que se tenga de uno mismo” (Mampaso, 2006: 133).
El compromiso del Arteterapia para la acción social y el desarrollo comunitario pasa a ser una
cuestión básica ante situaciones donde las relaciones humanas se desarrollan en un mundo
versátil.
Antecedentes
Lo que hoy en día se conoce por arte terapia surge en Europa (especialmente en
Inglaterra) y en EEUU desde finales del S. IXX, y se desarrolla plenamente a partir de la segunda
guerra mundial, hasta el presente.
Esta disciplina emerge en el momento en que el clima intelectual –tanto en el ámbito
psicoterapéutico como en el artístico– y el social están maduros para permitir su desarrollo y
su reconocimiento. Se podría decir que tres fueron los factores fundamentales que propiciaron
y catalizaron la aparición del arte terapia: el auge del psicoanálisis, las vanguardias artísticas
del siglo XX y la segunda guerra mundial, aunque hubo también otros factores a tener en
cuenta.
Los efectos de la práctica y de la contemplación de las artes sobre la mente, las
emociones y la fisiología humanas se conocían y se venían utilizando desde tiempos
ancestrales, en todas las culturas. El uso de la expresión simbólica se hace presente en las
decoraciones rituales de la mayoría de las culturas, invistiéndose a menudo de un carácter
mágico. Desde las pinturas de Altamira a las pinturas de arena de los Navajo y los mandalas de
los lamas tibetanos, las máscaras africanas, o los iconos de Bizancio, el arte se ha utilizado para
sanar y reparar la visión y la realidad de los individuos y/o de los grupos sociales. El “poder
mágico” y liberador de las imágenes, tan real para las sociedades consideradas primitivas y
para los niños y los artistas, necesitó del apoyo de los descubrimientos psicoanalíticos para ser
aceptado por la comunidad científica y terapéutica
El psicoanálisis
El concepto de insconciente desarrollado por el psicoanálisis de Freud –y más tarde de
Jung– tuvo un efecto de fascinación inmediato en los círculos artísticos y literarios de
entreguerras, ya que suponía una revolución en la comprensión de la psique humana, con
consecuencias epistémicas y sociales innegables. La valorización de lo onírico, de lo simbólico,
así como de lo irracional y de los aspectos instintivos tuvo repercusiones manifiestas en el
ámbito de las artes visuales y de la literatura. Hasta este momento, la exploración, el
conocimiento y la representación del mundo interno del artista no se había considerado como
una meta artística respetable
Freud publicó su Psicoanálisis del arte, interesado en la interpretación de los mensajes
del inconsciente que se transmiten a través de las imágenes, que se pueden dilucidar por
medio de la asociación libre. Los psicoanalistas fueron los primeros en utilizar la pintura y el
dibujo, especialmente con pacientes bajo hipnosis o con aquellos que presentaban
resistencias.
Jung fue reconocido por algunos como un precursor del arte terapia. Creía que los
seres humanos compartimos un inconsciente colectivo y que existen arquetipos universales,
comunes a todas las culturas. La similitud del simbolismo visual entre tradiciones artísticas
muy distanciadas, forma parte de la comprobación de su hipótesis. Mientras Freud creía que
los símbolos “escondían” sentimientos y fantasías inconscientes, Jung pensaba que dichos
símbolos “revelaban” los conceptos ocultos. En su propio proceso de análisis, Jung había
descubierto que el uso de materiales artísticos y el dibujo de mandalas eran herramientas muy
útiles.
También los Clubs Sociales Adlerianos (inspirados en el psicoanálisis de Alfred Adler,
discípulo de Freud) abrieron sus puertas a la experiencia arte terapéutica.
Melanie Klein; también discípula de Freud, que en 1929 se trasladó a Londres, gracias a
su teoría de las relaciones objetales, habría de tener especial influencia en el arte terapia
británica de los años 80 (Rubin, 1999; 90).
Los pioneros
La aproximación más habitual a la historia del arte terapia es hacerlo desde las
personas que iniciaron la aventura de experimentarla y darla a conocer a la sociedad.
En líneas generales, se puede decir que la idea comienza a madurar en el ámbito
anglosajón y en ambos continentes a la vez, en manos de personalidades destacables que
tuvieron la capacidad y la disposición necesarias para iniciar sus viajes en solitario. Algunos
venían del mundo del arte, como Adrian Hill, y Edith Kramer, otros de la psicoterapia y el
psicoanálisis como Marion Milner, o de la terapia ocupacional, como Lydiatt, y otros de la
pedagogía, como Margaret Naumberg.
Adrian Hill (Reino Unido)
Acuñó el término “arte terapia” por primera vez en 1942, puesto que esperaba ganar
el apoyo de la profesión médica y pensó que el término “terapia” sería bien aceptado.
Era un pintor que descubrió el valor terapéutico del arte cuando convalecía de
tuberculosis en un sanatorio, animando a otros pacientes a pintar para recuperarse de la
melancolía que produce dicha enfermedad. Hill veía la necesidad de la expresión creativa
como un “instinto de resurrección” profundamente arraigado en la psique humana. Hill no
creía que el papel del arte terapeuta fuera el de iniciar la producción de imágenes para
llevarlas a análisis, a pesar de que reconocía que dichas imágenes podían servir como una
ayuda diagnóstica, indicativa del estado del paciente.
Durante la guerra mundial trabajó en la recuperación de soldados en el sanatorio King
Edward VII. Trabajador infatigable, logró el apoyo y reconocimiento de instituciones como la
British Red Cross Society (Cruz Roja) y difundió su labor gracias a numerosas conferencias y
exposiciones de las obras realizadas por pacientes. Publicó dos libros: Art versus Illness (1945),
que describe su trabajo en el sanatorio para tuberculosos, y Painting Out Illness (1951)
Con la creación de la British Association of Art Therapist (BAAT) se impuso la visión
psicoanalítica en la práctica del arte terapia, y como cruel ironía, Adrian Hill fue injustamente
condenado al ostracismo.
Otros pioneros
En Inglaterra
Cabe mencionar la labor de Rita Simon, una de las primeras arte terapeutas
reconocidas como tal, que trabajó en el ámbito del club social adleriano de Londres –Social
Psichotherapy Centre. Apoyada por doctores y psiquiatras, en especial por Joshua Bierer,
Simon postuló que el arte terapia podía tener un valor especial en conjunción con el
psicoanálisis.
Otro pionero fue Edward Adamson, a quien se le atribuye la creación de la actitud
“no intervensionista” por parte del terapeuta, y se oponía a que éste interpretara el trabajo
del paciente. Trabajó en el ámbito de los hospitales psiquiátricos, siendo muy crítico sobre el
trato que recibían los pacientes en dichas instituciones. Creía, como otros Jungianos, en las
cualidades curativas inherentes del arte.
Personaje destacable fue Irene Champernowne, psicoanalista jungiana que fundó en
1942 (en plena guerra mundial) y junto con su esposo Gilbert, una comunidad terapéutica
llamada Whithymead en la que el tratamiento por medio de las artes era fundamental. Como
expone Susan Hogan (2001 : 280),
“El inconsciente y su conocimiento eran centrales en Whitymead... El arte terapia era
importante en la construcción del inconsciente en la comunidad debido a su capacidad para
proporcionar información acerca de los procesos inconscientes. ...el insight personal (en
particular sobre los procesos inconscientes) se consideraba más importante que la educación
formal.”
Inspirándose en Jung, Champernowne creía que el inconsciente podía “hablar” a través
del arte. Creía también que un método no-verbal podía evitar la excesiva intelectualización de
la terapia verbal y poner al ego directamente en contacto con la voz del inconsciente. En esta
comunidad se consideraba el arte como un proceso curativo natural, capaz de regularse a sí
mismo y sobre el que era mejor no interferir. Cabe señalar que la organización de la
comunidad era igualitaria y no existían fronteras rígidas entre quienes eran los pacientes y
quienes los terapeutas, y que varias personas que comenzaron como pacientes p, pasaron a
convertirse en terapeutas, ayudando a otros a hacer su proceso.
Las asociaciones
Una vez atravesada la etapa pionera y una vez que los estamentos oficiales y la
comunidad psicoterapéutica comenzaban a otorgar su merecido reconocimiento al arte
terapia, surgieron las primeras asociaciones de arte terapia. A mediados de la década de los 60
surge la British Asociation of Art Therapist (BAAT), que se creó en 1964 y cuyo primer
presidente fue Adrian Hill.
La American Art Therapy Asociation (AATA) nació en el año 1969, y su primera
presidenta fue la arte terapeuta Mira Levick, quien tuvo un papel importante en la creación de
estudios especializados y de titulación universitaria en arte terapia. El primer miembro
honorario y vitalicio de la AATA fue Margaret Naumberg.
En Francia se creó, en 1974, la Association Francaise de Recherches et Aplications des
Techniques Artistiques en Pedagogie et Medicine, y en el 88 nació la Federation Francaise des
Art-Terapeutes.
En California, en 1989, el terapeuta Bobbi Stoll creó una estructura global al fundar el
International Networking Group of Art Therapist (ING/AT). En 1993 se reunió en Alemania el
European Advisory Board of National Art Therapists Association, con el propósito de trabajar
en el reconocimiento de las diferentes profesiones arte-terapéuticas (Rubin, 1999; 107)
En España se ha creado recientemente la Asociación Española de Arte Terapia bajo las
siglas AEAT. Esta asociación tiene por función la difusión de esta profesión de nueva
implantación regulada en nuestro país, velando para que se cumpla y respete el código ético
de la profesión y propiciando la investigación dentro de los distintos ámbitos de aplicación.
En ocasiones resulta difícil expresarse a través de las palabras. En esos casos, el arte llega
donde no llega la palabra y utiliza herramientas que facilitan la expresión y comunicación de
aspectos internos del individuo, cuya verbalización puede resultar dificultosa por diferentes
causas. También ayuda a exteriorizar y comunicar la experiencia interna. El arte favorece la
representación de los actos psíquicos reprimidos.
La Arteterapia o psicoterapia por el arte es una disciplina que consiste en aplicar diferente
tecnicas artísticas a un proceso de crecimiento personal.
En toda la historia de la humanidad se han dado ejemplos de cómo el arte transforma y sana.
Arteterapia surge a mediados del siglo XX. Se ha desarrollado ampliamente en Estados Unidos
e Inglaterra, donde se utiliza en el ámbito asistencial: sanitario, educativo y social. En estos
países algunas instituciones como hospitales, cárceles, centros para personas
discapacitadas, o centros educativos la utilizan como parte de sus programas de trabajo.
La Arteterapia es una profesión de ámbito multidisciplinar. De esta manera se puede hacer
Arteterapia desde diferentes disciplinas terapéuticas con el objetivo común del
autoconocimiento o la resolución o transformación de conflictos. La Arteterapia a la que me
voy a referir es a la Arteterapia Humanista primero, y más adelante, a una orientación
específica dentro de ella, la Arteterapia Gestáltica.
1.3.1La Arteterapia humanista tiene tres principios básicos:
− No ve a la persona como una enferma mental sino como alguien que se encuentra con
determinados problemas o conflictos cuando intenta afrontar su vida y los
acontecimientos de su entorno.
− Entiende que no es posible llevar una vida plena si se experimenta malestar o conflicto.
De ahí la importancia de conocer la propia identidad.
− Tiene una visión integral y holística de la persona en todas sus dimensiones (emocional,
mental, corporal y espiritual) y de la sociedad.
La Arteterapia parte de la premisa de que la creatividad es algo intrínseco al desarrollo de
cada persona. A través de ella logramos crear lazos entre nuestro interior y lo exterior. El
desarrollo individual consiste en crear herramientas para lograr que nuestras expectativas se
hagan realidad, de forma que cada vida humana sea un conglomerado de creatividad que
utiliza la imaginación para abordar la existencia y las relaciones sociales.
1.3.2 Las dimensiones con la que trabaja la Arteterapia son:
- La producción artística, obra o creación (de muy diversa naturaleza: pintura, escultura,
dibujo, escrito, dramatización, sonido, etc.). No interesa la técnica artística ni el valor
estético de la obra sino su significado simbólico.
- El proceso creativo, a lo largo del cual la persona entra en contacto con su mundo
interior a través de sus propias emociones, sensaciones corporales, recuerdos, etc.
- El significado de la obra para la persona.
- El significado de la obra en la relación terapeuta‐cliente.
Algunas técnicas utilizadas en Arteterapia Humanista son
1.4 LA ARTETERAPIA GESTÁLTICA
(Texto elaborado a partir del libro de Katharina Widmer: Pintura‐terapia gestáltica, imágenes d
el alma Ed. Mandala, Madrid, 2006).
La Arteterapia en este contexto es un vehículo privilegiado para explorar nuestros espacios
internos y ayudarnos a hacernos responsables de lo que también somos pero hemos
alienado. El Arte, en sus diversas expresiones vincula a la persona a la parte sana de sí
misma.
El uso de los diferentes instrumentos artísticos ‐ la pintura, la danza, la música, arquitectura,
permiten que nuestro mundo interno pueda aflorar en forma de imagen, movimiento, melodía
, estructura o composición. Esta expresión convertida en objeto u acto concreto
permite liberar las energías fijadas en la estructura del carácter y nos facilita una forma de
encauzarla hacia una vida más acorde con nuestra verdadera esencia.
Cualquier forma de Arteterapia conlleva los tres principales principios gestálticos:
1. Aquí y ahora y presente:
Solamente puedo expresarme en el aquí y ahora, la acción creativa se desarrolla únicamente
en el presente y se necesita prestar atención a la experiencia en curso poniendo todos los
sentidos al servicio del proceso creativo. Traer lo deseado, temido o negado al proceso
creativo, a la obra artística, es hacerlo visible, darle forma y volverlo real. Es en ese mismo
presente, cuando acompañamos el proceso terapéutico de la persona, en el que es posible la
relación terapéutica: terapeuta‐persona cliente a través del proceso artístico y la obra.
2. Darse cuenta:
Me doy cuenta de lo que está en un primer plano de mi conciencia, lo acepto y, al poner mi
atención en esto que emerge, me conecto con el presente. Nuestras experiencias se
convierten en objetos artísticos concretos y estos a su vez revierten en mi experiencia
gracias al “darse cuenta”. Este “darme cuenta” me aporta una visión diferente de mí y del
mundo que me rodea, una visión más de acuerdo con mis verdaderas necesidades para
abandonar poco a poco la actuación neurótica.
3. Responsabilidad:
creativo nos encontramos con un espejo de nuestras estrategias para evitar hacernos
responsables de quiénes somos. Y a la vez disponemos de un modo de expresión que nos
ayuda a sentir que sí podemos, que sabemos expresarnos tal y como somos. De esta manera
se devuelve a la persona la confianza en sí misma y sus capacidades.
A través del acto creativo pasamos de ser meros espectadores de lo que nos pasa a tomar
parte en ello, a intervenir de forma activa en nuestra propia historia: podemos darnos lo que
buscamos, completar lo incompleto, resolver lo confuso, reconstruir lo desecho, etc.
Las diferentes artes son técnicas expresivas que de una forma indirecta permiten adentrarse
en el propio mundo interior y darle forma, sacarlo fuera, al terreno de lo tangible, para
tener la oportunidad de experimentarnos, aceptarnos y atrevernos al cambio.
A su vez, toda técnica expresiva es una técnica de integración, porque expresar significa
traer al campo del “darse cuenta” algo que estaba oculto, que la persona llevaba dentro en
forma de idea, imagen o sentimiento disociado (Claudio Naranjo).
En el contexto arteterapeútico, es importante favorecer la espontaneidad a través de
elementos lúdicos, del trabajo corporal, del cambio de técnicas y dinámicas, etc. De esta
manera se favorece la expresión de lo genuino intentando huir del control de la mente y la
voluntad que abortaría el proceso creativo realmente conectado con el verdadero sentir de
la persona.
Una vez realizado el acto creativo, es posible traer al campo de la conciencia lo que sale para
que la persona pueda asumir su responsabilidad.
En el diálogo con el instrumento artístico (música, movimiento, pintura, etc.) el Arte me trae
algo al presente y me pide que acepte lo que me trae. En esta entrega con el instrumento y
el proceso artístico aprendo de mí y a la vez entro en contacto con una fuerza que es mucho
mayor a la propia concepción que tengo de mí. Esta confianza en dicha fuerza es lo que en
Gestalt se llama autorregulación organísmica.
1.4.1 Proceso creativo‐curativo:
El objetivo último de la Arteterapia gestáltica es restaurar el autoapoyo de la persona, que
ésta se vaya haciendo cargo de sus capacidades y sus límites, adquiriendo una progresiva
confianza que le permita aprender a reconocer mejor su propio mundo interno y actuar en
coherencia con él en el mundo externo constantemente cambiante; esto es, facilitar la
posibilidad de actualizarnos en cada momento vital.
La idea del ajuste creativo es nuclear en la terapia Gestalt. Difiere sustancialmente de una
visión proveniente del Psicoanálisis que está muy extendida, según cual la persona tiene un
Ello que contiene sus pulsiones más básicas, en gran medida incompatibles con la vida social.
Según esto, la interiorización de las normas sociales produce una represión de los instintos,
que han de quedar reprimidos o manifestarse a través de la sublimación. El artista, por
ejemplo, sublima sus instintos más básicos a través del arte, dándoles una forma socialmente
aceptable. Ésta es, pues, una visión en la que el individuo está en contínua lucha ``consigo
mismo'' para conseguir mantener a raya los impulsos que no son viables socialmente.
La terapia Gestalt, en cambio, propone el concepto del ajuste creativo. Por un lado, la función
Ello activa las necesidades del organismo y, por otro, la función Yo busca soluciones viables
para satisfacer la necesidad con la información que proporciona la función Personalidad. El
aspecto creativo consiste en encontrar diferentes posibilidades de solución. El aspecto de
ajuste implica que las soluciones buscadas han de ser compatibles con el entorno para que se
pueda llegar a un contacto real. Tienen que ser soluciones viables. La terapia Gestalt enfatiza la
importancia de la agresividad y la destrucción para que la asimilación sea posible. El individuo
es capaz de, hasta cierto punto, modificar su entorno, agredirlo, para que el contacto sean
posible. El entorno social no se contempla como una realidad inmutable a la que el individuo
se ha de someter si no quiere ser rechazado, sino como parte de un campo cambiante que
puede ser modificado.
El Self es definido como ``el sistema de ajustes creativos''. [PHG, II, 2, 11] Expresa, por tanto,
``una capacidad, la del organismo animal humano que, concentrándose sobre un
acontecimiento presente y dejando interactuar libremente sus facultades, no llega al caos
(como la mentalidad dicotómica sobre la relación individuo/entorno hace pensar), sino a una
Gestalt que de hecho resuelve un problema real.'' [Margherita Spagnuolo Lobb,Psicoterapia de
la Gestalt, p. 107, Ed. Gedisa, 2002] El Self es, así, el ``órgano del contacto'', la manera que
tenemos para acceder al entorno y satisfacer en él nuestras necesidades. Esto se hace
mediante ajustes creativos.
En terapia
El énfasis en el ajuste creativo tiene grandes implicaciones en la terapia. En primer lugar, invita
a confiar en los recursos del paciente, en que la persona es capaz de autorregularse y
ajustarse creativamente para lograr nuevas soluciones. No se considera, por tanto, que la
persona está ``enferma'' (al menos en el caso de la neurosis; no entro en el caso de una
psicosis grave o una lesión cerebral), sino que sus energías están puestas en mantener unos
ajustes conservadores procedentes de asuntos inconclusos que ya no son soluciones
adecuadas en el momento actual. La terapia no pretende ``curar al enfermo'' sino ayudar a la
persona a encontrar nuevas soluciones para sus problemas. Es una visión menos patologizante
que la de otros enfoques.
Por otro lado, el componente de ajuste del ``ajuste creativo'' invita contínuamente a poner la
atención en la relación de la persona con su entorno, alejándonos de una perspectiva
intrapsíquica (los problemas están ``dentro de la cabeza''), y acercándonos a una perspectiva
de campo y relacional (los problemas están ``con el otro'').
Las ``resistencias'' del paciente no se ven como una barrera a destruir, sino como un ajuste
conservador. Si están ahí, es por algo, y la terapia Gestalt propone apoyar las resistencias para
que pueda aflorar qué función estan cumpliendo y actualizarlas, en vez de ``derribarlas''. El
discurso gestáltico suena más a ``para qué te sirve eso'', ``cómo es que eso te resulta útil'', o
``lo que haces tiene este impacto sobre mí'', que a ``no deberías hacer eso'' o ``eso que haces
es incorrecto''.
Contactar es construir una forma. Contactar es estar presente en una situación. Dado que cada
situación es nueva, aunque incluya puntos comunes con situaciones anteriores, cada contacto
será al mismo tiempo adaptación y creación .
LA REFERENCIA CORPORAL
Decir pues que la experiencia proviene básicamente del cuerpo, equivale a decir que el
pensamiento, la emoción o el sentimiento, la creación artística, el comportamiento, la
cognición, el inconsciente incluso, tienen su punto de partida en las sensaciones corporales.
Es basándonos en esta hipótesis que siempre buscamos volver a captar la experiencia desde
su origen, la sensación corporal, para que la experiencia se haga viva y por tanto modificable.
LA TEMPORALIDAD
LA FORMACIÓN DE FORMAS
“Forma” es una de las traducciones posibles de la palabra alemana “gestalt”, con lo que ya se
anuncia la importancia de este concepto para la corriente psicoterapéutica gestáltica.
La psicología de la Gestalt examinó primero los diversos factores que favorecen la
organización del campo perceptual, antes de transformarse en teoría Gestalt para poder
ampliar a otros fenómenos ciertos descubrimientos realizados en el campo de la percepción.
Poco a poco, el concepto de forma se ha desligado de sus connotaciones visual y superficial
para ser entendido como una configuración de elementos semejantes o relacionados. En esta
lógica, los teóricos de la Gestalt sostendrán entonces que lo que determina la experiencia y la
construcción de las formas no son tan sólo la conducta, las pulsiones, los estímulos externos o
los rasgos de personalidad de tal o cual individuo, sino la interacción del individuo y de la
situación (o sea, el campo dinámico)
Por ello en las terapias de expresión creadora, como es el caso del Arteterapia se focaliza la
atención sobre el proceso más que sobre el objeto creado. Lo que sirve de guía para el trabajo
terapéutico, es la secuencia de construcción/destrucción de la relación figura/fondo. Al
tiempo que, la observación del producto realizado, está más enfocada al análisis
fenomenológico del proceso que a la interpretación de los contenidos manifiestos o latentes.
A semejanza de esta manera de entender la creación, el arteterapeuta gestalt acompañará a
su paciente, en esa construcción de sentido, a partir de la formación de sus formas cotidianas
de contacto
Como parte de este centrarse en el aquí y ahora, prestar atención a lo que está ocurriendo en
el encuentro entre arteterapeuta y cliente, en las acciones, respuestas, emociones, en todo lo
que constituye las formas que van emergiendo y que van a modificar la experiencia profunda,
no se pone el énfasis en la interpretación de los contenidos manifiestos ni latentes, sino en lo
que está ocurriendo, como prueba palpable de cual es el comportamiento, las actitudes que
esta persona genera; todo esto, es el substrato de la teoría de campo.
La perspectiva de campo y sólo ella , es la que permite que nos desliguemos de la visión
aislacionista de la forma. Entre los psicólogos de la escuela de la Gestalt se encuentra Kurt
Lewin (1890-1947) , Lewin introduce el concepto de espacio vital para definir la totalidad de
los hechos que determinan la conducta de un individuo dado, en un momento determinado
No se trata de espacio geográfico, sino que contiene todo lo que afecta al sujeto, esté o no en
su espacio físico. Es decir que se trata del ambiente de la persona tal como lo percibe
subjetivamente; a esto es a lo que se denomina su campo
Por la forma en que se comporta una persona podemos saber qué es lo que hay presente en
su espacio vital, o sea, cómo su percepción del ambiente afecta a su conducta.
En ese espacio vital tienen importancia las metas que busca una persona, lo que trata de evitar
y las barreras que le separan de sus objetivos. Es el ambiente de la persona tal y como ésta lo
percibe.
Dice Goodman, uno de los creadores y principal responsable de formular la teoría gestáltica,
que la psiquis misma es una frontera entre el sujeto y el mundo, que la psicología es un
estudio de lo que ocurre en esa frontera, y que el “sí mismo” O “SELF” es una frontera o
membrana entre el mundo interno del organismo y el mundo externo. En definitiva, que lo
psíquico constituye una zona de interacción entre organismo y ambiente o una zona de
encuentro entre sujeto y objeto.
El sentido de presencia, tanto del terapeuta como del paciente, lo planteamos aquí en el
sentido que le da Varela cuando afirma que presencia plena significa que la mente, en efecto,
está presente en la experiencia corpórea cotidiana; es decir, está atenta a la propia
experiencia del momento presente en el aquí y ahora.
Asumiendo esta posición vemos como en el marco de la sesión terapéutica, se da una situación
con dos ópticas distintas, la del paciente y la del terapeuta, en la que cada uno de ellos
configura un campo en el que, incorporando al otro, se plasman tanto sus recursos como sus
limitaciones. La posibilidad de darse cuenta de cómo se configura ese campo es la clave par
que se pueda dar una terapia fructífera.
Los cambios que el paciente puede experimentar están acotados por su identidad sistémica ,
es decir, podrá cambiar sólo hasta el punto en que no corra riesgos ésta. De tal manera que la
psicoterapia siempre tiene un límite, límite que está dado por el paciente y no por el
terapeuta. Es por esto por lo que tener en cuenta cuál es y cómo es el campo del cliente va a
permitir que el terapeuta module adecuadamente sus actitudes e intervenciones, ya sea en la
dirección de un acompañamiento y/o de una confrontación.
Desde la Gestalt no se considera que se necesite una técnica específica de abordaje ya que al
afrontarse como algo del “aquí y ahora”, es en el contacto donde se trabaja la transferencia : la
toma de conciencia de los contenidos del pasado se trabajan en el encuentro terapeuta-
cliente, en el presente de la situación, es en este Campo donde se trabaja la transferencia. El
terapeuta tiende a unir los contenidos del aquí y ahora con los del pasado pero sobre todo
enfoca la función que tienen estos mecanismos para el sujeto.
el uso del presente como técnica enfatizando lo real el uso del sí mismo del terapeuta como
instrumento en la terapia el entendimiento dialógico de la relación yo-tu
No hay una negación de los contenidos transferenciales, sino un poner el acento en lo que está
ocurriendo aquí y ahora, primando esta experiencia como situación correctora. La Gestalt al
enfocar el trabajo en la frontera-contacto y prestar atención a las defensas trae al sujeto al
presente, a lo que hace de su pasado en el presente, pone conciencia en lo repetitivo y le abre
a otras posibles decisiones para su futuro
La participación del terapeuta es, para Yontef una participación activa y de “compartir” con el
cliente en el sentido más existencial del término. El terapeuta se manifiesta como persona en
el transcurso del proceso terapéutico, comparte observaciones, respuestas afectivas,
experiencias previas, creatividad, intuición, etc.
El terapeuta con sus actitudes incide en la relación terapéutica a muchos niveles de los cuáles
cabe señalar dos:
Supone un modelo de persona diferente para el cliente.
Estos aspectos hacen imprescindible una clara conciencia por parte del terapeuta
respecto de los planos en los que basa sus actitudes.
A esto es a lo que se refiere Yontef cuando escribe: “El terapeuta necesita un darse cuenta
libre de remanentes de viejos asuntos, para poder responder al paciente tal como es, para
tener realmente una relación, no contaminada por elementos transferidos y proyectados en el
paciente. La terapia eficaz requiere que el terapeuta refleje con exactitud el darse cuenta del
paciente, haga observaciones no contaminadas, tenga una perspectiva clara del próximo paso
del trabajo terapéutico del cliente, sin imponer prejuicios, puntos de vista, ni realizando
cambios dramáticos para satisfacer sus propias necesidades.”
Debido a la demanda que se les hace a los arteterapeutas gestalt de una presencia plena en la
relación terapéutica, manteniendo un contacto fuerte con los clientes y con sus propias
emociones, es por lo que se enfatiza desde la Gestalt, la gran importancia que para el proceso
terapéutico de los clientes, tiene el que los terapeutas hayan realizado ellos mismos un
proceso personal profundo, y sean capaces de mantener el hábito de cuestionarse. Salama y
Castanedo refiriéndose a la madurez del terapeuta , hacen las siguientes propuestas:
HONESTIDAD: Aceptación por parte del terapeuta de que sólo tiene un conocimiento parcial y
limitado de la experiencia de su cliente.
El Arteterapia Gestalt entiende su práctica desde las interacciones que se crean en un Campo
en el que coexisten, cliente, obra y arteterapeuta, y en el que a cada interacción, cada
componente de dicho Campo y el Campo mismo resultan modificados.
Los pilares en los que se apoya son, en primer lugar, una permanencia del Darse Cuenta
interna y externa, en el Aquí y Ahora, tanto de sí como del entorno, lo que incluye al otro-s,
poniendo especial atención a la experiencia corporal que incluye la emoción como una forma
producida por el contacto. La emoción, así enfocada, es un indicio de la situación: es fenómeno
de campo. La emoción da informaciones sobre el estado del organismo confrontado con el
estado de su entorno.
El AJUSTE CREATIVO significa que el individuo es hasta cierto punto , capaz de modificar su
entorno, para que el contacto sea posible, el entorno social no se contempla como una
realidad inmutable a la que el individuo se ha de someter si no quiere ser rechazado, sino
como parte de un campo cambiante que puede ser modificado. Si en el pasado siempre ha
ocurrido un determinada situación o conducta, una repetición de respuesta entre el cliente y el
entorno , el ajuste creativo consiste en descubrir que otras posibilidades hay que sean mas
satisfactorias para él y que el entorno le permita realizar.
Este ajuste creativo es el trabajo terapéutico. Esta capacidad de cambio que a la vez supone
nutrición y asimilación del entorno por parte del cliente.
METODOLOGÍA
El papel del arteterapeuta durante esta fase consiste en facilitar que el contacto con la
experiencia se acreciente , mediante la propuesta de técnicas artísticas, preguntas que aclaren
y concreten la experiencia, devoluciones sobre el aquí y ahora del cliente.
2ª fase EL PROCESO DE AJUSTE CREATIVO, que conlleva una destrucción o alteración de las
estructuras antiguas y un cambio en la relación figura-fondo. Dichos cambios pueden ocasionar
miedo, interrupción del proceso, angustia.
El papel del arteterapeuta durante esta fase consiste en acompañar y dar seguridad y apoyo, al
cliente en los momentos de miedo, deseo de huida,.. “Tu lo vas a hacer y yo voy a estar
contigo”
El papel del arteterapeuta en esta fase, está centrado en impulsar al cliente a concretar en
acciones, integrando lo aprendido en su vivir cotidiano y ayudarle a pasar del entusiasmo del
descubrimiento a la comprensión profunda y a la actualización de la experiencia.
“Yo era un artista antes de ser terapeuta, sobreviví en los campos de Alemania dibujando
cualquier cosa que veía. Como a mí me obligaban a estar quieto y a no llorar, podía usar mis
ojos, y creo que de esa forma también llegué a ser terapeuta. Cada vez más visual, todo tipo de
datos que vienen, todo lo que puedo ver; para mi la terapia y el arte son la misma cosa, y me
enfada mucho cuando la gente separa la gestalt de la vida. Y cuando me preguntan cómo hago
gestalt, yo respondo que yo soy la Gestalt, yo soy el proceso, ... yo no hago gestalt, yo soy
gestalt.
(...) yo soy el que soy (dice rememorando el pasaje de la Biblia en que Moisés habla con Dios
junto a la zarza ardiendo), el que ha ido a la Universidad, el que se ha graduado, el que ha
tenido un conocimiento bastante amplio para llegar a ser el que soy,... pero tu presencia me
transforma y entonces ya no soy el que soy, ya no vuelvo a ser el que soy... porque aunque el
arbusto sigua ardiendo siempre estaremos en constante cambio y movimiento.”
Para terminar, diré que en cada ocasión en la que tengo una presencia plena con otro-a, los
dos nos transformamos. La dificultad radica en que no es fácil tener este tipo de presencia,
porque nos interfieren los miedos, los prejuicios, las ideas pre-establecidas, las inseguridades,..
y es sobre estos aspectos propios que los arteterapeutas podemos trabajar en primer lugar,
porque formarnos no es haber hecho unos cursos en algún momento de nuestra vida, sino
mantener una permanente actitud de indagación, cuestionamiento y como decía Castaneda,
de acecho personal.
Enfoques
La tercera fuerza
Aplicación
Niños y adolescentes
Entornos Multiculturales
Dificultades de aprendizaje
Trastorno bipolar
Depresión y Ansiedad
Ámbito social
Violencia y agresividad
Marginilidad
Prisiones
Suicidio
Las terapias artísticas se desarrollaron cuando el arte dejó de ser una mera imitación de la
naturaleza y el artista se atrevió a expresar sus emociones y sentimientos; esto supuso un
cambio revolucionario no solo en el plano artístico, sino también en la puerta que se abrió a
considerar el hecho artístico en relación con la salud.
Pintar, modelar, hacer teatro o música, se empezó a contemplar como una herramienta
terapéutica que complementa los tratamientos de diversas enfermedades y un método para
ayudar al crecimiento personal.
Al expresar aquello que estamos sintiendo, lo convertimos en algo observable que es posible
cuantificar, comprender, analizar, darle un significado y que de esta forma se convierte en un
proceso de construcción del pensamiento que favorece la resolución de los conflictos o
inquietudes psíquicas.
1- Prestar mucha importancia a la escucha corporal, afinando nuestra capacidad de sentir las
señales que el cuerpo nos envía ya que es la caja de resonancia en la que se manifiesta todo
aquello que a nivel mental y emocional nos sucede.
3- Aprender a leer el significado personal que estas obras y sus símbolos tienen para su
creador, es el siguiente paso y es lo que posibilita la reapropiación de su contenido para
enriquecer nuestra vida cotidiana.
De esta manera, con ayuda de diferentes lenguajes expresivos, del grupo y de los juegos de
relación que se crean en él, vamos llevando a cabo nuestro proceso de individuación,
descubriendo nuestra singularidad, convirtiéndonos en seres humanos integrados, en los
que cuerpo, mente, emociones y espíritu se aúnan para que seamos capaces de desarrollar al
máximo nuestras potencialidades y para poder acompañar a otros en su proceso de
crecimiento.
Y aquí surge la pregunta, ¿ser arteterapeuta es una profesión o una vocación? La profesión
tiene que ver con un rol social e implica prepararse para ejercerla y ganarse la vida con ello.
Vocación, por su parte, se relaciona con una llamada interna, un deseo que parece no venir de
la voluntad personal.
El perfil de las personas que acuden a formarse como arteterapeutas, son personas de edades
variadas, para algunas será su primera profesión, otras tienen ya formaciones y profesiones
diferentes, y otras desean completar, enriquecer su trabajo actual integrándolo con su
vocación para que su profesión les permita desarrollarse como seres humanos. Pero en su gran
mayoría,
Pero, además, desde las Psicoterapias Humanistas se considera que la principal herramienta de
la terapia es el propio terapeuta, arteterapeuta en nuestro caso, no solo lo que sabe, sino lo
que es; no las técnicas que utiliza ni los ejercicios que propone, sino su estar ante el otro, su
presencia plena en cada situación.
Por ello, lo más importante es afinar esa gloriosa y versátil herramienta que es el propio
arteterapeuta, para que sea capaz de resonar con el otro, y que como dos violines de igual
afinación, puedan vibrar juntos. Pero esto no es simple lograrlo, antes es necesario limpiar las
capas del ego que nos recubren.
Por ello el Proceso que realizamos con el trabajo de Arteterapia desde la corriente Humanista,
además de los conocimientos teóricos y prácticos pone el énfasis en el trabajo personal del
futuro arteterapeuta.
En terapia, básicamente el terapeuta Gestalt debe hacer cosas parecidas de manera distinta
según cada paciente, momento, situación y estado de ánimo, para esto debe utilizar su
imaginación constantemente.
Según Rodríguez (2004) El ser creativo crea cosas que jamás a nadie se le hubieran ocurrido. Es
hacedor de grandes maravillas, aguerrido amigo de las ideas que nunca se da por vencido. La
creatividad es una herramienta utilísima en todos los actos de nuestra existencia. Para
Rodríguez es un talento especial que puede ponerse en práctica en la vida personal y en la
profesional; se dice que la chispa de la creatividad sólo es un segundo por cada hora, cosa que
se tiene que tomar como quien dice en el vuelo. En sí, este tiempo es más reducido para el
terapeuta Gestalt en terapia, debido a que el terapeuta cuenta con sesiones delimitadas en
tiempo, debe de mantenerse muy en contacto con el paciente pero también muy en contacto
consigo mismo para poner en su creatividad terapéutica. El terapeuta Gestalt puede llevar la
sesión terapéutica por mil caminos diferentes según sea cada situación y cada paciente.
Para Semelnik (2005) existen algunas prácticas útiles para dejar salir al artista creador que
llevamos dentro:
Escribe por 3 minutos sin parar apenas te levantes, de lo primero que se te pase por la cabeza,
por 3 meses. Verás lo creativo que te vuelves, una vez puedas reconocer y desconectarte de
tus propias conversaciones y pre-juicios críticos.
Haz una cita semanal con tu artista interior, para jugar, para sentir, para dejarte llevar por la
diversión, juego con tu niño interior. La creatividad no se logra con el intelecto, sino a través
del juego, de pasar tiempo haciendo lo que más amamos.
Lleva siempre una grabadora a mano, o una libreta para dejar sentado cualquier idea,
pensamiento, insight que se te presente.
También cita a May para quien la creatividad es un encuentro, es la expresión del hombre de
reafirmarse a sí mismo gracias a una mentalidad sana, abierta y comunicativa, cada acto
creativo es un encuentro con la realidad auténtica.
Además, la creatividad, suele ser una excelente herramienta a la hora de tener que cumplir o
satisfacer deseos, ya que nos permitirá hacerlo de manera rápida, efectiva, económica, la
ciencia desde diversas disciplinas y ramas se ha interesado en estudiar e investigar el cómo y
porqué de la creatividad. Desde un punto de vista estrictamente técnico, la creatividad se
entiende como un proceso, como una característica más de la personalidad de las personas o
bien como un producto, en la instancias de la psicología, la creatividad es una actividad que se
encuentra contenida por la imaginación, que consiste básicamente en hacer algo nuevo o lo
mismo pero de manera distinta y así es como la explica.
Según este autor la sociedad está cada vez más necesitada e interesada en desarrollar la
creatividad y en tener cada vez más pensadores creativos que ayuden a lograr un mundo
mejor. Se ha comprobado que la creatividad se puede desarrollar, que el pensamiento
creativo se puede ejercitar.
Waisburd (1994) hace énfasis en Guilford quien fue uno de los grandes precursores que
impulso el entrenamiento en creatividad que fue desarrollado a partir de 1950.
Según Guilford, para ser creativo se tienen que desarrollar ciertas habilidades como las
siguientes: El pensamiento Divergente, que incluye: Sensibilidad, Fluidez, Flexibilidad y
Originalidad. Y el pensamiento convergente que es un pensamiento que nos conduce a una
idea o la solución de un problema. Ambos pensamientos conviene tenerlos desarrollados si se
pretende ser terapeuta Gestalt, ya que la mezcla de ambos es como buscamos mantenernos
como terapeutas exitosos.
Por otro lado Lerner (1981) parte de la combinación de una serie de capacidades generales y
específicas para llegar a concretar determinados rasgos más precisos de la creatividad, como
por ejemplo: ingeniosidad, inventiva, honradez, franqueza, dominio de los hechos, dominio de
los principios, flexibilidad, independencia, intuición, originalidad, pensamiento divergente,
rápida capacidad de aprendizaje, amor al trabajo, concentración en lo esencial,
construir estructuras complejas a partir de las simples, las que considera más concretas son:
ver un nuevo problema, ver la estructura de un objeto, calcular alternativas de solución a un
problema, ver nuevas funciones en los objetivos y fenómenos, rechazar lo conocido, crear un
enfoque nuevo.
Por otro lado Waisburd (1994) le da importancia a Sternberg quien señala que el estudio de la
creatividad es aún muy reciente y se encuentra en un nivel primitivo. La creatividad, como el
alimento, es real: existen de distintas formas y nos nutre con elementos esenciales.Todavía
existe un gran camino que recorrer para seguir descubriendo su sabor. Con el tiempo, iremos
creciendo y madurando en el conocimiento de la creatividad. Esto es, por medio de la
experiencia el terapeuta Gestalt podrá ir desarrollando su creatividad en el proceso
terapéutico y así desarrollar un estilo propio de dar terapia, pero siempre innovando,
arriesgando y experimentado opciones novedosas.
Existen formas para propicias la creatividad como por ejemplo Teresa M. Amabile, profesora
en psicología, ha investigado sobre los elementos que intervienen en el medio del trabajo para
que surja la creatividad. De acuerdo con Amabile (2009), puede existir:
Motivación extrínseca, que tiene que ver con algo, extremo, ya que se desea alcanzar
una meta u objetivo.
Según esta investigadora, son tres los componentes necesarios para que un individuo genere
una idea creativa o producto en un área de dominancia determinada; de acuerdo con el grado
en el que se presentan, será el resultado de la creatividad, estos componentes son: ser un
experto, desarrollar habilidades creativas, tener tareas u objetivos con motivaciones
intrínsecas. La persona será más creativa cuando se sienta motivada por el interés, el gozo, la
satisfacción, el reto que representa el trabajo mismo, y no por presiones externas. Esto,
implica: simpatía o aversión por el trabajo, presencia o ausencia de presiones fuertes externas.
El terapeuta Gestalt más preparado también debe ser el que este más comprometido con su
trabajo, el que logre dejar todo a un lado durante una sesión terapéutica, el que se apasione y
esté presente en cuerpo y alma enfrente del paciente.
Según Amabile, los estimulantes para desarrollar la creatividad en el ambiente de trabajo son:
libertad, buen proyecto gerencial, recursos, motivación, diversas características
organizacionales, reconocimiento, tiempo suficiente, reto, presión.
Waisburd en su artículo da a conocer el punto de vista del antropólogo Kroeber quien afirma
que hay que aceptar el hecho de que las posibilidades de desarrollo creativo en comunidades
y sociedades en forma masiva siempre han existido en determinados grupos, pues son el
medio y la cultura los que promueven los brotes creativos de los pueblos. Sin embargo, el
mismo Kroeber reconoce que son más las personas cuyo potencial creativo se ve sofocado
por patrones culturales, que aquellas que llegan al grado de genios, las conclusiones de la
corriente antropológica, supone que los genios son producto de su cultura y su medio.
Hoy en día vemos en todo el mundo que el conocimiento científico y tecnológico, adaptado
creativamente a las circunstancias locales, puede tener una gran capacidad de poder, pero el
poder no reside únicamente en el saber técnico, sino en la apropiación de la capacidad social y
técnica reunidas y en la acumulación de los recursos culturales para usar esta apropiación. La
sociedad actual requiere de innovación técnica, económica y social, requiere de trabajadores
con iniciativa e imaginación creadora. En terapia, no es suficiente con tener los conocimientos
necesarios y la teoría presente, es muy importante que esté presente también esta
imaginación creadora de la que habla Kroeber, ya que es el ingrediente más importante para el
éxito terapéutico.
El creador mantiene una actitud crítica durante todo el proceso creativo, realiza la solución con
los medios que tiene a su alcance, con nuevas formas de expresión. No se puede confundir la
creatividad profesional con la improvisación. La creatividad profesional no puede ser
improvisada de un día para otro ya que en su estimulación y desarrollo interactúan muchos
factores de diversa índole, y tiene un carácter personológico.
Por lo tanto la creatividad es una habilidad que se encuentra en las personas, dicha habilidad
puede ser genética, se puede propiciar mediante ciertos ejercicios o simplemente la pasión de
alguna persona por cierta actividad la promueve. La creatividad es un tema importante en la
actualidad ya que en todos los ámbitos se busca desarrollarla para obtener mejores resultados,
todos los seres humanos deberíamos de fomentar la creatividad en nuestras familias, círculos
sociales y en todas las actividades que realizamos con el fin de evolucionar buscando una
mejor calidad de vida. La corriente Gestalt es innovadora, y requiere que el terapeuta sea
original y creativo dentro del ámbito terapéutico para poder afrontar cualquier caso que se le
presente y manejarlo adecuadamente.
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