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Resumen
La solicitud por reparación del daño moral por parte de los abogados demandantes en
los procesos judiciales, constituye un desafío muy importante en los peritos psicólogos
que a través del dictamen pericial, auxilian a estos procesos y coadyuvan en la toma de
decisión por parte de los jueces en emitir fallos que puedan favorecer o descartar
lesiones de índoles psicológicos en la posible víctima y que a su vez contribuyen a la
reparación directa por parte del demandado. En el presente artículo se aborda un
supuesto habitual en la práctica pericial, como es la valoración psicológica por daño
moral, en este caso de una familia que ha sido objeto a desplazamiento forzoso, siendo
éste un tipo de situación muy común en el país, ya que existen zonas de alto riesgo por
el conflicto armado. Asimismo, se realiza una introducción al concepto legal del daño
moral y se facilita un modelo de informe emitido al respecto, complementando los
resultados con diverso apoyo bibliográfico.
Abstract
Concern for moral reparation by the plaintiffs’ lawyers in court proceedings, constitutes
a major challenge in the expert psychologists through expert opinion, auxilian these
processes and contribute to decision making by judges to make rulings capable of
favoring or eliminating psychological natures injuries the potential victim and in turn
contribute to the direct compensation by the defendant. In the present article addresses a
common course in expert practice, as is the psychological evaluation for moral
damages, in this case of a family that has been forced to shift, and this is a very common
type of situation in the country, and that there are high-risk areas by armed conflict. It
also introduces you to the legal concept of moral damage and provides a model report
issued in this respect, complementing the results with different bibliographic support.
KEY WORDS: Moral damage, acute stress disorder, forensic psychologists, direct
compensation expert.
Aunque el daño moral es un concepto estrictamente jurídico (Celedón & Brunal, 2012),
la valoración de la misma constituye una materia a medio camino entre el mundo del
derecho y el ámbito científico ya que la repercusión de las anomalías o alteraciones
psíquicas en la ejecución de hechos traumáticos y en la responsabilidad por parte del
demandado se encuentran recogida en nuestro Código penal, civil, administrativo y
demás, tratándose de una materia jurídica pero claramente impregnada de un evidente
carácter multidisciplinar.
De igual forma opina Carballal y et al (2003) cuando sostiene que el daño psíquico es
aquel que afecta a la víctima como consecuencia de haber experimentado una vivencia
traumática que necesariamente no tiene por qué acarrear consecuencias dolosas de
carácter patrimonial o físicas (a la salud), afectando en mayor o en menor medida al
desempeño de las actividades de la vida diaria –trabajo, relaciones sociales, ocio,
relaciones familiares, etc.- que pueden verse afectadas hasta el punto que el sujeto se
vea en la obligación de abandonarlas debido a la incapacidad que experimenta para
llevarlas a cabo con éxito.
Para los efectos de Ley, el “daño psíquico” está referido al deterioro de las funciones
psíquicas, derivado de la ocurrencia de un evento externo sobre el cual puede
reclamarse jurídicamente una responsabilidad que origina la obligación de reparar el
daño causado[3]y cuya búsqueda en lo forense va orientada a ayudar en la
determinación de las acciones de restauración que determine la autoridad. En estos
casos, a la valoración del estado actual de la víctima y la necesaria comparación con el
“estado anterior” Castellano y Gisbert (2005). La pericia estaría centrada en
determinar si la persona presenta sintomatología psíquica significativa derivada del
delito del que fue víctima y establecer el pronóstico, el tratamiento recomendado y su
duración, para que la autoridad propenda por su reparación.
El daño psíquico debe diferenciarse del daño moral subjetivo, también llamado dolor
psicológico, que se presenta como respuesta a la agresión sufrida con los hechos y se
asimila al duelo normal; “… muchas veces nada psíquico ha sido alterado o – digamos
– afectado por el hecho que fue causa del daño; pero puede haber un detrimento que
enraíza en otros aspectos extrapatrimoniales entre ellos considero, se encuentra el
dolor… El daño moral es la impronta que deja el hecho traumático… ” Covelli y
Rofrano (2008) Mientras que el daño moral subjetivo es equivalente a la consecuencia
esperada por cualquier pérdida, en la psiquis de la víctima de un delito. La estimación
del daño moral subjetivo no es una pericia psiquiátrica o psicológica forense, sino que
compete al juez[4]. El daño psíquico se evaluará en las categorías de magnitud,
severidad de la afrenta y permanencia en el tiempo, pronóstico, tratamiento
recomendable y su duración, para que la autoridad propenda por su reparación.
Todo lo anterior demuestra para que exista el “daño psíquico”, debe existir como
primera instancia la situación específica que genere tal padecimiento, en este caso el
estresor o el agente estresante, como segundo la respuesta psicológica, emocional y
conductual frente a este evento estresor y tercero las consecuencias patológicas, que se
han de derivar de esta situación, teniendo en cuenta que debe existir la proporcionalidad
entre evento estresor y la respuesta psicológica, es decir, entre mayor sea el agente
estresante, mayor respuesta psicológica y posterior consecuencia o trauma. Aunque
muchas veces no se debe sostener al “efecto de halo”, dar por hecho tal situación, ya
que algunas veces esta respuesta obedecen a la subjetividad de la víctima. Esta relación
entre evento estresor y consecuencia psicológica, es lo que va a tener en cuenta el
legislador al momento de emitir su fallo en la reparación del daño psíquico o la
existencia objetiva de este “daño” y otras de índoles jurídicas por parte del demandado,
tal aspecto le concierne demostrar la existencia entre estas dos circunstancias
específicas, al perito psicólogo en su experticia, ya que de ante mano hay que señalar en
una peritación esta relación, en caso contrario darlo a conocer para poder ayudar a
despejar la duda razonable.
Por otra parte el Código Penal Colombiano (Ley 599 de 2000), consagra en su artículo
94 “La conducta punible origina obligación de reparar los daños materiales y morales
causados con ocasión de aquella”. Adicionalmente, en los Códigos de Procedimiento
Penal vigentes (Ley 600 de 2000 y Ley 906 de 2004)[5][6], se establece el deber de las
autoridades judiciales de adoptar las medidas necesarias para que cesen los efectos
producidos por el delito y las cosas vuelvan al estado anterior, si ello fuere posible, de
modo que se restablezcan los derechos quebrantados, independientemente de la
responsabilidad penal.
En cuanto a la Ley 906 de 2004 (C.P.P. Sistema Penal Oral Acusatorio)[9], una de sus
características esenciales y propias es el derecho de las víctimas a acceder a la justicia,
dentro del cual se inscribe, entre otros contemplados en el artículo 11, el derecho “A una
pronta e integral reparación de los daños sufridos, a cargo del autor o partícipe del
injusto o de los terceros llamados a responder…[10]”. En su Título IV “Partes e
intervinientes”, Capítulo IV (arts.13230 a 13731), se contempla lo concerniente a las
víctimas y su atención, protección, comunicación, información e intervención en la
actuación penal. Según el artículo:
“Se entiende por víctimas, para los efectos de este código, las personas naturales o
jurídicas y demás sujetos de derechos que individual o colectivamente hayan sufrido
algún daño como consecuencia del injusto. La condición de víctima se tiene con
independencia de que se identifique, aprehenda, enjuicie o condene al autor del injusto
e independientemente de la existencia de una relación familiar con este”. En el artículo
521, se establecen los mecanismos de justicia restaurativa, a saber:
Nombre: MB y otros
Edad: 39 años
Sexo: Masculino
Dirección: xxxxxxxxxxxxxxxx
Tel: xxxxxxxxxxxxxxxx
______________________________________________________________________
__
JUZGADO xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Demandante: MB y otros.
Demandado: NF
______________________________________________________________________
___
Complementos y Anexos:
Constancia de diligenciamiento del consentimiento informado [17]. En el caso de
los niños, la autorización por parte de sus representantes legales.
Constancias de los instrumentos psicológicos utilizados en la peritación. Cada
uno de estos instrumentos se encuentra la respectiva firma de los evaluados.
1. 1. PARTE EXPOSITIVA
El presente dictamen psicológico busca dar respuesta al cuestionario con los puntos
específicos señalados por la demanda y que son objeto de la peritación (Folio 7 del
expediente). (Art, 236. Código de Procedimiento Civil).
ENTREVISTAS Y OBSERVACIONES:
– Entrevista semiestructurada[21]. Al señor MB y familia.
PRUEBAS PSICODIAGNOSTICAS:
-Entrevista Clínica Estructurada para los Trastornos del eje I del DSM-IV. SCID-I.
1 Sesión de 15 minutos 18/01/2011. (M.B. First; M Gibbon; R.L. Spitzer; J.B.W.
Williams; L. Smith Benjamin). Evalúa los Trastornos del EJE I (Trastornos Clínicos)
del DSM-IV.
A los hijos JBO (Hijo mayor), ABO (Hijo) y APBO (Hija menor) se les aplicaron las
siguientes pruebas psicológicas:
– Escala de Ansiedad Infantil de Spence, o SCAS. (Spence, 1997) Esta escala es una
medida de autoinforme, que evalúa los seis trastornos de ansiedad infanto-juvenil más
frecuentes: trastorno de pánico y agorafobia, trastorno de ansiedad por separación, fobia
social, miedo al daño físico como representante de las fobias específicas, trastorno
obsesivo compulsivo y trastorno de ansiedad generalizada. Para su creación, la autora se
basó en los síntomas de los trastornos de ansiedad más comunes en la infancia y
adolescencia de acuerdo a las categorías diagnósticas del DSM-IV. Las propiedades
psicométricas de la prueba con una alta consistencia interna (alpha de Cronbach = 0,92-
0,94) y una validez convergente adecuada con otra medida de ansiedad (r=0,41), tanto
en poblaciones de escolares, como en poblaciones clínicas.
-Inventario de Depresión Infantil (Kovacs (1977). CDI es uno de los Test más usados
para la evaluación de la Depresión infantil en niños y adolescentes de 7 a 17 años. Esta
escala se creó a partir del Beck Depression Inventory (Beck, 1967). El CDI consta de
27 ítems que miden sintomatología depresiva. Entre los síntomas que recoge incluye: el
estado de ánimo deprimido, problemas interpersonales, sentimientos de incapacidad,
anhedonia y autoestima baja o negativa. El test es de ágil aplicación, útil como
instrumento diagnóstico para la depresión infantil.
Tomado del acápite “Hechos” (Rad. xxxxxx). El abogado demandante (JC), expone lo
siguiente en el escrito de la Demanda:
…[Folio 4; acápite 7]: Mis poderdantes, a raíz de los hechos, tuvieron que desplazarse
de su sitio habitual de trabajo, residencia y lugar de estudios, que lo era el
corregimiento “xxxxxxxx” municipio de xxxxxxxxx y tuvieron que refugiarse en la
vereda “xxxxxx” perteneciente a xxxxxx – departamento xxxxx y los niños se enviaron a
sus abuelos en el caserío “xxxxxxx” perteneciente a xxxxxxxxx, hechos que generaron
problemas de índole psicológicos, de inestabilidad, separación forzosa de la familia,
los niños no pudieron proseguir con sus estudios, la familia tuvo que huir…
…[Folio xx; acápite x]: Mis mandantes y sus hijos están padeciendo las siguientes
consecuencias:
Los padres y los hijos
– Desintegración familiar, a los hijos se les privó del gozar del afecto de sus
padres a los padres se les privó de brindar atención y afecto de sus hijos.
– Elaboración del duelo por la pérdida de unión familiar, por la pérdida del
hogar, de sus enseres y el cambio brusco de un estilo de vida adquirido desde que se
conformó la familia.
El señor MB nace en una familia compuesta por el padre el Sr LB (72 años de edad) y
la madre la Sra MT (Fallecida). Refiere el evaluado que las relaciones con sus padres
han sido excelentes, a pesar de que sus padres fueron toda la vida campesinos y
trabajadores de la tierra, lo formaron como un hombre de bien, bajo los principios y
valores de la honestidad, respecto, responsabilidad, especialmente el trabajo duro, el
amor hacia la tierra y el campo. No refiere el evaluado trauma significativo por parte
de su antecedentes familiares, especialmente que le hallan ocasionado heridas
emocionales; manifiesta el evaluado, que sus padres mantenía una relación estable, sin
violencia intrafamiliar. La muerte por parte de su madre, fue una situación la cual le
generó angustia y tristeza, como a él y a sus hermanos y al padre, esta situación fue
superada dentro del tiempo o ciclo que se elabora un duelo. Manifiesta el Señor MB
que del matrimonio BT, tuvieron 11 hermanos, el padre del evaluado había tenido un
matrimonio anterior, el cual tuvo seis hijos de esa relación. Manifiesta el Sr MB, que
siempre ha tenido excelente relación con sus 17 hermanos, mantienen comunicación con
estos y que la mayoría están dedicados a la actividad del agro-campesino.
Refiere el evaluado que ha trabajado toda su vida en el campo, fue lo que le aprendió a
sus padres. Ha trabajado en diferentes veredas y corregimientos y nunca ha tenido
problemas con compañeros, lindero u vecinos. Comenta el Sr M B, que a pesar de
haber estado en regiones en donde el orden público ha sido “grave” según el evaluado,
no es un secreto que en muchas regiones del país, incluyendo Córdoba, Urabá, Sucre y
Antioquía, han tenido la presencia e influencia de grupos al margen de la Ley
(Guerrillas, Paramilitares y Bacrines) que estos de alguna manera han ejercido dominio,
ya sean de forma ideológica, política y de hostilidad en estas zonas. A pesar de todo
esto, el Sr M B ha sido una persona alejada de estos conflictos armados, ya que él
considera que lo más importante es velar por la tranquilidad y seguridad de sus
familias. Refiere el Sr M B, es neutral a toda esta lucha de poder militar, no es
partidario de la violencia, y no entiende las razones por las cuales fue “Lanzado de la
finca” por las personas que hace mención en su demanda.
Comenta el evaluado, que para el xxxxx de noviembre de ese año, varias personas lo
sacan a él y a su familia de la vivienda de forma violenta, dañando sus enseres
domésticos. El Sr M B, expresa que esto le dolió en el alma, ya que para un campesino,
que su salario no llega al mínimo, es un esfuerzo enorme comprar sus “cositas”, y al ver
todo lo que había logrado adquirir destrozado, en la vía pública “le rompía el alma”,
especialmente su televisor, que era el entretenimiento de sus hijos. Manifiesta el
evaluado que sin saber para dónde coger, sin vivienda o techo para su familia, decide
marcharse hasta la casa del su “patrón” el Sr xxxxxxx. Tres días después, consiguen
una vivienda con el fin de que sus hijos terminaran con su calendario escolar, ya que por
todo lo ocurrido, estos estaban viéndose afectado en su colegio, esto era en la región de
xxxxxxxx. El Sr M B, expresa que el problema no había terminado ahí, si no que
continúo el hostigamiento por parte de estas personas hacia él y su familia. Según el
evaluado, las personas que lo acosaban a él y a su familia, instigada por la Sra (ver Rad:
xxxxx) eran “malandros”, ya que según el Sr M B, el comportamiento era
“atropellante” “…consumían vicios…tenían armas corta y de largo alcance.
Actualmente considera el evaluado, que persiste ese miedo, la finca es insegura, trabaja
por la necesidad, agradece al “patrón” por confiar en él y le permite seguir laborando en
la finca después de lo sucedido. Manifiesta el evaluado que todo lo que perdieron, fue
en esa finca, y que ha sido difícil lograr conseguir sus “cositas”. Considera el Sr M B,
que su hogar se transformó y actualmente están empezando desde “cero”. A partir de
esa situación, las cosas cambiaron, ya que vivir con temor; le genera sentimiento de
inseguridad, desconfianza, angustia, exacerbaciones emocionales, inquietud, poca
concentración y bajo rendimiento en sus actividades cotidianas. De igual forma,
inestabilidad en la escuela de sus hijos. Según refiere el Joven JBO [Hijo mayor dela
familia] “…para esa época, tenía miedo ir al colegio, bajé en rendimiento de las clases
(…) sentíamos miedo, mis hermanos y yo, de que algo malo le fuera a pasar a mi papá,
incluso si llegaría a pasarle algo, jurábamos vengarnos (…) sentíamos rabia hacia
ellos, no dormíamos pensando que le fuera a pasar a su papá o a su mamá y a sus
hermanitos…”
A nivel cognitivo, se indagó sobre la memoria a corto plazo y largo plazo del evaluado
el Sr M B, se encontró que se encuentra de manera adecuada. El evaluado evoca
recuerdos episódicos y actuales, por ejemplo en la entrevista se detallan estos aspectos.
Para evidenciar esta situación, se detallan aspectos relevantes de la entrevista. El
evaluado evocó recuerdos del día anterior de la entrevista, detallando contexto, lugar,
modo y tiempo. De igual forma, el evaluado evocó recuerdo episódico del evento que
se hace mención en la demanda [Rad xxxxxx] detallando circunstancia, modo, lugar,
personajes y tiempo. A nivel afectivo, señaló relaciones afectivas con su familia,
resonancia al momento de evocar situaciones de vulnerabilidad expresada en su
demanda. A nivel social, el evaluado mantiene relaciones sociales con sus grupos de
amigos, linderos, patrón, aunque se ha distanciado en las actividades recreativas, de ocio
y demás.
1. 2. PARTE REFLEXIVA
Y: Deseabilidad Social; identifica el grado con que los resultados pueden encontrarse
afectados por la inclinación de los pacientes a mostrarse socialmente atractivos,
moralmente virtuosos o emocionalmente ajustados. >75 Tendencia del sujeto a
presentarse de forma favorable o con personalidad atrayente. Mientras más alto Sujeto
trata de disimular sus aspectos psicológicos o dificultades personales.
Fuente: M B
Fuente: M B
Fuente: M B
Fuente: M B
En la gráfica 4, están consignados los trastornos clínicos que son arrojados por la
prueba. Una puntuación de 75 o hasta 84 indica la presencia de un síndrome y una
puntuación de 85 o más indica su prominencia. En lo que concierne al Sr MB y según
sus puntuaciones se puede considerar que cumple con la presencia del síndrome de
ansiedad (puntaje de base 100) y características clínicas del síndrome de Estrés Pos-
trauma. Lo cual indica que en el evaluado posee sentimientos aprensivos o
específicamente fóbicos. El evaluado se encuentra en un alto grado de tensión,
indecisión e inquieto y atiende a quejarse de una variedad de malestares físicos, como
tensión, excesiva sudoración, dolores musculares indefinidos, nauseas. El evaluado
muestra estado generalizado de tensión manifestado por una incapacidad de relajación,
movimientos nerviosos y rapidez para reaccionar y sorprenderse fácilmente. Se muestra
notablemente excitado y tiene un sentido aprensivo de la inminencia de problemas, una
hipersensibilidad a cualquier ambiente, inquietud y susceptibilidad generalizada. Todas
estas dificultades psicológicas la expresa el evaluado a través de canales somáticos,
períodos persistentes de agotamiento y abatimiento preocupación por la pérdida de la
salud y una variedad dramática de dolores en regiones diferentes. Normalmente las
quejas somáticas pretenden llamar la atención. En lo concerniente al estrés pos- trauma,
evidencia que el evaluado ha experimentado un suceso que implicaba una amenaza para
su vida y reaccionaron ante ello con miedo intenso o sentimiento de indefensión. Las
persistentes imágenes y emociones asociadas con el trauma llevan a recuerdos y
pesadillas que reactivan los sentimientos generados por el suceso original. Los
síntomas de activación ansiosa (p ej., respuestas exageradas de sobresalto e
hipervigilancia) persisten, en este caso el Sr M B se esfuerza en evitar las circunstancias
asociadas con el trauma.
Fuente: M B
La grafica 5 se muestra los síndromes[25] clínicos severos que son evaluados por la
prueba. En el caso del evaluado, no posee dicha categoría. Es decir, no cumple para
una patología severa a nivel clínico; Trastorno del pensamiento, depresivo mayor,
delirante.
SUMA TOTAL 14
Indicador de Riesgo. TQ + (X) TQ –
(TQ + = 18: Gravedad Máxima) (TQ – = 0: No síntomas)
Fuente. M B
Interpretación:
Fuente. DJ
Conclusión: Según los resultados obtenidos del Software del Test SCID I. La Sra DJ,
no padece de síntomas relacionados a los trastornos clínicos que aparecen en la tabla 2.
Fuente. JO
Interpretación:
subescalas Rango
Trastorno de ansiedad 0 – 18
generalizada
Trastorno obsesivo- 0 – 18
compulsivo
Pánico y agorafobia 0 – 27
Fobia social 0 – 18
Trastorno de ansiedad 0 – 18
por separación
Miedos físicos 0 – 15
Puntaje Total 114
Fuente: SCAS.
En la tabla 4. Representa el rango que oscila cada uno de las subescalas. En la tabla
siguiente, están definidas los puntos de corte del grado de significancia del SCAS, lo
que indica que un puntaje igual o mayor al punto de corte, indica que los evaluados
poseen síntomas positivos en las subescalas.
5 6 5
Trastorno 9,4 15% 23% 6%
obsesivo-
compulsivo 5 12” 3
Pánico / 11,2 26% 18% 17%
agorafobia
9 9 8
Miedos físicos 12,8 6% 8% 19%
2 4 9
Trastorno de 7,4 20% 20% 15%
ansiedad
generalizada 7” 10” 7”
Puntaje Base 34 100% 51 100% 47 100%
Percentil 84-93%
Para la interpretación de esta prueba se toma como punto de base, las puntuaciones
directas suministradas por los evaluados. Para el respectivo análisis, se tiene como
medida de significancia, los datos de las puntuaciones de corte, como indicador de
síntomas positivos de las subescalas, es decir, que una persona que en su puntuación
directa sea igual o superior al punto de corte, cumple objetivamente para el trastorno de
la subescala. Por consiguiente, JBO cumple con síntomas positivos de ansiedad
generalizada [7/7]. Mientras que ABO, cumple con síntomas positivos de obsesivo-
compulsivo [12/9] y de ansiedad generalizada [10/7]. Por último la niña APBO cumple
con síntomas positivos de ansiedad por separación [15/12] y de ansiedad generalizada
[7/7].
Tabla 6. Valoración Diagnóstica de Síntomas Depresivos a través del CDI, para niños y
adolescentes
Indicadores Rango
No hay presencia de 1 – 13
síntomas depresivos.
Dentro de los límites
normales
Presencia de síntomas 14 – 26
depresivos mínima y
moderada
Presencia de síntomas 27 – 39
depresivos marcada o
severa
Presencia de síntomas 40 – 54
depresivos en grado
máximo
Puntaje Total 54
Fuente: CDI.
Para la interpretación de esta prueba se toma como punto de base, las puntuaciones
directas suministradas por los evaluados. Para el respectivo análisis, se tiene como
medida de significancia, los datos de las puntuaciones de corte, como indicador de
síntomas positivos de las subescalas, es decir, que una persona que en su puntuación
directa sea igual o superior al punto de corte, cumple objetivamente para el trastorno de
la subescala. En el caso de los jóvenes JBO, ABO y APBO Ortega, no cumplen con los
criterios para considerárseles positivos en la subescala, es decir, que ninguno de ellos
tienen síntomas depresivos.
3 PARTE INTERPRETATIVA
Indicios diagnósticos[30]:
De los datos que se desprenden tanto de las escalas psicométricas de validez como dé la
impresión clínica, se observa que el evaluado y su familia, se han mostrado sinceros
durante el proceso de evaluación, mostrando actitudes colaboradoras en todo momento.
Asimismo, los resultados obtenidos han sido consistentes en los instrumentos utilizados.
La impresión diagnostica presentada a continuación está realizada en base a criterios
DSM-IV TR, emitidos por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), donde es
propuesto un diagnostico Multiaxial y de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
CIE-10.
Evaluación Multiaxial
Un sistema Multiaxial implica una evaluación en varios ejes, cada uno de los cuales
concierne a un área distinta de información que puede ayudar al clínico en el
planeamiento del tratamiento y en la predicción de resultados. En la clasificación
Multiaxial DSM-IVTR se incluyen cinco ejes: (APA, 2002 p 27)
Eje I[31]–[32]
Eje II[33]–[34]
R69 [799.9].
Eje III[35]
Ninguno
Eje IV[36]
Eje V
EEAG[37] =
EEAG = 45 (en el ingreso, cuando sucedieron los hechos que hacen mención en la
demanda Rad xxxxxxxx)
El anterior esquema del diagnóstico Multiaxial, indica que en el (eje I), el Señor MB
cumple con criterios que establecen el trastorno de ansiedad por estrés agudo y crisis de
angustia, dado, a lo sucedido en el 24 de mayo del 2009 y posteriores suceso que se
hacen mención en el Rad xxxxxxxxxxxx. Estos trastornos en los meses siguiente a los
acontecido, se encontraba de manera aguda. Actualmente los síntomas son mínimos,
pero, aún se detectan secuelas del trauma psicológico. Se descarta el trastorno de estrés
pos traumático, ya que faltan criterios específicos para la realización de este
diagnóstico.
El evaluado no cumple con los criterios para un trastorno de la personalidad. Eje II.
Tiene rasgos de personalidad evitativo y personalidad tipo masoquista.
Nombre de la evaluada. DJ
Eje I
Eje II
Z03.2 [V71.09].
Eje III
Ninguno
Eje IV
Eje V
______________________________________________________________________
____
Eje I
F43.0 Trastorno por estrés agudo [308.3]. Premórbido
Eje II
Z03.2 [V71.09]
Eje III
Ninguno
Eje IV
Eje V
______________________________________________________________________
____
1. 4. PARTE ARGUMENTATIVA
…Sentía miedo, vivía en una constante zozobra, desconfiaba de todo el mundo que se
me acercaba a la finca, temía que en cualquier momento atentaran contra mí o contra
algún miembro de mi familia. Me sentía impotente, ya que mi vivienda es insegura,
temo por todo, me levantaba en las madrugadas para ver se venía alguien a tacarme,
no dormía pensando que me podían hacer a mi o mí su familia….
Las consecuencias del estrés agudo, conllevo no solo, a las dificultades emocionales de
la familia, sino que también traspasó al ambiente social y académico de los niños, tal
como lo refiere el hijo mayor de esta familia.
“…para esa época, tenía miedo ir al colegio, bajé en rendimiento de las clases (…)
sentíamos miedo, mis hermanos y yo, de que algo malo le fuera a pasar a mi papá,
incluso si llegaría a pasarle algo, jurábamos vengarnos (…) sentíamos rabia hacia
ellos, no dormíamos pensando que le fuera a pasar a mi papá o mamá y a mis
hermanitos…” (Tomado de JBO)…
La literatura científica ha recogido que cuando existe un potencial evento estresor (por
ejemplo accidente, catástrofes, guerras, presiones estresantes), tanto adultos como los
niños suelen tener implicaciones tanto psicológicas, físicas, afectivas, sociales y demás.
Aunque las implicaciones en los niños, es más notorio en el sentido de la hetero-
protección. Los síntomas sugestivos de afectación por estrés agudo en niños y adultos,
están determinados por la pérdida de energía, dificultad para concentrarse, temor a que
el trauma se repita, pesadillas, temor a dormir, pérdida de interés en actividades que
antes producían placer, etc.
Según el APA, (2002) el trastorno de estrés agudo “…se caracteriza por la aparición
de ansiedad, síntomas disociativos y de otro tipo que tiene lugar durante el mes que
sigue a la exposición a un acontecimiento traumático de carácter extremo… (p 440),
esta situación suele aparecer en el mismo momento del trastorno o con posterioridad a
él, el individuo presenta los siguientes síntomas disociativos: sensación subjetiva de
embotamiento, desapego o ausencia de la realidad que le rodea; desrealización;
despersonalización, y amnesia disociativa. Después del acontecimiento traumático, éste
es revivido de forma recurrente; el individuo presenta un acusado comportamiento de
evitación de aquellos estímulos que pueden hacer aflorar recuerdos del trauma y
presenta síntomas significativos de ansiedad o aumento de activación (arousal). Los
síntomas provocan un malestar clínico significativo, interfieren acusadamente la
actividad del individuo, o afectan notablemente a su capacidad para llevar a cabo tareas
indispensables. Estos síntomas del trastorno de estrés agudo, fueron concordante a lo
manifestado por la familia BO en la entrevista, son recogidos por los instrumentos
utilizados en el presente dictamen psicológico.
Según el APA (2002) las personas con este trastorno, nota una progresiva incapacidad
para recordar detalles específicos del acontecimiento traumático (amnesia disociativa).
Además, debe haber por lo menos un síntoma de cada grupo de síntomas requeridos
para el diagnóstico de trastorno por estrés postraumático. Al principio, el
acontecimiento traumático es revivido repetidamente (p. ej., recuerdos, imágenes,
pensamientos, sueños, ilusiones, episodios de flashback, sensación de estar reviviendo
el suceso o aparición de malestar al exponerse a estímulos que recuerdan el trauma).
Después, estos estímulos (p. ej., lugares, personas, actividades) propician
comportamientos de evitación. Por último, aparece un aumento de la activación
(arousal) (p. ej., dificultad para dormir, irritabilidad, falta de concentración,
hipervigilancia, respuestas exageradas de sobresalto e inquietud motora) como respuesta
a estos estímulos.
Haciendo una revisión bibliografía e investigativa o estado del arte, sobre el tema de los
traumas psicológicos relacionados a eventos de desplazamiento forzoso, amenazas u
otras hostilidades en personas en estado de vulnerabilidad, se encontró que en la
mayoría de los trabajos concuerdan con los síntomas propios del trastorno de estrés
agudo y el trastorno de estrés postraumático, crisis de pánico expuesto por la APA
(2002). Bravo (2012) describió que las consecuencias psicológicas de una persona por
haber presenciado situaciones de alto estrés, como el desplazamiento forzado u amenaza
contra la vida pueden ser “muy graves” llegando a modificar la actitud de estas personas
ante las cosas cotidianas. El autor explicó que tras padecer esto tipos de experiencias
traumáticas, las personas se vuelven en muchos casos “más sensibles”, llegando a sufrir
una serie de síntomas que los psicólogos denominan como síndrome de estrés
postraumático o de estrés agudo. “El sujeto revive aquella situación como si fuera en el
momento actual, y no considera que es algo del pasado”, agregó, síntomas como: híper-
excitabilidad, inquietud, pesadillas o miedo a que esta situación vuelva a repetirse, y
aclaró que el tratamiento que deben seguir estas personas pasa por “tomar conciencia de
lo que le está ocurriendo” además de serle aplicadas “técnicas de sensibilización
sistemática”, exponiéndoles a la misma situación sufrida e “hipotéticamente presentarle
situaciones cada vez más graduales para que pueda ir aceptándolas”.
De esta manera hoy se conoce que las alteraciones emocionales producto de los
desplazamientos, no desaparecen fácilmente ya que pueden mantenerse por tiempo
variable y prolongado. Al respecto hay informes que refieren como la permanencia de
manifestaciones ansiosas y de otros síntomas de carácter mental y comportamental, de
estrés postraumático por ejemplo, pueden alcanzar una duración entre 3, 10 y hasta de
50 años Goenjian et al, (2000)
En estos términos el individuo está en constante proceso de cambio, a las demandas del
entorno. Cuando estos recursos de adaptación no son eficaces para producir los
resultados esperados es cuando se identifica una “crisis”, que refiere un estado temporal
de desorganización, confusión e incapacidad para afrontar el medio Slaikeu, (1995)
Muchas son las circunstancias que pueden originar estos estados, unas propias del
crecimiento y desarrollo (crisis de los tres años, crisis de la adolescencia, crisis de la
edad madura, etc.), otras determinadas por algunos acontecimientos vitales que
adquieren gran significado para las personas, (matrimonio, nacimiento de un hijo,
fallecimiento de un ser querido, etc.), y finalmente aquellos que por su aparición
repentina y con un potencial o real riesgo para la integridad emocional o física para el
individuo, son las que pueden desembocar también en una crisis, como es el caso de los
desplazamientos. Slaikeu, (1995)
Señala Slaikeu (1995) que uno de los aspectos más evidentes de la crisis en los
desplazados, es la alteración emocional y el desequilibrio experimentado,
acompañándose también por sentimientos de cansancio, desamparo, inadecuación,
confusión, ansiedad, dificultades en su funcionamiento familiar y laboral así como
muchos síntomas físicos. Otro efecto de esta desorganización es la reducción de la
capacidad para defenderse, quedando en condiciones de vulnerabilidad emocional y
física. De allí que se haya identificado incremento en la aparición de enfermedades
producto, de esta situación Sandin et al, (1995)
Se pueden identificar algunos de estos aspectos en los hallazgos del Equipo Médicos del
Mundo [2000] en las que una de los principales experiencias del estado emocional de un
grupo de desplazados es la de sentirse diferente a como era antes, y la presencia de
frecuentes miedos injustificados. Aparecen también, en el 65% de los encuestados,
crisis de nervios, reacciones de agresividad y crisis de llanto en cerca de la mitad de los
adultos estudiados. Hay un cambio en el estado de alerta general observándose en este
sentido muchas alteraciones en el sueño como es dormir intranquilo y despertase
sobresaltado en el 69% de los adultos y en el 47% de los jóvenes. Como intento de
adaptación el 82% de ello buscan formas para olvidar lo ocurrido. Importante es la
perdida de la perspectiva al futuro que en el 70.4% de los adultos sienten que no pueden
esperar nada más adelante, y también producto de esta crisis, en una tercera parte de
ellos se identificó también una desmotivación por el trabajo.
Cabe desatar que la familia BO, dado, al hecho de ser expulsado de su tierra de manera
hostil, obtienen la figura de desplazado, por consiguiente, todo lo anterior señalado por
la literatura científica sobre el efecto psicológico del desplazamiento forzado le son
aplicado a esta familia y son consecuentes a los hallazgo en el presente dictamen
psicológico.
CONCLUSIONES
El perito psicólogo firmante del presente informe y teniendo encueta los puntos
solicitados en el cuestionario objeto del dictamen, ha redactado su contenido con
imparcialidad y con arreglo a su leal saber y entender, y a los principios de la
Psicología. Con todos los respetos al Sr MB y su familia, y al Juzgado xxxxxxxxx y a
todas aquellas personas, entidades y demás, que hacen parte de este proceso, son
emitidas las siguientes conclusiones:
PRIMERA: La familia BO, debido al evento traumático ocurrido en el año 2009 y
como consecuencia del mismo, sufrieron lo que se conoce como trastorno de estrés
agudo y en el caso particular del Sr MB además del anterior trastorno, sufrió Crisis de
pánico. Para el momento posterior del evento los síntomas propios de estos trastornos
se encontraban de manera aguda. En la actualidad mantiene algunos síntomas, pero, no
de forma significativa que deteriore por completo la salud mental de los evaluados. Hay
que aclarar, que posterior al suceso en mención la secuela traumática afectaba a la
familia en sus diferentes áreas, personal, laboral educativa (en caso de los hijos),
familiar y social. Dado al apoyo laboral y familiares, la familia BO ha podido superar
paulatinamente tal trauma, aun existiendo indicio de manera leve del trastorno de estrés
agudo.
En Ciudad, a xxxxxxxx.
DR. XXXXXXXXXXX
Psicólogo Forense.
Auxiliar de Justicia
______________________________
CC xxxxxxxx
Normatividad[39]:
DICTÁMENES PSICOLÓGICOS
Numero de radicación_________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
I. Yo ______________________________________________________________una
vez informado sobre los procedimientos que se llevarán a cabo, de la importancia de los
mismos para la valoración psicológica y las consecuencias posibles que se derivan de la
imposibilidad de practicar dicha valoración, otorgo de forma libre mi consentimiento
II. Como parte de la realización de esta valoración psicológico legal autorizo efectuar:
Si___ No____ Entrevista psicológica o protocolo de entrevista (en sentido del asunto a
tratar) necesaria para la realización de análisis forenses complementarios.
Si tiene(n) alguna duda sobre esta valoración psicológica y sus fines, puede
hacer preguntas en cualquier momento durante su participación en él. Igualmente, puede
retirarse del proceso en cualquier momento sin que eso lo perjudique en ninguna forma.
_______________________________________________________
Firma
_______________________________________________________
Firma
_______________________________________________________
Firma
NOTA: Tratándose de menores de edad, a los representantes legales se les debe hacer
esta declaración y solicitarle al menor si desea o no ser sometido a la evaluación,
cuando de ella se pueda desprender la incriminación a sus ascendientes o descendientes
hasta en el mismo grado de los adultos. Así lo recuerda el Tribunal Superior de Bogotá
en la sentencia de segunda instancia, del 19 de septiembre de 2012, bajo el radicado
110016000017200705093 01.
NORMATIVIDAD
Ley 1090 de 2006, artículo 2, (n 5º), 13, 36, 50, 52. Ley 1616 de 2013; artículo 6º,
numerales 13 y 14. Ley 1098 de 2006; artículo 3, 66. Artículo 34, 62, 1502, 1503,
1504, del Código Civil.
Las sentencias: T-760 de 2008, T-216 de 2008, T-653 de 2008, T-560 A de 2007, T-866
de 2006, T-1019 de 2006, T-866 de 2006, T-1019 de 2006, T-1229 de 2005, T-762 de
2004, T-1021 de 2003, T-850 de 2002, T-823 de 2002, SU- 337 de 1999, C-616 de
1997, C-309 de 1997, C-221 de 1994, T-401 de 1994, T-493 de 1993.
Álvarez – Correa, E. M., Moreno, C.A., Calvo, A. J. Et. Al. (1998). Desplazamiento
Forzoso Y Reubicación: Un Estudio De Caso. Santafé De Bogotá. Procuraduría
General De La Nación. Procuraduría Delegada Para La Defensa Del Menor Y De La
Familia. P 55 – 80.
Código Civil y Legislación Complementaria. Legis Editores. S. A., Bogotá. ISBN 958-
9042-074, actualizado a marzo de 2009.
Covelli, José y Rofrano, Jorge. “Daño psíquico, aspectos médicos y legales”. Dosyuna,
Ediciones Argentinas, 2008.
Orgilés, M., Méndez, X, Spence, S.H., Huedo-Medina, T.B. y Espada, J.P. (2009).
Versión española de la Escala de Ansiedad Infantil de Spence (Spence Children’s
Anxiety Scale; SCAS).
Sandin, B. Belloch, A., Sandin, B., Ramos, F. (1995) Manual De Psicopatología. Vol.
2. Madrid. Mcgraw-Hill. 1995. P 17
Tkaczuk, Josefa. “Daño Psíquico”. Edit. AD-HOC, Argentina, 2001. Citado en: Ching,
Ronald. “Propuesta de valoración del daño psicológico en materia de violencia
doméstica”. En: “Medicina Legal de Costa Rica online”, Vol. 20, No. 2, Septiembre,
2003. Disponible en: http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-
00152003000200006&lng=pt&nrm=iso&tlng=es (marzo 10 de 2011).
Vielma Mendoza, Yoleida. (S,F). Una aproximación al estudio del daño moral
extracontractual.
II Congreso Nacional de Responsabilidad Civil y Seguro, organizado por la Universidad
de Girona, España
[6] Artículo 22 de la Ley 906 de 2004 (C.P.P. SPOA): “Restablecimiento del derecho.
Cuando sea procedente, la Fiscalía General de la Nación y los jueces deberán adoptar
las medidas necesarias para hacer cesar los efectos producidos por el delito y las cosas
vuelvan al estado anterior, si ello fuere posible, de modo que se restablezcan los
derechos quebrantados, independientemente de la responsabilidad penal”.
[7] Rige para los delitos cometidos antes de la entrada en vigencia de la Ley 906 de
2004 (Sistema Penal Oral Acusatorio), con sujeción al proceso de implementación
establecido en el artículo 528 de la misma.
[9] Rige para los delitos cometidos con posterioridad al 1o. de enero de 2005, con
sujeción al proceso de implementación establecido en el Artículo 528 de la Ley 906 de
2004 (C.P.P. SPOA).
[10] Literal c, del artículo 11 “Derechos de las Víctimas”, de la Ley 906 de 2004 (C.P.P.
SPOA).
[12] Artículos 102, Ley 906 de 2004 (C.P.P.), modificado mediante Sentencia C-516-07
de la Corte Constitucional y por el artículo 86 de la Ley 1395 de 2010.
[13] Artículos 103, Ley 906 de 2004 (C.P.P.), modificado por el artículo 87 de la Ley
1395 de 2010.
[14] Artículos 105 y 106, modificados por los artículos 88 y 89, respectivamente, de la
Ley 1395 de 2010.
[16] Ibíd.
[20] Consultar sobre versión vigente en la página web del Instituto Nacional de
Medicina Legal y Ciencias Forenses, www.medicinalegal.gov.co o escribiendo a la
División de Normalización Forense del Instituto:
medilegalnormal2@medicinalegal.gov.co
[22] Los aspectos que se encuentren en letra cursiva, son las manifestaciones textuales
por las personas que están implicada en dicho dictamen. Para tal caso lo referido de
manera textual por el evaluado el Señor MB, se citará como él (evaluado), teniendo en
cuenta las diversas fuentes de información primaria. Las fuentes secundaria como
texto, libros, internet y otros, se utilizará la norma APA (Asociación Americana de
Psiquiatría; 6ta edición)
[24] Para efecto técnico-científico del presente dictamen psicológico, se detallan las
pruebas utilizadas en el señor MB y su familia. Con el fin, del que el legislador tenga
una idea de los instrumentos psicológicos utilizados en la pericia.
[26] JBO, es el hijo mayor de esta familia. Tiene 17 años de edad y actualmente
término el Bachillerato. Para la época, en el cual sucedieron los sucesos que se exponen
en el Rad [xxxxxx], JBO tenía aproximadamente 13 años de edad.
[27] ABO, es el segundo de los hijos de esta familia. Tiene 16 años de edad y
actualmente cursa noveno de Bachillerato. Para la época, en el cual sucedieron los
sucesos que se exponen en el Rad [xxxxxxxx], ABO tenía aproximadamente 12 años de
edad.
[28] APBO, es la tercera de los hijos de esta familia, tiene 12 años de edad y
actualmente cursa séptimo grado de bachillerato. Para la época, en el cual sucedieron
los sucesos que se exponen en el Rad [xxxxxxx], APBO tenía aproximadamente 9 años
de edad.
En remisión Total: Ya no existe ningún síntoma o signo del trastorno, pero todavía es
relevante desde un punto de vista clínico. No es lo mismo que recuperado.
[31] Eje I: define los trastornos clínicos y otros problemas que pueden ser objeto de
atención clínica.
[32] En el caso de no presentarse ningún trastorno del Eje I, este hecho debe codificarse
como Z03.2 [V71.09]. Si hay que aplazar un diagnóstico del Eje I hasta recoger alguna
información adicional, este hecho se codificará como R69 [799.9].
[33] Eje II: define los trastornos de la personalidad y el retraso mental. Un mecanismo
de defensa usado regularmente es identificado en este Eje.
[34] Cuando no se presenta ningún trastorno del Eje II, este hecho debe codificarse
como Z03.2 [V71.09]. Si hay que aplazar un diagnóstico del Eje II, pendientes de
recoger alguna información adicional, debe codificarse como R46.8 [799.9].
[35] Eje III: define cualquier trastorno físico o enfermedad medica que se presente
acompañado a un trastorno mental.
[36] Eje IV: se emplea para codificar los problemas psicosociales y ambientales que
contribuyen significativamente al desarrollo o la exacerbación del trastorno actual. Se
basa en la evaluación clínica del estrés que una persona. Se considera la magnitud del
cambio de vida que trae dichos estresores. Pueden ser positivos como negativos.
[37] Evaluación de la actividad global EEAG, incluye la opinión del clínico acerca del
nivel general de actividad del sujeto. Esta información es útil para planear el tratamiento
y medir su impacto, así como para predecir la evolución del sujeto. evaluado. El
funcionamiento se considera compuesto por tres áreas principales: Social, Laboral o
Psicológico. El EEAG está basado en una escala de 100 puntos, en la que el 100
representa el grado de actividad máxima en todas las áreas. (APA, 2002).
[38] NOTA: Cabe aclarar que en el Diagnostico Multiaxial se debe hacer un
diagnóstico de manera individual, pero, para efecto de este artículo se resumen los tres
niños en un solo diagnostico Multiaxial.
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42 Comments
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Vanesa dice:
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saludos
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Buenos Tardes
Dr. José Celedón, por medio de este artículo queda claro que los estudios
peritales en psicología son fundamentales para poder dar mayor claridad sobre
cómo valorar el daño psicológico y moral subjetivo de la población que ha sido
victima de cualquier tipo de violencia. Me parece que la recolecta de la
información por medio de diversidad de instrumentos o herramientas fortalece
los estudios sistemáticos en psicología jurídica y forense. Por lo anterior veo que
la psicología es de gran apoyo para hacer valer a los sujetos sus derechos y al
mismo tiempo dar mayor claridad al orden constitucional que los soporta.
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Saludos
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Muy buen trabajo. Me gusto mucho y me sirve para pensar mi práctica pericial,
teniendo en cuenta que en algunas oportunidades la exploración psicológica no
configura un “daño psíquico” per se, pero el padecimiento psíquico es innegable.
Siendo que muchos abogados recurren al argumento de que los psicólogos no
estamos facultados para emitir dictámenes en causas de daño moral. Muchas
gracias.
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Excelente trabajo, que nos sirve para orientar a los Fiscales y Jueces cuando,
muchas veces, creen que los psicólogos exageramos las consecuencias de los
hechos y del sentir de las personas. Gracias..
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Enrique Garcia Ruiz dice:
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Gracias por compartir con nosotros este documento, sin duda alguna es una
referencia que podemos utilizar en nuestra labor.
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Excelente artículo
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Gracias.
Extraordinario trabajo, muy util, para ampliar el conocimiento de como se debe
elaborar y analizar una expertivia de este nivel.
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Edna dice:
Buenos d[ias, felicito al colega por tan acusioso informe, de verdad toda mi
admiracion para usted. Me confunde un poco cuando se habla en el escrito sobre
la determinacion del dano moral subjetivo, ya que determinar esta situación no
compete a los peritos psicólogos ni psiquiatras sino a la autoridad judicial. al
respecto ha dicho la CSJ: ” al no ser el dano moral subjetivo cuantificable
pecuniariamente, escapa a toda regulacion por medio de peritos, de donde, ni se
precisa nombrarlos para ese efecto ni esperar sus resultados que habran de ser
necesariamente negativos”. CSJ sala de casacion, sentencia del 26 de agosto de
1982, ratificada en auto de febrero 4 de 2009 y en sentencia de casacion de
marzo de 2010, MP, Jose Leonidas Bustos.
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Edna dice:
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carmen dice:
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mil gracias…
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