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PREVENTIVA.
I. INTRODUCCIÓN.
A finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, en los países de América Latina
promovieron una serie de procesos de reformas procesales en sus sistemas procesales
penales, los cuales avanzaron sobre la necesidad de respeto a derechos fundamentales
de toda aquella persona que está sometida a la persecución penal, así se reemplazó los
caducos modelos inquisitivos por modelos de tendencia acusatoria, que en si es una
estafa de etiquetas, porque un sistema acusatorio busca proteger la libertad del
imputado, más no un resultado eficiente en la lucha contra la criminalidad. En palabras
del profesor FERRAJOLI, “Precisamente, se puede llamar acusatorio a todo sistema
procesal que concibe al juez como un sujeto pasivo rígidamente separado de las partes
y al juicio como una contienda entre iguales iniciada por la acusación, a la que compete
la carga de la prueba, enfrentada a la defensa en un juicio contradictorio, oral y público
y resuelta por el juez según su libre convicción”2.
1
Actualmente con Pasantía internacional en la Universidad de Antioquia (Medellín – Colombia);
Estudiante de Derecho de la Universidad Continental.
2
Ferrajoli, Luigi, Derecho y Razón, Teoría del Garantísmo Penal, Ed. Trotta 1995, Madrid. Pág. 564
Sucede que, “el Fiscal solicitará al Juez de investigación preparatoria o Juez de Control
de Garantías imponer una medida de cautelar en nuestro Código procesal penal, o una
medida de aseguramiento de acuerdo a la legislación procesal colombiana, indicando la
persona, el delito, los elementos necesarios para sustentar la medida y su urgencia, los
cuales se evaluaran en audiencia permitiendo a la defensa la controversia pertinente.
Escuchados los argumentos del fiscal y la defensa, el juez emitirá su decisión.” Dentro
de la práctica se olvidan de realizar la aplicación del principio de proporcionalidad y lo
más grave es que han convertido en una regla la prisión, cuando la regla es la libertad
y la excepción es la prisión.
Prisión preventiva, según Hobbes, no es una pena sino un, “acto hostil” contra el
ciudadano, como “cualquier daño que se le obligue a padecer a un hombre al
encadenarlo o al encerrarlo antes de que su causa haya sido oída, y que vaya más allá
de lo que es necesario para asegurar su custodia, va contra la ley de naturaleza3”
El Tribunal Constitucional Peruano ha establecido que: “La prisión preventiva tiene como
última finalidad asegurar el éxito del proceso. No se trata de una medida punitiva, por lo
que, mediante ella, no se adelanta opinión respecto a la culpabilidad del imputado en el
ilícito que es materia de acusación, por cuanto ello implicaría quebrantar el principio
constitucional de presunción de inocencia. Se trata de una medida cautelar, cuyo
objetivo es resguardar la eficiencia plena de la labor jurisdiccional”4
Dentro de la doctrina nacional Peña Cabrera, precisa que "La prisión preventiva es una
medida de coerción procesal valida, cuya legitimidad está condicionada a la
concurrencia de ciertos presupuestos (formales y materiales), que debe tomar en cuenta
el Juzgador al momento de decidir la medida, que se encuentran taxativamente
3
Citado por Ferrajoli, Luigi (1995). Derecho y Razón. Teoría del Garantísmo Penal (1ª ed.). Madrid:
Trotta, III.9, § 38. Pg. 551
4
Sentencia emitida en el Expediente N° 1567-2002-HC/TC, FJ. 2, del 05 de agosto de 2002.
previstos en las normas que modulan su aplicación"5 así como también Reyes Alvarado,
“define a la prisión preventiva como la medida cautelar de carácter personal, cuya
finalidad acorde con su naturaleza es la de garantizar el proceso en sus fines
característicos y cumplimiento de la futura y eventual pena que pudiera imponerse”6.
En la Doctrina Internacional, y muy restada por supuesto está el Profesor Binder, que al
respecto, nos dice que no sería admisible constitucionalmente la prisión preventiva sino
se dan otros requisitos (además de la existencia del hecho y de la participación del
imputado en él): los llamados "requisitos procesales". Agrega, que estos requisitos se
fundan en el hecho de ese encarcelamiento preventivo sea directa y claramente
necesario para asegurar la realización del juicio o para asegurar la imposición de la
pena7.
La postura que acojo es la planteada por el Profesor Ferrajoli, en el que postuló que, se
debe llevar un proceso sin prisión provisional, porque así no solamente se asegura la
dignidad del ciudadano presunto inocente, sino también y sobre todo, por necesidades
procesales, para que quede situado en pie de igualdad con la acusación. Acepta
también que existe la posibilidad que el imputado libre altere las pruebas, pero contesta
señalando que ningún valor o principio puede satisfacerse sin costos, que el sistema
penal debe estar dispuesto a pagar, si quiere salvaguardar su razón de ser8.
Para establecer las bases ahora señalo los antecedentes la prisión preventiva,
porque como instituto procesal, al igual que otros, encuentra sus orígenes en el derecho
romano. No obstante, hasta el Siglo XVIII, se consolida la pena privativa de la libertad
en su sentido actual de pena, consistente en el propio internamiento de un sujeto en un
establecimiento penitenciario. Antes del siglo XVI, la prisión fue un medio cultural que
existía para custodiar a quienes iban a ser juzgados; la cárcel no se dirigía al castigo,
sino “ad continendos homines”9.
En la edad media por lo menos dos factores hacían inocua la privación de la libertad,
pero esta inocuidad se miraba sobre todo desde el punto de vista económico. En la
época de la esclavitud el control penal, (Derecho Penal Privado), sobre sus esclavos le
correspondía al Señor y Dueño; no se podía privar a quien ya estaba privado, de un
lado, y del otro, se afectaba directamente al Señor y Dueño del trabajo de su súbdito.
Que dan origen a la aparición y proliferación por toda Europa de las llamadas “Casas de
Corrección”10, las que pretenden aprovechar la mano represada representada por la
fuerza de delincuentes, mendigos y prostitutas.
5
Peña Cabrera, Alonso Raúl, en EXEGESIS DEL NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL, Primera Edición,
Editorial RODHAS, Lima 2007, Pg. 712.
6
Reyes Alvarado, Víctor Raúl. Las medidas de coerción procesal personal en el NCPP del 2004. En:
Actualidad Jurídica N° 163. Gaceta Jurídica. 2007. Pg. 183.
7
Binder M. Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ad Hoc S.R.L. Abril, 1993. Pg. 198
8
Ferrajoli, Luigi, Derecho y Razón, Teoría del Garantísmo Penal, Ed. Trotta 1995, Madrid. Pgs. 555 a 559
9
Mir Puig Santiago, Derecho Penal parte General, Editorial B de F. Buenos Aires, Séptima edición, Pág.
675.
10
Mir Puig Santiago, Derecho Penal Parte General, Editorial B de F. Buenos Aires, Séptima edición, pág.
677.
2.1. La Prisión Preventiva en el Derecho Internacional de Derechos humanos.
En el Artículo 268° del código procesal penal (Decreto Legislativo 957 de 2004), dispone
que el juez, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar mandato de prisión preventiva,
si atendiendo a los primeros recaudos sea posible determinar la concurrencia de los
siguientes presupuestos: a) Que existen fundados y graves elementos de convicción
para estimar razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado como
autor o partícipe del mismo, (Lo que la doctrina denomina FUMUS BONUS JURIS). b)
Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena privativa de libertad,
ello implica, un análisis preliminar de la pena concreta que habría de imponerse al
procesado si fuere el caso, no solo a partir de la pena básica o conminada por la ley
penal, sino la que podría aplicársele realmente, teniendo en cuenta los eventuales
atenuantes y/o agravantes que hubieren, así como los elementos personales señalados
por los artículos 45 y 46 del Código Penal. Y c) Que el imputado, en razón a sus
antecedentes y otras circunstancias del caso particular, permita colegir razonablemente
que tratará de eludir la acción de la justicia (peligro de fuga) u obstaculizar la
averiguación de la verdad (peligro de obstaculización)."
11
O`Donnell, Derecho Internacional de los Derechos Humanos, citando al Comité de Derechos Humanos
en el caso W.B.E. c. Países Bajos, párr 6.3 (1992); Mukong c. Camerún, párr. 9.8 (1994)
12
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Tercer informe sobre Colombia. En: “Derechos
Humanos en Colombia”. Bogotá: Comisión Colombiana de Juristas, 1999. p. 371.
preventiva. Esta última jurisprudencia solucionó muchos problemas que surgían de la
interpretación de las normas que regulan la prisión preventiva.
El plazo máximo de la prisión preventiva es de hasta 9 meses – Artículo 272 del CPP, y
en los procesos complejos: No más de 18 meses. Los cuales pueden prolongados de
acuerdo al artículo 274 del C.P.P. El cómputo de la privación de la libertad es desde el
primer momento en que el procesado es intervenido policialmente, a partir de la fecha
en que fue privado materialmente de su libertad. Sobre ello: Exp. Nº 00915 – 2009 -
PHC/TC sentencia del 24 de junio del 2009 - Caso Córdova Aguirre y Exp. Nº 03631 -
2009 - PHC/TC sentencia del 24 de noviembre del 2009, Caso Guillermo Villar
Egúsquiza; tema que no entraremos a analizar en esta oportunidad.
La prisión preventiva es sin duda la más grave y polémica de las resoluciones que el
órgano jurisdiccional puede adoptar en el transcurso del proceso penal. Mediante su
adopción se priva al imputado de su derecho fundamental a la libertad, en un prematuro
estadio procesal en el que, por no haber sido todavía condenado, se presume su
inocencia13
13
Gimeno Sendra, V. «Prólogo» a la obra de Asencio Mellado, J.M., La prisión provisional, Civitas,
Madrid, 1987, p. 21.
una prisión preventiva compatible con la presunción de inocencia de acuerdo con los
fines perseguidos por ella, no sería de acuerdo con el principio de proporcionalidad
razonable […]14
Entonces afirmó que para la prisión preventiva, ningún fin legitima su uso y que lo ideal
sería que respeto a la presunción de inocencia no hubiera detención preventiva; en esa
perspectiva, la privación de libertad solo podría ser factible una vez proferida y
ejecutoriada la sentencia condenatoria, tal como también plantea esa postura el profesor
Ferrajoli, además que no tiene fines de carácter procesal, pues persigue la prevención
especial negativa que corresponde a uno de los fines que se siguen a través de la pena
privativa de libertad la prisión preventiva le corresponde a los fines de la pena. Entonces
no es compatible este derecho con los artículos regulados para determinar la prisión
preventiva.
El artículo Vl. Del título preliminar del C.P.P. regula que: “Las medidas que limitan
derechos fundamentales, salvo las excepciones previstas en la Constitución, sólo
podrán dictarse por la autoridad judicial, en el modo, forma y con las garantías previstas
por la Ley. Se impondrán mediante resolución motivada, a instancia de la parte procesal
legitimada. La orden judicial debe sustentarse en suficientes elementos de convicción,
en atención a la naturaleza y finalidad de la medida y al derecho fundamental objeto de
limitación, así como respetar el principio de proporcionalidad”.
14
Citado por Gonzalo Del Río Labarthe en Temas penales en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional
Anuario de Derecho Penal 2008, “La prisión preventiva en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional”
Pg. 102
15
Rodríguez Llobet, Javier. "Presunción de inocencia y proporcionalidad de la detención preventiva en el
Nuevo Código de Procedimiento Penal colombiano", en Velásquez Velásquez. Fernando. Derecho penal
liberal y dignidad humana. Libro Homenaje al Dr. Hernando Londoño Jiménez, Bogotá, D. C., Temis,
2005, p. 361.
observa que nadie hace un análisis de proporcionalidad o aplica el test de
proporcionalidad para poder limitar un derecho fundamental de una persona, no solo
estamos hablando de la prisión preventiva (que limita el derecho a la libertad), sino de
muchas otras más medidas en el que se limita un derecho fundamental a aquella
persona sometida a un proceso penal (ejemplo, allanamiento, obtención de muestras
corporales, interceptación de comunicaciones, etc.). Entonces los artículos que regulan
la prisión preventiva, no es compatible con este principio, por cuanto simplemente se
limitan a exigir el cumplimiento de ciertos requisitos sin antes hacer un análisis de
proporcionalidad.
El artículo IX. Del título preliminar del C.P.P. regula que: Toda persona tiene derecho
inviolable e irrestricto a que se le informe de sus derechos, a que se le comunique de
inmediato y detalladamente la imputación formulada en su contra, y a ser asistida por
un Abogado Defensor de su elección o, en su caso, por un abogado de oficio, desde
que es citada o detenida por la autoridad. También tiene derecho a que se le conceda
un tiempo razonable para que prepare su defensa; a ejercer su autodefensa material; a
intervenir, en plena igualdad, en la actividad probatoria; y, en las condiciones previstas
por la Ley, a utilizar los medios de prueba pertinentes. El ejercicio del derecho de
defensa se extiende a todo estado y grado del procedimiento, en la forma y oportunidad
que la ley señala.
Por lo que continuando con este análisis tal como postula el profesor Ferrajoli, citado
anteriormente, se debe llevar un proceso sin prisión provisional, lo cual asegura que la
persona seencuentre en igual posibilidades para poder defenderse frente a la acusación
del fiscal; agregado a esto que el fin de la prisión preventiva es distorsionada por cuanto
pretende proteger a la sociedad (prevenir de futuros delitos) cuando lleva al investigado
a la cárcel, fin que es legítimo de la pena. Entonces se concluye que los artículos de la
prisión preventiva no son compatibles con este principio “porque, el hombre es un fin en
sí mismo y no puede ser utilizado como un medio para alcanzar fines generales.
3.2. Prevalencia.
El artículo IX. Del título preliminar del C.P.P. regula que: Las normas que integran el
presente Título prevalecen sobre cualquier otra disposición de este Código. Serán
utilizadas como fundamento de interpretación.
Al respecto se puede afirmar que las normas que regulan la prisión preventiva no son
compatibles con los demás principios del título preliminar, por cuanto de análisis de los
demás principios se observó que no existe una concordancia y respeto por estos
principios rectores.
IV. El Test de Proporcionalidad como medio para Determinar una Prisión
Preventiva.
Señala Vélez Osorio, que en el anhelo de introducir un sistema procesal a través del
cual se fortalecieran las funciones de la fiscalía y se consiguiera de esta manera un
resultado más eficiente en la lucha contra la criminalidad se llevó a que la reforma
procesal, a pesar de los fundamentos garantistas, se convirtieran en un sistema en
busca de eficientismo, por ello la restricción de la libertad siempre fue su objetivo16.
16
Luis Gonzaga Vélez Osorio, otra cara del sistema acusatorio colombiano: el menosprecio de la libertad
y la consolidación del autoritarismo penal, Revistas Estudios de Derecho de la Universidad de Antioquia
VOL. 67, NÚM. 149 (2010).
17
STC 03784-2008/HC, de 06 de enero (Caso Rodríguez Huamán).
proporcional, hecho que nos preocupa por lo que ahora trataremos de explicar la
necesidad de aplicar el test de proporcionalidad en la prisión preventiva.
18
STC N° 0010-2002-AI, f.j. 195
pedido de prisión preventiva, y los Jueces realizarían una evaluación estricta del test.
Fruto de ese ejercicio seria la disminución la sobrepoblación carcelaria.
19
Bernal Pulido Carlos, El principio de proporcionalidad y los derechos fundamentales, Centro de
Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2003, p. 757 y ss
20
Prieto Sanchís Luis, La limitación de los derechos Fundamentales”/ “El juicio de ponderación
constitucional, Editor Carbonell, M., (2008) El Principio de Proporcionalidad y la Interpretación
constitucional. Quito, Imprenta W&M gráficas, Pg. 112
Proporcionalidad se somete el caso concreto a 3 exámenes que son: 1) Examen de
idoneidad. 2) Examen de necesidad 3) Examen de proporcionalidad en sentido estricto
o ponderación.
El Tribunal Constitucional explica que este principio está íntimamente vinculado al valor
justicia y está en la esencia misma del Estado Constitucional de Derecho. Se expresa
como un mecanismo de control o interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos
en el uso de las facultades discrecionales, y exige que las decisiones que se toman en
ese contexto, respondan a criterios de racionalidad, y que no sean arbitrarias21;
constituyéndose de esta manera en un parámetro indispensable de constitucionalidad
para determinar la actuación de los poderes públicos, sobre todo cuando afectan el
ejercicio de los derechos fundamentales22.
El día 20 de agosto del 2016 aproximadamente a las 02:00 horas, ingresan cuatro
sujetos encapuchados a las instalaciones de la empresa chocolatitos s.a., que se
encuentra ubicado en la av. Grau N° 355 centro de lima, los sujetos reducen al personal
de seguridad y durante 30 minutos buscan objetos de valor; no habiendo encontrado
más que chocolates; revisan el bolsillo del pantalón a los dos personales de seguridad
que tenían reducidos, revisión en el que encuentran que cada uno tenía dos celular y
una billetera. El dueño de la empresa a través de las cámaras de seguridad en tiempo
real desde su domicilio había observado esos hechos, de inmediato avisó a la policía a
fin de que intervenga a los cuatro sujetos que habían ingresado a su empresa y que
habían reducido al personal de seguridad; la policía trata de intervenirlos pero esto se
fugan del lugar, cuando la policía estaba, se fugan en un auto color blanco de placa
WD22E5F, por lo que realizan un operativo y aproximadamente en una hora de
operativo, en Zarate detienen a dos sujetos que se encontraban en el vehículo blanco
de placa WD22E5F. En el vehículo que intervienen encuentran cuatro celulares,
dosbilleteras, dos pasamontañas, una cinta de embalaje, cuatro guantes quirúrgicos,
una cuerda de nailon y un arma de fuego.
La policía lleva a los detenidos a la fiscalía, sus nombres de los detenidos son Periquito
de los palotes y Juan Quispe. La fiscalía después de hacer las diligencias necesarias
decide formalizar la investigación contra Periquito de los palotes y Juan Quispe por el
delito de Robo agravado tipificado en los artículos 188° y 189° numeral 3 y 4. Después
de formalizar la investigación la fiscalía solicita la prisión preventiva de estas dos
personas, con los siguientes fundamentos:
21
Caso Espinoza Soria. STC Exp. Nº 01803-2004-AA/TC del 25 de agosto de 2004, f. j. 11
22
Caso del control a la reforma del régimen de pensiones. STC Exp. Nº 0050-2004-AI/TC del 3 de junio
de 2005, f. j. 109.
Como fundados y graves elementos de convicción, se llega acreditar que los señores
posiblemente participaron de ese hecho ilícito en calidad de autores.
Sobre el peligro de fuga, se acredito por la defensa que los señores tienen arraigo
Familiar y Laboral, y no hay otras circunstancias por el que la podría fugarse del esta
ciudad.
23
Lopera Mesa, G. P. (2006). Principio de proporcionalidad y ley penal. Madrid: Centro de Estudios
Políticos y Constitucionales Pg. 409 - 432
ese fin específico que quiere alcanzar con esta medida a efectos de poder pasar este
primer filtro.
En el caso planteado vamos a suponer que la fiscalía indicó cuál es el fin específico que
va lograr con esta medida (proteger a dos testigo que vieron y reconoció el rostro de
estas cuatro personas que participaron en el supuesto hecho delictivo); así tendríamos
que el caso pasó el filtro de idoneidad, porque de no pasar el filtro de idoneidad no se
llegaría a analizar este segundo sub principio, y en conclusión la medida sería
desproporcional.
Para continuar con este ejercicio vamos a suponer que, el caso pasó el primer filtro,
entonces ahora correspondería analizar si esa medida idónea es la única o existen otras
medidas menos lesivas respecto al derecho que se va limitar, pero que alcance el fin
por el que se dicta la medida. En el caso planteado, el fin es proteger a dos testigos que
reconocieron el rostro de los cuatro sujetos que participaron en el supuesto hecho
delictivo, esto cuando ellos salían de la empresa chocolatitos s.a., que se encuentra
ubicado en la av. Grau N° 355 centro de lima, los testigos reconocieron los rostros
porque esto se habían quitado las capuchas en la calle, y la fiscalía argumenta que estos
dos testigos serían intimidado y no declararían, porqué cerca al lugar de los hechos
venden emoliente.
Para mejor análisis vamos a preguntarnos ¿Periquito de los palotes y Juan Quispe,
estando en la cárcel, podrán intimidar a esos dos testigos?, la respuesta es más que
evidente estando o no en la cárcel esos testigos podrían ser intimados por otros
familiares, pero ellos directamente quizá no podrán intimidar a esos dos testigos. Así
24
sentencia C-822 de 2005 Magistrado Ponente: Dr. Manuel José Cepeda Espinosa, Referencia:
expediente D-5549
25
Gloria Lopera M, Principio de proporcionalidad y control constitucional de las leyes penales
Universidad Eafit (Medellín, Colombia), revista Jueces para la Democracia N° 53, 2005, Pg. 275
que surge la siguiente pregunta, ¿si determinan una comparecencia con restricciones
para Periquito de los palotes y Juan Quispe, estos podrán intimidar a esos dos testigos?,
la respuesta es simple y de igual forma que la anterior, si se trata de intimidar esos
testigos, hasta un familiar podría realizar eso, pero directamente con esta medida
Periquito de los palotes y Juan Quispe no podrá intimidar a esos testigos porque en esas
restricciones se indicará que no debe frecuentar determinados lugares, como el trabajo,
la casa y otros lugares donde frecuentan esos testigos. Entonces se llega a la conclusión
que existe otra medida menos lesiva que la prisión preventiva, esta medida es la
comparecencia con restricciones y que de igual forma alcanza el fin que se pretende;
por lo que la medida solicitada por la fiscalía no sería proporcional y en consecuencia
no debería ser amparada.
Por lo que en el ejercicio práctico debe existir proporcionalidad entre dos pesos o
intensidades: el primero, aquel que se encuentra en la realización del fin de la medida
examinada que limita un derecho fundamental; y el segundo, aquel que radica en la
26
sentencia C-822 de 2005 Magistrado Ponente: Dr. Manuel José Cepeda Espinosa, Referencia:
expediente D-5549.
27
Prieto Sanchís L., El juicio de ponderación constitucional, Editor Carbonell, M., (2008) El Principio de
Proporcionalidad y la Interpretación constitucional. Quito, Imprenta W&M gráficas, Pg. 112
afectación del derecho fundamental de que se trate; es este último lo que constituye el
test de proporcionalidad en sí que constituye 3 pasos fundamentales que son:
De este modo, en primer lugar, puede decirse que su alcance es considerable, teniendo
en cuenta todas las posiciones ius fundamentales que se restringen con la privación de
la libertad y su ejecución en un establecimiento carcelario peruano, que actualmente
está en una crisis.
2.- Definir la importancia de la satisfacción del principio que juega en sentido contrario.
El caso planteado no nos permitirá analizar estrictamente este subprincipio, pero para
poder dar una idea sobre la evaluación que se realiza, esta sentencia de la Corte
Constitucional Colombiana, la sentencia C-822 de 200528, nos ayuda a aclarar el
panorama; indica que la proporcionalidad en sentido estricto exige que se sopesen, por
un lado, entre otros factores, (i) la gravedad del delito -teniendo en cuenta para ello, la
pena prevista, (ii) el número de víctimas y su vulnerabilidad, (iii) la importancia del bien
jurídico tutelado, (iv) el impacto que tendría para los derechos de las víctimas y para el
interés general en que se sancione a los responsables de un delito, el hecho de que se
negara la práctica de la inspección corporal, y (iv) el valor probatorio de la evidencia
material buscada a la luz del programa de investigación; y, por el otro lado, (v) el grado
de incidencia de la inspección corporal en los derechos del individuo, teniendo en
cuenta, entre otros factores (a) el tipo de medida cuya autorización se solicita, (b) la
parte del cuerpo sobre la que recae, (c) el tipo de exploración que tal medida implica (si
requiere el empleo de instrumental médico, si supone algún tipo de incisión en la piel, la
necesidad de emplear anestesia general, etc.), (d) la profundidad y duración de la
inspección, (e) los efectos y riesgos para la salud del individuo, (f) la necesidad de
cuidados especiales después de que se realice la inspección, etc.
28
sentencia C-822 de 2005 Magistrado Ponente: Dr. Manuel José Cepeda Espinosa, Referencia:
expediente D-5549.
constitucionalidad a través del Principio de Ponderación, no sólo teniendo en cuenta los
factores ya expresados, sino teniendo mucho tacto con el deber objetivo de cuidado,
que se requiere a la hora de permitir determinada diligencia que afecte de manera grave
los Derechos Fundamentales de las personas. Pero antes que el Juez realice este
ejercicio, el primer funcionario defensor de la legalidad (Fiscal) debería de haber
analizado para que en audiencia pueda sustentar su pedido haciendo una explicación
analítica del principio de proporcionalidad.
Conclusiones:
Tercera Conclusión: Los artículos que regulan la prisión preventiva no concuerdan con
los principios procesales que son la base de la legislación, por lo que teniendo ese
problema hay una gran afectación de derechos fundamentales es aún mayor esa
afectación si no están respetando el principio de proporcionalidad cuando se va restringir
un derecho fundamental,
Bibliografía:
Binder M. Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ad Hoc S.R.L. Abril, 1993.
Ferrajoli, Luigi, Derecho y Razón, Teoría del Garantísmo Penal, Ed. Trotta 1995, Madrid.