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Los 'primos' se imponen en

su batalla legal con Zumosol:


"Éramos 38 trabajadores
contra una multinacional"
Los empleados de Zumos Palma, propietaria de la marca de
zumos, llegan a un acuerdo con la empresa tras casi un año
encerrados en la fábrica

Los trabajadores de Zumos Palma, durante su encierro en la fábrica.Gogo


LobatoMUNDO
Los trabajadores encerrados en la fábrica de Zumosol en Palma
del Río (Córdoba) han llegado a un acuerdo con Zumos Palma
y Toksцz, las dos empresas con las que llevaban casi un año
enfrentadas. Los empleados abandonarán la factoría, que podrá
retomar la actividad, y les pagarán la indemnización por
despido improcedente y, además, se han comprometido a
abonarles también los salarios que les deben antes del 28 de
febrero de 2023.
"Ha costado sangre, sudor y lágrimas", celebra Fernando
Trujillo, uno de los trabajadores afectados y delegado sindical
de CCOO. Ahora, reconoce, "los ánimos están por las nubes
después de tantas penurias", pero no ha sido fácil llegar a esta
victoria. Ha pasado más de un año desde que comenzó el
calvario -todo empezó en noviembre de 2021- y más de 11
meses desde que dieron inicio a sus protestas.

Durante todo este tiempo estuvieron encerrados en la fábrica,


pero también atrapados en un laberinto empresarial, judicial
y burocrático. Zumosol es una marca que creó Pascual, pero
hace tiempo que esta firma no tiene nada que ver con ella:
ahora es propiedad de Zumos Palma. Y ésta, por su parte,
pertenece al grupo turco de inversión Toksцz Grup Sanovel. Sin
embargo, no explotaba la parte de exprimido de la fábrica
-también hay una de envasado que desde 2019 es propiedad de
LGC Fruit-, sino que lo alquilaba a una tercera empresa, la
brasileña Citrosuco.

Cuando terminó el último acuerdo entre turcos y brasileños,


Zumos Palma presentó un ERTE y buscó un comprador para la
fábrica. Finalmente quien decidió comprarla fue la sevillana
Central Andaluza de Gestión y Suministros Plásticos, S.L.
(Cegeplas), una compañía sin experiencia en el sector y un
capital social de apenas 3.000 euros. El 10 de noviembre los
trabajadores de la fábrica fueron dados de baja en la Seguridad
Social por Zumos Palma y Cegeplas les dio de alta, pero poco
más de dos semanas después rompe el contrato y también da de
baja -de forma retroactiva- a los empleados.
El 20 de diciembre se encerraron en la fábrica para denunciar lo
que consideraban una liquidación mediante una empresa
pantalla. También pedían que se les reembolsasen seis
nóminas que se les debían por un ERTE que después fue
considerado ilegal. Ahora han llegado a este acuerdo que
reconoce el despido improcedente -ya se les ha abonado- y por
el que Zumos Palma y Toksцz se comprometen a pagar esos seis
meses de salario.
"Que tengamos un poquillo de dinero en la cuenta la verdad es
que da mucho alivio", reconoce Trujillo. "Podemos tapar
muchos agujeros, porque hemos recibido préstamos de todos
lados y ahora hay que devolverlos". Durante los primeros meses
de su encierro en la fábrica y el laberinto no podían cobrar
prestación por desempleo porque, a todos los efectos, no
habían sido despedidos. Finalmente consiguieron que
Inspección de Trabajo verificase que la fábrica no tenía
actividad y pudieron acceder al paro.

De todos modos, el trabajador también celebra "la satisfacción


de verle una recompensa a la lucha" antes de recordar que han
pasado "un año sin parar, ni física ni mentalmente": "Te da una
tranquilidad muy grande". "Si nos hubiéramos quedado en
nuestras casas, difícilmente hubiéramos podido conseguir
todo esto", reflexiona apenas horas después de firmar el
acuerdo.
Un trabajador de Zumos Palma, durante su encierro en la fábrica.Gogo LobatoMUNDO

Durante todo este tiempo, las 38 personas afectadas se


turnaban para no dejar nunca sola la fábrica, en la que
hacían vida y noche. En su campamento improvisado en el
aparcamiento de la fábrica compartían la comida y las horas y,
según denunciaban, sufrían tanto frío y lluvia como uno de los
veranos más calurosos de la historia.
"Éramos 38 trabajadores y trabajadoras contra una
multinacional: era la batalla de David contra Goliat", ilustra el
sindicalista. "Al principio no teníamos muchas esperanzas de
poder tumbarlo". Ahora se alegra de haberlo hecho -"poquito a
poco y con la ayuda de muchísima gente"- porque su victoria es
un acuerdo extrajudicial. "Sin la lucha la empresa nunca habría
intentado llegar a este acuerdo con nosotros y habríamos
tenido que llegar a juicio y esperar un año, porque la justicia,
desgraciadamente van lenta y habrían dilatado los procesos
todo lo que hubieran podido", detalla. "Hay que pelear, no hay
más remedio; si no, te comen”.
Preguntas:
1. ¿Cuál ha sido el origen del conflicto?
2. ¿Qué pedían los trabajadores?
3. ¿Crees que el empresario podría haber decretado un cierre
patronal? ¿Por qué?
4. Busca información y explica lo que es una empresa pantalla.
5. En tu opinión, ¿crees que ha merecido la pena el esfuerzo de los
trabajadores y es justo el acuerdo al que han llegado?

1. Despidieron a todos los trabajadores, sin pagarles lo que les debían de 6 meses y sin ERTE.
2. Los trabajadores pedían que les pagaran lo que les debían.
3. Sí, la empresa dejó tirados a sus trabajadores dándoles de baja en la seguridad social y en un
ERTE que después resultó ser ilegal quedándose con el dinero que les debían. Al no decretarlo
como debía ser no pudieron acceder al paro ni a ningún tipo de pago ya que o cialmente seguían
trabajando, por lo que tenían que haber hecho bien las cosas desde primera hora.
4. Es una compañía que sirve como vehículo para diferentes operaciones empresariales sin tener
ella misma activos signi cativos u operaciones propias. Las empresas fantasma no son ilegales en
sí, y pueden tener objetivos empresariales legítimos. Sin embargo, son un componente importante
de la economía sumergida, especialmente de aquella basada en paraísos scales.
5. Si ha merecido la pena ya que han conseguido lo que los trabajadores querían, que era recibir el
dinero que era suyo por trabajar durante 6 meses.

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