Alumna: Lazaro Huerta Flor Violeta

COMENTARIO A LA LECTURA “FACULTADES DE LA ADMINISTRACIÓN

TRIBUTARIA EN MATERIA DE DETERMINACIÓN DE TRIBUTOS”

La administración tributaria es el ente administrativo del estado encargado de

recaudar una porción de la riqueza generada por sus administrados, por lo que se
confiere determinadas facultades y prerrogativas que le permitan determinar la
obligación tributaria y recaudar el crédito así determinado, proceso que comprende
una serie de actos, tales como la declaración, verificación, complementación,
enmienda, fiscalización y posterior liquidación del tributo.

Entendemos por determinación al acto o conjunto de actos destinados a establecer

en cada caso concreto, la configuración del presupuesto de hecho del tributo, así
como también la base imponible y la cuantificación de la obligación, ello siempre y
cuando exista un crédito tributario. Cabe recalcar que, para la determinación de la
obligación tributaria, el estado peruano se enmarca dentro de la teoría declarativa,
haciendo cierta una obligación tributaria preexistente. Para lo cual vincula dos
situaciones en particular, la primera en la que el nacimiento de la obligación
tributaria genera un crédito a favor del sujeto activo, es decir del estado y la segunda
en la que el sujeto activo exige el crédito a los administrados.

Ahora bien, lo controversial de ello, es que estos deberes/poderes otorgados por el

estado a la administración tributaria colisionan legalmente con los deberes/poderes
de los administrados, de manera que, para que exista armonización en el sistema,
los operadores jurídicos deben establecer cuál es el contenido esencial de los
deberes/poderes de similar status en conflicto.

Siendo que para el autor la Administración Tributaria debe estar dirigida hacia la
búsqueda del equilibrio entre la recaudación rápida y eficaz, y la debida protección
de los derechos individuales de los administrados.

Teniendo en cuenta ello, considero que dejarle a la administración tributaria, la

posibilidad de volver a determinar o reliquidar obligaciones tributarias debe estar
restringida a situaciones graves previstas en la ley y no contemplarse como una
posibilidad abierta a ejercer por la Administración.