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El aprendizaje y la memoria permiten que los animales interactúen con más éxito con su

entorno variable, impredecible y no pocas veces, adverso. Preservar el medio interno es una
función de todo el organismo, en especial del Sistema Nervioso y del Sistema
Endocrino. Dentro del Sistema Nervioso se destaca, en relación con estas funciones, el
Sistema Límbico o Cerebro Emocional.

Esta importante área del cerebro no sólo participa en el control de la homeostasis, sino que
nos dice qué parte de nuestra experiencia resulta placentera y cuál angustiante o
dolorosa. De modo que podemos acercarnos a lo agradable y alejarnos de lo que no lo
es. Más importante aún, el Sistema Límbico desencadena una serie de eventos que pueden
dejar huellas, consolidar memoria acerca de los hechos y circunstancias evaluadas por él,
que son potencialmente importantes en el futuro.

Plasticidad, una propiedad del Sistema Nervioso

El Sistema Nervioso tiene la propiedad de modificarse como consecuencia de su propia


actividad. Continuamente está analizando y elaborando respuestas a la información
cambiante que le llega desde la periferia. A esta potencialidad del Sistema Nervioso se le
conoce como neuroplasticidad.

La plasticidad neuronal se refiere a la capacidad del sistema nervioso, especialmente del


cerebro, para cambiar y adaptarse estructural y funcionalmente en respuesta a la
experiencia y al aprendizaje. Este fenómeno subyace en la capacidad del cerebro para
remodelar sus conexiones neuronales, ajustar la fuerza de las sinapsis y, en algunos casos,
generar nuevas neuronas.

En condiciones fisiológicas, el incremento de la actividad nerviosa está determinado por el


procesamiento de la información a partir de los cambios energéticos que se producen tanto
en el medio interno como en el medio externo.
En gran medida su estructura y funcionamiento van a dependiente de la experiencia, lo cual
es en principio la base para el desarrollo de las capacidades de aprendizaje y memoria que
en el ser humano.

Sinapsis

La neuroplasticidad tiene lugar en diferentes niveles de organización de la materia y los


acercamientos experimentales a ella van desde estudios conductuales hasta los análisis de
actividad y expresión de proteínas. Probablemente, en muchas de las formas de plasticidad,
si no en todas, subyacen modificaciones en las conexiones de los circuitos neurales
implicados.
La sinapsis es un tipo de unión celular sumamente especializada y constituye el sitio físico
que sirve de puente para el paso de información de una neurona a otra. Las neuronas no
sirven al Sistema Nervioso, si no están adecuadamente conectadas entre sí. Las sinapsis
posibilitan que las diferentes partes interactúen funcionalmente, y de esa interacción surge
el Sistema Nervioso. En esta importante estructura se determina cuál información y en qué
magnitud pasa a la próxima población neuronal.

Las propiedades de cualquier sistema dependen del número y propiedades de sus


elementos, así como del número y propiedades de sus relaciones mutuas o conexiones. Un
cambio en la relación estímulo-respuesta ( input-output ) o en la conducta del sistema
necesita de cambios en la estructura, pero un cambio en la estructura del sistema no implica
necesariamente un cambio en su conducta. En el Sistema Nervioso podemos considerar a
las neuronas como los principales elementos del sistema, las sinapsis representan la
principal relación o conexión. Asumiendo que el número de neuronas no cambia durante
los procesos de aprendizaje y memoria, podemos considerar que las alteraciones en la
conducta observadas después del aprendizaje son debidas a cambios en las propiedades y
número de las sinapsis. No se producen grandes modificaciones en el número de neuronas a
lo largo de la vida que puedan explicar los grandes volúmenes de información que son
almacenados en forma de memoria . Así es que las sinapsis son un buen candidato de
sustratos que sustentan la memoria.

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