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Elasticidad del cerebro

Sin lugar a duda, el cerebro es uno de los órganos más complejos e importantes
de nuestro organismo. Es el órgano principal del sistema nervioso y está implicado
en todas las funciones y tareas que realizamos diariamente y que nos mantienen
vivos.
Y es que, no solo nos sirve para pensar, hablar o razonar, también, gracias a la
interacción de miles de millones de células nerviosas (llamadas neuronas) tiene
que ver con procesos tan básicos como el hambre, el sueño, respirar, parpadear,
así como soñar, sonreír y llorar, además permite el aprendizaje y la memoria.
Ahora mismo, mientras estas leyendo este texto, varias partes de tu cerebro están
interactuando para poder leer, procesar y entender la información y, por supuesto,
disfrutarlo.
Nuestro cerebro ha evolucionado durante millones de años hasta llegar a lo que es
actualmente. Está formado por alrededor de cien mil millones de neuronas.
Para que estas células envíen mensajes por todo el cuerpo es necesario que las
neuronas se comuniquen a través de los pequeños espacios que hay entre ellas.
A la comunicación entre dos neuronas se le conoce como sinapsis.
plasticidad cerebral o neuronal, es el concepto que alude a la manera en el que
nuestro sistema nervioso se modifica a partir de la interacción producida con el
medio. Esta interacción es diferente en cada individuo ya que depende del modo
de percibir el mundo o de sus vivencias particulares. Ni siquiera en los gemelos
monocigóticos esta interacción es idéntica.
La sinapsis consiste en señales eléctricas que generan las neuronas y les
permiten transmitir información de la parte de la neurona que “habla” (terminales
sinápticas) hacia la región de la neurona que recibe (dendritas y soma de la
neurona). El axón está encargado de transmitir la información muy rápidamente de
una neurona a otra.
La plasticidad cerebral es la adaptación funcional del sistema nervioso central para
minimizar los efectos de las alteraciones estructurales o fisiológicas, sin importar la
causa originaria. Ello es posible gracias a la capacidad que tiene el sistema
nervioso para experimentar cambios estructurales - funcionales detonados por
influencias endógenas o exógenas, las cuales pueden ocurrir en cualquier
momento de la vida
La neuroplasticidad consiste en el modo en el que nuestras neuronas se conectan
entre sí. El cerebro no está formado por un enredo de células compactadas
formando una sola estructura, sino que, sin llegarse a unir, se mandan
información. Cuando un grupo de neuronas se activan a la vez, van a tender a
mandarse información entre sí. Si este patrón de activación se repite varias veces,
con cierta frecuencia, estas neuronas van a tender a buscar una unión más
intensa las unas con las otras, volviéndose más predispuestas a seguir
enviándose información entre ellas.

Conclusiones
En los primeros años del desarrollo neuronal, la plasticidad cerebral está en sus
máximos niveles. En esta etapa de nuestro crecimiento es cuando adquirimos
las habilidades de supervivencia necesarias para adaptarnos.
Cuanto mayor sea nuestra diversidad y el número de conexiones corticales,
mayor será nuestra capacidad de aprender y encontrar soluciones a los
problemas que surjan.
La forma más sencilla de explicar cómo funciona la plasticidad cerebral es a
través del estudio. Cuanto más estudia una persona (y asimila los
conocimientos, claro), más preparada estará para el examen. A grandes rasgos,
funciona de la misma manera. Además, aunque sí que es cierto que cuando
somos pequeños absorbemos los conocimientos mucho más rápido, podemos
entrenar nuestra plasticidad cerebral.
En la adolescencia el cerebro sigue perfeccionando sus capacidades cognitivas, la
memoria, el lenguaje, el aprendizaje complejo.
Durante el embarazo y el posparto ocurren numerosas y complejas adaptaciones
en el cerebro de la madre, las cuales permiten el desarrollo de las conductas de
cuidado y protección para la supervivencia de su hijo.

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