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Hace 30 años se llevaron a cabo una serie de grandes experimentos en Neurociencia que
estaban orientados a derrocar el modelo de cerebro inmutable. Hasta entonces, en Medicina
se pensaba que el cerebro no podía cambiar. Era como una máquina compuesta por muchas
y diferentes piezas inamovibles e inmutables. No obstante, se demostró que el cerebro es
'neuroplástico' (mutable) y que la experiencia y el ejercicio mental pueden alterar su propia
estructura.
La neuroplasticidad es fundamental ya que en ellas está la clave, no sólo para entender cómo
el cerebro realiza estas actividades de forma natural, sino además para inducir cambios
plásticos controlados en el cerebro que mejoren los procesos de aprendizaje y memoria, para
facilitar el correcto desarrollo del cerebro e incluso para ayudarle a reorganizarse y reaccionar
de la mejor forma posible tras una lesión
La neuroplasticidad forma parte del desarrollo del cerebro; las cosas que hacemos a menudo
fortalecen nuestras sinapsis neuronales, y las que no, se desvanecen por falta de uso. Esa es
la base física de por qué tener un pensamiento o realizar una acción una y otra vez aumenta
su poder sobre nosotros y nos cambia.
Al mismo tiempo, la plasticidad cerebral puede darse en una gran cantidad de niveles
distintos, que van desde lo más pequeño (como la creación de nuevas neuronas) hasta
cambios muy grandes, como la toma de control por parte de un área cerebral de una serie de
funcionalidades que antes se encontraban en otra zona.
1) Plasticidad funcional: se refiere a la capacidad del cerebro para mover las funciones de
un área dañada del cerebro a otras áreas no dañadas.
2) Plasticidad estructural: se refiere a la capacidad del cerebro para cambiar realmente su
estructura física como resultado del aprendizaje.
1. Plasticidad Sináptica
2. Neurogénesis
La neurogénesis se refiere al nacimiento y proliferación de nuevas neuronas en el cerebro..
Recientemente se ha descubierto que el ejercicio físico y la ingesta de alimentos con una gran
densidad de nutrientes pueden fomentar no solo la creación de nuevas sinapsis, sino incluso
la formación de neuronas en los adultos, algo que hasta hace poco se creía que era imposible.
Por otro lado, evitar el consumo de sustancias tóxicas como el alcohol, el tabaco o las drogas
también puede fomentar la capacidad del cerebro para modificarse y crear nuevas
conexiones.
Así, actividades como aprender a tocar un instrumento musical, dominar un nuevo idioma,
practicar un deporte en el que nunca nos habíamos entrenado, o adquirir cualquier otra
destreza nueva, no solo fomentará la salud de nuestro cerebro sino que entrenará la
plasticidad del mismo, haciendo que nos sea más sencillo adaptarnos a nuevas situaciones.
Practicar la flexibilidad cognitiva
A nivel psicológico, también podemos realizar ciertas acciones que nos ayuden a mejorar
nuestra neuroplasticidad. Aunque podríamos mencionar muchas distintas, una de las más
importantes es la flexibilidad cognitiva; es decir, fomentar nuestra habilidad para adaptarnos
a distintas situaciones y para controlar nuestras emociones de forma más efectiva.
Para entender el concepto de neuroplasticidad hay que conocer la estructura del cerebro,
que cuenta con tienedos tipos de células: las neuronas y las células gliales. Éstas se unen
entre sí a través de la sinapsis, proceso en donde liberan una sustancia química que lleva la
información a la neurona vecina. Los bebés nacen con casi la totalidad de células en su
cerebro, pero con pocas interconexiones. Hacia los 6 años, se produce una importante
formación de redes neuronales con toda la Neuroplasticidad.
información nueva que el niño va adquiriendo. En esta fase, el cerebro es como una
"esponja", lo absorbe todo, sobre todo a través de la imitación. Estas conexiones se
organizan imitando la conducta, la actitud, los gestos, el tono, las palabras del adulto y
de todo lo que entra a través de sus sentidos. Las redes neuronales consolidadas dan
lugar a conductas automáticas que se realizan de forma rápida e inconsciente, sin
pensar o prestar mucha atención.
En el caso de los niños, que se aprenden por imitación, se da lugar, en el cerebro del
niño, a redes neuronales que se transforman en pautas sobre cómo actuar. Si se
refuerza este aprendizaje, por repetición del estímulo, se convertirá en la forma de
comportarse habitual del niño.