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La terceridad semiótica.

Una crítica feminista a


la Ley Simbólica del Padre en Psicoanálisis
Semiotic Thirdness. A feminist critique of the Symbolic Law of the Father in
Psychoanalysis

Ariel Martínez1
RESUMEN
El presente artículo ofrece una crítica feminista al sesgo falocéntrico que el estructuralismo imprime al
psicoanálisis. Para ello se examinan algunas categorías fundamentales tanto de Lévi-Strauss como de
diferentes exponentes del psicoanálisis que refieren a la Ley simbólica del padre. Se acude al
pensamiento feminista de Luce Irigaray y Luisa Muraro para, por un lado, desmontar supuestos
universalistas y a-historicistas que perpetúan el lugar del padre como función ordenadora de la cultura
y de la subjetividad y, por otro lado, imaginar la posibilidad de un orden que no hiper-metaforice la
existencia de las mujeres en versiones defectuosas del Sujeto androcentrado. Asimismo se acude a las
conceptualizaciones de Jessica Benjamin y Julia Kristeva en la búsqueda de parámetros de
constitución subjetiva que den cuenta de una legalidad no reductible al orden simbólico del padre. En
esa dirección se ofrece la idea de terceridad semiótica. Finalmente se señala la necesidad de reconocer
la carga política de los marcos teóricos con los que contamos como punto de partida del requerimiento
ético de transformar la realidad y hacer lugar a nuevos posicionamientos subjetivos.
Palabras clave: Terceridad; Semiótico; Padre; Psicoanálisis; Jessica Benjamin.

ABSTRACT
This article offers a feminist critique of the phallocentric bias that structuralism imparts to
psychoanalysis, and the examination of some fundamental categories by Lévi-Strauss and different 55
exponents of psychoanalysis that refer to the symbolic Law of the Father. The feminist thought of
Luce Irigaray and Luisa Muraro is considered on one hand, to dismantle the Universalist and a-
historicist assumptions that perpetuate the place of the father as the ordering function of culture and
subjectivity, and on the other, the possibility of an order that does not hyper-metaphorize the existence
of women as defective versions of the Androcentric Subject. Furthermore, this article turns to the
conceptualizations of Jessica Benjamin and Julia Kristeva in the search for parameters of subjective
constitution that account for a non reducible legality to the symbolic order of the father. Therefore, the
idea of semiotic thirdness is offered. Finally, the need to recognize the political burden of the
theoretical frameworks that we use is shown, as a starting point for the ethical requirement in
transforming reality and making room for new subjective positions.
Keywords: Thirdness; Semiotic; Father; Psychoanalysis; Jessica Benjamin.

1
Doctor en Psicología (UNLP). Especialista en Educación en Géneros y Sexualidades (FaHCE,
UNLP). Integrante del Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Género (CInIG-IdIHCS,
UNLP/CONICET). Docente de la Facultad de Psicología (UNLP) y de la Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación (UNLP). Director de la Especialización en Educación en Géneros y
Sexualidades (FaHCE, UNLP). amartinez@psico.unlp.edu.ar

REVISTA AQUILA. nº 21. Ano IX. Ago/dez, 2019.


ISSN: 1414-8846
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I. Introducción teóricos que aportan un lugar
Pensadores provenientes del privilegiado al parentesco y a la
campo del psicoanálisis han señalado, familia como estructura productora de
desde hace algunas décadas, la subjetividad, y así recrudecen las
decadencia social de la imagen del consecuencias poco convenientes del
padre. De manera más o menos estructuralismo en psicoanálisis, que
explícita, y de forma más o menos otros posicionamientos teóricos
crítica, todos refieren al lugar exaltado presentan, de manera velada, bajo la
del padre dentro de la cultura y su noción de complejo de Edipo o
relevancia para la constitución estructura edípica.
subjetiva. La declinación del padre se En este contexto, el presente
asocia con la disolución cultural y artículo asume un posicionamiento
patología subjetiva. El psicoanálisis, teórico-político feminista. Como tal,
en sus versiones más conservadoras, denuncia los sesgos histórico-sociales
ha reivindicado el lugar del padre o la de posicionamientos teóricos que
función paterna como operación ocultan sus supuestos androcéntricos y 56
fundamental para la constitución heterosexistas bajo la universalización
subjetiva. Otros posicionamientos de formaciones sociales contingentes.
pretendidamente más progresistas El estructuralismo de Lévi-Strauss
evitan nombrar al padre en la resulta una vía propicia para este
nomenclatura de la función, pero no examen. Por ello se analiza el modo en
cuestionan las coordenadas teóricas de que allí se articula la noción de orden
partida, por lo que el padre es simbólico y Ley simbólica. Luego se
reingresado subrepticiamente a las exponen aportes del psicoanálisis para
conceptualizaciones que comprometen señalar como estas nociones quedan
al Sujetø2. Existen, incluso, desarrollos definitivamente anudadas a la figura
del padre, el cual se postula como una
2
Como he propuesto en otro lugar, ante la operación necesaria para la
pretensión universalizante de categorías tales
como la de Sujetø, se opta por herir configuración del Sujetø bajo las
simbólicamente el determinante de género
masculino mediante una barra (MARTINEZ,
2018). Esta estrategia, factible en el lenguaje se verá más adelante, semiótica– de aquello
escrito, visibiliza la pretensión masculinista de que queda fuera de la representación legítima
representar la totalidad de Lø Humanø. La y pulsa por manifestarse en el lenguaje y
barra también visibiliza la insistencia –como socavar el orden simbólico establecido.

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exigencias simbólicas imperantes. A campo de la Antropología hasta el
partir de allí, se señalan algunas momento, sino que cristalizó una
consideraciones psicoanalíticas matriz de pensamiento de gran
norteamericano respecto a la función impacto en las décadas posteriores.
paterna y su vinculación con la noción Algunas pensadoras contemporáneas,
de Padre Muerto, tal como lo ha entre ellas Camille Robcis (2004),
expuesto Freud. Esto permite esbozar señalan que al gesto intelectual de
algunas críticas feministas a la noción delimitar estructuras elementales del
de orden simbólico y su vinculación parentesco subyace una teoría del
tanto con la Ley del padre como con la contrato social que intenta cercar una
constitución subjetiva. Finalmente, se posible explicación de la transición de
propone el concepto de terceridad un estado de naturaleza de individuos
semiótica como disputa conceptual discretos a un orden social
ante los supuestos estructuralistas de la estructurado, regulado por modos
Ley del padre, y permiten pensar otras específicos de relacionalidad que
dimensiones en juego que cuentan a la participan en la integración, unidad y
hora de pensar una transformación coherencia social básica. 57
social. Se concluye la necesidad de Una lectura no apresurada de
rechazar el espectro conceptual del Lévi-Strauss permite advertir que la
estructuralismo, dado que los tiempos fuerza que mantiene unido a lo social
actuales demandan imperiosamente no es otra cosa que la diferencia
posicionamientos éticos que sexual. El intercambio sexual –
contemplen la diversidad. heterosexual – es la condición para las
relaciones del parentesco y,
II. Lévi-Strauss y su orden simbólico concomitantemente, para la sociedad
A finales de la década del 40 (RUBIN, 1986). El autor se interesa
del siglo pasado la intelectualidad por las prohibiciones que derivan de
francesa fue testigo de la publicación las estructuras elementales del
de Las estructuras elementales del parentesco. Deudor del ensayo sobre el
parentesco (1969). Con esta obra don de Marcel Mauss (2009), Lévi-
Claude Lévi-Strauss no sólo imprimió Strauss caracterizó la prohibición del
un vuelco respecto a los grandes incesto como la regla suprema del don.
lineamientos que organizaban el Las donaciones configuran

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transacciones recíprocas, pues la para establecer la distinción entre un
potencia de la prohibición no radica en proceso natural y uno cultural” (LÉVI-
su carácter negativo, más bien en el STRAUSS, 1969, p.41).
hecho de obligar a los hombres3 a Lévi-Strauss no acuerda con el
casarse con mujeres que no pertenecen modo en que variøs sociólogøs han
a su clan y así forjar relaciones explicado el tabú del incesto. Algunos
sociales con el exterior. Lévi-Strauss puntos de vista consideran que la
deja claro que esta prohibición, y el biología por sí misma puede explicar
parentesco (heterosexual), deben qué se considera incestuoso; otros
entenderse como hechos sociales afirman la existencia de un rechazo
universales y totales. Nos dice: universal que, de existir, no requeriría
la implementación de una prohibición;
esa regla universal y fundamental también intentan inscribir un
que es la prohibición del incesto
[…] es el carácter total de todo fenómeno universal en una secuencia
sistema de parentesco (y no existe
sociedad humana que esté histórica. En cualquier caso, Lévi-
desprovisto de él) […]´ Porque el
matrimonio es intercambio, porque
Strauss detectó que las explicaciones
el matrimonio es arquetipo del
intercambio, el análisis del
naturalistas del tabú del incesto podían 58
intercambio puede ayudar a explicar su universalidad pero no su
comprender esa solidaridad que une
la donación y la contradonación, un carácter de regla, mientras que las
matrimonio con los matrimonios
restantes (LÉVI-STRAUSS, 1969, explicaciones socio-históricas podían
p.560).
explicar su carácter de regla pero no su
universalidad. Como alternativa a
Bajo el interés de establecer dónde
ambos cuernos del dilema, Lévi-
exactamente termina la naturaleza y
Strauss ofrece un modelo
comienza la cultura, Lévi-Strauss
interpretativo de la prohibición del
afirma que la “ausencia de reglas
incesto, que, nos dice, va más allá de
parece aportar el criterio más seguro
las alternativas ofrecidas. Señala que
3
En el caso de este contexto teórico, ‘Hombre’
refiere al colectivo de varones, y no al
universal antropológico. Tanto Gayle Rubin El problema de la prohibición del
(1986) como Carole Pateman (1995) han incesto […] consiste en preguntarse
señalado como el contrato social, que en el qué causas profundas y
relato de los filósofos contractualistas clásicos omnipresentes hacen que, en todas
da origen a las sociedades modernas, ha sido las sociedades y en todas las épocas,
firmado por varones. De modo que las mujeres exista una reglamentación de las
han sido excluidas y, en el relato de Lévi- relaciones entre los sexos […]. En
Strauss (1969), manipuladas como objetos de un sentido pertenece a la naturaleza
intercambio como condición de lo simbólico.

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[…] Pero también en cierto sentido de Lévi-Strauss, el estado de la
es ya cultura […] comprobamos
enseguida que la prohibición no naturaleza no es un hecho real en tanto
corresponde con exactitud ni a una
ni a otra […]. La prohibición del fenómeno histórico acaecido, sino una
incesto […] Constituye el
movimiento fundamental gracias al
estructura heurística necesaria para
cual, por el cual, pero sobre todo en sostener su argumento. Es por eso que
el cual, se cumple el pasaje de la
naturaleza a la cultura. (LÉVI- ningún análisis empírico puede
STRAUSS, 1969, p. 57- 59)
determinar el punto de transición entre
Al describir la prohibición del los hechos naturales y culturales, ni
incesto como el vínculo entre la cómo están conectados. Y es esto lo
naturaleza y la cultura, escribe: que parece constituir el sello distintivo
del lugar de lo simbólico en el
esta unión no es estática ni contexto del estructuralismo. El tabú
arbitraria, y en el momento en que
se establece modifica por completo del incesto genera un intercambio que
la situación total. En efecto, es
menos una unión que una no debe ser pensado como un evento
transformación o un pasaje; antes de
ella, la cultura aún no existe; con temporal ni geográficamente
ella, la naturaleza deja de existir, en
específico, sino como una necesidad
el hombre, como reino soberano.
(LÉVI-STRAUSS, 1969, p. 59) lógica. Se trata de una estructura 59
normativa universal y transhistórica
En suma, la prohibición del
definida como simbólica.
incesto, articula la estructura que lleva
Entre sus múltiples elogios,
a los hombres desde el estado disperso
Lévi-Strauss se distancia de Mauss por
de la naturaleza a un marco social
creer “que es posible elaborar una
integrado. Pero esto no significa que el
teoría sociológica del simbolismo,
tabú del incesto sea cultural o social,
cuando en realidad lo que hay que
es estructural y, por lo tanto, universal
hacer es buscar el origen simbólico de
e inevitable. La prohibición, y su
la sociedad” (LÉVI-STRAUSS, 1979,
correlato: la exogamia, es coextensiva
p. 22). Alejándose de la idea que
con lo simbólico, y constituye la
supone que lo simbólico refiere a un
condición general de la cultura y,
cúmulo de cosas simbolizadas no
como veremos más adelante, del
reductible a un sistema simbólico,
Sujetø.
Lévi-Strauss agrega que
Pero este recorrido interesa sólo
porque permite comprender que, para

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no se trata de traducir en símbolos es la prohibición bajo su forma más
unos datos extrínsecos, sino de
reducir a su naturaleza de sistema general, aquella a la que tal vez se
simbólico aquellas cosas que sólo se
escapan con el fin de incomunicarse reduzcan todas las demás” (LÉVI-
[…] los símbolos son más reales
que aquello que simbolizan, lo que
STRAUSS, 1969, p.571).
significa precede y determina el Para Lévi-Strauss el parentesco
contenido de lo significado. (LÉVI-
STRAUSS, 1979, p.28) –y por lo tanto la diferencia sexual y la
heterosexualidad– es una engranaje
Lévi-Strauss es explícito al
sine qua non del orden simbólico, no
señalar que no podemos explicar la
por su contenido sino por su
existencia de la cultura, o los
estructura. Lo simbólico no refiere a
fenómenos sociales, como si fuesen
cosas, personas o eventos particulares,
inteligibles en sí mismos. Lo
más bien a la articulación entre
simbólico debe ser tratado como una
naturaleza y cultura. Debido a que la
condición a priori puesto que, según
prohibición del incesto es entendido
él, no es posible explicar fácticamente
como el vínculo entre ambas, este tabú
la génesis del pensamiento simbólico,
y el intercambio heterosexual que lo
entonces debe tomarse como un hecho.
En el contexto estructuralista, lo
complementa (RUBIN, 1986) también 60
deben tomarse como condición a
simbólico configura un nuevo orden,
priori para entender las relaciones
basado en la prohibición del incesto,
sociales y la cultura en tanto
que supone la dicotomía entre
producción simbólica.
naturaleza y cultura como fundamento
de este sistema conceptual –aunque la
III. De Freud a Lacan: el padre en
naturaleza sea una construcción
psicoanálisis
puramente hipotética, y lógicamente
Las vinculaciones que Lévi-
necesaria. En este nuevo orden,
Strauss realiza entre los conceptos de
simbólico, la prohibición del incesto es
naturaleza, cultura y prohibición del
la regla de las reglas. Esta prohibición
incesto se hacen evidentes en las
produce el intercambio de mujeres, y
observaciones que realiza sobre Tótem
es esto lo que entrama colectiva y
y Tabú de Freud (1913/1986). En su
socialmente a los sujetøs. En palabras
narrativa, Freud describió cómo los
del autor: “la prohibición del incesto
hermanos que integraban la horda
no es una prohibición como las otras;
primitiva asesinan al padre, narcisista

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y todopoderoso, que poseía a todas las De la culpa de los hermanos no
mujeres y gobernaba a través del sólo surge el imperio de la Ley, la
terror. Luego es devorado en medio de moral y la religión, también se instala
un acto sacrificial que marca la la exogamia – puesto que el padre ya
institución del superyó. Este parricidio no puede quedarse con todas las
cometido por la horda primitiva fue mujeres para sí mismo. Así, la
seguido de remordimiento y culpa –ya prohibición del incesto marca el
que los hijos amaban y odiaban a su nacimiento de lo simbólico, “en el
padre. Los hermanos habían podido complejo de Edipo se conjugan los
unirse para matar a su padre, pero comienzos de religión, eticidad,
luego cada uno quiso a todas las sociedad y arte” (FREUD, 1913/1986,
mujeres. Para evitar su propia p.158). Para Freud, la equivalencia
destrucción como grupo, instituyeron estructural entre cultura y psique tiene
la ley del incesto, prohibiéndose el una serie de consecuencias. En
acceso sexual a sus madres y particular, sugiere que estar fuera de
hermanas. Esta prohibición inauguró la este contrato social no solo tiene
exogamia y la reciprocidad, y implicaciones sociales sino también 61
representa los fundamentos de la psicológicas. Como él explica:
sociedad.
Eyal Chowers (2000) sugiere la naturaleza asocial de la neurosis
resulta de su tendencia más
que, con el asesinato del padre, Freud originaria: refugiarse de una
realidad insatisfactoria en un
pretende señalar que la renuncia a la placentero mundo de fantasía. En
ese mundo real que el neurótico
violencia debe llevarse a cabo para que evita gobiernan la sociedad de los
la sociedad sobreviva a través del hombres y las instituciones que
ellos han creado en común; por eso
imperio de la Ley. Este principio se dar la espalda a la realidad es al
mismo tiempo salirse de la
encuentra en los orígenes del contrato comunidad humana. (FREUD,
1913/1986, p.78)
social. Freud afirmó que este es el
comienzo de la sociedad, la cultura y Lévi-Strauss valora los intentos
la religión. La historia del parricidio, de Freud por pensar los anudamientos
en su opinión, expone el modo en que entre lo individual y lo social a través
el padre tiene una función simbólica y del relato fundacional que es capaz de
prohibitiva ubicada en la base de los imaginar. Lévi-Strauss destaca que
más altos logros de la humanidad. Freud “pretendía explicar ciertos

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rasgos actuales del espíritu humano perdurable y antiguo […] no porque
antaño fue tal, sino porque jamás
por un acontecimiento, a la vez fue así y no podrá ser jamás de otro
modo. Los caracteres del pasado
históricamente cierto y lógicamente sólo tienen valor explicativo en la
medida en que coinciden con los del
necesario” (LÉVI-STRAUSS, 1969, porvenir y del presente. (LÉVI-
p.568). Lo que critica al relato STRAUSS, 1969, p.569)

freudiano refiere a la prioridad que Jane Flax (1990) ha señalado la


otorga a los aspectos históricos y al bastedad de la obra freudiana junto al
leve señalamiento a los aspectos sello particular de hacer coexistir en su
lógicos del planteo –Freud señala que escritura elementos que, de forma
si “la hipótesis […] sustentada […] ambivalente, se muestran
parece en definitiva muy inverosímil, contradictorios y paradójicos. Y Lévi-
tal carácter suyo ni siquiera representa Strauss advierte este carácter
una objeción a la posibilidad de que se paradójico –antes señalado– respecto a
haya aproximado más o menos a una la actitud de Freud frente a la historia.
realidad de difícil reconstrucción” Mientras otorga el rango de hecho
(FREUD, 1913/1986, p.5). acaecido históricamente al asesinato
Para la mirada estructuralista de del padre –para Freud (1913/1986) la
62
Lévi-Strauss el asesinato del padre ontogénesis recapitula la filogénesis–,
como suceso en el que se enfoca Freud en otros pasajes la lectura
no es el problema. De hecho, los estructuralista del antropólogo francés
anudamientos entre lo simbólico y el detecta cómo Freud sugiere “que
padre son conocidos. El problema algunos fenómenos básicos
radica en que Freud pensaba esta encontraban su explicación en la
prohibición en términos históricos. estructura permanente del espíritu
Lévi-Strauss analiza Tótem y Tabú humano más que en su historia”
bajo el prisma estructuralista, y desde (LÉVI-STRAUSS, 1969, p.569).
allí sostiene que Lévi-Strauss imprime el sello
estructuralista a la letra freudiana, y
El deseo de la madre o de la
hermana, el asesinato del padre y el enfatiza la vertiente que permite
arrepentimiento de los hijos, sin
pensar la construcción del pasado
duda no corresponden a un hecho o
un conjunto de hechos que ocupan mediante procesos que parten de las
en la historia un lugar determinado.
Pero traducen tal vez, bajo forma
simbólica, un sueño a la vez

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coordenadas presentes. Lévi-Strauss
afirma que Lévi-Strauss deja planteado el
germen para pensar la constitución
sólo se puede hablar de explicación psíquica como escenificación del
a partir del momento en que el
pasado de la especie vuelve a contrato social estructuralista. Señala
jugarse, en cada instante, en el
Kaja Silverman (1984) que
drama indefinidamente multiplicado
de cada pensamiento individual, constituirse como Sujetø implica
porque, sin duda, él mismo no es
más que la proyección retrospectiva encontrar un lugar en el lenguaje. En
de un pasaje que se produjo, puesto
que se produce continuamente. los términos examinados hasta el
(LÉVI-STRAUSS, 1969, p.568-
569) momento podemos decir que la
conformación del Sujetø implica,
Ahora que ya sabemos el lugar
necesariamente, la dimensión
que tiene el tabú del incesto en su
simbólica. El mismo Lévi-Strauss
pensamiento a la hora de zanjar la
señala que “exogamia y lenguaje
cuestión del binomio
tienen la misma función fundamental:
naturaleza/cultura, podemos advertir
la comunicación con los demás y la
que, mediante la idea de pasaje, Lévi-
Strauss vincula el asesinato del padre
integración del grupo. […] La 63
prohibición del incesto es universal
con la prohibición del incesto en tanto
como el lenguaje” (LÉVI-STRAUSS,
estructura simbólica que participa en la
1969, p.571). Renunciar al intercambio
producción de la psique. Y es por esto
heterosexual significa renunciar al
que Lévi-Strauss se interesa por la
parentesco, a la integración social, al
vertiente estructuralista que él mismo
lenguaje común y a la cohesión
proyecta en Tótem y Tabú. Allí aspira
psíquica.
a encontrar claves que permitan
Siguiendo a Lévi-Strauss, el
explicar cómo
intercambio, y en consecuencia la
regla de exogamia que se desprende
los fenómenos que ponían en juego
la estructura más fundamental del del tabú del incesto, es condición del
espíritu humano no pudieron
aparecer de una vez por todas: se
ingreso al orden simbólico y, entonces,
repiten por entero en el seno de de la constitución del Sujetø. Pues, el
cada conciencia, y la explicación
que les corresponde pertenece a un incesto significa la negativa a
orden que a la vez trasciende a las
sucesiones históricas y a las participar en el contrato social. Lévi-
correlaciones del presente. (LÉVI-
STRAUSS, 1969, p.568) Strauss da el ejemplo de un indígena

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de una tribu de Brasil. Relata el Desde el campo del
asombro ante psicoanálisis, el pensamiento de
Jacques Lacan (1987) contiene la
un hombre joven acuclillado marca de las premisas propias del
durante horas enteras en el rincón
de una choza, sombría y estructuralismo. Tal es así que, cuando
descuidada, espantosamente flaco y
que parecía estar en un total estado se trata de deslindar elementos de una
de abyección. […] cuando alrededor
de los fuegos comenzaban las
concepción de Sujetø en su producción
comidas familiares la mayoría de conceptual, lo simbólico demuestra ser
las veces habría ayunado si no fuera
que, de vez en cuando, una pariente una categoría fundamental. Es así que
depositaba a su lado un poco de
alimento que él comía en silencio. ha permitido vincular el padre muerto
Cuando intrigados por este destino
singular preguntamos por fin quién con la instauración del orden
era este personaje, al que le
atribuíamos una grave enfermedad,
simbólico (LACAN, 2008). Además
se nos respondió riendo de nuestras ha generado herramientas que nos
suposiciones: ‘es un soltero’: ésa
era, en efecto, la única razón de esta interrogan acerca de la compleja, y
aparente maldición. (LÉVI-
STRAUSS, 1969, p.76) actualmente polémica, relación entre la
presencia concreta del padre y la

soltero
El retrato de Lévi-Strauss de este
descrito como ansioso,
eficacia de la operación de aquella 64
función particular denominada
miserable y desagradable, permite
Nombre-del-Padre – si bien es
concluir que la exclusión del contrato
simbólica, ésta parece efectivizarse en
social no sólo tiene consecuencias
la prohibición que, de acuerdo a la
sociales, sino también psicológicas4.
tradición histórica, ha quedad en
4
La vinculación entre lo social y lo psíquico manos del padre. Lacan deja en claro
que Levi-Strauss señala resulta fundamental que el padre interviene en la relación
para reconsiderar la noción de Sujetø. En el
contexto de este artículo con Sujetø se hace narcisista madre-niñø, y así la función
referencia no sólo a la dimensión psíquica,
sino también a la dimensión filosófico- paterna establece el tabú del incesto y,
política. Interesan las operaciones que
explican la constitución subjetiva sólo si son de manera concomitante, separa a la
contempladas a la luz de los marcos de
inteligibilidad social, en función de los cuales madre y al niñø.
nos volvemos discursivamente inteligibles. Lacan dedica amplio espacio a la
Los límites entre las fallas en la constitución
psíquica y las consecuencias de quedar conceptualización del Edipo. En tanto
excluido de los marcos de reconocimiento se
problematizan. Resulta curioso que Lévi hito fundamental, a través el orden
Strauss utilice el término abyecto; Julia
Kristeva y Judith Butler también lo hicieron
para dar cuenta de los sujetøs que no logran para llegar a ser Sujetø y, por lo tanto, no
cumplir con los requerimientos normativos logran inscribirse dentro de su dominio.

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simbólico constituye al Sujetø, supone tiempos históricos, identifica su
la identificación simbólica que, para persona con la figura de la ley”
Lacan (1988), se vincula con la (LACAN, 2008, p.269).
función de la Ley del padre. El autor Esta Ley, representada por el
ofrece un conjunto de términos padre como símbolo de una autoridad
intercambiables a la hora de dar cuenta a la vez legislativa y punitiva,
del modo en que opera la producción impregna al Sujetø desde los inicios de
simbólica del Sujetø anudada a la existencia. Aun cuando la madre es la
función que se adjudica al padre: cuidadora exclusiva, actúa en lo
significante fálico, falo, Nombre-del- simbólico, por lo tanto, con tan sólo
Padre, Ley del padre, metáfora invocar la Ley del padre, ella la
paterna, por nombrar sólo algunos. transmite eficazmente. Aún así, esta
El propósito de la operatoria adhesión a lo simbólico, en opinión de
simbólica que se libra en el marco del Lacan, se produce bajo la Ley del
Edipo, donde el padre es equivalente a padre. Tal vez sea por este motivo que
la Ley simbólica, consiste en una el falo, significante que organiza y
separación del niñø con respecto al regula todos los demás significantes – 65
deseo presimbólico o extradiscursivo significante trascendente–, define el
de la madre, y son los rieles de la acceso del Sujetø al orden simbólico.
identificación con el nombre o la Ley Anika Rifflet-Lemaire (1981)
del padre la vía de acceso a lo señala que el Edipo constituye la
simbólico y, por lo tanto, alcanzar realización de una transformación
estatuto de Sujetø (LACAN, 1984). radical y universal del ser humano,
Tal como señala Elizabeth Grosz permite el “paso de la relación dual,
(1990), la identificación con el inmediata […] a la relación mediata
Nombre-del-Padre permite al Sujetø característica del registro simbólico”
colocarse con referencia a la Ley. Esta (RIFFLET-LEMAIRE, 1981, p.133).
Ley proviene del padre simbólico –que Lacan diferencia el registro simbólico
la autoridad paterna pretende encarnar. del registro imaginario. Éste último se
El propio Lacan menciona que “en el caracteriza por lo dual, un
nombre del padre es donde tenemos desdoblamiento en espejo. En él cada
que reconocer el sostén de la función quien se opone y también se diluye en
simbólica que, desde el albor de los su otredad bajo una dinámica

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capturada en un juego de reflejos. La análisis de Lévi-Strauss respecto a la
presencia de unø mismø se vuelve prohibición del incesto. “En medio de
posible mediante un tercer término, la naturaleza ninguno podría llamarse
simbólico y mediador, que diferencia, padre, hijø, hermana; ni por tanto
distingue y ordena. Es posible apreciar situarse él mismo y reconocer a los
la doble filiación teórica que el autor demás por el puesto particular que
mantiene tanto con Lévi-Strauss como ocupan” (RIFFLET-LEMAIRE, 1981,
con Freud. En primer lugar la p.110). Así, la prohibición es la
mediación de la terceridad simbólica primera de las fuerzas que instaura el
es lo que permite la relación entre orden simbólico –siempre en relación
pares, y por ende teje las redes de la a otrø, antepasadø, ausente, muertø– y,
socialidad. La interiorización de la Ley además produce al Sujetø, puesto que
del padre está directamente asociada lo afirma en su singularidad y le
con la vida social y comunitaria, designa y atribuye un lugar. El
también la perpetuación de la cultura. sacrificio, por su parte, manifiesta la
Por otra parte, Rifflet-Lemaire señala ruptura de lo simbólico respecto al
que la relación del hombre deseante orden material y natural de la 66
con su objeto de deseo refiere siempre naturaleza. Es una condición de
a la pura ausencia, a la muerte. “En el tránsito al orden simbólico, “aquello
campo del simbolismo social, el tercer que un sujeto sacrifica para designarse
término mediador entre los vivientes y situarse al entrar en el registro
es el antepasado, el muerto, el Dios, la simbólico es el incesto” (RIFFLET-
causa sagrada. […] cualquier orden LEMAIRE, 1981, p.111).
simbólico supone en su constitución, Lacan menciona que el Edipo
una ruptura de la continuidad supone una castración simbólica, y
inaugural” (RIFFLET-LEMAIRE, ésta debe entenderse en términos de
1981, p. 110). sacrificio, aquello que debe perderse al
Rifflet-Lemaire atribuye a lo aceptar la Ley del padre para el
simbólico, y a la Ley del padre, un ingreso al orden simbólico, la cultura,
poder de heterogeneidad. Este poder, la civilización, el lenguaje. Lo que allí
señala, posee dos vertientes. Una de opera es una metáfora paterna. Para
ellas, la prohibición. La otra, el Lacan, la llamada metáfora paterna, es
sacrificio. La prohibición supone el más que la mera presencia de un

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padre, pues la prohibición del padre psicoanalítica francesa contemporánea,
hace del padre el representante de la y poco tematizado en la teoría
Ley capaz de promulgar la castración británica contemporánea de las
simbólica –proceso de significación relaciones objetales centrada en el
que, justamente introduce al Sujetø en vínculo madre-hijø. Jacques Lacan
el orden simbólico. El padre debe (2008) fue el primero en otorgar rango
morir para que pueda “crearse una conceptual al término padre muerto,
configuración relacional simbólica que utilizado por Freud (1913/1986) para
engendra una formalización de lo real sugerir vínculos entre el padre
que permite pasar de lo individual a simbólico y el padre muerto. Al
valores universales” (AULAGNIER, referirse a Freud, Lacan afirma que
2004, p.178). Así el padre concreto se
eleva a una función que lo excede la necesidad de su reflexión le ha
llevado a ligar la aparición del
ampliamente. significante del Padre, en cuanto
autor de la Ley, con la muerte,
En este contexto, el falo, incluso con el asesinato del Padre –
mostrando así que si ese asesinato
significante que entreteje la Ley es el momento fecundo de la deuda
simbólica del padre, es quien con la que el sujeto se liga para toda
la vida con la Ley, el Padre
67
restablece la coherencia y la unidad. simbólico en cuanto que significa
esa Ley es por cierto el Padre
La fragmentación y la falta de muerto. (LACAN, 2005, p. 538)

unicidad suponen, entonces, quedar


En esta línea, podemos encontrar
situado al margen de la Ley5.
aportes que han diferenciado el padre
asesinado y el padre muerto, al tiempo
IV. El padre muerto y la función
que explican cómo el paso de uno a
paterna
otro instala la función paterna, la Ley
La función paterna ha sido un
y la genealogía. Rosine Jozef
tema privilegiado en la literatura
Perelberg (2013) extiende la lectura
5
Lacan utiliza el concepto de forclusión para que Lacan realiza de Tótem y Tabú, en
dar cuenta de la exclusión respecto al Nombre-
del-Padre. Esto implica la psicosis en tanto
la cual el padre primitivo
falla de la metáfora paterna y el concomitante originariamente asesinado debe ser
rechazo de lo simbólico propio de la conexión
con el deseo aplastante de la madre. Al quedar sacrificado como condición de la
margen de la metáfora paterna, el psicóticø, no
ha podido encontrar una posición de Sujetø civilización y del orden simbólico, y
dentro del orden simbólico –al igual que el
indígena soltero de la tribu brasilera al que distingue entre el padre narcisista
refiere Lévi-Strauss.

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asesinado y el padre simbólico muerto. entre generaciones, esto es: trazar
Esta distinción entre el padre narcisista genealogía. Piera Aulagnier deja en
asesinado y el padre simbólico muerto claro la vinculación entre la
recupera la letra freudiana de un modo transmisión de la Ley del padre y la
particular. Permite situar la operación muerte del padre, señala que
que cada Sujetø debe realizar para En la relación Padre-hijo, la muerte
estará doblemente presente: el padre
sacrificar la sexualidad incestuosa y del padre […] es aquel que en una
época lejana se ha querido matar, y
por lo tanto aceptar los veredictos de la el hijo propio, aquel que deseará la
muerte de uno. Este doble deseo de
cultura que regulan el deseo y marcan muerte sólo puede ser reprimido
el ingreso a la relación tríadica signada gracias a la conexión que se
establece entre muerte y sucesión y
por el orden simbólico. Para la autora, entre transmisión de la ley y
aceptación de la muerte. Será
el padre narcisista es el que muere en necesario que el deseo de muerte
[…] sea reemplazado por el anhelo
Totem y Tabú antes de que los consciente de que su hijo llegue a
ser, no aquel que lo arranque de su
hermanos lo conviertan en el lugar, sino aquel a quien se le da
antepasado totémico y, así, […] el derecho a ejercer una misma
función en un tiempo futuro.
instituyendo la Ley del padre muerto y (AULAGNIER, 2004, p.155)

simbólico.
Perelberg enfatiza que el padre
68
Si la historia de Edipo representa
simbólico muerto se establece cuando
al padre asesinado y el parricidio como
la imago del padre originario narcisista
una fantasía infantil universal, el
es asesinada en el contexto de los
complejo de Edipo representa la
anhelos ambivalentes del niño que
institución del padre muerto como
envuelven al deseo de matar al padre.
tercero simbólico. El pasaje del padre
Este padre narcisista de la pre historia
asesinado al padre muerto regula el
personal asesinado por los hijos no
deseo e instituye el sacrificio de la
participa en la configuración edípica
sexualidad incestuosa. A criterio de
simbólica. El padre narcisista debe ser
Perelberg, el relato mitológico del
asesinado para que el padre muerto y
asesinato del padre da origen a la
simbólico irrumpa. Es el padre muerto
regulación simbólica que permite
quien se erige símbolo de la ley. En su
elaborar la violencia. Así la
carácter prohibitivo se vuelve más
temporalidad deja de ser circular –
eficaz que cuando está vivo. Es así que
narcisista– y asume una dinámica
abierta capaz de establecer vínculos

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el padre simbólico muerto instituye la padre concreto se encuentre recubierto
condición psíquica triangular. por los ropajes de lo simbólico. Sólo
Michael Diamond (2018), la así su encarnadura será capaz de
identificación simbólica con el padre respaldar el ingreso del niñø al orden
muerto se apoya sobre la identificación simbólico por medio de su deseo de
primaria con padre primordial propagar las generaciones. Estar a la
idealizado, padre fálico imaginario altura de las circunstancias, no
que, al poseer a todas las mujeres y claudicar en su referencia a la Ley,
tiranizar a sus hijos, significa la permitirá su propia muerte simbólica.
integridad absoluta y la ausencia de la Un padre capaz de encarnar la función
falta. El anhelo de asesinar o Ley simbólica dentro de la realidad
forzosamente al padre narcisista para triádica podrá observar y acompañar el
ocupar su lugar fálico en un mundo despliegue del amparo y los cuidados
diádico e imaginario, donde es posible maternos y, al mismo tiempo, ordenar
poseer a la madre y al conjunto de el vínculo madre-niñø y señalar y
todas las mujeres, debe ser elaborado guiar nuevos intereses y desafíos
mediante la inscripción psíquica del contenidos en el mundo exterior. En 69
padre muerto. La muerte del padre sentido estricto, el padre como función
inscribe al Sujetø en el orden simbólica ya está allí, y opera antes de
simbólico. que el padre concreto formule sus
Así, en la misma línea trazada prohibiciones.
por Lacan, Perelberg (2013) señala Perelberg (2013) acude a la
que la función paterna establece la historia bíblica de Isaac para ilustrar la
representación interna de un tercer instauración de la función paterna –
elemento que rompe la colusión entre esto es, para la autora: el paso del
madre e hijø. Al ingresar en el orden padre narcisista a la Ley del padre
simbólico, el Sujetø abandona el simbólico muerto y la inauguración de
estado de completud representado por un vínculo que involucra al menos tres
una fantasía inconsciente, arcaica, de generaciones. Después de todo, señala
fusión corporal que no admite Perelberg, es porque Abraham no mata
diferencias entre los sexos y las a Isaac que éste podrá tener sus
generaciones. Para ello, señala propiøs hijøs. Así, la Ley simbólica es
Diamond (2018), es necesario que el fundante de esta temporalidad abierta,

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intergeneracional, capaz de desplegar una terceridad simbólica capaz de
otro tiempo y otro espacio que no es el regular la transmisión generacional. Es
aquí y el ahora propios del narcisismo. porque el Padre imaginario de Tótem y
Al momento en que Abraham se Tabú ha sido asesinado que surge un
dispone a consumar el sacrificio de su orden simbólico capaz de producir un
hijo, una aparición le ordena detenerse. alejamiento radical entre el padre y la
Abraham no asesina a Isaac y, en su experiencia del filicidio.
lugar, sacrifica un carnero. Perelberg El pasaje del gobierno del
sugiere que el carnero da cuenta de la padre asesino, tiránico y narcisista, que
posibilidad de Abraham de producir un tiene el poder de la vida y la muerte
símbolo de lo que todo hombre debe sobre su hijø, al padre simbólico y
sacrificar para que su hijø pueda ser muerto, Padre de la ley que prohíbe
liberado, y otras interpretaciones todos los asesinatos, tiene
indican que si el carnero es un consecuencias en la inscripción
sustituto de Isaac, también lo es del psíquica del tiempo y del espacio.
padre en el inconsciente de Isaac – Perelberg lo detecta en las palabras
desplazamiento que da forma a un que Dios dirige a Abraham: “Vete de 70
deseo reprimido de matar al padre. Lo tu tierra y de tu parentela, y de la casa
que se sacrifica, después de todo, es el de tu padre, a la tierra que te mostraré.
narcisismo del padre. Él renuncia a su Y haré de ti una nación grande […] y
poder tiránico y absoluto de matar a su engrandeceré tu nombre” (GÉNESIS
hijø. 12: 1-2). Señala que la alianza entre
Perelberg (2013) nota que, de Dios y Abraham está indisolublemente
algún modo, la suspensión del unida a un ideal que solo puede
sacrificio del hijø supone el sacrificio lograrse en otro lugar y en otro tiempo,
del padre. La historia bíblica de futuro. Esta apertura inaugura la
Nimrod, señala la autora, nos muestra historia del Sujetø, en términos de lo
un rey todopoderoso que ordenó el que Piera Aulagnier (2004) ha
asesinato de todos los varones recién denominado proyecto identificatorio, y
nacidos porque representaban una bajo una dinámica temporal que ha
amenaza para su reinado. Cuando coneptualizado como historización.
Abraham no realiza el sacrificio la Es sabido que el mito de Edipo
relación entre padres e hijøs encuentra tiene un valor nuclear en la teoría de

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Freud (1924/1986). También la proceder siguiendo la ruta del
versión simplificada y reductiva que narcisismo de Layo –padre que
suele extraerse de la compleja retórica representa la rivalidad
freudiana: una rivalidad unilateral intergeneracional y la incapacidad de
encapsulada por el deseo parricida que imaginar y desear un futuro para su
surge de la competencia que libra el hijø. Varios autores han señalado que
hijø en su carrera por poseer a su un padre narcisista no supone
madre y reemplazar –esto es: asesinar– necesariamente un hijø en quien no
a su padre. Diamond (2018) señala que opera la Ley simbólica. Se ha
ciertas facetas del mito no han sido teorizado sobre el deseo de asesinar al
suficientemente abordadas, padre. Donald Winnicott (1999) señala
especialmente aspectos inconscientes la imposibilidad de crecer sin matar
del padre de Edipo: Layo. El mito de inconscientemente al padres, incluso
Edipo comienza con un intento de afirma que en nuestra fantasía el padre
filicidio debido a la predicción del es asesinado constantemente. En la
parricidio. A criterio de Diamond, escena inconsciente, el niño puede
abordar la actividad filicida del padre matar metafóricamente al padre –aun 71
es fundamental para discernir el cuando los recursos psíquicos de este
impacto del fracaso del padre para padre concreto no estén a la altura de
establecer un espacio triangular y, por las circunstancias– y, mediante esta
lo tanto, garantizar la transmisión operación, elevarlo al rango de tercero
transgeneracional. Es decir, el fracaso simbólico.
del padre de mediar simbólicamente el
propio narcisismo impide el registro de V. Otro orden: una mirada
la alteridad del hijø y, en tal caso, el feminista
padre claudica en su lugar de Simone de Beauvoir (1990)
autoridad. recibe con entusiasmo la publicación
Si Piera Aulagnier (2004) deja de Lévi-Strauss. Advierte que el
en claro que el Sujetø, al convertirse intercambio que inaugura la
en Padre, puede entrever, al igual que prohibición del incesto no supone
Layo, que su hijø deseará su muerte, reciprocidad entre hombres y mujeres.
Diamond (2018) señala el modo en Al igual que Gayle Rubin (1986) nota
que la función paterna no puede que es por medio del intercambio de

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mujeres, en tanto dones, que la la exigencia de una superación. (DE
BEAUVOIR, 1990, p.302)
reciprocidad e intercambio entre
Luce Irigaray (2007) produce
hombres puede establecerse. Beauvoir
sus ideas en el contexto del
no pierde la oportunidad para señalar
estructuralismo. Ella sabe las
que
implicancias de lo simbólico, tal como

siempre existió, entre los sexos una


lo delimitan Lévi-Strauss y Lacan. Es
profunda asimetría […]. Cualquiera por esa razón que Irigaray denuncia el
que sea el modo de filiación […] las
mujeres pertenecen a los varones y sesgo masculino de lo simbólico, al
forman parte del conjunto de las
prestaciones que ellos se otorgan. interior de cuya esfera el falo se torna
Todos los sistemas matrimoniales
implican que las mujeres son soporte y garantía del Logos. Irigaray
entregadas por ciertos varones a
otros. (DE BEAUVOIR, 1990, p.
rechaza la teoría lacaniana debido a
297) que opera a partir de una fijación

Beauvoir no detecta que la fálica. Por ello el padre es elevado al

propia concepción levistraussiana de estatuto de Ley. Al interior de este

lo simbólico contiene la asimetría que orden simbólico, la totalidad de las

denuncia, seguramente esto se debe a significaciones son producidas a partir 72


las profundas impregnaciones de la marca del falo. En este contexto

existencialistas en su mirada. Incluso, simbólico no hay lugar para la

la autora proyecta contingencia en el representación de la diferencia sexual

puro carácter invariante, a-histórico y más allá de lo que el orden simbólico

universal que supone la propuesta falogocéntrico construye como el otro

estructuralista tal como se desprende sexo – femenino –, que en verdad, nos

de la pluma de Lévi-Strauss. En las dice la autora, es un reflejo

palabras de Beauvoir: distorsionado y defectuoso del sexo


masculino. En un orden simbólico

la prohibición del incesto […] donde el otro sexo se representa como


traduce una actitud original del ser
defecto de lo Uno, fálico, la diferencia
existente: ser hombre es elegirse
como hombre, definiendo sus sexual no logra ser significada.
posibilidades sobre la base de una
relación recíproca con el otro; la La pluma de Lévi-Struss instala
presencia del otro no es accidental:
la exogamia, muy lejos de limitarse la prohibición del incesto como Ley de
a registrarla, por el contrario la
constituye; por ella se expresa y se lo simbólico que supone de antemano
realiza la trascendencia del hombre;
la diferencia sexual. Irigaray, por su
ella es el rechazo de la inmanencia,

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parte, nos muestra que la estrategia de de que sólo un órgano sexual es
lo simbólico es elidir lo femenino. Por soporte del poder y posee la fuerza
ello, la fijación fálica que lo simbólico para extender su localización
despliega es homosexual en su subjetiva, delimitada por este dato, al
exclusión de la otredad. La estatuto de significante trascendental.
heterosexualidad que el orden No podemos connotar la asociación
simbólico promulga enmascara una histórica que inunda nuestra cultura
forma de homosexualidad mediada por entre el falo y el pene como,
el intercambio de mujeres en manos de simplemente, irrelevante. Estas
hombres. Irigaray argumenta que el superposiciones ideológicas inundan la
significante privilegiado y a-histórico teoría. Piera Aulagnier, por ejemplo,
que Lacan postula como regulador del refleja la continuidad ideológica entre
orden simbólico, el falo, es una el padre como función reguladora y el
proyección del cuerpo masculino. Así, padre concreto. Ella se refiere al padre
señala que Lacan repite el error de como “Otro sin pecho” y “ese ‘no
Freud, cuando piensa al Sujetø, la conocido’ deseado por la madre”
cultura y, especialmente, el lenguaje (AULAGNIER, 2004, p.151). La 73
desde un modelo, elevado al estatuto autora no sólo ancla lo que ella
de Ley universal, que sólo reconoce un denomina como padre en aspectos
solo sexo. anatómicos, sino también incurre en
Lacan (1984, 1987) afirma que una heteronorma no examinada, dos de
el falo no está conectado a la biología los a prioris que organizan lo
masculina, y por lo tanto no es un simbólico.
símbolo específico del sexo masculino. Este orden simbólico, que
Sin embargo, tal como señala Denise privilegia la masculinidad y valora el
Thompson (1991), los problemas con pene como significante de completud y
el uso teórico del falo como un potencia, proyecta los órganos
significante universal y neutro sexuales femeninos a la categoría de
deberían ser evidentes. La neutralidad castrados. El feminismo, en tanto
de categorías que algunas teorías proyecto político, no puede admitir
ofrecen con alcance universal es una que esta situación esté determinada
operación ideológica. Irigaray ofrece biológica o simbólicamente. La
argumentos sobrados que dan cuenta función simbólica del falo envuelve al

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pene como el signo tangible de la En El cuerpo a cuerpo con la
masculinidad privilegiada, madre (1985) Irigaray argumenta que
naturalizando –paradójicamente bajo el niñø se convierte en un Sujetø solo
un esencialismo simbólico – la con referencia al Nombre-del-Padre y
dominación masculina. al cuerpo sacrificado y ausente de la
Un modo en que lo femenino, y madre. Lejos del parricidio del que
la sexualidad femenina, encuentran habla Freud, el orden simbólico se
lugar legitimado en el interior de este sostiene en un matricidio, donde los
orden simbólico es mediante la sistemas representacionales con los
maternidad (Irigaray, 2007). El relato que contamos son un instrumento para
edípico de una mujer cuyo deseo dominar la potencia materna. Esto
perturba la subjetivación del niñø debiera ser motivo suficiente para
resulta un relato conveniente para dejar de apelar al orden simbólico
invocar el Nombre-del-Padre capaz de como categoría políticamente neutra a
metaforizar los términos pre- la hora de ordenar la cultura y la
simbólicos ligados a la mujer. Irigaray subjetividad. Es necesarios, desde
sugiere que al asumir este nombre aquí, la gesta de sistemas 74
asignado por lo simbólico, la mujer representacionales alternativos
acepta su asesinato. Su papel en el respecto de los símbolos cristianos de
romance familiar sostenido a partir del nuestra cultura falocéntrica – en los
tráfico de mujeres (RUBIN, 1986) que autores como Diamond y
radica en reconocer el Nombre-del- Perelberg incurren al exponer la
Padre. Ahora bien, aceptar los genealogía entre Dios-Abraham-Isaac
términos de lo simbólico ¿constituye como ejemplo paradigmático de cómo
un requerimiento sine qua non para se gesta y transmite la función
evitar la psicosis? La invocación al simbólica.
orden y la regulación simbólica ¿qué Julia Kristeva (1984) desafía
temores esconde? Y ¿cómo se vincula los sistemas simbólicos
esta ansiedad de caos con aquello falogocéntricos. Ella distingue dos
femenino que el significante fálico aspectos de las modalidades del
entrampa en su sentido de otredad lenguaje, lo semiótico y lo simbólico.
devaluada? Lo semiótico, para Kristeva, es la base
física del lenguaje, sus sonidos, tonos

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y ritmos, originados en el cuerpo. Esta material de la vida. También detecta
modalidad del lenguaje es anterior al cómo los sistemas teóricos que nos
signo, y sin esta base corporal no ponen “al abrigo del dominio
podría existir lo simbólico, el lenguaje caprichoso de lo real” (MURARO,
o la cultura. Kristeva acuerda que en 1994, p.8) al mismo tiempo nos ponen
las culturas patriarcales, las mujeres en contra de la madre. El Sujetø, tal
han sido reducidas a la función como se articulo bajo la metáfora
materna, pero destaca que en este paterna, necesariamente siente y actúa
vínculo, presimbólico, el registro como si la mujer que trae al mundo
semiótico posee la potencia de fuese enemiga de la existencia
perturbar lo simbólico. Como el simbólica. Y este es el destino de la
registro semiótico amenaza y promete madre dentro de los postulados que la
un colapso de esas estructuras narrativa edípica que el psicoanálisis
simbólicas, el sistema patriarcal, lo articula. Lacan lo deja en claro con su
masculino, está amenazado por un concepción de metáfora paterna y
poder asimétrico, irracional, astuto e Freud ha señalado explícitamente que
incontable de lo femenino. Esta falta la hija encuentra en la madre la
autoridad que cercena su voluntad y
75
de estabilidad y asimetría del sistema la persona a quien se ha confiado la
misión de imponerle esa renuncia a
simbólico masculino siempre puede la libertad sexual que la sociedad
exige; en ciertos casos, también la
anticiparse por la deconstrucción del competidora que se resiste a ser
sistema y amenazarse por el suplantada (FREUD, 1916/1986, p.
188).
impredecible devenir. Para obtener la
¿A raíz de qué, pues, se va a pique
hegemonía, lo masculino suprime y esta potente ligazón-madre de la
niña? Sabemos que ese es su
demoniza lo femenino como lo otro. destino habitual: está destinada a
dejar sitio a la ligazón padre. […]
Las mujeres se clasifican como el El extrañamiento respecto de la
representante humano de la abyección: madre se produce bajo el signo de la
hostilidad, la ligazón-madre acaba
lo impropio, la transgresión, lo en odio. Ese odio puede ser muy
notable y perdurar toda la vida […]
inmundo, el pecado, el mal. queda a nuestro cargo hallar las
fuentes reales de la hostilidad.
Luisa Muraro (1994), bajo el (FREUD, 1933/1986, p. 113)
sugerente título El orden simbólico de
Muraro no duda en anudar esta
la madre, advierte que el orden
hostilidad y odio entre niña y madre
simbólico, patriarcal, implanta una
como uno de los efectos del Orden
oscura aversión hacia la madre –autora

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Simbólico del padre, y su producción duplicación del mundo en palabras e
de “una voluntad inconsciente de imágenes obturan la posibilidad de que
invalidar la autoridad y la potencia la experiencia femenina ocupe lugar en
materna” (MURARO, 1994, p.9). el orden dado. Así, la autora realiza un
En los principales exponentes de llamado a pensar la capacidad de la
la filosofía, señala Muraro, aparece un materia para producir símbolos. La
relato que metaforiza un segundo díada madre-hijø se ve anulada en su
nacimiento que constituye una potencia de producción de orden
operación, un terrible desorden simbólico alternativo, debido a la
simbólico, que “consiste en transferir a instauración metafórica de lo que
la producción cultural (…) los Patrizia Sambuco (2012) denomina el
atributos de la potencia y de la obra de vínculo incorpóreo del orden
la madre, despojándola y reduciéndola simbolico. El plano semiótico, en
a una naturaleza opaca e informe, palabras de Kristeva, alude a esto
sobre la cual debe elevarse el sujeto mismo: interacción de cuerpos, más
(…) para dominarla” (MURARO, allá de categorías impuestas y
1994, p. 10). Al referir a la madre, la preconstituidas, que no se reducen a la 76
autora deja en claro que no se refiere a mera materia inerte sino a la
ella metafóricamente, sino en términos producción de sentidos subversivos. Y
materiales. Más allá del modo en que aquí es donde podemos ubicar el
el patriarcado simboliza a las madres, germen de lo que llamo terceridad
Muraro se centra en el nulo poder y semiótica.
autoridad que las mujeres de carne y
hueso poseen. En otro sitio, Luisa VI. Jessica Benjamin y Julia
Muraro (2004) continúa con la Kristeva: la terceridad semiótica
interrogación respecto de la más acá del padre
interrupción masiva de un sistema Dentro de las pensadoras
simbólico que desmaterializa. Y esto contemporáneas que anudan
se vincula con un régimen hiper psicoanálisis y feminismo se destaca la
metafórico donde las palabras toman el figura de Jessica Benjamin. Sólo basta
lugar de las cosas, los cuerpos dejan de con indagar sus producciones
hablar por sí mismos. La abstracción, tempranas para notar que su referencia
generalización, racionalización, al campo social no arraiga en el

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estructuralismo de Lévi-Strauss, sino hora de teorizar la terceridad –
en el pensamiento de Hegel, la Escuela equiparada al padre portador de los
de Frankfurt y los desarrollos de simbólico y la Ley que prohíbe,
Donald Winnicott y Daniel Stern amenaza, castra. Por ello Benjamin
(BENJAMIN, 2013). Por lo tanto el señala que la persona que encarna la
interrogante que vertebra su terceridad funciona como operatoria
producción hasta la actualidad no simbólica sólo si está conectada
transcurre por la vía de la regulación diádicamente con el niñø, de lo
simbólica que corta y diferencia la contrario no se produce la mutualidad
subjetividad respecto a un otrø, y el vínculo se resuelve en
tampoco el ingreso a un orden dominación, lo que representa, desde
simbólico, sino el problema de la el punto de vista de Benjamin, la
dominación y la ruptura de mutualidad abrogación de la terceridad. Es decir,
entre sujetøs constituidos en virtud de la única terceridad que opera en la
estructuras sociales que desigualan los subjetividad es aquella que se
sexos. En este punto de partida radica comparte en espacio co-creado bajo el
el carácter teóricamente actualizado, sello de la mutualidad, pues en cierto 77
políticamente comprometido y modo la terceridad es inmanente al
sofisticadamente argumentado de su entonamiento emocional propio del
pensamiento. modo en que ella concibe la
Jessica Benjamin (2004) toma intersubjetividad.
como desafío hacer a un lado al padre El enfoque de Benjamin
simbólico y referir al modo en que la privilegia la mutualidad, el
noción de terceridad se anuda con la reconocimiento y el entonamiento
temprana intersubjetividad. Distingue emocional, alejándose de aquellos
la idea de terceridad respecto a la idea puntos de vista que postulan un estado
de un tercer punto de vista o referente inicial de unidad entre la madre y el
que se encuentra fuera de la díada niñø. Estas teorías que parten de la
relacional – tal como afirman los fusión invocan por sí mismas la
abordajes tradicionales respecto del necesidad de la presencia del padre
papel del padre en relación con la como regulador simbólico y priorizan
díada madre-hijø. Benjamin critica el la asimetría necesaria para el corte con
excesivo punto de vista edípico a la la madre. Benjamin está interesada en

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rastrear el proceso de creación de la no lo es en los términos
terceridad, no describirla como un estructuralistas. Se trata de un espacio
existente que opera exteriormente psíquico que limita la propia
sobre la subjetividad del niñø. La onmipotencia de pensamiento y la
autora teoriza la existencia de un pulsión de apoderamiento y dominio
suplemento afectivo que marca un del otrø. En él participa otro tipo de
espacio mental interno, creado registro psíquico, no simbólico, ligado
intersubjetivamente, ante el cual nos al carácter experiencial del contacto
rendimos en nuestro afán de cuerpo a cuerpo6. Los destellos de
autoafirmarnos y reducir al otrø a un terceridad en la psique de quienes
objeto de la propia fantasía. La integran la díada temprana no son
temprana gesta de la terceridad es expresión de una ley que instala
condición de posibilidad para tolerar la separación sin conexión – perturbando
separación y reconocer la diferencia. la posibilidad de crear los
Sin ella el otrø no es capaz de devenir prolegómenos diádicos de la terceridad
centro autónomo de experiencia, no es en el niñø. Podríamos decir, junto a
capaz de devenir Sujetø igual, aunque
6
78
Piera Aulagnier (2004) permite pensar el
con una mente separada. impacto que se produce en cada una de las
La díada temprana no se psiques a partir del vínculo madre-niñø. A
partir de la idea de pictograma, la autora da
reduce, en el pensamiento de cuenta de la materialidad psíquica producida a
partir de la sensorialidad del cuerpo. Sin
Benjamin, a una estructura embargo es necesario advertir sobre el riesgo
de ver resonancias de la concepción de
complementaria Sujetø-Objeto. Se terceridad aquí presentada en las ideas de esta
autora. Aulagnier enfatiza cómo la psique
encuentra signada, desde el inicio, por modela la presencia del otrø, pero sin el
la conexión y la fusión, pero también componente de entonamiento emocional o
ritmo compartido y co-creado. Por eso afirmo
por la diferenciación y el que esta autora ofrece herramientas para
pensar una intersubjetividad sin mutualidad. Si
reconocimiento. Este temprano bien ha propuesto conceptos que explican
cómo opera una regulación tercera en el
vínculo abre el espacio para la vínculo entre la madre y el niñø –por ejemplo
la sombra hablada–, éstos refieren, en última
creación de la terceridad a partir de instancia, al modo en que opera la inscripción
experiencias pre-simbólicas de del padre simbólico en la psique materna. La
represión que organiza los límites del discurso
acomodación, reciprocidad y que la madre proyecta sobre el cuerpo del
infans escenifican la temprana presencia, en lo
reconocimiento. Con lo cual la inconsciente materno, del padre muerto y su
legalidad simbólica. En suma, su concepción
urdimbre que entrama la terceridad no de una terceridad temprana que ordena y
regula los intercambios de amparo y sostén
es estrictamente simbólica – al menos son simbólicos, no semióticos.

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Benjamin, que no hay regulación de mantener los ritmos de mutualidad
simbólica sin la base proto-simbólica co-creados.
de la comunicación y el entonamiento Esta temprana forma de
afectivo propios del amparo temprano. terceridad es la base para una nueva
Benjamín se refiere al espacio versión, que la autora llama terceridad
de la terceridad como un espacio de moral, donde formas más elaboradas
colaboración y un espacio seguro para de autoobservación pueblan la psique.
el reconocimiento de la El espacio de la terceridad se
responsabilidad, también como un complejiza a partir de la diferenciación
espacio intersubjetivo, y sugiere que y sintonización otorgando la capacidad
cuando la terceridad es operativa abre de reflexionar sobre la interacción y
un espacio interno, aunque relacional, reconocer la propia responsabilidad en
que permite que los sujetøs pueden la ruptura de la mutualidad. Esta idea
constituirse en función de løs otrøs, y, de terceridad, desvinculada del padre,
de esta manera, ir más allá de la adquiere relevancia para la autora
inercia que invade a la conexión porque “en un mundo sin terceros
cuando, por alguna razón, el compartidos, sin un espacio de 79
reconocimiento mutuo se desmorona colaboración e intercambio, todo es
(BENJAMIN, 2006). Benjamín (2004) mío o tuyo, incluida la percepción de
identifica diferentes aristas de la la realidad […] Sólo una persona
terceridad. Denomina terceridad puede tener razón” (BENJAMIN,
energética a la forma temprana del 2004, p.22).
espacio que permite conexión en el Autoras dedicadas al estudio del
reconocimiento de la alteridad del otrø Padre en psicoanálisis no acuerdan con
Sujetø. Allí opera la diferenciación – el punto mira de Benjamin, Un caso
es decir: la capacidad de mantener con notable es el de Rosine Jozef Perelberg
el otrø la tensión de la diferencia sin (2013), para quien la terceridad se
abandonar el entonamiento afectivo, encuentra, por definición, fuera de la
no por la imposición de la Ley temprana psique y de la díada inicial.
simbólica sino por el anhelo de Para ella, terceridad supone una
reconocimiento necesario el logro de exterioridad absoluta, tal como detecta
la auto-afimración. También opera la en los dichos que Freud dirige a un
sintonización – es decir: la capacidad paciente cuando le pide que evite

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enfrentarlo con sus angustiosos estructuralismo asigna a la Ley
recuerdos. En el contexto analítico simbólica Para Perelberg la estructura
Freud (1909/1986) señala la terceridad es previa al Sujetø. Por lo tanto la
al responder: constitución subjetiva depende de esta
Ley que fija las condiciones para su
Le aseguro que yo mismo no tengo constitución. La autora nota que el
inclinación alguna por la crueldad,
por cierto que no me gusta niñø nace en una estructura triangular
martirizarlo, pero naturalmente no
puedo regalarle nada sobre lo cual que lo precede, y es en el contexto de
yo no posea poder de disposición.
Lo mismo podía pedirme que le
esa estructura que formará sus
regalara dos cometas. (FREUD, identificaciones. Más claro aún,
1909/1986, p. 133)
Perelberg dice: “el tercero es parte de
La legalidad de lo simbólico una estructura, y yo diría que es en sí
supone, para Perelberg (2013), que los misma la condición de tal estructura”
integrantes de la díada estén sujetos a (PERELBERG, 2013, p.574). La
la Ley que, como tal, no pertenece a autora adhiere a la noción de Ley
ninguno de quienes la integran. simbólica tal como aparece
Benjamin (2004) sostiene una visión caracterizada en el contexto lacaniano. 80
recíproca que, a criterio de Perelberg, Para la autora la terceridad refiere a la
deja de lado la asimetría necesaria de Ley del Padre, por tanto esta Ley es
toda terceridad entendida como Ley condición de la Estructura. La filiación
externa. El enfoque de Benjamin, que feminista de Jessica Benjamin le
enfatiza la noción de un tercero co- impide adscribir a este complicado
creado a partir de la experiencia de espectro de supuestos estructuralistas a
dos, resuena, a los oídos de Perelberg, la hora de pensar la transformación
como una simetría que se aleja de social.
cualquier ordenamiento simbólico. Judith Butler (2006) critica
La distancia conceptual que se explícitamente aquellos marcos
abre entre Benjamin y Perelberg al teóricos que postulan la existencia de
momento de vincular la terceridad con una Ley universal. La autora señala
lo diádico y la co-creación en un caso, que la necesidad de apelar a una Ley
y con la Ley del padre y lo simbólico da cuenta de un orden simbólico
en el otro, radica en la adhesión o el signado por la imposibilidad del
rechazo del lugar que el cambio. Butler nos insta a pensar

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cuáles son las razones para atribuir constitución subjetiva. Simplemente
universalidad a una Ley. Cuando esto implica que tales reglas no son
ocurre la Ley opera como un marco universales, sino contingentes. Por lo
dominante dentro del cual se tanto pueden variar históricamente.
establecen las relaciones sociales. Junto a Judith Butler (1992) podemos
Aquello que se exalta como Ley a- decir que no existen fundamentos
histórica responde, en todo caso, a un necesarios para la constitución
contenido culturalmente contingente subjetiva, éstos son contingentes. Al
que se impone de forma mismo tiempo, la contingencia de los
universalizada. También nota, que la fundamentos no implica la ausencia de
Ley no sólo es represiva y ordenadora, los mismos como puntos de referencia
sino productiva. Por lo tanto se impone ineludibles. La idea de que la
como necesaria para auto-instituirse imposición de normas sociales sea
ocultando su contingencia. Butler necesaria para la constitución subjetiva
desecha la noción de Ley simbólica y, no quita que su contenido sea
en su lugar, prefiere la noción de contingente en tanto forma
normas sociales. Éstas, en su necesaria históricamente variable. En este 81
historicidad se abren al contexto teórico, que abandona las
desplazamiento y a la subversión referencias estructuralistas, aquello
desde dentro. En este sentido, la idea que la Ley excluye del campo de lo
de tercero energético de Benjamin inteligible –lo femenino más allá de la
hiere la pretensión de la Ley de referencia fálica, el fin de la diferencia
imponerse, con sus reglas universales sexual, sexualidades otras no
e invariantes, sobre la subjetividad. La heteronormadas– no debe ser
participación temprana del Sujetø en la naturalizado. Los límites entre lo
gesta de la terceridad nos enfrenta con permitido y lo prohibido, en tanto
la posibilidad de transformación de lo vinculados a normas sociales, deben
pretendidamente inalterable. abrirse al debate político para dirimir
Reducir la Ley universal a las diferencias aceptables de las
normas sociales no implica afirmar la diferencias inaceptables (BUTLER &
ausencia de una terceridad conformada LACLAU, 1995).
por coordenadas y referencias Jessica Benjamin (1996) acepta
colectivamente consensuadas para la la contingencia de las normas sociales,

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y es desde allí que critica los falocéntrico, al que se invoca como
anudamientos entre Ley simbólica y regulador de la subjetividad y la
padre. Perelberg (2013) sugiere que la cultura, esconde un reverso poco
concepción diádica de la terceridad de explorado: la relación entre Edipo y su
Benjamin anula la asimetría necesaria hija, concebida de manera incestuosa,
para la constitución subjetiva. Pero Antígona. Michael Diamond (2018)
esto no es cierto. Al menos no lo es señala que Antígona, abandona sus
para quienes no adjudican propios deseos para cuidar a su padre.
exclusivamente a la figura del Padre la Antígona hace a un lado su
posibilidad de instaurar asimetría en la matrimonio y se consagra a su padre
díada Madre-niñø. De hecho, ciego y anciano, quien en sus últimos
Benjamin enfatiza la necesidad años se vuelve omnipotentemente
continua de mantener en tensión la arrogante y cruel con los demás,
paradoja entre mutualidad y asimetría. incluida su hija. De forma
Si bien señala que el logro de la ambivalente, junto al odio que le
intersubjetividad depende del espacio propaga, Edipo elogia a Antígona por
de la terceridad, también recalca la el cuidado que recibe de ella. Freud 82
importancia de que el Sujetø más sugirió ecos de la historia de Antígona
poderoso cuente con la en la relación retratada por
responsabilidad –de garantizar un Shakespeare entre Cordelia y su padre,
entorno amparador– que proviene de el rey Lear. Encontró la clave del
formas más elaboradas de terceridad. enigma de esta relación en los
Cuando se ha construido la terceridad, reclamos incestuosos reprimidos del
sugiere Benjamin, el Sujetø puede padre por el amor de su hija (JONES,
rendirse al otrø en función del 1981). Aún más, Freud ha expresado,
reconocimiento mutuo, a diferencia de en sus últimos epistolarios: “Anna es
someterse al otrø. En todo caso la mi Antígona, la que en Edipo en
autora nos desafía a distinguir la Colono guía al padre ciego de la
asimetría respecto de la subordinación mano”, y también: “Anna es mi
y de la sumisión –propias de la Cordelia” (VOLNOVICH, 2000).
complementariedad Sujetø-Objeto. Diamond (2018) vincula la
El relato de Edipo, piedra dificultad del padre por elaborar la
angular del orden simbólico existencia de sus hijøs como seres

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separados con una falta de o no del falo? Si la eficacia de lo
reconocimiento y afirmación de su hija simbólico se vincula con la
en tanto subjetividad autónoma. Esta constitución subjetiva ¿podemos
paternidad resulta problemática ya que pensar que, no todos los Sujetøs se
absorbe de forma narcisista a la propia tornan inteligibles bajo las claves
hija7. El padre realiza una proyección falogocéntricas? Bajo la mirada de
masiva en la niña que la torna una Luce Irigaray antes señalada, Ofelia
extensión propia. Esto excluye la Schutte (1991) permite pensar cómo lo
necesaria diferencia generacional y simbólico arroja al campo de la
dificulta el ejercicio de la función otredad a las mujeres. En este campo
simbólica que establece límites sin ser simbólico, ellas no son sujetø de
rígidamente autoritaria, punitiva y enunciación capaz de desplegar
abusiva. Diamond ve en Edipo una sentidos no fálicos. Entonces, cuando
muestra de dificultades para asumir la se trata de mujeres, la eficacia del
función simbólica ya examinada. orden simbólico con el que contamos
Sin embargo, las claves asume la forma, velada por la teoría,
feministas de Jessica Benjamin de la desubjetivación. La Ley del 83
presentadas nos permiten señalar lo padre, el tabú del incesto y lo
contrario. ¿Tenemos que pensar que el simbólico se apoyan sobre la odiosa
orden simbólico falogocéntrico y crueldad hacia la especificidad de las
patriarcal falla cuando un Padre niñas. Lo que se lee en clave
produce la anulación de la subjetividad propiciatoria encubre la puesta en
de su hija, o más bien es cuando forma de un deseo de silenciar, bajo la
arraiga más hondamente? La función metaforización paterna, la subjetividad
simbólica que pregona, en lo formal, de las niñas –cuyo destino simbólico
los mismos efectos para todos los es ser poseídas e intercambiadas como
Sujetøs, ¿no dispone efectos objetos pertenecientes al padre, y a los
diferenciales de acuerdo a la posesión varones. ¿Puede el padre, bajo este

7
orden simbólico, reconocer la
Michael Diamond evoca un fragmento de los
Diarios de Anais Nin cuando describe a su existencia independiente y la alteridad
padre como “incapaz de ser una figura
tranquilizadora, estar presente, ser accesible, de la subjetividad femenina?
responsivo y amigable … se convirtió en la
asombrosa figura de un hombre sin elogios, Como hemos señalado, Jessica
creando en mí una necesidad de aprobación”
(NIN, 1969 en DIAMOND, 2018, p. 18). Benjamin deja a un lado los

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formalismos lacanianos para afirmar distingue entre lo semiótico y lo
una concepción de la terceridad que simbólico. Afirma que lo semiótico
prioriza los dominios experienciales – juega un papel relevante dentro del
único modo posible de afirmar la proceso de significación ya que se
existencia corporal de la madre en un trata de la descarga pulsional dentro
orden simbólico falogocéntrico del lenguaje, asociada con el ritmo, el
(IRIGARAY, 2007) que hiper- tono y los sonidos del cuerpo materno.
metaforiza la existencia femenina Los elementos semióticos participan
(MURARO, 1994). Las ideas de subterráneamente en el proceso de
Benjamin sugieren fuertes lazos de significación, aunque en sí mismos no
filiación teórica y ético-política con el significan nada. Lo simbólico, por su
pensamiento de Julia Kristeva. Aunque parte, provee al proceso de
pertenecientes a tradiciones en pugna – significación de sus significados.
una angloamericana, la otra Kristeva describe la relación entre lo
continental–, ambas se referencian en semiótico y lo simbólico como una
el psicoanálisis y dialogan con la oscilación dialéctica. Sin lo simbólico
teoría feminista. Benjamin, por su tenemos caos y desorden, sin lo 84
parte, enfatiza que la regulación propia semiótico el lenguaje estaría
de formas elaboradas de la terceridad completamente vacío y muerto, sería
sólo tiene eficacia si echa raíces sobre imposible conglomerar los sentidos
una terceridad proto-simbólica. La una mínimos. No tendríamos ninguna
depende de la otra. Por tanto hay razón para hablar si no fuese por la
creación temprana de un soporte a fuerza impulsora propia de lo
partir del cual el Sujetø se apropia de semiótico. La oscilación dinámica
las normas sociales. A partir de aquí es entre lo semiótico y lo simbólico es
que propongo la noción de terceridad productiva y necesaria, e involucra la
semiótica como alternativa de otro materialidad del cuerpo en la
orden posible que participe en la producción del lenguaje y del Sujetø
constitución y regulación del Sujetø que habla.
sin doblegarlo ante el yugo de la Ley Kristeva entiende por orden
del padre. simbólico al reino compuesto de
Como ya hemos señalado elementos semióticos y simbólicos.
ligeramente, Julia Kristeva (1984) Así, lo semiótico no se opone

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estrictamente al orden simbólico. Más la dimensión semiótica de Julia
bien, la semiótica es parte de este Kristeva. Y ambas propuestas deben
orden. Esto no significa que lo leerse de modo conjunto, bajo la idea
semiótico esté absolutamente regulado de terceridad semiótica, como una
y determinado por lo simbólico, lo reacción ante la rigidez del
semiótico se desplaza tanto dentro estructuralismo – y su padre, su falo,
como más allá del orden simbólico. su Ley y su orden simbólico. Benjamin
Dentro de la significación, lo señala que los primeros signos de
simbólico es heterogéneo respecto de reconocimiento están constituidos por
lo semiótico. Dentro del orden experiencias tempranas no verbales.
simbólico, lo semiótico trabaja contra Cuando la autora afirma que esta
el elemento simbólico y es así que se forma de compartir gestos, patrones,
produce la tensión dialéctica que ritmos, configura una forma de
mantiene al lenguaje en movimiento. terceridad presente en la temprana
El orden simbólico, para Kristeva, no unidad entre la madre y el niñø, apela
es sólo el orden de la Ley. También es a la regulación que se desprende de un
el orden donde se resistencia la Ley. El principio de acomodación mutua. Este 85
cambio puede tener lugar dentro de la sistema diádico inicial se mueve a
representación –aunque, en sentido partir de una profunda ley de la
estricto, no hay un afuera de la realidad que toma en cuenta los ritmos
representación. Para Kristeva, el – por ejemplo del día y la noche– que
funcionamiento de la semiótica abre organizan actividades como el dormir
posibilidades dentro de la significación y el amamantar. Este tipo de legalidad
y expande continuamente las es el que ha sido ignorado por la
posibilidades del cambio cultural. Lo conceptualización edípica. Así el
semiótico da lugar a, y desafía, lo privilegio de “la ley como límite,
simbólico. prohibición y separación omite el
La conceptualización de Jessica elemento de simetría o armonía en la
Benjamin (2004) respecto a la legalidad” (BENJAMIN, 2004, p.18).
terceridad energética, construida Legalidad del ritmo semiótico que
temprana e intersubjetivamente en la regula la mutualidad bajo el modelo de
resonancia afectiva con el otrø, la improvisación musical, donde
muestra conexión teórico-política con ambøs sigue un patrón que descubren,

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crean y ofrecen al otrø orden simbólico y, por lo tanto marcan
simultáneamente en una interacción no un límite a la mirada estructuralista de
verbal8. Benjamin nos dice: la Ley del padre y su pretensión de
dominio absoluto mediante la
Para que el tercero simbólico metaforización de la subjetividad. Si el
funcione […] en lugar de un
conjunto de demandas perversas o Padre transcurre por la dimensión
persecutorias […] se requiere la
integración de la capacidad de metafórica que permite el ingreso, y
adaptación a un conjunto de
expectativas creado mutuamente.
por lo tanto la constitución, del Sujetø
La forma primordial que asume esta en el orden simbólico, en la otredad de
adaptación es […] la participación
en conexiones basadas en la lo materno se libra lo semiótico9.
resonancia de afecto. (BENJAMIN,
2004, p. 17) Esta temprana forma de
regulación de una terceridad que
La resonancia afectiva, como
transcurre por las vías de lo semiótico
característica principal de esta forma
permite la mutualidad y el
de terceridad –que de la mano de
reconocimiento porque sostiene la
Kristeva denomino semiótica –, se
posibilidad de registrar la diferencia
postula como basamento necesario
para que la terceridad simbólica o
sin aniquilarla. Y esto es posible 86
porque lo semiótico puebla de
edípica no se vuelva imposición de un
alteridad nuestro propio discurso. Si lo
autoritarismo que subyuga al Sujetø.
simbólico instala la diferencia
Es aquí donde la sintonía conceptual
homogeneizante entre los Sujetøs, lo
con la distinción entre lo semiótico y
semiótico funda las diferencias dentro
lo simbólico resuena más
del Sujetø. Además, lo semiótico
profundamente. Sobre todo en la
inaugura la singularidad del Sujetø,
necesidad de enfatizar la resonancia
pues el espacio co-creado es ámbito
afectiva o lo semiótico como
donde se libran los modos particulares
herramienta teórica y política
relevante. Esta dimensión energética o 9
Si Luce Irigaray (2007) denuncia que en el
orden simbólico falocéntrico el único modo en
semiótica contiene elementos que que las mujeres pueden articularse como
socaban la regulación totalizante del sujetøs inteligibles es a partir de la maternidad,
para Julia Kristeva (1984) ‘madre’ o ‘lo
materno’ significa el modo en que es
8
Jessica Benjamin (2004) piensa esta tensión pertinente nombrar una otredad no reductible a
entre creación y descubrimiento a partir del lo simbólico, pero que aún así circula en sus
concepto de espacio transicional o zona intersticios, configurando lugares no verbales
intermedia de experiencia propuesto por donde nuestro discurso se rompe. Madre es
Donald Winnicott. aquello excluido de nuestro propio discurso.

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de subjetivación como fuga respecto autoras sostienen que esta
de las operaciones simbólicas de la potencialidad intersubjetiva se gesta en
Ley. Es cierto, la imposición de un el vínculo temprano con la madre – y
orden social – ya sea entendido como no podría ser de otro modo, puesto que
Ley simbólica o normas sociales – es ambas invocan en sus teorizaciones al
necesario para la constitución del psicoanálisis de las relaciones
Sujetø, pero lo relevante de los aportes objetales.
tanto de Benjamin como de Kristeva, La metáfora paterna que el
radican en señalar una beta de orden simbólico exalta no sólo
experiencias y materialidad psíquica alimenta una estructura subyacente
no reductible a lo simbólico que nos que divide Sujetø y Objeto, sino que
preserva de la lealtad auto-vinculante a también asigna al padre el lugar de
las normas psíquicas (BUTLER, 1997) Sujetø y a la madre el lugar de Objeto.
que la Ley implementa bajo el modo Para alcanzar el estatuto simbólico de
en que opera la terceridad edípica. Sujetø se requiere una desconexión
Julia Kristeva (1986) nos respecto del Objeto, para excluirlo
exhorta a reconocer la diferencia en como pura alteridad y dominarlo. 87
nosotrøs como la condición de nuestro Jessica Benjamin refiere a esto – bajo
ser y estar con løs demás. Y, la retórica psicoanalítica
justamente, en esto consiste la norteamericana– como proceso de
mutualidad de Benjamin: lograr un desidentificación con la madre. Julia
equilibrio entre autoafirmación y Kristeva refiere a este proceso como
conexión, evitando la sumisión o la una lucha por la separación del cuerpo
dominación propias de la estructura de de la madre, marcado como lo
la complementariedad Sujetø-Objeto abyecto. La mujer, identificada y
que lo simbólico propugna. Así, la profundamente implicada con el
autora invita a pensar la posibilidad de cuerpo de la madre, no puede
una escena poblada por sujetøs abyectarlo sin abyectarse a sí misma,
iguales, donde el otrø cuenta como por lo tanto sólo deviene Sujetø a
centro autónomo de experiencia más partir de un matricidio10. Tanto
allá de la pantalla fantasmática que
continuamente amenaza con borrar la 10
Julia Kristeva (1984) señala que para
alcanzar el estatuto de Sujetø es necesario
alteridad (BENJAMIN, 2013). Ambas separarse del otrø en términos de continente

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Benjamin como Kristeva señala, así, reductible a lo simbólico, que permite
las diferentes consecuencias, explicar, más allá de la Ley del padre,
problemáticas, para las relaciones de el modo en que se organiza una
varones y mujeres con el orden otredad regida por la mutualidad.
simbólico y, por lo tanto, con el Benjamin afirma la presencia de
estatuto de Sujetø. De algún modo, signos de reconocimiento del otrø
para ambas, el vínculo temprano con la desde los primerísimos tiempos de la
madre reúne la potencialidad para vida psíquica. Kristeva utiliza la
romper las fronteras entre Sujetø y maternidad como ejemplo de una
Objeto11, cultura y naturaleza. experiencia que pone en tela de juicio
Este contexto sostiene la idea cualquier noción de frontera entre
de terceridad semiótica que aquí sujetø y otrø, y de Sujetø unificadø.
propongo para dar cuenta de una Ambas cuestionan la lógica de la
forma de regulación temprana no complementariedad, apelando, de uno
u otro modo, a la maternidad como
corporal. El orden simbólico no diferencia a la
madre de la representación mujer. Por lo tanto alegoría de alteridad radical dentro del
las mujeres mismas se han visto abyectadas
requerimiento para cualquier movimiento Sujetø. Para ambas autoras, la madre 88
subjetivamente. La abyección como
movimiento necesario, para que los contenidos es, al mismo tiempo, Otrø para el
psíquicos no sean vacuos ni se diluyan en el Sujetø, Otrø como el Sujetø y Otrø en
otrø, se ha extraviado a causa de un desliz
simbólico que torna a las mujeres como el Sujetø. Esta alteridad resituada, más
amenaza de la autonomía. Sin esta otredad tan
radicalmente marcada, el reconocimiento de la allá, o más acá, de lo simbólico, sólo
dependencia no sería incompatible con la
autoafirmación, y el logro de la mutualidad no es posible en los escenarios de la
vería tan impedido. Si afirmamos que la
terceridad semiótica es condición de terceridad semiótica. Solo la madre
posibilidad de la mutualidad (BENJAMIN, puede proporcionar el sentido
2004), entonces se hace evidente el modo en
que lo simbólico cercena las posibilidades de necesario de separación dentro de la
lo semiótico.
11
Jessica Benjamín (2013) postula el concepto unión que fundamenta este tipo de
de amor identificatorio como su principal
herramienta para atacar la complementariedad terceridad y, junto a él, una ética del
Sujetø-Objeto que la rigidez de la estructura
edípica instala. La autora detecta que el amor semejante (BUTLER, 2009). Ambas
edípico se basa en la estricta separación entre autoras brindan los pilares para afirmar
ser y tener, y se sostiene en el tabú de tener el
objeto como el que unø es –separación que la relevancia de la terceridad semiótica
instituye la heterosexualidad. Benjamin señala
la forma de amor pre-edípico, entendido como gestada en un tipo de intercambio
el amor hacia lo que unø desea ser, como el
deseo de un sujetø hacia otrø sujetø temprano donde se inscribe una
significadø como alteridad y tomadø, al
mismo tiempo, como referente identificatorio. otredad no reductible ni elaborable por

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la metáfora simbólica. Este concepción de terceridad, tal como se
intercambio posee su propia legalidad ha propuesto, intenta señalar la
– que el padre no puede controlar con presencia y los efectos ineludibles del
la amenaza de su Ley – y constituye campo social en la producción de
una subjetividad abierta que contiene subjetividad, sin encriptar al Sujetø
alteridad y, al mismo tiempo, permite bajo discursos teóricos que restringen
derivar un modelo de autonomía que la posibilidad de transformación
no excluye la conexión con el otrø – subjetiva y social bajo el sello de una
no sólo como objeto del propio Ley inalterable. Es por ello que se ha
dominio psíquico, sino como otrø sugerido la idea de terceridad
sujetø igual. semiótica como posibilidad de pensar
otras dimensiones que cuentan en la
VII. Reflexiones finales constitución subjetiva y permiten
La narrativa freudiana limitar y subvertir el encadenamiento
desplegada en Tótem y Tabú (FREUD, psíquico a ciertas normas sociales
1913/1986) respecto al asesinato del poco convenientes.
padre como acto fundador de la cultura El orden simbólico y su Ley 89
ha sido reelaborada por el postulan su origen en el padre, pero
estructuralismo bajo los términos de invisibiliza el lugar de la muerte de la
orden simbólico y prohibición del madre (IRIGARAY, 2007) y cómo
incesto. Ciertas operaciones se han esto opera en la asignación de lo
elevado al rango de requerimientos femenino a una alteridad que opera
estructurales para la fundación de la como exterior constitutivo de lo
cultura y para la constitución de la establecido. Carole Patteman (1995)
subjetividad. Aquí se ha intentado ha señalado el contrato sexual previo
enfatizar cómo la noción de terceridad al contrato social, a partir del cual se
se encuentra saturada por la narrativa ha excluido a las mujeres de la esfera
edípica. Tales desarrollos postula la pública. No tener en cuenta esta
idea de una Ley simbólica que se exclusión nos quita perspectiva crítica
pretende universal y políticamente y nos conduce a tomar como
neutra, pero debiera ser comprendida necesarias la dinámica y el contenido
en términos de normas sociales de Ley del padre. Dentro de los límites
contingentes e históricas. La de este artículo, se han planteado

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motivos teóricos por los cuales sociedad. Por ello la adopción de
abandonar el estructuralismo, y las parejas homosexuales –y la idea
concepciones que gravitan en torno a misma de emparejamiento entre
él. Pero quisiera señalar, rápidamente, homosexuales– es impensable. En el
motivos ético-políticos para consolidar calor del debate la cita a Lévi-Strauss
su rechazo. fue moneda corriente para señalar que
Sólo por invocar un debate que los fundamentos de nuestra sociedad
se ha dado en el contexto cultural de la estaban constituidos por la diferencia
propia producción de Lévi-Strauss, sexual y la diferencia generacional,
interesa poner de relieve el Pacto Civil reivindicando la familia heterosexual,
de Solidaridad (PACS) –ley diseñada como estructura fundamental de la
para otorgar a las parejas del mismo cultura (ROBCIS, 2004).
sexo un conjunto de derechos y Pero vayamos a la raíz del
beneficios comparables a los de problema. La oposición
matrimonio. Los debates suscitados al naturaleza/cultura, junto a la diferencia
respecto han expuesto las sexual complementaria opera como un
consecuencias de sostener modelos a priori que deja en el dominio de lo 90
conceptuales en cuyo núcleo normas impensable las condiciones históricas
históricamente contingentes son que les han dado surgimiento. Desde el
elevadas al rango de leyes universales. prisma estructuralista, la
Varios intelectuales se opusieron al homosexualidad de ninguna manera
PACS citando a Lévi-Strauss para puede ser reconocida como familia,
argumentar que el matrimonio puesto que no se organiza en torno a la
heterosexual era la base universal y diferencia sexual y, por lo tanto,
transhistórica de la cultura. Françoise carece de base simbólica. Judith Butler
Héritier enfatizó que lo que estaba en (2006) ha señalado que el parentesco
juego era la agitación fundamental de es heterosexual de antemano. Y Gayle
las estructuras imaginarias y Rubin (1986) ha demostrado el modo
simbólicas de toda una sociedad en que el intercambio de mujeres es
(HÉRITIER, 1999 en GARRÉTA, necesario para la consecución del
2001). Para Héritier, la diferencia parentesco heterosexual. Seguir
sexual es uno de los límites, apelando a la idea de parentesco,
insuperables del pensamiento y de la familia y ley simbólica implica la

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universalización y la imposición de subjetiva – deben ser desechadas por
sentidos y normas que inferiorizan y conservadoras y reaccionarias. Si
excluyen subjetividades no alineadas adoptamos marcos teóricos que de
bajos los preceptos de la Ley del forma dogmática imponen la
Padre. El carácter nocivo del universalidad de la Ley – y sus
estructuralismo radica en el abandono nefastos a priori –, entonces la Ley ha
de la historia. Así sus postulados tenido efecto, puesto que ha
teóricos –tales como el parentesco, la encontrado el modo de ocultar la
diferencia (hetero)sexual, la fragilidad de su carácter contingente
inferiorización y el intercambio de para perpetuar el orden imperante.
mujeres, el tabú del incesto, la ley del Judith Butler señala aquellas prácticas
padre– irrumpen como universales que contemplan “las formas
extrañamente apolíticos. fundamentales de la dependencia
Bajo la máscara de neutralidad, humana, que pueden incluir el
el estructuralismo – como toda nacimiento, la cría de los niños, las
formación discursiva– es relaciones de dependencia emocional y
intrínsecamente político. Y su carácter de apoyo, los lazos generacionales, la 91
político se ancla en la estrategia de enfermedad, la muerte” (BUTLER,
arrastrar la diferencia sexual, la 2006, p.150). Para contemplar éste
heterosexualidad y la subordinación de último bastión que se organiza en
las mujeres mediante el parentesco torno a una ética del semejante no
fuera de la historia. El estatuto necesitamos apelar a categorías como
simbólico asignado oculta su carácter familia, diferencia sexual,
normativo tras lo universal y lo heterosexualidad, intercambio de
transhistórica. La situación social de mujeres o Ley del padre, que colocan
las mujeres y las disidencias sexuales, de modo contingente la diferencia en
el parentesco y la Ley del padre deben aquellos que carecen de poder y
ser examinados bajo debates teórico- reconocimiento social.
políticos. Las aproximaciones teóricas La terceridad semiótica debe ser
dentro del psicoanálisis que continúa pensada como los efectos de
gravitando bajo estas categorías – mutualidad en el despliegue del
elevándolas al rango de coordenadas vínculo con otrø Sujetø, y no debe ser
necesarias para la constitución concebida en términos de ejercicio de

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una función. Esta concepción supone exogamia calca de algún modo el
la existencia contenedora de una drama edípico propuesto por Freud”
estructura (familiar, edípica). La idea (MELER, 2013, p.172). Lejos de
de función, entendida como operatoria utilizar esta superposición para
necesaria para la constitución subjetiva legitimar la familia y el Edipo como
es correlativa a la idea de familia como estructura, Meler apela a otras
estructura estructurante, y por lo tanto referencias psicoanalíticas que señalan
afirma el supuesto de que sus efectos otros modelos de subjetivación que
no podrían desplegarse fuera de la sólo podemos explorar si asumimos el
estructura, o, incluso, si ésta no existe. compromiso ético de “modificar los
Es por ello que debemos desamarrar modelos teóricos, que tienden a
los efectos vinculares intersubjetivos replicar los ordenamientos sociales
de los requerimientos del oficiales” (MELER, 2013, p.183).
estructuralismo. Muy probablemente junto a Irene
Irene Meler (2013) cuestiona la Meler, tanto Jessica Benjamin como
rigidez de concebir a la familia como Julia Kristeva imaginan una
una estructura. Sugiere que la idea de comunidad paradójica donde los 92
constelación es más pertinente puesto sujetøs son recíprocamente extrañøs, y
que hace justicia a la enorme eso no es un problema cuando
plasticidad del imaginario colectivo y reconocemos que somos extrañøs para
de la subjetividad a la hora de crear nosotrøs mismøs.
nuevos sentidos que aporten Existen propuestas
inteligibilidad a otras formas de conceptuales dentro del campo
experiencia. Estructuralismo y psicoanalítico que ofrecen otras
psicoanálisis no sólo tienen en común aristas. Aquí se han explorado sólo
la pretensión de universalidad, la algunas –pocas–, y se ha ofrecida una
autora señala que “la tensión que Lévi- –entre tantas. La elección es política.
Strauss plantea entre la endogamia y la La no elección, también lo es.

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O(s) autor(es) se responsabiliza(m) pelo conteúdo e opiniões expressos no presente


artigo, além disso declara(m) que a pesquisa é original.

Recebido em 22/04/2019
Aprovado em 20/06/2019

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