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El lenguaje inclusivo

Daniel Escobar Avellaneda

El lenguaje inclusivo, desde mi punto de vista es un despropósito, no voy a tildarlo


de masacrar el lenguaje o algo similar, ni de que el lenguaje es algo que debe
mantenerse y conservarse cual monumento arqueológico que debe ser cuidado de
imperfecciones y mugre, sin embargo no estoy de acuerdo con su uso, para mí el
lenguaje inclusivo me resulta extraño y no me parece armónico, claro está que todo
esto puede deberse al hecho de que no estoy acostumbrado a su uso y que
posiblemente generaciones venideras puedan encontrarlo más normal al criarse en
un mundo que use este tipo de lenguaje.

Ciertamente he dado ya mi opinión sobre el lenguaje inclusivo, sin embargo quisiera


que todo aquel que no comparta mi punto de vista no abandone esta lectura acá,
sino que llegue al final de la misma, pues creo que podría llevarse una gran
sorpresa.
Considero que podemos llenar hojas hablando del lenguaje inclusivo, pero ¿qué
entendemos por lenguaje inclusivo? El lenguaje inclusivo también conocido como
lenguaje igualitario, no sexista o incluyente, es una práctica lingüística que, además,
de evitar ser sexista, incorpora lo masculino, lo femenino y otras identidades.
Sin embargo, otras definiciones sobre del lenguaje inclusivo que no poseen un
enfoque en el sexo señalan que el lenguaje inclusivo hace referencia a todas las
expresiones verbales o escritas que utilizan el vocabulario neutro.
Por otra parte, otra definición encontrada en guías de entidades públicas del Perú,
definen el lenguaje inclusivo como propuestas de uso de la lengua castellana que
busca personalizar la presencia de hombres y mujeres al hablar, escribir y
representar, promoviendo que los hablantes abandonen o no incurran en el sexismo
lingüístico.
Dado lo anterior puede surgir la idea de que el lenguaje inclusivo es aquel que evita
ser sexista a la hora de comunicar ideas, ya sea hablando o escribiendo, pero no es
del todo cierto, pues es una de las dos variedades de lenguaje inclusivo que existe;
el no sexista, que se usa para representar tanto a hombres como mujeres y el
lenguaje inclusivo no binario, que se usa para incorporar a personas que se sienten
identificados con un género distinto al de hombre y mujer.

Ahora bien, aunque algunas personas, yo entre ellas, no estamos de acuerdo o


familiarizados con el lenguaje inclusivo no podemos decir, como propuse al principio
del texto, que es una masacre a la lengua, pues el lenguaje no es estático, siempre
está en constante cambio, un ejemplo de esto es lo ocurrido con el latín y el italiano.
El latín es la lengua oficial del imperio romano, sin embargo recordemos que la
lectura y el aprendizaje de la escritura de este estaba reservada para altos cargos
políticos y eclesiásticos, por lo que el pueblo no tenía una formación en esta lengua,
de esta manera el pueblo comienza a utilizar caracteres, signos lingüísticos,
palabras y expresiones que difieren del latín, así nace el latín vulgar, lo que más
tarde se conocería como italiano; Dante Alighieri, es conocido como el padre del
italiano, pues escribió la divina comedia en latín vulgar, para que el pueblo tuviera
una lectura que pudieran comprender, de esta manera Dante dignifica las lenguas
vulgares.
Otro caso de cómo cambia el lenguaje lo tenemos en el libro martha's vineyard
study en el cual William Labov hace un estudio intensivo sobre cómo el lenguaje
sufre modificaciones, en este estudio Labov descubre que se crean nuevas palabras
o se modifican otras ya existentes gracias a los intercambios sociales y culturales.
En su investigación, Labov descubre que cuando dos culturas distintas interactúan
entre sí, se genera un cambio lingüístico, pues ambas partes toman palabras,
acentos, y jergas de la otra, agregando estas a su lenguaje.
También podemos hablar de las tribus urbanas, pues estas son un ejemplo claro y
más reciente de cómo el lenguaje se modifica, así pues, dentro de las tribus urbanas
tenemos a los hippies, los punks, los góticos, los rastas, entre otros; cada uno de
ellos completamente distinto al otro y con sus propias jergas y terminologías únicas
de cada tribu urbana. En las tribus urbanas podemos encontrar palabras que han
sido modificadas, ya sea en su estructura gramatical, en su pronunciación o en su
significado, de ese modo se genera una variación en las palabras que se conocen y
a estas se les puede atribuir otro significado distinto al que ya poseen, dentro del
contexto en el que se encuentran una misma palabra puede significar varias cosas.
Otro aspecto que considero importante es la época en la que se nace, esto es
crucial pues aquellos que más presentan resistencia contra el lenguaje inclusivo son
aquellos nacidos en una época anterior, por el simple hecho de que el ser humano
siempre busca conservar aspectos de su vida que considera suyos, siempre quiere
controlar aspectos de su vida que cree que le pertenecen, no queriendo que nada
los cambien y protegiéndolos de un mundo que se apodera de lo que quiere. Sin
embargo el cambio es inevitable, y es por eso que desde siempre suele creerse que
toda época pasada fue mejor, pues se cae en la nostalgia y recordamos esos
aspectos del mundo que hacemos nuestros, por esa razón nuestros abuelos
criticaban la actitud, la indumentaria, las causas y la música de la generación de
nuestros padres, a la vez que nuestros padres hacen exactamente lo mismo con
nosotros y nosotros repetimos esto con las nuevas generaciones.

No obstante, para Concepción Company, lingüista y filología, el lenguaje inclusivo


“es un distractor de los verdaderos problemas que hay en otros aspectos, es un
falso problema que deja contentos a muchos y distrae del verdadero problema de
fondo”, para ella el lenguaje inclusivo es una falacia de la equidad de género, pues
usarlo puede apaciguar las conciencias, en especial las masculinas, e invisibilizar la
verdadera lucha social a la par que hace creer que hay más igualdad entre los
sexos, obstaculizando la verdadera lucha contra la discriminación de hombres y
mujeres.
Otro problema con el lenguaje inclusivo es que el lenguaje por sí solo ya es
inclusivo, pues todos somos libres para usarlo, no necesita de una legislación y
nacemos con la capacidad de hablar una lengua y nadie nos tiene que decir ni
forzarnos para hablarla, de este modo cualquier imposición sobre cómo se debe
usar la lengua es en sí un acto autoritario, que es irónicamente aquello contra lo que
lucha el lenguaje inclusivo.
Otro punto importante es que puede generar un enorme problema lingüístico. Pues
ahora cuando en una institución educativa dicen niños, existirán niñas que no se
sentirán incluidas, está claro que el conflicto ya está creado, pero ¿qué soluciones
puede ofrecer el lenguaje inclusivo? En muchos casos ofrece el uso de la letra e al
final de las palabras, ya sea en adjetivos, sustantivos, o pronombres, pero para
algunos este uso del lenguaje puede simplemente estropear cualquier discurso,
mientras que para otros pueden resultar incómodos y sentirlos algo artificiosos,
argumentando que van en contra del lenguaje y que provocan dificultades
sintácticas y de concordancia.
También es importante entender que las clases nominales no se limitan
simplemente a masculino y femenino en todas las lenguas, pues en el caso del
chino las palabras se categorizan dependiendo de su forma, planas, redondas o
largas, otros utilizan las categorías de animado/inanimado y en África hay lenguas
que poseen hasta cinco géneros diferentes, por otra parte el género gramatical no
se corresponde con el género o el sexo y en cuanto a esto considero que quienes
insisten en confundir las categorías de la lengua con las categorías del mundo
material terminaran llegando irremediablemente a contradicciones que llegan a lo
absurdo.

Entonces ¿por qué se usa el lenguaje inclusivo? Pues porque lo que no se nombra,
no existe. Es un hecho que utilizamos el lenguaje para referirnos a todo lo que nos
rodeas, si algo existe tiene un nombre, ya sea que su existencia sea física o no, así
pues al usar el lenguaje inclusivo se incorpora en la lengua y por consiguiente en el
mundo a las personas con otras identidades, personas que a lo largo de la historia
han sido invisibilizadas.
De hecho, hoy en día, las personas que no se autoreconocen como heterosexuales
continúan siendo estigmatizadas y marginalizadas por algunos sectores de la
sociedad actual, lo que puede darles el mensaje a aquellas personas de que si no
son como la sociedad espera que sean entonces no existen.

En conclusión, el lenguaje inclusivo es una variación que se genera en el lenguaje


con la intención de abarcar en el mismo a más grupos sociales, sin embargo es
necesaria una revisión más a fondo de este y de un estudio más completo con el
objetivo de que todas las personas puedan sentirse a gusto e identificadas con este
tipo de lenguaje, buscando no solo la visualización de grupos invisibilizados
históricamente sino también un cambio en cómo percibimos la lengua, no obstante
nada garantiza que en un futuro se utilizará el lenguaje inclusivo, pues la lengua al
ser cambiante podría simplemente tomar algunos aspectos de este lenguaje e
incluirlos en sí a la par que descarta una gran parte del mismo.

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