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La prevalencia de la tercería de propiedad ante el embargo

inscrito--- desde la óptica del VII pleno casatorio


En el sistema jurídico peruano, la yuxtaposición de dos derechos, como la tercería de propiedad y el
embargo inscrito por un crédito, plantea un conflicto interesante. La tercería de propiedad se refiere
a un derecho real que respalda la posición de alguien que no ha registrado su propiedad,
argumentando que no se le puede obligar a responder con sus bienes por una deuda que no ha
asegurado mediante un acto registral.

El problema radica en determinar cuál de estos dos derechos prevalece en este escenario. En otras
palabras, se trata de decidir si es más importante proteger el derecho de propiedad no inscrita del
tercerista o si el derecho de embargo del acreedor tiene prioridad para asegurar el cobro de la
deuda.

La solución a este conflicto puede variar dependiendo del contexto y las circunstancias específicas
del caso. El sistema jurídico peruano podría considerar diferentes factores, como la buena fe de las
partes involucradas, la existencia de registros o títulos de propiedad, y la prioridad temporal de los
derechos.

En última instancia, será responsabilidad de los tribunales peruanos interpretar las leyes y resolver
este tipo de conflictos, buscando equilibrar los derechos de las partes involucradas y tomar
decisiones justas y equitativas.

La tercería de propiedad se refiere a la situación en la que una persona reclama ser propietaria de un
bien que está siendo embargado por un acreedor para asegurar el pago de una deuda. En este caso,
el propietario argumenta que su derecho de propiedad no ha sido inscrito en el registro
correspondiente y, por lo tanto, no puede ser afectado por el embargo. Esta persona afirma que no
debería ser responsable por una deuda que no ha asegurado mediante un acto registral.

Por otro lado, el embargo inscrito por un crédito es el mecanismo utilizado por un acreedor para
asegurar el cobro de una deuda. Cuando el acreedor registra el embargo sobre un bien, adquiere un
derecho sobre dicho bien y puede ejecutarlo posteriormente para satisfacer el crédito adeudado.

Ejemplo 1: Supongamos que Juan es propietario de un terreno, pero nunca ha inscrito su derecho de
propiedad en el Registro de Predios. Desafortunadamente, Juan atraviesa problemas financieros y no
puede pagar una deuda que tiene con Pedro. Como resultado, Pedro decide embargar el terreno de
Juan para asegurar el pago de la deuda.

En este caso, Juan podría presentar una tercería de propiedad argumentando que el terreno le
pertenece y que su derecho de propiedad no ha sido inscrito. Juan sostiene que no debería ser
responsable de la deuda que Pedro reclama a través del embargo, ya que no ha asegurado dicha
deuda mediante un acto registral.

En respuesta, Pedro podría defender su derecho de embargo, argumentando que ha inscrito el


embargo en el Registro de Predios y que, por lo tanto, tiene un derecho legítimo sobre el terreno
para asegurar el pago de la deuda.

En este escenario, los tribunales peruanos deberán considerar factores como la buena fe de Juan al
adquirir el terreno, si Pedro conocía o debería haber conocido la falta de registro de Juan, y la
prioridad registral. Si se determina que Juan adquirió el terreno de buena fe y sin conocimiento del
embargo, y si su derecho de propiedad prevalece sobre el derecho de embargo de Pedro, es posible
que el embargo sea anulado y Juan mantenga su propiedad.

Ejemplo 2: Imaginemos que María es la propietaria de una casa y ha inscrito debidamente su


derecho de propiedad en el Registro de Predios. Sin embargo, María ha adquirido una deuda con una
institución financiera llamada Banco A. Ante el incumplimiento de pago de María, el Banco A decide
embargar la casa para asegurar el cobro de la deuda.

En este caso, María no puede presentar una tercería de propiedad, ya que su derecho de propiedad
está debidamente inscrito y el Banco A ha actuado de acuerdo con la ley al embargar la casa. El
derecho de embargo del Banco A tiene prioridad sobre el derecho de propiedad de María, y el banco
puede proceder con la ejecución del embargo para satisfacer la deuda adeudada.

Aquí, los tribunales peruanos verificarán la inscripción del embargo por parte del Banco A y
confirmarán que el procedimiento legal se ha seguido correctamente. María, como propietaria, no
podrá oponerse al embargo y tendrá que buscar alternativas para resolver su deuda con el Banco A.

Estos ejemplos ilustran cómo el sistema jurídico peruano aborda el conflicto entre la tercería de
propiedad y el embargo inscrito. Los tribunales analizan los hechos y las circunstancias particulares
de cada caso para determinar cuál de los derechos prevalece en función de la legislación y los
principios legales aplicables.

Conceptos Generales
Propiedad no inscrita: La propiedad no inscrita en Perú se refiere a un bien inmueble que no
está debidamente registrado en el Registro de la Propiedad Inmueble. La propiedad no inscrita
puede generar complicaciones en diversas situaciones legales. Por ejemplo, cuando hay disputas
sobre la propiedad del bien, el registro puede considerar como titular legítimo a aquel que ha
inscrito su derecho, dejando en desventaja al propietario no inscrito. Además, en casos de embargos,
el acreedor puede preferir bienes inscritos para asegurar el pago de una deuda, dejando fuera de la
consideración aquellos bienes cuyos propietarios no han realizado la inscripción.

la hipoteca: Es un derecho real de garantía que recae sobre un bien inmueble, como una casa, un
terreno o un local comercial. Esta figura legal se encuentra regulada principalmente en el Código Civil
peruano.

La hipoteca es utilizada como garantía para asegurar el cumplimiento de una obligación,


generalmente un préstamo o crédito. Al constituir una hipoteca, el propietario del bien (llamado
hipotecante) concede al acreedor (llamado acreedor hipotecario) un derecho preferente sobre el
bien, que se materializa en una anotación o inscripción en registros públicos.

A través de la hipoteca, el acreedor hipotecario tiene la facultad de ejecutar el bien hipotecado en


caso de que el deudor (llamado hipotecante deudor) no cumpla con la obligación garantizada, como
el pago del préstamo. La ejecución de la hipoteca implica la venta forzada del bien en un
procedimiento judicial o extrajudicial, y el producto de la venta se destina a la satisfacción de la
deuda.

Es importante destacar que la hipoteca sigue el principio de especialidad, lo que significa que debe
estar debidamente identificada y precisada en cuanto a la cantidad de dinero o el monto máximo
garantizado. Además, la hipoteca se inscribe en registros públicos para que sea oponible a terceros y
tenga efectos frente a estos.

Cabe señalar que también contempla la figura de la prenda, que es otro derecho real de garantía,
pero que se aplica a bienes muebles, como vehículos, maquinarias o joyas, entre otros.

En resumen, la hipoteca es un derecho real de garantía que recae sobre un bien inmueble y se utiliza
como garantía para asegurar el cumplimiento de una obligación, como un préstamo. A través de la
hipoteca, el acreedor hipotecario tiene un derecho preferente sobre el bien y puede ejecutarlo en
caso de incumplimiento del deudor.

EL EMBARGO: Es una medida de ejecución forzosa que se utiliza para asegurar el cumplimiento
de una obligación económica

El embargo se aplica cuando un acreedor, ya sea una persona o una entidad, ha obtenido una
sentencia judicial o un título ejecutivo que respalda su derecho a cobrar una deuda. El embargo
permite al acreedor asegurar el pago de la deuda mediante la inmovilización o la retención de bienes
o activos del deudor.

Para llevar a cabo un embargo, el acreedor solicita a un juez o a la autoridad competente que ordene
la retención de los bienes del deudor. Esto implica que los bienes embargados no pueden ser
transferidos, gravados ni enajenados hasta que se resuelva la situación de la deuda. El embargo
puede afectar tanto bienes muebles (como vehículos, maquinaria o cuentas bancarias) como bienes
inmuebles (como terrenos, casas o locales comerciales).

Es importante destacar que el embargo debe cumplir con los procedimientos legales establecidos. Se
notifica al deudor sobre la medida y se le otorga la oportunidad de defenderse y presentar pruebas
en caso de considerar que el embargo es indebido. Además, el embargo debe respetar los límites y
las prioridades establecidas por la legislación, especialmente en relación con otros embargos
existentes o derechos de terceros.

El embargo se levanta una vez que el deudor cumple con la obligación o cuando se resuelve el
conflicto legal relacionado con la deuda. En algunos casos, si el deudor no cumple con la obligación y
no existen bienes suficientes para satisfacer la deuda, los bienes embargados pueden ser subastados
para obtener fondos que se destinen al pago del acreedor.

En conclusión, el embargo según la legislación peruana es una medida de ejecución forzosa que
permite asegurar el cumplimiento de una obligación económica. Se lleva a cabo mediante la
retención de bienes o activos del deudor y está sujeto a los procedimientos legales establecidos y a
los límites establecidos por la legislación.

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